En los rumiantes, la estacionalidad y el estado fisiológico resultan en fluctuaciones en el consumo de alimento, induciendo periodos alternados de subnutrición y realimentación a través del año1,2. Dichas variaciones estacionales inducen también periodos de pérdida y ganancia de peso en animales en pastoreo2, así como en el peso de los órganos, del tracto gastrointestinal y la canal3,4,5, y en consecuencia en el contenido energético de la canal y el cuerpo. Estudios recientes han mostrado que el comportamiento en el consumo y la digestibilidad en ovinos de lana y en el ganado se afectaron cuando se utilizó la restricción alimenticia para mejorar la utilización de los nutrientes6,7.
También se ha reportado que la conformación y composición de la canal en ovinos de pelo puede verse afectada por factores como, el sexo y el nivel de alimentación8. Existe poca información en relación con la composición de la canal y los requerimientos energéticos en ovejas Pelibuey adultas9,10. Por otro lado, se ha reportado que el conocimiento de los requerimientos nutricionales de los animales es fundamental para incrementar la eficiencia de los sistemas de producción, siendo necesaria la determinación de la composición corporal11,12,13.
El objetivo del presente trabajo fue evaluar el efecto del consumo de energía metabolizable (CEM) sobre la concentración de energía en los tejidos muscular y graso de ovejas Pelibuey adultas bajo condiciones tropicales.
El experimento se llevó a cabo en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Yucatán, México, localizada a 20° 45’ N, 89° 30’ W. El clima de la región es AW0 (cálido tropical sub-húmedo con lluvias en verano). El promedio de temperatura anual varía de 26 a 27.8 °C, y la precipitación anual de 940 a 1,100 mm14.
Los animales utilizados se manejaron de acuerdo a la regulación oficial mexicana (NOM-062-ZOO-1999) para el uso de animales experimentales. Veinticuatro ovejas (24) Pelibuey no gestantes y no lactantes, con peso vivo (PV) de 37.2 ± 4.0 kg y condición corporal (CC) de 2.5 ± 0.12 se asignaron aleatoriamente a cuatro grupos de seis animales. Los animales de un grupo se sacrificaron al inicio del experimento para las mediciones iniciales de los tejidos en la canal y el contenido de energía bruta. Los animales restantes se asignaron aleatoriamente a tres grupos de seis animales. Las ovejas se alojaron individualmente en jaulas metabólicas y se alimentaron con tres niveles de CEM: Bajo (L), Medio (M) y Alto (A) por 65 días, para lograr cambios en el PV. Los niveles de alimentación se establecieron como proporciones del requerimiento de EM para el mantenimiento (EMm, 0.426 MJ/kg PV0.75/d15. La dieta basal consistió de pasto Taiwán (Pennisetum purpureum) fresco, picado. Solo los tallos del pasto se utilizaron para reducir la variación de la composición nutricional a través de la fase experimental. La dieta basal se suplementó con un concentrado basado en fruto de frijol terciopelo (Mucuna pruriens, 72 % en base seca [BS]), maíz molido (25 % en BS), y melaza de caña (3 % BS). Cada animal recibió diariamente 10 g de una mezcla mineral. El pasto se ofreció en dos partes iguales a las 0800 y 1500 h, a razón de 44 g MS/kg PV0.75/día, y el suplemento a una dosis de 0, 16 y 32 g MS/kg PV0.75/día para los tratamientos B, M y A respectivamente. La cantidad de alimento ofrecido se ajustó cada 15 días con base en el peso vivo de las ovejas. Para igualar el consumo de proteína cruda por las ovejas, una mezcla de urea y melaza de caña se les ofreció a razón de 1.8, 0.6 y 0 g de urea/kg PV0.75/día para los tratamientos B, M y A, respectivamente.
