Introducción
La configuración de un nuevo espacio público en el entorno digital reapertura viejos debates alrededor la democracia y las dinámicas políticas. Entre los tópicos acuciantes de la agenda pública, política y mediática, se encuentran los escándalos políticos de corrupción, un problema creciente en Latinoamérica que ha sido objeto de variados análisis. Ante esto, se propone una aproximación desde la sociología política y la sociología digital para examinar el fenómeno de los escándalos políticos de corrupción en Twitter (X).1
El escándalo #VacunatorioVip estalló el 19 de febrero de 2021 en Argentina, en el marco del plan de vacunación contra la covid-19, a raíz de las denuncias a una aplicación privilegiada de las dosis entre figuras políticas. Entre las principales consecuencias que tuvo este hecho se encuentran la renuncia del ministro de salud Ginés González García y las acusaciones al gobierno de irresponsabilidad en el manejo de la pandemia.
Este evento profundizó el quiebre en el discurso político gubernamental que intentaba crear una identidad colectiva de “argentinos contra la pandemia” que rompiera las fronteras de la polarización política en torno a ideas de solidaridad, cuidado y guerra contra el virus (Montero, 2021). De igual forma, también activó narrativas sobre el descontento social y las acusaciones de corrupción asociadas al oficialismo. Para esta coyuntura, Zunino (2022) observa el tratamiento informativo de covid-19 en los diarios digitales argentinos, y señala que el tópico “corrupción” ligado a las vacunas se ubica en cuarto lugar (12,5%) del total de temas analizados.
La singularidad del fenómeno epidemiológico se vio influenciada de manera significativa por la plena vigencia de las redes sociales, las cuales posibilitaron que la población siguiera minuciosamente los acontecimientos y accediera a una proliferación de información como nunca antes se había experimentado en la historia de las pandemias. Al respecto, Álvarez y Manzo (2021) denominan a este fenómeno como la “pandemia online”, destacando la importancia del espacio digital, y en particular de las plataformas de redes sociales, en las interacciones cotidianas durante el período de aislamiento obligatorio y la restricción en espacios presenciales.
Antes de la proliferación de las redes sociales, Thompson (2001) prevenía la relevancia de examinar las conexiones entre los escándalos y las nuevas tecnologías en el contexto del crecimiento de estos eventos en la esfera pública. En esta línea, indagamos los efectos de Twitter en la masificación, la difusión y el debate público en relación con la corrupción como un problema público.
Se propone explorar cómo las redes sociales transforman la problematización del escándalo político en el espacio público. Al centrarnos en el caso de Twitter se plantean dos aproximaciones: primero se analiza la configuración que adquieren las distintas comunidades de usuarios y qué sucede en este evento con el fenómeno de polarización.
Posteriormente, se indagó en el perfil del exministro González García y las repercusiones sobre la identidad degradada (Thompson, 2001) tanto de sí mismo como de la fuerza política de pertenencia. Las preguntas que guiaron este trabajo fueron: ¿qué rol tiene Twitter en la conformación del escándalo?, ¿cómo se articulan los antagonismos políticos?, ¿contribuye a la democracia en tanto y en cuanto impulsa una denuncia de corrupción? o, por el contrario, ¿se trata solamente de un acto opositor?
Escándalos de corrupción y Twitter
En relación con el estudio de los escándalos políticos, diversos autores concuerdan en que un escándalo implica, por un lado, la transgresión de valores socialmente aceptados, y por otro, el abuso de poder, autoridad y confianza por parte de los perpetradores (Thompson, 2001; Pereyra, 2012; Aguerre y Tarullo, 2016; Pérez Lago y Cabral Salles, 2018). Cuando este hecho se hace público, con la divulgación a terceros, desencadena una respuesta social y, por lo general, se anticipa una sanción hacia los involucrados. La magnitud del escándalo puede afectar la imagen y la trayectoria político-profesional de los actores implicados.
En este recorrido teórico destaca la distinción entre los escándalos políticos y los casos de corrupción, señalando que no todo escándalo político implica corrupción, y que, a su vez, no todo acto de corrupción se convierte necesariamente en un escándalo. En este último contexto, la problemática de la corrupción emergió como un asunto relevante en la región latinoamericana a partir de la década de los ochenta, intensificándose en los años noventa (Balán, 2011; Pereyra, 2013) y consolidándose como un tema constante en la agenda pública y mediática (Astarita, 2014).
