Introducción
Las organizaciones gubernamentales, al constituirse como entes político-administrativos, presuponen la necesidad inherente de utilizar y adecuar diversas herramientas que permitan el establecimiento y la generación de acciones públicas eficaces y eficientes que legitimen sus decisiones. Dentro de esas herramientas, en los últimos 30 años a nivel global, se ha gestado de forma silenciosa un proceso de utilización y adecuación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los ámbitos de gobierno.
Las TIC han sido utilizadas de manera formal e informal, institucional o no institucional, por gobernantes y funcionarios públicos para la reconfiguración de diversos patrones de interacción política, trámites administrativos, servicios públicos, consultas públicas, así como de las concomitancias entre el gobierno y la sociedad.
Este fenómeno ha recibido el nombre de gobierno electrónico (GE) y ha sido entendido como la incorporación y utilización de las TIC en las actividades del gobierno, con el fin de legitimar los procesos político-administrativos del estado moderno para con el ciudadano, en la búsqueda de la constitución de lo que se ha llamado el buen gobierno (The World Bank, 1992; The World Bank, 1994).
En el caso mexicano, el estudio del uso de la tecnología se ha centrado en las actividades del gobierno federal y los gobiernos estatales, siendo los ámbitos municipales espacios eclipsados y poco analizados respecto de la utilización y aprovechamiento de las tecnologías para la fundamentación de la eficiencia y eficacia en las actividades de los ayuntamientos.
En aras de contribuir al conocimiento y comprensión del uso de las TIC en los gobiernos municipales de México, este documento plantea principal objetivo conocer, analizar y caracterizar el estado que guarda el gobierno electrónico en los 72 ayuntamientos del estado de Sonora, a través de la elaboración y contrastación del Índice de Gobierno Electrónico Municipal, emanado del procesamiento de la información suministrada por la Encuesta Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia Municipal 2009 (ENGSPJM-2009) y el Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales 2011 (CNGMD-2011), eventos estadísticos elaborados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Por tal motivo, las dos secciones iniciales de discusión y reflexión están orientadas a desentrañar los orígenes y fundamentos del proceso de incorporación de las TIC a las actividades del gobierno, los significados conceptuales del término gobierno electrónico, así como el desarrollo de una propuesta analítica pertinente para el estudio del uso de las TIC en los gobiernos municipales de México. En el tercer apartado se detalla la metodología empleada para la obtención del Índice de Gobierno Electrónico Municipal, así como los criterios de procesamiento y análisis de la información proporcionada por el INEGI.
Por último, se brindan los detalles empíricos del gobierno electrónico municipal en los 72 ayuntamientos del estado de Sonora para los años 2009 y 2011, que derivan consecuentemente en la elaboración de argumentos conclusivos de naturaleza crítica, donde se mencionan los alcances y sobre todo los retos que enfrenta el gobierno electrónico en los ayuntamientos del estado mencionado, caracterizados por una alta centralidad y una fragilidad institucional en el uso de las TIC. Al finalizar se proporciona al lector el sustento bibliográfico que sirve como soporte referencial en términos teóricos, metodológicos y empíricos en el estudio del gobierno electrónico municipal.
El gobierno electrónico
De acuerdo con Gil-García y Luna-Reyes (2008), el llamado gobierno electrónico pertenece a la cuarta etapa del uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC)1 en el gobierno, que se caracteriza por la creación, uso y desarrollo del internet y de las redes computacionales, así como por el incremento en la capacidad de procesamiento y la conectividad de los aparatos de cómputo a partir de la década de los noventa.