El consumo de materia seca (MS) y la digestibilidad aparente de la MS (DMS) se determinaron en cuatro periodos de 15 días, con cinco días consecutivos de mediciones en cada periodo. Se tomaron muestras de alimento ofrecido, rechazos y excremento (10 %) para cada animal. Al final de cada periodo se tomó una submuestra por animal, para las determinaciones de MS y cenizas. La digestibilidad de la materia orgánica (DMO) se determinó en el primer periodo de mediciones. El CEM se estimó de acuerdo al consumo de MS y la energía metabolizable de la dieta se estimó utilizando la MO digestible en la MS (MODMS) por medio de la ecuación 115.
El PV de las ovejas se registró cada 15 días previo ayuno de alimento y agua por 18 h. El cambio diario de PV (CDPV) se estimó por regresión utilizando los registros del PV, la pendiente de la regresión representó la tasa de CDPV en las ovejas.
Al final del periodo de mediciones, las ovejas se sacrificaron humanitariamente de acuerdo a las normas oficiales mexicanas (NOM-08-ZOO, NOM-09-ZOO y NOM-033-ZOO) establecidas para el procesamiento de animales para producción de carne. El PV en ayuno (PVA) se midió como el PV después del ayuno de alimento y agua por 24 h. Los datos registrados fueron peso de las vísceras, canal y grasa interna (tejido adiposo interno). El tracto gastrointestinal (TGI) se pesó antes y después de ser vaciado. El PV vacío (PVV) se calculó como la diferencia entre el PVA al sacrificio y el contenido del TGI. La canal se dividió por la línea media dorsal en dos mitades, pesada y refrigerada a 6 °C durante 24 h. Después de la refrigeración, la canal se pesó y la media canal izquierda fue completamente disecada en grasa (subcutánea e intermuscular), músculo, hueso, y cada componente se pesó por separado. El peso de los tejidos disecados en la media canal izquierda se ajustó a la canal completa.
Los tejidos muscular y adiposo se molieron en forma separada en un molino para carne (Torrey, México) con una criba de 4 mm y se tomó una muestra (1 kg) de cada animal, y se almacenó a -20 °C en contenedores de plástico para sus análisis químicos.
Las muestras de alimento y excremento se secaron en una estufa de aire forzado a 60 °C por 48 h para la determinación de MS. Las muestras secas se molieron en un molino Wiley con una criba de 1 mm para sus análisis químicos. La MO se determinó por incineración de la muestra en una mufla a 600 °C por 6 h. La fibra detergente neutra (FDN) y la fibra detergente ácida (FDA) se determinaron utilizando los métodos descritos por Van Soest et al16.
Las muestras de tejido (músculo y tejido adiposos) se liofilizaron para determinar el contenido de agua (Labconco, Co., USA). Las muestras secas se molieron en un molino de martillos para sus determinaciones químicas. Los análisis químicos realizados fueron energía bruta en una bomba adiabática (Parr, USA), cenizas, y extracto etéreo17 del tejido muscular y graso. La materia orgánica libre de grasa (MOLG) se calculó para ambos tejidos por diferencia y fue considerada como el contenido de proteína de los tejidos18.
Al final del experimento, una oveja de tratamiento B y otra del tratamiento A se retiraron del experimento a causa de enfermedad y sus datos no se incluyeron en el análisis. Los datos se analizaron como un diseño completamente al azar, utilizando el análisis de varianza y la prueba de Tukey, cuando fueron detectadas diferencias significativas entre los tratamientos. Las pruebas estadísticas se realizaron con el PROC GLM de SAS19.
La composición química del forraje se presenta en el Cuadro 1. El forraje presentó un bajo contenido de proteína cruda y alto en FDN comparado con el suplemento. El consumo total de MS fue diferente (P<0.05) entre tratamientos (Cuadro 2). El CEM estimado fue 58, 110 y 125 % de los requerimientos de EM para el mantenimiento (EMm: 0.426 MJ EM/kg PV0.75) para B, M y A respectivamente20. El CEM promedio durante el experimento fue 0.247, 0.472 y 0.532 MJ/ kg PV0.75/día para los niveles B, M y A respectivamente20. El cambio diario de peso en las ovejas Pelibuey adultas fue de -106, -22 y 30 g/día para los niveles B, M y A respectivamente20.
*Estimada de AFRC15.
MS= materia seca; PC= proteína cruda; FDN= fibra detergente neutra; FDA= fibra detergente ácida; MO= materia orgánica; EE= extracto etéreo; EM= energía metabolizable.
* Estimada por digestibilidad de la materia orgánica de la materia seca × 0.1615 EEM= error estándar de la media.
abc Valores con diferente literal difieren significativamente.
Los pesos de la canal fría y caliente fueron superiores para el nivel A con relación al B (P<0.05), sin embargo, estos no difirieron del nivel de alimentación M (Cuadro 3). El peso y las proporciones del músculo fueron superiores para A con respecto a B, sin embargo, estos no fueron diferentes del grupo M (P<0.05). El peso y la proporción de la grasa de la canal fue diferente entre los grupos de alimentación (P<0.05).
El Cuadro 4 presenta la composición química del tejido muscular y adiposo de la canal de ovejas Pelibuey adultas. El contenido de agua en el tejido muscular fue superior en B respecto al grupo de alimentación A (P<0.001), sin embargo, los grupos B y M fueron similares (P>0.05). En el tejido adiposo de la canal, el contenido de agua en el nivel B fue bajo (P<0.001) con respecto a los grupos de alimentación M y A, pero estos no difirieron entre sí (P>0.05). Como se esperaba, el contenido de grasa en el tejido adiposo fue superior al del tejido muscular; el contenido de grasa en el tejido muscular fue mayor en el grupo A con respecto al grupo B (P<0.05); sin embargo, el grupo M fue similar a ambos niveles. En relación con el contenido de MOLG, en el músculo, el grupo B fue superior al nivel A (P<0.01), no obstante, el grupo M fue similar a ambos grupos; en el tejido adiposo, el contenido de MOLG fue mayor en el nivel B (P<0.001). Sobre el contenido de cenizas en el tejido muscular, no hubo diferencias entre tratamientos, aunque en el tejido adiposo, el contenido de cenizas en nivel B fue mayor respecto al grupo A (P<0.01).
MOLG= materia orgánica libre de grasa.
abc Valores con diferente literal difieren significativamente.
Se encontraron diferencias (P<0.05) en el peso del músculo (BS) entre el nivel de alimentación A con respecto a M y B, sin embargo, estos últimos fueron similares. Asimismo, se encontraron diferencias (P<0.05) para el peso de la grasa (BS) entre los niveles de alimentación. La concentración de energía en el tejido muscular en la canal presentó diferencias (P<0.05) entre los niveles de alimentación. Para la energía contenida como grasa en la canal y el contenido total de energía en la canal, se encontró que el nivel A fue superior a los niveles M y B (P<0.05), sin embargo, estos últimos fueron similares entre sí (Cuadro 5). Las proporciones de energía contenida como músculo y grasa fueron 76 y 24 %, 68 y 32 %, y 65 y 35 % para los niveles de alimentación B, M y A respectivamente. Por otro lado, los cambios diarios en promedio de energía en el cuerpo (estimada como el contenido de energía en la canal del grupo inicial menos el contenido final de la energía en la canal de los otros grupos y dividida entre los días en experimentación), fueron -1.099, -0.515 y 0.285 MJ para los niveles B, M y A respectivamente. Los resultados obtenidos indican que las ovejas alimentadas con el nivel B removieron de la canal alrededor del 55 % de la energía inicial, también, en el nivel M removieron cerca del 26 % con respecto a la energía inicial en 65 días. Por el contrario el grupo A aumentó el contenido de energía de la canal en un 14 % en comparación con el contenido de energía inicial.
El peso de la canal de las ovejas se incrementó con el nivel de alimentación, lo cual está de acuerdo con lo reportado por otros autores21-25. En este respecto, se ha encontrado que el peso de la canal es bajo en animales subalimentados4. Atti et al4, Kamalzadeh et al22 y Aziz et al21 reportaron que el rendimiento de la canal y el peso fueron bajos en animales que fueron subalimentados; esto debido a un incremento en las proporciones de los desperdicios y también a la movilización de la grasa.
