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Revista mexicana de ciencias forestales
versión impresa ISSN 2007-1132
Rev. mex. de cienc. forestales vol.3 no.12 México jul./ago. 2012
Artículos
Canales de comercialización de la corteza de cuachalalate (Amphipterigium adstringens Schiede ex Schlecht.) en México
Commercialization channels of cuachalalate (Amphipterigium adstringens Schiede ex Schlecht.) bark in Mexico
Fortunato Solares Arenas1, Jorge Miguel Paulino Vázquez Alvarado1 y Ma. Cristina Gálvez Cortés1
1Campo Experimental Zacatepec, CIR-Pacífico Sur. INIFAP. Correo-e: vazquez.jorge@inifap.gob.mx
Fecha de recepción: 29 de marzo de 2011;
Fecha de aceptación: 16 de abril de 2012
RESUMEN
El cuachalalate, (Amphipterigium adstringens), es una especie arbórea de la selva baja caducifolia, cuya corteza se utiliza desde tiempos prehispánicos en la medicina tradicional. Por ser uno de los productos de mayor demanda en la herbolaria mexicana y de importancia económica para las comunidades que viven en este ecosistema, en el INIFAP desde 1989 se han realizado investigaciones para mejorar su manejo lo que permite actualmente su aprovechamiento sustentable y legal. Sin embargo, el proceso de distribución aún no se había abordado, por eso se llevó a cabo el presente estudio, cuyo objetivo fue identificar las zonas de abastecimiento, las rutas de comercialización, los agentes que intervienen en la cadena de producción y los márgenes de ganancia entre eslabones. Para lograrlo, se hicieron observaciones de campo y una serie de entrevistas. Los resultados indican que las principales áreas oferentes de corteza son el estado de Morelos, la Mixteca Poblana y el norte de la cuenca del río Balsas; con una recolección promedio de 57.5 toneladas al año. Se detectaron cinco canales de comercialización ,y en todos ellos el recolector recibe la porción más pequeña del precio final. El porcentaje que corresponde a los acopiadores varía entre 6 y 33%. El margen del detallista de 20 a 97%, el cual es mayor cuando el número de intermediarios disminuye y el producto se procesa. Si la corteza se envasa, los responsables reciben 70% del precio final; mientras que los laboratorios obtienen 73%, aunque sus costos son más altos.
Palabras clave: Amphipterigium adstringens Schiede ex Schlecht., anticancerígeno, corteza medicinal, márgenes de ganancia, recolección, selva baja caducifolia.
ABSTRACT
The cuachalalate (Amphipterigium adstringens) is a tree from Tropical dry forest whose bark has been used since pre-Hispanic times for traditional medical uses. As one of the most demanded products in the Mexican herbalist market and of economic importance to communities living in this ecosystem, since 1989, INIFAP has conducted research to improve its handling, which currently allows its sustainable and legal use. All that remained was to study their distribution process, which is why we carried out the present study, aimed to identify supply areas, trading routes, the agents involved in the chain and profit margins between links. To achieve it, field observations were made, as well as a set of interviews. The results indicate that the main bark supply areas are: Morelos State, the Mixteca's Puebla and north of the Balsas basin, in which an annual average of 57.5 tons are collected. Five marketing channels were identified; in all of them, the collector receives the smallest portion of the final price. The percentage paid to the collectors is between 6 to 33%. The margin of the retailer's payment varies from 20 to 97%, which is higher when less intermediates are involved, and the product is processed. When cuachalalate is processed, packers receive 70% of final price while laboratories obtained 73%, although these have costs higher.
Key words: Amphipterigium adstringens Schiede ex Schlecht., anti carcinogenic, medicinal bark, harvesting, profit margin, tropical deciduous forest.
INTRODUCCIÓN
El cuachalalate es un árbol cuya corteza se utiliza desde tiempos prehispánicos en la medicina tradicional. En la actualidad se aplica para aliviar más de 25 enfermedades distintas, en especial la gastritis, eliminación de úlceras estomacales y la cicatrización de heridas; razones por las cuales la sitúan como una de las especies de mayor relevancia en la herbolaria mexicana (Solares et al., 1992, 2006, 2009; Solares, 1995). El descortezamiento tradicional es destructivo, al menos para 40% de los árboles descortezados, e impacta de forma principal a las poblaciones naturales de la región abastecedora. Este problema se acentúa cuando aumenta su demanda por parte de empresas trasnacionales, al descubrirse que contiene un compuesto con potencial para el control efectivo del adenocarcinoma (Olivera et al., 1999; Solares, 1999, 2009).
