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Revista mexicana de ciencias pecuarias

versión On-line ISSN 2448-6698versión impresa ISSN 2007-1124

Rev. mex. de cienc. pecuarias vol.5 no.4 Mérida oct./dic. 2014

 

Artículos

 

Comportamiento de la oferta y demanda regional de carne de cerdo en canal en México, 1994-2012

 

Behavior of supply and demand of regional pig carcasses in Mexico, 1994-2012

 

Alfredo Rebollar Rebollara, Germán Gómez Tenorioa, Juvencio Hernández Martíneza, Samuel Rebollar Rebollara, Felipe de Jesús González Razoa

 

a Centro Universitario UAEM Temascaltepec. Universidad Autónoma del estado de México. Barrio de Santiago s/n, 51300 Temascaltepec, estado de México. México. gomte61@yahoo.com. Correspondencia al segundo autor.

 

Recibido el 27 de marzo de 2014.
Aceptado el 8 de mayo de 2014.

 

RESUMEN

En el marco económico de libre competencia, en las últimas dos décadas, la porcicultura mexicana enfrentó cambios significativos que ocasionaron modificaciones en la estructura productiva y comercial de este sector; sin embargo, los efectos de éstas fueron diferentes en las distintas regiones del país. El objetivo de esta investigación fue representar el funcionamiento del mercado de la carne de cerdo en canal en ocho regiones de México, así como cuantificar la magnitud del efecto de las principales variables económicas que afectan la oferta y demanda de carne en cada una de ellas. Se utilizó un modelo econométrico de regresión lineal múltiple para cada región, incluyendo las principales variables económicas y tecnológicas que determinan la oferta y demanda. La oferta de carne de cerdo en canal, en la mayoría de las regiones, se explica directa y elásticamente por la tecnología, directa e inelásticamente por el precio de la carne e inversa e inelásticamente por el precio del alimento, cuyos valores promedio regionales fueron 1.241, 0.062 y -0.097. La demanda se comportó de manera elástica respecto al tamaño de la población e inelástica en relación al precio corriente e ingreso per cápita en todas las regiones, registrando valores promedio de 1.871, -0.070 y 0.132; fue el crecimiento de la población la variable que mayor incidencia registró sobre el consumo de dicha especie pecuaria. Todos los modelos tuvieron significancia global; sin embargo, no todas las variables explicativas presentaron significancia individual.

PALABRAS CLAVE: Elasticidades, Carne de porcino, Producción y consumo, Modelos econométricos.

 

ABSTRACT

Under the economic context of free trade in the past two decades, the Mexican pork industry has faced significant changes that have caused modifications in the production structure and trade in this sector, but their effects have differed depending on the regions. The aim of this research was to investigate the market operation of pork carcasses in eight regions of Mexico, and to quantify the magnitude of the impact of the main economic variables affecting supply and demand for meat in each region. An econometric model with multiple linear regressions was used for each region, it included the main economic and technological variables that determine the supply and demand for pork. The supply of pork carcasses in most regions was directly proportional to technology and elastic, in terms of price of meat it is directly proportional and inelastic and for price of food it is inversely proportional and inelastic, the regional average values were 1.241, 0.062 and -0.097, respectively. Demand was elastic relative to population size and it was inelastic with the current price and income per capita in all regions, recording average values of 1.871, -0.070 and 0.132. Population growth was the variable that showed higher incidence with respect to consumption of pork. All models had global significance, however, not all explanatory variables presented individual significance.

KEY WORDS: Elasticity, Pork, Production and consumption, Econometric models.

 

INTRODUCCIÓN

En las últimas dos décadas, la porcicultura mexicana enfrentó cambios significativos en el entorno económico en el cual se desenvolvió, motivando variaciones en ritmos de crecimiento de la producción. Estas variaciones han tenido diferentes efectos en los estratos productivos y en diferentes zonas de producción(1).

El crecimiento de la actividad porcícola al interior del país, muestra claras disparidades, mientras algunas regiones como la Noroeste (NO) y Península de Yucatán (Pe) lograron un fuerte dinamismo económico, otras como Centro-Occidente (CO) y Centro-este (Ce) permanecieron rezagadas y, el resto, como la Norte (NR), Noreste (Ne), Oriente (OR) y Sur (SU), han dirigido su vocación hacia otros sectores ganaderos(2). El mayor crecimiento de algunas regiones se debió al hecho de mantenerse a la vanguardia en tecnología e integración productiva(3).

