Introducción
México es reconocido como uno de los centros de diversidad de cactáceas, encontrándose en su territorio la más alta diversidad en nivel continental (Bravo-Hollis, 1978; Hunt, 1999). En ese contexto, la porción continental donde se ubica el desierto chihuahuense, es una de las regiones con mayor riqueza de cactáceas, además de un alto endemismo en niveles específico y genérico (Godínez-Álvarez y Ortega-Baes, 2007). Una pequeña zona relativamente discontinua y meridional del desierto chihuahuense es la zona árida queretano-hidalguense, la cual contiene uno de los principales ensambles de cactáceas endémicas (Hernández et al., 2004; Hernández-Oria et al., 2007). Se estima que en México existen 76 especies de Opuntia (Guzmán et al., 2003), aunque esta estimación ha variado en el pasado desde 58 (Britton y Rose, 1919), hasta 93 (Hunt, 1999).
La mayoría de las especies producen frutos con pulpa de sabor dulce denominadas tunas (Gallegos-Vázquez et al., 2012), mientras que una minoría produce frutos de sabor ácido que son conocidos como xoconostle, del náhuatl: xoco= ácido; noxtle= tuna, (Bravo-Hollis, 1978), a diferencia de las tunas, lo que se aprovecha son las paredes gruesas de los frutos, que son consumidas por diferentes grupos étnicos y utilizadas en la medicina tradicional por su efecto hipoglucémico, para el control del colesterol y reducción de la obesidad (Gallegos-Vázquez et al., 2012).
Los xoconostles se distinguen morfológicamente por presentar, precisamente, cáscaras anchas, ácidas, pared exterior delgada, semillas dispuestas en el centro del fruto con funículos semisecos e insípidos (Bravo-Hollis, 1978; García-Pedraza et al., 2005; Scheinvar et al., 2009; Gallegos-Vázquez et al., 2012), con la característica particular de que sus frutos pueden permanecer sobre los cladodios durante seis meses y en algunos casos hasta más de un año (Scheinvar et al., 2009; Gallegos-Vázquez et al., 2012), probablemente por sus bajas tasas de producción de etileno al madurar (Ávalos-Andrade et al., 2006).
A la fecha, a pesar de que los xoconostles son un recurso fitogenético con grandes potencialidades, existen pocos trabajos que permitan conocer su diversidad o su existencia misma, puesto que solamente se tienen registradas cerca de 600 hectáreas de plantaciones comerciales de xoconostle ‘Cuaresmeño’ (O. matudae Scheinvar) y una superficie notablemente menor de xoconostle ‘Manzano’ (O. joconostle Weber), concentradas en los estados de México e Hidalgo, en la región central del país (Gallegos-Vázquez et al., 2009), se desconoce la extensión de nopaleras silvestres con xoconostles en el país (García-Pedraza et al., 2005), por lo que son importantes las tareas de exploración, recolecta, descripción y evaluación que nos permitan conocer la diversidad existente y desarrollar propuestas de rescate, conservación y utilización sustentable de este importante recurso.
Origen
El área de origen de la variedad de uso común ‘Borrego’ (O. oligacantha Förster) es en Villa de Tezontepec, municipio del mismo nombre, en Hidalgo, ahí la variedad se localiza en huertos de traspatio y de donde se estrajo para incorporarla para su evaluación en la plantación para la conservación in situ de especies nativas del estado de Hidalgo. Las coordenadas geográficas del área son 19° 52’ 55”-19° 53’ 11” latitud norte, 98° 49’ 16”- 98° 48’ 53ˮ latitud oeste, con una elevación promedio de 2 329 msnm; prevalece un clima semiseco templado, con clave BS1kw(w)(i')g (García (1973). La vegetación predominante es el matorral xerófilo (sensuRzedowski, 1978), con suelos sedimentarios.
Dado el interés hortícola por la variedad, se incorporó al acervo genético del Depositario Nacional de Opuntia, ubicado en el Centro Regional Universitario Centro Norte de la Universidad Autónoma Chapingo, Zacatecas, México (22° 44.7’ latitud norte y 102° 36.4’ longitud oeste) para futuras referencias, con la clave O-337.
