Introducción
El chile (Capsicum annuum L.) es una de las principales hortalizas cultivadas a nivel mundial, con una producción aproximada de 36 millones de toneladas (FAOSTAT, 2020). En México, las hortalizas de mayor importancia económica son el chile y el tomate, de los cuales el primero aporta el 20.2% de la producción nacional. Sinaloa es el principal productor de chile jalapeño, con una producción aproximada de 127 517.29 t (SIAP, 2020).
Sin embargo, su producción puede ser afectada de manera negativa por factores bióticos y abióticos, dentro de estos últimos, se pueden mencionar temperaturas extremas, salinidad de los suelos y baja fertilidad de los mismos, por lo cual, su producción requiere de óptimas condiciones para obtener frutos de calidad y altos volúmenes de exportación, tales como prácticas de manejo, fertilización y agua, así como tecnologías de protección vegetal como malla sombra e invernaderos, lo cual mejora el crecimiento y desarrollo de las plantas, viéndose reflejado en el rendimiento y calidad del fruto.
Para un mayor rendimiento y calidad es de suma importancia conocer los requerimientos nutrimentales del cultivo, así como su relación con los factores ambientales donde se produce (Ramírez et al., 2017). De acuerdo con el requerimiento nutrimental del cultivo de chile jalapeño, la fertilización base (kg t-1) utilizada para su manejo es nitrógeno (N, 2.4-4), fósforo (P2O5, 0.4-1), potasio (K2O, 3.4-5.29), calcio (CaO, 0.55-1.8) y magnesio (MgO, 0.28-0.49) (Salazar y Juárez, 2013).
Comúnmente, se utiliza como referencia la solución nutritiva de Steiner (1984), por su contenido de nutrientes, por presentar equilibrio iónico y por su rápida asimilación, lo cual incrementa el rendimiento de la planta al favorecer su crecimiento y la producción de frutos (Luna-Fletes et al., 2021).
Sin embargo, tomando en cuenta algunos tipos de estrés abiótico (temperaturas extremas, estrés hídrico, etc.) que se presentan durante el ciclo de crecimiento del cultivo, los cuales ocasionan pérdidas en la calidad y producción del chile jalapeño, adicionalmente se está implementando el uso de bioestimulantes, definidos estos como sustancias de origen orgánico, que al ser aplicados a los cultivos estimulan su crecimiento y desarrollo al influir en sus procesos fisiológicos (como la conductancia estomática y actividad fotosintética, al inducir mayor captura de CO2, lo cual se refleja en mayor peso seco acumulado en los órganos aéreos y radicular de la planta) (Ikan et al., 2023) y bioquímicos (como la biosíntesis de proteínas, de clorofila y la acumulación de metabolitos responsables de estimular la formación de estructuras reproductivas como flores y frutos) (Rouphael y Colla, 2020), permitiendo mejor absorción de nutrientes y mayor resistencia ante las condiciones climáticas adversas (Batista et al., 2015; Du Jardin, 2015; Veobides et al., 2018; Drobek et al., 2019).
Se ha observado que con el uso de distintos bioestimulantes, formulados con aminoácidos, hormonas y microorganismos benéficos, se mejora la calidad de los frutos y se incrementa su producción de manera sostenible (Parađiković et al., 2011), en el cultivo de chile se ha demostrado que se obtiene mayor producción de biomasa (Murillo et al., 2015), y se incrementa el número de flores, la altura de planta, el número y tamaño de frutos cuajados (Juárez, 2014; Pichardo et al., 2018), así como el peso de frutos (Al-Said y Kamal, 2008; Campo et al., 2015; Popko et al., 2018) mejorando con ello la calidad y producción.
En el estado de Sinaloa, comúnmente se utiliza como fertilización base productos inorgánicos (macro y micronutrientes), además de aplicaciones foliares de nutrientes para ser absorbidos y utilizados más eficientemente por la planta en épocas críticas y con ello, incrementar el rendimiento del cultivo (Trejo et al., 2007; Fernández, 2015).
