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Revista mexicana de ciencias agrícolas

versión impresa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.8 spe 19 Texcoco nov./dic. 2017

https://doi.org/10.29312/remexca.v0i19.669 

Artículos

Calidad poscosecha en mango ‘Kent’ con fertilización normal y alta

Yolanda Nolasco-González1  § 

Jorge Osuna-García1 

1Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Carretera Internacional México-Nogales km 6; Entrada Santiago Ixcuintla, Nayarit.. México. Tel. 01(55) 38718700, ext. 84417. (nolasco.yolanda@inifap.gob.mx).


Resumen

La fertilización es importante para obtener una producción con calidad de fruto. Este estudio se realizó durante el periodo de 2010 a 2014 en dos huertos de mango ‘Kent’ con condiciones diferentes de suelo en Nayarit, cuyo objetivo fue evaluar el efecto de la fertilización de sitio específico sobre la producción y calidad de frutos a cosecha y hasta madurez de consumo. Se evaluaron tres niveles de fertilización: 1) dosis normal (rendimiento de 20 t ha-1); y 2) dosis alta (dosis normal + 50%) y 3) sin fertilización (control). Se seleccionaron cinco árboles por tratamiento, marcando 20 panículas por árbol y cosechando 60 frutos en madurez fisiológica. Se determinó la producción (kg árbol-1), tamaño de fruto, apariencia externa, color de cáscara y pulpa, firmeza y sólidos solubles totales. Después de cosecha los frutos se almacenaron bajo simulación de mercadeo (22 ±2 °C; 70 ±10% HR), muestreando cada tercer día hasta madurez de consumo. Se encontró que la producción de dosis alta y normal fue superior al control. Se presentaron diferencias por localidad, años y dosis de fertilización sobre la calidad y vida de anaquel de los frutos, en pérdida de peso, color de cáscara y pulpa, firmeza y sólidos solubles totales durante el proceso de maduración a consumo. La dosis normal tuvo mejor efecto en alargar la vida de anaquel reflejándose en firmeza y color de pulpa. Las otras variables no presentaron diferencias entre dosis alta y normal, pero fueron superiores al control.

Palabras clave: Mangifera indica L.; dosis de fertilización; firmeza; sólidos solubles totales; tamaño

Abstract

Fertilization is important to obtain fruit-quality production. This study was conducted during the period from 2010 to 2014 in two ‘Kent’ mango orchards with different soil conditions in Nayarit, whose objective was to evaluate the effect of specific site fertilization on the production and quality of fruits to harvest and until maturity of consumption. Three levels of fertilization were evaluated: 1) normal dose (for a yield of 20 t ha-1); and 2) high dose (normal dose + 50%) and 3) without fertilization (control). Five trees were selected per treatment, marking 20 panicles per tree and harvesting 60 fruits at physiological maturity. Production (kg tree-1), fruit size, external appearance, shell and pulp color, firmness and total soluble solids were determined. After harvest the fruits were stored under market simulation (22 ± 2 °C; 70 ± 10% HR), sampling every third day until consumption maturity. It was found that the production of the high and normal dose was superior to the control without fertilization. There were differences by location, years and fertilization doses on the quality and shelf life of the fruits, in weight loss, peel and pulp color, firmness and total soluble solids during the ripening process for consumption. The normal dose had a better effect in lengthening shelf life, reflecting firmness and pulp color. The other variables did not show differences between high and normal doses, but were higher than control.

Keywords: Mangifera indica L.; fertilization dose; firmness; size; total soluble solids

Introducción

El mango ‘Kent’ es una de las principales variedades que se cultivan en México. En la región noroeste fue la variedad más producida con 141 063.9 t, por arriba de las variedades ‘Tommy Atkins’ y ‘Ataulfo’ durante el 2008 (SIAP, 2008). Esta variedad es tardía y generalmente se cosecha a finales de temporada (julio-agosto) lo que permite un mejor posicionamiento en el mercado, haciendo evidente la importancia del rendimiento y la calidad del fruto. De 2008 a 2014 en Nayarit los rendimientos han variado entre 7 y 14 t ha-1 (SIAP, 2015), lo que se puede atribuir a la falta de un programa de fertilización adecuado para mantener la productividad de los huertos. Una fertilización adecuada que abastece nutrimentos al árbol durante la etapa de fructificación en cantidad y momento oportuno favorece la producción, pero también la calidad y vida de anaquel de los frutos (García et al., 2015).