Después de 18 años de investigación básica y aplicada, en el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), se generó la tecnología para aprovechar este recurso no maderable de manera sustentable, integral y con mayor productividad. Los resultados incluyen: 1) metodología para descortezar, sin que el árbol muera y aumente su productividad en 400%; 2) tablas de productividad; 3) aislamiento de un anticancerígeno; y 4) manejo de plantaciones para disminuir la presión antropógena sobre las poblaciones naturales (Solares y Gálvez, 2002; Solares, 2007, 2009). Esta tecnología, avalada por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), es utilizada por 17 comunidades de la Reserva de la Biósfera "Sierra de Huautla", Morelos, que integran la Cadena Productiva de Cuachalalate, y que está registrada ante dicha institución desde el año 2009.
Una vez conocido y mejorado el proceso productivo del cuachalalate, era necesario definir el correspondiente a su comercialización, a fin de que los dueños y productores de este recurso decidan cómo y dónde vender a mejor precio su corteza. Para tal finalidad, se llevó a cabo el presente estudio que tuvo como objetivo investigar las rutas de comercialización, los agentes que intervienen en la cadena productiva y los márgenes de ganancia entre eslabones.
MATERIALES Y MÉTODOS
Identificación de los canales de comercialización
Se aplicó el método descrito por Mendoza (1987) que incluye: a) delimitar el mercado; b) detectar las zonas de producción o fuente del producto; c) realizar pre-muestreos en todos los niveles de mercado, con el propósito de identificar los agentes de la cadena; y d) aplicar encuestas detalladas a los agentes de la cadena.
Zona de abastecimiento del producto. Se identificó con base en las observaciones de campo realizadas durante varios años de trabajo y con información de personas clave. Se aplicó un cuestionario a través de una entrevista abierta, la cual se apoyó en una investigación participativa tanto de productores como de los siguientes eslabones. Se hicieron talleres donde se concentró a cinco personas de cada una de las 25 comunidades rurales incluidas en el estudio, a quienes se les aplicó un segundo cuestionario sobre las primeras etapas de comercialización de la corteza de cuachalalate.
Identificación de eslabones y agentes de comercialización. Esta actividad inició con la selección de los principales mercados en los estados de Morelos: (Cuautla, Cuernavaca, Yautepec y Jojutla); Veracruz: (Orizaba, Córdoba y Xalapa) Oaxaca: (Oaxaca y Totolapan); Coahuila (Saltillo), Puebla (Puebla), Guerrero (Chilpancingo) y Distrito Federal. Se visitaron sus expendios de plantas medicinales y se aplicó un cuestionario a todos los expendedores para conocer no solo el proceso de compra-venta, sino también el origen y la calidad del producto comercializado. Cuando se obtuvo el nombre y la dirección de algún elemento del siguiente eslabón, se procedió a colectar los datos que permitieran describirlo de forma cualitativa y cuantitativa. Así, se continuó la cadena, en la que se incluyeron las tiendas naturistas, hasta llegar al consumidor final.
Cálculo de los márgenes de comercialización
La importancia de un eslabón en la cadena se determinó mediante el cálculo del margen de comercialización a partir del método propuesto por Caldentey (1986), quien lo caracterizó como el aumento de precio experimentado por un producto en todo el proceso de comercialización o en una parte del mismo. Este margen, que tiene como objetivos cubrir los costos y riesgos de la distribución y generar una ganancia a los participantes, se divide en dos tipos: absoluto y margen. Debido a que la cadena productiva del cuachalalate está caracterizada por varios canales de comercialización, la estimación de ambos márgenes se hizo para cada uno de ellos.
