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Revista mexicana de ciencias agrícolas
versión impresa ISSN 2007-0934
Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.5 no.4 Texcoco jun./ago. 2014
Artículo
El valor de la producción agrícola y pecuaria en México: fuentes del crecimiento, 1980-2010*
Agricultural and livestock production value in Mexico: sources of growth, 1980-2010
José de Jesús Brambila-Paz1§, Miguel Ángel Martínez-Damían1, María Magdalena Rojas-Rojas1 y Verónica Pérez-Cerecedo1
1 Colegio de Postgraduados-Economía. Carretera México-Texcoco km 36.5. 56230. Montecillo, Estado de México, México. Tel: 5959520200, 1838. (jbrambilaa@colpos.mx; angel01@colpos.mx; mrojasr@colpos.mx; verónica_cerecedo@hotmail.com). §Autor para correspondencia: jbrambilaa@colpos.mx.
* Recibido: mayo de 2013.
Aceptado: enero de 2014
Resumen
La ley de Engel señala que en la medida que aumenta el ingreso familiar se demanda más servicios en los alimentos. Si continua aumentando el ingreso, la familia estabiliza su consumo de alimentos y cada vez destina una proporción menor del ingreso a alimentos. Cuando las familias satisfacen sus necesidades de alimentos, el mercado de éstos crece al ritmo de la población, o se exporta. Ante esto las unidades de producción agropecuarias compiten por ganar mercado y expanden su producción mediante un crecimiento extensivo: más superficie cultivada y más cabezas de ganado; un crecimiento intensivo: más rendimiento por hectárea y más productividad por animal, y un cambio de producción: producir más de lo que más vale. El objetivo de esta investigación es medir y mostrar que el sector agropecuario mexicano de 1980-2010 ha transitado de una agricultura basada en cereales a una cuyos ejes dinámicos son la producción de carne, huevo, leche, hortalizas y frutas. Se determinaron tasas discretas en el periodo de análisis de los productos agrícolas para medir el crecimiento del ingreso real, superficie, rendimiento, el efecto composición y los precios. Para productos ganaderos se calcularon tasas discretas para el ingreso real, el inventario, la productividad animal y el impacto de los precios. Los resultados señalan que los productos con mayor crecimiento en producción son los de tendencia positiva en su ingreso real y menor riesgo, por el contrario granos, forrajes y productos industriales resultaron con mayor volatilidad.
Palabras clave: tasas de crecimiento, productos agropecuarios, precios.
Abstract
Engel's Law states that as household income increases, food demand increases accordingly. If income continues to rise, family food consumption stabilizes and an increasingly smaller proportion of income is devoted to food. When families meet their food needs, food market grows with the population, or food is exported. At this point, agricultural production units compete for market and expand their production through extensive growth: more acreage and livestock; intensive growth: higher yield per hectare and productivity per animal, and a production shift: produce more than it is worth. This research aimed to measure and show that from 1980-2010 Mexican agricultural sector has shifted from a cereal-based agriculture to one essentially based on meat, eggs, milk, vegetables and fruits production. Discrete rates were determined in the period of analysis of agricultural products to measure real income growth, area, performance, composition and price effect. For livestock products, discrete rates for real income, inventory, animal productivity and price impact were calculated. Results indicate that products with higher production growth are those with a positive trend in real income and lower risk, however grains, fodder and industrial products exhibited higher volatility.
Keywords: growth rates, agricultural products, prices.
Introducción
Las familias de bajos ingresos basan su consumo de alimentos en cereales, cuando el ingreso sube lo suficiente demandan más productos como carne, huevo, leche, hortalizas y frutas. En la medida que sigue aumentando el ingreso se demanda más servicios en los alimentos. Si continua aumentando el ingreso, la familia estabiliza su consumo y destina una proporción menor del ingreso a los alimentos. Esto se conoce como la Ley de Ernest Engel (Samuelson, 1972). El mismo efecto que tiene el aumento del ingreso familiar en la demanda de alimentos, se da cuando los precios de los productos agropecuarios bajan en relación al resto de los bienes y servicios, incluido el salario, Tomek and Robinson (1990). Las unidades de producción agropecuarias tienen que compensar esa baja de precios aumentando su volumen de producción, las que no lo logran tienen que buscar otras opciones como emigrar a las ciudades, o bien, cambiar de sector (Escalante y Catalán, 2008).