Inscripción de la secuencia del espacio transcripto interno (ITS) en el GeneBank
En la 4ta. Conferencia Internacional de Código de Barras para la Vida, 2011, matK, rbcL e ITS fueron propuestos como candidatos de código de barras para especies de plantas. Considerando lo anterior, se extrajo DNA genómico de la variedad Xoconostle ‘Borrego’ y se amplificó el ITS; el producto se secuenció en el Applied Biosystems modelo 3730xL (Applied BioSystems, Foster City, CA, USA), generándose una secuencia consenso con el software BioEdit versión 7.0.5 (Hall, 1999), la cual se depositó en el GeneBank con número de accesión KX247005. La secuencia de nucleótidos del ITS del xoconostle Borrego, Opuntia oligacantha es la siguiente:
ATGTTTTCCCATGAACACGCAGGGAGGGGCGCCTCTGCCCCCTCCCTGGCGCAACAACAAACCCCGGCGCGAACCGCGCCAAGGAACACGAACTAAAGGCGTGCCCGCCCGCGCCCGGTCCGCCGGCGCGCGGGGGCGGCACCTGTCCCTACTTAAAACGTAACGACTCTCGGCAACGGATATCTCGGCTCTCGCATCGATGAAGAACGTAGCGAAATGCGATACTTGGTGTGAATTGCAGAATCCCGTGAACCATCGAGTCTTTGAACGCAAGTTGCGCCCAAAGCCTTCCGGCCGAGGGCACGTCTGCCTGGGCGTCACGCATCGCGTCTCCCCCCCGCCTGCCGGGGGGAAGGATGATGGCCTCCCGTACCCTAACCGGGCGCGGCTGGCCTAAAACGGGAGCCCGCGGCGACGAGCTGCAGCGGCGATTGGTGGTGGACGAGGCCTTCGAGGCCCCCGTTTGCATCGCGTCGCGCACGCACGCCGTCGGAGAAGGGCTCGTTGGACCCTAAGG
Inscripción en el catálogo nacional de variedades vegetales
Para fines de certificación de semillas, la variedad de xoconostle ‘Borrego’ cuenta con el registro definitivo número XOC-026-290212 y número de expediente 2244 del catálogo nacional de variedades vegetales (CNVV) del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA).
La caracterización de esta variedad se realizó con base en las pautas de la prueba establecidas en los descriptores varietales para la tuna y xoconostles de la unión internacional para la protección de las obtenciones vegetales (UPOV, 2006). Las plantas son de hábito de crecimiento extendido (Figura 1). Cladodios de forma oboval ancha, de longitud muy corta (26.4 ±0.606 cm) y estrechos (18.4 ±0.045 cm), de color verde claro y serosidad fuerte en la superficie; presenta espinas en todas las aréolas, en número de 3 a 4 en la aréola central, de longitud corta (13.7 ±0.733 mm), de color blanco, dispuestas en posición semi-erecta y de consistencia flexible.
Este cultivar florece una vez por año y en dependencia de la distribución de las lluvias durante el ciclo, suele llegar a su madurez comercial en el mes de octubre y permanece hasta por seis meses en la planta. La flor de este cultivar presenta un perianto de coloración amarillo verdoso, estilo rosa y de 8 a 9 lóbulos del estigma verde. Las características morfológicas del fruto más importantes para la descripción de la variedad ‘Borrego’, se presentan en el Cuadro 1. Produce frutos de tamaño mediano y forma oboval con pedúnculo muy largo, con una cicatriz receptacular fuertemente deprimida (15.4 ±0.217 mm). Los frutos de este cultivar en estado de madurez presentan una coloración irregular de la superficie color rojo medio, paredes de tonalidad rosa, anchas (10.6±0.363 mm, característico de los xoconostles), ácidas (pH 3.22 ±0.039), funículos de color rosa, de consistencia firme, jugosidad media y bajo contenido de azúcares en los funículos (6.9 ±0.169 °Brix).
