Introducción
El sector agrícola es un pilar fundamental en la economía y el desarrollo de México. Sin embargo, cada vez es menos competitivo debido a la creciente importación de alimentos que limita la capacidad de producción y distribución en el mercado nacional (Ayala et al., 2011). Las políticas públicas que se emprendieron a partir de la década de los años 80 no han impulsado la competitividad agrícola de manera sostenible; como consecuencia, se ha tenido que depender de las compras en el exterior (Gómez, 2008), lo que ha creado condiciones desfavorables para algunos sistemas, particularmente los de producción local como la vainilla (Barrera et al., 2011), de la cual México se considera el centro de origen (Lubinsky et al., 2008). A pesar de esta distinción, Salazar (2011) explica que la baja productividad en el ámbito nacional se atribuye a problemas como la inestabilidad de los precios, los efectos del cambio climático y el escaso desarrollo tecnológico al que se enfrentan los productores nacionales, que les impide incrementar las superficies sembradas.
Históricamente, México se ha ubicado como el quinto productor de vainilla a nivel internacional con 4.97 %, después de Indonesia (34.93 %), Madagascar (31.81 %), China (11.63 %) y Papua Nueva Guinea (6.97 %); y antes de Uganda (2.90 %), Turquía (2.58 %), Tonga (2.08 %) y otros países como Guadalupe, Zimbabwe, Kenia, Malawi, Réunion, Polinesia Francesa y Comoras que, como grupo, representan 2.14 % de la producción en el mundo. Respecto a los rendimientos en campo (t ha-1), a México (0.41) solo lo supera China (0.60), aventaja a Papua Nueva Guinea (0.32), Indonesia (0.22) y Madagascar (0.04), los cuales basan su productividad en la extensa superficie sembrada que suma 94.36 % del total mundial (FAOSTAT, 2017).
Las plantaciones comerciales de vainilla en México tienen vida promedio de 6 años; los primeros tres son de desarrollo vegetativo y los otros tres, de producción (Kelso-Bucio et al., 2012). A nivel nacional, Veracruz es el principal productor con 70 %; al que siguen Oaxaca y Puebla, que en conjunto aportan alrededor de 29 % de la producción total y, en cantidades más pequeñas, por San Luis Potosí, Hidalgo, Chiapas y Quintana Roo (SIAP, 2017).
La mayor parte de la vainilla que se comercializa en el país es en verde, debido a las condiciones productivas de baja tecnificación y a la escasa organización de los productores (FND, 2017). Quien cosecha la planta no le da un tratamiento de fermentación y secado que acentúe el sabor y aroma, y con ello limita sus ingresos; por lo tanto, no es capaz de incursionar directamente en mercados como el de alimentos, bebidas, farmacia, cosméticos, tabaco y artesanías. Cierra, entonces, las puertas a mercados internacionales como el de Estados Unidos de América, Francia, Alemania y Japón principales consumidores del mundo (Velázquez- Montes de Oca et al., 2014).
El cultivo de la vainilla es importante porque tiene impacto social y económico en las comunidades rurales, además de que forma parte de la cultura y riqueza nacional (Salazar, 2011). La mayoría de los productores que mantienen las plantaciones lo hacen con escasa o nula rentabilidad, y en muchos casos la explicación radica en la confianza de que aumente el valor en verde. Sin embargo, la caída de los precios y el esquema de mercado nacional que premia más a los comercializadores, ha provocado que quienes cultivan la especie emigren a otras actividades agrícolas que les aseguren el sustento de sus familias, con lo que comprometen la competitividad del sector (Jaramillo et al., 2012).
El análisis de competitividad de la vainilla lo han abordado varios autores. Jaramillo et al. (2012) estimaron la rentabilidad y competitividad de dos sistemas de beneficiado de vainilla mediante la matriz de análisis de política. Barrera et al. (2011), por su parte, analizaron la rentabilidad y competitividad de dos sistemas de producción de vainilla desde un enfoque macroeconómico. Estos estudios se enfocan en comparaciones entre procesos de producción y sus resultados muestran un comportamiento competitivo para determinado proceso. Sin embargo, no examinan la competitividad en el contexto del crecimiento de la producción. Al respecto, Cruz et al. (2013) consideran que la competitividad de un producto agrícola puede cambiar positivamente al variar los rendimientos por hectárea, la superficie sembrada y la estructura de uso del suelo; aseguran que los efectos de estas variables no son explicaciones finales del crecimiento del sector, pero si constituyen un eslabón en la búsqueda de las causas y variables que condicionan la competitividad del producto.
