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Revista mexicana de ciencias pecuarias

versión On-line ISSN 2448-6698versión impresa ISSN 2007-1124

Rev. mex. de cienc. pecuarias vol.5 no.3 Mérida jul./sep. 2014

 

Artículos

 

Brechas de rentabilidad económica en pequeñas unidades de producción de leche en el altiplano central mexicano

 

Gaps in economic profitability among small-scale dairy farms in the Mexican Highland Plateau

 

Carlos Eduardo Romo Baccoa, Arturo Gerardo Valdivia Floresa, Rodrigo Gabriel Carranza Trinidadb, Julio Cámara Córdovac, Martha Patricia Zavala Ariasa, Ernesto Flores Anciraa, José Antonio Espinosa Garcíad

 

a Universidad Autónoma de Aguascalientes. Centro de Ciencias Agropecuarias. Av. Universidad 940, 20131, Aguascalientes, México. Teléfono (449) 910-74-00, Ext. 8101,8105 y 8121. avaldiv@correo.uaa.mx. Correspondencia al segundo autor.

b Instituto Nacional de Estadística y Geografía. México.

c Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. División Académica de Ciencias Agropecuarias. México.

d Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias. Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Fisiología y Mejoramiento Animal. México.

 

Recibido el 30 de julio de 2013.
Aceptado el 30 de septiembre de 2013.

 

Resumen

Entre las grandes y pequeñas unidades de producción lechera (PUPL) existen brechas en la rentabilidad económica (RE) debido a economías de escala significativas; aunque también pueden hallarse al interior del estrato de pequeña escala, dificultando el avance tecnológico y sustentabilidad de la producción lechera. El objetivo fue identificar la presencia de brechas de RE y relacionarlas con los factores productivos de PUPL. Se entrevistaron 89 propietarios de PUPL del Altiplano Central Mexicano (Valle de Aguascalientes) registrados en el Programa de Capacitación y Asistencia Técnica de SAGARPA (2011; muestra con 95 % de confiabilidad y 10% de precisión; 162 variables; PUPL con <50 vacas <10 personas ocupadas, PO). Se calculó anualizada la relación beneficio costo neto (BCN), valor agregado (VA) y factores que influyeron en la existencia de BCN>1.0. Sólo una de cinco PUPL tuvo resultados superavitarios (17/89=19.1 %; IC95%: 14.9, 23.3 %), asociados directamente (P<0.05) con mayor ingreso total, VA, PO, familiares con salario, vacas atendidas/ PO, precio de venta y costo de alimentación; e inversamente con menor costo de insumos, proporción de autoconsumo familiar y valor de activos y ganado. La mano de obra familiar (2.2 PO/PUPL) predominó (85.4 %) pero no influyó significativamente en BCN (P=0.787). Los ganaderos que estuvieron organizados tuvieron mejores resultados (P<0.05) que aquellos que permanecieron aislados (BCN>1.0: 7/20 vs 10/69). Estos resultados sugieren que las políticas públicas y privadas pudieran enfocar sus esfuerzos a cerrar las brechas de RE entre PUPL, mejorando el alcance del potencial técnico de producción, las estrategias de intercambio comercial, la preservación del empleo y recursos naturales.

Palabras clave: Sostenibilidad, Competitividad, Productividad, Eficiencia, Punto de equilibrio económico.

 

Abstract

Between large and small-scale dairy farms (SSDF) there are gaps in economic profitability (EP) due to significant scale economies, but also can be found within the small-scale stratum, hindering the technological advancement and milk production sustainability. The aim was to identify the presence of EP gaps and relate them to productive factors in SSDF. Eighty nine owners were interviewed (2011) in SSDF located in the Mexican Highland Plateau (Valley of Aguascalientes), recorded in the SAGARPA Program for Technical Training and Assistance (sample: 95% confidence and 10% accuracy; SSDF with <50 cows and <10 employed persons, E; 162 variables). The net cost-benefit ratio (NCB), value-added (VA) and factors that influenced the existence of surplus (NCB >1.0) were calculated on annual basis. Only one of five SSDF had surplus results (17/89=19.1%; CI95%: 14.9, 23.3 %), directly associated (P<0.05) with higher total income, VA, E, salaries for family members, cows by E, sales prices and feed cost; and inversely with lower cost of inputs, proportion of milk for family use and total value of assets and livestock. Other variables were not significant or correlated and were considered collinear. The family labor (2.2 E/SSDF) predominated (85.4 %) but did not significantly influence the NCB (P=0.787). In addition, farmers who were organized had better outcomes (P<0.05) than those who remained isolated (NCB>1.0: 7/20 vs 10/69). These results suggest that public and private policies could focus their efforts to bridging the PE gaps between SSDF, improving the reach of technical potential for milk production, trading strategies, employment, and natural resources preservation.

