Los bosques templados son uno de los ecosistemas con mayor deterioro por actividades antrópicas en todo el mundo (Hannah et al. 1995, Millar & Stephenson 2005). En México son el segundo ecosistema más dominante y transformado (Sánchez-Colón et al. 2009). Los bosques cercanos a grandes zonas urbanas son los más sometidos a fuertes presiones y disturbios, como el cambio de uso de suelo (McKinney 2002). De manera que, la resiliencia de estos ecosistemas juega un papel importante en el mantenimiento de su funcionalidad.
La capacidad de regeneración de una comunidad, a partir del banco de semillas, disminuye drásticamente con el incremento de las actividades antrópicas, que en conjunto ocasionan la pérdida del hábitat. Esto favorece la colonización de diferentes tipos de especies, entre las que se encuentran las malezas nativas o introducidas, y en consecuencia se generan cambios en la composición, abundancia y estructura de las comunidades (McKinney 2002, Tovar-Sánchez et al. 2004). Además, tiene implicaciones sobre las características del suelo, al modificar la estructura del mantillo, la cantidad de nutrientes, su grado de compactación, y capacidad de infiltración del agua de lluvia que en conjunto afectan negativamente la regeneración natural a partir del banco de semillas (Aide et al. 2000).
La dinámica y composición del banco de semillas de una comunidad vegetal determinan el potencial de la regeneración natural e influyen en la permanencia de las especies, así como en la trayectoria y destino de la sucesión secundaria (Martínez-Orea et al. 2013). La regeneración natural a partir de semillas depende de muchos factores, entre ellos los mecanismos de dispersión, la depredación, la formación de bancos de semillas, la latencia de las semillas y sus requerimientos particulares para germinar, así como también de los factores abióticos y de las estrategias biológicas que permiten el reclutamiento y establecimiento de nuevos individuos (Catovsky & Bazzaz 2002, Catovsky et al. 2002). Para la regeneración de cualquier comunidad vegetal se requiere de un suministro constante de semillas, mismo que determina la transición entre la incorporación de semillas y su germinación (Primack & Kang 1989). El banco de semillas es un reservorio evolutivo que depende de la historia de vida de las especies, la estructura de la vegetación, los disturbios naturales y antrópicos, la orientación de la ladera y otros procesos ecológicos y estocásticos; mediante los cuales se regula el flujo de semillas en el suelo (Martínez-Orea et al. 2013, Zepeda-Gómez et al. 2015). La dinámica y estructura de una comunidad depende de factores bióticos y abióticos, los cuales pueden actuar como filtros, limitando o facilitando la germinación y el establecimiento de las especies en un ecosistema (Catovsky et al. 2002).
Se ha comprobado que, en sitios con mayor recurrencia de disturbios, y como consecuencia cambios en las condiciones ambientales, la similitud tiende a aumentar entre el banco de semillas y la vegetación establecida, lo que refleja una mayor abundancia de especies características de la vegetación secundaria recién incorporadas al banco de semillas (Matus et al. 2003, Pakeman & Small 2005). La mayoría de los estudios que analizan la relación entre el banco de semillas y la vegetación establecida han encontrado una discrepancia entre la composición de especies (Martínez-Orea et al. 2013).
En el banco de semillas se encuentran diferentes grupos funcionales de especies que se pueden establecer en ambientes particulares y bajo diferentes factores generando el complejo ensamblaje de las comunidades vegetales (Castellanos-Castro & Bonilla 2011). Definiendo a los grupos funcionales como el conjunto de especies con atributos biológicos y estrategias de regeneración similares, que favorecen su éxito competitivo y tolerancia al estrés en condiciones ambientales similares (Dey et al. 2019). Por ejemplo, es el caso de especies catalogadas como malezas, o denominadas especies características que dependiendo del tipo de sustrato y perturbación pueden variar en sus abundancias, como respuesta a cambios en los factores abióticos (Verheyen et al. 2003).