Su análisis implica una discusión atravesada por controversias y tensiones sobre la construcción y la nominación del objeto. Según Gupta (2015), el discurso de la corrupción se produce a través de prácticas culturales en las que el Estado u otras organizaciones son simbólicamente representados por las personas que las constituyen, a través de discusiones mediadas por los medios de comunicación.
La corrupción como problema público tiene predominancia en la esfera mediática, aunque se aborda de manera que la veracidad de los casos no es esencial (Strömbäck & Esser, 2014). En estas situaciones, el debate público que involucra discursos de defensa o de condena de actores y prácticas consideradas corruptas hace que el fenómeno sea tratado como un evento mediático que influye en la realidad política (Breit, 2011).
Diversos estudios empíricos sobre problemas públicos hacen hincapié en los escándalos para exponer cierto conjunto de elementos que facilitan la comprensión de algunas aristas del problema en cuestión (De Blic & Lemieux, 2005; Boltanski et al., 2007). Pereyra (2012) se nutre de estas lecturas y aporta una serie de preguntas sistemáticas para el análisis del escándalo político: ¿qué tipos de denunciantes y denunciados podemos identificar, ¿cuáles son las consecuencias que los escándalos producen en dichas figuras?, ¿hasta qué punto la multiplicación de escándalos de corrupción implica la fijación de nuevos estándares morales para el desarrollo de la actividad política profesional? (p. 48). Encontramos interés en retomar estos interrogantes para poner la mirada en las mediaciones desde la plataforma Twitter.
La bibliografía clásica colocaba a los medios periodísticos en el centro de la construcción del relato sobre el escándalo; aquí hay un primer quiebre a partir de la mediatización de la política. Las redes sociales habilitan nuevas formas de expresión de la opinión pública, donde los discursos de los políticos conviven con los discursos de ciudadanos que acceden al espacio público sin los medios tradicionales como intermediarios (Slimovich, 2012). Así, la presente investigación busca conocer la forma en que las nuevas dinámicas tecno-sociales modifican el desarrollo de los escándalos.
El ecosistema de plataformas como Twitter es un espacio legítimo de producción y difusión de discursos en el que participan infinidad de usuarios, entre ellos instituciones, medios periodísticos, políticos, activistas y ciudadanos en general, por lo que la plataforma se constituye como un universo de disputa y construcción de sentidos sociales, políticos y culturales en el espacio público digital. A diferencia de otras redes sociales, Twitter es reconocida por su importancia para rastrear sentidos y relaciones entre distintos actores vinculados al campo político (Van Dijck, 2016).
Aunque es un terreno incipiente, algunos autores ya han sondeado el escándalo de corrupción en redes sociales, especialmente en Facebook y Twitter. Algunas investigaciones se enfocan al tópico de corrupción en momentos de campaña política (Zugasti Azagra y García Ortega, 2018; Giraldo Quintero, 2018), mientras que otras líneas de trabajo apuntan a comparar la agenda mediática y la agenda pública en torno a los casos de corrupción, tomando las conversaciones en Twitter como espacio de opinión pública (Aguerre y Tarullo, 2016; Pérez, 2017; Alvarado Vivas, 2022).
Asimismo, otras investigaciones analizan casos de corrupción en Twitter. Por ejemplo, Pérez Lago y Cabral Salles (2018) observan cómo se visibiliza el escándalo Panamá Papers en Chile, dando cuenta de las nuevas temporalidades que otorga la dimensión online. Por su parte, Tagle Montt et al. (2021) revisan el caso Pacogate en Chile con un enfoque en los encuadres noticiosos y los comentarios de los usuarios, identificando el uso de la “segunda pantalla” como forma de participación política y expresión de la opinión pública. Estos autores observan intervenciones polarizantes, moralizantes y críticas de lo ocurrido.
En esta misma línea, Paiva et al. (2017) analizan discursos sobre corrupción en Brasil y sus significados en las respuestas de usuarios de las revistas Veja y Carta Capital. En sus hallazgos indican que las redes sociales se han convertido en lugares de disputas discursivas en pro de la legitimidad y los significados atribuidos a la corrupción, polarizados políticamente de forma intensa, sin apertura a visiones que vayan más allá de las cuestiones partidistas.
Se tomó esta referencia para aproximarnos al contexto argentino sobre un escenario signado por la polarización entre kirchnerismo-antikirchnerismo, donde los medios hegemónicos toman posición en relación con las identificaciones político ideológico. Sobre ello, Vommaro y Schuliaquer (2014) observan la relación entre la corporación mediática y la construcción de escándalos, e indagan programas televisivos cuyo objetivo es investigar acusaciones sobre hechos de corrupción del kirchnerismo.