Keywords: Sustainability, Competitiveness, Productivity, Efficiency, Economic break-even point.

 

INTRODUCCIÓN

En diversos lugares del mundo se ha propuesto que entre las grandes y pequeñas unidades de producción lechera (UPL) existen brechas de productividad, entendidas como las diferencias profundas entre la producción promedio obtenida de leche por vaca en el hato, por hectárea de terreno laborable, por jornal laborado o por año, etc.(1-4) Igualmente en México, los datos de los dos últimos censos ganaderos nacionales (1991, 2007) indican que la productividad de leche se ha incrementado en promedio en 14.5 millones de litros anuales por UPL mayor a 250 vacas en ordeño, mientras que en las menores de 50 vacas (PUPL), el crecimiento ha sido prácticamente marginal (0.05 ML/año)(5-6). Estas brechas de productividad se reflejan en brechas de rentabilidad económica (RE) o márgenes de ganancia promedio, atribuibles a la existencia de economías de escala significativas, donde las UPL con hatos grandes disminuyen sus gastos de operación unitarios al distribuir los costos fijos de instalaciones, equipo de ordeño y servicios de asistencia técnica, en un volumen de producción muy grande, lo cual incrementa sus ganancias y las posibilidades económicas de implementar mejoras en la calidad genética del ganado, calidad nutricional de los ingredientes alimenticios y otros elementos tecnológicos empleados(4). Sin embargo, también al interior del estrato de pequeña escala pueden existir brechas en el alcance del potencial técnico de producción y por lo tanto, en la RE y las oportunidades de avance tecnológico y sustentabilidad de la producción lechera.

La RE es un indicador que cuantifica de manera contable las relaciones de intercambio de las UPL con el mercado, por lo que refleja el equilibrio entre el costo de la mano de obra y los insumos, con el precio de los productos pagados al participante en la cadena de producción lechera(7,8). También, la RE es sensible a la disponibilidad de recursos agroecológicos, distorsiones del mercado por subsidios, acaparamiento, control nacional de precios y por los precios internacionales que alcanzan los lácteos, insumos y sustitutos de leche(9-12); por lo que es conveniente evaluar la RE calculando el monto de los factores internos, aun cuando estos no hayan sido erogados o recibidos de forma real, por medio de la relación beneficio costo neto (BCN)(13,14) y el valor agregado total (VA), por población ocupada o por vaca en ordeño(7,15,16). Además de asociarse a la productividad de las UPL, la RE es un indicador cuantitativo de su competitividad, entendida como una medida multidimensional del éxito para concurrir al mercado con características adecuadas de precio, calidad y disponibilidad de sus productos lácteos(16,17).

En México, las PUPL constituyen la mayoría de las empresas lecheras, especialmente en las cuencas lecheras del altiplano central. En el estado de Aguascalientes (Figura 1) se tienen registradas 69,208 vacas agrupadas en 2,966 hatos, 91.2 % de los que se clasifican como explotaciones familiares, en pequeña escala o de traspatio(18-20) porque cada establo ocupa a menos de 10 personas y posee menos de 50 vacas en ordeño; las vacas se mantienen en estabulación libre y producen en conjunto la quinta parte (21.5 %) del volumen total de leche en el Estado(20-21) (399 ± 17.5 millones de litros), lo que representa 4.1 % de la producción lechera nacional. Aguascalientes comparte con otros estados cercanos, como Jalisco y Guanajuato, el 29.0 % del total de la producción nacional(20,21).