Sin embargo, el efecto de la fertilización sobre la maduración y calidad poscosecha de frutos puede ser no favorable si existe un desbalance de nutrientes en los tejidos del fruto, como se ha demostrado en varios estudios, como el de Sharma y Sing (2009) donde las deficiencias de B y Ca en pulpa de mango se relacionaron con el desarrollo de “Pitting” en cáscara, también Lin et al. (2013) lo atribuyeron a bajos niveles de Ca en fruto. Otro caso es el ablandamiento de pulpa en la punta del fruto ‘Kent’ (soft nose), atribuido a la baja concentración de Ca en la zona afectada del fruto (Burdon et al., 1991). Asimismo, Assis et al. (2004) encontraron que bajas concentraciones de Ca y Mg y alta relación de K/Ca y N/Ca, tanto en pulpa como en cáscara son indicadores de la aparición de desórdenes fisiológicos en mango ‘Tommy A’.

Entre tanto, algunos autores han encontrado un efecto correctivo con la aplicación foliar de Ca, resultando frutos con mayor firmeza y por consiguiente un retraso en la evolución de la maduración (Romero et al., 2006), lo que se atribuye a que el Ca forma parte de la pared celular con la función de fortalecer y regular la permeabilidad de la misma. En casos de excesos de fertilización, como el nitrógeno, Mackenzie (1993) reportó en cvs Keitt y Kent un menor desarrollo de color amarillo en epidermis y observaron manchas verdosas a concentraciones foliares superiores al 1.2%; de igual forma García et al. (2015) mencionan que la aplicación de dosis alta de fertilización favoreció el aumento en la tonalidad verde del color de cáscara en mango ‘Kent’.

Actualmente lo más recomendado es suplir los nutrientes que faltan en el suelo y restituir los elementos minerales extraídos en la cosecha. El estudio realizado por Xiuchong et al. (2001) en árboles con baja productividad, en suelos bajos en N y P con deficiencias en K, Mg y aplicaron fertilización balanceada durante cuatro años, resultando un promedio de 15 200 kg ha-1 y la calidad se mejoró en color, olor y sabor. Quijada et al. (2008) realizaron aplicaciones foliares de nitrato de potasio (6%) y de tiosulfato de potasio (1%), con lo que se incrementó el rendimiento por árbol y el contenido de sólidos solubles totales en los cv Irwin y Tommy Atkins, por otro lado, el nitrato de potasio incrementó la acidez titulable en ambas variedades.

De acuerdo a Salazar (2002) la fertilización en sitio específico considera el tipo y cantidad de nutrientes requeridos en cada huerto por lo que su uso incrementa a corto plazo la producción y calidad del fruto. García et al. (2015), durante un ciclo productivo aplicaron en mango ‘Kent’ tres niveles de fertilización: normal, alta (50% más de la normal) y control (sin fertilización), concluyendo que la calidad y vida de anaquel de los frutos fue afectada por los niveles de fertilización, presentado diferencias en la intensidad respiratoria, firmeza, sólidos solubles, acidez y color de cáscara en el proceso de maduración a consumo. Por lo tanto, este estudio se realizó con el objetivo de evaluar la influencia de la fertilización de sitio específico sobre la producción, tamaño de fruto, calidad inicial, vida postcosecha y calidad a consumo del cv Kent durante 2010 a 2014.

Materiales y métodos

Se seleccionaron dos huertos de mango ‘Kent’ en el estado de Nayarit, con clima cálido subhúmedo (García, 1998) y tipos de suelo contrastantes, ambos ubicados a una altitud de 193 m. 1) El huerto de Buenavista, municipio de Acaponeta ubicado en la zona norte del estado a 27’ 22” de latitud norte y 105º 27’ 00.5” de longitud oeste, con suelo Cambisol éutrico Fluvisol éutrico + Solonchak órtico (Be + Je + Zo /2) de textura media y precipitación media anual de 1308 mm y 2) el huerto de Las Palmas, municipio de San Blas, ubicado en la zona centro del estado a 21º 36’ 41.1” de latitud norte y 105º 11’ 17.0” de longitud oeste, con suelo Acrisol húmico Cambisol crómico (Ah + Bc /3P) de textura fina pedregosa y precipitación media anual de 1 453 mm.

