Introducción
La reproducción bovina es afectada por causas no infecciosas e infecciosas. En estas últimas encontramos principalmente leptospirosis, brucelosis, campilobacteriosis, diarrea viral bovina y rinotraqueitis infecciosas bovina (Repiso et al., 2005). El signo principal de las enfermedades reproductivas es la pérdida de la gestación, un fenómeno multicausal y complejo que sólo se diagnostica en 25 a 40% de los casos, observándose que 90% de los casos es de origen infeccioso (Meléndez et al., 2010). Las enfermedades reproductivas se encuentran dentro de las causas más importantes de las pérdidas económicas en la industria ganadera, debido al costo de los tratamientos, servicios veterinarios y disminución en la producción (Anderson, 2000). La leptospirosis es una enfermedad causada por una espiroqueta de la que se conocen 250 serovariedades patógenas por sus diferencias antigénicas, de manera que cada serovariedad tiene una conformación antigénica característica (Rodríguez e Irlene, 2011). Las leptospiras patogénicas pertenecen a la especie interrogans (Hartskeerl, 2005; Sánchez et al., 2007) y afectan a más de 160 especies animales domésticas y silvestres e incluso algunas de ellas afectan a los humanos (Hartskeerl, 2005). Los bovinos son de las especies con mayor susceptibilidad, en los cuales tiene dos fases: la aguda, donde las hembras bovinas adultas presentan agalactia y los bovinos jóvenes ictericia, entre otros signos. La leptospirosis grave se presenta con abortos, mortinatos, nacimientos prematuros, reabsorciones e infertilidad, lo cual causa grandes pérdidas económicas en la industria ganadera (Cantú y Banda, 2012). El objetivo del presente estudio fue determinar la seroprevalencia de cinco especies de Leptospira: hardjo, inifap, paloalto, tarassovi y wolffi en siete unidades de producción del estado Veracruz, así como las razones de seroprevalencia (razones de momios) entre las mismas. Un objetivo adicional fue determinar si la tasa de gestación es afectada por la presencia de leptospiras.
Método
El trabajo se realizó en siete unidades de producción (UP) de los municipios de San Rafael, Medellín y Cotaxtla, ubicados en la zona centro del estado de Veracruz. En el presente estudio se omiten los nombres verdaderos de los ranchos o unidades de producción, por así convenir a los intereses de sus propietarios. El municipio de San Rafael se encuentra ubicado en los límites de la zona centro del estado y a inicios de la zona norte con coordenadas: entre 20° 08´ y 20° 18´ N; y de 96° 46´ a 97° 02´ O; altitud entre 10 y 100 m. Su clima es cálido húmedo con abundantes lluvias en verano (98% de la superficie) y cálido subhúmedo con lluvias en verano, (2% de la superficie), con un rango de temperatura de 24 a 26 °C y un rango de precipitación anual de 1400 a 1600 mm (INFDM, 2005). El municipio de Medellín se localiza en la zona centro del estado, en las llanuras del sotavento, con coordenadas: paralelos 18° 50´ y 19° 09´ N; los meridianos 96° 02´ y 96° 16" O, altitud entre 5 y 60 m. Su clima es cálido subhúmedo con lluvias en verano, de mayor humedad (69% de la superficie) y cálido subhúmedo con lluvias en verano, de humedad media (31% de la superficie), con un rengo de temperatura de 24-28°C y una precipitación de 1100-1600 mm (INFDM, 2005). El municipio de Cotaxtla se encuentra ubicado en las llanuras del sotavento, en la zona centro costera del estado y en los límites de la zona sur. Sus coordenadas son: paralelos 18° 44´ y 18° 59´ N; los meridianos 96° 11´ y 96° 32´ O; altitud entre 10 y 200 m. Su clima es cálido subhúmedo con lluvias en verano, de mayor humedad (100% de la superficie), con un rango de temperatura de 24-26 °C y una precipitación de 1100-1300 mm (INFDM, 2005).