Sus orígenes se remontan al proceso de reinvención gubernamental norteamericano2 (National Performance Review, 1993; Osborne y Gaebler, 1994; Gore, 1994; Dawes, 2008), en el cual se materializaron los principales postulados de la nueva gestión pública (NGP): racionalidad económica y empresarialización del gobierno (Hood, 1991; Hood, 1995; Aguilar, 2006; Schröder, 2006); la construcción de un gobierno menos costoso y más efectivo (Gore, 1994) que permitiera el traslape de una burocracia tradicional a una virtual (Fountain en Rivera, 2006), lo que desembocaría connaturalmente en la construcción de nuevos mecanismos de legitimidad del Estado moderno (Wolfe, 1987; Crozier, 1989; Cabrero, 1995) a través del uso de las TIC en la administración pública (Dawes, 2008).
La substancia del también llamado e-gobierno radica en ser un concepto genérico (Jain y Sharma,2007), que se refiere a un fenómeno social (Gil-García, 2006), y que no cuenta con una definición consensada, unificada o generalizada, lo que da cabida a múltiples interpretaciones (Prins en Gil-García y Luna, 2007; Sandoval-Almazán y Gil-García, 2008), cuya investigación implica un esfuerzo transdisciplinario (Gil-García y Luna-Reyes, 2006).
Se trata de una noción que entraña en sí misma una minuciosa complejidad interpretativa para comprender “[…] el uso de tecnología de información en el gobierno […]” (Herrera y Gil-García 2009, p. 3), que no se manifiesta empírica y llanamente solo a través de la creación y desarrollo de páginas web, sino que de manera precedida, entraña forzosamente un cambio político-administrativo de las organizaciones gubernamentales, y de forma nodal en la formas de legitimarse ante la sociedad (Bonina, 2005; Rivera en Herrera y Gil-García, 2009).
Desde una óptica ampliada, el desarrollo e implementación del gobierno electrónico si bien implica el uso innovador de las TIC (teléfono, computadoras, internet, agendas electrónicas, etcétera) en la administración pública en su cotidianidad (Edmiston en Gil-García y Luna, 2007; Gil-García y Luna Reyes, 2008; Herrera y Gil-García, 2009; OCDE, 2014), su objetivo es constituirse como una herramienta que permita la concreción de un buen y mejor gobierno (OCDE, 2003; Grönlund en Gil-García y Luna-Reyes, 2008; The World Bank, 2009).
Se busca, por tanto, que el también llamado e-gobierno impacte positivamente tanto en la promoción de los valores y mecanismos democráticos, el mejoramiento de los servicios públicos, como en los canales de transparencia gubernamental ofrecidos a los ciudadanos, empresas u otras organizaciones públicas (Fang, 2002; United Nations, 2005; CLAD, 2007; Scholl en Gil-García y Luna-Reyes, 2008; The World Bank, 2009; Gil-García y Martínez, 2011), en cualquier momento y lugar (Zweers y Planqué en Gil-García y Luna-Reyes, 2008), las 24 horas de los siete días se la semana (Holden, Norris & Fletcher en Gil-García y Luna, 2007), contribuyendo con esto a la construcción de una administración pública eficiente (Rodotá, 2007) y legítima.
Hablar del gobierno electrónico es referirnos a un proceso político-administrativo que busca reconfigurar las relaciones entre el Estado, el mercado y la sociedad mediante la construcción de una gobernabilidad electrónica, entendida como la acción de gobernar que se propone el logro de un desarrollo multidimensional estable (económico, social e institucional), a través del uso intensivo y avanzado de las TIC en el proceso decisorio del gobierno (Naser y Concha, 2011).
El gobierno electrónico en los municipios de México
Gil-García, Mariscal y Ramírez (2008) señalan que el comienzo del uso de las TIC por parte del gobierno en México, se rastrea a partir de la década de los setenta, ya que algunas empresas estatales como Petróleos Mexicanos (PEMEX), la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Nacional Financiera (NAFIN), así como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), incorporaron el uso de equipo de cómputo en sus actividades.
Con el paso del tiempo lo anterior se extendió a otras esferas del gobierno, lo que provocó la aparición de entidades públicas como el Comité de Autoridades de Informática de la Administración Pública (CAIAPF) y el Comité de Informática de la Administración Pública Estatal y Municipal (CIAPEM).
