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Revista mexicana de ciencias agrícolas

versión impresa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.6 no.1 Texcoco ene./feb. 2015

 

Artículos

 

Efecto del volumen y el pH del agua en el control de Ixophorus unisetus (J. Presl.) Schltdl. con glifosato*

 

Effect of volume and pH of water to control Ixophorus unisetus (J. Presl) Schltdl. with glyphosate

 

Valentín A. Esqueda Esquivel y Oscar Hugo Tosquy Valle1

 

1 Campo Experimental Cotaxtla-INIFAP. Carretera Veracruz-Córdoba, km 34 Municipio de Medellín, Veracruz. §Autor para correspondencia: esqueda.valentin@inifap.gob.mx.

 

* Recibido: junio de 2014
Aceptado: octubre 2014

 

Resumen

Se establecieron dos experimentos para determinar el efecto del volumen y pH del agua de aspersión en el control del zacate Ixophorus unisetus con varias dosis del herbicida glifosato. Los experimentos se establecieron en Medellín, Veracruz, México, en diseño experimental bloques al azar con cuatro repeticiones y arreglo de tratamientos en parcelas divididas. En ambos experimentos, las parcelas grandes correspondieron a tres dosis de glifosato (267, 356 y 712 g ha-1), mientras que las parcelas chicas en el experimento 1, correspondieron a cuatro volúmenes de aplicación (133, 217, 294 y 370 L ha-1) y en el experimento 2 a cuatro niveles de pH (5, 6, 7 y 8). Se evaluó el control de I. unisetus a los 7, 15 y 30 días después de la aplicación (DDA) y se determinó el peso seco de su parte aérea a los 30 DDA. Con la aplicación de glifosato a 712 g ha-1 se obtuvieron los controles más altos de I. unisetus. La efectividad de este herbicida fue mayor cuando se aplicó con un volumen de agua de 217 ó 294 L ha-1 o el pH de ésta varió entre 5 y 7. El control de I. unisetus se redujo con la dosis de 267 g ha-1, al utilizar un volumen de agua de 370 L ha-1 o cuando el pH del agua fue de 8. El peso seco de I. unisetus fue significativamente menor con las dosis de 356 y 712 g ha-1 de glifosato, mientras que el volumen y el pH del agua no influyeron en esta variable.

Palabras clave: Ixophorus unisetus, control químico, peso seco.

 

Abstract

Two experiments were established to determine the effect of volume and pH of spray water in controlling grass Ixophorus unisetus with various doses of the herbicide glyphosate. The experiment was located in Medellin, Veracruz, Mexico, in a randomized block design with four replications and arrangement of treatments in a split plot. In both experiments, large plots corresponded to three doses of glyphosate (267, 356 and 712 g ha-1), while the split plots in experiment 1, corresponded to four volumes of application (133, 217, 294 and 370 L ha-1) and on experiment 2 four pH levels (5, 6, 7 and 8). Control of I. unisetus at 7, 15 and 30 days after application (DAA) was evaluated and the dry weight of the aerial parts at 30 DAA were determined. The application of glyphosate at 712 g ha -1 had the highest control of I. unisetus. The effectiveness of the herbicide was greater when applied with a water volume of 217 or 294 L ha-1 or the pH of this varied between 5 and 7. Control of I. unisetus was reduced with a dose of 267 g ha-1, using a water volume of 370 L ha-1 or when pH of water was 8. Dry weight of I. unisetus was significantly lower with doses of 356 and 712 g ha-1 of glyphosate, whereas the volume and pH of water had no influence on this variable.

Keywords: Ixophorus unisetus, chemical control, dry weight.