El objetivo del estudio fue identificar la presencia de brechas de rentabilidad económica y relacionarlas con los factores productivos de pequeñas unidades de producción de leche en el estado de Aguascalientes, México.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Área de estudio

El estudio se realizó el Valle de Aguascalientes (Figura 1), el cual está posicionado al sur del Trópico de Cáncer, en 21°52'50"-22°19'46" LN y 102°26'44"-102°46'26" LO; su altitud oscila entre 1,800 y 2,000 msnm con pendientes suaves (< 5.0 %); un clima semi-seco templado, con temperatura media anual de 17.4 °C y precipitación pluvial media de 526 mm(21).

 

Diseño del muestreo

Se obtuvo el marco de muestreo disponible agrupando las PUPL que tuvieron menos de diez personas ocupadas, no más de 50 vacas en ordeño y que sus propietarios estuvieron registrados (2011) en el Programa de Capacitación y Asistencia Técnica de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) en el Estado de Aguascalientes o en la Asociación Ganadera Local de Productores de Leche, o bien en el registro de productores de los centros de acopio de leche (LICONSA, Granjas Fátima y Pabellón de Arteaga). Se calculó un tamaño de muestra para una población finita (sin reemplazo) para estimar la proporción de PUPL que operaban con una relación beneficio costo positiva (BCN>1.00), con 95 % de confiabilidad y 10% de precisión, empleando la fórmula siguiente(22):

Donde n es el tamaño de muestra seleccionado; N es la población total disponible; Z, el valor crítico de la distribución Z para el nivel de confianza 95%; d, la precisión deseada; p, la proporción esperada de UPL superavitarias (50%); y q, la proporción esperada de UPL deficitarias (q= 1-p).

Los registros se ordenaron alfabéticamente de acuerdo al primer apellido del productor y las PUPL se seleccionaron aleatoriamente de manera sistemática, calculando el producto de la fracción de muestreo correspondiente (n=89/ N= 375: 0.2373) a la cantidad de PUPL asignadas a las áreas de responsabilidad de los técnicos encargados de proporcionar asistencia técnica a los productores (N= 12), para asegurar que la muestra se distribuyera homogéneamente entre este factor que pudiera influir en la rentabilidad(23).

 

Estructura de la entrevista

La entrevista se realizó (2011) en cuatro momentos sucesivos que incluyeron el consentimiento informado y disposición para proporcionar información confiable de las actividades, activos, ingresos y gastos, ante la declaración de confidencialidad y objetividad en el uso de la información proporcionada; exploración general de la información técnica y económica; obtención de información específica de los últimos cuatro meses anteriores a la entrevista y verificación física de recursos disponibles; así como, revisión y aceptación de los resultados por el productor.

Las PUPL se clasificaron como mano de obra tipo familiar cuando tenían al menos 50 % de trabajadores que manifestaron tener un parentesco en primero o segundo grado con el o los propietarios, independientemente de que existiera o no la percepción de un salario formal. Cuando la PUPL tenía un porcentaje < 50 % de mano de obra familiar se clasificó en la categoría de mano de obra contratada.

Se registraron y capturaron en una hoja de cálculo los datos de 162 variables relacionadas con la leche producida, precio de venta y otros ingresos adicionales a la venta de leche; valor de los activos, población ocupada, estructura del hato, superficie agrícola, gastos efectuados para la compra de alimentos e insumos; además de los sueldos y otros gastos e ingresos devengados mensualmente. Se incluyó información cualitativa referente a los datos socioeconómicos del propietario, del predio, prácticas tecnológicas, destino de la leche, características organizativas, entre otras.

La rentabilidad económica anualizada se estimó a partir de la relación beneficio costo neto (BCN) aplicando la fórmula siguiente(13): BCN= I / (G + R + CO), donde: I= total de ingresos; G= total de egresos operativos; R= remuneraciones al personal; y CO= costo de oportunidad de la renta de la tierra.

El cálculo del total de ingresos (I) se realizó con la sumatoria de todas las ventas de leche reportadas por el propietario y otros ingresos adicionales. El total de egresos operativos (G) fue calculado tomando en cuenta los gastos efectuados por el propietario para llevar a cabo las operaciones productivas de la explotación, para la producción de forrajes y servicios de asistencia técnica. La remuneración al personal (R) fue calculada con la suma de todos los salarios erogados de forma real al personal ocupado y el valor de la leche destinada para el autoconsumo familiar. El costo de oportunidad de la renta de la tierra (CO) se calculó considerando como ingreso alternativo, el monto que obtendría el productor si en lugar de dedicarse a la producción lechera obtuviera el valor comercial de la renta de su propiedad(13,15), tomando en cuenta la estimación realizada por el mismo productor en base a su conocimiento de renta de predios similares en productividad y ubicación; a este monto se le agregó el valor de la mano de obra no considerada en R; es decir, cuando no se registró un salario erogado por el trabajo realizado por el mismo productor o por algunos de sus familiares. Cuando se obtuvo una BCN>1.00 se consideró que si obtenía utilidades y se clasificó a la PUPL como superavitaria.