Se tomaron 138 muestras de sangre en cada unidad de producción, a partir de vacas cruzadas Bos taurus x Bos indicus que al momento del estudio estuvieron disponibles en dichas unidades de producción. En estas muestras se realizó el diagnóstico serológico de Leptospirosis. Las muestras de sangre colectadas fueron transportadas en neveras con hielo al laboratorio. Posteriormente, fueron centrifugadas para separar el suero sanguíneo, identificadas y conservadas en congelación (-20 ºC) hasta su análisis serológico por el método de microaglutinación en placa (MAT), que es el método serológico de referencia para el diagnóstico de Leptospirosis. Se utilizaron cepas representativas de todos los grupos y de las especies objeto de estudio. Las cepas seleccionadas se cultivaron en Tween 80 BSA a 29 ± 1 ºC en cultivos con no menos de 4, pero no más de 8 días. Las placas de microaglutinación se incubaron a 29 ± 1 ºC durante 2 a 4 h, y se examinaron por microscopía de campo oscuro (Santos, 2010). Se consideraron como positivos a la prueba de aglutinación microscópica los animales con títulos mayores que 1:100. De acuerdo al diagnóstico, los resultados se tomaron como referencia de la prevalencia de esta enfermedad y del estado sanitario reproductivo de los siete hatos bovinos muestreados en la zona centro de Veracruz.
El diagnóstico de gestación se realizó por medio de palpación rectal. A las hembras no gestantes se les realizaron tres palpaciones transrectales, cada una con intervalos de dos meses, para determinar su preñez. Las hembras gestantes también se siguieron observando con la ayuda de los encargados de la unidad de producción, y si fue el caso con un monitoreo moderado de su gestación hasta la finalización de la misma o su interrupción por abortos y fetos nacidos muertos.
La seroprevalencia de Leptospirosis se codificó como 1 cuando el animal resultó seropositivo a la prueba de microaglutinación en placa; por el contrario, la seroprevalencia se codificó como 0 cuando el animal resultó seronegativo. Por cada especie de Leptospira, se realizó un análisis de regresión logística en un diseño completamente al azar, donde el factor de riesgo fue la variable unidad de producción. Los análisis de seroprevalencia se llevaron a cabo con el procedimiento GENMOD (PROC GENMOD) del paquete SAS (2007), considerando la liga logit para la distribución binomial. Adicionalmente, se realizó un análisis de regresión logística que consideró las seroprevalencias de las cinco especies de Leptospira de manera conjunta. En este análisis la seroprevalencia se codificó como 1 si el animal resultó seropositivo por lo menos a una de las cinco variedades de Leptospira. Por el contrario, la seroprevalencia se codificó como 0 cuando el animal resultó seronegativo a las cinco variedades de Leptospira. De manera similar, la tasa de gestación se registró como 1 cuando una vaca resultó gestante a la palpación rectal; en caso contrario, se codificó como 0. El análisis de la tasa de gestación también se realizó con el procedimiento GENMOD de SAS (2007), asumiendo una liga logit. El modelo incluyó los efectos de estatus zoosanitario (presencia/ausencia de Leptospiras) y unidad de producción. La definición de estatus zoosanitario consideró las cinco especies de Leptospira como una sola.
Resultados
En el Cuadro 1 se muestran los niveles de significancia del efecto unidad de producción para la seroprevalencia de las diferentes especies de Leptospira estudiadas. La variable unidad de producción resultó ser un factor de riesgo altamente significativo (P<0.001) para la seroprevalencia de L. hardjo, L. paloalto y L. tarassovi, pero no (P>0.05) para la seroprevalencia de L. inifap, L. wolffi y L. sp.
En los Cuadros 2 y Cuadro 3 se presentan las seroprevalencias y sus intervalos de confianza, por unidad de producción, para L. hardjo, L. inifap, L. paloalto, L. tarassovi, L. wolffi y L. sp., respectivamente. En los Cuadro 4, Cuadro 5, Cuadro 6, Cuadro 7, Cuadro 8 y Cuadro 9 se muestran las razones de seroprevalencias entre todas las unidades de producción evaluadas para L. hardjo, L. inifap, L. paloalto, L. tarassovi, L. wolffi y L. sp., respectivamente.
Las seroprevalencias de L. hardjo fueron de 32 (UP E) a 90% (UP A), con promedio de 67.1%. Ninguno de los intervalos de confianza incluyó el cero, por lo que las seroprevalencias de L. hardjo de las UP fueron realmente mayores que cero (Cuadro 2). Las razones de seroprevalencias para L. hardjo fueron significativas (P<0.05) para las comparaciones A-B, A-E, B-D, B-F, B-G, C-E, D-E, E-F y E-G. La seroprevalencia en la UP B fue 6.0, 7.1 y 4.0 veces menor que en las UP D, F y G, mientras que la seroprevalencia en la UP E fue 10.3 y 6.5 veces menor que en las UP F y G (Cuadro 4).