Margen absoluto. Es la diferencia de los precios en el proceso parcial o total de la comercialización y, en general, incluye costos más beneficios de comercialización, debido a lo difícil que resulta separar de los costos de mercadeo. De manera algebraica se expresa como:
MA = Pv Pc
Donde:
MA = Margen absoluto
Pv = Precio de venta de una unidad o del equivalente de una unidad del producto
Pc = Precio de compra de una unidad o del equivalente de una unidad del producto
Margen relativo. Es el incremento porcentual en el precio del producto, su expresión algebraica es:
MR = (Pv Pc) / Pv *100
Donde:
MR = Margen relativo
Pv = Precio de venta de una unidad o del equivalente de una unidad del producto
Pc = Precio de compra de una unidad o del equivalente de una unidad del producto
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Zonas de abastecimiento
Se determinaron tres zonas principales en México: la parte sur del estado de Morelos, parte de la Mixteca Poblana y el norte de la Cuenca del Balsas (Figura 1); con una superficie total de aproximadamente 110,000 ha. En Colima, Jalisco, Michoacán y Oaxaca también se recolecta este producto; sin embargo, se utiliza para el abastecimiento local. Por ejemplo, en Totolapan, Oaxaca se comercializa en cantidades menores a una tonelada anual.
Morelos. La zona abastecedora de cuachalalate se encuentra en la Reserva de la Biósfera Sierra de Huautla, con 59 000 ha (municipio de Tlaquiltenango). Cerca de 100 productores están organizados en torno a la comercialización de este producto bajo una Unidad de Manejo Ambiental Forestal (UMAFORSUR) y registrados como Cadena Productiva de Cuachalalate, la cual incluye 17 de las 21 comunidades rurales localizadas en la Reserva. Se estima una recolecta de corteza de 22.5 toneladas al año (Solares y Gálvez, 2002).
Mixteca poblana. Comprende alrededor de 20 000 ha y el aprovechamiento lo realizan entre 40 y 50 personas de la comunidad denominada La Ciénega, municipio Chiautla de Tapia, Pue. Se estima una recolecta anual de 24 toneladas de corteza, que son vendidas a exportadores o intermediarios del mismo estado.
Cuenca del Balsas. En la parte norte de la cuenca, al menos 50 personas de la cabecera municipal de Copalillo, Gro. se dedican a la comercialización de diferentes plantas medicinales, entre ellas la corteza de cuachalalate. Se estima una recolecta anual de 11 toneladas, las cuales se venden a los intermediarios.
Totolapan, Oaxaca. Los productores de esta comunidad comercializan poca cantidad de corteza de cuachalalate: sin tener un impacto a nivel nacional. Los recolectores están constituidos de manera legal con el nombre de "Unión de Productores Maderables y No Maderables de la Selva Baja del Estado de Oaxaca, U.S.P.R.L.", pero todavía realizan el descortezamiento de manera tradicional, sin capacitación. El producto lo venden en algunos mercados locales fuera de la ciudad de Oaxaca y cuando participan en la expoforestal nacional.
Agentes de la cadena
De acuerdo con el estudio de campo, se identificaron los siguientes agentes participantes en el proceso de recolección y distribución:
Recolector. Persona que puede ser dueña o no del recurso y que se dedica a descortezar los árboles. En promedio, un recolector cosecha por temporada de 150 hasta 300 kg. La temporada de aprovechamiento inicia en noviembre y finaliza en mayo, y se obtiene un kilogramo de corteza, en una media de 10 a 15 minutos.
Acopiador. Es el primer enlace entre el recolector y los intermediarios. Para el cuachalalate se detectaron cuatro: 1) Axochiapan, 2) Mercado de Sonora, 3) Puebla-Tlaxcala; y 4) exportador.
1) Axochiapan. Localizado al sureste del estado de Morelos y limita con Puebla. En este sitio se concentra la corteza de cuachalalate de Morelos y la Mixteca Poblana, que en promedio son cuatro toneladas por temporada. El acopiador paga $500.00 kg-1, puesto en su local.
2) Mercado de Sonora. Se ubica en el Distrito Federal y juega un papel fundamental en la comercialización de plantas medicinales, ya que es un centro de acopio de los lugares de recolección. La expectativa era que en las entidades federativas donde se distribuye Amphipterigium adstringens, se comercializara también el producto nativo; no obstante, la situación es diferente. Desde este centro de acopio se distribuye a tiendas y "hierberías" de los principales mercados del país. Entre noviembre y mayo se acumulan alrededor de siete toneladas de corteza. Es importante señalar que solo una familia de Tepalcingo, Morelos es la encargada de abastecer gran parte del producto al mercado de Sonora: durante una temporada recolecta una tonelada y la vende de manera directa. El resto del cuachalalate proviene de otras regiones del estado de Morelos y del norte de la Cuenca del Balsas, en Guerrero. El acopiador paga $50.00 kg-1, puesto en el Distrito Federal.