En este sentido, se tiene escaza información referente al efecto de la aplicación foliar de bioestimulantes en el cultivo de chile jalapeño, sobre su crecimiento y rendimiento, aspecto que debería estudiarse, ya que su aplicación podría considerarse como una buena estrategia de producción para obtener altos rendimientos con un menor impacto en el medio ambiente (Parađiković et al., 2011). El objetivo de esta investigación fue evaluar el efecto de la solución nutritiva Steiner y la aplicación foliar de tres bioestimulantes sobre parámetros del crecimiento y del rendimiento de dos cultivares de chile jalapeño (Capsicum annuum L.) en condiciones de invernadero.
Materiales y métodos
Área experimental
El estudio se llevó a cabo en las instalaciones de la Facultad de Agricultura del Valle del Fuerte, ubicada en Juan José Ríos, Ahome, Sinaloa, México a 25˚ 45’ 57’’ latitud norte, 108˚ 49’ 23” longitud oeste y una altitud de 10 m. Se usó un invernadero tipo túnel, con estructura metálica y cubierta de polietileno (75% de transmisión de luz). La temperatura dentro del invernadero se determinó con un termómetro digital marca Steren, durante el ciclo de crecimiento del cultivo se registraron temperaturas máximas y mínimas que oscilaron entre 38 y 22 °C, respectivamente.
Material vegetal
Se utilizó semillas de dos cultivares de chile jalapeño (Capsicum annuum L.), Forajido de la empresa Enza Zaden y Bronco de la empresa Vilmorin. El cultivar Forajido se caracteriza por presentar plantas fuertes con producción concentrada de maduración intermedia a precoz, frutos color verde oscuro brillante, uniformes en forma y tamaño, ideal para la industria de proceso por sus características de pared gruesa y piel lisa sin acorchado (Enza Zaden, 2020).
El cultivar Bronco es una variedad que se caracteriza por ser una planta robusta de porte mediano a alto, de buena cobertura y excelente producción. Produce frutos de un tamaño aproximado de 10 cm, con paredes gruesas y compactas, de color verde oscuro de alta calidad, altamente tolerante al ataque de bacterias y es de ciclo intermedio de 80 a 85 días a cosecha después del trasplante (Vilmorin, 2020).
Labores culturales
La siembra se realizó el 10 de octubre de 2018. El semillero se estableció en charolas de poliestireno de 242 cavidades en sustrato de tierra de turberas (Peat moss BM2 euro Berger®). Las charolas se regaron todos los días únicamente con agua y cada 10 días recibieron aplicación de riego con solución nutritiva de Steiner al 50%. A los 45 días después de la siembra (dds) se llevó acabo el trasplante en bolsas hidropónicas (color blanco/negro cal. 600, de 35 x 35 cm), con capacidad de 10 L de sustrato, las bolsas se llenaron con sustrato peat moss (BM2 Berger®).
El control de plagas se llevó a cabo con los productos químicos comerciales: Sivanto (Flupyradifurone 17.09%, 2.5 ml L-1), Aben 1.8% (abamectina 1.8%; 2.5 ml L-1) y Controla 480 CE (clorpirifos etil 44.5%; 5 ml L-1), mientras que para el control de enfermedades se utilizó manzate 200 (mancozeb 80%, 5 ml L-1) y Curamycín 500 (estreptomicina 2.19% + oxitetraciclina 0.23%; 1.5 g L-1).
Tratamientos y diseño experimental
Se evaluaron cuatro tratamientos y dos híbridos de chiles jalapeño (Forajido y Bronco) bajo un diseño de bloques completos al azar con cuatro repeticiones. La unidad experimental consistió en cuatro bolsas de polietileno con una plántula por bolsa. Los tratamientos fueron tres bioestimulantes comerciales (Maxi-Grow Excel, Fiamin-fol y Giberelin 10) y como testigo la solución nutritiva Steiner.