Durante 2011-2012, el precio real promedio ponderado de la carne de porcino en canal se comportó de manera diferente entre las regiones, el Noroeste y Noreste de México no registraron cambios significativos, mientras que en la Península de Yucatán el precio del producto se incrementó en 1.9 % y en las regiones Norte y Centro-este se reportaron incrementos de 5.9 y 3.5 %(4). Por otra parte, el sorgo, principal componente del alimento para porcinos(5), también registró evidentes variaciones en distintas regiones del país. Así, durante 20112012, el precio real promedio ponderado del sorgo en grano, en las regiones Noroeste, Centro-Occidente, Norte, Península de Yucatán y Oriente, reportó decrementos porcentuales de 10, 7, 4.3, 3 y 2.8 %, mientras que la zona Sur, el precio se incrementó 7.6 %, y la región Noreste permaneció sin cambios(4).

Respecto a la demanda, de 1994 a 2012, el consumo regional de carne de porcino en regiones Noroeste, Centro y Península de Yucatán, alcanzó una tasa media de crecimiento anual (TCMA) de 3.5, 2.9 y 3.9 %(6). Este comportamiento se explicó, por el incremento en el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita real (2.4, 1.7 y 6.3 %)(7), el crecimiento de la población a nivel territorial (1.9, 1.2 y 2.2 %)(8), así como por la preferencia de algunos consumidores por la carne de cerdo(9).

Las diferencias en la dinámica y comportamiento de las distintas variables económicas y tecnológicas que influyen en la oferta y demanda de carne de cerdo entre las regiones son evidentes; por ello, se hace necesario representar mediante modelos econométricos el funcionamiento de los distintos mercados regionales, a fin de que estos puedan ser indicadores para orientar a los hacedores de política pública, y dispongan de mayores herramientas alternativas que les permitan conocer la influencia de las principales variables que determinan el mercado de la carne de porcino en cada una de las regiones de México.

Por lo anterior, el objetivo del presente trabajo, fue representar el funcionamiento del mercado de la carne de cerdo en canal en ocho regiones de México (Noroeste, Norte, Noreste, Centro-Occidente, Centro-este, Sur, Oriente y Península de Yucatán) durante el periodo 1994-2012, y cuantificar la magnitud del efecto de las principales variables económicas que influyen en la oferta y demanda de esta carne en cada una de ellas.

La hipótesis de esta investigación considera que existen diferencias en el comportamiento y magnitud de las variables que determinan la oferta y demanda de carne de porcino entre las distintas regiones de México.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Para analizar el comportamiento del mercado de la carne de cerdo a nivel regional, México se dividió en ocho regiones económicas(10), como se muestra en el Cuadro 1.

Se formuló un modelo econométrico de regresión lineal múltiple del mercado de carne de cerdo para las ocho regiones, en el que se involucraron las principales variables económicas y tecnológicas que determinan la oferta y demanda de la carne de porcino. Los modelos, representan la dinámica y comportamiento interno de los distintos mercados regionales.

La información provino de fuentes oficiales como SIAP(4), CONAPO(8), FIRA(11), INEGI(7), SNIIM(12) y Financiera Rural(6). Para estimar el valor de los parámetros en los modelos lineales asociados a cada función de oferta y demanda, se utilizó el método de mínimos cuadrados ordinarios (MCO)(13), con el paquete estadístico SAS(14), que permitió conocer el efecto de cada una de las variables independientes sobre las dependientes, además de obtener los mejores estimadores lineales, insesgados y de varianza mínima.

La congruencia estadística de los modelos de oferta y demanda, se determinó por medio del coeficiente de determinación (R2), la significancia estadística de cada ecuación se efectuó mediante la prueba de F, y la significancia individual de cada coeficiente con la t de Student o la "razón de t". La evaluación económica, se realizó al considerar los signos y la magnitud de los coeficientes de las variables de las funciones de oferta y demanda, y se interpretaron de acuerdo con los fundamentos de la teoría económica; es decir, la relación entre la oferta y el precio de la carne de porcino en canal rezagado uno y dos periodos, así como con la conversión alimenticia, debe ser directa; mientras que con el precio del alimento, inversa; por su parte, la relación entre la demanda y el precio corriente de la carne de cerdo en canal, debe ser inversa; y respecto al PIB per cápita y la población humana, directa. Asimismo, se determinaron las respectivas elasticidades económicas de cada variable explicativa que afectó la oferta y demanda de carne de porcino en cada una de las regiones y, se evaluaron de acuerdo al signo y magnitud de sus coeficientes, los cuales, también deben ser acordes con la teoría económica.

