Introducción
El aumento de la población humana, junto con el cambio en las preferencias de los consumidores, han ocasionado una mayor demanda de carne ovina y de sus derivados (Hartwell et al., 2010, 1573; Mondragón-Ancelmo et al., 2014, 1430). Esto, a su vez, ha ocasionado la incursión de nuevos productores en la actividad, así como un cambio en la estructura tradicional de los sistemas de finalización de corderos (Muñoz-Osorio et al., 2013, 187). Por ejemplo, en Yucatán, México, la finalización intensiva de corderos funciona como un subsistema dentro del sistema de producción ovina, y es llevada a cabo bajo dos tipos de alojamiento: 1) sistemas intensivos de engorda en corrales a nivel del suelo y 2) sistemas intensivos de engorda en corrales elevados con piso de rejilla (Muñoz-Osorio et al., 2013, 187). Estudios retrospectivos recientes, muestran que los corderos alojados en corrales elevados con piso de rejilla obtienen un 68 % más de ganancia diaria de peso que los corderos alojados en corrales a nivel del suelo (Muñoz-Osorio et al., 2013, 188). La finalización de corderos en corrales elevados con piso de rejilla permite que los animales se mantengan en un ambiente sano, con reducida exposición a los parásitos, protección de los depredadores, reducción en el gasto energético y un microclima adecuado a lo largo del año (Lupton et al., 2007, 140), sin embargo, poco se conoce sobre el comportamiento productivo de los corderos bajo este sistema de producción. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue determinar los efectos de granja, año y época del año sobre algunas variables productivas de corderos finalizados en corrales elevados con piso de rejilla en el trópico subhúmedo de México.
Método
Localización. Se realizó un estudio retrospectivo en cuatro granjas (A, B, C y D) representativas del estado de Yucatán, México. En el Cuadro 1 se presentan las coordenadas geográficas, la altitud y los datos climáticos de las cabeceras municipales donde están ubicadas las granjas, de acuerdo a las estaciones meteorológicas más cercanas (INEGI, 2011). La humedad relativa promedio es de 78% de mayo a octubre y de 73% de noviembre a abril (INEGI, 2011).
Manejo y alimentación. En todas las granjas, la finalización de corderos funciona como un subsistema dentro del sistema de producción ovina, y es llevada a cabo en sistemas intensivos de finalización en corrales elevados con piso de rejilla. En las granjas A y D, los corderos procedían de cruzas comerciales de Pelibuey x Blackbelly y cruces con Dorper y Katahdin. Los animales no contaban con registros genealógicos y las proporciones entre cruzas se desconocían. En las granjas B y C, los corderos fueron de la raza Pelibuey puro certificada con registros genealogicos. Al destete (día inicial del proceso de engorda), todos los corderos fueron identificados y se registró la fecha y peso de entrada a la engorda. En todas las granjas los corderos fueron desparasitados y en las granjas A y B, estos adicionalmente fueron vacunados. Los productos utilizados para estos manejos fueron diversos entre granjas. Las dosis aplicadas fueron de acuerdo a los protocolos de los fabricantes de cada producto. Los corrales en todas las granjas contaron con área de sombra, comederos y bebederos, y la altura de los corrales sobre el el nivel del suelo fue similar entre granjas (alrededor de 1 m). Excepto en A, las otras granjas estaban libres de muros. Las características de dimensión del corral, número de animales alojados por corral, espacio vital y el material del piso manejado en las granjas se presentan en el Cuadro 2.
En todas las granjas, los corderos recibieron alimento balanceado comercial (14.5-16% de proteína cruda) ad libitum. En el Cuadro 3 se presenta la composición de las dietas de acuerdo con información del fabricante. Adicionalmente, en la granja B, los corderos recibieron 1.5 kg al día de heno Cynodon nlemfluensis, Brachiaria brizantha o Zea mays y en la granja D, 2 kg de forraje fresco de pennisetum purpureum.
Manejo de datos. Se utilizaron 882 datos de corderos machos de los registros de producción del año 2010 al 2013. Se registraron el peso corporal inicial (PCI) y peso corporal final (PCF), así como la fecha inicial (FI) y fecha final (FF) de la engorda. Los datos fueron agrupados en dos épocas del año: una época de lluvia (Junio a Noviembre) con precipitación y temperatura promedio de 116 mm y 27 °C, respectivamente y una época de seca (Diciembre a Mayo) con precipitación y temperatura promedio de 45 mm y 26 °C, respectivamente. (INEGI, 2011). Se calcularon, el periodo de engorda (DE) (diferencia entre FF menos FI) y la ganancia diaria de peso post-destete (GDP) (diferencia entre el PCF menos PCI dividida entre DE). En este estudio, si bien se indica que se cuenta con la fecha y peso de destete, la edad de los ovinos al iniciar la finalización no pudo ser calculada, debido a la falta de datos sobre la fecha de nacimiento. Asimismo, no se contó con los datos de consumo de alimento, por lo tanto, la conversión alimenticia no fue determinada.