 

Introducción

El glifosato [N-(fosfonometil) glicina] es un herbicida del grupo químico de los ácidos fosfónicos que inhibe a la enzima enol-piruvil-shikimato-fosfato sintetasa, lo que resulta en el bloqueo de la síntesis de aminoácidos aromáticos (Alibhai y Stallings, 2001), que conduce eventualmente a la muerte de las plantas. Por ser un herbicida sistémico, no selectivo, y que no deja residuos tóxicos en el suelo (Wibawa et al., 2009), se utiliza extensivamente para el control de malezas anuales y perennes en los sistemas de labranza de conservación, cultivos frutales e industriales, áreas no cultivables, orillas de caminos y vías férreas (Ekboir, 2003; Parreira et al., 2010). Con el desarrollo de cultivos transgénicos resistentes a este herbicida, se ha incrementado su uso en gran medida, pues se utiliza como parte medular del control de malezas (Dill et al., 2008; Green, 2009), por lo que en la actualidad se considera el herbicida que más impacto tiene en la agricultura (Duke y Powless, 2008).

La efectividad del glifosato está influenciada por diversos factores; por ejemplo, numerosos estudios indican que al aplicarlo en volúmenes de agua bajos, se obtienen mejores controles de malezas que cuando el volumen es alto (Jordan 1981; Buhler y Burnside, 1983; Ramsdale et al., 2003; Kogan y Alister, 2008). En un estudio realizado en cámara de crecimiento con cebada, O’Sullivan et al. (1981) encontraron que al incrementar los volúmenes de aplicación de 110 a 550 L ha-1, se redujo la efectividad del glifosato a las dosis de 0.14 y 0.28 kg ha-1, en comparación con las dosis de 0.56 y 0.84 kg ha-1. Sin embargo, en el cultivo de caña de azúcar, Rodrigues et al. (2011) encontraron que el volumen asperjado no tuvo efecto en el grado de control de Digitaria insularis (L.) Fedde por este herbicida.

Por otra parte, el pH del agua en que se mezclan los herbicidas, interfiere con su actividad, solubilidad y facilidad de penetración de la cutícula (Green y Cahill, 2003), encontrándose como regla general, que en agua con pH ácido a ligeramente ácido (4 a 6.5), las moléculas atraviesan las membranas con mayor facilidad, por lo que se incrementa su eficacia (Nalewaja y Matysiak, 1993; Whitford et al., 2009). Sin embargo, para glifosato existen resultados contrastantes, ya que en D. insularis y Chloris polydactyla (L.) Sw. (Valensuela et al. 2010) y Cynodon nlemfuensis Vanderyst (Gómez et al., 2006) no se encontró efecto del pH de la solución aplicada en la efectividad de este herbicida cuando se utilizó una misma dosis, mientras que con Panicum repens L., Shilling y Haller (1989), indicaron que al utilizar agua con iones de calcio, la reducción del pH de 8 a 6, disminuyó los efectos antagónicos de este elemento con el glifosato e incrementó su actividad, y Leiva (2010) indicó que con una solución de pH de 8, el control de Sorghum halepense (L.) Pers. con glifosato a 1.5 L ha-1 fue de 20%, mientras que al reducirlo a pH de 5, el control se incrementó a 90%.

Asimismo, García y Sánchez (2005) determinaron que el control de Brachiaria extensa Chase fue significativamente mayor al aplicar este herbicida a 3 L ha-1 en soluciones con pH de 4, 5 y 6, que en aquellas con pH de 7, 8 o 9. Sin embargo, esta respuesta no se encontró en Echinochloa colona (L.) Link, ni en Euphorbia heterophylla L.

Algunos estudios indican que una dosis determinada de glifosato puede ser eficiente para controlar una especie de maleza, pero no para otras (De Souza y Victoria, 2004; Puricelli y Faccini, 2009), por lo que para tener bases sólidas en la implementación de un programa confiable de control de malezas en los diferentes sistemas agrícolas, es necesario realizar estudios sobre los factores que afectan el comportamiento del glifosato en malezas específicas de importancia regional o nacional.

