En México, el frijol es un cultivo de gran importancia por ser uno de los granos alimenticios básicos y una excelente fuente de proteínas (contiene de 20 a 25%, de las cuales 3% son triptofanos de alta calidad), vitaminas como la tiamina, la niacina y el ácido fólico y minerales como el hierro (Guzmán-Maldonado et al., 2002, Ulloa et al., 2011). Durante 2014 se sembraron 1 773 996 ha de esta leguminosa de las que se obtuvieron 1 273 957 t de grano de diferentes clases comerciales (SAGARPA, 2015).
En ese mismo año, en el estado de Chiapas se cultivaron 116,575 ha, que produjeron 61 412 t, siendo 85% de frijol de grano negro, 10% de frijol de grano rojo y el resto de otros tipos de frijol (SAGARPA, 2015). El frijol de grano rojo se siembra en unidades productivas de una hectárea o menores, localizadas en áreas con clima Aw, cálido subhúmedo con lluvias en verano (García, 1981), ubicadas principalmente en los municipios de la meseta comiteca y de la Frailesca, y cuya producción se utiliza principalmente para cubrir las necesidades de consumo locales (Rodríguez- Licea, 2010; Villar et al., 2011). En los últimos años, la demanda de este tipo de grano se ha incrementado de 6 248 t producidas actualmente a más de 8 000 t que para satisfacerla deberán de cultivarse unas 15 000 ha, por el establecimiento temporal o permanente de un número cada vez mayor de extranjeros centroamericanos en dicha entidad, que tienen preferencia de consumo de frijol rojo (Villar et al., 2010); esto representa una oportunidad para incrementar la superficie de cultivo, e incluso para exportar a Honduras, Nicaragua y El Salvador, así como a los Estados Unidos de América, donde radican habitantes de estos países centroamericanos (Paz et al., 2007).
Actualmente, las siembras de frijol rojo se realizan con materiales criollos de bajo potencial de rendimiento, adaptación muy específica y susceptibles a enfermedades como el mosaico amarillo dorado y pobre adaptacion en los suelos ácidos de baja fertilidad del estado de Chiapas (Villar et al., 2011). En el Programa de Frijol del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), para el sureste de México, se han realizado estudios de evaluación de líneas introducidas de Centroamérica, de frijol de grano rojo, lo que ha permitido identificar materiales sobresalientes en cuanto a su rendimiento y adaptación y con el tipo de grano que demandan los consumidores; de esta manera se generó la variedad Sangre Maya, para las áreas tropicales del estado de Chiapas (Villar- Sánchez et al., 2013).
Esta variedad se originó de la cruza triple (NCB 228 x RCB 224) F1 x SXB 244, realizada en el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) en Cali, Colombia y obtenida por selección gamética (planta individual) en F1, para crear una familia única derivada de F1, y luego continuó con F2 seleccionada en condiciones de sequía en el CIAT-Palmira, Colombia. La F3 se estableció en Popayán, Colombia, donde las plantas fueron inoculadas con el hongo (Colletotrichum lindemutianum) (Sacc. & Magn.) Scrib., que provoca la enfermedad de antracnosis y se tomaron plantas individuales resistentes. La F4 se sembró en Santander de Quilichao, Colombia, en suelo ácido, con estrés moderado de bajo fósforo e inoculado con el hongo (Phaeoisariopsis griseola) (Sacc.) Ferraris, que provoca la enfermedad de mancha angular. La F5 se sembró en Palmira, Colombia, para cuantificar rendimiento bajo sequía, y se seleccionó una planta individual para obtener una F6 uniforme. La línea de la cual se generó la variedad Sangre Maya, se introdujo a México en 2009 y al estado de Chiapas en 2010, con el código RCB 592, a través de un ensayo uniforme de rendimiento, que se condujo en diferentes localidades de Chiapas de 2010 a 2012, con la finalidad de determinar su respuesta en rendimiento, resistencia a enfermedades y adaptacion a suelos ácidos de baja fertilidad (Villar et al., 2013).
