La Neosporosis es una enfermedad parasitaria causada por un Apicomplexa denominado Neospora caninum, protozoo intracelular obligado que ocasiona aborto en bovinos1. El ciclo biológico es indirecto, señalando al perro como hospedero definitivo1; sin embargo, los coyotes, lobos y zorros también han sido identificados como hospederos definitivos2. Como hospederos intermediarios se han señalado a bovinos, ovinos, caprinos, equinos, venados, perro, otros mamíferos e inclusive las aves de corral3. El impacto económico de la neosporosis bovina se debe a que el aborto es el principal signo clínico, ya que las vacas infectadas pueden presentar abortos sucesivos con un alto riesgo de transmitir en forma vertical la infección a su descendencia, por lo cual son consideradas no aptas para la reproducción, lo que amerita el reemplazo de animales de alto valor genético y zootécnico por vientres sanos negativos a este parásito4,5. Diversos estudios sobre neosporosis bovina, han demostrado la presencia del parásito en las fincas y su estrecha relación con la presencia de abortos, causando grandes pérdidas económicas6,7. Los abortos frecuentes se convierten en el principal problema de las ganaderías presentándose de forma esporádica, endémica o epidémica con origen infeccioso o no infeccioso, por lo que a veces resulta difícil determinar el agente causal8.
La neosporosis bovina ha sido señalada en Europa, África, Australia, Nueva Zelanda y América9. Los estudios serológicos sobre neosporosis bovina en Venezuela demuestran que la enfermedad está distribuida en varios estados y regiones ganaderas, con niveles variables de frecuencia serológica, afectando varios tipos de razas10,11,12. En los estados Yaracuy y Lara se reportó 17.09 y 44 % de frecuencia en bovinos doble propósito y leche, respectivamente13,11, y alta ocurrencia de abortos en vacas lecheras11. En el año 2012, se determinó 17.23 % de seropositividad por medio de la técnica de Elisa en ganado doble propósito del estado Lara, y no se encontraron diferencias significativas entre la frecuencia serológica con respecto al sexo y al grupo etario, sugiriendo que en los rebaños estudiados, las infecciones por N. caninum son predominantemente transmitidas por vía transplacentaria14. Por su parte, en el estado Falcón se encontró 20.6 % de frecuencia serológica en fincas de doble propósito15.
En Venezuela, específicamente en el estado Guárico, no existe información científica sobre el comportamiento epidemiológico de este protozoario. Por lo tanto, y en virtud de su alto impacto enconómico sobre la ganadería bovina, este trabajo de investigación se realizó con la finalidad de determinar la frecuencia serológica de Neospora caninum en bovinos doble propósito en fincas ganaderas ubicadas en el estado Guárico, Venezuela.
El estudio se realizó en la localidad de San José de Tiznados, municipio Ortíz del estado Guárico (9°26′00″ N 67°33′00″ O). La ganadería y producción de cereales son la principal actividad económica de la región. Las características climatológicas de la zona son de tipo tropical lluvioso de sabana, con estación seca y altas temperaturas. San José de Tiznados se encuentra ubicado a 200 msnm, temperatura media anual de 28 °C, la precipitación anual de 1,000 a 1,500 mm, observándose una marcada distribución de las lluvias en dos periodos, uno seco que se acentúa entre los meses de noviembre a abril y uno lluvioso que va de mayo a octubre. La vegetación está representada en el bosque seco tropical16.
Se diseñó un muestreo aleatorio, de tipo descriptivo y corte transversal. Para el estudio se seleccionaron 30 fincas de doble propósito de manera aleatoria y sistemática, según censo de vacunación contra la fiebre aftosa del departamento de epidemiología del Instituto Nacional de Seguridad Agrícola Integral17.