3) Puebla-Tlaxcala. Se considera centro de acopio porque en esas entidades hay personas que recopilan el cuachalalate para venderlo a exportadores, laboratorios naturistas y empresas envasadoras. Al año se obtienen en promedio ocho toneladas y pagan $ 5.00 kg-1 a los recolectores.
4) Exportador. Son los comerciantes, constituidos como empresa, encargados de acopiar el producto para venderlo en el extranjero. Compran, de manera directa, alrededor de 26 toneladas al año a los recolectores o al acopiador Puebla-Tlaxcala. El destino del producto son los laboratorios que lo procesan para elaborar extractos para su venta como suplementos alimenticios. De tal forma, que se convierten en los más beneficiados, como el laboratorio MPT HEALTH PRODUCTS de América, que tiene una patente para un producto de cuachalalate mezclado con cola de caballo para el control de hemorroides. Este acopiador paga $5.00 kg-1.
Empresas transformadoras. Son aquellas que utilizan el cuachalalate como materia prima para darle valor agregado, el cual comprende desde su empacado con un logotipo, hasta la elaboración de pastillas y extractos. Los dos tipos de empresas son: 1) laboratorios naturistas y 2) envasadoras.
1) Laboratorios naturistas. Empresas nacionales que compran corteza de cuachalalate para elaborar un extracto acuoso mezclado con material inerte y con ello forman pastillas, que son vendidas en frascos con 50 piezas a las tiendas naturistas, a un precio de $66.70 (Figura 2). Estos laboratorios no cuentan con la certificación de la Secretaria de Salud, razón por la cual se vende como suplemento alimenticio. Al año, compran, en promedio, dos toneladas al acopiador Puebla-Tlaxcala a un precio de $100.00 kg-1, puesto en sus plantas.
2) Envasadoras. Compañías que compran corteza de cuachalalate y la colocan en bolsas, previa selección y deshidratación. Algunas de ellas utilizan bolsas de plástico con 100 g de corteza y la venden en $35.00 cada una. Otras la muelen y la envasan en cedazos de 1 g, conocidos de modo popular como bolsas de té, que se comercializan en cajas, cuyo contenido es de 30 unidades y con un precio de $25.00 a $50.00 (Figura 2). Las envasadoras compran al año un promedio de cuatro toneladas al acopiador Puebla-Tlaxcala, a razón de $100.00 kg-1. Poseen mayor diversidad de productos, pero no existe certeza de su pureza, por no contar con un sustento legal del producto original.
Detallistas. Son intermediarios que tienen como función básica fraccionar o dividir el producto y ponerlo al alcance del consumidor final. Como detallistas de cuachalalate se identificaron: 1) mercados tradicionales, 2) supermercados y 3) tiendas naturistas.
1) Mercados tradicionales. Se denominan así a los locales donde se vende todo tipo de hierbas, cortezas, flores, brebajes y amuletos con fines medicinales, y se localizan en todas las entidades del país. En ellos, se vende de manera directa a los consumidores finales 24.5 toneladas de corteza de cuachalalate al año, a un precio que varía entre $150.00 y $300.00 kg-1.
2) Supermercados. Son sitios donde se comercializa al menudeo todo tipo de productos, desde alimentos hasta medicinas, y se ubican principalmente en las grandes ciudades del país. En estos lugares el cuachalalate se ofrece en bolsas de 100 g y en cajas con bolsitas para preparar té, aunque no en todos los supermercados se vende en esta presentación. Se comercializan cuatro toneladas de cuachalalate al año.
3) Tiendas naturistas. Locales especializados en la venta de productos naturales alimenticios, cosméticos y medicinales que, por lo general, se ubican en ciudades grandes, aunque también existen en localidades pequeñas. Se surten de los laboratorios naturistas y venden al menudeo alrededor de dos toneladas de cuachalalate al año.
Canales y márgenes de comercialización
Se identificaron los canales que se muestran en la Figura 3. Enseguida, se describe cada uno de ellos con sus correspondientes márgenes de comercialización.