Los bosques templados de Quercus spp., se caracterizan por una continua producción de hojarasca altamente lignificada, proveniente principalmente de árboles (Molofsky & Augspurger 1992, Kostel-Hughes et al. 2005), esta hojarasca se descompone muy lentamente por la composición química de las hojas así como por la falta de humedad, la baja temperatura y el pH ácido, lo que puede modificar algunos factores microambientales al actuar como un filtro físico (Vellend et al. 2000), que impide que algunas semillas se almacenen en el suelo y formen parte del banco de semillas. Aunado a esto, al modificar algunos factores abióticos (luz, temperatura, y precipitación entre otros) y del suelo (cantidad y calidad de la hojarasca, humedad y compactación) (Molofsky & Augspurger 1992) podrían afectar la germinación. Por lo que resulta de gran importancia conocer cómo actúa la hojarasca como filtro físico y considerar los atributos de las especies, ya que de ellos depende en buena parte, su capacidad de respuesta ante las barreras o “filtros” (Vellend et al. 2000).
En este trabajo a través de la composición y abundancia del banco de semillas y la vegetación establecida se identificaron los grupos funcionales que los componen bajo diferentes factores abióticos y de disturbio antropogénico en laderas orientadas al sur y laderas orientadas al norte del bosque de Quercus rugosa de la cuenca del río Magdalena (CRM), así como comparar la composición de las especies presentes en el banco de semillas del suelo con el de la hojarasca. Nuestras preguntas de investigación fueron ¿Qué factores abióticos determinan la germinación de nuevos individuos de distintos grupos funcionales? y ¿De qué manera esta información puede contribuir en la planeación de programas de conservación y restauración? Por lo que, nuestra hipótesis predice, que sí los factores abióticos (temporales y espaciales) determinan el ensamblaje de las especies presentes en la vegetación y el banco de semillas, estos actuarán como filtros de selección en la formación de grupos funcionales de especies. Dado que los filtros abióticos son más restrictivos en la temporada seca, se espera que la similitud de especies entre el banco de semillas y la vegetación en pie sea diferente entre temporadas. Además, debido a que el bosque bajo estudio es continuamente afectado por disturbios antropogénicos, la similitud de especies entre el banco de semillas y la vegetación en pie sea mayor a 50 %, por la presencia de especies de la vegetación secundaria, herbáceas y pioneras que conforman grupos funcionales característicos de etapas sucesiones tempranas. Esto podría, aportar información valiosa sobre la importancia que tienen los filtros en la dinámica del banco de semillas y contribuir a entender el papel de los grupos funcionales de especies que germinan en diferentes sustratos.
Materiales y métodos
Sitio de estudio. La cuenca del río Magdalena (CRM) se localiza a los 19° 13’ 53” - 19° 18’ 12” N y 99° 14’ 50” - 99° 20’ 30” O, forma parte de la Sierra de las Cruces, en el Eje Volcánico Transversal (Álvarez-Román 2000). Se localiza al límite suroccidental de la ciudad de México. Tiene una extensión de 2,925 ha (Ávila-Akerberg 2002) y su relieve montañoso va de los 2,470 m snm. en el noreste a los 3,850 m snm al suroeste. La vegetación está compuesta por tres tipos de bosque: bosque de Pinus hartwegii Lind. en las partes más altas; bosque de Abies religiosa (Kunth) Schltdl. & Cham., en la parte media; en las partes más bajas bosque Quercus rugosa Née. La CRM muestra diferentes actividades de disturbio antrópico recurrente, como ganadería, deforestación y deshierbe (chaponeo), que han promovido la pérdida de la biodiversidad y el incremento de la colonización de las especies introducidas (Martínez-Orea et al. 2019).
En el bosque de Q. rugosa se establecieron 15 parcelas al azar orientadas en la ladera norte y 15 orientadas en la ladera sur, todas de 5 × 5 m, donde se registró tanto en la temporada de secas (noviembre-mayo 2012) como en la de lluvias (junio-octubre 2013) la riqueza y abundancia de las especies de la vegetación establecida (VE), tomando en cuenta, las especies herbáceas y arbustivas con una altura menor a 3 m. Para determinar la riqueza y abundancia de las especies del banco de semillas (cuantificado a partir de las plántulas que emergen de los sustratos), en cada parcela se colectaron tres muestras de 300 g por cada uno de los sustratos determinados 1) hojarasca grande (HG) definida como los residuos sin descomponer, 2) hojarasca chica (Hch) definido como los residuos y hojas parcialmente descompuesta con presencia de materia orgánica (mantillo) y 3) suelo (Suelo) definido como el sustrato proveniente del primer horizonte mineral del suelo.