La forma estadística de los modelos econométricos de oferta y demanda propuestos para determinar los factores que afectan los distintos mercados regionales de carne de cerdo son:

OCCt = β11 + β12 PCCRt-1 + β13 PARt-1 + β14 CAt-1 + £1t (Noreste y Oriente)

OCCt = β21 + β22 PCCRt-2 + β23 PARt-2 + β24 CAt-1 + £2t (Noroeste y Norte)

OCCt = β31 + β32 PCCRt-1 + β33 PARt-2 + β34 CAt-1 + £3t (Centro-Occidente y Sur)

OCCt = β41 + β42 PCCRt-2 + β43 PARt-1 + β44 CAt-1 + £4t (Centro-Este y Península)

DCCt = β51 + β52 PCCRt + β53 PIBPRt + β54 POBt + £5t

donde: OCCt: cantidad ofertada de carne de porcino en canal en el periodo actual, aproximada por la producción regional de dicho producto (t); PCCRt-1: precio real promedio ponderado regional de la carne de cerdo en canal, con un año de rezago ($/kg), PCCRt-2: precio real promedio ponderado regional de la carne de cerdo en canal, con dos año de rezago ($/kg); PARt-1: precio real promedio ponderado regional del alimento para porcino, aproximado por el precio del sorgo (75 %) y precio de la soya (25 %) con un año de rezago ($/kg); PARt-2: precio real promedio ponderado regional del alimento para porcino, aproximado por el precio del sorgo (75 %) y precio de la soya (25 %) con dos años de rezago ($/kg); CAt-1: conversión alimenticia con un año de rezago (kg de carne/kg de alimento); DCCt: volumen de demanda de carne de cerdo en canal en el periodo actual, aproximado por el consumo regional aparente regional (toneladas); PCCRt: precio real promedio ponderado regional de la carne de cerdo en canal en el periodo actual ($/kg); PIBPRt: producto interno bruto real per cápita regional en el periodo actual ($/persona), como una variable de aproximación al ingreso nacional disponible per cápita; POBt: población regional en el periodo actual (habitantes/región). Todas las variables monetarias se deflactaron con el índice de precios más apropiado.

La formulación de los modelos se basó en la teoría económica y en evidencia empírica. Se ha encontrado que los productores de carne de cerdo en México basan sus decisiones de producción, considerando tanto precios corrientes del producto, como los precios retrasados un periodo(15).

Cuando el productor de cerdo conoce el precio corriente del producto y de los insumos, puede elaborar expectativas y tomar decisiones respecto a su producción, pero como el ciclo productivo del cerdo es de un año, el efecto de su decisión (aumento o disminución de la producción) se refleja en el mercado un año después, tal actitud varía de acuerdo al tamaño de las explotaciones y grado de tecnificación, por ello, los productores que tienen mayor inversión o mayor liquidez pueden esperar un año más en tomar la decisión de incrementar o disminuir su volumen, por tal motivo, en algunas regiones los precios del producto y del alimento, así como la tecnología, se rezagaron de uno a dos años.

Por el lado de la oferta, entre las variables que más influyen en el crecimiento de la producción porcícola son el progreso tecnológico, el precio del alimento balanceado y, en menor proporción, el precio del producto(5). Dada la importancia de la implementación de tecnologías al permitir disminuir costos de producción en empresas con mayor grado tecnológico(9), así como el precio del insumo donde el sorgo es su principal componente(5) y el precio del producto como un determinante de la oferta(16), ambos precios (del sorgo y del producto) como elementos importantes en el comportamiento de la cantidad ofrecida de carne(17), por ello, se decidió incluir en el modelo de oferta a las citadas variables como las que determinan el nivel de producción de carne de porcino.

