Introducción
La Sierra Madre Oriental presenta una gran diversidad de flora y fauna (Luna et al. 2004) y cuenta con ecosistemas como el bosque mesófilo de montaña que se consideran de los ecosistemas con mayor diversidad promedio de mamíferos en México (Fa y Morales 1993). Uno de los lugares menos estudiados a lo largo de esta cordillera es la Sierra Norte de Puebla, que a pesar de ser una zona que presenta una gran diversidad biológica (Ferrusquia 1993) no cuenta con estudios que describan la riqueza de mamíferos (Ramírez-Bravo et al. en proceso). Menos aún están documentadas las respuestas de los mamíferos ante las perturbaciones que se presentan en esta región pero, se tiene la hipótesis de que la diversidad será mayor en zonas alejadas a los núcleos de población. Por lo anterior, se registró la presencia de mamíferos medianos en dos zonas con diferente grado de perturbación, Rancho "el Paraíso" destinado a la cría de ganado pero alejado de los núcleos de población y la reserva natural privada "Tecomateno" destinada a la conservación de hábitat pero cercana a los núcleos urbanos dentro del municipio de Cuetzalán, Puebla.
Material y Métodos
Zona de Estudio. El Municipio de Cuetzalán del Progreso se localiza en la Sierra Norte de Puebla entre los paralelos -19° 57' 00" y 20° 05' 18" N y los meridianos 97° 24' 36" y -97º 34' 5" W. Su altitud va desde los 320 hasta los 1,500 m (Carrillo-Ruíz y Morón 2003). Presenta dos tipos de climas, semi-cálido húmedo con lluvias todo el año y cálido húmedo con lluvias todo el año con un rango de temperatura de 18 °C a 26 °C (INEGI 2009). Presenta asociaciones de pino-encino, bosque tropical sub caducifolio, y bosque mesófilo de montaña (Rzedowski, 1978); sin embargo, el municipio ha perdido la mayor parte de sus zonas boscosas (64 %; INEGI 2009; Figura 1). El trabajo de campo se llevó a cabo en dos zonas con diferente grado de perturbación: Rancho "El Paraíso" con una superficie de 50 ha de las cuales aproximadamente el 80 % se dedica a actividades ganaderas mientras que la reserva natural privada "Tecomateno" cuenta con 30 ha y está dedicada a la conservación del hábitat (Figura 2).
El trabajo de campo se llevó a cabo durante el periodo de septiembre 2012 a febrero 2013 utilizando transectos para la búsqueda de huellas y excretas. Estos fueron trazados al azar con la finalidad de cubrir aproximadamente el 10 % de cada uno (Sanchez-Lalinde y Perez-Torres 2008). Cabe destacar que en el caso del Rancho el Paraíso, el muestreo cubrió de manera similar los potreros y parches de bosque. Adicionalmente, se colocaron nueve estaciones de foto trampeo con una distancia mínima de 1 m y cada trampa se cebó con una mezcla de sardina y manteca de cerdo. Las cámaras (Bushnell, Trophy Cam) fueron revisadas cada quince días, para confirmar su buen funcionamiento y para cambiar memorias de almacenamiento o pilas cuando era necesario. Adicionalmente, se elaboraron entrevistas semi-estructuradas a 13 cazadores y ex-cazadores en cada zona, utilizando el método de entrevistas de Martin (1985) utilizando tarjetas con imágenes de las especies de distribución potencial.
Resultados
Se realizaron en total 12 salidas por sitio, acumulando un total de 163 noches trampa y 27 km recorridos (nueve transectos de 3 km) en el Rancho el Paraíso y 145 noches trampa y 22. 5 km recorridos (nueve transectos de 2.5 km) en la Reserva Tecomateno. En total se encontraron seis especies para la Reserva Tecomateno y cuatro para el Rancho el Paraíso. La zorra gris (Urocyon cinereoargenteus), es la especie mejor representada siendo la que presenta un éxito de captura mayor. Mediante las entrevistas, se documentó la presencia de 13 especies para la Reserva Tecomateno y de 11 en el Rancho El Paraíso estando ausentes la nutria (Lontra longicaudis) y el jaguarundi (Herpailurus yagouaroundi) que se consideran especies amenazadas (Tabla 1).
Discusión
La Sierra Norte de Puebla se caracteriza por tener poca información mastofaunística por lo que este tipo de estudios es de suma importancia para poder llevar a cabo un manejo adecuado en el área. La diversidad encontrada con los transectos y las cámaras trampa se puede considerar baja en comparación con otros estudios que han encontrado una diversidad de 10 especies utilizando los mismos métodos (Martínez 2011). Esta diferencia puede deberse a que no se hizo el muestreo para mamíferos arbóreos como oso hormiguero y puerco espín que fueron reportados en las entrevistas y se ha confirmado su presencia en zonas aledañas (Ramírez-Bravo 2012). La mención de la nutria responde a que la Reserva Natural Tecomateno se encuentra junto a un río donde se ha reportado la existencia de la especie (Ramírez-Bravo et al. 2013).
Se esperaba encontrar una diversidad mayor en el Rancho el Paraíso ya que se encuentra más alejado de los núcleos de población. Sin embargo, el uso de la tierra en ambos sitios varía ya que aproximadamente el 80 % de este último está destinado a la producción agrícola y el resto se del terreno se encuentra en forma de parches de bosque mesófilo mientras que la Reserva Natural Tecomateno es una zona que destina cerca del 80 % de su superficie a la conservación del hábitat. Esto ha sido documentado previamente en estudios que han relacionado la riqueza de especies con la intensidad de las actividades antropogénicas y no con la proximidad a núcleos urbanos (Ordeñana et al. 2010).
Se puede apreciar que en ninguno de los sitios se obtuvieron registros de depredadores tope que puede deberse al cambio de uso de suelo para el cultivo de café (Evangelista et al. 2010) ya que las actividades antropogénicas son la principal causa de su desaparición (Woodroffe y Ginsberg 1998). Este hecho puede ocasionar la liberación de los mesodepredadores que en muchos casos se ven beneficiados al incrementar el número de fuentes de alimento (Beasley et al. 2007; Urquiza-Haas et al. 2009). En las dos zonas de estudio se evidencia este fenómeno ya que la zorra gris, al ser una especie generalista tiene un alto índice de detección como en otras zonas (Lorenzana-Piña et al. 2004).
Conclusión
Este estudio provee más información sobre la mastofauna de Cuetzalán y su respuesta ante los distintos grados de perturbación. A pesar de que en el trabajo de campo no se obtuvieron las mismas especies que en las encuestas, se puede decir que estas son una buena herramienta para determinar la biodiversidad de un sitio a bajo costo. Los resultados demuestran que las zonas con alto grado de perturbación tienen una menor diversidad de mastofauna en comparación de los conservados. Sin embargo, llama la atención que en el Rancho el Paraíso que se encuentra altamente perturbado exista una gran diversidad de mamíferos medianos que puede responder a que cuenta con parches de bosque mesófilo y está alejado de los núcleos urbanos. Finalmente, se considera que las reservas naturales privadas pueden ser una buena opción para el mantenimiento de la biodiversidad en zonas fragmentadas.
Editor asociado: Jesús Maldonado