Introducción
La poda, en el cacao, consiste en eliminar yemas, ramas improductivas y partes secas de la planta para facilitar el desarrollo de nuevas yemas, lo que permitirá la entrada de luz en el cacaotal y eliminará la presencia de plagas y enfermedades. La poda prolonga la vida útil del árbol y aumenta el rendimiento. Las podas deben ser ligeras, buscando una estructura adecuada para el árbol, mejorar la aireación y facilitar la penetración de luz (Enríquez, 2004; Sánchez et al., 2007).
El principal objetivo de la poda es generar nuevas yemas terminales e incrementar la floración y obtención de frutos (Bedker et al., 2004). Pastorelly et al. (2006), mencionan que además de los factores ya citados, también influye la regulación de sombra.
Las podas se realizan de acuerdo a la edad y condiciones de la planta. Existen tres tipos de podas: de forma, de mantenimiento y de rejuvenecimiento. El primero consiste en procurar tres o cuatro ramas primarias durante los dos primeros años para que la planta adopte la mejor forma (Enríquez, 2004). La poda de mantenimiento hace referencia a eliminación de frutos y partes infectadas de la planta por plagas y enfermedades. Por último, la poda de rehabilitación (rejuvenecimiento) tiene como propósito generar nuevos árboles a través de la obtención de yemas terminales. A pesar del interés de rehabilitar cacaotales improductivos, son escasos los programas que propician un apoyo para reactivar plantaciones, aunado a eso, la enfermedad de la moniliasis ha traído grandes desabastos con los frutos de cacao y los productores han abandonado el cultivo (Córdova, 2013).
La mayoría de las plantaciones de cacao son viejas y para no deforestarlas, se establece una rehabilitación para aumentar la productividad. Este método se realiza con las herramientas necesarias (básicas para la poda). Después de haber realizado la rehabilitación en el árbol de cacao, las nuevas yemas terminales comenzaran a producir de manera constante desde el tercer año. La rehabilitación permite aumentar la producción sin incrementar área destinada al cultivo, además este método es fácil y sencillo para productores que cuentan con recursos limitados (Altieri y Nicholls, 2000).
Para seleccionar las plantas a renovar se debe estudiar su variabilidad, caracteres presentes y determinar los árboles con mayor producción. Además, se debe considerar el tipo de suelo, sitio donde crecen las plantas y comparar los árboles vecinos, entre otras características (Ampofo, 1986). La sanidad de la planta, la edad avanzada y el mal manejo agronómico pueden incentivar a enfermedades y plagas dentro del cultivo, y repercutir en la baja producción. La altura, es otro aspecto importante, ya que árboles mayores de 10 m dificultan la cosecha y se convierte en un proceso complicado (Corben et al., 1987).
Manejo de la yema terminal
Cuando ya se ha seleccionado la yema terminal, es necesario protegerla. Se recomienda procurar dos yemas terminales cercanas del suelo, esto con el fin de que se conviertan en árboles independientes. De acuerdo a esta investigación, se realizó una poda de rehabilitación en una plantación de 55 años y se evaluó la productividad del agroecosistema cacaotal como respuesta a la poda de copa.
Materiales y métodos
Zona de estudio
El estudio se realizó en una plantación de cacao localizada en el predio San Francisco del municipio de Cárdenas, Tabasco. Este municipio se encuentra en la región de la Chontalpa entre las coordenadas 17° 59' 21.63" latitud norte y 93° 22' 35.65" longitud oeste, con una altitud de 0 a 10 msnm, tiene un clima de cálido húmedo con abundantes lluvias en verano, con precipitación anual de 2 000 - 2 500 mm, y con temperatura de 26 ± 28 °C. Colinda al norte con los municipios de Paraíso, Comalcalco y el Golfo de México; al este con el municipio de Comalcalco, Cunduacán y el estado de Chiapas; al sur con el municipio de Huimanguillo; al oeste con el municipio de Huimanguillo y el Golfo de México (INEGI, 2012) (Figura 1).
Ubicación de la plantación e identificación de los árboles
De acuerdo al método utilizado por Bautista et al. (2004), se llevó a cabo la geoposición del sitio de investigación con un Garmin modelo GSmap60csx (GPS) y se les asigno un número consecutivo a los árboles de cacao además, hubo un conteo de las yemas terminales de cada árbol (Zarco et al., 2010).
Eliminación de árboles de sombra
Se realizó una eliminación de sombra de los árboles asociados con el cacao, después de esta actividad, el sitio de estudio se dividió en dos partes: en la primera parte se eliminó 50% de sombra y la otra 80% de sombra. Enseguida, se procedió a la poda del cacao viejo. La poda en el cacao consistió en eliminar la copa del árbol a los dos metros para facilitar el manejo de las yemas terminales.
Medición de variables dasométricas
Se midieron las variables dasométricas: diámetro a la altura del pecho (DAP1.3 m) con una cinta diamétrica, altura del árbol con una regla graduada de 2 metros (Vérbeke et al., 2006).
Diámetro a la altura del pecho
Se midió para todos los árboles presentes en el sitio de estudio (Figura 2). De igual manera, todos los árboles de cacao fueron podados en su copa en su totalidad para favorecer la emisión de yemas.
Altura
La altura de los árboles se midió utilizando una vara graduada 2 m. (Figura 3). La altura permitirá caracterizar con mayor detalle los arboles de la zona de estudio (FAO, 2004).