La media general de la seroprevalencia de Leptospira inifap fue mayor que la de la seroprevalencia de L. hardjo, la seroprevalencia promedio de esta primera especie de Leptospira fue 89.3%. El intervalo de la seroprevalencia de Leptospira inifap fue de 79 (UP E) a 96% (UP F), tomando un valor intermedio de 85% (UP B; Cuadro 2). Debido a que rancho no fue un factor de riesgo significativo para la seroprevalencia de Leptospira inifap, las razones de seroprevalencia entre ranchos para esta misma especie de Leptospira no fueron significativas (Cuadro 5).
La seroprevalencia de Leptospira paloalto resultó altamente variable entre las unidades de producción, yendo de 10 (UP G) a 80% (UP A), pasando por valores intermedios de 35 (UP C) y 58% (UP E). La seroprevalencia promedio de L. paloalto de los siete ranchos fue 40% (Cuadro 2), siendo menor que las seroprevalencias promedio de L. hardjo y L. inifap. Las razones de seroprevalencias para L. paloalto fueron significativas (P<0.05) para las comparaciones entre las unidades de producción: A-B, A-C, A-D, A-G, B-E, B-F, D-E, D-F, E-G y F-G. La seroprevalencia de L. paloalto fue 7.8 y 7.4 veces mayor en las UP E y F, respectivamente, que en la B. Por otro lado, la seroprevalencia de L. paloalto en la UP D fue 4.1 y 3.9 veces menor que en E y F, respectivamente (Cuadro 6).
En general, las seroprevalencias de Leptospira tarassovi fueron significativamente más bajas que las seroprevalencias de L. hardjo, L. inifap, y L. paloalto, excepto la seroprevalencia de L. tarassovi que mostró el grupo de vacas muestreado en la UP E. La seroprevalencia promedio de L. tarassovi fue 15.9%. El intervalo de la seroprevalencia de L. tarassovi fue de 3 (UP G) a 74% (UP E; Cuadro 3). Las razones de seroprevalencia de L. tarassovi de las comparaciones A-E, B-E, C-E, D-E, E-F y E-G fueron significativas (P<0.05). La seroprevalencia de L. tarassovi en la UP E fue 25 veces más alta que en la UP D, y 53 veces más alta que en las UP A, B y C (Cuadro 7).
La seroprevalencia promedio de Leptospira wolffi (10%) fue menor que la seroprevalencia promedio de L. hardjo, L. inifap, L. paloalto y L. tarassovi. Los valores de seroprevalecia de L. wolffi fueron de 3 (UP A y E) a 30% (UP C; Cuadro 3). Debido a que la unidad de producción no resultó ser un factor de riesgo importante para la seroprevalencia de L. wolffi, las razones de seroprevalencia entre las UP para esta especie de Leptospira no fueron significativas (Cuadro 8).
Como se esperaba, al conjuntar la información epidemiológica de las cinco especies de Leptospira, los niveles de seroprevalencia resultaron substancialmente altos, siendo la seroprevalencia promedio de 94% (Cuadro 3). De manera similar a lo sucedido con Leptospira inifap y L. wolffi, las razones de seroprevalencia entre las UP para L. sp. no fueron significativas (Cuadro 9), debido a que la UP no fue un factor de riesgo importante al considerar todas las especies de Leptospira estudiadas como una misma especie.
Las variables explicativas estatus zoosanitario de la vaca y rancho no afectaron (P>0.05) la tasa de gestación (Cuadro 10); es decir, las vacas seropositivas a Leptospira sp. tuvieron una tasa de gestación similar a la de las vacas seronegativas. La media general de la tasa de gestación fue 50.5% (Cuadro 11).
Discusión y Conclusiones
Las cinco especies de Leptospira (hardjo, inifap, paloalto, tarassovi y wolffi) se encuentran presentes en las unidades de producción estudiadas de los tres municipios muestreados en la zona centro de Veracruz. La Leptospira inifap (o Leptospira H89) que es una serovariedad hardjo endémica aislada y reportada en México, fue la más común en el ganado bovino de la región estudiada, seguida de la Leptospira hardjo.
