Introducción
La gestión estratégica es una disciplina que nace con el objetivo de impulsar el éxito de la empresa. Por este motivo, dentro de ella, el estudio de los determinantes del éxito de la firma recibe una considerable atención. Sin embargo, abordar el análisis de las causas del éxito de la empresa no es una tarea simple, dada la amplitud, ambigüedad y complejidad del fenómeno en cuestión, así como las dificultades asociadas a la obtención de evidencia adecuada, que permita alcanzar resultados concluyentes. Esta situación ha conducido a que el análisis del éxito de la empresa sea abordado desde diversos enfoques parciales, con el objetivo de explicar cada una de las múltiples dimensiones que intervienen en que la empresa alcance el éxito.
Por otra parte, el concepto mismo de éxito de la empresa es polisémico y difícil de medir, por lo que muchos de los investigadores del campo, con el fin de cumplir con las exigencias asociadas al proceso de formalización académica de la disciplina, han asociado el concepto éxito de la empresa a la obtención de beneficios extraordinarios (Rumelt, Schendel y Teece 1991; Fong 2003), y suelen expresar la eficiencia de la empresa en términos de la maximización de beneficios,1 asociada a la disposición de ventaja competitiva. El concepto beneficios extraordinarios, si bien no es perfecto para este uso, es más preciso y maleable a la formalización teórica y a la evaluación econométrica que el concepto éxito de la empresa, lo que permite realizar estudios de corte académico más precisos y con resultados más concluyentes.
En este contexto, a partir de los años ochenta del siglo pasado, el énfasis en las explicaciones que ofrece la gestión estratégica acerca del éxito empresarial remiten al desempeño competitivo exitoso (es decir, al que permite a la empresa obtener beneficios extraordinarios), y han oscilado entre enfatizar la importancia de los factores externos de la empresa, en particular la estructura de la industria, a través de la Teoría Estructural (Porter, 1980) y la de los factores internos, a través de la Teoría de Recursos y Capacidades (TRC2) (Wernerfelt, 1984; Barney, 1991). La TRC basa su explicación del éxito de la empresa en las características de los recursos y capacidades que la empresa controla, y en su capacidad para generar rentas; y enfatiza cómo una eficiente combinación de sus recursos y capacidades permite la obtención y mantenimiento de su ventaja competitiva (Teece, Pisano y Shuen, 1997).
A partir de los años noventa del siglo pasado se observa una tendencia creciente en el uso de la TRC en la investigación en gestión estratégica, debido a diversos factores, entre los cuales se puede señalar la acumulación de evidencia empírica reportada en la literatura internacional, que señala que los factores internos de la empresa explican en mayor medida los resultados empresariales que los factores externos. Si bien, se reconoce que el análisis conjunto explica mejor este fenómeno que cada uno por separado (Rumelt 1991; McGahan y Porter 1997; Spanos y Lioukas 2001). Por otra parte, el creciente interés en recursos intangibles asociados a conocimiento, como la reputación y las competencias, pero sobre todo los procesos de creación, utilización y transferencia del conocimiento, insertos en las capacidades de la empresa, han propiciado que la comunidad académica profundice en el estudio de los distintos aspectos que constituyen la TRC (Barreto 2010, Peteraf, Di Stefano y Verona 2013, Di Stefano, Peteraf y Verona, 2014, Helfat y Peteraf 2015, Fainshmidt 2016) y han facilitado su utilización en el análisis de diversos fenómenos, algunos de los cuales no pertenecen propiamente al dominio de la gestión estratégica de la empresa.
Si se considera como punto de arranque en el desarrollo de la TRC la publicación del artículo A resource-based view of the firm (Wernerfelt, 1984), han transcurrido más de treinta años desde ese momento, lapso suficiente para evaluar si esta teoría ha conseguido consolidarse, y si la explicación que proporciona del éxito de la empresa se mantiene vigente. Por este motivo, en este trabajo, se analiza el estado que guarda esta cuestión mediante análisis bibliométrico, y se intenta identificar sus principales autores y tópicos particulares de investigación. Para ello se toma como referencia los trabajos de Ramos-Rodríguez y Ruíz-Navarro (2004, 2008) Herrmann (2005), Furrer, Thomas y Goussevskaia (2008) y sobre todo de Barney et al., (2011).