Del año 2010 a 2014 se manejaron tres niveles de fertilización, el cálculo de las dosis de fertilización se realizaron de forma independiente por huerto: 1) dosis normal, considerando la demanda nutrimental del árbol para obtener una meta de producción de 20 t ha-1, la cantidad de nutrimentos removidos por el fruto, la remoción total de los nutrimentos, la densidad de plantación, lo invertido por el árbol en su biomasa, la eficiencia de la fertilización, la proporción de nutrimentos que son reciclados por el árbol y suelo, el diagnóstico nutrimental foliar y la concentración del producto comercial (Salazar, 2002); 2) dosis alta, con un 50% adicional a la dosis normal; y 3) el control, sin fertilización.

Cada tratamiento se aplicó manualmente a 20 árboles por huerto, en banda de 50 cm de ancho y 15-20 cm de profundidad. La distribución se realizó alrededor del árbol e inicialmente a 1.5 m del tronco. En el momento de antesis se seleccionaron cinco árboles de cada tratamiento y se marcaron 20 panículas por árbol con el fin de cosechar frutos en madurez fisiológica y edad similar para minimizar la desuniformidad del grado de madurez al momento de cosecha, la cual se realizó a 1800 unidades calor acumuladas de acuerdo a la metodología de Osuna et al. (2007) . En cada huerto se cosecharon 60 frutos por tratamiento. Los muestreos de calidad en fruto se realizaron a la cosecha y luego durante el almacenamiento en simulación de mercadeo (22 ±2 ºC; 70 ±10% HR) hasta madurez de consumo. Para la variable de tamaño de fruto, peso y calibre se evaluaron 50 frutos, para pérdida de peso 10 frutos y para apariencia externa, color de cáscara y pulpa, firmeza y sólidos solubles totales se evaluaron 6 frutos por muestreo.

El tamaño de fruto se realizó midiendo el largo y el ancho paralelo a la semilla con un vernier digital modelo 3415 (Control Company, Friendswood, TX, USA) y pesando el fruto con una báscula portátil digital con capacidad de 2 000 g y aproximación de 0.1 g (Ohaus corp Florham Park, NJ, USA). El calibre indica el número de frutos que se pueden colocar en un empaque de 4.536 kg, equivalente a 10 libras de peso, con base a la norma NMX-FF-058-SCFI-2006 y se determinó respecto al peso del fruto de acuerdo a lo establecido por las empacadoras de mango para exportación. La pérdida de peso se determinó periódicamente hasta madurez de consumo, expresándose como la diferencia de peso con respecto al peso inicial en porcentaje.

La apariencia externa se evalúo con una escala visual donde 0= excelente; 1= buena; 2= regular; y 3= mala. El color de cáscara y pulpa se midió con un colorímetro portátil CR-10 (Konica Minolta, Japan). En cáscara se utilizó el espacio de color L*, a* y b*, reportando ‘a*’, que indica la intensidad del color verde y su vire a amarillo. Mientras que en pulpa se utilizó el espacio de color L*, C y H, reportando ‘Hue’ el ángulo de tono que indica el tono del color. La firmeza en se midió con un penetrómetro Chatillón Modelo DFE-050 (Ametek Instruments, Largo, FL) equipado con punzón cilíndrico de 10 mm de diámetro y se expresó en Newtons (N). Los sólidos solubles totales (SST) se reportaron en °Brix y se determinaron con un refractómetro digital modelo PAL-1 (ATAGO, Japan) colocando 4 a 6 gotas de jugo del fruto para cubrir el prisma.