De acuerdo con Herrera y Gil-García (2009), es hasta el período de 1995 al año 2000, cuando por medio del Programa de Modernización de la Administración Pública y el Programa de Desarrollo Informático, coordinados y auspiciados por el Gobierno federal, en México comienza el proceso de institucionalización del uso de TIC en la administración pública del Gobierno federal, cuestión que se iría reforzando en el subsecuente sexenio, con la generación de líneas y metas de acción relacionadas con lo que se consideraría la formalización de una estrategia de gobierno electrónico.
Desde esa óptica, comienza a discurrir la necesidad de incorporar las tecnologías a los procesos político-administrativos no solo en los ámbitos de injerencia de las dependencias federales, sino también en los espacios estatales y municipales.
El municipio es la “[…] circunscripción territorial más pequeña del país” (Mendieta y Nuñez en Colín en García, 1999, p. 45), que da vida a un ámbito de gobierno (Ziccardi, 2003) donde tiene lugar un espacio político-administrativo de carácter subnacional (Meyer, 1995), que se organiza políticamente a través de dos poderes: ejecutivo (alcalde) y legislativo (cabildo), y que su dimensión administrativa se constituye a través del ayuntamiento, que se define como una ordenación burocrática de carácter local, mediante la cual se operan y ejercen tanto los servicios públicos como los recursos humanos y financieros de la autoridad municipal, cuya estructura se integra principalmente a través de la figuras del presidente municipal, síndicos3 y regidores4 (Herzer y Pírez, 1989; Reynoso y Villafuerte, 2003).
Es bajo dicho contexto que el ayuntamiento comienza a vislumbrarse como una estructura de gobierno que requiere el uso de las TIC en sus actividades y procesos decisorios, pero que en términos cuantitativos y cualitativos representa el mayor reto de la generación del gobierno electrónico, debido a la complejidad, heterogeneidad, problemáticas, infraestructura, tipo de clase política y problemas públicos que acontecen en cada espacio de los 2 456 municipios que componen la república mexicana (INEGI, 2008).
Ante tal panorama, resulta prioritario el estudio, análisis y caracterización del estado en que se encuentra el gobierno electrónico municipal en México, entendido como el uso constante y continuo en el ayuntamiento, de todo tipo de TIC que permitan el proveimiento de información, servicios o productos del Gobierno municipal en cualquier momento y lugar a los ciudadanos (24 horas al día, los 365 días del año). Esto mediante procedimientos democráticos, transacciones rentables y regulaciones eficientes, en el ejercicio de sus derechos políticos, y en la búsqueda de la constitución de un buen y mejor Gobierno municipal, una mejor y mayor participación ciudadana, impulsando la transparencia de las actividades del ayuntamiento, donde confluyan una heterogeneidad de actores en la búsqueda y concreción de sus objetivos públicos, a través de causes legítimos y bajo el condicionamiento de una estructura institucional normativa (Martínez-Becerra y Hernández, 2014).
Un trabajo precursor al respecto es el de Gil-García y Martínez (2011), quienes por vez primera a nivel nacional obtuvieron lo que llamaron el Índice de Gobierno Electrónico Municipal, el cual permitió medir el grado de avance en el uso de las TIC en los ayuntamientos.
Como se aprecia en la gráfica 1, los gobiernos municipales de los estados de Baja California, Quintana Roo, Distrito Federal (Cd. de México) y Sinaloa obtuvieron los valores más elevados, con índices de 0.64, 0.572, 0.57 y 0.557 respectivamente; mientras que los ayuntamientos de las entidades federativas de Chiapas, Sonora, Puebla, Guerrero, San Luis Potosí, Yucatán y Oaxaca registraron cifras menores a 0.30, lo que deja entrever un estado raquítico y falaz del uso de las TIC en sus actividades gubernamentales.