Canal de exportación. Inicia con los recolectores de Morelos y la Mixteca Poblana. Estos últimos entregan de modo directo a los exportadores un promedio de 24 toneladas de cuachalalate al año. Los exportadores les pagan $5.00 kg-1. Dado que dicha cantidad es insuficiente para cubrir la demanda, le compran al intermediario Puebla-Tlaxcala dos toneladas anuales a un precio de $5.00 kg-1. Este acopiador vende a los laboratorios extranjeros a un equivalente de $150.00 kg-1. Los márgenes de ganancia se muestran en el Cuadro 1.
El margen del exportador es de 96.67%, el cual es grande si se considera que su trabajo de intermediación se reduce a visitar a los recolectores para acopiar el producto y entregarlo, tal cual, a los laboratorios extranjeros para su procesamiento. Cabe señalar que no fue posible obtener información del intermediario o consumidor final en el extranjero.
Canal de acopiadores de Puebla-Tlaxcala. Los acopiadores compran ocho toneladas de corteza a un precio de $5.00 kg-1, provenientes de la región de Morelos y la Cuenca del Balsas. Dos toneladas las venden a los exportadores, dos a los laboratorios naturistas y cuatro a empresas envasadoras. Los laboratorios naturistas compran el producto a $100.00 kg-1 y lo venden a las tiendas naturistas a un equivalente de $1,333.00 kg-1. Estas, a su vez, lo venden a los consumidores finales a un equivalente de $1,600.00 kg-1. Los márgenes de comercialización del canal Puebla-Tlaxcala-laboratorios se muestran en el Cuadro 2.
En este canal el margen mayor, tanto absoluto como relativo total, corresponde al laboratorio, ya que compra a $100.00 y vende a $1,280.00 kg-1. Se desconocen sus costos, que seguramente son altos; sin embargo, se deduce que su utilidad es grande.
En porcentaje de margen de comercialización, el siguiente eslabón es el detallista. Los márgenes de comercialización del canal Puebla-Tlaxcalaenvasadoras se muestran en el Cuadro 3.
El margen más grande, tanto absoluto como relativo total, corresponde a los envasadores, ya que compran a $100.00 y venden a $800.00 kg-1. Sus costos son mínimos, pues solo incluyen los procesos de secado, molido y envasado en bolsitas de té (Cuadro 3).
Canal centro de acopio Axochiapan, Mor.- En este lugar se reúnen cuatro toneladas de cuachalalate provenientes de la misma entidad y de la Cuenca del Balsas, se envían a los mercados del estado de Puebla, donde lo adquiere el consumidor. El centro lo compra a $5.00 kg-1, y lo comercializa a $50.00 kg-1 a los detallistas, quienes a su vez, lo ofrecen al consumidor final en paquetes de 100 g a un precio de $100.00 kg-1 a $150.00 kg-1. Los márgenes de ganancia de este canal se muestran en el Cuadro 4.
En este canal el margen más alto, tanto absoluto como relativo total es para el detallista, quien compra a $50.00 kg-1 y vende a $150.00 kg-1. Además, no tiene costos, ya que la corteza se comercializa envuelta en periódico.
Canal de comercialización en mercados de Morelos. Los "hierberos" compran al recolector y venden de manera directa al consumidor; tienen su local en los mercados de las principales ciudades de la entidad: Cuautla, Jojutla y Cuernavaca. En esta última, se comercializan, en promedio, siete toneladas anuales. Adquieren bultos de 20 kg a un costo que varía de $50.00 a $90.00, lo cual significa que compran a $2.50 o $4.50 el kilogramo. Por su parte, en Cuautla se consumen por temporada siete toneladas de cuachalalate. En dicha ciudad se localiza el mayor número de expendios: 13 establecidos y cuatro ambulantes. Sus "hierberos", que obtienen el cuachalalate de los principales recolectores del estado, compran el bulto a $100.00, que implica un precio de $5.00 kg-1, y lo venden desde $100.00 hasta $150.00 kg-1. Respecto al mercado de Jojutla, que está compuesto por cuatro centros establecidos y uno ambulante, se consume media tonelada por temporada. Se compra a $7.50 kg-1 y se vende a $100.00 kg-1 (Cuadro 5).
