Introducción
La producción ovina en las regiones tropicales de América Latina y el Caribe ha aumentado en los últimos años. Los sistemas de producción en estas regiones se caracterizan por baja productividad y las razas empleadas son en su mayoría ovinos de pelo. Desde un punto de vista comparativo con razas de lana, las razas de pelo son pequeñas, con una tasa de crecimiento lenta y mala conformación muscular, por lo tanto, éstas se han cruzado para mejorar la tasa de crecimiento1. Razas de pelo como Dorper y Katahdin muestran altas tasas de crecimiento y se han introducido en sistemas de cría con las razas Pelibuey y Blackbelly utilizadas en México2.
A pesar de la importancia de las razas de pelo en la producción ovina tropical y del mundo, sólo pocos experimentos se han realizado para determinar sus requerimientos de energía3,4,5. Conocer las necesidades de nutrientes y la eficiencia de utilización de los recursos alimenticios es importante para optimizar la productividad y lograr el comportamiento productivo esperado5,6,7. Sin embargo, con frecuencia se publican valores y modelos de predicción de requerimientos, basados en razas de clima templado5,7,8,9 con resultados en la producción animal diferentes de lo esperado, así como la incapacidad para predecir el comportamiento productivo del animal. En este sentido10 recientemente en ovejas Santa Inês se ha demostrado la importancia de la utilización de ecuaciones específicas a las condiciones locales para asegurar que se realicen predicciones precisas y confiables de consumo de materia seca. Además, algunos estudios han indicado que las razas ovinas de pelo tienen diferentes requerimientos de energía en comparación con las razas de lana, pero esta afirmación se ha basado en datos experimentales limitados11.
Por otro lado, el consumo de energía por los ovinos se considera como el primer nutriente limitante para el crecimiento12. Además, el suministro de energía insuficiente se refleja en lento crecimiento, mayor edad a la pubertad, reducción en fertilidad, menor producción de leche y una mayor susceptibilidad a los nematodos. En animales adultos, cuando la ingesta energética es menor que la necesaria para el mantenimiento, el animal utiliza sus reservas corporales de energía13, especialmente de grasa, y cuando esto ocurre en exceso, enfermedades metabólicas como cetosis pueden surgir. Al final de la gestación y principio de la lactancia, también se puede presentar un desequilibrio energético, que induce al animal a utilizar sus reservas energéticas corporales para producción de leche14.
En la actualidad, debido a que los principales recursos para la producción animal (tierra, agua) están más limitados en algunas regiones del mundo, la determinación precisa de nutrientes requeridos por los animales es de suma importancia para evitar la pérdida de estos recursos12. El NRC15 incluye ovinos de pelo en la base de datos para predecir la ganancia diaria de peso (GDP). El sistema Cornell de carbohidratos y proteína netos para ganado ovino (CNCPS-S, por sus siglas en inglés) o el sistema de nutrición de pequeños rumiantes (SRNS, por sus siglas en inglés)12,16 han sido evaluados para la predicción de GDP en ovinos Pelibuey6,17 y GDP y consumo de materia seca en ovinos Santa Inês18,19,20 y ajustes a dichos modelos han sido propuestos para que sean comparables a los de Pelibuey6,17. Costa et al21 informaron que es necesario tener una base de datos que pueda ser actualizada con frecuencia, por medio de meta-análisis, de tal manera que los modelos desarrollados tengan incorporados datos recientes. Tedeschi et al12 concluyen que se requieren más datos que permitan una mejora en la precisión de los modelos de predicción basados en el SNRS bajo condiciones de producción diferentes. Sin embargo, la información disponible para ovinos de pelo es escasa y sin actualizar. En México se conoce poco con respecto a sus requerimientos para mantenimiento y ganancia de peso y la eficiencia con la que la energía metabolizable (EM) se utiliza para ambas funciones fisiológicas. El conocimiento de tal información puede ayudar a mejorar la eficiencia de la producción ovina bajo condiciones prácticas en las explotaciones ovinas, mejorando la rentabilidad de la explotación.
