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Revista mexicana de ciencias agrícolas
versión impresa ISSN 2007-0934
Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.6 no.6 Texcoco ago./sep. 2015
Artículos
Mujeres rurales: del proyecto productivo a la microempresa en Champotón, Campeche*
Rural women: form the productive project to the microenterprises in Champoton, Campeche
Karina Paola Rivas-Ángeles1, Pilar Alberti-Manzanares1§, Mónica Osnaya González2 y Aurelio León-Merino1
1 Colegio de Postgraduados-Campus Montecillo. Carretera Federal México-Texcoco, km 36.5. C. P. 56230. Montecillo, Estado de México. Tel. (595) 9520200. Ext. 1851. (karina@colpos.mx; laurelio@colpos.mx).
2 Colegio de Postgraduados-Campus Campeche. Carretera Haltunchen-Edzna, km 17.5. C. P. 24450. Sihochac, Champotón. Campeche. (osnaya@colpos.mx). 56250. §Autora para correspondencia: palberti@colpos.mx.
* Recibido: enero de 2015
Aceptado: mayo de 2015
Resumen
Las políticas públicas del gobierno incrementan el financiamiento de microempresas de mujeres rurales para crear riqueza y disminuir la pobreza en el campo. La pregunta es ¿qué condiciones son necesarias para que los proyectos productivos pasen a ser microempresas? El objetivo es analizar, con enfoque de género, las condiciones financieras, organizativas, productivas, comerciales y sociales de las mujeres que permitan transitar de proyectos productivos a microempresas. La hipótesis plantea que las condiciones para pasar de proyectos productivos a microempresas están relacionadas con: a) una política de desarrollo con enfoque GED; b) relaciones de género equitativas en la familia y sociedad rural; c) educación para leer y escribir; d) capacitación laboral acorde con la demanda del mercado; e) asesoría administrativa contable; y f) acciones afirmativas que promuevan el financiamiento asequible. El trabajo de campo se realizó en Champotón durante 2014, aplicando metodología cualitativa con entrevistas, grupo focal y observación participante a funcionarios(as), instituciones financieras y mujeres de 4 proyectos productivos. Los resultados mostraron las dificultades que encuentran las mujeres en el acceso a los créditos, falta de capacitación en administración y comercialización, de estructura organizativa, de infraestructura (transporte, almacenamiento), y entorno social poco favorable a la igualdad de género. La conclusión muestra que además del incremento en el financiamiento de las microempresas de mujeres es necesario considerar los graves obstáculos en la gestión de dichas microempresas, en la capacitación, organización, producción, comercialización y entorno social-familiar de género.
Palabras clave: desarrollo rural, financiamiento, género.
Abstract
Public policies increase government funding of rural women's microenterprises to create wealth and reduce poverty in the country. The question is what conditions are necessary for productive projects to become microenterprises? The objective is to analyse, from a gender perspective, financial, organizational, production, trade and social conditions that allow women to move from production to microenterprises projects. The hypothesis is that, the conditions to move from production to microenterprises projects are related to: a) a development policy with a focus GED; b) equitable gender relations in the family and rural society; c) education to read and write; d) job training in line with the market demand; e) administrative and accounting advice; and f) affirmative action to promote affordable financing. Fieldwork was conducted in Champotón, during 2014, applying qualitative methodology with interviews, focus group and participant observation of government workers, financial institutions and women from 4 productive projects. The results showed the difficulties that women face for accessing credit, lack of management training and marketing, organizational structure, infrastructure (transport, storage), and a social environment unfavourable to gender equality. The conclusion shows that in addition to the increased funding for women's microenterprises, it is necessary to consider the serious obstacles in the management of these microenterprises, training, organization, production, marketing and the familiar-social gender environment.
Keywords: financing, gender, rural development.