Las muestras de cada sustrato se colocaron en macetas de germinación de 30 × 15 × 7 cm, teniendo un total de 270 muestras independientes por temporada. En cada maceta se colocó una capa de 2 cm de profundidad de vermiculita sobre la cual se depositó la muestra para disminuir la pérdida de humedad. Las macetas se mantuvieron durante el año de estudio, en un vivero cerrado (30 % de condiciones de sombra) para evitar la contaminación de las muestras y cercano al sitio de estudio 2,500 m snm. temperatura promedio de 17 °C. Se registró la emergencia de plántulas quincenalmente durante un año, las plántulas emergidas se trasplantaron para permitir su crecimiento y posterior identificación.
En cada parcela se registró la orientación de la ladera (norte, sur). Durante cada temporada (lluvias y secas) se registraron los siguientes factores abióticos: luz y factores químicos del suelo. La luz se cuantificó a través de fotografías hemisféricas, las cuales fueron tomadas en cada parcela con un lente hemisférico y se analizaron con el software HemiView Canopy Image Analysis System, v.2.1 (Delta-T Devices 1998-1999), para estimar el factor de sitio global FSG (GSF, MJ/m-2/yr-1). También se realizó un análisis químico del suelo para conocer el pH, porcentaje de materia orgánica (MO), nitrógeno (N), potasio total (K) conductividad eléctrica (CE) y fósforo disponible (P).
Las especies se clasificaron en tres categorías: introducidas, malezas y características. Las introducidas fueron las especies que tienen un origen biogeográfico diferente a México; las malezas fueron aquellas especies que originalmente evolucionaron en nuestro país y que son comunes en sitios que están perturbados por actividades antropogénicas; las especies características fueron plantas nativas que se originaron en nuestro país y forman parte de la flora de bosques templados (Calderón de Rzedowski & Rzedowski 2005).
Análisis de datos. Para conocer el efecto temporal y espacial sobre la vegetación establecida (VE) y el banco de semillas (BS), se realizó un análisis de conglomerados mediante el método divisivo de dos vías (TWINSPAN), tomando en cuenta el porcentaje de similitud de acuerdo con el índice de Sørensen con el programa PC-ORD, ver. 7 (Peck 2016). En el análisis se clasificaron a las especies considerando el número de plántulas y de individuos por especie (abundancia absoluta) con relación a las parcelas (variación espacial; orientación de la ladera y temporal; temporada de seca y lluvia) (Hill 1979). Las especies que formaron una agrupación mayor al 50 % se definieron como grupos funcionales distintos. La representación gráfica de la relación de los grupos funcionales se realizó con el software R, v.3.5 (R Core Team 2018). Para este estudio los filtros ambientales son determinados con base en los cambios temporales (secas y lluvias) y espaciales (orientación de la ladera, hojarasca chica, hojarasca grande y suelo) a través de los cuales se modifican las condiciones de luz y las propiedades químicas del suelo. Autores como Egan & Ungar (2000), proponen la agrupación en conjunto de especies del banco de semillas y de la vegetación establecida para determinar grupos funcionales.