El objetivo de la presente revisión fue analizar la información disponible sobre los requerimientos de EM y la eficiencia de utilización para mantenimiento y ganancia de peso en ovinos de pelo mantenidos bajo condiciones tropicales en América Latina, con el fin de visualizar las áreas potenciales de investigación que puedan llevar hacia un mejor conocimiento de los requerimientos nutricionales de estos ovinos.
Situación de la producción de ovinos de pelo
En los principales países productores de ovinos de América Latina y el Caribe, las razas de ovinos y fenotipos son diversos, y se describen generalmente como “Criollos”, recibiendo diferentes nombres dependiendo de donde estén ubicados, y en algunos casos la misma raza se nombra de diferentes maneras; por ejemplo el Pelibuey o Tabasco se cría en México, en las Islas Vírgenes las razas Pelo Blanco o Saint Croix, en Tobago la raza Roja Africana y West African son las mismas. En Brasil hay tres razas de ovinos de pelo: Somalí Brasileño, Morada Nova y Santa Inês. El Cuadro 1 muestra las razas de ovinos de pelo y su distribución en América Latina. El peso adulto por sexo de cada raza se tomó de la página Web de “Razas de ganadería” (del www.ansi.okstate.edu/breeds/) del Departamento de Ciencia Animal de la Universidad del estado de Oklahoma15. Según la NRC15, para obtener una predicción más precisa de las necesidades energéticas, es necesario considerar el peso adulto de los animales, ya que éste está asociado con la composición del tejido retenido según el porcentaje de peso adulto del animal, que varía entre razas y genotipos. En ovinos, se ha reportado que los requerimientos de EM para mantenimiento disminuyen conforme el animal va creciendo, que está relacionado con la proporción obtenida del peso adulto15.
Requerimientos de energía para mantenimiento y crecimiento
Para la creación de la base de datos, se realizó una revisión de literatura con Science Direct (en http://www.sciencedirect.com/) y motores de búsqueda de Google Scholar (del http://scholar.google.com/) así como artículos publicados en la literatura científica de revistas tales como: Técnica Pecuaria en México, Revista Brasileña de Zootecnia, Ciência Agrotecnica, Small Ruminant Research, Semina: Ciências Agrarias y Revista Italiana de Ciencia Animal. El método por el cual se estimó la EM requerida para mantenimiento y crecimiento también se presenta en el Cuadro 2. Se aprecia que el trabajo realizado con ovinos de pelo se ha realizado con regresión y técnicas de sacrificio comparativo; lo que difiere a lo realizado con ovinos de lana, en los cuales sus necesidades de energía se han obtenido básicamente con técnicas calorimétricas23-26. Hay que iniciar trabajos calorimétricos con ovejas de pelo en las regiones tropicales para validar los datos obtenidos por regresión y técnicas de sacrificio comparativas.
Requerimientos de energía y eficiencia en la utilización de EM para mantenimiento
Los costos de energía para el mantenimiento representan entre el 60 y el 80 % del total de energía consumida por rumiantes25. Los requerimientos de energía y en particular los de mantenimiento (Em), así como la eficiencia de utilización del alimento y la energía contenida en los tejidos (adiposo, muscular) en el ganado, ha sido un tema de investigación durante varias décadas25,27. El requerimiento de EM para mantenimiento (EMm), puede ser comparado al llamado “metabolismo basal” (en su mayoría utilizado en la alimentación humana), y se define como la cantidad de energía que el animal necesita para mantener los procesos vitales (funciones [corazón, pulmón, renal, nervioso, “trabajo”] y las funciones celulares [grasa y proteína; intercambio de iones de Na/K]) del cuerpo en condiciones normales. En la práctica, el EMm podría definirse como el estado en el que el animal no sufre cambios en su composición corporal9,23. También se ha definido como el estado en que el consumo de EM (CEM) no resultará en pérdidas o ganancias de energía (ER) en los tejidos del cuerpo animal; Ferrell y Oltjen28 definen esta unidad como, EMm= CEM en el que ER= 0; o PC (producción de calor) = CEM.
