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Revista iberoamericana de educación superior

versión On-line ISSN 2007-2872

Rev. iberoam. educ. super vol.7 no.18 Ciudad de México ene. 2016

 

Visiones

Reseña del libro La educación socialista en Chihuahua 1934-1940, una mirada desde la Escuela Normal del Estado1, de Jesús Adolfo Trujillo Holguín

María-Esther Aguirre-Lora* 

*Mexicana. Doctora en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y estudios doctorales en Historia social de la educación, en Florencia, Italia (coordinados por Antonio Santoni Rugiu). Investigadora de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), UNAM y profesora en el Posgrado en Pedagogía, UNAM. Temas de investigación: historia cultural de la formación artística; desplazamientos paradigmáticos en el campo de la historia de la educación. mariaestheraguirre@gmail.com

Trujillo Holguín, Jesús Adolfo. 2015. La Educación Socialista en Chihuahua 1934-1940, una mirada desde la Escuela Normal del Estado. ,, Chihuahua: Universidad Autónoma de Chihuahua-SPAUACH, Textos Universitarios, 112,


En esta época donde fundamentalmente se ponderan más los artículos en revistas internacionales que las obras bien pensadas, el nacimiento de un libro es un hecho digno de celebración, tanto más si éste rescata del pasado una historia digna de contar. La educación socialista en Chihuahua, de Jesús Adolfo Trujillo, es una contribución seria y destacada no sólo para la historia regional de la educación en el norte del país, sino también para la historiografía chihuahuense de nuestros días y la historiografía latinoamericana de la educación.

El lector tiene en sus manos una obra metodológicamente bien estructurada y con bases documentales firmes, pues-como el autor lo menciona- en tres años de trabajo, la revisión de distintas fuentes de archivo y material biblio-hemerográfico arrojó un total de 3 300 fichas, entre registro de acontecimientos y cuestiones sobre teoría, metodología y paradigmas de investigación: ésa es pues, una de sus primeras virtudes.

La consulta sistemática de repositorios públicos (Archivo de Concentración de Gobierno del Estado, Archivo Histórico Universitario de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), Archivo Histórico Municipal de Chihuahua) y archivos personales (Rubén Beltrán Acosta, Víctor Piñón Ponce, Manuel López Robles y Silvia Estela Terrazas Barrón); la realización de entrevistas (Rubén Beltrán Acosta, Josefina Séañez de Avitia, Teresita de Jesús Terrazas Barrón, Silvia Estela Terrazas Barrón) y la búsqueda de información hemerográfica; el acopio de bibliografía regional sobre el tema, y el estudio de documentos impresos básicos, hacen de esta obra una contribución novedosa y fundamental para futuras investigaciones. Los historiadores de Chihuahua tienen en ella un punto de arranque, la certeza de que en historia de la educación todavía hay mucho que explorar.

Por otro lado, frente a la diversidad de objetos de estudio, este libro -en palabras del mismo autor- tiene la “particularidad de centrarse en el papel que jugó la Escuela Normal del Estado de Chihuahua como receptora, intérprete y difusora de los principios socialistas” (Trujillo, 2015: 18). Su campo de observación, por tanto, es muy preciso, lo cual le permite investigar a profundidad la formación y trayectoria de los principales sujetos implicados en el proceso educativo de los años treinta y sus avatares. En este sentido, más allá de las estructuras, rescata el rastro y el rostro de hombres y mujeres de carne y hueso, de maestros y estudiantes compartiendo búsquedas y bregas, comprometidos con un proyecto de país que consideraban suyo y cuya transformación era posible e inminente -según decían y pensaban-, dada la crisis del capitalismo y el empuje de la Unión Soviética.