Como aporte a la discusión, Shuliaquer (2017) observa que desde 2012 el Grupo Clarín recurrió a la lógica de la denuncia y el escándalo como parte de una estrategia en su enfrentamiento con el gobierno. Zunino y Focás (2020) dan cuenta sobre la cobertura partisana de los hechos de corrupción y los efectos en las audiencias en términos de polarización afectiva. En este tenor es posible observar la construcción de diferentes narrativas políticas y la disputa de sentidos en la construcción y divulgación del escándalo.
Las plataformas de redes poseen una arquitectura sociotécnica que también debe ser observada mediante las interacciones online, la cuantificación de la popularidad y las dinámicas de segmentación de públicos (Calvo y Aruguete, 2020). Si bien el fenómeno de la polarización política no es inherente al espacio digital, diversos estudios muestran cómo la arquitectura de las redes sociales profundiza esta dinámica a partir de la configuración específica de sus algoritmos. Estos últimos distribuyen flujos de información que producen efectos de segmentación en los públicos de usuarios, provocando experiencias fragmentarias donde la información recibida y compartida propicia creencias y posiciones preexistentes (Pariser, 2017).
Metodología
Este artículo presenta un estudio de caso exploratorio, situado dentro de un proyecto mayor sobre eventos políticos acontecidos durante la pandemia. La elección de Twitter recae en su impacto en la esfera política y mediática, en su rol característico en la construcción de conversaciones y tendencias de opinión pública (Van Dijck, 2016), así como en la posibilidad que brindaba para trabajar con grandes volúmenes de datos (Murthy, 2012).2 En este sentido, el retomar objetos y archivos digitales propone nuevas dimensiones metodológicas, como la abundancia de los datos, la complejidad de los metadatos y las interfaces de la mediación sociotécnica (Pons, 2013).
Con esto en cuenta se optó por un enfoque metodológico mixto, que incorpora métodos digitales y técnicas de análisis computacional (Rogers, 2013). Para trabajar sobre los millones de datos y metadatos de Twitter en las etapas de extracción, procesamiento, curaduría y visibilización de los datos se utilizó lenguaje de programación R y el entorno de desarrollo integrado RStudio (Calvo, 2015; Rosati et al., 2020).
El enfoque de objetos digitales involucra una estrategia metodológica a distintas escalas, como Schwandt (2019) denomina zooming in y zooming out, donde el proceso llevado a cabo por las “máquinas” se entrelaza de manera continua con una perspectiva humana que pueda comprender las complejidades que se entrecruzan en el fenómeno digital. Esto se manifiesta mediante un análisis que oscila entre una observación detallada y cercana y una lectura distante (Moretti, 2015).
Tomamos el evento denominado Vacunatorio Vip a fin de indagar las interacciones digitales mediante el análisis de tuit, retuits y hashtags. Sobre estos objetos proponemos identificar, describir y comparar comunidades de usuarios, tomadas en relación con la clasificación propuesta por Slimovich (2012 y 2018) como internautas políticos, internautas mediáticos e internautas militantes, y a sus narrativas políticas y el posicionamiento en la red en torno al escándalo.
El análisis del caso inició con la inmersión en la plataforma, llevando un registro sistemático de perfiles claves y eventos relacionados, considerando no solo actores centrales sino también a medios locales y organismos. La toma de datos se realizó con un ordenamiento preexistente y semiestructurado, que atravesó un proceso de curaduría y procesamiento en función de las preguntas de investigación. En este sentido, se identifica que las herramientas computacionales posibilitan el trabajo con este tipo de bases de datos.
La extracción de datos en Twitter se hizo mediante la API REST v1,3 que habilitaba el acceso a datos y metadatos de mensajes y usuarios. La descarga comenzó a partir de la búsqueda de hashtags centrales detectados para el evento: #VacunasVip, #VacunatorioVip y #VacunadosVip, y de las palabras claves: Gonzalez García, Verbitsky, vacunación VIP, vacunados VIP, vacuna gate y escándalo vacunación. La base de datos total fue de 662 401 objetos.
Para el estudio preliminar se trazó la frecuencia de los tuits (ver gráfica 1), donde observamos que el flujo y circulación de mensajes alcanza su pico máximo el día 20 y luego comienza a disminuir. Sobre la base de este indicio realizamos un recorte intencional entre el 19 y el 23 de febrero de 2021, correspondiente al inicio y pico de la repercusión del escándalo en el período analizado. El corpus obtenido de esa selección cuenta con 530 441 mensajes.