Debido a que los ayuntamientos del estado de Sonora en 2009 se ubicaban en la posición 26 de las 32 entidades federativas que componen la república mexicana, con un índice de 0.291, resulta importante y urgente brindar un análisis específico acerca de la realidad que acontece en cada uno de sus 72 gobiernos municipales, respecto del uso de las TIC en sus actividades gubernamentales.
Metodología
Para conocer, analizar y caracterizar el estado del gobierno electrónico municipal en la entidad federativa de Sonora, se procedió a procesar los datos emanados de la Encuesta Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia Municipal 2009 (ENGSPJM, 2009), y del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales 2011 (CNGMD, 2011), que son proyectos de información estadística gubernamental elaborados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los resultados obtenidos permitieron elaborar del Índice de Gobierno Electrónico Municipal (IGEM) en el estado de Sonora para los años 2009 y 2011, a partir de la propuesta desarrollada por Gil-García y Martínez (2011), que se construye a partir de la articulación cuantitativa de un colectivo de cinco categorías de información estadística municipal: indicador de computadoras,5 indicador de líneas telefónicas,6 conexión a internet,7 información del sitio Web8 y funcionalidad del sitio Web.9 Estos resultados se suman y dividen entre el número total de componentes, lo que arroja un valor entre 0.0 y 1.010, que representa el estado que guarda la combinación de estos componentes básicos en el desarrollo del gobierno electrónico.
Los índices obtenidos se estratificaron en tres grandes grupos: IGEM de baja intensidad,11 IGEM de mediana intensidad12 e IGEM de alta intensidad,13 y se referenciaron geoespacialmente a través del programa IRIS-SCINCE, tomando como base el marco geoestadístico del estado de Sonora y el marco geoestadístico municipal 2005. Se generó un mapa de la entidad por división municipal, donde se puede apreciar la estratificación del Índice de Gobierno Electrónico Municipal.
El gobierno electrónico municipal en el estado de Sonora, 2009-2011
El estado de Sonora se encuentra subdividido política y territorialmente en 72 municipios, en los cuales, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010, residían un total de 2,662,480 personas, de las que 53.11% se concentraban en los municipios de Hermosillo, Cajeme y Nogales.
Según los datos de la Encuesta Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia Municipal 2009 del INEGI, en el estado de Sonora existían en 2009 un total de 72 presidentes municipales, 72 regidores y 500 síndicos, que tenían bajo su mandato a 18,114 burócratas, de los cuales 79.10% eran hombres y sólo 20.90% mujeres.
En cuanto a la distribución per cápita por ayuntamiento de los funcionarios públicos municipales, era evidente el desequilibrio existente, ya que mientras en los gobiernos de Hermosillo, Nogales y Cajeme se concentraban 52.10% del total, en La Colorada, Bavispe y Granados contaban con tan solo 9, 7 y 4 burócratas para atender las demandas y necesidades de las más de mil personas residentes en sus localidades, en promedio.
Referente a la infraestructura tecnológica, en 2009 había un total de 2,768 computadoras en los gobiernos municipales del estado de Sonora, de las cuales 45.3% se concentraban en las dependencias del Ayuntamiento de Hermosillo, mientras que gobiernos locales de Granados y Onavas contaban con tan solo dos y una computadora respectivamente, que eran utilizadas nada más por el presidente municipal o el secretario del ayuntamiento.
Respecto a la conectividad tecnológica, 67 gobiernos municipales tenían conexión internet, mientras que sólo los ayuntamientos de Arivechi, Divisaderos, Nacori Chico, Soyopa y Tepache, no contaban con acceso a dicho recurso informático.
Para 2009 existían un total de 629 líneas telefónicas, de las cuales cinco de cada diez se ubicaban principalmente en los ayuntamientos de Hermosillo, Navojoa y Cajeme, y por el contrario, gobiernos municipales como los de Atil, Mazatán, Onavas, San Felipe de Jesús y Soyopa, solo contaban con una línea telefónica en promedio.
Por último, en relación con el servicio Web, 47.22% de los gobiernos municipales contaban en 2009 con alguna página electrónica, en la cual se ofrecían primordialmente servicios informativos e interactivos orientados al ciudadano.