Posteriormente se realizó un procedimiento de Permutación de Respuesta Múltiple (MRPP) para examinar la disimilitud de especie entre y dentro de los grupos funcionales determinados, usando como medida de disimilitud el índice de Sørensen. El análisis MRPP es un procedimiento no paramétrico, ampliamente utilizado en los estudios de vegetación y de banco de semillas que evalúa las diferencias de composición de especies entre grupos basados en las matrices de disimilitud (Anderson & Walsh 2013). Para determinar si los valores de disimilitud entre grupos funcionales dependen de la escala espacial (orientación de la ladera) o temporal (temporada de seca y de lluvia), para cada una se realizó un análisis de varianza de permutación multivariado (PERMANOVA), usando 999 permutaciones Montecarlo aleatorias mediante el paquete estadístico de Vegan y RVAideMemoire con el R software, v. 3.5. El análisis de PERMANOVA se basa en el cálculo previo de la distancia entre dos objetos incluidos (similitud), basándose en la hipótesis nula de que la dispersión de los grupos con respecto al centroide son equivalentes para todos los grupos, por lo que el análisis prueba el efecto de factores en la separación de grupos en el espacio multidimensional de especies. PERMANOVA se basa en la prueba estadística de T y explica la significancia de separación entre grupos a través del valor de P (Anderson & Walsh 2013). Por último, con el fin de analizar la relación entre los factores abióticos y los grupos funcionales definidos se realizó un análisis multivariado de correspondencia canónica (CCA), realizado a través del software PC-ORD v.7 (Peck 2016).
Resultados
Similitud de especies entre banco de semillas (BS) y la vegetación establecida (VE). La vegetación establecida registró un total de 51 especies en la temporada seca y 58 especies en la temporada de lluvia. Respecto a su abundancia, se encontraron 684 individuos en los 750 m2 muestreados en ambas temporadas para la vegetación establecida (VE), mientras que en el banco de semillas (BS) se registró un total de 30 especies en secas y 22 especies en lluvias con una abundancia de 1,942 plántulas en total (Tabla 2).
Al comparar los índices de similitud entre los diferentes sustratos con la VE, se observó una mayor proporción de valores intermedios que oscilan entre los 0.4-0.6. De acuerdo a lo esperado la similitud entre la VE de la temporada de lluvias con el BS del sustrato HG de la temporada de lluvias fue bajo (índice de similitud = 0.194). Se observó que la mayor similitud fue entre el BS en el sustrato suelo (Suelo) en la temporada de lluvias con el BS en el sustrato Hch en la misma temporada (índice de similitud = 0.811) (Tabla 1, Figura 1).
VE-Ll | VE-Se | Suelo-Ll | Suelo-Se | HG-Ll | HG-Se | Hch-Ll | Hch-Se | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
VE-Ll | 1 | |||||||
VE-Se | 0.462 | 1 | ||||||
Suelo-Ll | 0.375 | 0.458 | 1 | |||||
Suelo-Se | 0.423 | 0.462 | 0.792 | 1 | ||||
HG-Ll | 0.194 | 0.258 | 0.370 | 0.258 | 1 | |||
HG-Se | 0.300 | 0.350 | 0.556 | 0.600 | 0.316 | 1 | ||
Hch-Ll | 0.390 | 0.390 | 0.811 | 0.683 | 0.400 | 0.552 | 1 | |
Hch-Se | 0.531 | 0.531 | 0.800 | 0.776 | 0.286 | 0.595 | 0.789 | 1 |
Grupos funcionales. En el análisis de clasificación (TWINSPAN) se determinaron nueve grupos funcionales de especies entre los tres sustratos del BS y la VE (Figura 1, Tabla 2). A continuación, se describen las características de cada uno:
Grupo 1.- Grupo que caracteriza la VE, asociado a la ladera norte tanto en lluvias como en secas, conformado por 23 especies donde Salvia mexicana, Clematis dioica, Piqueria trinervia y Senecio angulifolius fueron las especies más abundantes. 11 especies son malezas nativas y las restantes son especies características del bosque templado. Así mismo, lo integran herbáceas y arbustivas perennes, donde la barocoria y la anemocoria son los síndromes característicos de este grupo. Especies como Bouvardia ternifolia, Brickellia pendula y Valeriana clematitis. Estuvieron ausentes en el BS y presentes en la VE.
Grupo 2.- Grupo que caracteriza la VE y al sustrato Suelo, asociado a la ladera sur, tanto en secas como en lluvias, pero también se encuentra en la ladera norte, aunque con menores abundancias. Es el grupo más heterogéneo conformado por 42 especies donde Gamochaeta americana, Oxalis corniculata, