Durante las últimas cuatro décadas, una serie de elementos coyunturales y contextuales de orden cultural, político, económico, jurídico, social y ético se han conjugado de manera compleja y generado una tendencia creciente e inédita en la investigación etnográfica de y sobre las infancias y las juventudes. Esta tendencia ha sido parte de un movimiento mundial de afirmación de derechos de niñas, niños y jóvenes, que en la investigación social se expresó a través de debates tales como: el problema del escaso reconocimiento de los menores como actores sociales con agencia; la dificultad para distinguir la niñez, la infancia y la juventud como una complejidad múltiple y diversa; la minimización de categorías analíticas como edad y generación; la subestimación de estas nuevas generaciones como sujetos activos en los procesos de producción y reproducción social, entre otros. Las estrategias para contrarrestar las formas de silenciar a niños, niñas y jóvenes se multiplicaron en la investigación social desde diversas disciplinas y paradigmas, que generalmente coincidieron en considerarlos como sujetos activos durante los procesos de socialización, descubriendo que pueden enseñar “cosas” a los adultos. En nuestra región lationamericana, en particular, existe un conjunto nutrido de investigaciones etnográficas que los han incorporado para comprender procesos educativos, y un creciente consenso en torno a que la etnografía es particularmente apropiada para integrarlos, al ofrecer posibilidades de participación y colaboración en los procesos de producción de conocimiento.
El eje temático de este volumen reúne resultados de pesquisas etnográficas en las que investigadores/as, junto con niños, niñas y jóvenes, en contextos variados, producen conocimiento sobre las escuelas y las interacciones en las aulas, la salud, las lenguas, las infancias y las juventudes. Los siete artículos que lo componen analizan temas y problemas educativos incluyendo la perspectiva de estos sectores poblacionales.
Las y los lectores encontrarán pistas para comprender: límites y posibilidades que tienen niños y niñas bilingües wichis, en Argentina, para participar e interactuar en los marcos escolares (Unamuno); modos en que los antecedentes escolares y de clase facilitan el acceso a bienes materiales y simbólicos de jóvenes yalaltecos en su adaptación a la ciudad, en México (Bertely- Busquets); aspectos de una experiencia educativa y de participación política de niños, niñas y jóvenes del movimiento “Gestores de Paz”, en Colombia (Bertoli); el aula y el “monte” convertidos en espacios educativos comunitarios en una escuela rural en Argentina (Conde); producción lúdica de niños, niñas y jóvenes en las calles frente a nuevas dinámicas urbanas, en Portugal (Martins da Rosa, Martinho Ferreira y de Moraes Lima); emergencia de espacios educativos en México que no se encuadran en la denominada “educación no formal” y “educación informal” (Arriaga Ornelas y Sánchez Ramos) y procesos de educación ambiental en aulas de escuelas mexicanas (Lara Corro).
Las y los autores de estos artículos se esmeran para presentar detalles relevantes de sus experiencias de investigación y las estrategias que construyeron para producir descentramien tos. Participar con especial atención a lo que hacían y decían las y los niños/alumnos en clases de educación ambiental, dio lugar a que el investigador comprendiera que el aprendizaje no se da en la reproducción de los contenidos escolares, sino en un proceso de co-construcción colectiva que evidencia una construcción entre muchos actores. Compartir la cotidianeidad en un espacio educativo institucionalizado como el “club de tareas”, que no es escolar ni fami liar, permitió que los investigadores comprendieran que las interacciones situadas en contextos concretos generan modalidades de agenciamiento singulares, tanto en las y los niños como en adultos. Ir al “monte”, compartir las clases y los recreos con niños/as y adultos correntinos que hablan guaraní y castellano, produjo en la investigadora una apertura que le permitió entender que los conocimientos sobre la salud son saberes-hacer que se aprenden en diversos contextos de aprendizaje, creando espacios comunitarios que recrean la vida social. Reconstruir aspectos y significados de la participación en las aulas desde el punto de vista de niños y niñas wichi, permitió a la investigadora descentrar la visión hegemónica