En este canal el margen más grande, tanto absoluto como relativo total lo tiene el detallista, quien adquiere a $45.00 y vende a $150.00 kg-1, y no eroga recursos ya que la corteza la comercializan envuelta en periódico. En este canal, el recolector vende a menor precio que por otros canales.
Canal mercado de Sonora. Es fundamental, ya que es el medio para llegar a todos los mercados del país. Al mercado de Sonora se desplazan principalmente los recolectores de Morelos y, en forma mínima, los de la Cuenca del Balsas para vender su producto. Por el hecho de transportarlo a la Ciudad de México les pagan $50.00 kg-1. En cuanto a los intermediarios del mercado, ellos de manera directa lo ofrecen al consumidor final del Distrito Federal a $200.00 kg-1 (Cuadro 6). Cuando lo venden a detallistas de la provincia pactan un precio de $150.00 kg-1, quienes a su vez lo ofertan al consumidor final a $300.00 kg-1 (Cuadro 7).
En este canal, el detallista compra a $50.00 y vende a $200.00 kg-1, lo que significa una ganancia de $150.00. Cabe señalar que el recolector recibe un precio mayor; sin embargo, tiene que cubrir los gastos de transporte y asumir los riesgos de llevar el producto a la bodega del intermediario.
En este canal, el mercado de Sonora funciona como mayorista. En términos absolutos y relativos las ganancias no son comparables a las del minorista, pero se compensa al vender mayor cantidad. El detallista es quien más gana, aunque tiene que hacer los gastos inherentes al transporte del cuachalalate desde el Distrito Federal, hasta el mercado detallista final (Cuadro 7).
Al comparar los márgenes de los cinco canales de comercialización se observa que en todas las rutas, los recolectores son los que reciben la menor parte del precio final, entre 6 y 33%. Proporción demasiado baja si se considera que en la mayoría de los canales no se le agrega valor al producto, es decir, el consumidor final recibe la corteza de cuachalalate tal como la vende el recolector. Así mismo, se observa que el margen de los detallistas es grande, de 20 a 97%, pero cabe aclarar que los volúmenes de venta son menores. El margen de los intermediarios, en general, es menor en comparación con el de los detallistas, pero superior al de los recolectores; sin embargo, por la cantidad que venden, la ganancia, en términos absolutos, es mayor que la del resto de los eslabones que conforman la cadena productiva.
Conocer la estructura de la cadena de comercialización sirve para implementar medidas que hagan más justas las relaciones de intercambio. Como el eslabón más débil es el recolector, gana menos, las primeras acciones de mejora deben encaminarse a ellos. Para que el recolector aumente su ingreso, debe asumir funciones de mercadeo, pero no en forma directa, sino a través de una organización gremial que ejecute eficientemente dichas funciones. Es erróneo obligar o inducir al recolector a desarrollar funciones de comercialización individual porque fracasarían, ya que no tienen tiempo, recursos ni la experiencia que se requieren. En caso de que tuvieran éxito, dejarían la actividad primaria para dedicarse totalmente a la comercialización (Mendoza, 1987).
Si los recolectores formaran una asociación para agregarle valor al producto, tendrían una mayor participación del precio final y en la formación del mismo, además se generarían empleos.
CONCLUSIONES
La corteza del cuachalalate que se comercializa en México, se recolecta de modo principal en el estado de Morelos, la Mixteca Poblana y el norte de la Cuenca del Balsas; zonas que ofertan en promedio 57.5 toneladas anuales del producto.
Se detectaron cinco canales principales de comercialización: de exportación, acopiadores de Puebla-Tlaxcala, centro de acopio Axochiapan, mercados de Morelos y Mercado de Sonora, D. F.
En todos los canales de comercialización, el recolector es el que recibe la porción más pequeña del precio final.
La proporción del valor total del cuachalalate que les corresponde a los acopiadores varía entre 6 y 33%.
El margen de comercialización respecto al valor total del detallista fluctúa de 20 a 97%; entre menos intermediarios, más grande es el margen que le corresponde.
El precio de un kilogramo de cuachalalate es mayor cuando se vende transformado en pastilla o extractos, seguido de las bolsitas de té.
AGRADECIMIENTOS
Un agradecimiento a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) por financiar gran parte de esta investigación y, en especial, al geólogo Noé Navarrete por su apoyo en el proceso administrativo en dicha institución.
REFERENCIAS
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