Las seroprevalencias de Leptospira hardjo, Leptospira tarassovi y Leptospira wolffi mostraron una alta variabilidad entre las unidades de producción. Leptospira paloalto mostró una mayor tendencia a presentarse en las unidades de producción que se encuentran más al sur de la zona centro de Veracruz (E y F), mientras que la unidad de producción que se localiza más hacia el centro (D) y al norte de la zona centro de Veracruz tendieron a mostrar una menor prevalencia de esta serovariedad (P>0.05). Para el caso de Leptospira tarassovi, la seroprevalencia resultó ser significativamente más baja que las anteriores. Sin embargo, mayor que (P>0.05) para una sola de las unidades de producción (E), que se encuentra en el Municipio de Cotaxtla, al sur de la zona centro de Veracruz. Es importante resaltar que la seroprevalencia de Leptospira tarassovi en la unidad de producción E fue 53 veces más alta que en la unidad de producción A, a pesar que esta última se encuentra en el mismo municipio y a un par de kilómetros de distancia. La menor seroprevalencia encontrada para las cinco serovariedades analizadas fue para Leptospira wolffi, pero la unidad de producción no resultó ser un factor de riesgo significativo (P>0.05). Todos estos resultados deben ser tomados en cuenta para realizar las adecuadas medidas zoosanitarias de manejo del ganado y uso correcto de vacunas en las diferentes unidades de producción y municipios de la zona centro de Veracruz.
La seroprevalencia para Leptospira hardjo obtenida en el presente trabajo fue más alta que la reportada por Romero (2012), quién encontró en municipios de Veracruz una seroprevalencia de L. hardjo del 18.23%. La seroprevalencia para L. tarassovi fue mayor que la reportada por Romero (2012), quién encontró una seroprevalencia de L. tarassovi del 1% en la zona centro del estado de Veracruz. Romero (2012) no reportó para el estado de Veracruz la serovariedad wolffi. La seroprevalencia de L. paloalto obtenida en el presente trabajo fue mayor que la reportada por Romero (2012), quién encontró una seroprevalencia de L. icterohaemorragiae del 0.4% en la zona centro de Veracruz. La seroprevalencia de L. hardjo en el presente trabajo fue mayor a la reportada en otros estados, ya que Carmona et al. (2011) encontraron en regiones del Golfo y sur de México una prevalencia de L. hardjo de 39.9%. En un estudio un poco más reciente, Cantú y Banda (2012), en tres municipios del sur de Tamaulipas, encontraron una seroprevalencia de L. hardjo del 20.3%. Por su parte, Fernández et al. (1993) reportaron una seroprevalencia de L. hardjo del 6.9% para el Valle de Atlixco, Pue.
La seroprevalencia de L. paloalto en el presente trabajo fue mayor que la reportada para otros estados, ya que Carmona et al. (2011) encontraron una seroprevalencia de L. icterohaemorragiae del 1.59% en las regiones del Golfo y sur de México. La seroprevalencia de Leptospira tarassovi en el presente trabajo fue mayor a la reportada para otros estados, ya que Carmona et al. (2011) reportaron una prevalencia de 7.1% de L. tarassovi en regiones del Golfo y sur de México. Por otro lado, Cantú y Banda (2012) obtuvieron una seroprevalencia de 21.2% de L. tarassovi en tres municipios del sur de Tamaulipas. En el presente trabajo se encontró una menor seroprevalencia de L. wolffi en comparación con la reportada para otros estados, ya que fue menor que la reportada por Cantú y Banda (2012), quiénes obtuvieron una seroprevalencia de 28.5% para tres municipios del sur de Tamaulipas.
En cuanto a la tasa de gestación, no se encontró un efecto significativo en las vacas que fueron seropositivas vs las seronegativas, esto puede deberse a que es difícil establecer con precisión cuáles y cuántas causas están influyendo sobre las fallas reproductivas, por lo que las evaluaciones de este tipo han sido consideradas como complejas (Xolalpa et al., 2010). Es posible que debido a que en estas unidades de producción donde el uso de vacunas para Leptospirosis es prácticamente nulo, y a que los animales se encuentran en contacto con el agente causal durante muchos años de exposición, los animales convivan con la enfermedad y que al verse inmunodeprimidos por alguna causa, las pérdidas de la gestación aumenten a más de un 50%.