Con el fin de conjuntar y analizar la información mencionada anteriormente, se elaboró el Índice de Gobierno Electrónico Municipal para el estado de Sonora en 2009, el cual arrojó la siguiente información (gráfica 2).
Fuente: elaboración propia con base en la propuesta de Gil-García y Martínez (2011), de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia Municipal (ENGSPJM, 2009), del INEGI.
Como se puede apreciar, en 2009 el gobierno del municipio de Hermosillo era el mejor posicionado en términos del Índice de Gobierno Electrónico Municipal, al contar con un mayor número de equipo de cómputo, cantidad de líneas telefónicas, conexión a internet y un portal web que proporcionaba servicios informativos, interactivos y transaccionales (gráfica 1); de manera subsecuente, los gobiernos municipales de Nogales, Guaymas y Agua Prieta obtuvieron valores de 0.670, 0.644 y 0.608, respectivamente.
En el extremo contrario se ubicaron los ayuntamientos de Arivechi, Tepache, Divisaderos, Nacori Chico y Soyopa, cuyos valores ascendieron a cifras menores a 0.007 del índice, lo que implica una infraestructura tecnológica raquítica, ya que registran cantidades mínimas de equipos computacionales, líneas telefónicas, carecían de conexión a internet y no disponían de página web (gráfica 1; mapa 1).
Fuente: elaboración propia con base en la propuesta de Gil-García y Martínez (2011), de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia Municipal (ENGSPJM, 2009), del INEGI.
Resalta que de los municipios colindantes con la frontera de Estados Unidos de Norteamérica, solo el ayuntamiento de Nogales presenta una situación de alta intensidad en la combinación de los factores de desarrollo del gobierno electrónico municipal, mientras que de los 71 gobiernos municipales restantes, 48 tenían valores que denotaban una baja intensidad (mapa 1).
Lo anterior resulta preocupante, ya que 66.67% de los gobiernos no contaban con la infraestructura tecnológica para la incorporación y uso de las TIC en sus actividades laborales, y en la mayoría de los casos las páginas web resultaban ser básicas y rudimentarias para los alcances potenciales que el internet proporciona para dar un servicio de calidad a la ciudadanía. Esto implica que el desarrollo del gobierno electrónico municipal en el estado de Sonora resultaba ser centralizado y desequilibrado a la vez.
Con el fin de conocer la tendencia en el desarrollo del uso de las TIC en los gobiernos municipales del estado de Sonora, se retomaron los datos del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales 2011, para caracterizar el estado del gobierno electrónico municipal. De acuerdo con dicha información, en 2011 el número total de computadoras y de líneas telefónicas aumentó en 80.31% y 105.09%, respectivamente, al pasar de 2,768 a 4,991 y de 629 a 1,290, con referencia a las cifras existentes en 2009.
Los ayuntamientos que contaban con servicio web aumentaron de 24 a 48, lo que representó un incremento de 100%, ofreciendo en todos los casos servicios informativos, en 18 servicios interactivos y en nueve transaccionales.
En cuanto al Índice de Gobierno Electrónico Municipal para 2011, el valor máximo lo obtuvo el gobierno del municipio de Hermosillo, con un índice de 1.00, caso contrario fueron los ayuntamientos de Banámichi, Mazatán y Sáric, con un valor promedio de 0.201 (gráfica 3).
Fuente: elaboración 2011propia con base en la propuesta de Gil-García y Martínez (2011), de acuerdo con los resultados del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales (CNGMD, 2011), del INEGI
Un caso paradigmático resulta ser el ayuntamiento de Sáric, debido a su anquilosada infraestructura tecnológica, ya que en 2011 solo contaba con dos computadoras y dos líneas telefónicas disponibles para ser utilizadas por un total de 69 funcionarios públicos municipales, con el fin de brindar servicios a una población mayor a los 2,000 habitantes.