Las evaluaciones en calidad de fruto se realizaron en los años 2010, 2011, 2012 y 2014; el 2010 se consideró el año base donde se evaluaron los frutos cosechados de los árboles aún sin fertilización. Los tratamientos de fertilización se aplicaron después de esa primera cosecha. El diseño experimental fue un completamente al azar, utilizado los factores año, localidad y tratamiento, con cinco repeticiones (árboles) por tratamiento. Se realizó un análisis de varianza y comparación de medias con la prueba de rango múltiple de Waller-Duncan (p= 0.05) con el paquete estadístico SAS V. 9.3 (SAS, 2002).

Resultados y discusión

Producción

En el año 2010, sin fertilización, hubo diferencias significativas de producción entre localidades. En el huerto de Las Palmas hubo diferencias en producción, donde los árboles seleccionados para aplicar dosis alta y normal tuvieron mayor rendimiento respecto al control, pero en general tuvo un promedio de 73.8 kg árbol-1. Los siguientes años, ya aplicados los tratamientos de fertilización, se observó una tendencia de incremento en la productividad en todos los tratamientos, donde el control siempre presentó menor producción.

En el año 2011 aumentó la producción y en 2012 disminuyó, pero se recuperó en 2013. Salazar et al. (2003) aplicaron la FSE en cultivo de aguacate obteniendo el año inicial un intenso incremento en el rendimiento, pero los años posteriores mostraron un efecto de moderada alternancia en el rendimiento. Por otro lado, en el huerto de Buenavista no hubo diferencias en rendimiento para el 2010, con un promedio de 131.8 kg árbol-1, pero los siguientes años la dosis normal tuvo mayor producción respecto a la dosis alta y el control, este último con la más baja producción (Cuadro 1). Esto indica que la dosis normal es suficiente para mejorar la productividad, ya que la dosis alta podría no ser benéfica y representar un gasto excesivo de fertilizantes, pero ambas dosis son mejor que el control. Asimismo, Salazar et al. (2014) en mango ‘Kent’ obtuvieron la mayor producción de fruto (138.2 kg árbol-1) con una dosis normal, mientras que para mango ‘Tommy A.’ la mayor producción se obtuvo con la dosis alta.

Cuadro 1 Efecto de los tratamientos de fertilización sobre la producción de frutos (kg árbol-1) de mango ‘Kent’. 

Dosis Año
2010 2011 2012 2013 2014
Las Palmas, San Blas
Normal 78 ab 148.5 a 57.15 a 163.5 a
Alta 85.5 a 127.5 a 54.3 a 141 a
Control 57.8 b 92.3 b 45.15 a 80.2 b
Buenavista, Acaponeta
Normal 143.3 a 162 a 161 a 166.8 a 154.5 a
Alta 124.5 a 145.5 b 151.9 a 114.0 b 122.3 b
Control 127.5 a 121.5 c 162 a 100.2 c 105 c

Medias con la misma letra en columna son estadísticamente iguales (Waller-Duncan p≤ 0.05).

Tamaño de fruto en longitud, diámetro, peso y calibre

Los frutos de 2010 sin aplicación de tratamientos presentaron un peso promedio de 525.8 g y 77% de los frutos tuvieron calibres entre 8 y 10. En Buenavista los frutos tuvieron menor tamaño que los de Las Palmas, con 478.6 g y 573 g respectivamente. En el Cuadro 2 se muestra que el efecto de los factores año, localidad y dosis, tuvo diferencias significativas en las variables de tamaño excepto el calibre. El calibre se considera que no fue significativo debido al amplio rango en peso correspondiente a cada calibre. Por localidad, los frutos de Buenavista fueron superiores (427.3g) con respecto a los de Las Palmas (341 g), indicando un efecto positivo en aumento de tamaño, respecto al año base.

Cuadro 2 Tamaño de frutos de mango ‘Kent’ en longitud, diámetro, peso y calibre con aplicación de diferentes tratamientos de fertilización durante los años 2011, 2012 y 2014. 