El zacate pitillo [Ixophorus unisetus (J. Presl.) Schltdl.] es una especie de la familia Poaceae, de ciclo de vida anual o perenne de vida corta (Kellogg et al., 2004). Es nativo del centro y sureste de México, en donde se ha documentado su presencia en los estados de Chiapas, Colima, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Puebla, Quintana Roo y Veracruz (Villaseñor y Espinosa, 1998). Se presenta en los cultivos de maíz, frijol, soya, arroz, caña, cítricos, estropajo, frutales, hortalizas, mango, melón, papaya, plátano y sorgo (Cano y López, 1996; Esqueda et al., 1997; Villaseñor y Espinosa, 1998), y es la especie más importante en las plantaciones de agave tequilero (Salamanca y Medina, 2007).

Considerando los diversos factores de aplicación que afectan la efectividad del glifosato, y la importancia de I. unisetus como maleza en los sistemas agrícolas del país, se establecieron dos experimentos con el objetivo de determinar el efecto que tienen el volumen y el pH del agua, utilizados para el control de esta especie con diferentes dosis de glifosato.

 

Materiales y métodos

Se establecieron dos experimentos bajo condiciones de temporal en terrenos del Campo Experimental Cotaxtla (CECOT) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), localizado en el municipio de Medellín, Veracruz, México, a 18° 56' 13.06" de latitud norte, 96° 11' 44.90" de longitud oeste, a una altitud de 18 msnm. Se seleccionó un lote con infestación natural de I. unisetus equivalente a una población de 5 270 000 plantas ha-1.

Cada experimento se estableció en diseño experimental de bloques al azar con cuatro repeticiones y arreglo de tratamientos en parcelas divididas. En ambos experimentos, las dimensiones de cada parcela chica fueron de 5 m de largo * 2 m de ancho (10 m2), mientras que cada parcela grande midió 5 m de largo * 8 m de ancho (40 m2). Las parcelas grandes correspondieron a tres dosis de glifosato (267, 356 y 712 g ha-1), mientras que las parcelas chicas en el experimento 1, correspondieron a cuatro volúmenes de agua asperjada (133, 217, 294 y 370 L ha-1) y en el experimento 2, a cuatro niveles de pH del agua de aspersión (5, 6, 7 y 8).

En el experimento 1 se utilizó agua con pH de 7.43, proveniente de un pozo ubicado en el CECOT; a su vez, en el experimento 2, al agua se le adicionó la cantidad necesaria de un producto comercial formulado con al menos 32% de acidificantes y reguladores de pH orgánicos, y 38% de polialcoholes y glicoles, con acción dispersante, penetrante y antiespumante (PLM, 2011), hasta obtener los valores de pH de 5, 6 y 7; por su parte, el pH de 8, se obtuvo añadiendo hidróxido de sodio. Las calibraciones del pH del agua se realizaron en el Laboratorio de Suelos, Agua y Planta del CECOT, con un potenciómetro de mesa equipado con un electrodo combinado marca Corning modelo 220.

Los tratamientos se aplicaron con un aspersor motorizado de mochila, equipado con un aguilón de dos boquillas de abanico plano, separadas a 50 cm. En el experimento de volúmenes de agua, se utilizaron las puntas de abanico plano Tee jet 8001, 8002, 8003 y 8004, con las cuales se obtuvieron los gastos indicados anteriormente; a su vez, en el experimento para determinar el efecto del pH del agua, se utilizaron puntas de abanico plano (Tee jet 8003), que proporcionaron un gasto equivalente a 241 L ha-1. La anchura de aplicación fue de 1.6 m, por lo que en ambos lados de cada unidad experimental se tuvieron franjas de 0.2 m con plantas de I. unisetus sin aplicar, que se utilizaron como referencia (testigo absoluto) en el proceso de evaluación visual (Esqueda-Esquivel y Rosales-Robles, 2013). Al momento de la aplicación, la altura de I. unisetus fue de entre 22.15 y 32.5 cm, con un promedio de 28.85 cm.