Aquí no es importante subrayar la reducción a escala del trabajo microhistórico, sino la mirada que emana de los documentos, del vivo testimonio de los actores. Y éste es otro acierto, porque como estrategia metodológica la historia que nos cuenta, en sus distintos episodios, nos ofrece otra perspectiva de ver las cosas, al margen de la historia oficial e incluso contra la voluntad del autor: la escuela socialista en la versión de los militantes y maestros normalistas chihuahuenses no se reduce sólo a la modificación de los planes y los programas de estudio, le apuesta al cambio social, a la formación de ciudadanos conscientes de sus derechos, capaces de luchar por el advenimiento de una nueva sociedad, más democrática, igualitaria y justa, mediante la transformación de las prácticas sociales y culturales dominantes. Por eso mismo su labor se explaya en distintos frentes (las agrupaciones estudiantiles, las brigadas culturales normalistas, el programa de radio, los planes y programas de estudio, la cátedra de derecho obrero, la biblioteca) y reivindica la visión histórica de la lucha de clases, derivada del marxismo.

Sin embargo, a buen juico del autor, para comprender históricamente el acontecimiento llamado educación socialista en Chihuahua es necesario integrar una mirada genealógica. Así, en el primer capítulo del libro el doctor Trujillo nos ofrece una perspectiva de larga duración sobre las aspiraciones y la dilatada marcha en que se inscriben los afanes por establecer la Escuela Normal para profesores de la ciudad de Chihuahua durante el siglo xix y al mismo tiempo señala los intentos modernizadores de la educación que se suceden en la entidad bajo el influjo de Enrique Laubscher y los maestros veracruzanos, discípulos de Enrique C. Rébsamen, en el ocaso del régimen porfirista. Espacio de resistencia, negociación y conflicto, en el marco que una sociedad que, debido a las transformaciones económicas y sociales del siglo xix, ideológicamente pretendía ser más liberal, este primer capítulo también subraya “las visiones que hubo por parte de la iglesia católica, los grupos protestantes y las autoridades civiles para constituir un proyecto social a su medida, tomando como base a la escuela” (op. cit.: 20).

Cabe destacar, empero, que antes del estallido revolucionario, los grupos protestantes en Chihuahua tuvieron un papel destacado en cuanto a la formación de maestros. Y tal vez -aunque el autor no lo dice- podemos suponer que esta alianza implícita de los protestantes con el gobierno, sobre todo con la masonería, favoreció un pensamiento liberal en las filas magisteriales, un compromiso con la modernidad laica, el cual pudo redundar en una mejor comprensión del movimiento armado y sus demandas posteriores, pues a decir de Jean Pierre Bastian las redes religiosas protestantes de maestros, periodistas y empleados de casas comerciales fueron unas de las bases de la revolución maderista, especialmente en Chihuahua, Tabasco y la Huasteca hidalguense (Bastian, 1988).

El segundo capítulo es un recorrido por el contexto nacional y local durante las primeras décadas del siglo XX, con el propósito de identificar los proyectos, los procesos, las ideas y las circunstancias educativas que favorecieron en Chihuahua el nacimiento y despliegue de la educación socialista en los años treinta, toda vez que en 1906 se fundó la Escuela Normal y ésta estuvo sujeta, desde sus inicios, a un continuo flujo de ideas, pero sobre todo se definió por recibir mayoritariamente alumnado de las clases populares, mientras en el ámbito nacional se debatían varias orientaciones y proyectos educativos, a la vez que se abogaba por una escuela enfocada hacia la creación de una conciencia social y el Estado, que para consolidarse como una entidad legítima, pretendía revivir el conflicto con la iglesia católica, al limitar la participación de las corporaciones religiosas y los ministros de culto en asuntos educativos.

En consecuencia, sólo a partir de este tejido de temporalidades y procesos podemos comprender el arribo, el desarrollo y las características de la educación socialista en la Normal del estado y la entidad.

Sobre esta base, considero que el capítulo tercero es el más extenso y rico, tanto por el manejo de fuentes como por la organización y la lectura que hace de ellas. Su principal objetivo es “analizar a detalle la manera en como penetró el proyecto socialista en el estado y el papel que jugó [en él mismo] la Escuela Normal” (Trujillo, 2015: 20), entre 1934-1936. Se presenta -nos dice- “una explicación detallada del papel que ocuparon los alumnos normalistas en la campaña de difusión ideológica, a través de las organizaciones estudiantiles, Brigadas Culturales Socialistas y actividades del programa cultural elaborado por la institución” (op. cit.: 20).

