Introducción
En México se cultivan 191 016 hectáreas de mango (Mangifera indica L.) y se producen más de 1.78 millones de toneladas de fruta, con un valor superior a los $5.44 mil millones de pesos mexicanos. Guerrero es el principal estado productor de mango, aportando 20% de la producción nacional con 25 307 ha, con rendimientos promedio de 15.5 t ha-1 (SIAP, 2016). Las regiones con mayor producción y superficie sembrada son Costa Grande, Costa Chica y Tierra Caliente, donde predomina el cultivar Manila con 33% de la superficie, seguida por ‘Ataulfo’, Haden, Criollos, Tommy Atkins, y Kent con 30, 16, 14, 05 y 01% respectivamente (SIAP, 2016). De la cadena productiva de mango dependen alrededor de 7 000 productores rurales, e indirectamente: proveedores, contratistas y jornaleros (RDS, 2003).
El mango en Guerrero enfrenta diversos problemas fitosanitarios, entre los cuales destaca una plaga emergente de importancia económica de reciente detección, la escama blanca del mango (EBM), Aulacaspis tubercularis Newstead (Hemiptera:Diaspididae), registrada en el año 2003 por primera vez en huertas de mango del municipio de Compostela, Nayarit, México. Posteriormente, se dispersó a otras áreas productoras de Nayarit, que afectó aproximadamente 10 000 ha (Urías, 2006; García-Álvarez et al., 2014), actualmente se distribuye en otros estados de México.
La hembra de A. tubercularis tiene forma ovalada, plana y de color blanco transparente, se localiza en las hojas tanto del haz como del envés (Peña y Mohyuddin, 1997; Moharum, 2012) y en la superficie de los frutos (Urías y Flores, 2005; Urías-López et al., 2010). Cuando las poblaciones de ninfas de A. tubercularis son altas, ocasiona la caída de hojas y muerte de ramas (Hodges et al., 2005). Sin embargo, las colonias de EBM causan el mayor daño económico debido a las manchas cloróticas que ocasionan en la superficie de los frutos, condición que demerita su calidad para exportación, pues existen reportes de 50% de frutos rechazados por empacadoras (Hodges et al., 2005; Isiordia-Aquino et al., 2011; Juárez-Hernández, 2014).
La abundancia temporal de EBM en Guerrero tienen dos incrementos poblacionales, el primero de mayo a agosto y el otro de diciembre a febrero; esta plaga a pesar que se presenta en todas las ramas de los árboles orientadas hacia los cuatro puntos cardinales, las poblaciones son más abundantes en los lados sur y norte; además, se detectó que la temperatura y el viento se correlacionan positivamente con mayor abundancia de escamas, mientras la precipitación y humedad relativa se correlaciona negativamente (Noriega et al., 2016).
Debido a los incrementos de la superficie infestada y la densidad de las poblaciones de la EBM en los últimos años en Guerrero, se requiere mayor conocimiento de las áreas afectadas y del grado de infestación para la toma de decisiones en su control. Por lo que el objetivo de este trabajo fue generar información sobre la distribución e intensidad de infestación de la plaga en los diferentes cultivares de mango en las regiones productoras del estado de Guerrero.
Materiales y métodos
Área de estudio. El estado de Guerrero se localiza entre 16°18’ y 18°48’ de latitud norte y entre 98°03’ y 102°12’ de longitud oeste. El clima predominante es cálidos subhúmedos Aw (63.94 %), seguido por semicálidos subhúmedos (A)C(w) (20.99%) principalmente (García, 2004; INEGI, 2016). En el primero (Aw) se ubican las principales áreas productoras de mango en altitudes de 0 hasta los 750 m.
Muestreo. Para determinar la distribución de la EBM en el estado, de 2012-2013 a 2013-2014 se muestrearon diferentes huertos comerciales de mango, de las principales áreas productoras de estado, utilizando el padrón parcelario del Consejo Estatal de Mango en Guerrero. Debido a la extensión del área productora, esta fue dividida en seis regiones, Tierra Caliente, Norte, Centro, Acapulco, Costa Grande y Costa Chica, cuya delimitación fue considerada por municipio y localidades. En cada localidad se seleccionaron huertas con una extensión de una hectárea para el muestreo.
En cada huerto se realizó un solo muestreo, durante el periodo de mayor abundancia poblacional de la plaga, desde el crecimiento de los frutos a la cosecha (enero a mayo) de cada ciclo de producción. El muestreo se realizó en los principales cultivares de mango, Manila, ‘Ataulfo’, Tommy Atkins, Haden, Kent y el denominado Criollo. Para ello se utilizó la metodología sugerida por Urías-López et al. (2010)), que consiste en seleccionar cinco árboles por huerto tomando en cuenta el tamaño, edad y apariencia uniforme; en cada árbol se marcan cuatro ramas orientadas a los puntos cardinales. De cada rama se seleccionaron dos hojas de la parte media del entrenudo, del penúltimo flujo vegetativo estacional. En ambos lados de cada hoja, se hizo un conteo de hembras y colonias (machos) de la escama.