La exposición se realizará siguiendo el siguiente plan: en la siguiente sección se presenta una breve revisión de literatura sobre la evolución de la TRC desde sus inicios hasta la publicación del trabajo de Barney et al., (2011), que constituye el marco de referencia para esta investigación. Posteriormente, se describe la metodología empleada para la recolección y análisis de datos, luego se procede a la presentación y discusión de resultados y, finalmente se presentan las conclusiones, limitaciones y líneas futuras.
Revisión de literatura
Usualmente se considera que la Teoría de Recursos y Capacidades es una de las mejores explicaciones disponibles del éxito de la empresa. Sin embargo, esta teoría se encuentra aún en desarrollo y el debate que impulsa su construcción aún debe resolver cuestiones relevantes. De hecho, aún existe una considerable discusión respecto cuestiones básicas, como su naturaleza y alcance. Esta situación puede ser atribuida a su origen, ya que en su formulación actual se han integrado diversos enfoques, originalmente independientes, como las perspectivas basadas en los recursos (Wernerfelt, 1984), en las capacidades dinámicas (Teece, Pisano y Shuen, 1997), y en el conocimiento (Grant, 1996). Además, en ellas se integra la perspectiva clásica de la gestión estratégica con elementos de análisis microeconómico que permiten el análisis de las rentas generadas por los recursos como soporte de las ventajas competitivas que posee la empresa (Fong, 2005).
En cualquier caso, existe un amplio consenso en que las raíces de esta teoría se encuentran en el trabajo de autores clásicos del pensamiento económico, como Ricardo (1817), Chamberlin (1933) como Schumpeter (1950) y Penrose (1959), pero también del pensamiento estratégico, como Andrews (1971). Penrose, en su libro The Theory of the Growth of the Firm (1959), definió a la empresa como una integración de recursos productivos que le permiten crecer en respuesta a su eficiente manejo, y que dicho manejo constituye una fuente de heterogeneidad, rentas económicas y ventaja competitiva. A partir de este fundamento, los pioneros de la TRC han realizado distintos esfuerzos de investigación para dar forma a la Teoría (Rumelt, 1984; Wernerfelt, 1984 3, Barney, 1991). En la Figura 1 se presenta la evolución de la TRC segmentada en sus diferentes etapas de desarrollo propuesta por Barney et al., (2011), se establece su posición dentro del campo de investigación de Gestión Estratégica y se señalan los ámbitos de desarrollo futuro para esta teoría que identifican dichos autores. Si bien se considera que el trabajo fundacional que da origen a la teoría TRC es A resource based view of the firm, de Wernerfelt (1984), la complejidad y abstracción de dicho documento hizo que fueran necesarias otras aportaciones para que la teoría despertara el interés de la comunidad académica4.
Newbert (2007) señala que el primer artículo que formaliza la discusión del tema y presenta la construcción de un marco teórico comprensible y sujeto de comprobación empírica fue Firm resources and sustained competitive advantage, (Barney 1991). En éste trabajo se concretizan los dos supuestos fundamentales de la teoría, el primero sobre la heterogeneidad de las empresas dada sus dotaciones de recursos y el segundo sobre la persistencia en la heterogeneidad de las dotaciones de recursos de las empresas dada su movilidad imperfecta.