Análisis estadístico. Los datos fueron analizados con el procedimiento GLM del programa estadístico SAS versión 8 (SAS, 1999). Se usó análisis de varianza para determinar los efectos fijos de granja (A, B, C y D), época del año (lluvia y secas) y año (2010, 2011, 2012 y 2013), así como de la interacción granja × época del año sobre GDP, PCF y DE, usando el siguiente modelo: Yijk = μ + Gi+ Ej + Ak + (GE) ik + Eijk; donde: Yijk = son las observaciones de las variables dependientes (GDP, PCF, DE), μ = es la media general, Gi = es el efecto del i-esimo nivel del factor granja, Ej = es el efecto del i-esimo nivel del factor época del año, Ak = es el efecto del i-esimo nivel del factor año, (GE)ik = es el efecto de la interacción granja × época del año, Eijk = es el componente del error. El PCI fue incluido en el modelo como covariable para ajustar las diferencias que pudieran estar sesgadas por diferencias de edad y tipo de crianza: simple o doble (Magaña-Monforte et al. 2015). Los datos se presentan como medias de mínimos cuadrados y errores estándar. Las diferencias entre medias fueron determinadas a través de Tukey.
Resultados
Las medias generales para GDP, PCF y DE fueron 263 g, 35 kg y 77 días, respectivamente. La GDP resultó similar (P > 0.05) entre las granjas B y C, pero ambas fueron superiores a las granjas A y D (P<0.001). El PCF resultó similar (P > 0.05) entre las granjas A, B y C, pero las tres superaron a la granja D (P<0.001). Los DE, fueron similares (P > 0.05) entre las granjas B y C, pero ambas fueron superiores a las granjas A y D (P<0.001). La granja A tuvo el mayor periodo de finalización de corderos (Cuadro 4).
N = número de observaciones, GDP = ganancia diaria de peso post-destete, PCF = peso corporal final, DE = días de engorda, MMC = Medias de mínimos cuadrados, EE = errores estándar, **P<0.001, NS= no significativo (P>0.05)
La época del año influyó sobre PCF y DE, pero no sobre GDP (Cuadro 4). El PCF y DE fueron superiores en la época de seca en comparación con la época de lluvia (P<0.001). Se encontró efecto de la interacción granja × época del año sobre PCF y DE, pero no sobre GDP (Cuadro 4).
El año influyó sobre GDP, PCF y DE (Cuadro 4). La GDP resultó similar (P > 0.05) entre los primeros tres años de estudio, sin embargo, se redujo en el último (P<0.001). Tendencias similares fueron observadas en la variable PCF, entre años de estudio (Cuadro 4). Los DE a partir del primer hasta el tercer año de estudio (2010-2012) fueron similares (P > 0.05), observando que los tres fueron inferiores en comparación con el cuarto año de estudio.
Discusión y Conclusiones
La GDP media, en este estudio (263 g), fue inferior a la reportada por Magaña-Monforte et al. (2015) en un sistema de engorda intensiva en jaula elevada en condiciones comerciales del sureste de México, pero superior a las reportadas por Canton et al. (2009, 28) e Hinojosa-Cuéllar et al. (2013, 137) en regiones tropicales de México y por de Vargas Junior et al. (2014, 871) en regiones tropicales de Brazil, así como a las reportadas por Macías-Cruz et al. (2010, 150) en regiones extremadamente secas y calientes de México. Las medias generales para PCF y DE fueron de 35 kg y 77 días, respectivamente. Estos valores se encuentran dentro del rango reportado por varios autores en regiones tropicales de México (Canton et al., 2009; 28; Hinojosa-Cuéllar et al., 2013, 137) y de Brazil (de Vargas Junior et al., 2014, 871). Las diferencias entre medias para GDP, PCF y DE, con respecto a los resultados reportados en la literatura pudieron ser debido a las diferentes condiciones climáticas, manejo, líneas genéticas, sanitarias y de tipo de alojamiento en los diferentes estudios. En relación a tipo de alojamemto es importante mencionar que todos los estudios citados fueron realizados en corrales a nivel del suelo.