También se consideró el porcentaje de frutos infestados, por lo que se seleccionaron al azar cuatro brotes con presencia de frutos. En todos los frutos de cada brote seleccionado se determinó la presencia de hembras y colonias de escamas. El cálculo del porcentaje de frutos infestados se realizó considerando la presencia de frutos con presencia de cualquier estado biológico y los frutos libres de la plaga. Como características de los huertos, se anotaron datos devariedad, altura sobre el nivel del mar y la edad del huerto (mayor o menor a 10 años).
En el primer ciclo de producción 2012-2013 se muestrearon 46 huertos comerciales, situados en 42 localidades de los principales municipios productores de mango del estado. En Tecpan de Galeana, se muestrearon nueve huertos, en Cuanjinicuilapa (ocho huertos), en Coyuca de Benítez (cuatro huertos), en Atoyac de Álvarez, Acapulco, Florencio Villareal, Juchitán y Marquelia (tres huertos/municipio), en Iguala, Benito Juárez y Arcelia (dos huertos/municipio), Juan R. Escudero, Copala, Tepecoacuilco y Cutzamala (un huerto/municipio).
En el segundo ciclo 2013-2014 se muestrearon 61 huertos comerciales, situados en 42 poblados de los municipios de: Tecpan de Galeana (13 huertos), en la Unión de Isidoro Montes de Oca (12 huertos), Petatlán (nueve huertos), Atoyac y José Azueta (seis huertos/municipio), Cuajinicuilapa (cinco huertos), Marquelia y Coyuca de Benítez (tres huertos/municipio) y Florencio Villareal (dos huertos).
Base de datos. Cada huerto muestreado fue georreferenciado con GPS, formando con ello una base de datos unificada. Para la elaboración de la cartografía se utilizó el sistema de información geográfica Arc Map 10, así como del modelo digital de elevación de INEGI, las capas de división política estatal, batimetría y estados fronterizos de la CONABIO, el patrón parcelario de SAGARPA. De igual forma, como lo indica SINAVEF (2010), se estandarizó la presentación cartográfica con la finalidad de que la información fuera más legible, clara y atractiva para el usuario.
La principal fuente de información para identificar la distribución geográfica de las áreas productoras de mango en México, fue el padrón parcelario, el cual emite un padrón real de las parcelas en campo. Este padrón fue obtenido por medición directa en las parcelas de los productores, mediante cuadrillas con equipos de GPS; a diferencia de las superficies que reporta la propia SAGARPA vía el SIAP, las cuales son estimadas a partir de entrevistas con los productores y por lo tanto reflejan solo la superficie reportada.
La cartografía de la distribución geográfica espacial de la EBM, se elaboró a partir de muestreos en huertos comerciales con presencia de hembras, colonias y ambos (totales) por hoja y por fruto. Para conocer la incidencia por huerto se promediaron los datos por hoja, rama y árbol, clasificando la incidencia según Cuadro 1.
Análisis estadístico. Se realizaron análisis de varianza de las variables en estudio (densidad poblacional de las colonias, hembras y total de EBM para las localidades, municipios y cultivares), mediante un diseño de bloques al azar con cinco repeticiones, considerando cada árbol como repetición. Para su comparación se utilizó la prueba de Tukey (p<0.05), los análisis se realizaron con el programa SAS (SAS, 2010).
Resultados y discusión
Distribución por localidad. La presencia de la EBM fue detectada en algunas localidades del estado de Guerrero (Cuadro 2), donde se observan catorce localidades con alta incidencia, con valores de 2.91 hasta 1.23 total escamas/hoja, con diferencias significativas entre varias localidades (p≤ 0.05); por ejemplo, San Jerónimo, municipio de Benito Juárez mostró 2.91 totales escamas/hoja seguida por 4 localidades de Tecpan de Galeana, tres de La Unión I. M. de Oca, dos de la Juchitán y una de Florencio Villareal, Marquelia, Petatlán y Coyuca de Benítez. Una incidencia media se observó en trece localidades, con 1.04 a 0.45 total escamas/hoja, con diferencias significativas (p≤ 0.05); tres localidades pertenecientes al municipio de Cuajinicuilapa y las otras a una localidad por cada uno de los 12 municipios de las regiones Costa Chica y Grande del estado. Una incidencia baja se observó en dieciséis localidades con 0.41 a 0.03 total escamas/hoja, donde la prueba estadística no detectó diferencia significativa, en 12 localidades de seis municipios de la región Costa Grande y dos localidades del municipio de Cuajinicuilapa y una de Marquelia.
Finalmente, sin incidencia se observaron cuatro localidades de Petatlán y de Cuajinicuilapa, tres localidades de Tecpan de Galeana y La Unión de Isidoro Montes de Oca; dos localidades de Juan R. Escudero, Iguala, Arcelia y Cutzamala y una localidad en Copala, Marquelia, Tepecoacuilco y José Azueta con valores de cero escamas, donde la prueba estadística no detectó diferencias significativas entre localidades que están en intermedia y baja incidencia.