A su vez, se trabajó una segunda base de datos conformada por las respuestas al mensaje de renuncia publicado por el ministro González García, dando un total de 16 032 tuits, extraídos en API v2.
Ambos dataset fueron sometidos a técnicas de análisis de redes sociales (Gualda, 2020) (ver tabla 1). Con el software Gephi se hizo un análisis semántico mediante una red de hashtag y una nube de palabras, además de un análisis de temporalidad y un ranking de usuarios realizados en R con los paquetes rtweet, ggplot y quanteda. Asimismo, utilizamos como fuentes complementarias la prensa y el archivo histórico de hashtags.
Descripción del caso
La circulación del rumor inicia el tres de febrero con la declaración de Beatriz Sarlo, intelectual argentina y opositora al oficialismo, en el programa televisivo A Dos Voces: “Me ofrecieron la vacuna por debajo de la mesa y dije: jamás, prefiero morirme ahogada de Covid-19” (Todo Noticias, 2021). Aunque esta fue la primera declaración sobre vacunas irregulares, su trascendencia fue menor en contraste con lo sucedido la mañana del 19 de febrero, cuando el periodista y simpatizante del kirchnerismo, Horacio Verbistky, relató en su columna radial: “Decidí vacunarme. Me puse a averiguar en dónde hacerlo. Llamé a mi viejo amigo Ginés González García, a quien conozco desde mucho antes de que fuera ministro” (La Nación, 2021a).
Horas después, este episodio aparece en las plataformas digitales y en diversos medios de comunicación del país. Al observar los trending topics del día de la denuncia, vemos que inició con #CristinaCumple liderando, en referencia al cumpleaños de la vicepresidenta. Después de las 13:30 horas aparece “Verbitsky” por primera vez entre los trending topics, en el puesto ocho de diez, llegando al primero en menos de dos horas cuando #CristinaCumple empezaría a descender hasta desaparecer más tarde. “Ginés” aparece recién pasadas las 14 horas en el último lugar, pasando a liderar a las 18 horas el top que se mantuvo el resto de la jornada.
Los hashtags #VacunaGate y #VacunaVip aparecen por primera vez, en ese orden, por la tarde hasta quedar como tópicos tercero y cuarto, respectivamente. El cierre del día mostraba el siguiente orden: Ginés, #VacunaVip, #VacunaGate, Verbitsky, Ministerio, #QueSeVayanTodos y en los últimos lugares Vizzotti y Alberto (ver figura 1).
Por las particularidades de este escándalo, las consecuencias no solo recayeron sobre el denunciado, sino que también pesaron sobre el denunciante. Roberto Navarro, dueño del medio El Destape (2021), resolvió desvincular a Verbitsky de la emisora en la que trabajaba como columnista (ver figura 2).
Minutos después, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), presidido por Verbitsky en ese momento, también repudió los hechos mediante su cuenta (ver figura 3).
Al seguir los sucesos emergieron nuevos involucrados allegados al gobierno: el senador Jorge Taiana y el diputado Eduardo Valdés ya habían sido vacunados. A las 20:30 horas, La Nación (2021b) publicó una nota titulada Vacunación VIP: Alberto Fernández bajó a Eduardo Valdés y Jorge Taiana de la comitiva que viaja a México; y en seguida emitió una nueva noticia: Vacunación VIP: Ginés González García se reservó 3000 dosis para distribuir, a las que accedieron su sobrino y varias figuras políticas (Jastreblansky, 2021).
Ante el crecimiento del escándalo, el ministro presentó la renuncia ese mismo día, haciéndolo público a las 21:18 horas a través de su cuenta de Twitter (ver figura 4).
De forma paralela el Gobierno dejó trascender la noticia de que Carla Vizzotti, que se desempeñaba como secretaria de Acceso a la Salud de la Nación desde diciembre de 2019, sería la nueva ministra de Salud. El hecho fue tapa en los diarios del país a la mañana siguiente, y recibió la denominación de “Vacunatorio Vip” por los principales medios opositores.
Algunos de los titulares rezaban: Echan a Ginés de Salud por el escándalo del “Vacunatorio Vip” (Diario Clarín, 2021a); y Por el escándalo de la vacunación vip echaron al ministro González García (La Nación, 2021c). Incluso se vio reflejado en las noticias de algunos periódicos reconocidos a nivel internacional, como El Mundo (Fest, 2021),BBC News (2021), entre otros.
Una de las respuestas por parte del gobierno fue publicar el 22 de febrero el listado oficial4 de vacunados VIP del Hospital Posadas, que involucraba a 70 personas, entre ellas periodistas, empresarios, sindicalistas y familiares allegados de Ginés y el círculo gubernamental.