Para el momento del estudio en ninguna de las fincas se habían aplicado vacunas contra N. caninum. El cálculo del tamaño de la muestra se hizo empleando la fórmula del muestreo aleatorio simple18, para lo cual se estableció un margen de error del 20 % de la prevalencia, un nivel de confianza del 95 % y una prevalencia esperada del 15 % en base a estudios previos realizados en Venezuela15,20, obteniéndose un tamaño de muestra de 544 animales, de la siguiente manera: n= Z2 * p * q / e2, entonces n= 1,962 * 15 * 85 / (20 * 15/ 100)2 = 544 animales. Sin embargo, el tamaño de la muestra se llevó hasta 890 animales, ya que se contaba con suficientes recursos para el momento de la investigación. La selección de los animales en cada finca se hizo mediante muestreo aleatorio simple y de manera proporcional a la cantidad de animales existentes en cada explotación, y se estratificaron en cuatro grupos de edades14: becerros/as (0-6 meses), mautes/as (6-12 meses), novillos/as (12-24 meses) y adultos (>24 meses). Para el análisis de la frecuencia se consideró el sexo, estatus reproductivo y la presencia de perros en las fincas.
Las muestras de sangre se tomaron directamente de la vena yugular, utilizando tubos Vacutainer® sin anticoagulante, y se transportaron en cavas refrigeradas hasta el laboratorio, para su procesamiento. Todas las muestras se centrifugaron a 7,000 rpm por 5 min para la obtención de suero. Se determinó la presencia de anticuerpos anti-Neospora caninum mediante un kit comercial para el ensayo de inmunoabsorción enzimático de ELISA indirecto (INgezim N. caninum del laboratorio Ingenasa). El procesamiento de las muestras se realizó en el laboratorio de investigación en Parasitología de la Universidad “Rómulo Gallegos”. El procedimiento se realizó de acuerdo a las instrucciones del fabricante.
La frecuencia serológica se determinó dividiendo el total de casos positivos / total de animales evaluados * 100. Los resultados obtenidos se analizaron mediante estadísticos descriptivos y test de Ji-cuadrada para determinar asociaciones estadísticas entre los valores de frecuencia serológica y grupos etarios, sexo y presencia de perros en fincas. Para los cálculos se utilizó el programa estadístico Statistix ver 8.019.
Se determinó una frecuencia serológica individual de 21 % en el municipio Ortíz del estado Guárico, encontrando animales seropositivos en 23/30 (76.6 %) de las fincas examinadas. Los resultados obtenidos coinciden con lo señalado en otros estudios10 donde determinaron 14.09 % de seroprevalencia en vacas de 13 estados de Venezuela, así como 11.3 % en vacas procedentes de fincas doble propósito y 86.7 % de fincas seropositivas20. Igualmente, los resultados obtenidos coinciden con lo reportado por León et al12 quienes señalaron 13 y 17 % en ganaderías doble propósito del estado Guárico y sur del estado Aragua, respectivamente. Igualmente, en otros estudios se demostró 17.09 % de seroprevalencia en bovinos y 74.51 % en las fincas examinadas del estado Yaracuy13, así como 17.23 y 20.6 % de seropositividad en ganado doble propósito de los estados Lara y Falcón, respectivamente14,15. Los resultados obtenidos en este estudio difieren con lo reportado en México y Paraguay, donde se encontraron valores de seroprevalencia a N. caninum de 16 a 59 % y 35.7 %, respectivamente, así como 44 % de seropositividad en vacas del estado Lara, Venezuela11. El estudio serológico sobre neosporosis bovina en el municipio Ortiz del estado Guárico demuestra que la enfermedad está ampliamente distribuida en el municipio y fincas evaluadas, lo cual hace necesario implementar medidas de control y prevención.
En el Cuadro 1 se muestra la comparación entre la frecuencia de muestras analizadas según el grupo etario y sexo de los animales. Al referir los resultados al grupo etario, se encontró 14.3 % de frecuencia en becerros, 17.8 % en mautes, 19.5 % en novillos y 23.5 % en adultos, lo que demuestra que la seropositividad aumentó de manera proporcional con la longevidad de los animales, no existiendo asociación estadísitca entre la frecuencia serológica y la edad de los animales. Esto puede deberse a la infección postnatal de los bovinos con fuentes contaminadas con ooquistes esporulados del protozoario. Estos resultados coinciden con lo reportado por otros14,15,21, quienes señalaron que el riesgo de ser seropositivo incrementa con la edad, indicando la alta probabilidad de transmisión horizontal de N. caninum en el hato. La seroprevalencia ligeramente mayor en animales más viejos sugiere que está produciéndose infección postnatal superpuesta a la transmision congénita.