Entre los factores que influyen en el Em se pueden mencionar: peso corporal (PC), raza, sexo, estado fisiológico, nivel nutricional, condiciones ambientales, estrés, ejercicio o actividad física y parasitismo9,15. La eficiencia de la utilización de EMm (km ) representa la fracción de EM que se puede convertir en energía neta (EN), para soportar los requerimientos de mantenimiento de los rumiantes. La fracción que no se puede convertir a EN se pierde como el incremento de calor incluyendo fermentación en el tracto gastrointestinal y reacciones bioquímicas a nivel celular29. La eficiencia de utilización de la energía de los alimentos tiene un impacto económico, y la mejor manera de determinarla es por medio de la eficiencia de la conversión alimenticia27,30.
El Cuadro 3 muestra las estimaciones de requerimientos de EM y EN (EMm y ENm respectivamente) y el Cuadro 4 muestra las eficiencias de utilización de EM para mantenimiento (km ) en ovejas de pelo de diferentes razas en condiciones tropicales de América Latina. Es importante señalar que para el caso de las ovejas, en la presente revisión sólo se encontraron dos experimentos que estaban relacionados con esta información31,32 y la media (± desviación estándar) de EMm fue 419 ± 129 kJ/kg PC0.75; esta información debe tomarse con reserva, ya que proviene de un número reducido de observaciones. En este sentido, Chávez et al33, encontraron que suministrando 506 PC0.75 kJ/kg para ovejas Pelibuey durante los primeros 100 días de gestación y 700 kJ/kg PC0.75 durante los últimos 50 días de gestación era suficiente para que las ovejas aumentaran de peso (36 g/día aproximadamente). Junto con esto, informaron que para la lactancia, el suministro de 1,000 kJ/kg PC0.75 fue suficiente para que las ovejas obtuvieran 4 a 20 g/día, producción de 700 a 800 ml de leche y ser capaces de sostener un aumento de peso en sus corderos de 200 g/día.
Para machos en crecimiento, se utilizaron datos de nueve experimentos que involucraban las razas Pelibuey3,32, Santa Inês4,18,20, Morada Nova8,34, 1/2 Dorper × 1/2 Santa Inês30 y Somalí Brasileño26. El valor medio encontrado en el presente experimento para EMm fue 388 ± 123 kJ/kg PC0.75; sin embargo, estos datos mostraron un relativamente alto coeficiente de variación de 31.8 %, el cual puede atribuirse a diferencias entre experimentos, genotipos y cruces, entre otros factores.
En varios experimentos8,20,22,26,34 los valores de EMm (kJ/kg PC0.75) se derivan de la relación entre PC/PCV y usando el k m reportado por estos autores. En relación con el EMm, en ovejas Santa Inês en crecimiento, algunos autores4,20 informan un valor medio de EMm de 342 (±107) kJ/kg, y para Morada Nova 264 (±8.23) kJ/kg(8,34. En el caso de Pelibuey3,32, un valor medio de 544 (±76.4) kJ/kg. Mientras que otros autores26,30 informan sólo valores disponibles para corderos 1/2 Dorper × 1/2 Santa Inês y Somalí Brasileño (Cuadro 3).
En relación con km , se encontró un valor promedio de 0.7018. Un valor promedio de 0.67 fue reportado8 cuando km se estimó en dietas con proporciones de forraje de 40, 55 y 70 %4,7,20; en machos en crecimiento Santa Inês se registró un valor de 0.66. Recientemente30 se encontró un km de 0.63 en corderos 1/2 Dorper x 1/2 Santa Inês. El valor medio de km en la presente revisión fue de 0.66. En este respecto, cuando la EM de las dietas de calidad media (como los utilizados en los trópicos) se utiliza con una baja eficiencia para mantenimiento y ganancia, k m es relativamente mayor en comparación con Kg 29. Además, este autor reportó que km podría considerarse en promedio como 0.60 independientemente de la dieta; esto se aproxima al valor promedio de este trabajo, que fue de 0.66 (Cuadro 4).
La falta de información es más evidente para el caso de las ovejas, ya que existen muy pocos informes sobre la determinación de las necesidades energéticas en sus diferentes etapas fisiológicas (mantenimiento, gestación, lactancia), siendo estos componentes fundamentales de los sistemas de producción. Además, se sabe que la alimentación de las ovejas antes y después de parto tiene un efecto sobre la supervivencia y crecimiento de las crías. Por lo tanto, es necesario continuar con los trabajos que se centren en la determinación de las necesidades de nutrientes de ovinos de pelo y desarrollar un sistema de alimentación basado en las características de la ración, raza y condiciones ambientales que prevalecen en los trópicos de América Latina. La formulación de dietas con conocimiento preciso de las necesidades de energía de ovinos de pelo y la concentración de EM y la eficiencia de utilización, de los alimentos disponibles en los trópicos, tendrá una influencia en la mejora en la producción, dándole a los ovinos la cantidad exacta de alimento que requieren sin sobreestimar o subestimar sus necesidades ni el valor energético de los alimentos. La formulación basada en el conocimiento preciso de sus necesidades de mantenimiento y producción, contribuirá a reducir los costos de producción, ya que probablemente habría menor residuos (como el incremento de calor) derivados de la EM absorbida desde el tracto gastrointestinal. El conocimiento de las necesidades energéticas de las oveja de pelo para las diferentes etapas fisiológicas (mantenimiento, crecimiento, embarazo y lactancia), es de suma importancia, ya que estos podrían incorporarse fácilmente en los diferentes programas de formulación de dietas (CNSPS-S/SRNS), para satisfacer los requerimientos de energía de los ovinos de pelo, en condiciones tropicales.
Requerimientos de energía para ganancia de peso y km estimado
El requerimiento de energía para crecimiento o ganancia de peso (EMg o ENg), corresponde al valor calórico o energía bruta de la proteína y grasa almacenadas en el cuerpo del animal23. El ARC23 menciona que la tasa de deposición de proteína afecta el crecimiento, que a su vez afecta los requerimientos de EN. La composición de la ganancia de peso, expresado como aumento de PCV (ganancia de PCV), es el principal factor determinante de las necesidades energéticas de ganancia de peso, que se estima de la energía retenida en el cuerpo15. Por otra parte, el principal factor para la determinación de la composición de la ganancia en la etapa de madurez, en la que el animal está más cercano de su peso adulto, más grasa (y energía), es almacenamiento en la ganancia.
Ferrell y Oltjen28 informaron que la dieta se utiliza con diferente eficiencia dependiendo del tipo de ración (ingredientes), nivel de consumo y la función fisiológica en que está siendo utilizada por el animal. Tolkamp29 informó que para raciones de baja a mediana calidad (como los de forrajes tropicales), se espera una Kg baja. Tedeschi et al35 mencionan que hay factores que pueden afectar Kg , señalando que la ración (densidad de energía y proporción molar de los ácidos grasos volátiles) y la composición de la ganancia de peso, son las cuestiones más importantes; estos autores concluyeron que el uso de una combinación de la composición química del cuerpo y la concentración de energía de la ración, puede ser un mejor enfoque para la evaluación de la eficiencia de la utilización de EM para el mantenimiento y crecimiento. Al respecto, algunos investigadores, demostraron que el factor principal que afecta Kg es la composición de la ganancia en la PCV36,37; incluso cuando el nivel de EM interfiere con Kg , una ración con una alta concentración de EM inducirá un contenido alto de grasa en la ganancia.
