Introducción
La concentración y almacenamiento de carbono y nitrógeno dependen de muchos factores como la cobertura vegetal, el relieve, el suelo, el agua, y los microrganismos, entre otros factores. El conocimiento de la concentración o del contenido de la materia orgánica (MO) es esencial para entender los flujos de carbono (C) y nitrógeno (N) (Matus et al., 2000). Valtera et al. (2015) declaran que la pendiente, la exposición de la ladera y la cubierta forestal son importantes porque explican los procesos físicos y químicos que ocurren en el suelo, entre ellos la dinámica de los elementos.
La vegetación es una de las características más distintivas de los suelos forestales y contribuye en sus propiedades físicas, químicas y biológicas (Rivas et al., 2009). El nitrógeno total (Nt) forma parte de los residuos vegetales y animales depositados en el suelo que pasan por un estado de degradación y se almacena en la MO; a partir de su forma química y cantidad, puede cumplir su función como nutriente, mejora el crecimiento y la productividad, pero las necesidades de N varían por ecosistema, por lo que es importante su disponibilidad (NADP, 2000).
La materia orgánica (MO), el carbono orgánico (CO) y el nitrógeno total constituyen parámetros para el conocimiento de la fertilidad del suelo. Bastidas (2000) describe el termino fertilidad como la capacidad del suelo para suministrar a las plantas los elementos nutritivos para su desarrollo, entendiendo que la mayor o menor concentración está determinada por la presencia y comportamiento de las condiciones ambientales.
Anaya et al. (2016) mencionaron que la ubicación topográfica, pendiente y composición florística influyen en la variación de CO; concluyeron que la concentración de CO decreció con la profundidad del suelo, y que aproximadamente 55 % se concentra en los primeros 30 cm. Ávila et al. (2004) señalaron que la concentración de Nt se redujo conforme aumentó la profundidad y pendiente del terreno, esto se debió principalmente a su adsorción por los coloides del suelo por debajo de los 80 cm. Alvarado et al. (2013) también afirmaron que el incremento del COS en la superficie se debe, principalmente, a la distribución y actividad de las raíces finas, además de la caída de hojarasca.
El Nt y COS son considerados indicadores de la calidad del suelo, pues al ser capturados y almacenados por largos períodos de tiempo, se comportan como una alternativa para mitigar el cambio climático por el abatimiento de los gases de efecto invernadero (Orellana et al., 2012). El CO almacenado en los primeros 100 cm se estima en un rango de 1.462 a 1.548 Pg en el planeta (Batjes, 1996), este carbono forma uno de los principales compartimentos terrestres, mayor que el carbono biótico y que el atmosférico (Peris, 2013).
Orjuela et al. (2010) determinaron el contenido de carbono orgánico en zonas de regeneración natural en la Amazonia Colombiana; ahí encontraron depósitos de 57.3 Mg ha-1 de CO a una profundidad de 30 cm, por lo que consideraron estas áreas con potencial de almacenamiento para la captura de CO2.
Ávila et al. (2001) y Anaya et al. (2016) puntualizaron esta capacidad como una las funciones ecológicas y ambientales de las masas forestales. Es así que las zonas boscosas son más significativas que aquellos sitios que están desprovistos de vegetación. En ese contexto, Rivas et al. (2009) establecieron que el cambio de uso de suelo afecta los niveles de CO y Nt en el suelo, a través de la aceleración de los procesos de oxidación que alteran la cantidad y composición de la MO; tales cambios varían de acuerdo al clima, suelo, vegetación e intensidad de prácticas de manejo.
Celaya et al. (2015) señalaron que el cambio de uso de suelo es el principal factor de degradación de los ecosistemas naturales, ya que observaron variaciones en el almacenamiento de N con pérdidas anuales de 12.5 kg ha-1, debido a la transformación del ecosistema natural a pastizales, encontrándose mayores concentraciones de nitrógeno total en suelos bajo cobertura arbórea que en espacios abiertos y con pastos.