De acuerdo con Gómez (1994), el análisis de la producción agrícola ayuda a comprender la competitividad del cultivo en cuestión, porque se refiere a la interacción de la superficie sembrada con los rendimientos en campo. En la superficie sembrada se manifiestan las tareas de preparación del suelo y siembra, y en los rendimientos las modalidades vigentes en la aplicación de las técnicas de producción y las prácticas de manejo utilizadas.
En este contexto, los objetivos del presente estudio consistieron en analizar la productividad de la vainilla verde en México, a partir de la producción a nivel nacional e internacional de 2003 a 2014 para identificar al factor (superficie sembrada o rendimiento en campo) que condiciona el crecimiento, y conocer la situación que enfrenta el sector.
Materiales y Métodos
El área de estudio
La vainilla (Vanilla planifolia Jacks. ex Andrews) es una orquídea nativa de las selvas tropicales del sureste de México y América Central (Bello et al., 2015). Por las características del cultivo, crece en climas subtropicales, cálidos y húmedos, en altitudes inferiores a los 600 m, aunque se han encontrado plantas hasta los 1 100 m, con temperaturas de 20 °C a 32 °C, precipitación media anual entre 2 000 a 3 000 mm; para su crecimiento óptimo requiere 50 % de sombra, y hasta de 70 % en épocas secas para conservar la humedad del suelo y del aire. Se desarrolla en terrenos con excelente drenaje, ricos en humus y pH de 6 a 7 (Hernández, 2011). En México, la producción de vainilla se tiene consignada en 52 municipios (Figura 1), que se ubican en los estados de Chiapas (1), Hidalgo (1), Oaxaca (7), Puebla (11), Quintana Roo (3), San Luis Potosí (2) y Veracruz (27) (SIAP, 2017).
Productividad internacional del sector vainillero
De la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se obtuvieron datos sobre producción (t), superficie sembrada (ha) y rendimientos en campo (t ha-1) de los principales países productores de vainilla para el periodo 2003-2014 (FAOSTAT, 2017). Mediante un análisis de varianza y pruebas de medias de Tukey, se determinaron diferencias significativas para cada una de las variables por país, y por medio de la aplicación de la metodología propuesta por Santillán et al. (2014) se identificó el tipo de sistema de producción (intensivo o extensivo).
Productividad nacional del sector vainillero
Del Sistema de Información Agrícola y Pesquera (SIAP, 2017) se obtuvieron las variables: rendimiento en campo (t ha-1), superficie sembrada (ha) y producción (t) de los municipios que registraron operaciones continuas de 2003 a 2014. Dicho periodo se dividió en dos etapas: la primera de 2003 a 2008 y la segunda de 2009 a 2014 dado que los ciclos de renovación de las plantaciones corresponden a seis años aproximadamente (Kelso-Bucio et al., 2012).
Para analizar la productividad de la vainilla se utilizó el modelo de descomposición de factores del crecimiento de la producción (Gómez,1994), el modelo se ha utilizado de manera efectiva en diferentes investigaciones (Cruz et al., 2013; Santillán et al., 2014; Schwentesius y Sangerman, 2014) y determina de manera precisa la influencia que tienen los rendimientos en campo y la superficie sembrada, así como su interacción con el crecimiento de la producción en un periodo base (2003-2008), con respecto a un periodo final (2009-2014).
Se graficó la superficie sembrada, el rendimiento en campo y la interacción (superficie sembrada - rendimiento en campo) en porcentaje, para calcular el crecimiento de la producción de la vainilla a nivel municipal, si es extensivo o intensivo y cuál de los factores explica dicho crecimiento. Los municipios se clasificaron de acuerdo a la tipología establecida por Santillán et al. (2014), en la que se hacen diferentes combinaciones para conocer aquéllos en los que aumenta la producción y en los que disminuye.