En este artículo, Barney (1991) argumenta que la heterogeneidad de los recursos entre las organizaciones y la capacidad de la empresa para hacer uso eficiente de ellos, es lo que determina la existencia de ventaja competitiva y el potencial de obtención de beneficios extraordinarios aún en el largo plazo. Este artículo tuvo un impacto significativo para el desarrollo de la gestión estratégica como disciplina, motivo por el cual el Journal of Management publicó en 2001 un número monográfico destinado a la revisión de su impacto. En dicho monográfico el mismo Barney et al., (2001) señala que la aceptación del modelo que presentó en su artículo de 19915, fue muy bien recibida entre académicos e investigadores, lo que condujo al desarrollo de una gran cantidad de trabajos de investigación, con el fin de identificar recursos relevantes para la estrategia de las empresas, pero, sobre todo, con la intención de verificar empíricamente la corrección de las hipótesis asociadas al modelo. Esta etapa fue fructífera, en tanto que, además de confirmarse la importancia de los recursos estratégicos en el éxito de la empresa, el soporte empírico alcanzado confirmó la validez de las hipótesis del modelo y permitió que los esfuerzos de investigación se destinaran al análisis de nuevas preguntas aún si respuesta. Barney et al., (2001) presentan considerable evidencia en esta dirección.
Una década después, en 2011, el Journal of Management dedicó nuevamente un número especial para dar seguimiento a la evolución de la TRC a la que considera “una de las teorías más prominentes y poderosas para describir, explicar y predecir las relaciones organizacionales¨ (Barney, Ketchen y Wright; 2011: 1300). En ese monográfico, Barney, Ketchen y Wright presentaron el artículo The Future of Resource-Based Theory: Revitalization or Decline?, donde se evalúa la evolución de la teoría hasta el año 20106. Dicho trabajo constituye el marco de referencia para el presente análisis de datos bibliométricos, que pretende avanzar en la evaluación de la TRC en particular si es posible considerarla como una teoría madura que puede ser objeto de prueba empírica (Newbert, 2007) una vez que ha atravesado ya por las etapas de Introducción y Crecimiento (Barney et al., 2011) y si las tendencias en el dearrollo de la TRC señaladas por estos últimos siguen siendo vigentes. Las variables que se abordan en este trabajo se presentan en la Figura 2, “Tópicos de investigación presentes y futuros para la TRC” y son retomados de Barney et al. (2011).
Así, el objetivo del trabajo que se presenta, es identificar los principales tópicos de investigación contemporánea que se siguen en la literatura, así como los principales autores del periodo comprendido entre 2011 y 2015 (agosto) con el propósito de verificar si las tendencias en la evolución de la TRC identificadas por Barney et al. (2011) han correspondido con la evolución de la investigación publicada en este ámbito.
Para conseguir el objetivo antes planteado se decidió realizar análisis bibliométrico, que es un conjunto de técnicas estadísticas que permite el análisis de los patrones que se siguen en la publicación y uso de documentos. En este trabajo se utilizan las referencias y citas bibliográficas que se producen en el ámbito de la TRC desde una perspectiva de actividad (Ramos Rodríguez y Ruiz Navarro 2008), con el fin de establecer el estado del arte que guarda esta teoría. La elección de esta estrategia metodológica responde a que permite una aproximación general y sintética a la evolución de la TRC y particularmente a que permite la comparación de los resultados de este trabajo con las tendencias que según Barney et al. (2011) seguirá la evolución de la TRC, que es uno de los objetivos de este trabajo.
Como señalan Ramos Rodríguez y Ruiz Navarro (2004 y 2008), la realización de análisis bibliométricos permite superar sesgos subjetivos y proporcionan una visión objetiva de los campos de conocimiento a los que se aplican. Al respecto Soriano y Pinillos (2012, 1) señalan: “En cualquier disciplina académica, los investigadores forman grupos o subgrupos centrados en cuestiones y metodologías comunes, de forma que lo investigado por unos suele ser utilizado por otros para analizar, ampliar o mejorar la investigación previa. Es este proceso, el que constituye un cuerpo de investigación vía citaciones, proporcionando una forma de documentar la historia de la investigación… El conjunto de artículos publicados y sus referencias bibliográficas se ha usado para medir la producción científica en numerosas disciplinas a través del análisis de citas”.