El objetivo del presente trabajo es medir y mostrar que el sector agropecuario mexicano de 1980-2010 ha transitado de una agricultura basada en cereales a una cuyos ejes dinámicos son la producción de carne, huevo, leche, hortalizas y frutas. Esto debido no al mayor ingreso familiar sino a la baja relativa de precios de los productos agropecuarios. El volumen de producción agropecuario se explica por su crecimiento extensivo, crecimiento intensivo y por el cambio de estructura de producción. Dado que el ingreso real del productor agropecuario depende del precio y de la cantidad producida y que ambos son volátiles durante el periodo de análisis, entonces se mide la tendencia del ingreso y su riesgo (volatilidad) para mostrar que productos tienen mejor situación con respecto a ellos, Ross, etal. (2005). También es objetivo de este trabajo medir y mostrar que el ingreso real percápita en el sector agropecuario explica, por lo menos en parte, la disminución de la población económicamente activa en el sector.
Las hipótesis planteadas para el estudio son: 1) el volumen de producción agropecuaria en México aumentó de 1980-1982 a 2008-2010 por encima del crecimiento de la población; 2) el cambio en la estructura de la producción se debió más a la baja de precios reales agropecuarios que al aumento real del ingreso familiar de 1980-2010; 3) los productos que tienen tasa de crecimiento positivo en su ingreso real son aquellos que basan su crecimiento de la producción en una estrategia intensiva y lograrán contrarrestar la baja de precio; 4) los productos agropecuarios con tasa de crecimiento negativa en su ingreso real son aquellos que basan su crecimiento de la producción en una estrategia extensiva y no lograrán contrarrestar su baja de precios; 5) los productos de menor riesgo deben ser los que tienen las mejores tasas de crecimiento en su ingreso real; y 6) la baja en el ingreso real rural percápita es una explicación a la baja en la población económicamente activa del sector.
Materiales y métodos
El crecimiento del volumen de producción agropecuaria se mide de la manera siguiente (Macías, 2010; Cruz et al, 2012):
Donde: Pi0 es el i-ésimo precio medido al productor agropecuario en pesos reales, Qit la i-ésima cantidad producida en toneladas en el año t, n el número de productos, a la tasa de crecimiento discreta, el subíndice 0 es el año base (1980-1982) y el subíndice t el año final (2008-2010).
El crecimiento del volumen de la producción comparado con el crecimiento de la población se obtiene de la manera siguiente: donde k es la tasa discreta del 1 + k crecimiento de la población y λ es la tasa discreta del volumen de la producción percápita. Si λ es positiva es indicador de que la producción crece más que la población en el periodo analizado. Expre sando volumen producido como superficie por rendimiento, el crecimiento del volumen de la producción agrícola y ganadera se pueden descomponer de la manera siguiente:
a) Para la agricultura:
Donde: Pi0 es el i-ésimo precio al productor en el periodo cero (1980-1982), en pesos, Sik la superficie cosechada en hectáreas y Rik el rendimiento por hectárea en toneladas, con k=0, t indicando año base y final, a es la tasa de crecimiento discreta del volumen de la producción para todo el periodo de 1980-1982 a 2008-2010. El primer componente de la expresión (2) indica el crecimiento debido a superficie es la tasa de crecimiento discreta extensiva de la superficie sembrada para todo el periodo de 1980-1982 a 2008-2010, el efecto superficie. El segundo componente de la expresión (2) indica el crecimiento debido a rendimiento:
Donde: θ es la tasa de crecimiento discreta del rendimiento para todo el periodo de 1980-1982 a 2008-2010, el efecto rendimiento. El tercer componente de la ecuación (2) indica el crecimiento debido al cambio de estructura:
Donde: ψ es la tasa de crecimiento discreta del de estructura para todo el periodo de 1980-1982 a 2008-2010, el efecto composición.
b) De manera análoga, para la ganadería:
Donde: Ii0 es el i-ésimo inventario en número de cabezas de ganado en el año cero (1980-1982), Qit es la cantidad de volumen de producción en toneladas en el año t y QQ = l nivel de tecnología.