Introducción
Este estudio muestra la paradoja entre dos factores: 1) el aumento de financiamiento para atender la pobreza y la desigualdad en el campo mexicano promoviendo el desarrollo; y 2) las dificultades que encuentran las mujeres rurales para gestionar dicho financiamiento porque el entorno económico y social patriarcal les impide desarrollar las capacidades necesarias para hacer efectivo dicho desarrollo. Los antecedentes de esta situación los encontramos en las políticas del gobierno, que en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto (2013-2018) aumentó el presupuesto para impulsar microempresas de mujeres rurales, con el objetivo de insertarse en el sistema productivo del país. La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Alimentación, Pesca y Desarrollo Rural (SAGARPA), así como la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) con el programa PROSPERA (2014) y la Secretaría de Economía (SE) con el programa Fondo de Microfinanciamiento a Mujeres Rurales (FOMMUR), otorgan financiamiento y crédito a microempresas de mujeres.
Asimismo, la Cámara de Diputados(as), a través de la Comisión de Igualdad de Género, incrementó el apoyo a mujeres rurales con 1 000 millones de pesos en los Presupuestos de Egresos de la Federación para el año 2015 (Micher, 2014). La Financiera Nacional de Desarrollo invertirá 40 000 millones de pesos para proyectos y microempresas de mujeres rurales y pequeños productores, a través de créditos con una tasa anual de 6.5%.
Por lo anterior se plantean las siguientes preguntas: ¿qué condiciones son necesarias para que las mujeres rurales pasen de los proyectos productivos a microempresas?; 2) ¿pueden obtener y pagar créditos?; 3) ¿tienen conocimientos administrativos y contables para la gestión de la microempresa?; 4) ¿sus productos y servicios son competitivos en el volumen, calidad y precio?; 5) ¿tienen recursos humanos especializados, productivos y bien pagados?; 6) ¿cuentan con la infraestructura necesaria (locales para oficinas, transporte, almacenamiento y procesamiento)?; y 7) ¿son valoradas socialmente y tienen apoyo familiar para realizar su trabajo (disposición de tiempo para la actividad empresarial, apoyo para las actividades domésticas, cuidado de hijos(as), ancianos(as) y enfermos(as) considerando relaciones de género equitativas?.
Para que una microempresa sea exitosa es necesario conocer las condiciones en las que viven y trabajan las mujeres rurales y, por ello el objetivo de este artículo es: analizar, con enfoque de género, las condiciones de financiamiento, organización, producción, comercialización y de género de las mujeres, que permitan transitar de proyectos productivos a microempresas, y la hipótesis plantea que las condiciones para pasar de proyectos productivos a microempresas están relacionadas con: a) una política de desarrollo con enfoque GED; b) relaciones de género equitativas en la familia y sociedad rural; c) educación para leer y escribir; d) capacitación laboral acorde con la demanda del mercado; e) asesoría administrativa contable; y f) acciones afirmativas que promuevan el financiamiento asequible.
¿Qué es un proyecto productivo y qué es una microempresa? Para esta investigación utilizamos la siguiente definición: los proyectos productivos se caracterizan por el número de empleados(as) menor a diez y compuesto en su mayor parte por familiares, se ubican en el sector informal y del autoempleo. También son considerados como respuesta a las necesidades inmediatas de las mujeres más pobres en su rol de madres y amas de casa. Las microempresas tienen registro legal en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), reciben apoyo por parte de instituciones financieras, comercializan sus productos en el mercado, emplean personal familiar y contratado en número mayor a 10 personas y utilizan sistemas mecanizados en la elaboración de sus productos.
La literatura sobre proyectos productivos y microempresas de mujeres en la teoría del desarrollo, es muy amplia, considerando el enfoque de Mujeres en el Desarrollo (MEG) y Género en el Desarrollo (Zapata, 2005). El PNUD afirma que las políticas con enfoque MED perjudican a las mujeres: "las políticas para aumentar los ingresos de las mujeres no tienen en cuenta las diferencias de género en los hogares, la prevalencia del trabajo no remunerado entre mujeres y la división del trabajo, según el género, debido a normas culturales. Las políticas basadas en teoría económica que no contemplan estos factores pueden perjudicar a las mujeres aun cuando fomenten la prosperidad económica" (PNUD, 2013).