La aplicación de bioestimulantes se realizó vía foliar a los 20, 30 y 40 días después del trasplante (ddt), mientras que el testigo (solución nutritiva Steiner sin aplicación de bioestimulante) se aplicó en el agua de riego cada tercer día a concentraciones de 50, 70 y 100% desde los 0 a 47 ddt, de 48 a 70 ddt y 71 ddt hasta finalizar el experimento, respectivamente.
Cabe señalar, que las plantas que estuvieron bajo el efecto de los bioestimulantes también recibieron la aplicación de la solución nutritiva Steiner durante su ciclo de crecimiento. Los riegos se aplicaron una vez al día de forma manual, en promedio se aplicaron 500 ml por bolsa en etapa inicial de establecimiento y 1 L por bolsa en etapa de desarrollo, floración y fructificación. El contenido nutrimental de cada tratamiento fue el siguiente.
Testigo
Se utilizó la solución nutritiva Steiner (Steiner, 1984) como tratamiento testigo, con una composición de: 12, 1 y 7 me L-1 de NO3 -, H2PO4 - y SO4 -2 para aniones y 7, 9 y 4 me L-1 de K+, Ca2+ y Mg2+ para cationes, incluyendo además los microelementos de: 1.33, 0.62, 0.02, 0.11, 0.05 y 0.04 ppm de Fe, Mn, Cu, Zn, B y Mo para una solución de concentración al 100%. Los fertilizantes comerciales utilizados fueron: KNO3, Ca (NO3)24H2O, KH2PO4, MgSO47H2O, K2SO4 y para microelementos: FeSO47H2O, MnSO44H2O, Cu SO45H2O, ZnSO47H2O, Na2B4O710H2O y Na2MoO42H2O.
Maxi-Grow Excel (5 ml L-1 de agua)
Combinación de extractos orgánicos 0.5625 g L-1, auxinas 0.45 mg L-1, giberelinas 0.5 mg L-1, citoquininas 7.5 mg L-1, nitrógeno (N) 0.033 g L-1, fósforo (P2O5) 0.0665 g L-1, potasio (K2O) 0.0665 g L-1, calcio (Ca) 0.01 g L-1, magnesio (Mg) 0.02 g L-1, cobre (Cu) 0.0665 g L-1, fierro (Fe) 0.086 g L-1, manganeso (Mn) 0.0665 g L-1 y zinc (Zn) 0.132 g L-1.
Fiamin-fol (5 ml L-1 de agua)
Aminoácidos libres 5.1 g L-1, nitrógeno (N) 3.3 g L-1, nitrógeno ureico 0.75 g L-1, nitrógeno alfa-amínico 0.85 g L-1, nitrógeno proteico 2.6 g L-1, materia orgánica 11.85 g L-1, carbono orgánico 6.85 g L-1, boro (B) 0.03 g L-1, cobre (Cu) 0.032 g L-1, hierro (Fe) 0.58 g L-1, manganeso (Mn) 0.295 g L-1, molibdeno (Mo) 0.0085 g L-1, zinc ( Zn) 0.058 g L-1, péptidos 5.05 g L-1 y excipiente C.B.P. 12.6465 g L-1.
Variables de crecimiento y rendimiento evaluadas
Altura de planta (AP, cm): se midió con una cinta métrica desde la base del tallo hasta la rama más larga, diámetro de tallo (DT, mm): se midió con un vernier digital (Steren®) y se obtuvo de la base del tallo principal a 2 cm por encima del sustrato; peso seco de hoja (PSH, g) y peso seco de tallo (PST, g): las muestras se colocaron en bolsas de papel en una secadora de madera con lámparas, alcanzando una temperatura de 65 °C hasta obtener el peso seco constante; longitud de fruto (LF, cm): se midió desde el pedúnculo hasta el ápice del fruto con un vernier digital (Steren®), la evaluación de NFP, PTF (g) y PFP (g) se inició con la cosecha de frutos a los 70 ddt cuando se observaron los primeros frutos con ligeras grietas en su superficie, realizando en total cinco cortes, uno por semana durante cinco semanas (hasta los 105 ddt).