En cuanto al grado de intensidad en la combinación de los factores que componen la infraestructura tecnológica básica, 27 gobiernos municipales se ubicaron en baja, 44 en mediana y solo 1 en alta intensidad (mapa 2).
Fuente: propia con base en la propuesta de Gil-García y Martínez (2011), de acuerdo con los resultados del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales (CNGMD, 2011), del INEGI.
Se percibe en términos geográficos una completa dispersión de aquellos espacios municipales donde las entidades que los gobiernan han tenido algún avance o retroceso respecto de los datos obtenidos en 2009, lo cual es un reflejo claro de la poca estabilidad respecto de la posesión y administración de la infraestructura tecnológica básica (computadoras, líneas telefónicas y páginas web), lo cual permite entrever lo perjudicial que es la falta de la institucionalización del uso de las tecnologías en los ayuntamientos, lo que repercute directamente en la adquisición, conservación y mantenimiento de las TIC para su uso en la administración pública municipal.
Para apreciar de manera crítica los avances o retrocesos en la adquisición, obtención u conservación de los componentes tecnológicos básicos que dan sustancia al gobierno electrónico municipal en el estado de Sonora, resulta pertinente contrastar los resultados obtenidos en 2009 y 2011 (gráfica 4).
Fuente: elaboración propia con base en la propuesta de Gil-García y Martínez (2011), de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia Municipal (ENGSPJM, 2009) y del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales (CNGMD, 2011), del INEGI
De los 72 gobiernos municipales, 38.89% tuvieron un retroceso en su índice de gobierno electrónico, solo en los casos de Hermosillo, Huásabas y Tubutama se registraron variaciones insignificantes; en 41 ayuntamientos se tuvieron incrementos, de los cuales en el 92.68% de los casos fueron de baja intensidad (0.00-0.33) y en 7.32%, de mediana intensidad (0.34-0.66).
En términos comparativos, los ayuntamientos de Arivechi, Soyopa, Moctezuma y Granados registraron un mayor incremento en la cuantía de su índice, con 0.463, 0.400, 0.334 y 0.331, respectivamente, debido a que si bien la cantidad de computadoras y líneas telefónicas con las que contaban permaneció relativamente estable, el acceso al uso del internet y a los servicios web, repercutieron positivamente en el desarrollo de su gobierno electrónico (gráfica 4).
Sin embargo, los casos más atrayentes fueron aquellos ayuntamientos donde se registró un retroceso en el valor del Índice de Gobierno Electrónico Municipal; es el caso de Navojoa, Cananea, Rosario, Guaymas y Nogales, entre otros más, que registraron una falta de estabilidad ante sus logros y avances obtenidos en 2009, ya que si bien existió un incremento significativo en su cantidad de computadoras disponibles, las líneas telefónicas contratadas, así como en el acceso a internet, esto no se materializó en mejores y estables servicios web de tipo informativos, interactivos o transaccionales.
Conclusiones
El gobierno electrónico es uno de los baluartes de los postulados de la nueva gestión pública en términos de lo que esta corriente analítica identifica como un buen gobierno, que si bien ha tenido un desarrollo diversificado por país y región, constituye un novedoso mecanismo de legitimidad efectiva dentro de la lógica de la rendición de cuentas, la gestión orientada hacia los resultados, la eficacia, la eficiencia y la participación ciudadana.
Se debe entender que el llamado e-gobierno forma parte de los procesos de reinvención de los países anglosajones, como se manifestó históricamente en el caso del gobierno norteamericano, que condicionado por una racionalidad económica y una visión gerencial del Estado y el gobierno, buscaría una mayor eficiencia y un menor costo en la actividad gubernamental a través de la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación en sus actividades burocráticas.
El estudio acerca de la incorporación y uso de las TIC en los gobiernos municipales de México resulta ser algo trascendental y estratégico en la búsqueda de la construcción de un buen gobierno municipal; no obstante su desarrollo se encuentra en estado latente.