Distribución por municipio. En el Cuadro 3 se observa la distribución de la EBM a nivel municipal, donde la más alta incidencia fue en Benito Juárez, con 2.91 total escamas/hoja, con diferencias significativas con los 17 municipios restantes (p≤ 0.05); en Juchitán, Marquelia y Tecpan de Galeana se tuvieron valores de 1.25 y 1.23, que mostro diferencias significativas (p≤ 0.05) con 7 municipios. Ocho municipios tuvieron incidencias de 1.09 a 0.42 total escamas/hoja que no tuvieron diferencias significativas con los municipios donde no se detectó EBM.
Las regiones donde no se localizó EBM fueron Tierra Caliente, Norte y Centro. En las demás regiones de Costa Grande y Costa Chica se localizaron nueve localidades sin presencia de EBM; sin embargo, en localidades contiguas si hubo una alta incidencia.
Distribución por cultivar. En el Cuadro 4, se muestra la incidencia de EBM por cultivar, donde Manila mostró valores más altos, con 1.99 total escamas/hoja, con diferencias significativas (p≤ 0.05) con los demás cultivares. Tommy Atkins, Ataulfo, Haden y Kent tuvieron valores de 0.78, 0.75, 0.62 y 0.01, con diferencias significativas (p≤ 0.05) con el criollo que mostró ausencia de EBM.
Distribución geográfica. La distribución espacial de incidencia promedio por hoja de colonias y totales (hembras + colonias) en Guerrero se presenta en las Figura 1 y 2. Esta cartografía permite visualizar de manera clara y práctica, el contexto geográfico en que se circunscribe la escama en el estado; además permite analizar en su conjunto la magnitud de la incidencia.
No obstante, que los mapas sean a escala a nivel estatal, se puede apreciar que la incidencia de colonias requiere atención en los municipios de Tecpan de Galeana, Benito Juárez y Marquelia. En tanto el riesgo por incidencia alta (total de hembras y colonias) es prioritario en La Unión de Isidoro Montes de Oca, Tecpan de Galeana, Benito Juárez, Juchitán, y Marquelia.
En la Figura 3 se muestra la distribución de las hembras, el cual contrasta con los otros dos mapas, debido a que la presencia de EBM en el estado, se asocia principalmente con hembras, lo cual es un foco de atención, debido que estas pueden disparar la clasificación actual de colonias “sin incidencia” en los demás municipios.
En este trabajo se detectó que la región de la Costa Grande, Acapulco y Costa Chica es donde se presenta la EBM. Está ausente por el momento en Tierra Caliente, Norte y Centro del estado. A pesar que, en algunos municipios del litoral costero, como Cópala, está ausente la EBM, es probable que se deba al poco movimiento y superficie de mango que se tiene en este municipio y a las barreras naturales que se tienen en las localidades del mismo.
En cuanto a los cultivares se observa que el más afectado es Manila, posteriormente Tommy Atking, Ataulfo y Haden, debido probablemente a que son los cultivares más ampliamente distribuidos en la Región de la Costera del estado. Finalmente, en Criollo donde no se localizó la EBM puesto que este material se muestreo en las áreas de producción donde aún no hay daños por EBM. En los mapas de distribución geográfica otro factor de análisis, es el ambiente, puesto que se observa que la escama se relaciona con temperatura y humedad relativa, que son los factores que dan rasgos en común a las áreas de mayor presencia de escama total en Guerrero, lo cual coincide con lo reportado por Miranda-Salcedo y Urías-López (2013), así como Noriega-Cantú et al. (2013), en cuanto a que los climas más cálidos con mayor humedad ambiental del área favorecen la presencia de la EBM.
Bajo condiciones de campo se encontró que la temperatura y el viento se correlaciona positivamente con la abundancia de A. tubercularis, mientras que la precipitación y humedad relativa se correlacionan negativamente (Noriega-Cantú et al., 2016). La altas incidencia de EBM se presenta cuando se incrementan las temperaturas medias y disminuye la precipitación, por lo que A. tubercularis es una plaga dependiente de la temperatura y condiciones secas (Urías-López et al., 2010). Sin embargo, es posible que debido a las condiciones de altas temperaturas y humedades relativas extremas que se presentan durante varios meses del año en algunos municipios de las regiones Tierra Caliente y Norte no prospera la escama blanca.
Conclusiones
A. tubercularis se encuentra en la Región de la Costa Grande, Acapulco y la Costa Chica, las cuales conforman el área de mayor producción de mango del estado de Guerrero.
No se detectó presencia de la escama blanca en las regiones Tierra Caliente y Norte.
La mayor incidencia de escama blanca a nivel municipal fue San Jerónimo, seguido por Juchitán, Marquelia y Tecpan de Galeana.
Los cultivares en los cuales se encontró mayor presencia de escama fueron Manila, Tommy Atkins, Ataulfo y Haden, seguidos de Kent. En mango criollo no se detectó presencia de la escama.