Para reflejar el progreso tecnológico en el volumen de producción de carne de cerdo se utilizó la conversión alimenticia con un periodo de retraso (CAt-1) para todas las regiones, lo que reveló que el productor no adopta innovaciones disponibles en el año t, sino que tarda para incorporar la nueva tecnología(5). Estudios anteriores, determinaron que la respuesta de la producción de carne de porcino en canal en relación a la tasa de conversión alimenticia se comportó de manera elástica(18).

Respecto al precio del producto y del precio del alimento, el primero se determinó a través del precio real de la carne de cerdo en canal, y para el segundo, se tomó en consideración el precio real del alimento para cerdos, aproximado por el precio del sorgo (75 %), por ser el insumo más importante del alimento para porcinos(5) y el precio de la soya en 25 %, que es un ingrediente proteico de elección en la formulación de alimentos para cerdos(19), ambas variables se rezagaron uno y dos periodos. Los precios tanto del producto como del insumo se obtuvieron del promedio ponderado de todas las entidades que integran cada una de las regiones de México.

Con relación a la demanda de carne de porcino, se consideró al consumo aparente en cada región como una variable de aproximación a la demanda regional de este producto, que se definió por la producción, más importaciones, menos exportaciones, todo ello a nivel territorial. Para determinar el volumen de consumo de carne por región, se recurrió al consumo per cápita regional(20,21), y para los periodos posteriores, se utilizó la tasa de crecimiento anual del consumo nacional aparente y población nacional, posteriormente se multiplicó por el número de habitantes en cada una de las regiones.

Con base en la teoría económica, las variables determinantes de la demanda que se incluyeron en el modelo fueron: el precio real promedio ponderado regional de la carne de cerdo en canal (PCCRt), producto interno bruto real per cápita regional (PIBPRt) y la población regional (POBt), todas las variables en el periodo actual. El PIBPR y la POB se incluyeron porque son variables que explican la demanda interna de alimentos en México(17).

Para determinar el valor de las elasticidades por región, se multiplicaron los coeficientes de las derivadas parciales de cada una de las ecuaciones regionales por el valor promedio observado de cada variable explicativa respecto a las cantidades ofrecidas y demandadas. Dado que las funciones lineales de oferta y demanda tienen una elasticidad variable a través de su rango de estimación; por tal motivo, ésta se obtuvo para el último año del periodo analizado, por estar más cercano a la actualidad, así, se cuantificaron los efectos establecidos en las relaciones funcionales.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Los resultados estadísticos obtenidos a partir de los modelos de oferta y demanda estimados en su forma lineal en cada una de las regiones de México, se presentan en los Cuadros 2 y 3.

Los coeficientes de determinación (R2) en las ecuaciones de oferta de carne de cerdo en canal, resultaron con alta bondad de ajuste en la mayoría de las regiones, que oscilaron entre 0.80 a 0.95, salvo la zona Sur, que presentó un R2 de 0.67; sin embargo, resultó aceptable.

Con relación al modelo de demanda, los coeficientes de determinación en las regiones fluctuaron entre 0.95 y 0.98, siendo las zonas Noroeste, Noreste y Península de Yucatán las que mejor se ajustaron a los datos y el resto de las regiones obtuvo un menor ajuste. Asimismo, tanto en los modelos de oferta, como en los de demanda, en todas las regiones, la probabilidad de encontrar una F tabular mayor a la F calculada, fue demasiado baja (menor a 0.01 %) por lo que en base a este prueba, todos los modelos fueron estadísticamente significativos.

La participación individual de cada una de las variables en ambos modelos se juzgó de acuerdo a su t asintótica o razón de t, la cual debe ser mayor que la unidad, situación que indica que el valor del parámetro estimado, es mayor que su error estándar(18). Bajo el argumento anterior, por el lado de la oferta se obtuvo que el coeficiente de la variable conversión alimenticia resultó estadísticamente significativo en todas las regiones; por su parte, el coeficiente de la variable precio del alimento fue significativo sólo en cuatro regiones (NO, NR, NE y PE) y las cuatro restantes (CO, CE, SU y OR), no cumplieron con el parámetro establecido, mientras que el coeficiente del precio de la carne en canal resultó no significativo en todas las regiones.

En los modelos de demanda, el coeficiente de la población resultó significativo en la totalidad de las zonas, los coeficientes de las variables precio de la carne y producto interno bruto per cápita, fueron significativos únicamente en CO, CE, y OR, y el coeficiente de esta última variable también lo fue en la región SU, el resto de las regiones no cumplieron con la condición antes señalada; sin embargo, dichas variables no se descartan de los modelos por su importancia en su formulación teórica.

