Introducción
El Vireo Ojos Blancos, Vireo griseus Boddaert, se distribuye desde el centro y este de Estados Unidos, a lo largo del Golfo de México y el sureste de México hasta Honduras, además de Cuba y otras islas del Caribe (Hopp 2022). Aunque las poblaciones más norteñas migran hacia el sur en invierno, es residente reproductor desde el sureste de Estados Unidos hasta el noreste de México en San Luis Potosí (Stewart y Robbins 1958). Esta especie se cataloga en la Lista Roja de Especies Amenazadas como de preocupación menor (LC) (BirdLife International 2021).
De forma general el hábitat óptimo para la especie se caracteriza por poseer diversos tipos de arbustos densos entre vegetación caducifolia y/o vegetación perturbada con una densidad baja de árboles (Bent 1950, Graber et al. 1985, Breininger y Smith 1992, Brittain et al. 2010). Así mismo se ha documentado que tiene preferencia por corredores ribereños amplios (Keller et al. 1993, Hodges y Krementz 1996). El hábitat de invierno se describe como mucho más variado, pero la constante son los matorrales densos derivados de disturbios (Ramos y Warner 1980, Lynch 1989, Greenberg et al. 1993, Greenberg y Salewski 2005). Se ha reportado en vegetación con estados avanzados de sucesión, así como vegetación secundaria decidua, además de bosques primarios y sus etapas serales (Fritcher et al. 2004), incluyendo vegetación de matorral xérico, tropical y manglares (Hopp 2022).
Existen seis subespecies reconocidas, de las que cuatro (perquisitor, micrus, maynardi y bermudianus) son residentes y se mantienen en su rango reproductivo a lo largo del año (Bailey 1932, Barlow 1980, Amos 1991). Por otro lado, la migración de la subespecie griseus es incierta, ya que se han reportado tanto poblaciones residentes en sus áreas reproductivas durante todo el año como en áreas fuera de su rango reproductivo (Ramos y Warner 1980). Sin embargo, la subespecie con el rango de distribución más norteño, noveboracensis, es migratoria completa, ya que las poblaciones dejan totalmente las áreas reproductivas para migrar hacia el sureste (Hopp 2022). Las rutas de migración incluyen el sureste de Estados Unidos y este de México a lo largo del Golfo de México y migran también a través del Golfo para invernar en Cuba y otras islas del Caribe (Hopp 2022, Kuenzi et al. 1991, Woodrey y Moore 1997, Simons et al. 2004).
Descripción del registro
Registramos a V. griseus en una excursión para observar aves en la Zona Sujeta a Preservación Ecológica “Manantial La Mintzita y su Zona de Amortiguamiento” (Manantial La Mintzita), perteneciente al Municipio de Morelia, en el estado de Michoacán. El sitio se ubica a una altitud de 1950 msnm, entre las coordenadas geográficas 19°38´43” N; 101°17´00” O (Fuentes-Gutiérrez et al. 2023), a siete kilómetros al oeste de la ciudad de Morelia (Figura 1). El clima regional se cataloga como templado subhúmedo, con lluvias en verano (Escutia-Lara et al. 2009). El sitio fue declarado Área Natural Protegida en 2005, y es considerado un sitio RAMSAR desde 2009, dada su importancia en la conservación y reservorio de agua para la ciudad de Morelia (RAMSAR 2009). Contradictoriamente, en el sitio dominan las áreas de cultivo de temporal, vegetación secundaria perturbada y son pocos los remanentes de vegetación original presentes. Los relictos de vegetación original están conformados principalmente por matorral subtropical, bosque de galería y vegetación acuática. Además, es el hábitat de la población tipo del zapote prieto (Diospyros xolocotzii Madrigal & Rzed), una especie arbórea microendémica de algunas zonas muy específicas de Michoacán y Guanajuato (Torres y Arizaga 2014, Arizaga et al. 2019).
Esta zona se encuentra prácticamente en el periurbano de la Ciudad de Morelia; las áreas inmediatas circundantes al manantial se encuentran bajo una alta presión por cambio de uso de suelo con fines agrícolas y asentamientos humanos. Una de las principales causas de perturbación son los recurrentes incendios que se propician desde áreas agrícolas y se propagan hasta los remanentes de vegetación original e inclusive hasta el humedal (Escutia-Lara et al. 2009), además de la conspicua y muy cercana industria procesadora de papel Kimberly Clark.