En otros trabajos36,37 estos autores no encontraron evidencia genética de requerimientos de EN para ganancia de peso, concluyendo que el efecto de la raza o genotipo en EN para ganancia puede ser atribuido a los diferentes pesos a la madurez, y a la precocidad en la deposición de grasa en las distintas razas de ganado. Diferentes pesos a la madurez de las razas, pueden determinar diferentes grados de madurez en los animales con el mismo peso absoluto y la misma tasa de ganancia; en la ganancia de peso de los animales de razas con bajo peso a la madurez en comparación con las razas de madurez tardía se esperan altas concentraciones de energía. En la presente revisión, trabajos con corderos Morada Nova8,21 estiman valores de ganancia de 13.8 a 17.9 kJ EN/g y 7.0 a 9.2 kJ EN/g, en animales de peso comprendido entre 15 y 30 kg, respectivamente. Regadas-Filho et al22 en corderos machos Santa Inês en crecimiento, reportaron de 10.0 a 14.5 kJ EN/g en animales entre 15 y 30 kg. Sin embargo, con este mismo tipo de animales, se encontraron valores de 6.0 a 9.0 kJ EN/g7,20. Galvani et al30 y Pereira et al26 informaron de 9.3 a 14,7 y 9.2 a 11 kJ EN/g para ganancia en corderos 1/2 Dorper x 1/2 Santa Inês y Somalí Brasileño, respectivamente. Utilizando los valores descritos anteriormente, se encontró un valor promedio de 8.75 a 14.06 kJ EN/g para ganancia en ovinos de pelo de diferentes razas en condiciones tropicales de América Latina. El Cuadro 5 muestra los requisitos de EN para ganancia de peso (MJ/animal/día) de ovinos de pelo según su peso vivo y ganancia de peso esperada.
Con respecto a la eficiencia de la utilización de EM para el crecimiento (Kg ), se ha informado que en ovinos Pelibuey, este valor varía según la edad y peso, siendo mayor durante las primeras etapas de crecimiento y disminuyendo a medida que el animal se acerca a su peso maduro, debido a una mayor deposición de grasa en los tejidos del cuerpo32. Sin embargo, estos autores también sugirieron que la mayor demanda puede ser debida al mayor requerimiento de energía por unidad de peso. El Cuadro 6 muestra las estimaciones de Kg en ovinos de pelo. La Kg reportada para ovinos de pelo osciló entre 0.38(8) y 0.48(38), y el promedio obtenido con el propósito de esta revisión fue 0.42 ± 0.04.
Con base en los datos obtenidos en esta revisión, respecto a las necesidades de energía para ganancia de peso (MJ EN/animal/día) y Kg (0.42), se encontró que los requerimientos de energía para la ganancia de peso (kJ EM/g) oscilaron entre 20.8 y 33.5 (media: 27.7); Asimismo, se informó que los valores medios para las necesidades de energía para ganancia (MJ EM/animal/d) derivados, fueron superiores en un 26 % a los reportados previamente para ovinos Pelibuey en crecimiento39, sin embargo, es importante destacar que los datos del presente trabajo, y de otros39, fueron cercanos, con ganancias de 100 g (5 % más en promedio), en comparación con mayores tasas de ganancia.