Finalmente, para identificar algunos de los factores que explican los cambios de superficie sembrada y el rendimiento en campo a nivel municipal, se entrevistó a especialistas en la producción de vainilla de la Universidad Autónoma Chapingo y del Colegio de Postgraduados, así como a productores y representantes del Comité Sistema Producto de Puebla y Veracruz. La guía de entrevista consideró aspectos fitosanitarios, climáticos, sociales y de mercado.
Resultados y Discusión
Productividad internacional del sector vainillero
De acuerdo con la prueba de medias de Tukey, Indonesia y Madagascar, principales países productores de vainilla en el mundo, basan su producción en un sistema extensivo, que compensa los bajos rendimientos en campo. El éxito de Indonesia y Madagascar se basa en las ventajas comparativas asociadas a factores naturales favorables, es impulsada por el bajo costo de oportunidad de los factores internos de producción como mano de obra, tierra y capital (Hernández et al., 2010). Sin embargo, no pueden considerarse competitivos, pues de acuerdo con Porter (1991) una ventaja competitiva se basa en la capacidad de transformar la mano de obra, tierra y capital en bienes y servicios diferenciados, lo que incrementa la eficiencia a fin de aumentar la ganancia. Gómez (1994) postula que los sistemas intensivos suelen ser más competitivos, al hacer más eficientes las técnicas de producción y las prácticas de manejo, lo que de acuerdo con Ormerod (1997) estimula las economías de escala y mejora la competitividad.
México presentó los segundos mejores rendimientos en campo, pero su producción está mermada por la baja superficie sembrada destinada al cultivo (Cuadro 1). Barrera et al. (2011) y Jaramillo et al. (2012 y 2013) coinciden en que la competitividad del sector vainillero nacional es un problema de diferenciación, ya que la mayor parte de la vainilla que se comercializa en el país es en verde, lo que reduce los precios de compra directos al productor, y provoca un abandono del sector, lo cual explica la reducción de la superficie sembrada. Coinciden, además, en que, a pesar de que los rendimientos en campo son aceptables, existe un amplio margen de mejora que aunado a un incremento en la superficie cosechada y un esquema de comercialización con nichos de mercado, mejorarían sustancialmente la productividad internacional.
País | Superficie (ha, %) | Rendimiento (t ha -1 ) | Producción (t, %) | Sistema |
---|---|---|---|---|
Madagascar | 65 222 (77.01) a | 0.04 d | 2555.8 (31.81) a | Extensivo |
Indonesia | 12 964 (15.31) b | 0.22 c | 2806.6 (34.93) a | Extensivo |
China | 1 905 (2.25) c | 0.60 a | 934.4 (11.63) b | Intensivo |
Papua Nueva Guinea | 1 725 (2.04) c | 0.32 bc | 559.7 (6.97) b | Intensivo |
México | 965 (1.14) d | 0.41 b | 399.5 (4.97) c | Intensivo |
Otros1 | 191 (2.25) | 0.31 | 77.9 (9.69) | |
Total | 84 691 (100) | 8035 (100) | ||
R2 | 0.89 | 0.61 | 0.78 |
Medias con la misma letra por columna no son estadísticamente diferentes (α = 0.05).
1Incluye a Guadalupe, Zimbabwe, Kenia, Réunion, Malawi, Polinesia Francesa, Comoras, Tonga, Turquía y Uganda. Productividad nacional del sector vainillero
Productividad nacional del sector vainillero
Para determinar los factores que impiden un aumento de la superficie sembrada a nivel nacional, que impacte de manera positiva en la productividad internacional, se aplicó el modelo de descomposición de factores del crecimiento de la producción a nivel municipal (Gómez, 1994). Se determinó que de 2003 a 2014, 52 municipios cultivaron vainilla a nivel nacional, de ellos solo 14 presentaron producción constante a lo largo del periodo, ubicándose en los estados de Puebla (1), Veracruz (9) y Oaxaca (4) (Figura 2A).
En el contexto nacional, de 2009 a 2014 existe un crecimiento del sector de 2.5 % con respecto a 2003-2008, como resultado de un aumento en los rendimientos de campo (2.0 %) y superficie sembrada (0.5 %) (Figura 2B). Sin embargo, este crecimiento se registra en 14 de los 52 municipios productores de vainilla. Para ellos, en los mismos periodos de análisis, se verifica un crecimiento en la producción de 3.4 % como respuesta a un aumento del 1.6 % en la superficie sembrada y 1.8 % en rendimientos de campo (Figura 2C), que contrasta con la caída en la producción (-0.1 %) de los restantes 38 municipios, producto de una reducción en la superficie sembrada (-2.3 %) (Figura 2D). Barrera et al. (2011) atribuyen este efecto al carácter cíclico del cultivo, las prácticas de manejo, aspectos físicos y climáticos, pero, sobre todo, a dos factores: la carencia de recursos económicos suficientes y el desconocimiento sobre la tecnología de producción del productor.
El crecimiento de la producción de vainilla a nivel nacional se caracterizó por un incremento de los rendimientos en campo, que contrarresta la reducción de la superficie sembrada. Hernández (2011) establece que los rendimientos de la vainilla tienen una tendencia positiva, pero aún se consideran bajos y se le asocia con la falta de innovación tecnológica; este hecho impide aumentar su producción a nivel internacional.
La FND (2017) señala que los rendimientos de la vainilla han caído alrededor de 0.35 t ha-1 y coincide en que el uso de mayor tecnología y procesos mejorados incrementaría los rendimientos. El citado autor calculó que con la tecnología tradicional se producen 0.33 t ha-1 y con innovación tecnológica se puede llegar a obtener hasta 1.55 t ha-1. Al respecto Sagarpa (2011) y FIRA (2012) otorgaron apoyos al sector agrícola para la transferencia de tecnología, asistencia técnica, capacitación y desarrollo tecnológico, con el objetivo de mejorar la productividad del campo vainillero.
De 2003 a 2014, 63 % de la producción nacional se basó en 14 municipios que registraron operaciones continuas (SIAP, 2017). En el Cuadro 2 se muestra su de 2009-2014, respecto a la de 2003-2008 y su importancia en el contexto nacional. Cuatro municipios (Gutiérrez Zamora, Papantla, Tecolutla y Colipa en Veracruz) han aumentado su superficie sembrada y rendimiento en campo (Tipo A). Misantla y Juchique de Ferrer (Veracruz), y Venustiano Carranza (Puebla) han adoptado un modelo extensivo (Tipo B); San Felipe Usila y San Pedro Ixcatlán (Oaxaca), un modelo intensivo (Tipo C). Sin embargo, los escenarios más drásticos se localizan en Atzalán, Cazones de Herrera y Tuxpan (Veracruz), y San José Independencia y Cosolapa (Oaxaca) donde la productividad ha disminuido (Tipo D, E y F). La Figura 3 ilustra, por encima de la diagonal punteada, los municipios que tuvieron crecimiento en la producción, y por debajo a los que presentaron una reducción de la producción para el periodo 2009-2014, respecto de 2003-2008.
Tipología | Producción | Superficie sembrada | Rendimiento en campo | Núm. de municipios | Participación (%) | Rendimiento en campo (t ha -1 ) | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Municipios | Superficie sembrada | Producción | ||||||
A | Aumenta | Aumenta | Aumenta | 4 | 7.69 | 38.18 | 37.44 | 0.47 |
B | Aumenta | Disminuye | 3 | 5.77 | 5.87 | 7.89 | 0.56 | |
C | Disminuye | Aumenta | 2 | 3.85 | 4.81 | 6.18 | 0.60 | |
D | Disminuye | Aumenta | Disminuye | 1 | 1.92 | 10.51 | 5.05 | 0.20 |
E | Disminuye | Aumenta | 2 | 3.85 | 7.08 | 5.71 | 0.37 | |
F | Disminuye | Disminuye | 2 | 3.85 | 1.49 | 0.97 | 0.28 | |
Otros | 38 | 73.07 | 32.06 | 36.76 | 0.41 | |||
Total | 52 | 100.00 | 100.00 | 100.00 |
De 38.18 % de la superficie sembrada se obtiene 37.44 % de la producción, que se concentra en cuatro de 52 municipios. Al considerar los que han perdido productividad y los que han sido inconstantes en su producción, 48.49 % de la producción nacional está comprometida.
La producción de vainilla se incrementó en nueve de los 14 municipios analizados y el rendimiento en campo es el factor que más influyó en dicha tendencia. A partir de 2011, instituciones como Sagarpa y FIRA, implementaron la aplicación de paquetes tecnológicos al cultivo de la vainilla, lo cual generó mayor conocimiento en el manejo del cultivo; este hecho explica el incremento en rendimientos a nivel nacional (Hernández, 2011). Sin embargo, el país no ha podido ser competitivo a nivel internacional. FAOSTAT (2017) informa que México obtiene rendimientos mayores a los de Indonesia y Madagascar, pero no ha incrementado su superficie sembrada y, con ello, la producción. Aunque, se han creado programas de apoyo, hace falta capacitar a los productores en el manejo del cultivo y diseñar programas estratégicos para aumentar la superficie sembrada. Con el incremento productivo que resulte, se espera mejorar la competitividad del sector vainillero (Hernández, 2011; Jaramillo et al., 2012)
Finamente, al entrevistar a especialistas en la producción de vainilla de la Universidad Autónoma Chapingo y del Colegio de Postgraduados, así como a productores y representantes del Comité Sistema Producto de Puebla y Veracruz, se identificaron algunos de los factores que explican los cambios de superficie sembrada y rendimiento en campo por tipología de municipios (Cuadro 3).
Tipo | Municipio | Estado | Superficie sembrada | Rendimiento en campo |
---|---|---|---|---|
A | Gutiérrez Zamora | Veracruz | Reconversión de áreas citrícolas, maiceras y pecuarias a vainilleras (+) | Aplicación de paquetes tecnológicos de alta productividad (+) |
Papantla | Veracruz | |||
Tecolutla | Veracruz | |||
Colipa | Veracruz | |||
B | Misantla | Veracruz | Reconversión de áreas citrícolas, maiceras y pecuarias a vainilleras (+) | Uso de tecnologías tradicionales en condiciones de temporal (-) |
Juchique de Ferrer | Veracruz | |||
Venustiano Carranza | Puebla | |||
C | San Felipe Usila | Oaxaca | Abandono de plantaciones por problemas fitosanitarios (-) | Renovación de plantaciones (+) |
San Pedro Ixcatlán | Oaxaca | |||
D | Cazones de Herrera | Veracruz | Reconversión de áreas maiceras a vainilleras (+) | Escasez de mano de obra especializada en polinización y elaboración de abonos orgánicos (-) |
E | Tuxpan | Veracruz | Abandono de plantaciones por factores climáticos (-) | Aplicación de paquetes tecnológicos de alta productividad (+) |
Cosolapa | Oaxaca | |||
F | San José Independencia | Oaxaca | Abandono de plantaciones por problemas fitosanitarios (-) | Altos costos de producción por manejo inadecuado del cultivo (-) |
Atzalan | Veracruz |
A pesar de que en México existen condiciones para incentivar la producción de vainilla, tales como buenos terrenos, tutores, plantas, experiencia productiva y control de calidad, clima, agua corriente y materia orgánica; también se tiene en contra precios bajos, mercado inestable (variación de precios, falta de compradores, etcétera), cambios climatológicos de sequía prolongada, plagas y enfermedades, falta de asistencia técnica especializada y permanente, de infraestructura, equipo y herramientas de trabajo, de financiamiento y de fomento al establecimiento de plantaciones. A esto habría de agregarse la inseguridad en algunas de las zonas de producción, como ocurre en la región del Totonacapan, principal área productora a nivel nacional. Las causas enunciadas están presentes en 38 de los 58 municipios productores y, desafortunadamente, es difícil revertirlas en el futuro.
Conclusiones
El análisis de la producción del sector vainillero mexicano, descompuesto por los factores de superficie sembrada y rendimiento en campo, muestra que la productividad nacional no se ha incrementado, ni es competitiva a nivel internacional, debido a la reducción de la superficie sembrada. Los buenos rendimientos en campo que presentó México durante el periodo de interés, son insuficientes para revertir esta situación. En 14 de 52 municipios productores se concentra 63.24 % de la producción de vainilla; los restantes 38 municipios han reducido sus superficies sembradas. Bajo ese escenario es necesario que los productores conozcan las labores que deben realizar durante y después de la cosecha, para asegurar una mayor producción. El fortalecimiento del sector de la vainilla en México se puede lograr, si se tiene acceso a paquetes que permitan mayores conocimientos sobre la siembra y asistencia técnica en el cultivo.