El género Opuntia es originario del centro y sur de México. En este país es un cultivo muy importante (^{Griffith, 2004}; ^{Casas y Barbera, 2002}) debido a que los mexicanos, especialmente del centro, consumen nopalitos (Opuntia joven comestible) desde hace miles de años. Esta planta se cultiva en más de 13 000 ha, pero la localidad de Milpa Alta, al sur de la Ciudad de México produce más de 40% del nopal verdura (^{SIAP, 2013}). Se conoce en esta zona la existencia de plagas y enfermedades que merman la producción de esta hortaliza, afectando principalmente el vigor de la planta, causando debilitamiento, clorosis e infestaciones severas que le pueden ocasionar la muerte (^{Palomares-Pérez et al., 2010}; ^{CESAVEDF, 2011}; ^{Palomares-Pérez et al., 2012}). Sin embargo, en México no existen estudios formales que identifiquen a los organismos asociados con el cultivo del nopal, Opuntia ficus-indica L. (Miller) ni los efectos o daños que estos le puedan causar a la planta, ni tampoco existen estudios que permitan conocer su distribución en el cultivo, por tal motivo, el objetivo del presente trabajo es dar a conocer los diferentes nematodos que se presentan e identificar los que posiblemente pudieran causar algún daño a este cultivo.

El trabajo de campo se realizó en la localidad de Milpa Alta, Distrito Federal, México, ubicada entre los 19° 04´ - 19° 12 latitud norte y 99° 08´ - 99° 57´ longitud oeste, 2 200 a 3 000 msnm. El método de muestreo se basó en recolecta de muestras mensuales de suelo de abril de 2011 a septiembre de 2012. Debido a la diversidad orográfica de la zona, y la operatividad para el muestreo, la recolecta de suelo se realizó mediante un muestreo simple estratificado con base en la altitud y puntos cardinales. Las muestras se extrajeron con una cavadora agrícola de mangos cuadrados colocada a 5 cm del tallo de la planta y a 15 cm de profundidad. El área de estudio se dividió en cuatro categorías, conforme al rango de altitud: A-I) 2 950 a 2 750; A-II) 2 750 a 2 600; A-III) 2600 a 2470 y A-IV) 2 470 a 2 320 msnm. Los sitios en la zona de estudio fueron debidamente georreferenciados con un geoposicionador satelital (GPS 12 XL Garmin Olathe, KS, USA). De ésta manera se eligió un total de 12 parcelas como sitios de muestreo. En cada parcela se realizó un submuestreo bajo la metodología cinco de oros, con raíces correspondientes a 1 kg de peso por cada uno, se homogeneizó y se obtuvo una muestra final de 1 kg.

La extracción de nematodos se realizó utilizando de cada muestra 250 cm3 de suelo para cuantificar quistes mediante la técnica de flotación de Fenwick (^{Southey, 1985}), y para nematodos filiformes se utilizó 200 cm3 de suelo mediante el método de tamizado y centrifugado (^{S'Jacob y Bezooijen, 1984}).

Los ejemplares filiformes extraídos se fijaron en formol caliente al 4% y se transfirieron a glicerina anhidra (^{Seinhorst, 1959}; ^{Seinhorst, 1962}). Se examinaron los ejemplares montados de manera permanente en portaobjetos, para lo que se utilizó el método del anillo de parafina (^{S'Jacob y Bezooijen, 1984}). Para los nematodos enquistadores las características morfológicas se determinaron mediante un análisis micrométrico.

Una vez montados, se procedió a su identificación con apoyo de literatura especializada: las claves de géneros y especies de la familia Heteroderidae de ^{Sosa-Moss (1997)}, de nematodos enquistadores de ^{Mai y Lyon (1975)} y enquistadores y filiformes de ^{Zuckerman et al. (1990)}, para Tylenchida de ^{Siddiqi (2000)}; para Aphelenchida de ^{Hunt (1993)}; y para Dorylaimida de ^{Jairajpuri y Ahmad (1992)}.

Un total de 11 géneros de nematodos fitopatógenos se identificaron sobre la rizosfera de O. ficus-indica distribuidos en las coordenadas y altitudes antes mencionadas (Cuadro 1).

Cuadro 1 Coordenadas y altitud donde se recolectaron los diferentes géneros de nematodos identificados en Milpa Alta, Ciudad de México. 

1) Aphelenchus; 2) Criconemella; 3) Dorylaimida; 4) Helicotilenchus; 5) Heterodera; 6) Hoplolaimus; 7) Longidorus; 8) Nacobbus; 9) Paratylenchus; 10) Tylenchorhinchus; 11) Tylenchus; y 12) Heterodera (Quistes).

De las especies encontradas, Tylenchorhinchus sp., aparentemente mostró una mayor distribución al registrarse con mayor frecuencia en diez de los 12 sitios muestreados, le siguió Aphelenchus sp. con presencia en siete sitios y Criconemella sp. y Cactodera cacti (^{Filipjev y Schuurmans-Stekhoven, 1941}) Krall y Krall 1978 con presencia en seis de las localidades muestreadas. De estas especies la que representa un mayor peligro para la zona es C. cacti, especie probablemente de origen en México, reportada como plaga principal de cactáceas, entre ellas Opuntia (^{Adam, 1932}; ^{Filipjev y Schuurmans -Stekhojv, 1941}; ^{Ebsary, 1986}). ^{Borrego y Burgos (1986)} mencionan que C. cacti es señalada como una de las especies de nematodos que podían causar problemas al nopal, ^{Rafiq (1986)} por otro lado señala que se han encontrado especímenes de C. cacti en el sistema radicular de cactáceas como Disocactus ackermannii (Lindl.) Barthlott, Cereus spinulosus (DC) Britton y Rose y otras especies de la familia que se emplean como ornamentales en países europeos, asiáticos y americanos. De igual forma, ^{Evans y Rowe (1998)} mencionan que especies de Cactodera son encontradas en miembros de Cactaceae, Amarantaceae y Chenopodiaceae en Durango y tuna ácida (Xoconostle) en Hidalgo (^{Baldwin y Mundo-Ocampo, 1992}; ^{Montiel et al., 2001}). La presencia en México de C. cacti tiene gran importancia económica, debido a su gran capacidad de supervivencia en forma de quiste, lo que le permite por una parte, dispersarse de región a región o de país a país, y por otra permanecer por muchos años como fuente primaria de inóculo en terrenos infestados (^{Sosa-Moss, 1997}). No se ha determinado su patogenicidad en el género Opuntia, pero es posible que el nematodo contribuya a provocar infecciones secundarias por hongos y/o bacterias (^{Baldwin y Mundo-Ocampo, 1992}).

Longidorus y Aphelenchus han sido reportados sobre nopal verdura en la Provincia de Santiago del Estero, Argentina, ocasionando junto con otros nematodos, problemas de pudrición y rotura de los tallos (^{Doucet et al., 2001}).

Los siguientes ocho géneros: Criconemella, Dorylaimida, Helicotilenchus, Hoplolaimus, Nacobbus, Paratylenchus, Tylenchorhinchus, Tylenchus, se reportan por vez primera en la rizósfera de O. ficus-indica.