Se estimó el valor agregado (VA) a partir de la diferencia entre el valor de la producción (ingresos totales obtenidos por la actividad lechera) y el consumo intermedio, representado por los gastos realizados por el productor sin considerar el costo de la mano de obra utilizada(13,15). A partir del cálculo del valor agregado total, para estimar la productividad en las PUPL, se estimó el valor agregado por población ocupada, por vaca y por activo fijo para la producción o valor total de instalaciones disponibles de manera exclusiva o compartida para la producción lechera.

 

Análisis de la información

La información fue capturada y se realizó análisis de varianza para 60 variables continuas (costo de alimentación, producción por vaca, VA, etc.) y de Kruskal-Wallis para 102 variables discretas (estructura organizativa, edad en años, etc.); se corroboró la significancia de las diferencias y se estimaron los estadísticos descriptivos de los grupos, el intervalo de confianza (IC) al 95% para proporciones binomiales y se realizó la prueba de Ji-cuadrada (x2) no corregida, considerando como significativo un valor de P<0.05(24). También se efectuó un análisis de regresión lineal múltiple, empleando el procedimiento de selección "backward" y siguiendo la fórmula siguiente: Yi = β01z1 + ... +βrzr + eir;(24) en donde las variables dependientes (Yi) seleccionadas (Y1= BCN, Y2= VA) se expresaron como una combinación lineal de la media 0) y las variables independientes elegidas (z1= tamaño del hato, Z2 = productividad por vaca, Z3= personal ocupado, Z4= precio de insumos, Z5= valor de la producción, Z6= tipo de organización, Z7= recursos agrícolas, etcétera: Zr), más un término de error residual (e) que reflejó la variación no explicada por el modelo de regresión.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En este estudio se observó la existencia de una brecha de RE al interior del estrato de PUPL, pues la mayoría (80.9 %; IC 95%: 76.7, 85.3 %) mostraron resultados económicos anualizados deficitarios (BCN<1.00) y no lograron pagar la totalidad de sus egresos operativos; no obtuvieron ganancias ni recursos para la reinversión o para el cuidado de sus recursos naturales. Además hubo resultados desfavorables en otros indicadores económicos (Figura 2) como el valor agregado total ($ -2,986.54), VA por población ocupada ($ -0.14), VA por vaca ($ -4,563.82) y VA por activo fijo para la producción ($ -0.398). Sin embargo, estos propietarios manifestaron no tener presente su situación económica deficitaria, debido a que omitieron contablemente tanto el valor del trabajo familiar y de los forrajes que obtienen en sus tierras, así como a la liquidez financiera continua que les proporciona la venta de productos pecuarios.

Se identificó una pequeña proporción de PUPL superavitarias (17/89 = 19.1 %; IC95%: 14.9, 23.3 %), en las que la BCN fue mayor al punto de equilibrio económico (BCN>1.00), por lo que generaron ganancias económicas y alcanzaron a cubrir sus egresos operativos y de mantenimiento. Inesperadamente, en este estudio no se encontraron diferencias significativas (P>0.05) entre la BCN de las PUPL, atribuibles a factores de indudable importancia técnica para la producción, como disponibilidad de agua de riego, tamaño de la superficie agrícola, asistencia técnica, etc. Esta falta de significancia fue atribuida por los productores a la semejanza de recursos entre las PUPL superavitarias y deficitarias, lo cual coincide con otros estudios en la región en los que sí se observan diferencias atribuibles a estos factores solamente cuando se incluyen todos los tamaños de hato diferentes(15,25). Sin embargo, se observaron diferencias estadísticas significativas entre algunas variables características de las PUPL deficitarias y superavitarias, tales como la cantidad de leche producida por vaca al día, la integración del productor a una organización ganadera para la compra de insumos y venta de productos, el uso de tecnología para el ordeño, así como el control de los insumos utilizados para la alimentación del ganado (Cuadro 1).