En cada corte se contaron los frutos cosechados por planta (NFP) y se pesaron con una báscula digital marca Scale, con lo cual se obtuvo el PFP (g); para obtener el PTF (g), al final de la cosecha, se sumó el peso de los frutos obtenidos en cada corte por cada tratamiento. El PFP se obtuvo promediando el PTF entre el número de frutos para cada tratamiento y número de flores por planta (NF): se registraron todas las flores que estaban en antesis solo durante la quinta semana de corte o cosecha de frutos.
Análisis estadístico
Se realizó un análisis de varianza (Andeva) con el programa SAS versión 9.2 para Windows (SAS Institute, 2009) en forma combinada (Yijk = m + NTi + Cj + NTCij + B(i)j + Eijk), para determinar las diferencias entre los tratamientos (T), cultivares (C) y la interacción CXT. La prueba de Tukey, basada en la diferencia significativa honesta (DSH, p≤ 0.05) se utilizó para la comparación de medias.
Resultados y discusión
Los resultados del análisis de varianza (Andeva) se muestran en el Cuadro 1, el Andeva mostró diferencias estadísticas altamente significativas (p≤ 0.01) entre tratamientos para las variables AP y PFP y diferencias estadísticas significativas (p≤ 0.05) para el NFP, entre cultivares, se observaron diferencias estadísticas altamente significativas (p≤ 0.01) para la AP, DT, PSH, PST y PTF y diferencias significativas (p≤ 0.05) en LF y NF y en la interacción cultivar por tratamiento se observaron diferencias estadísticas significativas para la AP y el NFP, mientras que para el resto de las variables, no se observaron diferencias estadísticas significativas (p> 0.05).
Fuente de variación | gl | AP | DT | PSH | PST | LF | NFP | PTF | PFP | NF |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Repetición | 3 | 9.69 ns | 0.17ns | 0.61ns | 2.29 ns | 0.46ns | 6.26 ns | 8747.06 ns | 1.86 ns | 1.59 ns |
Tratamiento (T) | 3 | 50.75** | 0.04ns | 0.94 ns | 8.3 ns | 0.2 ns | 51.68** | 46463.84 ns | 15.48** | 7.39 ns |
Cultivar (C) | 1 | 258.84** | 3.98** | 6.68** | 58.91** | 3.01* | 30.51* | 374500.16** | 1.64 ns | 16.14* |
CXT | 3 | 24.52* | 0.34ns | 0.7 ns | 2.11 ns | 0.54ns | 26.8ns | 10487.72 ns | 1.43 ns | 5.62 ns |
Error | 4.88 | 0.14 | 0.33 | 2.68 | 0.57 | 2.15 | 23736.34 | 1.64 | 2.56 | |
CV (%) | 4.45 | 3.78 | 6.76 | 11.33 | 16.33 | 20.59 | 17.26 | 9.07 | 96.92 |
Gl= grados de libertad; AP= altura de la planta (cm); DT= diámetro de tallo (mm); PSH= peso seco de hojas (g); PST= peso seco de tallo (g); LF= longitud de fruto (cm); NFP= número de frutos por planta; PTF= peso total de fruto (g); PFP= peso de fruto por planta (g); y NF= número de flores (incluye solo el NF contadas en el último corte de frutos, 105 ddt). **(p≤ 0.01), *(p≤ 0.05).
En el Cuadro 2, se aprecia la comparación de medias para las variables de crecimiento y rendimiento bajo el efecto de cuatro tratamientos en promedio de los dos cultivares, la altura de planta fue significativamente superior con el tratamiento Giberelin 10, el número de frutos por planta fue mayor con el tratamiento Fiamin-fol, seguido de Giberelin 10 y el peso de fruto por planta fue superior con Maxi-Grow Excel, solución Steiner (testigo) y Fiamin-fol (Cuadro 2).
Tratamiento | AP | DT | PSH | PST | LF | NFP | PTF | PFP | NF |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Testigo | 47.91 b | 10.08 a | 8.57 a | 14.67 a | 5.17 a | 11.96 b | 943 a | 15.1 a | 2.42 a |
Maxi-Grow Excel | 47 b | 9.96 a | 8 a | 13.17 a | 4.83 a | 11.04 b | 994 a | 15.5 a | 1.58 a |
Fiamin-fol | 49.33 b | 10.13 a | 8.57 a | 14.33 a | 4.67 a | 17.54 a | 843 a | 14 a | 2.54 a |
Giberelin 10 | 53.92 a | 10.04 a | 8.86 a | 15.67 a | 4.67 a | 13.5 ab | 792 a | 11.6 b | 0.29 a |
Media general | 49.65 | 10.05 | 8.52 | 14.46 | 4.83 | 13.5 | 893 | 14.1 | 1.65 |
DSH (p≤ 0.05) | 3.88 | 0.64 | 0.9 | 2.78 | 0.91 | 4.72 | 261 | 1.98 | 2.64 |
AP= altura de la planta (cm); DT= diámetro de tallo (mm); PSH= peso seco de hojas (g); PST= peso seco de tallo (g); LF= longitud de fruto (cm); NFP= número de frutos por planta; PTF= peso total de fruto (g); PFP= peso de fruto por planta (g); y NF= número de flores (incluye solo el NF contadas en el último corte de frutos, 105 ddt).
La mayor altura de planta y el número de frutos por planta determinados con el tratamiento Giberelin 10, puede explicarse por el ácido giberelico que contiene, el cual actúa como regulador endógeno del crecimiento, controlando procesos del desarrollo de las plantas, como la elongación del tallo, la expansión de estructuras vegetativas, la formación de flores y frutos y el número de frutos y crecimiento de estos (Zieslin y Algom, 2004; Pichardo et al., 2018).
Los resultados determinados en este estudio son consistentes con los reportados en estudios previos al realizar aplicaciones foliares de productos a base de giberelinas, en los cuales se obtuvo mayor altura de planta (El-al y Faten, 2009; Maboko y Du Plooy, 2015; Sanjay y Singh, 2019) y número de frutos en cultivares de chile (Pichardo et al., 2018; Ahmed et al., 2022).
Aunado a esto, también se tuvo alto rendimiento en número de frutos por planta y peso de frutos por planta con el tratamiento Fiamin-fol utilizado como fuente de aminoácidos, los cuales son precursores de hormonas que contribuyen en el crecimiento y desarrollo de la planta y en la formación de estructuras reproductivas (flores y frutos) que forman parte del rendimiento, esto por la estrecha relación que tienen con el proceso fotosintético, síntesis de clorofila y absorción de nutrientes (Shahrajabian et al., 2022) y esto se traduce en mayor removilización y translocación de asimilados para la formación y peso de frutos (Romero et al., 2015).
Al igual, en otros trabajos, en diferentes especies vegetales, se ha demostrado que al aplicar distintas dosis de aminoácidos vía foliar se estimula el crecimiento vegetativo y se incrementan algunos parámetros del rendimiento (como el número y peso de frutos) en frijol común (Zewail, 2014; Romero-Félix et al., 2023), pimiento (Campo et al., 2015; El-Hamady et al., 2017; Aly et al., 2019), tomate (Hernández et al., 2021; Salim et al., 2021), calabaza (Abd El-Aal et al., 2010) y manzanilla (El-Attar y Ashour, 2016).
El peso de frutos por planta también fue superior con los tratamientos Maxi-Grow Excel, el cual contiene reguladores del crecimiento, y con el testigo o solución Steiner, este efecto se puede atribuir en parte a la composición nutricional de estos tratamientos en la que están presentes macro y microelementos que actúan en interacción con el cultivo, promoviendo el crecimiento de la planta, cosechas de mayor calidad y un incremento en los niveles de producción (Terry et al., 2012; Luna-Fletes et al., 2021).