Donde: 1+v es la tasa de crecimiento discreta extensivo del inventario ganadero.
Donde: 1 + x, es la tasa de crecimiento discreta intensiva productividad animal.
El ingreso real de la producción se obtiene deflactando los precios de los productos agropecuarios entre el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), base segunda quincena de diciembre de 2010. Al realizar los cálculos se obtienen el poder adquisitivo en términos del consumidor, del valor de la producción agropecuaria, Martínez y González (2001). El precio y el ingreso real se obtienen de la manera siguiente: , que es el precio real de los productos en pesos. , es la tasa de crecimiento discreta del ingreso real, donde 1 + π es la tasa de crecimiento del INPC. Así, el crecimiento del ingreso real de la agricultura y la ganadería se puede representar de la manera siguiente:
a) para la agricultura;
Donde: 1 + ε es el cuarto componente de la ecuación (8) y es la tasa discreta del crecimiento de los precios reales.
La ecuación (1) para la agricultura es similar a la expresión (8), únicamente se agrega el impacto de los precios. Así, la ecuación (8) se reescribe y queda como ecuación (10) y en tasas continuas, ecuación (11):
Donde: , son las tasas continuas del crecimiento del ingreso real, la superficie, el rendimiento por hectárea, el cambio de estructura y el cambio de los precios reales (o relativos).
b) Para la ganadería, la ecuación (4) se reescribe y queda la ecuación (12), en tasas discretas ecuación (13) y en tasas de crecimiento continua queda la ecuación (14).
Donde: η es la tasa de crecimiento discreta del ingreso real de la ganadería, v es la tasa de crecimiento discreta del inventario ganadero, x es la tasa de crecimiento discreta de la productividad del animal y o es el impacto de los precios. El crecimiento del sector agropecuario se da si su ingreso real crece, esto es si y son positivos. En el caso de que los precios reales bajen < 0, es de esperarse que el crecimiento extensivo e intensivo, así como el cambio de estructura compense la baja de los precios. Esto es, se esperaría que cuando cuando < 0.
La volatilidad de precios es el indicador tradicional para medir el riesgo, Díaz (2006); Martínez y Díaz (2005) y Ross etal. (2005) para homogeneizar los datos es conveniente usar la desviación estándar de la tasa continua de movimiento de los ingresos reales. En el caso agropecuario el riesgo no solo es por la volatilidad del precio real, sino también por la volatilidad de la cantidad producida. La variable más adecuada para medir rentabilidad y riesgo es el ingreso real.
El periodo de análisis corresponde de 1980 a 2010. Se seleccionaron 35 productos agrícolas y se dividieron en 5 grupos: granos (maíz (Zea mays), trigo (Triticum aestivum), frijol (Phaseolus vulgaris L.) y arroz (Oryza sativa), frutas (aguacate (Persea americana), plátano (Musa sapientum), limón (Citrus limoi), naranja (Citrus siieisis), mango (Mangifera indica), uva (Vitis vinifera), fresa (Fragaria vesca L.), manzana (Pyrus malus L.), melón (Cucumis melo), papaya (Carica papaya), piña (Ananas Comosus) y sandía (Citrullus lanatus), forrajes (sorgo (Sorghum bicolor L.), alfalfa (Medicago sativa), maíz forrajero (Zea mays), avena forrajera (Avena sativa) y sorgo forrajero (Sorghum vulgare). Hortalizas (jitomate (Solanum lycopersicum), chile verde (Capsicum annuum), papa (Solanum tuberosum), cebolla (Allium fistulosum), calabacita (Cucurbita pepo L.), nopalitos (Opuntia brasiliensis), tomate (Physalis ixocarpa) e industriales (caña de azúcar (Saccharum officinarum L.), café (Coffea arabica L.), algodón (Gossypium herbaceum), cártamo (Carthamus Tinctorius L.), agave (Agave tequilana), cebada (Hordeum vulgare), nuez (Juglans regia). En el caso de la ganadería se seleccionaron los 5 productos: pollo, carne bovino, carne porcina, huevo y leche. La cantidad de producción ganadera se refiere a pollo, carne de puerco, carne de bovino, huevo y leche, el hato ganadero se refiere al número de pollos de engorda, cerdos, bovinos, aves ponedoras y vacas lecheras. Los datos estadísticos provienen del Sistema de Información Agroalimentaria de Consulta (SIACON, 2011), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) y la población económicamente activa (PEA) sector primario proviene del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Las tasas de crecimiento se obtuvieron al comparar los promedios de 1980-1982 y de 2008-2010. Los resultados están expresados en tasas continuas de crecimiento, esto a menos que se indique explícitamente que son tasas discretas.
Resultados y discusión
En el caso de México la producción agropecuaria en el periodo de estudio refleja el cambio de carbohidratos llenadores a proteína animal, frutas y hortalizas. En los Cuadros 1 y 3 están los resultados para el periodo 1980-2010 y en paréntesis los de 2001-2010. Este último periodo se resalta porque los precios de los productos agropecuarios han subido en México y a nivel mundial. El análisis de resultados se hace a 30 años (1980-2010), porque se trata de resaltar la transición de una agricultura basada en granos y productos industriales a una agricultura y ganadería basada en la producción de proteína animal, hortalizas y frutas.
Según datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO), la población mexicana creció durante el periodo de análisis en 45.59%. En el Cuadro 1 se observa que la agricultura creció en volumen en 54.34% y la ganadería 66.30%.
Hay que resaltar que pollo y huevo crecieron en volumen de producción 182.34% y 126.47%, respectivamente. El volumen de producción de la leche (43.85%), la carne de res (40.02%) y la carne de puerco (-11.47%) estuvieron por debajo del crecimiento de la población, pero la importación de estos productos fue lo que limitó su crecimiento en el país (San Juan et al, 2007; Cedillo y Martínez, 2010; Pérez et al, 2010; Brambila et al, 2013).
El gobierno mexicano ha operado distintos programas para apoyar la producción, pero estos van dirigidos a los pequeños productores y su impacto en el volumen de producción ha sido limitado, Vázquez (2008). En el caso de la agricultura, el crecimiento en el volumen de producción de forrajes fue 61.23% a lo que hay que agregar la importación de maíz forrajero, sorgo y soya que se destina a la producción de alimento balanceado para la ganadería. La demanda y la oferta de productos ganaderos y forrajes es uno de los más dinámicos en el sector agropecuario. Por otra parte frutas y hortalizas crecieron en volumen de producción en 69.78 y 87.45%, respectivamente. La producción de granos creció 46.68%, tasa aproximada al crecimiento de la población (45.59%). La importación de trigo y arroz aumentó de tal manera que para fines de la primera década del siglo XXI fueron superiores a la producción nacional.
La primera hipótesis se confirma con los resultados obtenidos del estudio, sin embargo se aclara que la importación de leche y carne de bovino limitaron el crecimiento de la producción nacional. Así la estructura de producción agropecuaria ha favorecido a la producción de pollo, huevo y forrajes. También el cambio de estructura favorece a hortalizas y frutas que aunque se exportan, en volumen, su principal mercado es el nacional. El cambio en el consumo de alimentos se debe más a la baja de los precios reales de los productos agropecuarios que al aumento del ingreso real de las familias.
En el periodo de 1980-2010 el ingreso real percápita de la población en México creció 17.87% (medido como el Producto Interno Bruto percápita), que es equivalente a 0.6% anual, lo que no es suficiente para explicar el crecimiento de la producción nacional y en su caso las importaciones de carne, huevo y leche. La explicación de fondo, como lo señala Tomek y Robinson (1990), está en la baja de los precios reales. En los Cuadros 2 y 3 se aprecia la baja de precios y su impacto en el ingreso real del sector agropecuario.