La cantidad de experiencia acumulada entre los productores de las unidades de producción con superávit y déficit mostró diferencias significativas (P<0.05), ya que los propietarios de las PUPL que obtuvieron BCN>1.00 tuvieron en promedio 28.2 ± 7.1 años en la actividad lechera, mientras que los productores con déficit tenían menos experiencia (19.7 ± 6.9). En este estudio también se encontró una asociación significativa x2 (P<0.05) de la experiencia y la edad del propietario de la PUPL, reflejando que en general los productores de más experiencia tuvieron una edad mayor.

Solamente el 8.3 % (6/72) de las PUPL pudieran catalogarse como de subsistencia, ya que se caracterizaron por tener un autoconsumo de leche superior al 10 % de la producción diaria; contaban con muy pocas vacas en producción (2.6 ± 1.4), una producción total muy baja (< 30 L/d) y una BCN inferior a 0.35. No se identificaron diferencias estadísticas significativas en la cantidad total de leche destinada al autoconsumo (3.5 vs 5.1 L/d) ni en la proporción que representó en la producción (1.4 vs 3.4 %) entre las PUPL con superávit y déficit, respectivamente.

De acuerdo con algunos autores(15,16,26) el grado de pérdida económica se asocia principalmente con la eficiencia productiva de la explotación. Esta afirmación significa que se acepta la posibilidad de que las pequeñas explotaciones pudieran ser tan eficientes como las grandes, y que es posible que los productores no se vean obligados a agotar sus recursos naturales, siempre que se apliquen las estrategias tecnológicas y comerciales pertinentes a las condiciones ecológicas y económicas del entorno donde realizan su actividad. Se ha señalado(27-31) que las variables que tienen relación con el nivel tecnológico en las PUPL, tienen también influencia sobre la generación de ganancias económicas, lo cual a su vez estimula la adopción y cambio tecnológico, así como la RE. También este estudio se agrega a la idea de que a pesar de la escala pequeña de tamaño de la explotación, las PUPL pueden ser rentables si se establece un buen manejo de los recursos utilizados para la generación de productos de valor(26).

En el presente estudio se observaron diferencias significativas (P<0.05) en la BCN relacionadas con la asociación de los productores, de tal manera que los propietarios de PUPL pertenecientes a una organización ganadera obtuvieron mayores ganancias, lo que sugiere que la asociación representa un factor de consideración para la generación de modelos aplicables a las unidades de producción. Esta afirmación concuerda con lo señalado(32,33) acerca del impacto positivo de la asociación de los productores en el mejoramiento de los costos de producción, ya que las UP pueden obtener beneficios del escalamiento en la compra de insumos y para la comercialización de la leche. También se ha señalado(34) que la venta individual de la leche representa un problema en las PUPL debido a la variación de la producción durante el año y se agudiza por la falta de infraestructura de refrigeración, impactando directamente en la disminución del precio y afectando por consiguiente la RE de las PUPL.

Se ha propuesto ampliamente(10,35-37) que la edad del propietario es también un factor clave en la eficiencia de las PUPL, especialmente porque se ha observado que ocurre un ciclo de vida del ganadero, en el que los jóvenes que deciden incorporarse se dedican a perfeccionar la actividad lechera, consolidando su eficiencia en una edad media (46-64 años) mediante la adquisición y operación cuidadosa de tierras, animales, equipo y tecnología; posteriormente deciden abandonar la actividad lechera y permitir el cambio generacional. Sin embargo, de manera cada vez más frecuente el cambio no ocurre y se altera la continuidad de la actividad, ya que los jóvenes integrantes de las familias productoras, tienen más y mejores oportunidades de trabajo que sus padres cuando tenían su edad.