Método
En esta investigación, se realiza el análisis de datos bibliométrico de artículos publicados en el periodo comprendido entre enero de 2011 y agosto de 2015, contenidos en la base de datos sobre literatura indexada Scopus. Esta base permite obtener y exportar diversos indicadores asociados a la calidad e impacto de las publicaciones científicas, como su número de citas, así como información relevante del artículo mismo, como su resumen, autores, etc. La información generada en dicha base se proporciona en formatos compatibles con diversos softwares, como Excel, que fue el utilizado en este trabajo. El acceso al sitio web se realizó por medio del servicio de biblioteca virtual que ofrece la Universidad de Guadalajara a su comunidad académica.
Para la identificación de los artículos a colectar, se utilizó un conjunto de palabras clave, seleccionadas de acuerdo a la propuesta de Furrer et al. (2008) y se añadieron las utilizadas por Newbert (2007) para obtener un total de 60 palabras. Como parte de la validación de datos y para evitar sesgo en los resultados de búsqueda, se establecieron como restricción tres campos fijos (resource-based view o resource-based theory o RBV) y se condicionó el filtro a la coincidencia de la palabra clave en título, resumen y palabras clave de los artículos publicados. Los resultados de la búsqueda por cada palabra clave se exportaron a archivos con extensión .xls, debido a que se consideró que utilizar como herramienta de análisis de datos el software Excel, es una opción adecuada para los objetivos de este trabajo y posteriormente se concentró toda la información en una única base de datos con la misma extensión de archivo.
Una vez obtenida y concentrada la información, ésta fue depurada y organizada7 utilizando las fórmulas, funciones y filtros permitidos para la correcta manipulación de hojas de cálculo a fin de eliminar los datos irrelevantes, duplicados y fuera del contexto de la TRC (Newbert, 2007; Furrer et al., 2008; Soriano y Pinillos, 2012) para construir así la base de datos objeto de estudio para este trabajo.
Con el propósito de normalizar la información, el cálculo de los indicadores referentes a las citas de autores y artículos se obtuvo de promediar las citas obtenidas por cada artículo entre el número de años transcurridos a partir de su publicación; por tanto, están expresados en promedio por año.
Para determinar la actividad por autor en este campo, se consideró como criterio para filtro únicamente el título del artículo y, debido a que en su mayoría se trata de publicaciones en co-autoría. Se definió como autor principal el primero en orden de aparición en la línea de autores. Con estos datos se genera el indicador denominado influencia, que mide el número de citas promedio por año por artículo y por autor principal; así, se obtiene el volumen de publicaciones generadas por autor asociado a la influencia que ha tenido éste en el campo y no el impacto de los artículos más citados por autor.
Es necesario puntualizar que el trabajo realizado engloba los artículos obtenidos en la búsqueda de la base de datos, sin que estos sean limitativos al total de conocimiento trascendente que existe en este campo de investigación, derivado de los criterios de búsqueda utilizados. Además de reconocer las limitaciones del software seleccionado para el tratamiento de la base de datos construida.
Resultados
Se obtuvo una base de datos de 1,580 artículos publicados de enero de 2011 a agosto de 2015 que cumplen con los criterios establecidos en el apartado de metodología. Los resultados obtenidos del análisis datos se presentan en cinco apartados. En el primero de ellos, se muestran los resultados de las revistas que más atención han prestado a la TRC, seguido por la sección de los artículos más influyentes, en función del número de citas obtenidas desde su publicación. A partir de esos artículos se construye el tercer apartado sobre Tópicos de investigación, clasificados según la propuesta por Barney et al. (2011) mostrados en la Figura 2.
El cuarto apartado considera la identificación de los autores contemporáneos más influyentes para la TRC, para terminar con el apartado de Nuevas Tendencias, el cual expone las principales contribuciones del período analizado y da pie a una serie de relaciones conceptuales que muestran auge en las líneas de investigación principales tales como la internacionalización de pymes, la gestión del conocimiento y el análisis de diversas tipologías de empresa.