Como grupo los productos pecuarios tuvieron una baja de precios de -78.17%, siendo el pollo el que más bajó sus precios (-94.42%), seguido por el huevo (-81.51%). A pesar de esa baja en precios, el ingreso real de los productores de pollo y huevo creció 88.01% y 44.96%, esto porque el volumen de producción aumentó 182.34% y 126.47%, respectivamente. En cambio los productores de leche, carne de res y cerdo tuvieron baja de precios de -75.47%, -63.71% y -69.35%, respectivamente, y un aumento en volumen de producción de 43.85%, 40.02% y -11.47% el resultado es que el ingreso real bajó en -31.63%, -23.68% y -80.82%. La agricultura como grupo, bajó sus precios reales en México en -55.09%. Los granos descendieron -69.32% y su volumen de producción sólo aumentó 46.68%, por lo que el ingreso para sus productores bajó en -22.64%.
En el caso de los forrajes, los precios reales decayó -60.75%, éstos productos son importados en grandes cantidades (maíz y sorgo) y el volumen de producción creció 61.23% por lo que el ingreso real sólo creció 0.48%. Los productos industriales bajaron sus precios reales -20.80%, la menor caída de precios, quizás porque el algodón tuvo un repunte en sus precios y la caña de azúcar tiene precios protegidos, pero su volumen de producción sólo aumentó 16.06% por lo que su ingreso real resultó con un crecimiento negativo de -4.74%. En cambio frutas y hortalizas a pesar de que bajaron sus precios reales en -8.37% y -41.57%, su volumen de producción aumentó en 69.78 y 87.45%, lo que permitió que sus ingresos reales aumentaron en 11.91% y 45.88%.
La hipótesis 2 se confirma con la información presentada. En la Figura 1, durante el periodo de 1980-1982 y 2008-2010 se observa la transición de una estructura basada en granos y productos que se industrializan y en parte se exportan, a una estructura donde un eje dinámico es la producción de proteína animal, carnes, huevo, leche y otro eje son frutas y hortalizas.
En los Cuadros 1, 2 y 3 se presenta entre paréntesis los resultados de un periodo más corto del 2001-2010. Los productos que tuvieron una tasa de crecimiento positiva en su ingreso real basaron su crecimiento de producción en el aumento de la superficie o del hato ganadero. En el caso de las frutas 77.33% del crecimiento de su volumen de producción se explica por el aumento de la superficie y 21.65% por el aumento de rendimiento.
En el caso de hortalizas, lo que dominó fue su crecimiento intensivo que interpreta 74.49% de volumen de producción y el aumento de superficie sólo demuestra 34.03% Los cambios de estructura dentro de cada grupo explican lo que falta o lo que sobra para igualar 100%. Es de llamar la atención que en el caso de granos, que tuvo una tasa negativa en su ingreso real, el crecimiento intensivo declara 107.86% el aumento del volumen de producción que compensó la baja en superficie que revela -5.31% y el cambio negativo de estructura -2.55%.
Los productos industriales tienen como principal fuente de crecimiento del volumen de producción el cambio estructural, de los de exportación reciente por los de exportación tradicional, que explican el 94.38%. En el caso de los forrajes el aumento de superficie señala 83.82% del aumento de la producción. Principalmente el aumento en la superficie de maíz, sorgo forrajero y alfalfa. Para la agricultura en general el crecimiento intensivo manifiesta 58.15% del incremento del volumen de producción (debido al crecimiento intensivo de granos), el crecimiento extensivo representa 21% (debido al aumento en forrajes) y el cambio de estructura (entre grupos) representa 20.85% (debido al aumento en forrajes, frutas y hortalizas a costa de los granos).
En la ganadería, los productos con ingreso real positivo: pollo y huevo basaron su crecimiento de producción en el aumento de la parvada lo que indica 56.63% y 76.52%. El aumento en la productividad animal también es importante, en el caso del pollo revela 43.37% y del huevo 23.48%. La leche tiene un cambio en el ingreso real negativo, a pesar de que su productividad por animal explica 65.56% del aumento del volumen de producción. En cambio, en carne bovino es el crecimiento del hato ganadero lo que explica el volumen de producción y compensa en mucho la baja en la productividad animal, es de resaltar que el subsector ganadería bovino ha enfrentado severas sequías que posiblemente han afectado la calidad y la cantidad de carne. En el caso de la carne de cerdo, como lo señalan San Juan et al. (2007); Cedillo y Martínez (2010); Pérez et al. (2010) ha sido severamente afectado por las importaciones no solo de carne de cerdo sino por la sustitución que ha sufrido contra el pollo y la carne de res. Además de que no ha logrado sobreponerse a la imagen de ser una carne poco sana.