El capítulo también “recorre los proyectos que se fraguaron al interior del Instituto Científico y Literario -como institución en donde funcionaba como dependencia la Escuela Normal- que permitieron que las ideas de la nueva escuela llegaran a prácticamente todos los sectores de la población” (ibid.), y asimismo se ofrece un perfil de los ideólogos socialistas que tuvieron mayor influencia en los proyectos educativos del momento y su papel como orientadores del movimiento obrero y campesino vivido en los primeros años del sexenio cardenista. Por último “se abordan algunas generalidades del conflicto religioso y la manera en cómo docentes y alumnos de la Escuela Normal se convirtieron en críticos del papel que desempeñaba la élite económica de la entidad y la Iglesia Católica como opositores al proyecto socialista” (ibidem).

Finalmente, el capítulo cuarto estudia el declive de la educación socialista, 1936-1940. En este periodo “comienzan a darse algunas coyunturas políticas y sociales que finalmente obligaron a las autoridades educativas estatales y nacionales a tomar una postura diferente con respecto al socialismo” (op. cit.: 21).El punto medular lo constituye el asunto relativo a “la separación de la Escuela Normal del Estado de la estructura del Instituto Científico y Literario, como consecuencia del choque de intereses que se dieron al radicalizarse las acciones de la escuela socialista” (op. cit.: 192), señala.

Desde sus orígenes, la educación socialista fue motivo de controversias entre los corifeos del régimen y sus detractores; los estudios regionales que desde hace tres décadas se vienen realizando nos muestran un panorama enriquecedor y complejo. Hoy sabemos, decía Susana Quintanilla (1996), que “los principios de la educación socialista fueron recibidos de manera particular en cada región, estado y comunidad”. En esta perspectiva, la sustanciosa lectura de esta obra, en sus capítulos tres y cuatro, nos lleva por el nacimiento y ocaso de una epopeya inadvertida.

Ahora que la historia de la educación tiende más a confundirse con el estudio de métodos y prácticas pedagógicas, gracias a la fina y enhebrada investigación de Jesús Adolfo Trujillo, se devela un amplio proyecto en su sentido político y dimensiones sociales. Si la educación socialista en Chihuahua tuvo en la Escuela Normal del Estado su principal baluarte, sus ideas y prácticas fueron atentando contra el orden establecido, mientras que una correlación de fuerzas dentro y fuera de la entidad lo permitió; al cambiar ésta, cesó el clima de efervescencia socialista. Sin embargo, la institución no podía renunciar a los “ideales que maestros y alumnos defendieron con tanta pasión y que a la larga hicieron suyos. Las ideas establecieron arraigo en maestros y alumnos normalistas y por ello su labor educativa en las siguientes décadas, estuvo marcada por un alto sentido de solidaridad con las clases más necesitadas” (Trujillo, 2015: 196).

Indagar el pasado es un placer y un compromiso moral de los historiadores, en esto coincidimos con el autor, pero también una necesidad política de quienes estamos comprometidos con un proyecto de país que sin renunciar a sus orígenes y tradiciones se integre a los retos de la sociedad contemporánea: extender la cooperación internacional en la aldea global y construir una cultura de la paz y el mutuo entendimiento entre los seres humanos, considerando a la educación como la base de las transformaciones. Ciertamente, vivimos una época en la que “el pasado ha perdido su función integradora y las instituciones consuetudinariamente encargadas de trasmitir la memoria colectiva (familia, comunidad religiosa, clase social, Estado-nación, etc.) han visto alterado su funcionamiento” (Erice, 2009: 12). En estos días de “inserciones plurales” se cuestionan las creencias antaño sacralizadas, sobre todo la tradición y, de este modo, la “historia que de tiempo en tiempo no se repiensa, va convirtiéndose de viva en muerta, reemplazando el zigzagueo dramático del devenir social con un quieto panorama de leyendas convencionales” (Ingenieros, 1936: 102). Entonces, lo social y humano, en perspectiva histórica, no forma parte de la reflexión académica institucional.