Revistas relevantes para el desarrollo de la TRC
Dentro de las revistas arbitradas identificadas en la base de artículos generada, se observa que el Strategic Management Journal realizó el mayor número de publicaciones en TRC, con 33 documentos (2.09 % del total de artículos en la base respecto a las 482 revistas identificadas) mientras que la revista con mayor nivel de citas obtenidas en sus publicaciones asociadas a la TRC es el Journal of Management con 23 citas promedio por publicación. Esta información es relevante sobre todo para acortar tiempos en la búsqueda de información valiosa y ubicarse en la frontera de conocimiento para el desarrollo de investigación en este campo.
De la misma manera, el número de publicaciones en TRC ha mostrado una tendencia creciente, triplicándose en los últimos 10 años (ver Figura 3), por lo que es posible confirmar que la conclusión de Barney et al. (2011) respecto a la importancia de la TRC, sigue siendo válida. La evidencia encontrada permite señalar que la TRC continúa fortaleciéndose, al ampliar su campo de aplicación a un nivel multidisciplinario que le permite la consolidación y revitalización, y al encontrar relaciones entre sus conceptos con otras variables explicativas de ventaja competitiva.
Artículos más influyentes y tópicos de investigación
En un contexto de alta producción académica, donde es prácticamente imposible revisar la totalidad de los artículos publicados respecto a un tópico, es importante poder identificar los artículos relevantes en su evolución. La evidencia encontrada pone de manifiesto que el artículo con mayor influencia en el periodo analizado es “The future of resource-based theory: Revitalization or decline?”, de Barney et al. (2011) con 32 citas promedio por año. Esto pone de manifiesto que el trabajo de dicho autor sigue siendo importante para el desarrollo de nueva investigación en esta materia. Los artículos con mayor número de citas promedio por año se muestran en la Figura 4.
La evidencia encontrada pone de manifiesto que la principal tendencia de la TRC se encuentra en la investigación en torno a las capacidades. Se asocian éstas al desempeño de la empresa (Mithas, Ramasubbu y Sambamurthy, 2011; Camisón y Villar-López, 2014; Lin y Wu, 2014), la construcción de capacidades críticas para el aprovechamiento de los recursos que permitan el éxito de la empresa (Ulaga y Reinartz, 2011), y su desarrollo para la sustentabilidad en las empresas (Dao, Langella y Carbo, 2011). Prevalece además el avance del concepto conocimiento en los procesos de gestión, dinámica del ajuste y microfundamentos.
Al agrupar los artículos más citados con base en los principales tópicos de investigación de la TRC establecidos por Barney et al. (2011), destaca la investigación vinculada a los procesos de adquisición y desarrollo de recursos, las interrelaciones con otras ciencias y la sustentabilidad a través de la TRC. Estos resultados pueden verse también en la Figura 4, Artículos más citados clasificados por área de contribución según Barney et al. 2011.
Se han establecido vínculos de la TRC con otras disciplinas tales como la administración de la cadena de suministro, que considera a la gestión de ésta y la generación de capacidades como una fuente de ventaja competitiva (Barney, 2012; Priem y Swink, 2012; Brandon-Jones, Squire, Autry y Petersen, 2014). Así como la TRC en relación con la responsabilidad social y el estudio de economías emergentes (McWillams y Siegel, 2011; Wang, Hong, Kafouros y Wright, 2012).
La incorporación de los microfundamentos como tópico de investigación en la TRC ha permitido orientar la explicación de la ventaja competitiva de una empresa a la influencia del capital humano con sus características individuales. Es decir, las personas, que al poseer conocimiento y habilidades distintas y formar parte de una empresa, son consideradas como primera fuente de recursos y capacidades heterogéneas e inimitables que permiten alcanzar una ventaja competitiva. Se propone el análisis del individuo para explicar las fuentes de ventaja competitiva (Crook, Todd, Combs, Woehr y Ketchen, 2011; Coff y Kryscynski, 2011; Ployhart, Nyberg, Reilly y Maltarich, 2014; Nyberg y Ployhart, 20138; Nyberg, Moliterno, Hale y Lepak, 2014).