Un reflejo de esto es que el estudio del uso de las TIC en los ayuntamientos de Sonora prácticamente era algo inexistente hasta ahora, lo cual resulta ser muy delicado, ya que si no se conocen las características y la situación del gobierno electrónico en las estructuras burocráticas municipales, es casi imposible comprender los alcances y los retos que implica el uso de la tecnología en la administración pública local.
Es indispensable iniciar un proceso de investigación y seguimiento del acontecer del uso de las TIC en los gobiernos de los municipios de Sonora, que hile cada uno de los hallazgos difundidos en este estudio y que resulten comparables con los resultados del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales (CNGMD), elaborados por el INEGI para 2013, 2015 y 2017, lo que permitirá brindar mayor claridad en la búsqueda del entendimiento de cómo es que uno de los postulados de la nueva gestión pública ha impactado o no en las administraciones públicas locales.
Esta investigación aporta elementos para percibir una alta centralización de los recursos tecnológicos, principalmente en el ayuntamiento de Hermosillo, cuyas diferencias son abismales cuando se contrasta con la infraestructura disponible en los gobiernos de Arivechi, Tepache, Divisaderos, Nacori Chico y Soyopa en 2009, y Banámichi, Mazatán y Sáric en 2011.
Al comparar los datos de 2009 y 2011, sobresalen los casos de Nogales, Guaymas, Rosario, Cananea y Navojoa, donde a pesar de contar con las TIC necesarias para la generación de un gobierno electrónico municipal de alta intensidad, subutilizaron sus recursos al no otorgar los servicios electrónicos que potencialmente le pudieran haber generado una interacción electrónica con la ciudadanía.
En solo dos años, 25 ayuntamientos tuvieron algún tipo de retroceso en la cantidad y uso de los recursos tecnológicos con los que contaban, que aunado a la existencia de gobiernos municipales con una raquítica y subsistente infraestructura, dejan entrever un muy fuerte desaprovechamiento de los mecanismos de legitimación electrónica.
Estas cuestiones son preocupantes, ya que nos indican que los gobiernos municipales se encuentran en un estado anacrónico respecto de las TIC a las que sus conciudadanos tienen acceso en su vida cotidiana; por lo que no resulta aventurado afirmar la existencia de una brecha tecnológica intermunicipal.
Es urgente la creación de un sustento normativo que garantice el resguardo de la infraestructura tecnológica municipal, aunado a un proceso de institucionalización política, administrativa y financiera del gobierno electrónico, ya que, con base en los resultados de nuestro análisis, se identifica la falta de estabilidad en el desarrollo y aprovechamiento de las TIC en las actividades de los funcionarios públicos municipales.
A la vez resulta indispensable que el Gobierno del Estado de Sonora incentive, por medio de sus dependencias y áreas encargadas del desarrollo municipal, la institucionalización del uso de las TIC en los procesos político-administrativos de los ayuntamientos, donde los ciudadanos puedan tener acceso a un gobierno que en todo momento y lugar, a través del internet, brinde un servicio electrónico para solucionar o administrar los problemas públicos con una mayor eficacia, eficiencia y legitimidad.
Finalmente, es importante mencionar que hay estudios previos (Gil-García y Martínez, 2011), que delatan la existencia de una clase política local que poco entiende y comprende acerca del uso de las TIC como una herramienta estratégica en la correcta administración de los problemas públicos. Esto, aunado a una burocracia pobremente capacitada para aprovechar de manera óptima la tecnología, así como el que la infraestructura tecnológica no cuente con un correcto resguardo, actualización y financiamiento, puede conllevar a que los alcances obtenidos en términos de posesión de computadoras, líneas telefónicas, internet y creación de páginas web, solo sean logros pírricos condicionados a los estilos personales de gobernar de las autoridades locales en turno, y no se trate de resultados conseguidos por una planeación racional basada en el logro de objetivos que conlleven a la constitución de un buen gobierno municipal.