Las repercusiones del escándalo también se presentaron en las calles. El 21 de febrero se convocó a una manifestación en repudio del acontecimiento mediante los hashtags #ruidazo21f, #cacdrolazo21f y #bocinazo21f. La propuesta era hacer ruido, principalmente con cacerolas y bocinas, desde el lugar que estuviese cada individuo en ese momento, debido al aislamiento obligatorio.
En la convocatoria inicial la oposición tomó medidas de cuidado en la movilización, lo cual se quebró el 27 de febrero, cuando surgió otra convocatoria con mayor impacto y visibilidad, donde ciudadanos y dirigentes opositores de diversas extracciones partidarias se movilizaron en todo el país en rechazo del Vacunatorio Vip, proponiendo como eje el cansancio en torno a la corrupción política. En este punto cabe aclarar que para el análisis que se presenta no se tomaron en cuenta estas movilizaciones, que serán objeto de próximas investigaciones.
Resultados y análisis
#VacunatorioVip: hashtags, usuarixs y redes
El hashtag opera como práctica de creación de sentido y como práctica de efecto de propagación. Es decir, los hashtags proporcionan un medio por el que los tuiteros pueden activar supuestos contextuales relevantes dentro del límite de caracteres y sin necesidad de proporcionar información de fondo (Scott, 2015). En estas características radica la potencia del dispositivo en las prácticas políticas digitales, al propagar contenidos, cristalizar sentidos y disputar la memoria.
La fuerza de la articulación del hashtag y las tendencias han llegado a cuestionar la construcción de la agenda pública y la agenda mediática a partir de las interacciones en la plataforma, ganando legitimidad la validación de tópicos que emerge en la relación usuarios-empresa-algoritmos. Las plataformas, por tanto, intervienen en los modos en que se definen los vínculos sociales al incluir formas de conexión que mezclan normas sociales con normas sociotécnicas propias de los entornos online (Van Dijck, 2016).
La figura 5 muestra la red de hashtags asociados al caso que circularon con mayor fuerza, dan cuenta de aquellas configuraciones semánticas con más peso en la conversación del #VacunatorioVip; en esta se observa una predominancia de narrativas opositoras.5 #verguenzanacional se ubica en el centro con hilos de conexión gruesos que indican mayor flujo de intercambio entre #vacunatoriovip y #vacunasvip, pero también con #quesevayantodos y #elpeorgobiernodelahistoria. Si seguimos las relaciones vemos que se conecta en el extremo de la imagen con #gobiernocriminalycorrupto, #querenuncientodos y los hashtags relacionados con la convocatoria a movilizarse el 21 de febrero (#ruidazo21f, #cacerolazo21f y #bocinazo21f).
Estos hashtags no solo aparecen como articuladores de la conversación en torno al caso, sino que también adoptan características de eslogan, de marca, formando parte de narrativas políticas que se articulan en la disputa del espacio virtual. En contraposición no se identifican hashtags que nuclean al oficialismo en esta red.
En el extremo superior aparece #vacunagate, el sufijo gate está ligado a escándalos internacionales asociados a la pandemia y a las campañas de vacunación con gobierno de distinto tinte político (Mayta-Tristán & Aparco, 2021, Chauvin, 2021; Kenyon, 2021; Tapia, 2021; Ibáñez y Suarez, 2022). En esta relación, se da cuenta de la vinculación con el caso #vacunagatechile; con esto se dejas ver que distintos escándalos atravesados por el tópico vacunación se refuerzan a escala global.
En este punto la controversia entre denunciante-denunciado y grupos de apoyo cobra relevancia. En un evento en donde el denunciante es del propio grupo político, observamos a partir de la red de hashtags la fuerte presencia de la oposición en esta red, y la construcción de lo corrupto como confrontación política. Esta centralidad de la oposición toma más fuerza aún en contraste con la baja actividad del oficialismo en la conversación.
En relación con los usuarios, analizamos aquellos que tuvieron mayor peso, y, por ende, mayor propagación de sus mensajes. Más de un ochenta por ciento de nuestra base se compone por retuits, conversaciones jerárquicas propias de la dinámica de la red. El flujo de producción de mensajes en Twitter está concentrado en un número relativamente pequeño de usuarios, los cuales son retuiteados de forma masiva.
Por otra parte, Calvo (2015) advierte que la circulación de mensajes mayormente difundidos no responde al tipo de contenido, sino que se relaciona con su origen político y a la red de relaciones sociales a la que pertenece. En la gráfica 2 se muestran aquellos usuarios cuyas publicaciones recibieron la mayor cantidad de favoritos y de retuits.