Respecto a la TRC y sustentabilidad, resulta interesante la integración de recursos humanos, cadena de suministro y recursos de tecnología de la información para desarrollar capacidades sustentables que le permiten a la empresa obtener una ventaja competitiva y generar valor a partes interesadas (Dao et al., 2011). En este sentido, se presenta el enfoque TRNC9 como marco teórico para estudiar el desempeño y rendimiento vinculado al uso de recursos naturales (Golicic y Smith 2013; Shi, Koh, Baldwin y Cucchiella, 2012) y se propone la TRC para otorgar dirección a futuras investigaciones en materia de sustentabilidad (Chabowski, Mena y González-Padrón, 2011).
Por otro lado, el desarrollo de evidencia empírica dentro de la TRC ha utilizado distintas herramientas estadísticas y econométricas, tales como ecuaciones estructurales y análisis de clúster. Esto ha permitido generar evidencia sobre la relación entre conocimiento (Mills y Smith, 2011), suministro sustentable (Shi et al., 2012), capacidad de gestión de la información (Mithas, Tafti, Bardhan y Goh, 2012) y el desempeño empresarial obtenido. Con lo cual se garantiza la madurez de la TRC al encontrar evidencia empírica que contraste sus hipótesis generales.
En términos generales, se puede afirmar que los resultados obtenidos como artículos principales en esta investigación, sí guardan una estrecha relación con los tópicos de investigación propuestos por Barney et al. (2011).
Autores más influyentes
Como resultado de generar el indicador influencia, se obtiene el ranking de los 20 autores más influyentes, mostrado en la Figura 5. Los temas a los que se asocian las publicaciones de estos autores, están estrechamente relacionados con los artículos más citados y las tendencias marcadas por Barney et al. (2011), motivo por el cual no se discutirán nuevamente en esta sección. Sin embargo, existen otros autores que abordan temas diferentes como Gardner, Gino y Staats (2012) que estudian la gestión del conocimiento desde la perspectiva de la TRC, para identificar cómo los equipos de trabajo dentro de las empresas pueden desarrollar una capacidad de conocimiento de integración, para integrar dinámicamente los recursos de sus miembros y obtener un mayor rendimiento como equipo.
El análisis de las aportaciones de cada autor permite identificar las tendencias contemporáneas en los tópicos que se desarrollan en el contexto de la TRC, pues como bien señala Newbert (2007), son éstos investigadores los que incorporan hallazgos teóricos a la TRC para que la comunidad académica aumente su comprensión sobre cómo los recursos y capacidades contribuyen a la ventaja competitiva de la empresa, lo que significa revitalizar este enfoque teórico además de marcar la pauta sobre las nuevas corrientes de estudio a considerar en próximas investigaciones.
Nuevas Tendencias
En concordancia con los resultados obtenidos, la investigación contemporánea relativa a la TRC puede ser expresada en términos cronológicos a fin de hacer ilustrativa su madurez y revitalización. Resalta el trabajo realizado en capacidades, microfundamentos e innovación. Estas publicaciones destacadas pueden ser incorporadas a la Figura 1 para tener ahora un panorama de la TRC desde su origen a las más recientes investigaciones sustentadas en el marco de la TRC (Figura 6, Teoría de Recursos y Capacidades, posición contemporánea).
Es importante destacar que dentro de las investigaciones en la TRC se encuentran algunas líneas incipientes, que, bajo los supuestos de esta teoría, conducen a aplicaciones directas dentro de su marco de referencia, sin alcanzar aún un gran impacto en el número de publicaciones. En este sentido, resultan interesantes las conceptualizaciones que se realizan en torno a redes, pequeñas y medianas empresas, conocimiento y la edad de las empresas, capacidades y orquestación de recursos, entre otras.
Pequeña y mediana empresa (PyME)
Han sido varias las investigaciones en relación al estudio del éxito de la PyME que han incorporado a su vez otras variables explicativas y encontrado punto de convergencia dentro del marco teórico de la TRC. Tales como la vinculación de los recursos intangibles y la edad de la empresa para explicar el emprendimiento y crecimiento de esta tipología de empresa (Anderson y Eshima, 2013).