Entre las principales características agronómicas de Sangre Maya están las siguientes: hábito de crecimiento indeterminado, con guías de longitud intermedia y plantas arbustivas, erectas y compactas tipo II (Singh, 1982), con hojas pequeñas y una altura de su dosel promedio de 48.5 cm. La floración ocurre en promedio a los 38 días después de la siembra y su madurez fisiológica a los 70 días. Sus flores son de color blanco, el tallo es verdoso y sus vainas son blancas en madurez fisiológica y de color blanco cremoso a la cosecha, con granos pequeños, de color rojo, opaco y de forma ovoide. Dentro de las características más sobresalientes de esta variedad son su resistencia a la enfermedad del virus del mosaico amarillo dorado del frijol (BGYMV), su adaptación a los suelos ácidos del trópico húmedo de Chiapas y su precocidad, que le permite adaptarse a los periodos de sequía intermitente en el ciclo de temporal y terminal en el ciclo de humedad residual (Villar- Sánchez et al., 2013).
Durante el periodo de 2010 a 2012, Sangre Maya se comparó con la variedad Bribri y el criollo Coloradito, en un ensayo uniforme de rendimiento que se condujo en nueve ambientes del estado de Chiapas, bajo condiciones de temporal, humedad residual y riego. La nueva variedad superó en rendimiento a los testigos comerciales. En condiciones de temporal, Sangre Maya superó 12.9% el rendimiento de Bribri y 56.2% el del criollo Coloradito. Con humedad residual los porcentajes de superioridad de la nueva variedad fueron de 3.2 y 19.8%, mientras que en condiciones de riego, fueron de 5.6 y 28.8%, respectivamente. El promedio general de rendimiento de Sangre Maya fue 9.0 y 40.4% superior al de Bribri y el criollo Coloradito (Cuadro 1). Estos resultados muestran el mayor potencial de rendimiento, que tiene la nueva variedad, con respecto al criollo coloradito, que comúnmente utilizan los agricultores en el estado de Chiapas (Villar-Sánchez et al., 2013).
Condición/Localidad/Municipio | Año | Sangre Maya | Bribri | Criollo Coloradito |
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Temporal | ||||
Ocozocoautla | 2010 | 594 | 643 | 482 |
Ocozocoautla | 2011 | 1 816 | 1 427 | 1 221 |
Ocozocoautla 1 | 2012 | 1 472 | 1 400 | 730 |
Ocozocoautla 2 | 2012 | 1 481 | 1 457 | 998 |
Emiliano Zapata | 2012 | 501 | 267 | 322 |
Promedio | 1 173 | 1 039 | 751 | |
Humedad residual | ||||
Ocozocoautla | 2011 | 1 349 | 927 | 1216 |
Ocozocoautla 1 | 2012 | 836 | 1 050 | 650 |
Ocozocoautla 2 | 2012 | 731 | 849 | 566 |
Promedio | 972 | 942 | 811 | |
Riego | ||||
Ocozocoautla | 2011 | 1 100 | 1 042 | 854 |
Promedio general | 1 097.8 | 1 006.9 | 782.1 | |
Incremento respecto a testigos (%) | 9 | 40.4 | ||
DMS | 220 | |||
CV | 34.19 |
Durante el ciclo de temporal de 2012, en la localidad de Emiliano Zapata, municipio de Villaflores, Chis., las condiciones de sequía intermitente y temperaturas mayores a 30 °C, favorecieron la presencia de altas poblaciones de mosquita blanca (Bemisia tabaco Gennadius), que provocó la enfermedad del virus del mosaico amarillo dorado del frijol (BGYMV). Durante el inicio de la etapa reproductiva del cultivo (35 días después de la siembra), se evaluó la reacción de Sangre Maya, el criollo Coloradito y la variedad Bribri, a la incidencia de esta enfermedad (CIAT, 1987), la cual reduce significativamente el rendimiento de grano, principalmente cuando se presenta durante la etapa vegetativa del cultivo (López et al., 2003; Villar et al., 2003).