Al respecto, Pichardo et al. (2018) utilizaron como tratamientos un fertilizante comercial rico en macro y microelementos y diferentes dosis de giberelinas y observaron mayor peso de frutos en chile jalapeño variedad Huichol con la nutrición mineral que con las giberelinas. Meneses-Lazo et al. (2020) también observaron altos valores en el peso de frutos por planta, al realizar aplicaciones de la solución Steiner en chile habanero variedad Orange en condiciones de invernadero.
Algunos autores mencionan que la influencia positiva que los elementos minerales tienen sobre los cultivos, en parte se debe a que estos aumentan la síntesis de hormonas por parte de las plantas, mejorando y aumentando los componentes del rendimiento, como son el número de frutos cuajados y el peso y tamaño de frutos (Ramírez et al., 2005; Pichardo et al., 2018).
En el Cuadro 3, se observó que el cultivar Bronco fue sobresaliente por presentar altos valores en los parámetros del crecimiento y rendimiento evaluados, excepto, el diámetro de tallo y la longitud de fruto, los cuales fueron mayores en el cultivar Forajido, Bronco presentó mayor altura de planta (6.26 cm), peso seco de hoja (11%), peso seco de tallo (20%), peso total de fruto (25%) y número de flores (62%) con respecto a Forajido. Mientras que Forajido mostró mayor diámetro de tallo (8%) y longitud de fruto (10%) que Bronco.
Cultivar | AP | DT | PSH | PST | LF | NFP | PTF | PFP | NF |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Forajido | 46.39 b | 10.48 a | 8 b | 12.83 b | 5.08 a | 14.67 a | 767.83 b | 14.23 a | 0.9 b |
Bronco | 52.65 a | 9.63 b | 9 a | 16.08 a | 4.58 b | 12.35 a | 1017.67 a | 13.92 a | 2.37 a |
Media general | 49.65 | 10.05 | 8.52 | 14.46 | 4.83 | 13.51 | 892.75 | 14.08 | 1.65 |
DSH (≤0.05) | 2.01 | 0.33 | 0.47 | 1.45 | 0.47 | 2.45 | 135.9 | 1.03 | 1.37 |
AP= altura de la planta (cm); DT= diámetro de tallo (mm); PSH= peso seco de hojas (g); PST= peso seco de tallo (g); LF= longitud de fruto (cm); NFP= número de frutos por planta; PTF= peso total de fruto (g); PFP= peso de fruto por planta (g); y NF= número de flores (incluye solo el NF contadas en el último corte de frutos, 105 ddt).
A pesar de que Forajido mostró un valor más alto en el número de frutos por planta que el cv. Bronco (aunque estadísticamente fue igual en ambos cultivares) presentó menor peso total de fruto; el peso de fruto tiene alta relación con el rendimiento más que el número de frutos. Adicionalmente, las diferencias entre ambos cultivares pueden explicarse por el mayor peso seco acumulado en la parte aérea de la planta (PST y PSH) y altura de planta de Bronco, lo que tiene relación con mayor disponibilidad y capacidad de removilización de asimilados hacia los órganos demanda de la planta (Romero et al., 2015), como flores y frutos.
Los valores medios entre ambos cultivares para la altura de planta (49.65 cm), el peso seco de tallo (14.46 g) y peso seco de hoja (8.52 g) fueron inferiores a los reportados por Alemán-Pérez et al. (2018) en chile híbrido Nathalie a los 72 días después del trasplante, bajo condiciones de invernadero, en Ecuador. El efecto de la interacción cultivar por tratamiento se muestra en la Figura 1, donde el cv Bronco exhibió mayor altura de planta con los tratamientos solución Steiner (testigo), Maxi-Grow Excel y Fiamin-fol comparado con Forajido en cada uno de los tratamientos (Figura 1A), mientras que el cultivar Forajido mostró mayor número de frutos por planta con todos los tratamientos, excepto con Fiamin-fol con el cual Bronco tuvo mayor NFP (Figura 1B).