En este estudio se observó que el 85.4 % (76/89) de las PUPL (IC: 81.7, 89.0 %) tuvieron mano de obra predominante familiar (Cuadro 2). Esta característica coincide con la tipificación del sistema familiar(18-21) al identificar que el personal ocupado mayoritario en las PUPL mantiene lazos familiares con el propietario. A pesar de su tamaño pequeño, se encontró una alta contratación de la mano de obra en una de cada siete PUPL (14.6 %), atribuida por los productores entrevistados a la baja disponibilidad de mano de obra familiar por el incremento en la migración rural hacia los EE.UU. No se encontraron diferencias significativas en la proporción de PUPL con superávit dentro de las dos categorías de empleo de mano de obra (P>0.05). Lo cual pudiera significar que no es la mano de obra familiar lo que facilita o dificulta el éxito económico de las PUPL. Otras variables, como superficie de cultivo agrícola y productividad por vaca, no mostraron diferencias significativas (P>0.05) entre unidades familiares y no familiares. Lo anterior concuerda con lo señalado por diversos autores(18,29).

En este estudio, el tamaño del hato fue más pequeño entre las PUPL que operaban bajo un sistema de trabajo sustentado en la mano de obra de tipo familiar, en comparación con las que empleaban mano de obra contratada (P<0.01). La proporción de empleo de la mano de obra familiar en las PUPL (2.2 personas/UP) coincide con lo señalado anteriormente(14,38).

Diversos autores(26,31,39) han identificado que los resultados económicos negativos son muy comunes entre las pequeñas empresas lecheras familiares ubicadas en el altiplano central mexicano; así también hay coincidencia en identificar que la baja RE trae consigo dificultades para el cuidado de los recursos naturales y la adopción de innovaciones tecnológicas, lo cual redunda en una productividad baja que acentúa más la disparidad entre ingresos y egresos(8,27,40), lo que significa que son precisamente los pequeños productores los que están poniendo en riesgo su permanencia en la actividad lechera(27,41). Este estudio muestra que una proporción del estrato de PUPL se acerca al potencial técnico de producción y establece una brecha de RE que habría que reducir imitando las estrategias de los más avanzados.

En el altiplano mexicano, la producción de leche de bovino se realiza bajo diferentes sistemas de producción; el sistema familiar considera que cada unidad económica funciona con el trabajo de una población ocupada formada por los integrantes de la familia y cuenta con acceso a pequeñas superficies de tierra, hatos menores a 60 bovinos y tecnificación rudimentaria o artesanal(15,40,41). También se han propuesto(42) otras clasificaciones para las PUPL como las que distinguen los grupos de subsistencia, especializado y mixto. En ningún caso es el parentesco entre el propieítel personal ocupado lo que distingue el sistema de producción, sino las características técnicas y agroecológicas(26), lo cual sugiere que lo que distingue a las PUPL no es el tipo de personal ocupado (familiares -no familiares), sino otros factores como los señalados en el Cuadro 1.

El análisis de regresión lineal múltiple mostró que una BCN con superávit se relaciona directamente con la maximización de los ingresos obtenidos por la comercialización y el aprovechamiento en el uso de los recursos disponibles en las PUPL, así como las variables relacionadas con la minimización de los costos de producción (Cuadro 3). Se estimó que el modelo de regresión tiene una eficiencia del 88 % para que una PUPL tenga valores superavitarios (BCN>1.0) mediante la tasa de concordancia de los valores observados y predichos. El modelo ajustado tuvo significancia (P<0.001) y el estadístico R2 indicó que el modelo explicó el 82.8 % de la variabilidad en BCN. Los coeficientes de regresión incluidos en el modelo fueron muy pequeños porque explicaban el impacto sobre la BCN, la cual estuvo comprendida entre un rango de valores relativamente estrecho (0.08 y 1.83). A diferencia de los demás coeficientes de regresión, la proporción de ganado de raza Holstein y el valor total de activos por PUPL tuvieron un valor de probabilidad no significativo (P>0,05) aún en sus transformaciones exponenciales, aunque cercano a la significancia establecida, pero estas variables no fueron excluidas del modelo de regresión porque al hacerlo, se afectaba la significancia global del mismo.