Factor Longitud(mm) Diámetro (mm) Peso(g) Calibre
Año
2011 102.6 b 74.7 c 358.6 c 13.3 a
2012 102.1 b 78.5 b 399.9 b 12.1 a
2014 113 a 79.9 a 447.3 a 13.1 a
Localidad
Las Palmas 98.7 b 74 b 341 b 13.9 a
Buenavista 108.3 a 79.4 a 427.3 a 12 a
Dosis
Normal 105 a 77.3 ab 401.1 a 12 a
Alta 104.5 a 77.7 a 397.2 a 12.2 a
Control 103.9 a 76.7 b 380.2 b 14.2 a

Medias con la misma letra dentro de columna y factor son estadísticamente iguales (Waller-Duncan p≤ 0.05).

En los años de fertilización se observa una tendencia de aumento de tamaño, donde 2014 mostró los frutos con valores más altos en longitud, diámetro y peso, esto puede indicar un efecto favorecedor de la fertilización año tras año sobre el tamaño de los frutos. En los tratamientos de fertilización en cuanto a longitud y calibre no se tuvieron diferencias significativas, pero si las hubo para diámetro y peso, donde el control tuvo los valores más bajos respecto a la dosis normal y alta, las cuales estadísticamente no tuvieron diferencias, pero numéricamente la dosis normal tuvo frutos de mayor peso y por consecuencia menor calibre, esto indica que la dosis alta tiene un efecto menos favorecedor y que no es necesario una dosis alta para obtener frutos de buen tamaño.

Esto concuerda con Salazar et al. (2014) donde en mango ‘Kent’ con dosis normal y alta obtuvieron mayor producción de frutos calibre 12 (350-414 g). De acuerdo a la norma mexicana de calidad para mango fresco de exportación los calibres de comercialización aceptable son entre 7 y 14 (648 y 324 g); así pues, 100% de los frutos con fertilización tuvieron calibres aceptables, dentro de un tamaño mediano.

Pérdida de peso

La pérdida de peso (PP) en frutos de 2010 a los 13 DDC no tuvo diferencias significativas entre localidades, con 8.2% para Las Palmas y 7.6% en Buenavista. Los siguientes años con la aplicación de los tratamientos de fertilización, la PP a consumo fue significativa para los factores año, localidad y tratamientos (Cuadro 3). Por localidad, los frutos de Buenavista tuvieron mayor PP. Desde cosecha hasta madurez de consumo (12 días), la PP en los frutos tuvo una tendencia a aumentar, con diferencias significativas entre años, donde los frutos de 2014 tuvieron menor PP (5.2%) y los de 2011 una mayor PP (7.4%) a consumo con 12 DDC. A los 7 DDC en 2011 se tuvo una PP de 5.4%, mientras que los frutos de 2012 y 2014 alcanzaron esos porcentajes de a los 12 DDC, lo que indica un incremento en la vida de anaquel de los frutos.

Cuadro 3 Pérdida de peso (%) en frutos de mango ‘Kent’ con diferentes tratamientos de fertilización durante los años 2011, 2012 y 2014 en dos localidades. 

Factor Etapa de muestreo
Inicial (0 DDC) Intermedia (7 DDC) A consumo (12 DDC)
Año
2011 0 a 5.4 a 7.4 a
2012 0 a 3.4 b 5.6 b
2014 0 a 3.3 b 5.2 c
Localidad
Las Palmas 0 a 3.6 b 4.5 b
Buenavista 0 a 4.6 a 7.2 a
Dosis
Normal 0 a 4.4 a 6.4 a
Alta 0 a 4.2 a 6.2 a
Control 0 a 4 b 5.8 b

Medias con la misma letra dentro de columna y factor son estadísticamente iguales (Waller-Duncan p≤ 0.05).

En mango ‘Kent’ durante 12 días a 20 °C se reportó una PP de 2.5% (Siller et al., 2009), mucho menor a la encontrada en este estudio, lo que se atribuye a la temperatura de almacenamiento. En mango ‘Haden’ se reportó 5.8% de PP a los 9 días a temperatura ambiente (Romero et al., 2006). La PP puede deberse principalmente a la transpiración que ocurre a través de las lenticelas, así como al aumento del metabolismo respiratorio y producción de etileno provocado por un tratamiento estresante (Mitra y Baldwin, 1997).