El registro y fotografías las realizamos la mañana del 12 de febrero de 2023, alrededor de las 10:50 h, siendo una mañana despejada y soleada. Un individuo solitario se encontraba forrajeando y moviéndose constantemente entre densos arbustos debajo del dosel arbóreo, a escasos 10 m del cuerpo de agua del manantial (Figura 1). Nos dimos cuenta de que no se trataba de un ave común en la zona; su comportamiento inquieto, tamaño pequeño y pico robusto nos indicaron que se trataba de una especie del género Vireo. Notamos además su coloración amarilla en los flancos y cejas, pero sobre todo los ojos con iris color blanco que resaltan con la pupila negra (Figura 2). Sin embargo, no reconocimos su identidad al momento. Revisando la plataforma de Merlin Bird ID®, verificamos que se trataba de V. griseus adulto, de sexo indeterminado. Debido a la rareza del reporte, la plataforma de eBird (eBird, 2024), no ofrecía la opción de la especie, por lo que primero se registró como Vireo sp. Posteriormente, se actualizó el registro en ebird: https://ebird.org/checklist/S128191725 y se hizo el registro también en la plataforma de iNaturalistMX (2024): https://mexico.inaturalist.org/observations/148640251
Discusión
Este registro es relevante por ser el primer registro documentado para el estado de Michoacán (eBird 2024, iNaturalistMX 2024, Villaseñor-Gómez y Villaseñor-Gómez 2019). El 18 de octubre de 2023, José Fernando Villaseñor-Gómez (com pers. 31 de enero 2024) identificó a través de observación y canto a un individuo de V. griseus en el Campus de Ciencias y Humanidades (Ciudad Universitaria) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (19°41´17” N, 101°12´14” O, 1907 msnm) en la ciudad de Morelia, alimentándose de los frutos de una higuera (Ficus sp.). A pesar de que el individuo estuvo visible por alrededor de ocho minutos no hubo un registro formal, ni evidencia de la observación (fotografías o grabaciones). Aunque V. griseus pudiera haber pasado desapercibido, es poco probable que sea identificado erróneamente o confundido con otras especies del género Vireo de la región debido a sus características y canto particulares.
Este registro de V. griseus resulta interesante ya que la distribución conocida para la especie se da hacia el este de México, incluyendo la cuenca del Golfo de México y la península de Yucatán, además de algunas zonas de Oaxaca y Chiapas (Hopp 2022). Nuestro registro se encuentra aproximadamente a ~250 km del límite de su área de distribución reconocida (Hopp 2022). No obstante, en la plataforma de ciencia ciudadana eBird se han reportado 6 observaciones de V. griseus (sólo registros con fotografías) en zonas alejadas de su distribución conocida en Sonora, Chihuahua, Nayarit, Jalisco y Guerrero (eBird 2024). Asimismo, en la plataforma Naturalista (2024) existen cinco observaciones significativamente fuera de su rango en Chihuahua, Coahuila, Nayarit, Estado de México y Ciudad de México. Lo anterior parece indicar que ocasionalmente, algunos individuos de V. griseus se mueven más allá de sus zonas de distribución reconocidas. Esto se corrobora también con observaciones de eBird en cada estado de Estados Unidos (excepto Washington) y las áreas del sur de las provincias Canadienses (Hopp 2022). Además, nuestra observación confirma la asociación de esta especie con hábitat de matorral denso, debajo de árboles grandes, en vegetación de matorral subtropical, con afinidad ribereña, y expuesto a constantes perturbaciones antropogénicas (Hopp 2022).
Al incluir a V. griseus, el número de especies formalmente reconocido para Michoacán sería de 563 especies (Villaseñor-Gómez y Villaseñor-Gómez 2019) y particularmente para el sitio RAMSAR del Manantial La Mintzita sería de 118 especies (Soto-Rojas 2005, Bahena-Fraga 2010). La presencia de V. griseus en el área protegida de Manantial La Mintzita resalta el valor de este sitio para la conservación, por los servicios ambientales y ecológicos que provee, además de ser refugio para al menos 118 especies de aves (Soto-Rojas 2005, Bahena-Fraga 2010) incluyendo el presente registro, y potencialmente hasta 176 especies reportadas en ebird (2024). Es por lo anterior que se exhorta a hacer efectiva su protección y conservación.
Nuestro registro es de interés ya que provee evidencia de movimientos y migraciones atípicas. Estas pueden ser influenciadas por causas intrínsecas del individuo o especie, como errores de navegación y/o causas extrínsecas, como eventos climáticos extremos que las propicien (Lees y Gilroy 2022). Sin embargo, la información de cómo interactúan estos y otros factores es insuficiente actualmente para explicarlos (Lees y Gilroy 2022). También, puede ser un mecanismo mediante el cual poblaciones en crecimiento pueden colonizar sitios nuevos con hábitats disponibles (Grinnell 1922, Zawadzki et al. 2019). Sin embargo, las causas reales resultan difíciles de determinar y requieren de un análisis más profundo y detallado. La documentación de casos como este y de otras especies de aves, contribuye gradualmente a su entendimiento.