Se realizaron las pruebas correspondientes para la detección de multicolinealidad entre las variables explicativas en cada uno de los modelos de oferta y demanda regionales usando la regla práctica de Klein(22). Los resultados obtenidos indicaron, que en todas las regiones no hubo problemas de multicolinealidad entre las variables independientes.

Durante la evaluación económica, se determinó que la relación entre la demanda de carne a nivel regional y su precio corriente fue inversa, y respecto al PIB per cápita y la población humana fue directa. Por el lado de la oferta, fue posible verificar que la relación de esta variable con el precio de la carne rezagado uno y dos periodos, así como con la conversión alimenticia fue directa, y con el precio del alimento fue inversa, lo cual, concordó con la teoría económica.

Para poder medir la magnitud de los cambios que ocurren en las variables dependientes ante las variaciones, ceteris paribus de una de las explicativas en los modelos de oferta y demanda, se determinaron los coeficientes de las elasticidades correspondientes a cada una de las regiones (Cuadro 4).

 

Elasticidades regionales

Las elasticidades de la oferta y demanda son distintas en cada una de las regiones de México, es decir, la magnitud y efecto que producen las variables explicativas sobre las dependientes varían a lo largo del territorio nacional. Por su parte, la oferta de carne de cerdo en canal en la mayoría de las regiones se explica directa y elásticamente por la tecnología, directa e inelásticamente por el precio de la carne e inversa e inelásticamente por el precio del alimento. En ese sentido, se obtuvo que la oferta de carne de porcino en canal resultó inelástica respecto a todas las variables explicativas en todas las zonas, con excepción de la conversión alimenticia en las regiones NO, NR, NE, CO, CE, OR y PE que fue elástica.

La respuesta de la cantidad ofrecida de carne de cerdo en relación al cambio tecnológico se acentúa en las regiones de NE y OR, ya que fueron las que registraron los valores mayores de las elasticidades (2.248, 2.168) respecto a las demás, por su parte, las zonas PE, CE, NR y NO, respondieron de manera menos elástica (1.232, 1.174, 1.090, 1.043) que las anteriores, mientras que las zonas CO y SU obtuvieron elasticidades por debajo de la unidad (0.528, 0.451), por lo que su comportamiento fue inelástico en relación al cambio tecnológico. Dichos resultados en general, concuerdan con los obtenidos por García et al(5), ya que durante el periodo 1962-2002, obtuvieron una elasticidad para la oferta de carne de cerdo en México en relación al cambio tecnológico de 1.53. De manera similar, Pérez et al(18), obtuvieron resultados elásticos (2.13) de la producción de carne de porcino en canal respecto a la conversión alimenticia.

La cantidad ofrecida de carne respecto al precio del producto (PCCRt-1, PCCRt-2) en las regiones Centro-Occidente y Noroeste respondió de forma inelástica (0.004, 0.006), mientras que en otras regiones como Norte, Centro-Este, Península de Yucatán (0.035, 0.060, 0.071) y en mayor proporción la zona Oriente (0.256), la respuesta fue menos inelástica, lo que significó, que ante un incremento en una unidad porcentual del precio de la carne de cerdo en canal, implicó, un aumento poco significativo en la cantidad ofrecida del producto en todas las regiones. Estos hallazgos concuerdan con los obtenidos por otros investigadores(5,18,23), quienes obtuvieron valores inelásticos de la oferta de carne de cerdo en relación a su precio.

La respuesta de la cantidad ofrecida de carne de cerdo en canal, respecto a los cambios ocurridos en el precio del alimento con uno y dos años de rezago (PARt-1 PARt-2) difiere entre las regiones, así se tiene que, las zonas NE y PE, sus valores absolutos de sus magnitudes fueron menos inelásticos (-0.253, -0.166) que el resto de las regiones, es decir, el volumen de carne producido en dichas regiones respondió inversamente y en mayor proporción ante variaciones en el precio del insumo.