Sin embargo, el enfoque GED cuestiona este rol tradicional y propone el empoderamiento de las mujeres en condiciones de igualdad y equidad. El caso de la Banca Móvil, en Gambia según Prieto (2014) menciona que los proyectos empoderan en autoestima, conciencia de su situación de desigualdad, aumento en su capacidad de generar ingresos, defensa de sus intereses colectivos, organización y también cambio de las estructuras tradicionales del patriarcado. El estudio de la FAO (2011) muestra que los créditos son más usados por los varones que por las mujeres en el medio rural (en Ecuador, Guatemala, Indonesia, Nepal, Viet Nam, Madagascar y Malawi).
En México se han realizado interesantes estudios como el de Suárez et al. (2011), sobre las políticas públicas dirigidas a mujeres rurales, financiamiento, organización, y perspectiva de género. El estudio de Hidalgo (2005) para Veracruz resalta el importante trabajo de las promotoras rurales en la capacitación de las mujeres, apoyo para la obtención del financiamiento, seguimiento de los proyectos productivos y fomento de la equidad de género. También indica que las ganancias obtenidas sirven para iniciar nuevos proyectos y atender la alimentación, educación y vivienda de las familias.
¿Qué limita el éxito de los proyectos productivos de las muj eres? Buendía (2008) menciona factores institucionales como la falta de: fomento a la organización, demora en la aprobación de los créditos, capacitación con enfoque de género, requerimientos rígidos y la conformación de una visión empresarial que pocas veces pueden cumplir las mujeres) y factores grupales como la falta de: organización para el trabajo, tiempo para las actividades domésticas y empresariales, experiencia, poca disponibilidad de infraestructura, iniciativa masculina para formar grupos de mujeres.
El estudio de Barrientos (2003) sobre Tlahuapan, Puebla menciona problemas como: a) crédito difícil de adquirir por la complejidad de las reglas de operación; b) falta de capacitación administrativa, comercial, y técnica (pues la mayoría de las mujeres desarrollan actividades que aprendieron en su familia de forma tradicional, no se las capacita en nuevas destrezas), experiencia en el rubro, niveles bajos de escolaridad, dificultad para enfrentar procesos legales y contables; c) adquisición de insumos con dificultad por altos costos y necesidad de transporte; d) mercado, dependen del precio de producción y la oferta de los intermediarios; y e) división del trabajo dentro del proyecto productivo, solidaridad y apoyo, turnos de horarios discontinuos y fragmentados en el proyecto y el solar para atender el trabajo doméstico, cuidado de hijos(as) ancianos(as) y enfermos(as).
Las relaciones de género en proyectos productivos fueron analizadas por Meneses (2004) para la zona de Quecholac, Puebla, sustentando que las diferentes formas de relación entre mujeres y hombres en la familia y en el proyecto visibiliza inequidades de género que frenan el proceso de desarrollo organizativo y sustentable. El estudio de García (2011) sobre Ixmiquilpan, Hidalgo, muestra que las mujeres incrementan los ingresos de la familia con el microfinanciamiento de sus proyectos, pero sigue reproduciéndose la dominación masculina en las actividades económicas que realizan para usar el microcrédito, además de que no se logra salir de la pobreza.
Una estrategia eficaz para deconstruir el patriarcado en el medio rural es el empoderamiento de las mujeres, como señala Zapata (2003) quién afirma que las mujeres se empoderan más en los proyectos productivos que comparten con otras mujeres y en el reconocimiento social que obtienen. Martínez (2005) en su análisis del Programa de la Mujer en el SectorAgrario menciona que los proyectos productivos se convierten en espacios de interrelación donde comparten sus vidas así como aprenden a gestionar y negociar.