Por efecto de la dosis de fertilización, el control tuvo menor pérdida de peso respecto a la dosis normal y alta, éstas sin diferencias significativas. Lo anterior podría indicar que la dosis normal y alta incrementa la actividad metabólica durante el proceso de maduración, contrario a lo reportado por García et al. (2015) en mango ‘Kent’ con fertilización alta y el control, la intensidad respiratoria fue menor. En otros estudios también reportan menor respiración durante la maduración y pérdida de peso por aplicación de Ca en mango “Haden” (Mulkay et al., 2003; Romero et al., 2006).

Por otra parte, los frutos que presentan una pérdida de peso superior al 5%, pueden originar un producto comercialmente inaceptable (Luna et al., 2006), valor que se rebasó en este estudio; sin embargo, hay que considerar la apariencia externa para determinar la aceptabilidad. Aunque no se muestran los datos de apariencia externa, ésta se mantuvo de excelente a buena (0-1) desde cosecha hasta los 12 DDC en consumo y en los tratamientos no hubo diferencias significativas en apariencia, siendo de buena a excelente desde la cosecha hasta consumo.

Color de cáscara

El color en mango es una de las características fisicoquímicas más importantes en el proceso de maduración y uno de los principales criterios de aceptación de los consumidores (Slaughter, 2009). En los frutos de 2010 el desarrollo de color en cáscara hasta madurez de consumo (a*= 6.9) fue bajo en comparación con los siguientes años donde se aplicaron los tratamientos de fertilización. La tendencia en el desarrollo de color en cáscara fue a aumentar el valor de a*, iniciando en valores negativos y alcanzando valores positivos por la degradación de la clorofila y aparición de los carotenoides que proporcionan los colores amarillos (Ornelas et al., 2008). En el Cuadro 4 se muestra que inicialmente y a los 7 DDC no se tuvieron diferencias significativas por localidad, pero a madurez de consumo (12 DDC) hubo mayor degradación del color verde en los frutos de Buenavista. En el factor año si hubo diferencias de color en cáscara en la cosecha, pero a madurez de consumo alcanzaron valores similares.

Cuadro 4 Color de cáscara (a) en frutos de mango ‘Kent’ con diferentes tratamientos de fertilización durante los años 2011, 2012 y 2014 en dos localidades. 

Factor Etapa de muestreo
Inicial (0 DDC) Intermedia (7 DDC) A consumo (12 DDC)
2011 -6.9 b -7.1 b 11.1 a
2012 -3.6 a -9.6 a 13.4 a
Localidad
Las Palmas -4.9 a 2.7 a 8.9 b
Buenavista -5.6 a -0.3 a 15.5 a
Dosis
Normal -6.3 a 2.3 a 15.3 a
Alta -5.3 a 0.7 a 8.4 b
Control -4.2 a 0.7 a 13 a

Medias con la misma letra dentro de columna y factor son estadísticamente iguales (Duncan p≤ 0.05).

En cuanto al efecto de las dosis, a consumo (12 DDC) la dosis alta presentó mayor intensidad en el color verde que los otros tratamientos, lo cual se puede adjudicar a la alta cantidad de nutrientes. Se ha reportado en estudios que la presencia de nitrógeno en los niveles de fertilización normal y alta en mango ‘Kent’ aumentó la tonalidad verde del color de fondo de los frutos (García et al., 2015) y que la fertilización en mango ‘Tommy Atkins’ con sulfato de calcio contribuyó a mantener el color verde de la cáscara (Arizaleta et al., 2001).

Color de pulpa

El cambio de color en pulpa se debe a la aparición de nuevos compuestos carotenoides que provocan que el color cambie constantemente durante el proceso de maduración dando una pigmentación amarillo naranja del mesocarpio del mango (Ornelas et al ., 2008). Así pues, en el 2010 se inició con un promedio de H= 83.25 °, sin diferencias entre localidades, alcanzando hasta H= 63.7° a madurez de consumo. La disminución de los valores de Hue desde cosecha a consumo indica el incremento de la intensidad del color amarillo naranja en pulpa. Para los años 2011, 2012 y 2014 con la aplicación de las dosis, a cosecha los frutos alcanzaron el grado óptimo, con color amarillo huevo en 100% de la pulpa (H> 83°). Entre años de fertilización hubo diferencias significativas, con una tendencia a disminuir la intensidad de color en 2014, presentando valores más altos, lo que indicaría que la fertilización consecutiva retrasó el desarrollo de pigmentación en pulpa (Cuadro 5).