Por su parte, CO y SU fueron más inelásticas (-0.001, -0.025) que la totalidad de las regiones, lo que indicó, que ante un incremento en una unidad porcentual en el precio del alimento (PARt-1, PARt-2), la cantidad ofrecida de carne en dichas áreas geográficas registró decrementos poco reveladores. Para los periodos 1980-1985 y 2001-2005 Díaz et al(24), encontraron para México, una elasticidad de la oferta en relación al precio del alimento para porcino (retrasado un periodo) de -0.0024 y -0.2416; asimismo, se menciona(5), para la década de los sesentas, una elasticidad de la oferta respecto al precio real del alimento balanceado para cerdos de -0.78, para pasar a más inelástica en el periodo 1990-2002, que fue de -0.27. No obstante que las magnitudes de las elasticidades varían entre los diversos estudios por tratarse de periodos distintos, sin embargo, permanece el carácter inelástico de la variable mencionada.

Con relación a las elasticidades de la demanda, se encontró que la variable que mayor incidencia registró sobre el consumo de la carne de cerdo en canal en todo el territorio nacional, fue el tamaño de la población; variable que se comportó de manera elástica en relación al número de habitantes en cada una de las regiones consideradas; sin embargo, fueron las zonas OR y NR, las que reportaron mayores elasticidades (2.253, 2.199); en consecuencia, aumentos más significativos en el consumo de la especie pecuaria en cuestión; respecto a las regiones NE y PE, la elasticidad fue de 1.631 y 1.611, lo que indicó que la demanda de carne de cerdo en dichos lugares se incrementó en menor proporción que las anteriores. El efecto significativo que registró la variable poblacional sobre el consumo de carne de porcino en México, se explica en gran parte por el crecimiento medio anual de 1.28 % de la población nacional durante el periodo de estudio.

Por su parte, la elasticidad de la demanda de carne de porcino en canal en relación a su precio corriente fue inelástica en todas las regiones; sin embargo, existen variaciones en sus valores en cada una de ellas, así se tiene que las zonas NO, PE y SU, fueron menos inelásticas (-0.006, -0.0024, -0.053) que el resto de las mismas; lo que indica, que dicha variable económica registró una menor influencia sobre el consumo de la especie pecuaria en las citadas regiones.

Respecto a la elasticidad de la demanda en relación al producto interno bruto per cápita, registró variaciones a nivel regional, mientras que en zonas NR, PE y NO, se obtuvieron valores de 0.006, 0.029 y 0.097, los territorios CO, SU y CE, registraron mayores magnitudes (0.227, 0.237, 0.241) que todas las demás, lo cual indicó, que en estas últimas regiones, el consumo de carne de dicha especie se explicó en mayor proporción por el aumento en el PIBPRt. Las cifras anteriores clasifican a la carne de porcino como un bien normal necesario. En general, se obtuvo que la influencia que registraron ambas variables económicas (PCCRt, PIBPRt) con relación al incremento de la demanda de carne de porcino en canal, fue reducida.

Al respecto, Díaz et al(23,24), estimaron para el periodo 1980-2009, una elasticidad de la demanda de carne de cerdo en canal en México de 0.30 en relación a su precio y 0.37 respecto al ingreso nacional disponible, aproximado por el producto interno bruto, asimismo, estos mismos autores en diversos estudios, durante 1996-2000 y 2001-2005, determinaron una elasticidad de la demanda de la citada especie de -0.959 y -0.957 en relación a su precio, y 0.553 y 0.554 respecto al ingreso nacional disponible, cifras que resultaron ligeramente superiores a la presente investigación, dado que se trató de periodos distintos.

 

CONCLUSIONES E IMPLICACIONES

Los resultados de las estimaciones econométricas indican que el factor que más influyó en el crecimiento de la producción porcícola en todas las regiones, fue el progreso tecnológico, definido como conversión alimenticia, y en menor proporción el precio del alimento para porcinos y el precio de la carne de cerdo en canal. Para el caso de la demanda, su comportamiento fue elástico con relación al crecimiento de la población, en todo el país, lo que explicó el incremento del consumo de carne de cerdo en canal en todas las regiones estudiadas. Además, la demanda fue inelástica con relación al precio del producto y al ingreso per cápita en todas de las regiones.

 

AGRADECIMIENTOS

El primer autor, agradece al CONACyT por el apoyo otorgado durante sus estudios de doctorado. El presente trabajo se realizó gracias al financiamiento del mismo Consejo con el proyecto con número de clave 191398.

 

LITERATURA CITADA

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