Conteo de frutos
Cuando el cacao joven empezó a producir, se realizó un conteo de los frutos de cada árbol. Se anotó fruto total por tratamiento.
Análisis estadístico
El procesamiento de los datos expresados se realizó mediante el paquete estadístico Statistical Analysis System (SAS). Se efectuó una prueba de comparación múltiple de medias mediante el método de Tukey. La información fue procesada con ayuda del software para análisis estadístico SAS versión 9.3 y el procedimiento glm (Steel et al., 1997; SAS, 2013).
Resultados y discusión
Poda de rehabilitación
El número de yemas terminales fue mayor en el tratamiento con menor sombra, se contabilizaron 731 yemas, mientras que en el tratamiento con mayor sombra el número fue de 574. En ambos tratamientos las yemas se encontraron localizadas en todo el fuste del árbol de cacao (Figura 4). Las yemas terminales donde hubo una menor penetración de luz, se encontró que éstos surgían en las partes más altas del árbol (arriba de los 20 cm. del suelo) y en donde hubo mayor intercepción de luz, las yemas empezaron a emerger al nivel del suelo.
Las yemas terminales más cerca del suelo, serán los que sustituirán a la planta madre improductiva. La selección de la yema terminal debe ser vigorosa, que tengan buena distribución de nutrientes y que posean poca competencia con otras yemas (Cabanilla, 1978).
En el tratamiento 1, el mayor número de yemas se encontró en los árboles marcados 18 y 24 con 15 yemas terminales para cada árbol, y el menor número en los árboles 21, 33 y 41 con 0 yemas (Figura 5). En los árboles que no emitieron yemas fue a causa de las termitas (comején) que había en el sitio. El daño resultante viene de que éstas establecen sus nidos en el tronco y cubren partes importantes del área productiva del árbol.
En el tratamiento 2, el mayor número de yemas se dio en los árboles 6, 26 y 54 con 15 yemas terminales y el menor número se localizó en los árboles 7, 29 y 33 con 4 yemas (Figura 6). Esto se explica porque a menor entrada de luz en los árboles, menor será la emisión de yemas y se vio reflejada esa condición en este tratamiento.
La emisión de yemas terminales puede inducirse por medio de una poda y el resultado arroja que en los primeros 20 centímetros del tronco se localizan la mayor cantidad de yemas que posteriormente serán los árboles productivos (Figura 7). Con la poda, dejando 50% de sombra, se observó que las yemas terminales pueden encontrarse desde los primeros 5 cm hasta los 20 cm, esto proporciona mayor opción para el productor ya que así se escogerá qué yema deberá dejar producir. La poda es una práctica que permite incrementar rendimientos y mejorar cacaotales viejos, pocos productivos o abandonados a través de la inducción de nuevas y vigoras yemas terminales (Enríquez, 1987).
En el segundo tratamiento (80% de sombra) las yemas terminales fueron localizadas más cerca de los 20 cm del tronco. La poda, que no fue tan severa, trajo como consecuencia la poca producción de yemas terminales en el tronco. La sombra excesiva en el árbol de cacao no permitió la salida de yemas terminales cerca del suelo (Figura 8).
Análisis estadístico
Los resultados mostraron diferencias estadísticas significativas para la variable tratamiento (p> 0.0001) sobre el rendimiento del cacao.
El sitio con mayor poda presento una mejor respuesta en emisión de yemas terminales y en rendimiento, mientras que el sitio B (menos poda) produjo menos yemas terminales y menos rendimiento (Cuadro 1).
Cuando una plantación es muy alta, vieja o en condiciones de abandono, se realice podas, se elimine ramas bajas y entrecruzadas, que se regule el nivel de sombra de árboles, lo que permitirá mayor entrada de luz, mayor circulación de aire y aumentará la producción de mayores yemas terminales dando resultado el aumento en la producción de frutos por árbol (Valdés, 1988).
Estos resultados son similares a los alcanzados por Pike (1933) en Trinidad y Tobago con dos árboles de tres años de edad, que fueron tratados: a) podado enteramente, cortando sus ramas principales a la altura de la horqueta; y b) podado livianamente, cortando solo una parte de sus ramas. Los resultados fueron que el árbol podado fuertemente, se encontró yemas terminales más cerca del corte. En el árbol podado livianamente el mayor porcentaje de yemas terminales emitidos fueron de ramas de abanico. Aunado a esto, la mayor producción de frutos se reflejó en la poda fue completa.
De acuerdo a Piasentin y Klare-Repnik (2004) es posible producir cacao sin sombra, y la productividad es mayor a pleno sol, pero se presenta el inconveniente de que es necesario disponer de riego, fertilización y un control permanente de plagas y enfermedades, lo que aumenta el costo de producción. Como consecuencia de este manejo, la longevidad de la planta se reduce significativamente, debido a la continua excesiva actividad fisiológica.
Conclusión
Después de la poda de copa en el cacaotal, se registró una mayor productividad en el tratamiento 1 donde se tuvo mayor incidencia de luz solar. Entonces, para aumentar la productividad se requiere de una poda, y mediante esto se inducirá a un número mayor de emisión de yemas terminales dando nuevos árboles madres y frutos sanos.
La poda genera mayor beneficio ya que las plantas interceptan mayor luz, y favorece la emisión de yemas más cerca del suelo y genera una mayor producción de contrastante a plantaciones de cacao con menos luz.
Por lo tanto, la poda en el agroecosistema cacaotal constituye un factor favorable para solucionar el problema de la baja productividad en planeaciones de cacao viejo.