N° animales muestreados | N° animales seropositivos | % | Estadístico de prueba | |
---|---|---|---|---|
Grupo etario (meses) | ||||
0 - 6 (becerros) | 84 | 12 | 14.3 | |
6 - 12 (mautes) | 95 | 17 | 17.8 | X2: 4.01 |
12 - 24 (novillos) | 235 | 46 | 19.5 | P = 0.26 |
> 24 (adultos) | 476 | 112 | 23.5 | |
Total | 890 | 187 | 21.0 | |
Sexo | ||||
Hembras | 702 | 148 | 21.1 | X2: 0.01 |
Machos | 188 | 39 | 20.7 | P = 0.9 |
Total | 890 | 187 | 21.0 |
P>0.05.
Aunque ambos sexos resultaron seropositivos, no se encontró asociación estadística (P>0,05) entre la seroprevalencia a N. caninum y el sexo (Cuadro 1). Los resultados obtenidos coinciden con lo reportado por Gharekhani et al24 quienes no encontraron diferencias estadísiticas con respecto al sexo. Probablemente, las diferencias hormonales juegan un papel importante en la susceptibilidad del huésped a la infección por N. caninum, ya que la excreción de estrógenos aumenta la producción de anticuerpos y los andrógenos suprimen las respuestas inmunes de las células T y B, y por lo tanto, la inmunidad contra la infección en vacas puede disminuir25. Por otro lado, las hembras representan la fuente de transmision transplacentaria de N. caninum a su descendencia, ya que determinan la presencia y persistencia de la infección, así como la característica endémica de la neosporosis bovina, ocurriendo la transmisión de vacas infectadas a hijas e incluso la perpetuidad de la infección en futuras gestaciones1,5,26.
Se observaron diferentes grados de positividad, con respecto al estatus reproductivo (Cuadro 2). Aunque todos los grupos resultaron seroprevalentes a la infección por el protozoario, las vacas con historia de aborto mostraron mayor seroconversión (71.1 %, P<0.05). Los resultados obtenidos coinciden con lo demostrado en otros trabajos6,7 donde señalaron la presencia de N. caninum y su relación con abortos en ganado lechero; sin embargo, los resultados difieren con lo reportado por Pulido et al27, quienes no encontraron relación estadística entre la presencia de N. caninum y abortos en vacas. A pesar de la alta presencia de anticuerpos contra N. caninum en vacas con historia de abortos, es importante señalar que existen otros agentes infecciosos como brucelosis, leptospirosis, virus de la rinotraqueítis infecciosa bovina, diarrea viral bovina, etc, que no fueron considerados en el diagnóstico diferencial del estudio, y que deberían ser incluidas en futuras investigaciones. Las vacas seropositivas son más propensas a abortar que las vacas seronegativas, como ha sido demostrado en muchos estudios, y el riesgo de aborto aumenta con niveles crecientes de anticuerpos específicos de N. caninum en animales individuales1. En nuestro estudio se determinó que el porcentaje de abortos fue 2.4 veces mayor en los individuos seropositivos comparado con los seronegativos (71.1 y 28.9 %, respectivamente). Estos resultados coinciden con lo demostrado por otros investigadores27 quienes señalaron que el porcentaje de abortos fue tres veces mayor en animales seropositivos comparados con los negativos. Diferentes estudios han descrito una asociación significativa entre la presencia de la infección y el aborto, con un riesgo 2 a 3.5 veces superior en vacas seropositivas que en las seronegativas22,23,29. Las vacas congénitamente infectadas tienen hasta 7.4 veces más probabilidades de abortar que una vaca no infectada, además permanecen infectadas de por vida. A pesar de esto, se ha descrito que el riesgo de abortar parece disminuir en las gestaciones siguientes, sin afectar la fertilidad de la vaca30.
N° animales muestreados | N° animales seropositivos | % | |
---|---|---|---|
Vacas vacías | 130 | 26 | 20.0 |
Vacas preñadas | 251 | 35 | 13.9 |
Vacas repetidoras | 50 | 19 | 38.0 |
Vacas con HA | 45 | 32 | 71.1 |
Total | 476 | 112 | 23.5 |
X2: 76.15. P<0.05.
HA= historia de aborto.