Otra de las líneas en este ámbito han sido las estrategias de internacionalización, donde los modelos de regresión probabilística han sido una herramienta empleada para encontrar patrones geográficos de la PyME (D'Angelo, Majocchi, Zucchella y Buck, 2013), así como la generación de evidencia de modelos de internacionalización que incluyen el proceso por etapas, redes empresariales, born-global o new ventures (Che Senik, Mat Isa, Md Sham y Ayob, 2014) e incluso aquellos marcos que incorporan elementos del ciclo de vida del producto, el aprendizaje organizacional y las redes sociales (Abebe y Angriawan, 2011). El desempeño de la pyme también ha sido analizado a través de la valoración financiera de los recursos intangibles dentro de estas empresas y el acceso a nuevos financiamientos (Vallejo-Alonso, García-Merino y Arregui-Ayastuy, 2015).
Redes empresariales
Las redes empresariales si bien no han sido una de las líneas más relevantes en el campo de la TRC, sí ha despertado el interés en algunos investigadores que han buscado analizar bajo su enfoque cómo es que se realiza y desarrolla la interacción de los recursos dentro de las redes inter-organizacionales, así como el proceso de adquisición, acumulación e intercambio de dichos recursos dentro de las empresas que participan en la red (Baraldi, Gressetvold y Harrison, 2012) y cómo estas se benefician de dicha complementariedad de recursos en su ventaja competitiva (Antero y Riis, 2011).
La evidencia empírica generada conduce al consenso sobre la importancia de las redes de emprendimiento, sus características y la mediación con los recursos en sus efectos positivos sobre el desempeño exitoso y crecimiento de la empresa (Hayter, 2013); además de incluir conceptos como la capacidad de absorción (Liu, Wang y Ji, 2011), la co-creación de soluciones integrales (Hakanen, 2014), el desarrollo de innovación tecnológica (Hoffmann, Bandeira-de-Mello, Molina-Morales, 2011; Jenssen y Nybakk, 2013) y, la participación y colaboración dentro de clúster (Bhattacharyya, 2015) solo por mencionar a los principales.
Edad de la empresa
La edad de la empresa ha sido considerada como variable importante en el análisis del éxito de la empresa, algunas de estas explicaciones en relación a las alianzas estratégicas (Flatten, Greve, Brettel; 2011), los procesos de innovación de productos (Lofsten, 2014), y en la supervivencia de las empresas en el largo plazo (De Azevedo, Mazzali, De Silveira y Bacic, 2014). En tanto que de manera multidisciplinaria la variable edad es moderadora del desempeño de la empresa (Tien y Chen, 2015).
Capacidades
Como una herramienta estratégica para la gestión de la empresa, las capacidades o habilidad para responder a los cambios abruptos de manera eficaz, se orientan hacia la generación, desarrollo y acumulación de activos clave para la ventaja competitiva, por lo que representan factores clave para la optimización de la innovación (Vivas-López, Peris-Ortiz y Oltra, 2013). En este sentido resulta interesante el trabajo de Daou, Karuranga, y Su (2013) quienes realizaron un estudio cualitativo para medir el capital intelectual de la PyME en México. Asimismo, al ser capacidades de orden superior están basadas en el conocimiento (Gnizy, Baker y Grinstein, 2014), un recurso intangible valioso que favorece a la empresa con intenciones de internacionalizarse.
Una de las dimensiones de las capacidades sobre la cual también se ha desarrollado literatura es la capacidad de absorción, que ha explicado su relación directa e indirecta con la mejora de la gestión de costos inter-organizacionales y la cadena de suministro. Además, es considerada como una capacidad clave para las empresas dada sus implicaciones para la ventaja competitiva y por lo cual algunas investigaciones han dirigido sus esfuerzos a su modelación explicativa (Fayard, Lee, Leitch y Kettinger, 2012; Jimenez-Barrionuevo, García-Morales y Molina, 2011 y Hakanen, 2014).