Las evaluaciones de control de I. unisetus se realizaron a los 7, 15 y 30 días después de la aplicación (DDA), comparando visualmente las plantas de esta especie del área tratada de cada unidad experimental, con las plantas de las áreas sin tratar situadas en ambos lados de la misma, y se otorgó un valor de acuerdo a la escala porcentual (0-100%), en donde 0, significó que las plantas no fueron afectadas, y 100, que fueron completamente eliminadas (Alemán, 2004).

A los 30 DDA, en cada una de las parcelas chicas de los dos experimentos, se utilizó al azar un cuadro de 0.5 m * 0.5 m y se cortó la parte aérea de las plantas de I. unisetus localizadas en su interior. Las plantas cortadas se guardaron en bolsas de papel, y se colocaron por cuatro días en un horno de secado, a una temperatura de 60 oC, para obtener el peso de la biomasa seca.

Se realizaron análisis de varianza del control de I. unisetus en las diferentes fechas de evaluación, y del peso seco de la biomasa aérea. Para homogenizar las varianzas, en los dos experimentos, los datos de control de I. unisetus se transformaron a su valor de arco seno√%, de acuerdo a lo que recomiendan Gomez y Gomez (1984). Los análisis se efectuaron con los datos transformados, utilizando el paquete estadístico de diseños experimentales ver­sión 2.5 de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), y como prueba de separación de medias se utilizó Tukey (p≤ 0.05) (Olivares, 1994). Aún cuando los análisis de varianza y las pruebas de separación de medias se efectuaron con datos transformados, por motivos de claridad, los porcentajes de control se presentan con los datos originales.

 

Resultados y discusión

Experimento 1: dosis de glifosato y volumen de agua aplicado

En los análisis de varianza se detectaron efectos significativos (p≤ 0.05) en el control de I. unisetus en las tres épocas de evaluación, con las diferentes dosis de glifosato y volúmenes de agua asperjados.

A los 7 DDA, el control más alto de I. unisetus se obtuvo al aplicar glifosato a 712 g ha-1, siendo estadísticamente superior al control obtenido con 356 g ha-1, que a su vez superó significativamente el control que proporcionó la dosis de 267 g ha-1. En la segunda evaluación (15 DDA), la dosis de 712 g ha-1 mostró un control casi total de I. unisetus y fue superior estadísticamente a las otras dos dosis. La aplicación de 356 g ha-1 mostró un control cercano a 92%, superando significativamente a la dosis de 267 g ha-1, cuyo control fue menor a 80%. A los 30 DDA, el control se redujo con cualquiera de las dosis aplicadas. Aún así, con la dosis mayor de glifosato se obtuvo un control cercano a 87%, mientras que con las dosis de 356 y 267 g ha-1, los controles fueron menores a 70 y 50%, respectivamente. El peso de biomasa aérea seca de esta especie también varió significativamente (p≤ 0.05) en las diferentes dosis de glifosato. Con las dosis de 712 y 356 g ha-1 se observó una disminución de 57.6 y 41.7%, respectivamente, en el peso seco de I. unisetus en relación al peso seco obtenido con la aplicación de 267 g ha-1 (Cuadro 1).

Con respecto al efecto del volumen de agua asperjada, a los 7 DDA se observó el mayor control de I. unisetus, cuando se utilizaron desde 133 hasta 294 L ha-1, aunque con este último volumen, se tuvo un control estadísticamente semejante al obtenido con 370 L ha-1, con el cual se tuvo el menor control. Por otra parte, a los 15 DDA, se observó que el mejor control de I. unisetus se obtuvo cuando se utilizaron 217 L ha-1, resultando estadísticamente similar al obtenido con 294 L ha-1 y superior al de los otros dos volúmenes de agua asperjados; con la aplicación de 133 L ha-1 el control fue semejante al obtenido cuando se aplicaron 370 L ha-1. Finalmente, a los 30 DDA hubo un control semejante de I. unisetus al utilizar volúmenes de agua de 217, 133 ó 294 L ha-1, mientras que con la aspersión de 370 L ha-1 se obtuvo el menor control de esta especie, aunque éste fue estadísticamente semejante al control obtenido con 133 y 294 L ha-1. Cabe indicar, que el volumen de agua aplicado no tuvo efecto significativo en el peso seco de I. unisetus (Cuadro 1).