Cuadro 5 Color de pulpa (Hue) en frutos de mango ‘Kent’ con diferentes tratamientos de fertilización durante los años 2011, 2012 y 2014 en dos localidades. 

Factor Etapa de muestreo
Inicial (0 DDC) Intermedia (7 DDC) A consumo (12 DDC)
Año
2011 81.7 c 76.5 b 69.2 c
2012 82.6 b 74.1 c 73.8 b
2014 90.7 a 88.8 a 78.8 a
Localidad
Las Palmas 81.8 b 73.6 b 70.9 b
Buenavista 85.2 a 81.0 a 74.4 a
Dosis
Normal 84.5 a 78.6 a 74.4 a
Alta 83.4 b 78.5 a 72.2 b
Control 83.7 b 76.8 b 72.4 b

Medias con la misma letra dentro de columna y factor son estadísticamente iguales (Waller-Duncan p≤ 0.05).

Los frutos de Las Palmas presentaron mayor desarrollo de color amarillo naranja que los de Buenavista a madurez de consumo (12 DDC). Respecto a las dosis hubo diferencias significativas, la normal desarrolló en todas las etapas de muestreo menor intensidad en el color de pulpa que el alta y el control; pero la diferencia numérica es sólo de dos grados Hue, que visualmente es imperceptible (Cuadro 5). Valores mayores (79 ± 3.3°) fueron reportados en mango ‘Kent’ a los 12 DDC a 20 °C (Siller et al., 2009). En lo reportado por García et al. (2015) en mango ‘Kent’ no hubo diferencias entre los tres niveles de fertilización, indicando que no hubo efecto de la fertilización.

Firmeza de pulpa

En el proceso de maduración de la pulpa de mango hasta madurez de consumo (12 DDC) se tuvo la tendencia a disminuir la firmeza, lo que se atribuye a la degradación de los amiloplastos por hidrólisis de los almidones producidos en fotosíntesis, los cuales al hidrolizarse producen carbohidratos de bajo peso molecular solubles en agua, que se refleja en el aumento de los sólidos solubles (Yashoda et al., 2007). La firmeza de los frutos de 2010 no tuvo diferencias significativas entre localidades tanto a cosecha como a consumo, con 199.8 N y 17.15 N respectivamente.

En los años con la aplicación de las dosis de fertilización (Cuadro 6), hubo diferencias significativas por localidad, donde los frutos de Buenavista tuvieron mayor firmeza que los de Las Palmas. En el factor año hubo diferencias significativas, en 2014 los frutos siempre mantuvieron mayor firmeza con respecto a 2011 y 2012 en todos los muestreos. Esto indicaría que al igual que en color de cáscara, hay un efecto residual acumulativo de nutrientes con la aplicación de la fertilización con los años que podrían retardar el proceso de ablandamiento de los frutos. Sin embargo, en las dosis de fertilización hubo diferencias significativas a cosecha, la dosis normal tuvo mayor firmeza que la dosis alta y el control, pero todos estuvieron por arriba del valor mínimo aceptable de 121.6 N (Báez, 1998).

Cuadro 6 Firmeza (N) en frutos de mango ‘Kent’ con diferentes tratamientos de fertilización durante los años 2011, 2012 y 2014 en dos localidades. 

Factor Etapa de muestreo
Inicial
(0 DDC)
Intermedia
(7 DDC)
A consumo
(12 DDC)
Año
2011 223.8 b 77.2 b 14.5 b
2012 211.5 b 30.6 c 13.5 b
2014 269.7 a 176.4 a 18.6 a
Localidad
Las Palmas 158.3 b 22.6 b 10.7 b
Buenavista 274.5 a 115.6 a 17.8 a
Dosis
Normal 245.7 a 87.1 a 17.4 a
Alta 227.8 b 88.7 a 13.3 b
Control 210.7 b 59.4 b 14.1 b

Medias con la misma letra dentro de columna y factor son estadísticamente iguales (Waller-Duncan p≤ 0.05).4019

A madurez de consumo el control al igual que la dosis alta alcanzaron valores de firmeza por debajo de la calidad aceptable (17.15 - 19.6 N) según Mitcham y MacDonald (1992), mientras que la dosis normal mantuvo los frutos con mayor firmeza, lo que indicaría un efecto favorable en la vida de anaquel de los frutos. Estos resultados fueron muy diferentes a los reportados por García et al. (2015) en mango ‘Kent’ donde el nivel de fertilización alta y el control retardaron la firmeza de manera significativa respecto al nivel normal en los primeros cinco días, pero a los ocho días la firmeza del control fue mayor.