En cuanto al peso de frutos por planta, ambos cultivares mostraron igual peso de frutos por planta con los tratamientos testigo, Maxi-Grow Excel y Fiamin-fol, mientras que Forajido tuvo mayor peso de frutos por planta que Bronco por efecto del tratamiento Giberelin 10 (Figura 1C).
Se esperaba que la altura de planta fuera mayor con el tratamiento Giberelin 10 a base de giberelinas, ya que dentro de los principales efectos que estas tienen está el alargamiento de los entrenudos; sin embargo, la respuesta de las plantas a las giberelinas es mucho más compleja y depende del ambiente, de la especie y del híbrido (Castro et al., 2022).
Además del crecimiento vegetativo de los órganos de la planta, las giberelinas aplicadas en distintas concentraciones en diferentes cultivares de chile, estimulan la formación de estructuras reproductivas, incrementando el número de frutos, así como el peso de los mismos, lo cual contribuye a aumentar el rendimiento (Akhter et al., 2018; (Mahindre et al., 2018; Pichardo et al., 2018; Sanjay y Singh, 2019; Ahmed et al., 2022), así como se observó en este estudio en el que Forajido tuvo mayor peso de frutos por planta al recibir la aplicación de giberelinas.
La mayor altura de planta del hibrido Bronco y el mayor número de frutos por planta de Forajido por efecto del tratamiento solución Steiner, puede deberse a que es una solución completa y equilibrada en nutrientes, permitiendo una absorción adecuada de todos ellos y una rápida asimilación del NO3 - por parte de la planta, lo que se refleja en un incremento en el rendimiento (Alcántar y Trejo, 2010; Hawkesford et al., 2012) y en el crecimiento (altura de planta) de los cultivos (González et al., 2019; Urbina et al., 2020).
Al igual que la solución Steiner, el tratamiento Maxi-Grow-Excel también contiene elementos minerales que contribuyen en la mejora de los procesos fisiológicos (fotosíntesis, apertura y conductancia estomática) y bioquímicos de la planta (síntesis de proteínas y hormonas), además de reguladores del crecimiento vegetal que son capaces de controlar el crecimiento y actividad bioquímica de las plantas a nivel celular (Alcantara et al., 2019), motivo por el cual Bronco también mostró alto valor en altura de planta y Forajido mayor número de frutos por planta con este tratamiento, Graillet et al. (2014) evaluaron mayor número de frutos por planta en chile habanero (Capsicum chinense Jacq.) al emplear como tratamiento hormonal el producto comercial Maxi-Grow.
En lo que respecta al tratamiento Fiamin-fol, al igual que la solución Steiner y Maxi-Grow Excel está compuesto por elementos minerales, pero también de aminoácidos, lo que influyó en el aumento de la altura de planta y número de frutos por planta de Bronco. En estudios previos se ha observado un incremento en el crecimiento y número de frutos por planta en Capsicum chinense L. cv Fuoco della Prateria, al realizar aplicación de aminoácidos (Ertani et al., 2014).
Por otro lado, Salim et al. (2021) demostraron en plantas de tomate cv 010, que la aplicación foliar de aminoácidos en combinación con micronutrientes estimula el crecimiento vegetativo y componentes del rendimiento tales como número de hojas por planta, peso fresco de hoja, número de frutos por planta, peso promedio de fruto, diámetro de fruto y rendimiento total del fruto, superando a las plantas testigo, a los 75 días después del trasplante.
Conclusiones
La solución nutritiva Steiner y la aplicación foliar de los bioestimulantes tuvieron efecto significativo en los parámetros del crecimiento y del rendimiento de los dos cultivares evaluados; el tratamiento Giberelin 10 afectó positivamente la altura de planta y el número de frutos por planta, mientras que los tratamientos Maxi-Grow Excel, solución Steiner (testigo) y Fiamin-fol promovieron un incremento en el peso de frutos por planta. El cultivar Bronco fue sobresaliente por presentar altos valores en el crecimiento (altura de planta, peso seco de hoja, peso seco de tallo y peso seco total) y rendimiento (número de flores y frutos) de la planta.