Otras alteraciones reproductivas como las repeticiones de celo también han sido asociadas con la seropositividad a N. caninum31,32; sin embargo, los factores que favorecen la probabilidad de que una vaca seropositiva aborte son por lo general desconocidos32. La relación del estrés y las prácticas de manejo, condiciones climáticas, coinfecciones, edad, etc; pueden desempeñar un papel importante en la reactivación de infecciones latentes1. En un estudio encontraron una fuerte asociación entre el nivel de anticuerpos en la vaca y la ocurrencia de lesiones histopatológicas en fetos abortados consistentes con la infección por N. caninum33.
Durante el presente estudio se observó la presencia de perros en todas las fincas visitadas. La mayor frecuencia serológica en animales de mayor edad (23.5 %) sugiere que la transmisión horizontal está probablemente contribuyendo a la prevalencia en otros grupos etarios, y que los perros al convivir con el ganado podrían servir como posible fuente de infección por medio de la excreción de ooquistes34; sin embargo, muestras de perros no fueron examinadas durante este estudio. En el Cuadro 3 se muestra la seroprevalencia a N. caninum de acuerdo a la cantidad de perros presentes en las fincas. Se observaron diferentes grados de positividad, lo que refleja que hubo asociación estadística (P<0.05) con respecto al número de perros presentes. Del total de fincas positivas (76.6 %), se observó mayor seroconversión (100 %) en las que tenían mayor cantidad de perros (> 7 perros), y este resultado indica que a mayor cantidad de perros, mayor seroprevalencia de N. caninum. En la mayoría de los estudios epidemiológicos, la presencia de perros de granja ha sido un factor de riesgo para la seropositividad en bovinos1, ya que los perros son hospederos definitivos y principal fuente de transmission horizontal de N. caninum. Los ganaderos han reportado la infección postnatal en aquellas fincas donde los perros defecan en los comederos, ensilaje de maíz o heno, mientras que no hay evidencias de infeccion donde no hay perros. Igualmente, se observó infección postnatal con mayor frecuencia en fincas donde los perros se alimentaron con placenta bovina, descargas uterinas y calostro o leche, a diferencia de los rebaños testigo35. Esto sugiere que estos materiales pueden representar una fuente de infección para los perros, es decir, pueden facilitar que los perros se infecten con N. caninum. Otros estudios no encontraron una asociación entre los perros y el aborto en los rebaños bovinos36,37,38. Sin embargo, debido a que los abortos asociados a N. caninum no siempre están vinculados a la transmisión horizontal sino que también ocurren en las vacas infectadas crónicamente, no se puede esperar que haya siempre una asociación positiva entre la presencia o el número de perros y el aborto bovino. Uno de los estudios que identificaron una asociación positiva entre la presencia de perros en las fincas y el aborto asociado a N. caninum había analizado selectivamente los factores de riesgo para el aborto epidémico. Debido a que el aborto epidémico, posiblemente es causado por la transmisión horizontal mediada por ooquistes, se espera la identificación de la presencia de potenciales hospederos definitivos, es decir, perros de finca, como un factor de riesgo1.
Fincas muestreadas | Fincas seropositivas | % | |
< 3 perros | 5 | 2 | 40.0 a |
4 y 6 perros | 9 | 5 | 55.5 a |
> 7 perros | 16 | 16 | 100.0 b |
Total | 30 | 23 | 76.6 |
X2: 12.43. a,b P<0.05.
De acuerdo a los resultados obtenidos en este estudio, se determinó una frecuencia serológica individual de 21 % en bovinos doble propósito y 76.6 % en las fincas examinadas, lo que demuestra que la infección está ampliamente distribuida en el municipio Ortíz del estado Guarico, lo cual hace necesario implementar medidas de control y prevención. El incremento de la seropositividad con la edad de los animales, así como la presencia de gran cantidad de perros en las explotaciones, presumen la probabilidad de transmisión horizontal de N. caninum en los bovinos y fincas examinadas. Sin embargo, habría que formular modelos experimentales para comprobar científicamente tal aseveración. Aunque el riesgo de aborto estuvo asociado con niveles crecientes de anticuerpos específicos de N. caninum en las vacas examinadas (71.1 %), también se deben considerar otros agentes infecciosos como causantes de aborto en ganado bovino.