El volumen V del libro Estudios sobre conservación, restauración y museología, Vol. V (De la Torre y García, 2018) se presentó al público en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” (ENCRyM), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH, México), el 27 de septiembre de 2018, en el marco conmemorativo de los 50 años de labores de aquella institución (Figura 1). El tema central versa sobre patrimonio cultural, y alrededor de éste se muestra un muy versátil conjunto de voces, de heterogéneo origen disciplinar ⸺tanto de las ciencias sociales como de las humanidades⸺, en representación de la sede anfitriona y de muy distinguidas instituciones públicas de educación superior del país.
Pues bien, este volumen V reúne quince trabajos y se desdobla en cuatro sugestivas tramas. De sus segmentos nos ocupamos en el cuerpo de esta reseña. De su lectura, incluso seductora, destaca una sensible búsqueda de equilibrio en lo que respecta al diálogo entre las disciplinas que le han dado corporeidad al volumen V, inquietud también perceptible en los volúmenes precedentes. De ahí que los procesos de formación y docencia, los que conciernen a la documentación y su praxis, tanto como los de gestión y vínculos con las comunidades o grupos sociales, emerjan con menos frecuencia que aquellos que se ocupan de la historia y los antecedentes de los bienes patrimoniales, particularmente de los bienes muebles; o bien que se centran en las estrategias de conservación o en singulares técnicas de manufactura.
Se aprecia, asimismo, la tímida presencia de una perspectiva museológica y sus concomitantes prácticas museográficas en relación con las complejas y polémicas aristas sobre objetos, espacios y procesos museales. Afortunada excepción en este volumen la constituye la pertinente conceptualización que, en beneficio de la educación patrimonial, ofrece Manuel Gándara (De la Torre y García, 2018, pp. 132-145) sobre tres figuras vinculadas con las prácticas museales: la del curador, la del mediador y la del intérprete.
En cuanto a las tramas y segmentos que se han de comentar, “La problemática del patrimonio cultural’’ (De la Torre y García, 2018, cap. 1) constituye el primero de éstos. En él se abordan distintos tipos de problemas actuales relacionados con el patrimonio cultural, tanto de tipo político como legal, así como los relativos a tensiones sociales, de carácter económico y de explotación comercial, de gestión o de conceptualización.
Las opiniones de los autores aquí expresadas abogan por la sustentabilidad de dos conjuntos patrimoniales. Sobre uno de ellos diserta María Concepción Obregón, en “Cambios y contradicciones en políticas públicas respecto al patrimonio arqueológico mexicano”: el artículo se engarza en las contradicciones entre las concepciones de corte conservador-nacionalista, que la autora identifica como “nostálgico-conservacionistas”, y las que promueven la mercantilización de los servicios públicos en general y la del patrimonio en particular. Por lo tanto, alerta sobre el apremio de diseñar políticas de sustentabilidad que permitan establecer un equilibrio negociado entre los factores económicos e identitarios, así como entre las mejoras socioculturales y el buen uso y disfrute de dicho patrimonio.
Sobre el otro conjunto, el patrimonio inmueble, en “Retos para la gestión del patrimonio cultural: una aproximación decolonial al caso del Centro Histórico de la Ciudad de México”, Georgina Carbajal presenta una tesis desafiante: confrontar la noción de patrimonio como herencia y delatarla como obstáculo para la reflexión sobre la historia y la memoria. Daniel Monroy, a su vez, en “El impacto del mercado inmobiliario en la conservación del patrimonio urbano arquitectónico de la Ciudad de México”, invita a trascender estigmas y paradigmas en cuanto a las incompatibilidades entre los valores tangibles del mercado inmobiliario y los intangibles de la conservación. En sincronía, Francisco José Casado, en “La dicotomía de lo público y lo privado en el patrimonio inmueble: un acercamiento axiológico para su conservación”, explica la urgencia de atender el incesante diálogo entre lo público y lo privado en su interacción con el patrimonio inmueble desde una perspectiva filosófica, esto es, desde un acercamiento a la naturaleza de los valores y los juicios valorativos.