Estructura | Características | Descripción | Promedio |
Fruto | Longitud (cm) | Mediana | 74.1 ±1.095 |
Fruto | Diámetro máximo (mm) | Estrecho | 45.8 ±0.512 |
Fruto | Densidad de areolas | Media | 72.15 ±0.816 |
Fruto | Espesor de la cáscara (mm) | Muy grueso | 10.6 ±0.363 |
Fruto | Peso de la cáscara (g) | Pesado | 61.2 ±1.442 |
Fruto | Peso de la pulpa (g) | Muy ligero | 16.7 ±0.896 |
Fruto | Tamaño de la semilla | Medio | 3.24 ±0.034 |
El rendimiento promedio en cuatro años de evaluación (2012 a 2015) registró un incremento del 76%, entre el primer y el cuarto ciclo productivo, debido al mayor vigor y a la condición plena de la etapa productiva de la planta, siendo del orden de 13.47, 14.41, 15.58 y 23.83 kg planta-1 en 2012, 2013, 2014 y 2015, respectivamente, que al considerar una densidad de población de 800 plantas ha-1 se alcanzaría una producción aproximada en el periodo de 13.059 t ha-1.
El xoconostle ‘Borrego’ presenta cáscara gruesa y en promedio un contenido de azúcares totales de 0.6 mg g-1, 0.16 mg g-1 en azucares reductores, 92.32% de humedad, 0.26% de cenizas, 0.15 g 100 g-1 en grasas y 5.23 g 100 g-1 de carbohidratos. Además, la porción aprovechable del fruto presenta propiedades que benefician la salud; así lo evidencian el intervalo de valores encontrados de algunos compuestos de interés nutricional y funcional, como se reporta a continuación.
El fruto del xoconostle ‛Borrego’ presentó valor promedio de proteína de 4.52%, que son valores superiores a los reportados (3.1%, base peso seco) por García-Pedraza et al. (2005) para xoconstle ‘Colorado’ (O. joconostle Weber). En relación al contenido de betalaínas en la parte comestible del xoconostle ‛Borrego’, se encontraron valores de entre 4.9 a 12.34 mg 100 g-1, en tanto que el contenido de betacianinas fue del orden de 1.46 a 8.67 mg 100 g-1. Al respecto, López-Martínez et al. (2015) reportaron un contenido mayor de betalaínas, en la cáscara del fruto del xoconostle ‛Cambray’ (Opuntia duranguensis Britton and Rose) del orden de los 36.06 mg 100 g-1 de peso fresco.
En relación a los valores encontrados de fenoles totales, el xoconostle ‛Borrego’, presentó contenidos de 135 a 196 mg EAG 100 g-1 en cáscara, que son valores por encima de los reportados por Guzmán-Maldonado et al. (2010) quienes encontraron valores entre 128 a 168 mg EAG 100 g-1, para el xoconostle ‛Cueresmeño’ (O. matudae Scheinvar), que es el xoconostle de mayor consumo en México.
Finalmente, el xoconostle ‛Borrego’ mostró una actividad antioxidante mayor (6.99 mmol TE 100 g-1 peso fresco) a la reportada por Proteggente et al. (2002) en frutos de fresa, frambuesa, ciruela roja, toronja, naranja, pera y manzana (2.59, 1.85, 1.83, 0.86, 0.85, 0.28, 0.34 mm TE 100 g-1 peso fresco, respectivamente). Esta característica es importante porque los antioxidantes naturales son elementos esenciales que protegen de la oxidación a las macromoléculas biológicas en el cuerpo humano. Además, la protección antioxidante en el organismo es clave para el control de enfermedades crónicas, lo que tiene gran relevancia en medicina preventiva (Urquiaga et al., 1999).
Conclusiones
Esta variedad que se presenta, muestra buenas características y cumple plenamente con las directrices para seleccionar las especies o variantes hortícolas para su incorporación al cultivo en áreas de los estados de la Mesa Central de México. Por otro lado, el interés en compuestos nutracéuticos ha aumentado en el mundo debido a su potencial para prevenir el estrés oxidativo y las enfermedades crónicas, ello ha generado la tendencia a producir alimentos con calidad nutritiva y funcional, como el xoconostle, por lo que esta nueva variedad es una alternativa para las zonas áridas y constituye una fuente importante de alimento dados sus atributos nutritivos y funcionales.