A los 7 DDA se tuvo una interacción altamente significativa entre la dosis de aplicación de glifosato con el volumen de agua utilizado; específicamente, se observó que cuando se aplicó el glifosato a la dosis de 267 g ha-1, se obtuvo un mayor control de I. unisetus, al utilizar volúmenes de agua de 217 y 133 L ha-1, y el control disminuyó al aumentar el volumen de agua aplicado, aunque con el volumen más bajo, el control fue semejante a cuando se utilizaron 294 L ha-1. Por otra parte, con las dosis de glifosato de 356 y 712 g ha-1, no hubo diferencia en control de esta maleza al aplicar el herbicida en cualquiera de los volúmenes de agua evaluados (Cuadro 2).

A los 15 DDA, se observó que al aplicar glifosato a 267 g ha-1, los mejores controles de I. unisetus se obtuvieron cuando se utilizaron volúmenes de agua de 217 ó 294 L ha-1, y que al utilizar 133 y 370 L ha-1, el control se redujo significativamente, aunque emplear 294 L ha-1 fue semejante a utilizar 133 L ha-1. Por otra parte, con las dosis de glifosato de 356 y 712 g ha-1, los controles fueron semejantes, sin importar el volumen de agua utilizado (Cuadro 2). A los 30 DDA, se observó que con la dosis de glifosato de 267 g ha-1 se obtuvieron mejores controles de I. unisetus al utilizar volúmenes de agua menores a 370 L ha-1. A su vez, cuando el glifosato se aplicó a 356 ó 712 g ha-1, el volumen de agua aplicado no influyó en el porcentaje de control (Cuadro 2).

De acuerdo con los resultados de este ensayo, la dosis fue el factor que más efecto ejerció en el control de I. unisetus por el glifosato, ya que cuando ésta se incrementó, el control de esta maleza aumentó significativamente y se mantuvo alto por más tiempo, lo que se reflejó en un menor peso de biomasa seca. Esta situación también se ha encontrado en otras especies de malezas dicotiledóneas y monocotiledóneas anuales y perennes (De Souza y Victoria, 2004; Singh y Singh, 2004; Sharma y Shing, 2007; Puricelli y Faccini, 2009). Aunque en estos experimentos el glifosato se aplicó en una sola etapa de desarrollo, existe información de que la efectividad de una determinada dosis varía de acuerdo al desarrollo de las plantas, siendo generalmente más eficiente en plantas pequeñas; por ejemplo, en plantas de Echinochloa crus-galli (L.) Beauv. Ahmadi et al. (1980) encontraron mayor efecto del glifosato en plantas de 5 y 10 cm de altura, que en las de 15 y 20 cm. Asimismo, Schuster et al. (2007) determinaron que las plantas de Chenopodium album L. fueron más afectadas por el glifosato cuando su altura era de 2.5 cm, que cuando medían 7.5 ó 15 cm.