Con base en la capacidad de generar bienes ecosistémicos y contribuir a la mitigación de efectos de los desastres naturales imperantes en la actualidad, la preservación de los bosques es de gran valor, así como la aplicación de políticas públicas con este mismo fin; por lo tanto, resulta esencial contar con información sobre el almacenamiento de CO y Nt que sirvan como línea base para la formulación de proyectos ambientales.
Poco se ha estudiado la influencia que tienen la cobertura, la pendiente y la profundidad del suelo en dichos almacenes. En ese contexto, se planteó el siguiente objetivo de esta investigación, que consistió en determinar la influencia que tienen los factores profundidad, pendiente y cobertura en el contenido de COS y Nt en el suelo de los bosques de Zoquiapan, México. Se parte del supuesto de que las características y magnitudes de dichos factores impactan los procesos físicos, químicos y biológicos que ocurren en el suelo y que determinan las entradas, salidas y los almacenamientos de COS y Nt en el suelo, lo que determina su fertilidad, calidad y capacidad para aminorar los impactos ambientales.
Materiales y Métodos
Área de estudio
El experimento se realizó en la Estación Forestal Experimental Zoquiapan (EFEZ) localizada entre los 19°12’30” y 19°20’00” norte y 98°42’30” y 98°30’00” oeste. Una parte se extiende en el Estado de México y otra en el estado de Puebla, (Figura 1). Tiene una superficie de 1 638 ha y altitud promedio de 3 284 msnm. El clima es templado subhúmedo con lluvias en verano, con temperatura media anual de 11.1 ºC y precipitación anual promedio de 964.1 mm (Inegi, 1981).
El relieve predominante es montañoso, con algunos llanos, con una variación en la pendiente de 2 a 50 % (Vega, 1982). Los suelos se clasifican como Andosoles mólicos, con buena aeración, buen drenaje, consistencia friable y ligeramente pegajosa y plástica; el pH con valores que oscilan entre 5.06 y 6.3, moderadamente ácidos y con buena disponibilidad de nutrientes (Rey, 1975; Aguilar y Plateros, 2003).
La vegetación está constituida principalmente por tres comunidades de alta montaña: bosque de pino (Pinus hartewegii Lindl.) ampliamente distribuido por toda el área cubriendo 65 %; bosque de oyamel (Abies religiosa (Kunth) Schltdl. et Cham.) que ocupa 10 % del área, con un dosel muy cerrado; y bosque de aile (Alnus jorullensis Kunth), que cubre 24 % del área, ampliamente distribuido por toda la estación y en algunos lugares forma masas puras (Herrera y Rodríguez, 1975).
Ubicación de los sitios de muestreo
Para ubicar los sitios de muestreo, en primera instancia, se obtuvieron los diferentes tipos de vegetación o cobertura mediante la clasificación supervisada de imágenes Landsat 8 (Path 26 y Row 47). Los tipos de vegetación fueron: bosque de encino-pino, bosque de oyamel, bosque de pino, bosque de pino-aile, bosque de pino-oyamel y pastizal. De ellos, seseleccionaron tres: osque de pino, bosque de oyamel y la asociación bosque de pino-aile, porque cubren alrededor de 90 % de la superficie total de la EFEZ.
Para estimar la pendiente del terreno se utilizó el modelo de elevación digital (MED) con resolución espacial de 15 m (Inegi, 2013); mediante el el software ArcGIS versión 10.3® y la herramienta Slope se generó un archivo raster con los valores de pendiente del terreno, mismos que se clasificaron en tres categorías: 0-10.10, 10.10-21.16 y 21.16-48.43 grados. Mediante la intersección de las capas de coberturas y pendiente del terreno se obtuvo un mapa de sistemas con la misma cobertura y pendiente. En el Cuadro 1 se describen las características de los nueve sistemas.