La nueva variedad presentó una incidencia menor a 10% y un rendimiento de grano de 521 kg ha-1, mientras que Bribri y el criollo Coloradito, mostraron incidencias de 30 y 64%, con rendimientos de grano 267 y 322 kg ha-1, respectivamente. Estos resultados indican que Sangre Maya es una buena alternativa de siembra para disminuir riesgos de producción por la incidencia del BGYMV en el estado de Chiapas (López et al., 2002).
En el estado de Chiapas, algunas áreas de las zonas productoras de frijol presentan el problema de suelos ácidos, con pH y saturación de bases, menores a 5 y 30%, respectivamente, así como saturación de aluminio mayor a 20%, que limitan la producción de grano (Buerkert, 1989; Zetina et al., 2002; Tosquy et al., 2008). En el temporal de 2012, Sangre Maya, se evaluó, junto con los mismos testigos, en condiciones de campo en un suelo ácido con pH de 4 y saturación de aluminio de 20% de la localidad de Emiliano Zapata, sin y con aplicación de 1 t ha-1 de cal agrícola (Buerkert et al., 1990; Villar et al., 2003).
La Nueva variedad mostró la mejor respuesta en el rendimiento de grano, en ambas condiciones de manejo de suelo. Con cal, Sangre Maya obtuvo un rendimiento 11.9 y 29.1%, superior a los obtenidos por Bribri y el criollo Coloradito, respectivamente, mientras que con estrés por suelo ácido, la nueva variedad superó en 21.8 y 61%, el rendimiento de los testigos. El menor porcentaje de decremento del rendimiento de Sangre Maya, es indicativo de que esta variedad tiene mejor adaptación a los suelos ácidos del centro del estado de Chiapas, que la variedad Bribri y el criollo Coloradito (Cuadro 2).
Genotipo | Condición de suelo | Decremento (%) | |
1 t ha-1 cal | Sin cal | ||
Sangre Maya | 1175 | 950 | 19.15 |
Bribri | 1050 | 780 | 25.71 |
Criollo Coloradito | 910 | 590 | 35.17 |
Promedio | 1045 | 773.3 | 26 |
CV | 35.1 | ||
DMS | 311 |
La variedad Sangre Maya se adapta a las áreas tropicales del estado de Chiapas, en altitudes que van desde 0 hasta 1200 m, como es el caso de la región denominada Meseta Comiteca. Puede sembrarse en el ciclo de verano, bajo temporal, en otoño-invierno con humedad residual y en invierno-primavera en condiciones de riego, donde se asegure la disponibilidad de una lámina de agua de alrededor de 400 mm, y una temperatura media anual de entre 24 y 26 °C (López et al., 2002).
La variedad Sangre Maya es una alternativa para mitigar los efectos del cambio climático, que han provocado atraso en la fecha de siembra en el ciclo de temporal, así como ocurrencia frecuente de periodos de sequía terminal en las siembras de humedad residual del centro del estado de Chiapas, ya que su característica sobresaliente de precocidad (80 días de siembra a cosecha), le permite adaptarse a periodos cortos de crecimiento en temporal y a escapar de la sequía terminal en humedad residual (Villar-Sánchez et al., 2013).
Conclusiones
La variedad Sangre Maya se generó del proyecto 6057187A “Desarrollo de variedades de frijol de alto rendimiento, tolerantes a sequía, resistentes a patógenos y con la calidad que demanda el consumidor” que fue financiado por el CONACYT-SAGARPA. En abril de 2014 se obtuvo su registro definitivo en el SNICS, con número FRI-088-060314, para su uso comercial. En el Campo Experimental Centro de Chiapas se dispone de la semilla original de esta variedad, para producir semilla básica y registrada para ofertarla a las asociaciones de productores y empresas interesadas en la producción de semilla certificada de frijol.