Con relación al volumen de agua utilizado para aplicar el glifosato, en todas las épocas de evaluación, consistentemente se observó que los controles más bajos de I. unisetus se obtuvieron cuando se utilizaron 370 L de agua ha-1, aunque no necesariamente con el volumen de 133 L ha-1 se obtuvieron los controles más altos de esta especie. Lo anterior indica que es mejor utilizar 217 ó 294 L de agua ha-1, siendo preferible 217 L ha-1, ya que de acuerdo con Rodrigues et al. (2011), con este volumen se incrementa la autonomía y capacidad del equipo aspersor y se reduce el riesgo de pérdida por escorrentía. Estos resultados coinciden con lo encontrado por Stahlman y Phillips (1979), quienes indicaron que con la aplicación de glifosato a 0.56 kg ha-1 se obtuvieron controles de sorgo significativamente mayores con un volumen de agua de 187 L ha-1, que cuando el volumen fue de 374 L ha-1. Por otra parte, Kogan y Zúñiga (2001) determinaron que la eficiencia del glifosato (0.54 kg ha-1) para el control de avena decreció al aplicarse en un volumen de 450 L ha-1, que cuando se aplicó en volúmenes de 150 y 300 L ha-1.

La mayor eficiencia del glifosato cuando se aplica en volúmenes bajos, se debe a que se incrementa la concentración del herbicida en la solución asperjada (Ramsdale et al., 2003), recomendándose usar volúmenes de aspersión que sean proporcionales a la dosis del herbicida, para de esta manera mantener una concentración constante de éste (Banks y Schroeder, 2002).

 

Experimento 2: dosis de glifosato y pH del agua de aplicación

De acuerdo a los resultados de los análisis de varianza de los datos de control de I. unisetus, hubo diferencias significativas en las dosis de aplicación de glifosato, así como en los niveles de pH en todas las fechas de evaluación. A los 7 DDA, el mayor control de esta especie se obtuvo con la dosis de glifosato de 712 g ha-1, el cual fue estadísticamente superior al obtenido con las dosis de 267 y 356 g ha-1, mientras que con la dosis de 267 g ha-1 se obtuvo el menor control. A los 15 DDA, se tuvieron los controles más altos de I. unisetus por el efecto del glifosato, observándose un control casi absoluto de esta maleza con la dosis de 712 g ha-1, siendo estadísticamente superior al control obtenido con la dosis de 356 g ha-1. A su vez, el control que se tuvo con la dosis de 267 g ha-1, fue significativamente inferior al de 356 y 267 g ha-1. Finalmente, a los 30 DDA, el control de esta especie con 712 y 356 g ha-1 fue significativamente superior que con la aplicación de 267 g ha-1. El peso seco de I. unisetus en las parcelas aplicadas con la dosis de 267 g ha-1 fue significativamente superior al que se obtuvo con 356 y 712 g ha-1, que tuvieron valores estadísticamente semejantes (Cuadro 3).

Reducir el pH del agua en la aspersión tuvo efecto positivo en el control de I. unisetus, ya que tanto a los 7 DDA como a los 15 DDA, el mayor control se obtuvo cuando se utilizó agua con un pH de 5, cuyo valor fue estadísticamente semejante al obtenido con pH del agua de 6 y 7, y superior al logrado con pH de 8; por su parte, a los 30 DDA, las aplicaciones con agua de pH 5, 6 y 7 tuvieron controles superiores al obtenido cuando el pH fue de 8. Cabe señalar que este factor tampoco tuvo efecto significativo en el peso seco de I. unisetus (Cuadro 3).

En las tres fechas de evaluación existió una interacción altamente significativa (p≤ 0.01) que se reflejó en una reducción en el control de I. unisetus (de entre 7 y 11.2%), cuando el glifosato se aplicó a la dosis de 267 g ha-1, y se utilizó agua con un pH de 8; con esa dosis no hubo efecto en el control cuando el pH del agua de aplicación fue de 5, 6 ó 7. Por otra parte, al incrementar las dosis de glifosato a 356 ó 712 g ha-1, en todas las épocas de evaluación, los controles de I. unisetus fueron estadísticamente semejantes sin importar el pH del agua de aplicación (Cuadro 4).

En este experimento, nuevamente se determinó que la dosis de glifosato es el factor que más importancia tiene para el control de I. unisetus, y que al incrementar la dosis se tiene un control más eficiente de esta maleza. Lo anterior coincide por lo reportado por otros autores para diferentes especies de malezas (Faccini y Puricelli, 2002; Koger et al., 2004; Juan et al., 2006; Pinto et al., 2009).

Los resultados obtenidos al variar el pH muestran mayores controles de I. unisetus cuando el pH de la solución asperjada fue de 5, como lo indicaron Whitford et al. (2009), sobre todo a los 7 y 15 DDA. Esto es indicativo de una mayor solubilidad, y por tanto, absorción del herbicida, la cual también fue favorecida por la acción dispersante y penetrante del producto utilizado para reducir el pH. Sin embargo, la diferencia de control entre la solución con pH 5 y la de pH 8 varió entre 3.9 y 5.3% (Cuadro 3), lo que es diferente a lo reportado por García y Sánchez (2005) y Leiva (2010), quienes encontraron diferencias de control de hasta 70% con el pH ácido en relación al alcalino, si bien, en diferentes especies de malezas. Por lo anterior, es muy importante obtener información puntual de los factores que se requieren para obtener el mejor efecto del glifosato en cada especie y situación, ya que adoptar recomendaciones generadas para controlar otras especies en condiciones diferentes, no siempre se refleja en resultados existosos.

Por otra parte, el hecho de que el control de I. unisetus obtenido con la dosis más baja de glifosato sea afectado negativamente cuando el pH de la solución es alcalino, es un indicativo de la formación de complejos salinos insolubles, que no se absorben rápidamente a través de la cutícula o epidermis de las plantas (Nalewaja y Matysiak, 1991; Thelen et al., 1995).

La mayor concentración de glifosato que se tiene con las dosis más altas, ocasiona que aunque se formen estos complejos, se tenga disponible suficiente cantidad del herbicida para controlar eficientemente a I. unisetus. Resultados similares fueron obtenidos por García y Sánchez (2005) con B. extensa, ya que al aplicar glifosato a 1 080 g ha-1 se obtuvo mayor control cuando el pH de la solución fue de 4, 5 ó 6, que con 7, 8 ó 9, pero al aumentar la dosis a 1 800 g ha-1, el control no fue tan marcadamente dependiente del pH.

Sin embargo, difieren de los de Valensuela et al. (2010), quienes no encontraron diferencia en el control de D. insularis y C. polydactyla con dosis de glifosato de 1 440 y 2 440 g ha-1, en soluciones de pH de 3, 5, 7, 9 y 11, aunque esto se atribuye a que las dosis estudiadas fueron mucho mayores a las utilizadas comercialmente o evaluadas en esta investigación.

 

Conclusiones

En general, en las tres fechas de evaluación, los controles más altos de I. unisetus se obtuvieron con la aplicación de glifosato a 712 g ha-1.

La aspersión de glifosato con volúmenes de agua de 217 ó 294 L ha-1 proporcionó el mayor control de esta especie, y se observó una tendencia a disminuir su efectividad al utilizar un volumen mayor de agua.

La efectividad en el control de I. unisetus fue mayor cuando se utilizó agua con pH de entre 5 y 7 con la dosis de glifosato de 267 g ha-1.

El control de I. unisetus se redujo significativamente cuando se aplicó la dosis de glifosato de 267 g ha-1 y se utilizó un volumen de agua de 370 L ha-1 o el pH del agua fue de 8, mientras que con las dosis de 356 y 712 g ha-1, se tuvo un control similar de esta especie, indistintamente del volumen y pH del agua utilizados.

El peso seco de I. unisetus se redujo significativamente con la aplicación de glifosato a partir de 356 g ha-1, en tanto que, el volumen y el pH del agua no afectaron esta variable con cualquiera de las dosis de glifosato aplicadas.

 

Agradecimientos

Se agradece a la Fundación Produce de Veracruz, A. C., por el financiamiento otorgado para la realización de estos estudios.

 

Literatura citada

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