El estudio realizado por Chablé (2007) en el municipio de Calakmul (Campeche) afirma que los proyectos dirigidos por ellas mejoran su situación personal y el reconocimiento al interior de la familia, mientras que programas gubernamentales de apoyo a la familia manejados por varones no redundan en un aumento del empoderamiento de las mujeres.
Respecto a la perspectiva de género Kabeer (2006) considera la desigualdad de género y la erradicación de la pobreza a partir de la potenciación de las mujeres y el desarrollo de sus capacidades. En el aspecto del trabajo doméstico, Alberti (2014) reporta la relevancia, el tiempo y el costo económico que tiene el trabajo doméstico, el cuidado de niños(as), ancianos(as) y enfermos(as) realizado por las mujeres en Jilotepec (Estado de México) a pesar del escaso reconocimiento social.
Materiales y métodos
Características de la zona de estudio
La investigación se realizó en el municipio de Champotón (estado de Campeche en las comunidades de: Santo Domingo Kesté, Sihochac y Cañaveral. También se obtuvo información en Campeche.
El municipio de Champotón está en el centro del estado de Campeche con una población de 83 021 habitantes: 41 760 son hombres (50.3%) y 41 261 mujeres (49.7%). (INEGI, 2010). Predomina población maya, si bien han migrado grupos de Veracruz, Tabasco, Chiapas, Guanajuato, Guatemala y El Salvador (Galmiche, 2010). La agricultura es la principal actividad económica destacando el cultivo de caña de azúcar que se procesa en el ingenio La Joya (Monografía, 2008). Existe una buena producción apícola, que producen 2 014.4 toneladas de miel al año (la cual se comercializa principalmente en el extranjero). Existe industrias de procesamiento de arroz y harina de pescado (en Seyba Playa), así como aserraderos en los ejidos Macachi y Holay (Monografía, 2012).
Las localidades estudiadas fueron: Santo Domingo Kesté con 3 763 habitantes (1 901 hombres y 1 862 mujeres). Esta localidad fue fundada por población guatemalteca acogida por el gobierno mexicano en seguimiento a los tratados internacionales entre el Comisionado de Refugiados (ACNUR) de Naciones Unidas y los acuerdos entre México y Guatemala. Es una población bien organizada que se dedica a la producción agrícola con buen rendimiento de cosechas. En esta investigación se consideraron los siguientes proyectos: 1) siembra de hortalizas y elotes; 2) cría de borregos.
La segunda localidad fue Sihochac, con 2 731 habitantes (1 359 mujeres y 1 372 hombres). El proyecto productivo fue 3) conservas de frutas. Por último, la tercera localidad fue Cañaveral cuenta con 303 habitantes (161 hombres y 142 mujeres). Las tres localidades tienen un nivel de marginación medio (Galmiche, 2010). El proyecto productivo considerado fue el 4) confección y bordados de ropa (Figura 1).
Metodología
La investigación aplicó técnicas cualitativas, con entrevistas a profundidad, grupos focales y observación participante. Las personas informantes fueron en total 38: 4 funcionario(as) públicos: enlace del Instituto Estatal de la Mujer de Campeche, funcionario de la Secretaría de Desarrollo Económico de Champotón, enlace de género de la Delegación de SAGARPA en Campeche, jefe del Programa de Planeación y Desarrollo Rural, de la delegación estatal de SAGARPA; 10 personas de instituciones que ofrecen financiamiento y capacitación empresarial: Fondo Estatal de Fomento Industrial del estado de Campeche (FEFICAM), Fondo Campeche "Palabra de Mujer" , Financiera Rural, programa DIF "Programa de Comunidad Diferente", Secretaría de Desarrollo Social Programa "Oportunidades", Instituto Estatal para el fomento de las actividades artesanales en Campeche (INEAAAC), Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural con el programa "En Pro de la Mujer", Comisión Nacional de los Pueblos Indígenas, Instituto Nacional de Economía (INE), fideicomisos Instituidos Relacionados con Agricultura (FIRA); y 24 mujeres rurales de cuatro proyectos productivos de Champotón.