Efecto de la granja. Las diferencias entre granjas sobre la GDP pueden atribuirse a multiples factores, dentro de los cuales las líneas genéticas, el manejo, la sanidad y la infraestructura de cada granja, pudieron haber jugado un papel fundamental. Por ejemplo, los mejores resultados en los corderos de las granjas B y C, pudieron estar influenciadas por el empleo de razas puras, que suponen un mejor potencial productivo que los genotipos procedentes de cruzas comerciales, no planeadas, como las usadas en las granjas A y D. Por otro lado, el tamaño de grupo, pudo haber influido en el comportamiento productivo de los animales (Estevez et al., 2007, 188). En la granja A, se manejaron grupos de 25 corderos, mientras que en las granjas B, C y D, grupos de 16, 9 y 15 corderos, respectivamente. Al respecto, Van et al. (2007, 193), observaron que al aumentar el número de animales en los corrales, disminuye la tasa de crecimiento y la conversión alimenticia, debido a la competencia entre los animales. Leme et al. (2013, 5) por su parte, indicaron que el número de animales por grupo influye en el comportamiento de los corderos confinados, cambiando el patrón de ingesta de alimentos que podría mejorar la ganancia de peso. Además, los corderos de la granja A, se alojaron en corrales con pobre ventilación al contar con muros de concreto a su alrededor, mientras que los corderos de las granjas B, C y D se mantuvieron en espacios abiertos. Al respecto, la mala ventilación afecta los intercambios térmicos entre la superficie corporal de los animales y el medio ambiente, así como la eliminación de contaminantes aéreos, que provienen de los animales y sus excrementos (Koluman y Daskiran, 2011, 1126). Bajo este contexto, es probable que los corderos de las granjas B y C tuvieran un mejor comportamiento productivo, debido a que se mantuvieron en un ambiente más favorable que los corderos de la granja A. Con respecto al grupo D, los corderos de esta granja contaron con el menor espacio por animal, bajo estas condiciones, el hacinamiento propicia un ambiente caluroso y menos espacio para la huida de los animales durante el establecimento de la jerarquía, como resultado el estrés en los animales por falta de espacio y peleas contínuas afectan negativamente el consumo y la GDP.
Efecto del año. Efecto de año ha sido reportado en sistemas de pastoreo (Dixit et al., 2001, 103; Benyi et al., 2006, 550), pero no en sistemas intensivos. Generalmente, el efecto del año es difícil de explicar en estudios de campo, ya que puede ser debido a múltiples factores, entre los cuales el manejo nutricional y los cambios ambientales juegan un papel fundamental (Magaña-Monforte et al., 2013, 1775). En el presente estudio, el último año (2013) presento las menores GDP (P< 0.05) comparado con los años anteriores. Se esperaba que con el paso de los años y con experiencia en el manejo del sistema de producción las GDP se mejoren o al menos se mantengan comparado con los años anteriores. Sin embargo, en Yucatán, con los altibajos en el precio de los granos para la alimentación de los corderos y del mercado de la carne, los productores reducen la oferta alimenticia de sus animales aun sabiendo de los efectos negativos de este manejo sobre la GDP de sus animales.
Efecto de la época. Efecto de la época del año sobre el comportamiento productivo de corderos de engorda han sido reportadas por Dixit et al. (2001, 103) y Benyi et al. (2006, 550) en sistemas de pastoreo y por Hinojosa-Cuéllar et al. (2013, 137) y Galaviz-Rodríguez et al. (2014, 1306) en sistemas estabulados. En el presente estudio no se observó efecto alguno de la época del año, esto podría explicarse por el control parcial del microclima con las instalaciones y la alimentación ofrecida a los corderos durante su finalización. Bajo estas condiciones los animales están menos expuestos a los agentes etiológicos del medio ambiente y a las condiciones adversas de humedad y temperatura que se observa durante las épocas de secas y lluvias. Se ha probado que las diferencias en el comportamiento productivo de corderos en pastoreo entre épocas del año, están relacionadas con la cantidad y calidad de forraje disponible (Dixit et al., 2001, 102; Benyi et al., 2006, 552; Avilés-Nova et al., 2008, 513), mientras que en animales confinados la disponibilidad y calidad de alimento durante todo el periodo de engorda es similar (Gabryszuk et al., 2014, 729).
En el presente estudio el tipo de granja y el año influyeron sobre el comportamiento productivo de los corderos, mientras que la época del año mostró un efecto parcial. Los esfuerzos orientados en mejorar los aspectos genéticos y ambientales dentro de los sistemas de engorda de corderos en corrales elevados con piso de rejilla podrían ayudar a los productores a mejorar sus sistemas de producción, tanto en el trópico de México, como en otras regiones tropicales y subtropicales del mundo.