Entre los más faveados6 lidera Patricia Bullrich (@PatoBullrich), ex ministra de Seguridad y presidenta de la Propuesta Republicana (PRO). La sumatoria de sus tuits recibieron 53 468 favoritos, casi un 60% más que los de @soycattan, quien la sucede en el ranking. En tercer lugar se encuentra el expresidente Mauricio Macri (@mauriciomacri), una autoridad en la red que, al igual que su compañera de espacio político @PatoBullrich, recibió 28 683 de favoritos. Con poca diferencia, en cuarta posición, encontramos a @LANACION, un tradicional medio de comunicación asociado a la ideología opositora, al igual que @todonoticias e @infobae, que también aparecen en la gráfica.
Al indagar sobre el usuario @soycattan encontramos que este perfil fue eliminado al momento de redactar este escrito. La publicación con más favoritos y retuits de nuestro dataset es la siguiente: “Insólito que vacunen primero a Verbitsky y no a Cacho de Los Palmeras. Las prioridades del país están en cualquiera”.7 Este posteo recibió 34 360 favoritos y fue retuiteado 3 761 veces. El quinto lugar es de @soltraverso, usuaria con solo 500 seguidores que no constituye una figura de peso en la red. La publicación que la ubica en este ranking ironiza al proponer a la cantante Tini Stoessel como la nueva ministra de salud.
Observamos que la mayoría de los tuits en la gráfica aparecen otras figuras de peso que también pertenecen a la comunidad opositora. Mencionamos al entonces diputado del PRO Waldo Wolf (@WolffWaldo), quien está en tercero siguiendo con la línea de figuras políticas adherentes a la comunidad opositora, al igual que el mencionado Mauricio Macri (@mauriciomacri), subsiguiente en la lista de los más retuiteados. Luego sigue @infobae, clasificado en la misma comunidad, y el periodista Fernando Carnota (@fernandocarnota), actualmente empleado en radio Rivadavia, pero que también se ha desempeñado en programas televisivos como el noticiero TN Central de Todo Noticias, o Animales sueltos en América TV, ambos productores de discursos en sentido contrario al oficialismo.
La mayor parte de las cuentas que se reflejan en la gráfica se corresponden con perfiles cuya afinidad política está asociada específicamente a la fuerza de Cambiemos, observando la ausencia de internautas oficialistas; empero dicha ausencia no implica inexistencia de fuerzas en disputa en la red, pues el mismo día registramos mensajes alusivos al cumpleaños de Cristina Fernández que instalan como trending topic #CristinaCumple. Al respecto podemos suponer que los internautas militantes de la comunidad oficialista o bien callaron frente al problema o bien corrieron por otras rutas, no disputando el #VacunatorioVip.
Para profundizar sobre las narrativas y los usuarios centrales se analizó el peso que tienen en la activación del escándalo cada internauta. Primero se visualizó la conformación y agrupamiento de usuarios (nodos) en comunidades, trazando la relación entre ellos a partir del intercambio de retuits (aristas), esto dio cuenta de la configuración del mapa político en torno a este evento, así como el peso, la jerarquía y posicionamiento de los internautas. Los nombres de los usuarios se distribuyen en etiquetas, el tamaño se relaciona de manera proporcional con la cantidad de retuits recibidos.
La figura 6 muestra dos comunidades, la de mayor tamaño se encuentra compacta, cercana, y posee dos diferenciaciones: el color verde que nuclea medios opositores y referentes de Cambiemos, y los extremos de color celeste donde se ubican las autoridades de esa coalición política. En el extremo celeste de nuevo es posible observar la centralidad de los referentes políticos @patobullrich y @mauriciomacri, cuyos mensajes buscaban reforzar la acusación contra todo el arco político oficialista (ver figura 7).
Del otro extremo y con un tamaño menor, se encuentra la comunidad violeta (figura 6), con referentes políticos oficialistas como @juliodevido, involucrado previamente en casos de corrupción, y @robertonavarro, periodista oficialista. Dentro de esta segunda comunidad no se encontraron interacciones de autoridades políticas oficialistas en la conversación (por ejemplo, es llamativa la ausencia de grandes figuras como CFK o la Cámpora), pero sí de usuarios identificados como internautas militantes que ponen en debate el hecho desde distintas aristas abriendo hilos de discusión. Asimismo, es interesante marcar en la intersección de ambas comunidades a los medios opositores, que, aunque son parte de la comunidad verde-azul, se posicionan como intermediarios.