Resultados
Financiamiento a proyectos productivos y microempresas de mujeres en Campeche
El financiamiento se otorga a través de instituciones gubernamentales y privadas. En el caso de las primeras, SAGARPA transfiere recursos federales al gobierno estatal a través de diversos programas, que emiten convocatorias, ejecutan presupuesto y organizan eventos. Las microempresas de mujeres encuentran dificultades para solicitar el financiamiento porque las tasas de interés de los créditos son muy altas y difíciles de pagar considerando el escaso beneficio que obtienen de sus microempresas.
Fideicomisos Instituidos en Relación a la Agricultura (FIRA) ofrece microcréditos a las microempresas de mujeres a través del programa "PyMe rural". Otorga crédito de avío (consiste en apoyar el costo de operación según el ciclo del crédito que varía de 3 a 6 meses y hasta un año) y crédito refaccionario (financiamiento en especie para maquinaria, equipamiento o construcción). FIRA trabaja con la misma cartera de clientes desde hace 10 años sin dar cabida a nuevas mircroempresas, porque así garantiza el pago total de los créditos otorgados. Por esta razón las microempresas de mujeres tienen limitado su acceso a los créditos de FIRA.
El Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), antes FONAES, brinda apoyos económicos para jóvenes, mujeres y adultos(as) mayores que estén constituidos legalmente y en localidades que se incluyen en la "Cruzada contra el hambre", el "Programa de Apoyo Alimentario" y "Oportunidades". Los requisitos para obtener el financiamiento son numerosos y complejos desanimando a las mujeres a solicitarlos.
El Fondo Estatal de Fomento Industrial del estado de Campeche (FEFICAM) y el Fondo Campeche apoyan grupos de mujeres, artesanos(as), productoras y productores del campo con créditos de avío y refaccionarios. El fondo Campeche implementa el programa "Palabra de Mujer" con financiamiento a proyectos de mujeres mayores de edad, con proyecto productivo rentable, que tengan experiencia y conocimientos para su implementación.
PROAGRO apoya a grupos que tengan de 10 a 15 hectáreas de cultivo, con 1 300 pesos por hectárea. Algunos grupos de mujeres agrupadas en Unidades Agroindustriales de la Mujer (UAIM) son apoyadas por PROAGRO. En el caso de instituciones privadas está la Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural A. C. es una asociación civil sin fines de lucro que promueve el desarrollo humano y productivo. Su programa "En Pro de la Mujer" asesora a grupos en género, nutrición y salud.
Microempresas de mujeres en Campeche
En el estado de Campeche se identificaron 10 microempresas de mujeres registradas en la Delegación de SAGARPA: "San Gabriel" conservas de pescado y mariscos; Wotoch Aayin S.C. de R.L. granja de cocodrilos; Grupo Koolele Kaba de R.L.M. producción de miel y cera de abejas; Nutrimorin S. de R.L.M.I. planta procesadora de moringa; Quipri S. de R.L.M.I. elaboración de crema de chile habanero; Joop Jipi S. de R.L. Art. artesaría de palma de jipi; Apicosméticos S.P.R. de R.L.; Ooxpeepook, artesanía de palma de jipi (Delegación Estatal Campeche. SAGARPA, 2014). Estas microempresas tienen registro legal, reciben apoyo por parte de instituciones financieras, comercializan sus productos en el mercado, emplean personal familiar y contratado en número mayor a10 personas y utilizan sistemas mecanizados en la elaboración de sus productos.
Proyectos productivos de mujeres en Champotón
Los proyectos productivos estudiados en el municipio de Champotón, fueron cuatro (Cuadro 1).
Estos proyectos productivos, a diferencia de las microempresas anteriormente mencionadas, carecen de: registro legal de constitución, apoyo de instituciones financieras, no comercializan sus productos en el mercado, emplean personal familiar que no recibe ningún salario, están constituidos por un número menor a10 personas y no utilizan sistemas mecanizados en la elaboración de sus productos.