Requerimientos de energía para ovinos en pastoreo
En las regiones tropicales, los sistemas de producción ovina generalmente son mixtos, donde en la mayoría de los casos, los animales (ovejas principalmente) se mantienen en pastoreo con o sin alimentación suplementaria. La alimentación se basa en el uso de gramíneas nativas e introducidas y arbustos; las explotaciones ovinas tienen bajos parámetros de producción y rentabilidad y baja tasa de adopción de nuevas tecnologías. Por esa razón es primordial la estimación de los requerimientos nutricionales de ovinos en pastoreo; sin embargo, hay pocos reportes de experimentos donde se hayan determinado. En este contexto, se menciona40, con corderos destetados Rambouillet x Pelibuey de 13.5 kg en pastoreo de Buffel (Cenchrus ciliaris), un requerimiento de energía para mantenimiento de 359 kJ EM/kg PC0.75/día. En otro trabajo7 considerando un Km de 0.66, informaron una EMm de 470 kJ EM, por lo tanto ENm fue 310 kJ/kg PC0.75. Asimismo, encontraron que en corderos de 3 a 4 meses de edad (machos castrados) de la raza Santa Inês de 15 a 30 kg de peso en pastoreo de buffel tenían un requerimiento de 18.2 kJ EM/g para ganancia de peso en corderos de 15 kg. En corderos de 20 kg, el requerimiento fue 24 kJ, en corderos de 25 kg el requerimiento fue 30 kJ y en los animales de 30 kg de 35 kJ. El valor estimado para Kg fue 0.42 al evaluar todos los pesos.
Peso corporal vacío (PCV)
Marcondes et al36 sugirieron que el primer paso en la determinación de las necesidades energéticas de los rumiantes es la conversión de PC encogido (PCE, con ayuno de 16 a 24 h) a PCV. También se ha informado30, que la concentración de energía en el cuerpo generalmente ha sido expresada como una función de PCV en lugar de PCE, debido a que la interferencia del contenido gastrointestinal es eliminada completamente. El PCV es equivalente a PCE menos el peso del contenido gastrointestinal. Según algunos autores12,16,30, el PCE se define como el 96 % de PC lleno (kg) y definen PCV como: PCV= 0.85 × PCE (kg).
Sin embargo, para determinar el PCV, los animales tienen que ser sacrificados; por esta razón, han desarrollado ecuaciones de regresión para estimar PCV a partir del PC o PCE, e incluir esta información, y así contribuir a la actualización con los datos para la estimación de algunos parámetros requeridos por los modelos nutricionales como SRNS para predecir el desempeño de razas de ovejas de pelo11,32.
Basados en datos reportados en la literatura8,22,26,30,34,38, se ajustó una ecuación de regresión lineal.
(Ecuación 1): PCV= -1.80 (±0.59***) + 0.89 (±0. 02***) × PCE (R2= 0.98; MSE= 1.669; RSD= 1.292; P<0.0001; n= 51).
Se encontró que el contenido gastrointestinal fue 10 % y la PCV 90 % del PC en animales machos. Los valores encontrados en el presente trabajo en cuanto a PC correspondiente a PCV fueron superiores a los reportados en la literatura16,32. También se encontró que la relación PC/PCV fue en promedio de 1.23 para los machos.
Con respecto a las hembras, en ovejas Pelibuey adultas en diferentes estados fisiológicos, el peso del contenido gastrointestinal fue aproximadamente un 19 % de PCE11. Recientemente, (Chay-Canul, datos inéditos) utilizando datos de 28 ovejas Pelibuey adultas con diferentes pesos y condicion corporal, se conformó la siguiente ecuación:
(Ecuación 2): PCV= -3.82 (±0.93***) + 0.92 (±0.02***) × PCE (R2= 0.96, MSE= 2.183, RSD= 1.477, P<0.0001; n= 71).
La PCV correspondió al 92 % de PC. Por otra parte, la relación PC/PCV fue en promedio 1.22 para ovejas.
Composición corporal y su relación con los requerimientos de energía
Para estimar las necesidades de nutrientes es importante saber el aumento de peso y la composición corporal, porque estos están directamente relacionados. Fernandes et al41 afirman que el conocimiento de la composición corporal de los animales es de gran relevancia en estudios de nutrición animal para determinar necesidades de nutrientes. Costa et al21 y Maia et al19 informan que el primer paso para la determinación de los requerimientos nutricionales es medir la composición corporal de los ovinos, que puede obtenerse por métodos directos o indirectos. Aunque la determinación directa de la composición corporal por molienda y análisis de todos los tejidos del cuerpo es el método más confiable, es caro, lento y laborioso.