Los valores para el porcentaje de músculo en la canal de ovinos Pelibuey mencionados en una investigación25, fueron superiores a los reportados en el presente trabajo. El porcentaje de hueso reportado por estos autores fue comparable con el del nivel B. El peso de la grasa en la canal fue diferente entre los tratamientos (P<0.05) y presentó una respuesta lineal al CEM, lo que está de acuerdo con lo reportado para animales en crecimiento recibiendo tres niveles de alimentación22,23. El peso del hueso fue similar entre tratamientos (P>0.05); en este contexto, se ha reportado que en animales en crecimiento el peso del hueso no es afectado por el nivel de alimentación, esto es debido al hecho de que el hueso es un tejido de maduración temprana, que es más una función de la edad del animal que del nivel de alimentación a que está siendo sometido22,23.
Respecto a la composición y contenido energético de la canal, Peraza-Mercado et al26 encontraron que el músculo L. dorsi de corderos Pelibuey tuvo un contenido de humedad de 73 %, cenizas de 1.4 %, grasa cruda de 4.5 % y proteína cruda de 16.4 %. Estos valores son similares a los registrados en el presente estudio (Cuadro 2). Resultados similares fueron reportados en otras investigaciones27, donde registraron 74 % de humedad, 4 % de grasa, 15.3 % de proteína cruda y 1.4 % de cenizas en el músculo L. dorsi de corderos Pelibuey. Hernández-Cruz et al28 en la carne de ovinos de pelo encontraron que la humedad fue de 74 %, la proteína cruda varió de 20 a 21 % y las cenizas fueron de 0.8 %. En otro trabajo29 se reportan valores de 75 % de humedad, 19.5 % de proteína cruda, 4.5 % de grasa y 1 % de cenizas en el músculo Longissimus lumborum de la canal de ovejas de desecho. En este contexto, Resende et al30 encontraron que en ovinos Santa Inês la composición corporal fue: 64 a 68 % agua, 14 a 17% proteína cruda y 8 a 18 % de grasa, en animales con pesos entre 5 y 45 kg de PV. En corderos Morada Nova con peso de 5 a 25 kg, se menciona31 que la composición corporal varió de 64 a 70 % agua, 17.8 a 18.1 % proteína cruda y 6.7 a 12.1 % de grasa, valores similares a los reportados en el presente estudio.
Shadnoush et al32 no encontraron efecto del nivel de CEM sobre el contenido de MS, PC y cenizas en la canal de corderos machos Lori-Bakhtiari. Otros investigadores33 encontraron que el nivel de energía metabolizable en la dieta afectó el contenido de humedad y proteína cruda de la carne de corderos; sin embargo, la grasa y cenizas no se afectaron. Por el contrario, se menciona34 que los porcentajes de agua y grasa en la canal de ovinos y cabras sometidos a diferentes niveles de CEM se afectaron significativamente por la densidad energética de la dieta. Además, Fozooni y Zamiri35 no encontraron efecto de la raza, nivel de alimentación y su interacción sobre la composición de la carne de varios cortes y de la canal completa. Estos autores reportaron para la canal completa, valores promedio de 39 % MS, 38.6 % PC (% MS); 55 % grasa (% MS) y 1.9 % cenizas (% MS). No se han reportado estudios donde los tejidos fueron evaluados separadamente de la canal de ovinos y menos aún, de la canal de ovejas adultas.
Las concentraciones de energía bruta en la canal de las ovejas fueron superiores a las reportados en otro trabajo con ovinos de pelo en crecimiento con pesos de 30 a 35 kg36; estos autores estimaron el valor del contenido de energía en la canal (por medio del peso del músculo y la grasa en la canal) entre 53.8 y 88.0 MJ.
Se concluye que las ovejas Pelibuey remueven aproximadamente el 55 % del contenido energético de la canal cuando son sometidas a condiciones de subalimentación severa.