Número | Cobertura | Intervalo de Pendiente (grados) |
Superficie (ha) |
---|---|---|---|
1 | Oyamel | 0-10.10 | 48.79 |
2 | Oyamel | 10.10-21.16 | 113.10 |
3 | Oyamel | 21.16.48.43 | 69.24 |
4 | Pino-aile | 0-10.10 | 120.34 |
5 | Pino-aile | 10.10-21.16 | 102.79 |
6 | Pino-aile | 21.16.48.43 | 143.27 |
7 | Pino | 0-10.10 | 502.88 |
8 | Pino | 10.10-21.16 | 260.31 |
9 | Pino | 21.16.48.43 | 92.79 |
Total | 1 453.52 |
Para la ubicación de las parcelas de muestreo al interior de los sistemas se consideraron las características de cobertura y pendiente homogéneas, así como los criterios establecidos por la NOM-021-Semarnat-2000 (Semarnat, 2002).
Muestreo de suelo
Una vez delimitados los sistemas en gabinete, en cada uno de ellos se propusieron 10 parcelas circulares de 400 m2 distribuidas de forma regular en el área total del sistema, de los cuales se eligieron tres de manera aleatoria que se georreferenciaron. En campo se ubicaron las parcelas y al centro de cada una de ellas se extrajeron las muestras de suelo a los 0 a 10, 10 a 20 y 20 a 30 cm de profundidad; una para la determinación de valores de densidad aparente, para lo cual se utilizó la barrena de cilindro (Eijkelkamp C) y la otra para el análisis de las propiedades químicas del suelo, para lo cual se utilizó una barrena tipo holandés (Eijkelkamp C). En cada sitio se recolectaron 54 muestras (3 parcelas × 3 pendientes × 3 profundidades × 2 tipos de muestra). En total se recolectaron 162 muestras.
Determinaciones Físicas y Químicas
Las muestras se secaron en una estufa (THELCO 28) a 110 ± 5 °C hasta alcanzar un peso constante. Cada muestra se tamizó y se le determinó la densidad aparente por el método de la probeta (Sánchez et al., 2011). Para la concentración de COS y Nt se secaron al aire libre y se tamizaron a través de malla de 2 mm, para posteriormente enviarlas al Laboratorio Central Universitario de la Universidad Autónoma Chapingo para hacer las pruebas conducentes a calcular las concentraciones de materia orgánica y Nt.
La concentración de carbono orgánico (CO) se estimó a partir de la materia orgánica mediante el método de Walkley y Black (1934), la concentración del CO fue obtenida por medio del factor de Van Benmelen 1.724, que se dividió entre el porcentaje de materia orgánica, ya que se supone que este componente contiene 58 % de carbono orgánico. Dicho contenido se calculó con base en la siguiente ecuación (González et al., 2008):
Donde:
COS = Contenido de carbono orgánico del suelo (Mg ha-1)
Co = Concentración de carbono en el suelo (%)
Dap = Densidad aparente (g cm-3)
Ps = Profundidad del suelo (cm)
La concentración de nitrógeno total se obtuvo por arrastre de vapor con el procedimiento micro-Kjeldahl, a partir de la siguiente ecuación:
Donde:
N-tot = Concentración de nitrógeno en el suelo (%)
Dap = Densidad aparente (g cm-3)
Ps = Profundidad del suelo (cm)
Resultados y Discusión
Para mostrar el efecto de la pendiente y la profundidad, las tres pendientes se denominaron como menor (0-10.10 grados), intermedia (10.10-21.16 grados) y mayor (21.16-48.43 grados). Las tres profundidades como menor (0 a 10 cm), intermedia (10 a 20 cm) y mayor (20 a 30 cm).
Influencia de la cobertura
Para la mayoría de los valores en el Cuadro 2 se observa un comportamiento regular de los contenidos de COS en función de la cobertura; para las tres pendientes y profundidades, los valores son menores en el bosque de pino, se incrementan en el bosque de pino-aile y disminuyen en el de oyamel con respecto a los de pino y aile.
z (cm) | RP (grados) | Pino | Pino-Aile | Oyamel |
---|---|---|---|---|
COS (t ha-1) | ||||
0 a 10 | Menor | 49.65 (± 9.67) | 130.80 (±5.83)+ | 89.74 (±9.01) |
10 a 20 | Menor | 36.39 (±9.03)* | 122.47 (±22.5) + | 90.56 (±9.16) |
20 a 30 | Menor | 32.62(±3.01)* | 94.90 (±5.96) | 74.18 (±13.16) |
Ʃ Cobertura | 118.66 | 348.17 | 254.48 | |
0 a 10 | Intermedia | 118.81(±25.48) | 97.14 (±41.02) | 98.28 (±12.67) |
10 a 20 | Intermedia | 72.27 (±24.61) | 106.13 (±18.89) | 84.47 (±11.04) |
20 a 30 | Intermedia | 59.03 (±21.09) | 103.23 (±37.97) | 72.81 (±5.36) |
Ʃ Cobertura | 250.11 | 306.50 | 255.56 | |
0 a 10 | mayor | 72.38 (±23.62) | 122.33 (±77.22) | 132.20 (±8.83)+ |
10 a 20 | mayor | 38.90 (±5.19) | 67.90 (±19.66) | 70.63 (±4.19) |
20 a 30 | mayor | 30.86 (±4.47)* | 52.88 (±13.53) | 55.06 (±20.37) |
Ʃ Cobertura | 142.14 | 243.11 | 257.89 |
z = Profundidad; RP = Rango de pendiente; Menor = (0-10.10 °); Intermedia = (10.10-21.16 °); Mayor = (21.16-48.43 °); (±) = Valor de desviación estándar. *= Los tres valores más bajos de COS; + = Los tres valores más altos de COS.
De los tres valores mayores de COS para la cobertura, dos correspondieron a la de pino-aile con 130.80 Mg ha-1 y 122.47 Mg ha-1; el tercero correspondió a la cobertura de la comunidad de oyamel con 132.20 Mg ha-1. Estas cifras son semejantes a las mencionadas por Vela et al. (2012) quienes encontraron contenidos de COS en bosques de conservación de oyamel y pino en la Ciudad de México de 145.5 y 119 Mg ha-1, respectivamente. También se asemejan a las consignadas por Pérez et al. (2013), quienes realizaron un estudio del contenido de COS en áreas conservadas en la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca en el Estado de México, y calcularon un valor medio de 153 Mg ha-1 en el suelo. Respecto a los tres valores inferiores de COS, éstos correspondieron a la cobertura de pino con 30.86 Mg ha-1, 32.62 Mg ha-1 y 36.39 Mg ha-1.
Al analizar el comportamiento del contenido de COS para las coberturas en las tres profundidades, se aprecia que la cobertura con los contenidos más altos de COS fueron la del bosque de pino-aile con 130.80, 122.47 y 94.90 Mg ha-1. La cobertura con un menor contenido de COS para las tres profundidades fue la de pino con 49.65, 36.39 y 32.62 Mg ha-1. Este comportamiento se explica por el grado de conformación de las áreas y manejo forestal, ya que las coberturas de pino-aile y oyamel fueron las más compactas y con menos degradación en su interior, lo que contrasta con la del bosque de pino, que exhibe intervención por actividades productivas del tipo pecuario.
Influencia de la pendiente
De manera general, el contenido de COS en función del factor pendiente tuvo un comportamiento regular en la cobertura de pino en las tres profundidades, inferior para las pendientes menor y mayor, y con un incremento en la intermedia. Para la cobertura de pino-aile se tuvo un comportamiento irregular para las tres pendientes y tres profundidades. En la profundidad de 0-10 cm de la comunidad de oyamel, el contenido de COS se incrementó a medida que lo hizo la pendiente, pero para las profundidades de 10 a 20 y 20 a 30 cm ocurrió lo contrario.
De los tres valores más destacados de COS en función de la pendiente, uno se encontró en la mayor pendiente con 132.20 Mg ha-1, otro en la intermedia con 122.47 Mg ha-1 y el tercero en la menor con 130.80 y Mg ha-1.
Se advierte que la pendiente con un contenido más alto de COS a las tres profundidades fue la menor con 130.80, 122.47 y 94.90 Mg ha-1 con la cobertura de pino-aile. Y lo contrario se verificó en la menor, con 49.65, 36.39 y 32.62 Mg ha-1 con la cobertura de pino.
González et al. (2008) señalaron que en la mayoría de los ecosistemas vegetales hay una tendencia a concentrar mayor cantidad de COS en la posición inferior de las laderas. La afirmación anterior tiene validez en el análisis del efecto de la pendiente mayor y menor para las tres profundidades en la cobertura de pino-aile.
Influencia de la profundidad
En la mayoría de los casos el contenido de COS disminuyó con la profundidad. El comportamiento anterior coincide con los hallazgos de Alvarado et al. (2013). De acuerdo al IPCC (1997), en los suelos el cambio en el COS es relativamente pequeño y ocurre principalmente en los primeros 30 cm de la capa del suelo. Según Schargel y Marvaez (2009), lo anterior se debe a que el carbono orgánico está vinculado a la materia orgánica, por lo cual su abundancia disminuye con la profundidad, ya que la acumulación de restos orgánicos y la actividad de los microorganismos se da en los primeros centímetros del suelo.
Para la profundidad, de los tres valores mayores de COS, dos se encontraron de 0 a 10 cm con 132.20 y 130.80 Mg ha-1, y el tercero a 10-20 cm con 122.47 Mg ha-1.
De los tres contenidos de COS más bajos, dos procedían de los 20 a 30 cm, con 30.86 Mg ha-1 y 32.62 Mg ha-1, y el último a la de 10 a 20 cm con 36.39 Mg ha-1.
Contenido de carbono de 0 a 30 cm de profundidad
En el Cuadro 3 se muestran los contenidos de COS de 0-30 cm de profundidad, obtenidos como la suma de las tres profundidades parciales y como función de las coberturas y los grados de pendiente. Se observa que las coberturas con los tres valores de COS más destacados fueron las de pino-aile con la pendiente menor, siguiéndole la misma cobertura con la pendiente intermedia y por último la de oyamel con la pendiente más pronunciada. Las coberturas con los tres valores menores de COS fueron la de pino con las pendientes menor y mayor y la de pino-aile con la pendiente mayor. Los contenidos de COS obtenidos son mayores a los calculados por otros autores como por Segura et al. (2005) en selvas húmedas con 110.5 Mg ha-1. Las diferencias pueden ser debidas a que en el bosque templado se tienen menores temperaturas en comparación con las selvas húmedas donde son mayores las velocidades de mineralización.
z (cm) | RP (grados) | Pino | Pino-Aile | Oyamel |
---|---|---|---|---|
Nt (t ha-1) | ||||
0 a 10 | Menor | 5.67 (±0.46) | 10.57 (±1.89)+ | 10.08 (±2.82) |
10 a 20 | Menor | 4.77 (±0.85) | 9.93 (±2.68) | 8.85 (±1.26) |
20 a 30 | Menor | 5.03 (±0.71) | 9.33 (±0.31) | 7.62 (±0.65) |
Ʃ Cobertura | 15.47 | 29.83 | 26.55 | |
0 a 10 | Intermedia | 6.5 (±0.56) | 8.50 (±3.40) | 9.78 (±1.79) |
10 a 20 | Intermedia | 4.83 (±1.83) | 9.53 (±0.61) | 8.73 (±0.56) |
20 a 30 | Intermedia | 4.77 (±2.98) | 8.37 (±1.75) | 7.29 (±1.15) |
Ʃ Cobertura | 16.10 | 26.40 | 25.80 | |
0 a 10 | Mayor | 4.62 (±1.16)* | 11.61 (±6.04) + | 14.19 (±3.13) + |
10 a 20 | Mayor | 3.81(±0.84)* | 6.18 (±1.80) | 8.19 (±1.50) |
20 a 30 | Mayor | 3.37 (±0.83)* | 5.34 (±0.75) | 6.09 (±1.67) |
Ʃ Cobertura | 11.80 | 23.13 | 28.47 |
Z = Profundidad; RP = Rango de pendiente, Menor = (0-10.10 grados); Intermedia = (10.10-21.16 grados); Mayor = (21.16-48.43 grados); (±) = Valor de desviación estándar. *= Los tres valores más bajos de Nt; + = Los tres valores más altos de Nt.
Influencia de la cobertura
De manera similar al COS, en el Cuadro 3 se observa un comportamiento regular para la mayoría de los valores de contenido de Nt, en función de la cobertura para las tres pendientes y profundidades, con valores menores en la de pino, incrementándose en pino-aile y disminuyendo en oyamel con respecto a la de pino y aile.
Se observa que las tres coberturas con mayor contenido de Nt en el suelo se dieron en la comunidad de oyamel con 14.19 Mg ha-1, a la que le sigue de pino-aile con 11.61 Mg ha-1 y en tercer lugar, nuevamente, se ubica la de pino-aile con 10.57 Mg ha-1. La cobertura con los tres valores menores de Nt fue la de pino con 3.37 Mg ha-1, 3.81 Mg ha-1 y 4.62 Mg ha-1.
En el análisis del contenido de Nt para las tres profundidades se advierte que la cobertura de pino-aile tuvo el mayor contenido de Nt con 10.57, 9.93 y 9.33 Mg ha-1, respectivamente, y la cobertura de pino fue la de menor contenido de Nt, con 4.62, 3.81 y 3.37 Mg ha-1. De acuerdo con la clasificación del nitrógeno y nivel de abundancia en el suelo (Semarnat, 2002), el bosque de oyamel y pino-aile son ricos en este elemento, el bosque de pino se definió en el rango de nivel medio. Arzuaga et al. (2016) evaluaron el contenido de Nt en el suelo bajo cobertura de bosque de pino conservado, y calcularon valores de 2.69 Mg ha-1, mientras que para las áreas deforestadas hubo una reducción de alrededor de 51 % en los primeros 30 cm.
Influencia de la pendiente
Los valores de Nt en función de la pendiente presentaron el comportamiento más irregular. Para las pendientes con la cobertura de pino y las profundidades menor e intermedia, fue menor para la pendiente menor, se incrementó para la intermedia y volvió a disminuir con la pendiente más pronunciada. Para la profundidad mayor, el contenido de Nt se redujo en sentido contrario a la pendiente. Para la cobertura de pino-aile a la profundidad de 0-10 cm, el contenido de Nt disminuyó al pasar de la pendiente menor a la intermedia, posteriormente se incrementó en la mayor. Para las profundidades de 10 a 20 cm los contenidos de Nt fueron más bajos a medida que la pendiente se incrementó. Para la cobertura de oyamel, el contenido de Nt fue menor en sentido inverso a la pendiente para las profundidades de 10 a 20 y 20 a 30 cm, pero a la de 0 a 10 cm, primero disminuyó y luego se incrementó.
Dos de los tres valores mayores de Nt se registraron en la pendiente mayor con 14.19 Mg ha-1 y 11.61 Mg ha-1, y el tercero en la pendiente menor con 10.57 Mg ha-1. Los tres contenidos inferiores de Nt (3.37 Mg ha-1, 3.81 Mg ha-1 y 4.62 Mg ha-1) se registraron con la mayor pendiente.
La pendiente con un mayor contenido de Nt a las tres profundidades fue la menor, con 10.80, 9.93 y 9.33 Mg ha-1. Lo contrario se presentó para las tres profundidades en la mayor, con 4.62, 3.81 y 3.37 Mg ha-1.
Los resultados del análisis y de la comparación entre la pendiente menor u la mayor permiten afirmar que el contenido de Nt disminuyó conforme avanzó el grado de inclinación, lo que se respalda en los resultados obtenidos por Lozano et al. (2016); dichos autores aseveraron que la topografía, la pendiente y la orientación del terreno son variables que deben ser incluidos en las estimaciones de Nt y COS a escala local y regional, ya que existen diferencias en los almacenes de estos nutrientes. Ávila et al. (2004) señalaron que la concentración de Nt se reduce conforme aumenta la pendiente.
Influencia de la profundidad
El factor profundidad tuvo el comportamiento esperado para el contenido de Nt, pues en la mayoría de los casos independientemente de la pendiente y cobertura, isminuyo con la profundidad de manera similar a lo que ocurrió con el contenido de COS. Lo anterior concuerda con los resultados de Ávila et al., (2004), quienes señalaron en su estudio que la concentración de Nt se redujo conforme aumentó la profundidad del terreno. Esta disminución, según Schargel y Marvaez (2009), se debe a que el nitrógeno está vinculado a la materia orgánica.
Las tres mayores magnitudes de contenido de Nt fueron para la profundidad de 0-10 cm con 14.19 Mg ha-1, siguiéndole 11.61 Mg ha-1 y por último 10.57 Mg ha-1. Los tres menores contenidos de Nt se dieron a la profundidad de 20 a 30 cm con 3.37 Mg ha-1, en segundo lugar a la de 10 a 20 cm con 3.81 Mg ha-1 y en tercer lugar la de 0 a 10 con 4.62 Mg ha-1.
Contenido de nitrógeno total de 0 a 30 cm de profundidad
Para el Nt, las coberturas con los tres valores más altos fueron las de pino-aile con la pendiente menor, a la que siguió la de oyamel con la pendiente mayor y menor. La cobertura con los tres valores más bajos de Nt fueron las de pino con todas las pendientes. Estos resultados fueron superiores a los consignados por Sacramento et al. (2013) de 10.15 Mg ha-1 en un sistema natural del municipio Sobral, Ceará, Brasil y por Carvajal et al. (2009) de 10.41 Mg ha-1 en selva y 6.65 Mg ha-1 en cafetal.
Los datos obtenidos para la cobertura pino-aile, y el contenido de Nt, concuerdan con el hecho de que las zonas cubiertas por especies del género Alnus (Alnus firmifolia) en asociación con pino, son de valor ecológico por el almacenamiento y fijación de N2; por lo tanto, dicha especie latifoliada representa una alternativa para al manejo de áreas forestales y recuperación de nitrógeno en el suelo (Gutiérrez-Guzmán et al., 2005).
Al haber intervención en las zonas conservadas, el almacenamiento de carbono y nitrógeno disminuyeron; la cobertura de pino reveló los valores más bajos y los mayores reservorios siempre fueron para los bosques de pino-aile y oyamel. Est hecho pudiera explicarse por la composición y la mayor magnitud de sus cubiertas vegetales, al estar mejor conservadas.
Conclusiones
La cobertura tuvo efecto sobre las los contenidos de carbono orgánico (COS) y nitrógeno total (Nt) del suelo con valores mayores para pino-aile, siguiéndole oyamel y por último pino. La influencia de la pendiente fue más irregular en los contenidos de COS y Nt al no seguir un mismo patrón de comportamiento ni en función de las coberturas ni de las profundidades. La profundidad fue el factor de mayor regularidad en la variación de los contenidos de COS y Nt, pues a medida que se incrementó la profundidad, disminuyeron ambos.
Los almacenes de los elementos de interés se ubican en los primeros 10 cm de profundidad, independientemente de la cobertura y la pendiente.
Los contenidos más importantes de COS y Nt se presentaron en las coberturas sin intervención pecuaria. El suelo bajo cobertura de oyamel, pendiente menor y profundidad de 0-10 cm registró los valores más destacados (132.20 y 14.19 Mg ha-1, respectivamente). El suelo bajo el bosque de pino, pendiente mayor y profundidad de 20-30 cm tuvo los contenidos más bajos (30.86 y 3.37 Mg ha-1, respectivamente).
Se concluye que a pesar de tener el mismo clima la zona bajo estudio, los contenidos de COS y Nt mostraron diferencias por tipo de cobertura, por pendiente y por profundidad.