de estos pequeños como “calladi tos y tímidos” y poner en discusión aspectos centrales de la escolarización bilingüe. Describir cómo un grupo de jóvenes yalaltecos citadinos escolarizados inventan nuevas tradiciones que les permiten desenvolverse con éxito al interior de la cultura globalizada y trasnacional, per mitió a la investigadora descentrar modos de comprender estrategias étnicas que construyen migrantes indígenas en su adaptación a la ciudad y los sentidos que atribuyen a sus proyectos. Analizar reflexivamente vivencias compartidas con niños y niñas “gestores de paz” posibilitó que la investigadora construyera evidencias para mostrar que la infancia, antes de ser una categoría teórica, es una experiencia vivida por las y los investigadores que se actualiza y produce distor siones adultocentradas. Asimismo, describir cómo fue el proceso corporal y comunicacional con niños, que le permitió a la etnógrafa en Portugal aprender un juego de pelota practicado en un espacio público, dio lugar a reconocer su lugar de no-saber y, con ello, la necesidad de aprender a declinar su postura adultocentrada. Como propone el artículo de debate, la colaboración de niños, niñas y jóvenes en investigaciones etnográficas educativas, potencia formas de descen tramiento necesario en las y los investigadores, y abre oportunidades para descentrar temáticas que tienden a predefinir lo que se investiga y cómo se investiga en educación.
Este volumen también reúne otros cinco artículos de investigación educativa de temáticas diversas, y la reseña de un libro de reciente publicación que desarrolla una propuesta pedagó gica para las clases de educación física con perspectiva de género. Elisondo y Piga presentan un estudio cualitativo fenomenológico sobre creatividad, realizado en una localidad de la provincia de Córdoba, en Argentina, que intenta mostrar percepciones que contribuyen a generar nuevas miradas y perspectivas respecto a la creatividad y aportar evidencias sobre acciones que favorecen el desarrollo de procesos creativos en contextos educativos. De Alba Villaseñor se detiene en el aprendizaje de las ciencias en educación preescolar. A través de un estudio en escuelas en México, caracteriza procesos de modelización científica y muestra la relevancia del uso de metáforas como recursos explicativos para el aprendizaje de las ciencias y el desarrollo del pensamiento científico en niñas y niños de preescolar. Díaz López y Osuna Lever presentan un estudio cualitativo sobre la percepción que tienen los y las docentes acerca del abandono escolar y su propia práctica en bachilleratos tecnológicos en Baja California, México. A través de la muestra que seleccionan, caracterizan el perfil docente, identifican variables relativas a las instituciones escolares y reconstruyen factores principales relacionados con el abandono escolar desde la perspectiva de los y las docentes participantes. Benavides Lara y Manzano Gu tiérrez se proponen mostrar que la investigación y la evaluación de currículos son procesos inseparables. A través de un ejemplo, analizan cómo la lógica de investigación permite aplicar estrategias rigurosas y flexibles para construir evaluaciones adecuadas a las realidades, las prác ticas, las instituciones y los sujetos involucrados. Por último, Ruay Garcés y Campos Palacios nos da cuenta de una investigación que tiene como objetivo caracterizar el enfoque evaluativo predominante en el profesor de inglés de dos centros educativos de enseñanza básica en Chile, específicamente en el uso de instrumentos que miden las cuatro habilidades lingüísticas de la competencia comunicativa inglesa.
Deseo dedicar este volumen a María Bertely-Busquets, a quien invité a participar como au tora. Con una enorme humildad me envió su artículo, consultándome si me parecía que podía ser publicado. El trabajo era excelente. Solo le pedí que contara más sobre los jóvenes de su estudio. Así lo hizo, y el 1 de enero de este año 2019 me lo envió para que lo leyera nuevamente. Pasó un poco más de un mes y María partió de este mundo. ¡Cuánta tristeza! No llegué a cono cerla. Me puse en comunicación con colegas próximos y con su marido, a quienes agradezco porque hicieron posible que este, su último artículo, pueda ser publicado un año después. Sirva esta presentación como un homenaje y un recuerdo a María, cuyos trabajos seguiremos leyen do y compartiendo para aprender siempre un poco más.