Como se mencionó antes, en Argentina existe una marcada polarización entre kirchnerismo-antikirchnerismo, que puede profundizarse en la dinámica de las redes. La segregación de los usuarios en distintas comunidades es una marca de polarización política que no depende solo de las preferencias originarias de sus miembros, sino también de los mecanismos de transmisión de información que están codificados en los algoritmos de las redes sociales (Calvo, 2015, p. 100). Se toma como muestra el tuit viralizado de @JulioDeVido (ver figura 8), en donde nuevamente se plasman las contradicciones de la comunidad oficialista en este evento, como denunciantes de su propio espacio político.
En comparación a otros eventos analizados, es de notar en este recorte que la activación de la comunidad oficialista presenta particularidades. Internautas como @JuanGrabois, @FlorHalfon y @marcelopuellaok abrieron hilos de debate en torno a sus tuits, generando controversias sobre el escándalo como observamos en las figuras 9 y 10.
Podemos decir que la participación oficialista, notoriamente más reducida que la opositora, también actúa como denunciante. Condenan lo sucedido haciendo hincapié sobre la figura del ministro como único culpable, mientras que del lado opositor se asocia el accionar del Vacunatorio Vip a una práctica constante de la fuerza política oficialista caracterizada como corrupta.
Asimismo, se identificó la conformación de foros híbridos en los hilos abiertos por referentes del oficialismo, que pueden ser considerados como espacios donde se habilita el diálogo entre distintos agrupamientos. En este sentido, una mirada sobre las respuestas a los tuits de autoridades en la red puede aportar indicios de conversaciones transversales.
La imagen degradada en tuits
Como ya se anticipó, uno de los ejes fundamentales de los escándalos es su carácter performativo como ritual de degradación (Thompson, 2001). En este sentido, se observa el perfil del denunciado y principal imputado, el exministro de salud, para pensar el ritual de degradación en torno a su figura pública en particular, pero también sobre la identidad de la fuerza política.
La renuncia fue un momento clave, erigiéndose como la consecuencia más visible de la magnitud del escándalo, por el tipo de acción y por el corto plazo en que se ejecutó. Surge la pregunta de si la identidad pública de Gines se transformó a partir de la denuncia de Vertibsky y de las caracterizaciones realizadas a González García por los usuarios a raíz del escándalo.
Para analizar la conversación se hizo una nube de palabras con las respuestas a la publicación de la carta de renuncia publicada por Ginés en su cuenta personal @ginesggarcia (ver figura 11).
En la figura 11 se muestra entre las palabras más destacadas gracias, que por sí sola posee un significado positivo y que puede estar ligada a la comunidad oficialista que ofrece su apoyo al exministro por su gestión. No obstante, tras el análisis manual aleatorio de las respuestas encontramos menciones de gracias en diversos sentidos, se distinguieron tres tipos de lecturas del evento: los que niegan que exista acto de corrupción y resaltan la figura del ministro; los que relacionan al acto con todo el gobierno; y los que consideran que el culpable es el ministro.
Posteriormente aparecen adjetivaciones negativas, con frecuencia similar a la de gracias, entre las que se visualiza corrupto. El imaginario que se desprende de los comentarios se nutre de otros calificativos despectivos como delincuente, inútil, inmoral, impresentable, sinvergüenza, borracho, hdp.8 Pereyra hace hincapié en que una de las características de los escándalos de la era kirchnerista es la rápida desvinculación de los funcionarios comprometidos.
La renuncia reafirma el alcance del escándalo y se constituye como uno de los mayores efectos de la degradación de la imagen de Ginés. De acuerdo con Garfinkel (2016), el éxito de la denuncia tiene lugar cuando hay una transformación del denunciado respecto a su identidad anterior, es percibida de otra manera por los otros, se ubica por fuera del orden legítimo, es el reclamo de una renuncia al lugar o las funciones que ocupa.
Para continuar con el análisis semántico, las palabras gobierno, poder, gestión, argentino y país se relacionan con el gobierno nacional, las consecuencias recibidas en su imagen desde este acontecimiento y el manejo de su gestión en torno a la pandemia y del plan de vacunación. Con relación a esto último, la palabra salud tiene una aparición preponderante, podemos pensar que se arrastra de la frase “ministro de salud”, pero también de la centralidad del tópico en el escándalo.
La salud es un tema de gran sensibilidad social que, dado el escenario pandémico y los cincuenta y un mil muertos en Argentina por el virus, se encontraba totalmente vulnerable. Todas esas palabras que atraviesan la imagen permiten entender el peso del contexto y su traslación en lo que respecta a la calificación del ministro acusado de corrupto.