Pero en este libro, la labor destacada de José de Jesús Barrón Zúñiga, Manuel López Dávila, Martín H. Barrios Álvarez, Francisco García Carranza y Luis Urías como ideólogos del proyecto y la participación activa de los estudiantes y las alumnas, entre las que podemos mencionar a Virginia Muñoz, Alicia Rentería, Margarita Reyes Chávez, Margarita Gómez, María Elena Maylin, Consuelo Luna, Edelia Leos y Arminda Chávez, es un deber con la memoria, un compromiso con el presente y el porvenir. Como -según el autor- escribió el profesor José de Jesús Barrón, en la “formación del espíritu de las futuras generaciones que habrán de recordar que frente a los pesimismos de sectores incapaces de adaptarse a nuevas realidades, hubo hombres bien intencionados que con una visión clara coadyuvaron al advenimiento de épocas mejores para la humanidad” (Trujillo, 2015: 140).

Ésa es a final de cuentas la parte medular de este libro: la apuesta por una nueva memoria -ojalá pública- donde prevalezca, junto a la investigación histórica, el legado de quienes precedieron y dieron brillo a esa centenaria Casa de Estudios. Historia, memoria e identidad institucional pueden girar en un mismo sentido, hacer posible la configuración de un tiempo nuevo donde pasado y presente se enlacen con el porvenir, que crítica y colectivamente se construye. Mis felicitaciones al autor. Solo resta decir que esta obra, por sus méritos y cualidades académicas, fue acreedora al Premio Chihuahua 2013, en Ciencias Sociales.

Referencias

Bastian, Jean Pierre (1988) “Las sociedades protestantes y la oposición a Porfirio Díaz, 1877-1911”, en Historia Mexicana, vol XXXVII, núm. 3, México, El Colegio de México, 1988, pp. 480-505. [ Links ]

Bernstein, Harry (1958), “Marxismo en México: 1917-1925”, en Historia Mexicana , vol. VII, núm. 28, México, El Colegio de México , pp. 497-516. [ Links ]

Erice Sebares, Francisco (2009), Guerras de la memoria y fantasmas del pasado. Usos y abusos de la memoria colectiva, Oviedo, Universidad de Oviedo, Eikasia. [ Links ]

Ingenieros, José (1936), Las fuerzas morales, Santiago de Chile, Ediciones Ercilla. [ Links ]

Quintanilla, Susana (1996), “Los principios de la reforma educativa socialista: imposición, consenso y negociación”, en Revista Mexicana de Investigación Educativa, vol. I, núm. 1, México, Consejo Mexicano de Investigación Educativa, pp. 137-152. [ Links ]

Trujillo Holguín, Jesús Adolfo (2015), La Educación Socialista en Chihuahua 1934-1940, una mirada desde la Escuela Normal del Estado, Chihuahua, Universidad Autónoma de Chihuahua-spauach [Textos Universitarios, 112]. [ Links ]

1Jesús Adolfo Trujillo Holguín (2015), La Educación Socialista en Chihuahua 1934-1940, una mirada desde la Escuela Normal del Estado, Chihuahua, Universidad Autónoma de Chihuahua-spauach [Textos Universitarios, 112].

2JSobre los orígenes del Marxismo en México, véase Bernstein, 1958.

Recibido: 07 de Junio de 2015; Aprobado: 15 de Agosto de 2015

Cómo citar este artículo: Aguirre-Lora, María-Esther (2016), “Reseña del libro La Educación Socialista en Chihuahua 1934-1940, una mirada desde la Escuela Normal del Estado, de Jesús Adolfo Trujillo Holguín”, en Revista Iberoamericana de Educación Superior (RIES), en Revista Iberoamericana de Educación Superior (ries), México, unam-iisue/ Universia, vol. vii, núm. 18, pp. 155-159, https://ries.universia.net/article/view/1789/resena-libro-educacionsocialista-chihuahua-1934-1940-mirada-escuela-normal-estado-jesus-adolfo-trujillo-holguin [consulta: fecha de última consulta].

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