Entre los límites del patrimonio arqueológico y del patrimonio inmueble se situaron el irresoluto espacio entre el pasado y el presente, y los vacilantes territorios en los que se desenvuelven el arte popular, las artesanías, las culturas populares, los saberes tradicionales e incluso la etnografía. Dos de los tres trabajos sobre este tema giran alrededor del uso indebido del patrimonio inmaterial indígena. “Bordados tenangos: de patrimonio cultural a marca colectiva” es el título de la entrega de Diana Macho, quien ilustra el complejo entramado de ventajas y obstáculos que comportan los registros de marca colectiva. Por su parte, Libertad y Ociel Mora, en “Patrimonio e iconografía indígena: binomio en discusión”, proponen zanjar la tramposa brecha ideológica entre arte y artesanía, y poner al descubierto tanto las prácticas racistas detrás de dicha dicotomía como la impunidad ante el plagio que atenta contra el repertorio iconográfico indígena.
Completa esta trilogía el trabajo de Ana Lizeth Mata y Claudia Coronado: “Entre el arte y la artesanía: ¿qué y cómo conservarlo?”. A partir de la intervención de la obra Nierika del artesano José Benítez (colección Museo Regional de Nayarit, México), las autoras confrontan el reto de reconceptualizar las nociones de arte y artesanía; aseguran que aquello que otrora se señalara como diferencias sustantivas entre ambas hoy en día no tiene vigencia, razón por lo cual la permeabilidad entre sus fronteras es cada vez más visible.
El segundo segmento del volumen lo conforma “Fronteras entre conservación-restauración’’, que alberga diferentes temas relacionados con las actividades y prácticas de la conservación y la restauración, sus vínculos y distinciones, muy particularmente acerca de la funcionalidad, la documentación, la toma de decisiones y la intervención. También son tres los artículos que le dan cuerpo.
En “La noción de funcionalidad y su impacto en la intervención de instrumentos musicales”, Lourdes Nava reelabora la noción de funcionalidad: amplía su delimitación conceptual más allá del simple “uso para producir sonidos”. Tomando en cuenta un par de oficleidos y un órgano tubular de la capilla de San Juan Tepemasalco, Hidalgo, propone el estudio del contexto como marco para determinar la utilidad de los instrumentos musicales. Deja claro, así, que la función primaria de muchos de éstos no siempre es la producción musical.
Por su parte, Fernando Monreal, en “El documento visual en la conservación del arte electrónico en México. Un caso de estudio”, aborda las imágenes visuales producidas en la documentación del arte electrónico de las exposiciones del Laboratorio Arte Alameda y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA, ambos en México). Se enfoca en las implicaciones artístico-jurídicas, y las cualidades de inteligibilidad e información documental de dichos documentos como medio de conservación.
Finalmente, en “Consolidando decisiones: reflexiones sobre el proceso de intervención en dos pinturas del artífice novohispano de José de Ibarra”, Magdalena Castañeda, Mariana Flores, Alberto González, Paola Limón y Paula Mues exponen el proceso de toma de decisiones que se lleva a cabo en el Seminario-Taller de Restauración de Pintura de Caballete de la ENCRyM. Utilizan como ejemplo la serie de pinturas Vida de la Virgen de Tlacotes, Zacatecas, México, de José de Ibarra, y pormenorizan los procesos de recuperación de la unidad del objeto desde el punto de vista teórico, los nexos con las líneas de investigación que se desarrollan en el taller, y los vínculos entre el diagnóstico y la propuesta de intervención de las obras.
“El patrimonio y sus disciplinas’’, tercer segmento del volumen, reúne tres artículos sobre museología, arqueobotánica y arte, estética e investigación de materiales, ecléctico ejemplo del espacio de convivencia disciplinar que sirve de apoyo al patrimonio cultural. Manuel Gándara comienza con una “visita guiada” a la intrincada construcción y las singularidades geohistóricas de algunos conceptos de la museología: curaduría, mediación e interpretación. Deslinda los alcances y limitaciones de cada uno de ellos y exhibe sus relaciones y aplicabilidad en contextos patrimoniales específicos: museos, asentamientos arqueológicos o sitios patrimoniales.
De otros lugares -la Catedral y el Sagrario Metropolitanos, el Palacio Nacional, el Templo Mayor, entre otros- resurgen restos de 176 pilotes de madera arqueológica, prehispánica y colonial, muestras que en el “Estudio arqueobotánico de algunas maderas halladas en el subsuelo de la Ciudad de México”, de Ana Laura Avelar y Aurora Montúfar, contribuyen a construir la identidad taxonómica de los recursos maderables aprovechados por las sociedades antiguas.
Promover una nueva mirada y ampliar la mente del restaurador ante la producción artística contemporánea es la invitación que hacen Karla Rebolledo, Darío Meléndez, Ana Lizeth Mata, Claudia Coronado y Sulema Sánchez para llegar a una propuesta de intervención adecuada. En “Incontenible: entre la creación artística y la conservación”, comparten su experiencia en cuanto a la expansión de las funciones del restaurador ante las sensibilidades emergentes y los escenarios imprevistos que ocurren en el mundo contemporáneo. Narran, asimismo, la singular experiencia entre artistas y restauradores en el proceso de creación, cuando, como en este caso, al artista le interesa prever la sostenibilidad en el tiempo de los materiales constitutivos de su proyecto creativo.
“El profesional del patrimonio cultural’’ es el último segmento de este quinto volumen. En éste se subrayan tanto los desafíos del restaurador de arte contemporáneo ante las necesidades emergentes del quehacer cotidiano como los del docente formador de profesionales en la conservación.
Ana Lizeth Mata y Claudia Coronado presentan “El restaurador contemporáneo: mente abierta para soluciones creativas”, en el que, a partir de 34 dibujos de Francis Alÿs, pertenecientes al Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional Autónoma de México (MUAC-UNAM, México), se explica la complejidad de la obra contemporánea, en la que diversidad de creaciones, materiales, técnicas, herramientas y significados se relacionan con los contextos y la vida de los artistas. Todo lo cual requiere una postura crítica y abierta del restaurador para la adecuada intervención o conservación de objetos muchas veces incomprendidos.
Sirve de cierre a esta sección y al volumen “Una mirada introspectiva. El Seminario-Taller de Conservación de Fotografías en la ENCRyM”, de Javier Hinojosa, Liliana Dávila y Estíbaliz Guzmán. En este ensayo recapitulan las prácticas docentes en dicho seminario en el marco de los nuevos paradigmas de la educación y de acuerdo con un modelo pedagógico que, sustentado en competencias y tramas curriculares, tiene como finalidad la formación de profesionales social, ética y ambientalmente comprometidos.
Confirmamos, para concluir, que el volumen V es muestra de la amplitud espacio-temporal del patrimonio cultural y sus problemáticas, y, en consecuencia, de la diversidad de enfoques teóricos, metodológicos y prácticos que lo animan, con el apoyo de profesionales formados en diferentes áreas del conocimiento.
De las inquietudes en los artículos reseñados cabe señalar tanto el interés por defender el patrimonio en un mundo impactado por disímiles procesos de globalización, cuestionando, por ejemplo, la capacidad de las políticas públicas de garantizar su correcta conservación para futuras generaciones, como el replanteamiento o emergencia de una serie de términos que hacen divisar nuevos horizontes conceptuales y herramientas teóricas y metodológicas, así como prácticas de intervención del patrimonio. Otras inquietudes se enfocan en la formación de los profesionales del futuro, mostrando las difíciles fronteras entre las áreas de acción de cada especialista y los espacios en que confluyen.
El volumen V de la serie Estudios sobre conservación, restauración y museología es evidencia de una labor consolidada en la ENCRyM en torno de la divulgación del conocimiento que ahí se produce sobre el patrimonio cultural. Un proceso de afianzamiento del cual forman parte sustantiva los sutiles desequilibrios señalados al inicio de esta reseña. Como la entendemos, se trata de una tradición cuyo sustrato reside en la heterogeneidad de una particular comunidad académica y profesional. Con intereses y metas compartidos, en su seno ocupa un lugar privilegiado la investigación, ya que su misión es tanto dar solución, creativa y eficiente, a las apremiantes amenazas que recaen sobre el patrimonio, como comprender y dar a conocer las formas en que éste se recrea o transforma.
Por lo anterior, luego de la experiencia sísmica del 19 de septiembre de 2017, estamos a la espera del volumen VI de esta serie. Tenemos la certeza de que nos reconfortará con un rico conjunto de novedosas y alentadoras experiencias y propuestas.