Sólidos solubles totales

Los sólidos solubles totales (SST) es uno de los parámetros fisicoquímicos de mayor interés en el proceso de maduración, ya que el fruto se vuelve más dulce y por ende más apetecible para el consumidor (Quintero et al., 2013). En el año 2010 los SST desde cosecha a consumo fluctuaron de 7.7 a 17.1 °Brix, mientras que en los siguientes años con la aplicación de las dosis de fertilización se superó el valor mínimo a cosecha de 7.4 °Brix (Báez, 1998), teniendo valores entre 8.6 y 9.6 °Brix, con diferencias significativas por localidad y tratamientos de fertilización, mas no para los años evaluados.

La tendencia del contenido de SST desde cosecha a madurez siempre mostró un aumento paulatino (Cuadro 7). Los frutos de la localidad de Las Palmas desde cosecha (0 DDC) hasta madurez de consumo (12 DDC) tuvieron mayor contenido de SST respecto a los de Buenavista. En las dosis de fertilización, el control tuvo los frutos con mayor contenido de SST, alcanzando los 18.2 °Brix. Lo contrario fue para la dosis normal y alta que desarrollaron los frutos con menor contenido de SST, 17.3 y 17.4 °Brix respectivamente, los cuales fueron superiores a los 13.7 °Brix reportados por Siller et al. (2009) a los 12 DDC a 20 °C. Por otra parte, García et al. (2015) en otro estudio similar obtuvieron resultados contrarios a los obtenidos en este estudio, ya que la fertilización de nivel normal tuvo mayor acumulación de SST que el control.

Cuadro 7 Sólidos solubles totales (°Brix) en frutos de mango ‘Kent’ con diferentes tratamientos de fertilización durante los años 2011, 2012 y 2014 en dos localidades. 

Factor Etapa de muestreo
Inicial
(0 DDC)
Intermedia
(7 DDC)
A consumo
(12 DDC)
Año
2011 9.3 a 17.1 a 17.4 a
2012 9.2 a 17.9 a 18 a
2014 9.3 a 15.6 b 17.4 a
Localidad
Las Palmas 10.4 a 19.3 a 19.1 a
Buenavista 8.5 b 15.7 b 16.6 b
Dosis
Normal 8.9 b 16.6 b 17.3 b
Alta 9.4 a 17.6 a 17.4 b
Control 9.5 a 17.2 ab 18.2 a

Medias con la misma letra dentro de columna y factor son estadísticamente iguales (Waller-Duncan p≤ 0.05).

En los años de aplicación de las dosis de fertilización no se presentaron diferencias significativas tanto inicialmente como a consumo. Estos resultados muestran que no hay un efecto por dosis de fertilización que se refleje en el desarrollo de SST, sino lo contrario, se ve disminuido tanto para la dosis normal como la dosis alta.

Conclusiones

Se encontró que la producción de la dosis alta y normal fue superior al control sin fertilización. Se presentaron diferencias por localidad, años y dosis de fertilización sobre la calidad y vida de anaquel de los frutos, presentando diferencias en pérdida de peso, color de cáscara y pulpa, firmeza y sólidos solubles en el proceso de maduración a consumo. La dosis normal presentó mejor efecto en alargar la vida de anaquel reflejándose en la firmeza y el color de pulpa. Las otras variables no presentaron diferencias entre dosis alta y normal, pero fueron superiores al control.

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Recibido: 00 de Marzo de 2017; Aprobado: 00 de Junio de 2017

§Autor para correspondencia: osuna.jorgealberto@inifap.gob.mx.

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