Las características de estos proyectos son las siguientes:
a) Financiamiento. Para los cuatro proyectos productivos estudiados en Champotón resulta muy difícil acceder a los créditos otorgados por las instituciones financieras, debido a la dificultad de cumplir los requisitos que solicitan, especialmente el registro legal ante la Secretaría de Hacienda. El proyecto productivo de elotes ha sido autosuficiente para solventar su producción, pues solicitó crédito pero obtuvieron negativas y respuestas vagas. Por ello, las mujeres reúnen el dinero de la venta de elotes y hortalizas para la compra de nuevos insumos.
El proyecto productivo de cría de borregos financia la compra de nuevos insumos con la venta de su producto. El proyecto productivo de conservas también se autofinancia a partir de la venta de su producto. El proyecto de bordados textiles se encuentra en la fase de formación y organización, sin que aún tenga actividad económica.
b) Organización y capacitación. Es importante fortalecer la organización de los proyectos productivos a través de capacitación. Instituciones de Campeche que ofrecen capacitación y asesoría son: DIF estatal con su programa "Comunidad Diferente", que capacita en desarrollo social autosustentable a partir de un diagnóstico participativo y un trabajo comunitario que contempla la equidad de género y atiende problemas de salud, educación y vivienda. SEDESOL con el programa "Oportunidades", da asesoría técnica, económica y de infraestructura. El INEFAAC capacita a artesanas(os) en elaboración y ejecución de proyectos para optimizar la producción y calidad de las artesanías. También proporciona asesoría técnica, administrativa y de gestión financiera. La Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural A. C. a través del programa "En Pro de la Mujer" proporciona asesoría en cuestiones de género, nutrición, salud y otros temas. Este programa apoya al proyecto productivo de bordados textiles estudiado en esta investigación.
Los proyectos productivos de elotes y borregos no han recibido capacitación sobre organización, administración y financiamiento, si bien las mujeres se reúnen para resolver los problemas que surgen para tomar decisiones y tienen una representante. El proyecto de conservas está formado por mujeres de la misma familia y hay coordinación interna para resolver problemas. El proyecto de bordados, tiene una muy buena organización, cuentan con un reglamento interno y una estructura de presidenta, secretaria y tesorera.
c) Producción y comercialización. Proyecto productivo de elotes. Las semillas se obtienen de la selección de las cosechas para volver a sembrar. El terreno es propiedad del grupo por donación de la FAO. El problema del agua para regar es grave pues la compran por hora y esto incrementa los gastos. Comercializan sus productos a pie de carretera, donde llegan intermediarios comerciales (llamados "coyotes"), que establecen el precio por pieza de elote. El precio es menor a lo invertido para su producción, pero las mujeres tienen que aceptar para recuperar parte de lo invertido. Los intermediarios venden los elotes a un precio mayor en el mercado.
Proyecto productivo de borregos. Las mujeres han encontrado problemas y pérdidas por falta de vacunas, que son de alto costo, falta de capacitación sobre engorda de borrego en tiempo y proceso de reproducción. El agua para los borregos la trasladan en garrafones de 5 litros transportados en un triciclo montable. Se necesitan de 6 a 10 garrafones, que llenan diariamente recorriendo 5 km de ida y vuelta. El desgaste y deterioro de las llantas del triciclo supone un gasto más para ellas. Cuando tienen ingreso extra pagan un flete de pipa de agua, ahorrándose el trabajo de trasladar el agua ellas mismas. Cuentan con una malla eléctrica para cerrar el corral, que se alimenta de celdas solares, y fue comprada con sus propios recursos. Venden los borregos a intermediarios, que llegan a la comunidad ofreciendo e imponiendo el precio de la venta, aunque las mujeres no estén de acuerdo. El dinero obtenido lo reinvierten para compra de nuevos animales y cubrir las necesidades familiares. El proyecto productivo de bordados textiles. Cuenta con máquinas de coser, telas e hilos, que fueron donados por el DIF estatal, (que no ocupan aún porque están en capacitación) para integrarse como microempresa dentro del programa "En Pro de la Mujer", de la Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural A. C.