Las hipótesis 3 y 4 se rechazan porque el grupo de productos tienen estrategias de crecimiento diferentes según sus circunstancias y no se explica el crecimiento del ingreso real por usar más tecnología, como tampoco se explica su baja por basar su crecimiento en lo extensivo.
El mayor dinamismo en la producción agropecuaria en pollo, huevo, frutas y hortalizas se debe a que su tendencia en el ingreso real es positiva y el riesgo, debe ser menor en comparación a los granos, forrajes y productos industriales que tienen tasa negativa en su ingreso real. En la Figura 2 se observa que en la zona de preferencia con tendencia positiva en el ingreso y bajo riesgo se ubican pollo, huevo, frutas y hortalizas y en la zona de no preferencia con tendencia negativa del ingreso y alto riesgo se ubican granos, forrajes e industriales. El caso de la leche, carne de cerdo y carne de res es diferente a lo esperado porque aunque tienen una tasa baja o negativa en su ingreso real, su riesgo es menor que los granos, forrajes e industriales. La hipótesis 5 se cumple con la información analizada para estos productos.
La población económicamente activa (PEA) rural era en 1980 de 5.678 millones de personas y en 2002 alcanzó su máximo con 6.837 millones de personas, esto da una tasa de crecimiento anual de 0.85%, muy por debajo de la tasa de crecimiento de la población. Para el 2010 la PEA había bajado a 5.914 millones de personas. La baja de 0.923 millones de personas es sólo una parte ya que si se toma en cuenta la tasa a la que se crecía la baja efectiva del PEA es de 1.404 millones de personas. El sector rural entendido como sector agropecuario está expulsando a su PEA porque el ingreso real per cápita rural ha disminuido. De 19802001 el ingreso real rural percápita bajó en -52.33%, del 2002-2010 se recuperó ya que los precios agropecuarios a nivel mundial subieron, pero el saldo de 1980-2010 es una tasa negativa de -10.64% (Figura 3). La baja de los precios reales agropecuario en México benefició a la mayoría de la población pero eso ha tenido un costo, el limitar el ingreso real de los productores y su crecimiento, lo que ha provocado que se expulse a por lo menos 1.404 millones de personas activas. La hipótesis 6 se confirma con la información presentada. Cuando el ingreso rural sube el PEA rural sube.
Los precios reales agropecuarios en México y en el mundo han aumentado desde 2002, cuando se llegó al punto más bajo, pero el crecimiento de estos ha sido errático. Es posible que en los próximos años, el sector agropecuario se vuelva a reestructurar pero ahora en base a lo errático de los precios, se va a preferir los productos de menor volatilidad en sus ingresos reales.
Conclusiones
La disminución de los precios reales agropecuarios en México de 1980-2010 permitió el tránsito de una agricultura basada en granos y productos industriales a una agricultura y ganadería enfocada en pollo, res, cerdo, huevo, leche y hortalizas y frutas. Los productos que tienen mayores tasas de crecimiento en su producción son las de tendencia positiva en su ingreso real y menor riesgo. Se puede pensar que frutas y hortalizas son de tendencia positiva en su ingreso real y alto riesgo en relación a granos, por ejemplo, pero los datos no apoyan esta última idea, granos, forrajes e industriales son los productos de mayor volatilidad. El ingreso real rural per cápita tiene una relación directa con el número del PEA rural. Cuando los precios bajan y el volumen de producción no compensa esa caída entonces se reduce el ingreso per cápita y este es un factor de expulsión. Si los precios reales agropecuarios suben es de esperarse que se contraiga la demanda nacional de proteína animal, de frutas y hortalizas y aumente la de granos y caña de azúcar.
Literatura citada
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