Conocimiento
En la gestión estratégica existe un amplio consenso sobre el impacto positivo del conocimiento en el desempeño de las empresas (Tzortzaki y Mihiotis, 2014). En cuanto a la relación entre conocimiento y la TRC, se destaca la caracterización de Mills y Smith (2011) en su modelo de ecuaciones estructurales para determinar la relación positiva existente entre los recursos de gestión de conocimientos específicos y el desempeño organizacional.
Diversos autores abordan cómo el equipo de personas que trabaja en una empresa determina su desempeño, ya que éstos poseen el conocimiento relevante para la organización. Dicho conocimiento puede ser clasificado en conjuntos de recursos que puede ser de tipo relacional, experiencial y estructural. Para conseguir los resultados deseados, la empresa debe desarrollar la capacidad de integración de los distintos conocimientos de los miembros del equipo (Gardner et al., 2012). Otra dimensión importante del conocimiento para el desempeño empresarial es analizada a través de la capacidad de absorción que determina la incorporación de conocimiento intra e interorganizacional (Camison, Villar-López, 2012).
Utilización de recursos
Esta corriente es considerada por sus precursores como el “potencial para extender el entendimiento de la TRC al abordar explícitamente el rol de las acciones de los gestores para estructurar, organizar y aprovechar los recursos de la empresa eficazmente” (Sirmon, Hitt, Ireland y Gilbert, 2011:1390). Por lo que permite analizar cómo las empresas entran en una dinámica de despliegue y utilización de recursos para adaptarse al entorno competitivo predominante, así cada fase da lugar a una capacidad focal específica que se desarrolla a través de acciones centradas en los recursos.
Asimismo, se pone de relieve la importancia de los mandos medios en el énfasis estratégico con el que opera la alta dirección, pues son los CEO los encargados de dirigir el uso de los recursos. Además de la necesidad de acumular recursos apropiados para construir competencias y su aprovechamiento, que enfatiza en que estos recursos y la competencia estén sincronizados con la estrategia de crecimiento (Cui y Pan, 2015; Chadwick, Super y Kwon, 2015; Wright, Clarysse y Mosey, 2012).
Conclusiones
El fortalecimiento y madurez de la TRC queda manifiesta a través de las publicaciones señaladas en este análisis de datos bibliométricos. Si bien el campo de la TRC es amplio y no permite profundizar en todas sus dimensiones, se puede concluir que los resultados obtenidos en este trabajo confirman que es correcta la percepción de la TRC como uno de los modelos teóricos más importantes para la investigación que se realiza en gestión estratégica. Además, este resultado es concordante con lo reportado previamente en la literatura (Guerras-Martín, Madhok, y Montoro-Sánchez, 2014; Barney et al., 2011).
Entre los hallazgos de la investigación, conviene destacar como una línea de investigación futura el carácter multidisciplinario que se observa que está adquiriendo la TRC, al integrar otras disciplinas en la explicación de los fenómenos empresariales, tal como ponen de manifiesto los trabajos de Barney J.B., Schoenherr y Swink (2012), McWilliams y Siegel (2011), Young, Tsai, Wang, Liu y Ahlstrom (2014), y Priem y Swink (2012), así como el énfasis en el análisis de las capacidades. Sin embargo, para que esta tendencia se consolide es necesaria la transición de la conceptualización de la TRC, con todas sus vertientes y conceptos auxiliares, de una teoría enfocada en aspectos internos de la empresa a una teoría con enfoque multinivel que permita explicar cómo las organizaciones adaptan, mantienen y mejoran sus recursos y capacidades en respuesta a las condiciones externas a la empresa, tanto en la industria como en el entorno institucional en que actúan.
Las conclusiones principales residen en la creciente investigación contemporánea acerca de esta teoría, las contribuciones que realiza a otras disciplinas y la consolidación como teoría para la obtención de ventaja competitiva en las empresas, que en su conjunto revitalizan y fortalecen la TRC. Se considera que las investigaciones continuarán las líneas de investigación enmarcadas por Barney et al., (2011) y verificadas en este análisis. Dentro de éstas, generan mayor expectativa los temas de desarrollo sustentable y acumulación de activos intangibles (microfundamentos).