El proyecto productivo de conservas. Las mujeres elaboran las conservas con la fruta de temporada como mango, ciruela, ciricote, marañón y durazno; la conserva de chile la producen gran parte del año. Han tenido problemas económicos para adquirir los envases por su costo elevado, así como el azúcar para la miel y el conservador. Necesitan instrumentos y lugar apropiado de trabajo para esterilizar los envases, elaborar las mieles y el resto de la producción. Diversifican sus actividades elaborando bordados y flores de foamy mediante pedidos. Venden la conservas a pie de carretera, también venden a vecinas(os) y cuando no logran vender su producto, lo regalan a familiares.
Discusión
Los proyectos de esta investigación coinciden con los reportados por Buendía (2008) y Barrientos (2003) en los factores que limitan el desarrollo como: niveles bajos de escolaridad, falta de capacitación administrativa, contable y legal, dificultad en adquisición de insumos. En los factores que impulsan los proyectos reportados por Hidalgo (2005) resalta la importancia de las promotoras rurales con conocimientos de género, aspecto en el que no coinciden los tres proyectos de borregos, textiles y conservas. En las relaciones de género mencionadas por García (2011) las mujeres incrementan los ingresos de la familia pero siguen reproduciéndose la dominación masculina, y no se logra salir de la pobreza, situación que coincide en los cuatro proyectos estudiados. Martínez (2005) afirma que hay solidaridad entre mujeres pues los proyectos son espacios de interacción en los que comparten sus vidas y toman decisiones entre todas, observándose lo mismo en los proyectos de este estudio. Las mujeres de los cuatro proyectos dedican triples jornadas de trabajo (doméstico, productivo y comunitario) sin apoyo familiar, al igual que los casos reportados por Alberti (2014) para Jilotepec.
Conclusiones
¿Qué condiciones son necesarias para que las mujeres rurales pasen de los proyectos productivos a las microempresas? Los resultados muestran que además del incremento en el financiamiento de las microempresas de mujeres es necesario considerar los graves obstáculos en la gestión de dichas microempresas, en la capacitación, organización, producción, comercialización y entorno social-familiar de género.
El problema de los proyectos estudiados es que no cuentan con financiamiento público, dependiendo del autofinanciamiento por la venta de sus productos. Tampoco cuentan con una estructura organizativa interna (salvo el proyecto de bordado), siendo una razón probable el que sean grupos pequeños que funcionan de manera informal en el trabajo y la toma de decisiones.
Otro problema es la falta de capacitación en administración y contabilidad de las integrantes lo que ha supuesto escasos beneficios en la producción y comercialización. El volumen de producción bajo y sin estándares de calidad se explica por los problemas de falta de agua para el proyecto de borregos y elotes, además de infraestructura inadecuada para el procesamiento de conservas. La comercialización no tiene un mercado asegurando pues venden a pie de carretera, a vecinas y familiares, además de depender de los intermediarios que ofrecen precios a la baja, impidiendo que las mujeres recuperen el costo de producción y obtengan escasas ganancias. En cuestiones de género, el rol tradicional de esposas y amas de casa predomina en las integrantes de los proyectos, realizando triples jornadas de trabajo, sin contar con servicios de guarderías, clínicas de salud, agua, luz y teléfono, que faciliten las labores del hogar y del proyecto.
Por lo anterior, se concluye que las condiciones necesarias para que las mujeres rurales pasen de los proyectos productivos a las empresas es contar con a) una política de desarrollo con enfoque GED; b) relaciones de género equitativas en la familia y sociedad rural; c) educación para leer y escribir, d) capacitación laboral acorde con la demanda del mercado; e) asesoría administrativa contable; y f) acciones afirmativas que promuevan el financiamiento asequible.
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