Conclusión
En este artículo se propuso indagar un caso caracterizado como escándalo político de corrupción desde la plataforma Twitter. En este sentido, el aporte del trabajo fue explorar escándalos en redes sociales e incorporar herramientas computacionales que aproximen a las interacciones online alrededor de estos eventos.
Para la exploración inicial del caso se tomaron los días centrales del escándalo, del 19 al 23 febrero de 2021, dando cuenta del surgimiento y de las principales consecuencias de su desarrollo. En este aspecto se analizaron una base de datos de más de 500 mil registros correspondientes a tuits y usuarios que interactuaron en esta plataforma. Para ello, se incorporó al estudio de escándalo herramientas del análisis computacional para trabajar con grandes volúmenes de datos.
Entre las transformaciones al fenómeno a partir de la cultura de la conectividad, por un lado, distinguimos la velocidad de propagación del escándalo desde la llegada de las redes sociales y las múltiples interacciones entre internautas políticos, medios y ciudadanos. Por su parte, en el análisis de internautas se observó la predominancia del arco opositor al gobierno, perteneciente a las fuerzas de Cambiemos y a medios alineados a este campo político. Se destacan como autoridades de la red a internautas políticos, como Patricia Bullrich y Mauricio Macri, junto a medios como La Nación e Infobae.
Se activó un uso político del hashtag #VacunatorioVip, como etiqueta que enuncia la acción corrupta como práctica denunciada y adjudicada al kirchnerismo. Este hashtag se constituye como una marca de ataque al gobierno y a sus funcionarios, saliendo de las redes y cobrando significados en la prensa y en consignas en la posterior movilización, a tal punto que continúa operando en momentos políticos posteriores (elecciones, judicialización de la causa). Esta etiqueta encierra la denuncia a la corrupción, y cada vez que es utilizada despierta el sentido de denuncia. La potencialidad de este estipulado consiste en dos palabras sencillas para movilizar el rechazo de los ciudadanos, evocando la imagen del político corrupto.
Por otro lado, se observó una comunidad oficialista que no logra tener una actividad en red que dispute este evento. Ante esta característica, este primer análisis insinúa la ausencia de polarización, en tanto no hay otra fuerza disputando el evento y predominan las voces opositoras.
En el caso analizado por Pérez Lagos y Cabral Salles (2018), los autores encuentran en Twitter un espacio democrático de circulación de la palabra ciudadana; y en el presente caso se advierte cómo #VacunatorioVip se transforma en un acto opositor, en donde resuena entre los mismos adeptos y seguidores (Calvo, 2015). No obstante, resulta sugerente observar aquellos perfiles cercanos o partidarios al gobierno actual también repudiando lo sucedido, y ajustándose a la imagen del ministro de salud.
La imagen del denunciante y el denunciado como referentes políticos del gobierno y afines al kirchnerismo no logra articular comunidades de adeptos visibles, por el contrario, se encuentran discursos que intentan despegar la acción de estos personajes de la fuerza política a la que pertenecen. Empero, la condena del hecho, si bien en distintos grados, no parece estar en duda aun entre el mismo arco político del denunciado.
Sobre la figura de Ginés, se encontró en el análisis de los comentarios a su publicación la construcción de la degradación y las características que se adjudican al hecho corrupto durante la pandemia. En mayor frecuencia rechazo, insultos y agravios a su persona, y la exaltación del amiguismo, el aprovechamiento y la vergüenza asociados al “robo” de vacunas. La disputa por la construcción de sentidos sobre el hecho corrupto se despliega en el espacio digital, dando lugar a acciones en la tuitósfera medios de comunicación y en las calles.
Por su finalidad descriptiva, este recorrido presenta múltiples interrogantes y huellas sobre las que seguir indagando, en especial respecto a la conformación de las fuerzas políticas y a los actores promueven el escándalo en redes. Entre las preguntas que surgen para nuevas vertientes de investigación se encuentran: ¿qué prejuicios y estereotipos circulan sobre lo corrupto?, ¿cómo se articulan los antagonismos políticos y cuál es su impacto en torno a este evento?, puntualizando en la transformación del ecosistema de medios a partir de las redes sociales ¿cómo se visibiliza el escándalo político sanitario a través de Twitter?, ¿qué elementos se modifican con respecto a la producción periodística- prensa? Ante esto, se continúa profundizando el análisis tomando como punto de incio estos primeros hallazgos.