En este estudio, una gran cantidad de variables fueron excluidas del modelo de regresión tanto porque no tuvieron influencia significativa (P>0.05) en la RE de las PUPL al ser analizadas de manera conjunta o bien porque mostraban una correlación significativa (P<0.05) con otras variables del modelo, y por lo tanto se consideró la existencia de una colinealidad entre ellas(24). Las variables clave que se asociaron directamente con la obtención de ganancias económicas fueron el incremento de ingresos totales obtenidos, valor agregado generado, cantidad de personas ocupadas, cantidad de familiares con salario, número de vacas atendidas por PO, precio de venta de leche y costo de alimentación; así como indirectamente con un menor monto total de egresos operativos erogados para la producción de leche, porcentaje de la producción destinada al autoconsumo familiar y el valor del predio, equipo ganado y otros activos. Además de estas variables clave, se ha sugerido(7) que otros elementos cuantitativos (ritmo creciente de las ventas, del número de empleados y del tamaño del hato; mejoramiento de la productividad y de la eficiencia) y cualitativos (satisfacción de los clientes, trabajadores y del propietario; capacidad de innovación y posición de la empresa) pudieran reflejar la existencia de éxito competitivo de las microempresas lecheras.

En el mismo sentido se ha mostrado(39-41) que RE y eficiencia no son sinónimo de competitividad; además, el esfuerzo por permanecer en la actividad lechera ha llevado a algunas regiones a cambiar el uso de la tierra agrícola, concentrándose solamente en la producción de los forrajes. Por ejemplo, en el valle de Aguascalientes se ha cambiado la actividad agropecuaria destinando la mayoría de los terrenos agrícolas (95.4 %) en áreas de producción de forrajes como alfalfa, avena y maíz(21). En otras regiones del mundo también se ha señalado(8,43) que algunos factores como la productividad por vaca, el precio de venta de leche, el costo de alimentación y la capacitación a los productores, son relevantes para la explicación de los resultados económicos de las PUPL.

Los tratados de libre comercio han traído como consecuencia la incorporación del campo mexicano al comercio internacional agropecuario, así como también han puesto a prueba la capacidad de los campesinos nacionales para competir, al menos dentro del mercado local en contra de los países desarrollados. En este contexto, la leche de bovino ha sido uno de los productos agropecuarios en los que México se ha convertido el primer importador(44,45), poniendo en riesgo de quebrar económicamente a las empresas lecheras, particularmente a aquellas que por su tamaño pequeño y por su escasa tecnología sólo han tenido la opción de llevar hasta extremos no sustentables el uso de sus recursos naturales, tales como sus fuentes de aprovisionamiento de agua, pastizales, suelos, biodiversidad y capacidad de resilencia del ecosistema ante el cambio climático(46). También se ha demostrado(47) que con la importación de productos lácteos a precios inferiores al costo de producción también se pierde el empleo de la mano de obra, que es un recurso abundante en México y se afecta la economía de los sistemas campesinos(42).

 

CONCLUSIONES E IMPLICACIONES

En este estudio se observó la existencia de una brecha de rentabilidad económica en las pequeñas unidades de producción lechera, pues sólo una de cada cinco obtuvo ingresos con un monto superior al valor conjunto de la mano de obra, recursos naturales, insumos y tecnología empleados en la generación de los productos lácteos. Las PUPL que alcanzaron el punto de equilibrio, difirieron de las deficitarias en el mejor aprovechamiento de los recursos disponibles; se identificaron factores productivos que de manera conjunta o individual tuvieron un impacto positivo en la RE como el número de vacas en ordeño, la producción de leche por vaca al día, el uso de la tecnología en el ordeño, el número de vacas atendidas por el personal ocupado, costos unitarios de alimentación y la concurrencia en el mercado de insumos y productos en conjunto de una asociación u organización que les permita mejorar los precios unitarios de compra venta. Estos resultados sugieren que es necesario recomendar a los tomadores de decisiones sobre políticas públicas nacionales y locales, así como a los representantes de las organizaciones ganaderas, que se encaminen esfuerzos hacia el cierre de brechas de rentabilidad económica entre pequeñas unidades lecheras, mejorando el alcance del potencial técnico de producción, las estrategias de intercambio comercial, la preservación del empleo y recursos naturales.

 

AGRADECIMIENTOS

Se agradece el financiamiento parcial, obtenido de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (Proyecto Clave PIP/SA 08-5) y del Fondo Sectorial de Investigación en Materia Agrícola, Pecuaria, Acuacultura, Agrobiología y Recursos Fitogenéticos (SAGARPA-COFUPRO-CONACyT), mediante la propuesta con clave 2010-144591.

 

LITERATURA CITADA

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