La composición corporal de los ovinos es un factor importante para determinar los requerimientos nutricionales, ya que el cuerpo se compone básicamente de agua, proteína, grasa y minerales, en proporciones que varían según la raza, edad, tasa de crecimiento, el género y nutrición, entre otros34.
En corderos Morada Nova de 15.23 a 25.43 kg se reportó que la composición corporal (% PCV) varió de 70.14 a 64.61 % agua, 18.14 a 18.17 % de proteína cruda, de 6.7 a 12.1 % grasa y 7.28 a 9.50 MJ/kg PCV8. Los autores informaron también que la concentración de proteína bruta se redujo de 181.76 a 178.74 g/kg PCV cuando el PC de los animales aumentó de 15 a 25 kg. Asimismo, otros autores34, informaron que el contenido de energía y grasa en el PCV aumentó de 79.38 g/kg PCV, a 8.83 MJ/kg, 6.86 MJ/kg y 123,73 g/kg, respectivamente, conforme el PV de los animales aumentó de 15 a 30 kg; también se observó un efecto cuadrático para las concentraciones de agua y grasa con el aumento de PCV, y el porcentaje de proteínas mostró una tendencia a disminuir linealmente, presentando una disminución de 0.10 puntos porcentuales por cada kilo de incremento de PCV.
En corderos Santa Inês22, se encontró que el contenido de energía y grasa del PCV aumentó de 7.99 MJ/kg y 85.16 g/kg de PCV, respectivamente, a 11.63 MJ/kg y 221.23 g/kg, conforme el PV aumentó de 15 a 30 kg; también se observó un efecto cuadrático para las concentraciones de agua, grasa y energía con el aumento de PCV; mencionan que el porcentaje de proteína cruda mostró una tendencia a disminuir linealmente, de 0.12 porcentuales por cada kilogramo de incremento de PCV, de 15 a 30 kg. Los autores concluyeron que los requerimientos de energía neta para PCV aumentaron con el aumento de peso corporal, debido a un aumento paralelo en la cantidad de grasa depositada por kilogramo de ganancia. En consecuencia, algunos autores38, mencionan que el contenido de proteína cruda del cuerpo disminuyó, pero el contenido de grasa y energía del cuerpo aumentaron conforme el PCV aumentó de 15 a 45 kg. Resultados similares mencionan que los niveles de suplementación y valores PCV afectaron positivamente contenidos de MS en la PCV de 31.15, 35.18 y 36.19 %7. Sin embargo, el contenido de proteína cruda en la PCV disminuyó con la suplementación. Esto puede explicarse por la mayor ganancia de PC y los depósitos de grasa con el aumento en nivel de suplementación. El contenido de energía en el PCV varió de 6.23 a 8.66 MJ/kg PCV. La concentración de proteína cruda disminuyó de 212 a 180 g/kg PCV cuando el PC aumentó de 15 a 30 kg. El contenido de grasa en corderos de 15 a 30 kg osciló entre 17.3 y 103.2 g/kg PCV. Estos autores concluyeron que el requisito de proteína disminuyó y el requerimiento de energía aumenta con el aumento de peso corporal.
Galvani et al30 encontraron que la concentración de grasa en la ganancia (g/kg de ganancia del PCV), aumentó con el aumento en el PV de los corderos, y que la cantidad de proteína cruda en la ganancia no fue afectada por el peso al sacrificio. Pereira et al26 con corderos Somalí Brasileño, informaron que la energía del animal y el contenido de grasa del PCV aumentaron de 11.20 MJ/kg y 208.54 g/kg a 13.54 MJ/kg y 274.95 g/kg de PCV, respectivamente, conforme el PV aumentó de 13.0 a 28.70 kg.
Con los datos obtenidos en la presente revisión, la composición corporal de ovinos de pelo se relacionó con el PCV y se ajustaron tres ecuaciones para predecir la composición corporal (Figura 1). Las ecuaciones ajustadas fueron:
Ecuación (3): % agua= 72.881 (±1.022***)-0.385 (±0.044***) × PCV (R2= 0.67; CME= 5,558; DER= 2.357; P<0.0001; n= 39).
Ecuación (4): % grasa= 3.62 (±1.22***) + 0.460 (±0.05***) × PCV (R2= 0.67; CME = 7.929; DER= 2.815; P<0.0001; n= 39).
Ecuación (5): Energía (MJ/kg PCV)= 3.322 (±1.108***) + 0.449 (±0.098***) × PCV-0.006 (±0.002***) × PCV2 (R2= 0,71; CME= 0.976; DER= 0.988; P<0.0001; n= 39). Sin embargo, no se ajustaron ecuaciones para proteína cruda y cenizas del cuerpo.
Conclusiones e implicaciones generales
Existen pocos estudios disponibles sobre la evaluación de los requerimientos nutricionales de los ovinos de pelo. Los estudios encontrados muestran gran variación con respecto a los requerimientos de energía para los ovinos, siendo el promedio de EMm para hembras de 419 ± 129 kJ/kg PC0.75 y para machos 388 ± 123 kJ/kg PC0.75. La eficacia de la utilización de EM para mantenimiento (Km ) y ganancia (Kg ) fueron 0.66 ± 0.02 y 0.42 ± 0.04, respectivamente.
Algunos autores han informado que estos requerimientos son en algunos casos superiores en comparación con los reportados previamente en sistemas energéticos de América del Norte y Europa para razas de lana15,23,24,42. Sin embargo, otros autores han reportado que estos requerimientos son más bajos en comparación con esos sistemas. Información con respecto a requerimientos de EM para mantenimiento y producción, y la variación existente en esas estimaciones es escasa para las razas de ovinos de pelo. Se ha informado que es probable que existan diferencias en los requisitos de EM para mantenimiento en ovinos de diferentes razas y tipos (de pelo vs lana); si esto es así, entonces habría una oportunidad para seleccionar las ovejas con el más bajo requerimiento de EM para mantenimiento y con ello, aumentar la eficiencia de la producción de corderos. Por lo tanto, es importante determinar las necesidades de energía de diferentes razas de ovinos de pelo y la eficiencia con la que utilizan la EM absorbida desde el tracto gastrointestinal. Para desentrañar algunas de los cuestionamientos anteriores, será necesario construir una unidad calorimétrica en México con la infraestructura adecuada y equipos para medir indirectamente el calor resultante de las diferentes fuentes en el animal. Esta instalación no necesariamente ha de ser extremadamente costosa, las cajas de cabeza para mediciones calorimétricas en cabras del Instituto de investigación en la Universidad de Langston “Kika de la Garza”, Estados Unidos, son un buen ejemplo de una unidad calorimétrica de bajo costo, eficiente, para pequeños rumiantes.
Esta revisión intentó identificar las áreas potenciales de investigación donde se requieren los conocimientos fundamentales para aumentar la eficiencia energética de producción de ovinos de pelo en las regiones tropicales de América Latina. Parece evidente que debe hacerse hincapié en enfoques experimentales que permitan la identificación de animales con el más bajo consumo residual y requerimientos de energía para mantenimiento, así como la mayor eficiencia de utilización de EM para mantenimiento, aumento de peso, gestación y lactancia. El conocimiento de estos valores puede ayudar a los nutricionistas a formular raciones prácticas con una mejor base científica que en la actualidad. La identificación e incorporación de las ovejas más eficientes en los sistemas de producción puede eventualmente, causar un aumento en la productividad y rentabilidad para los agricultores de los países en desarrollo de las regiones tropicales del mundo.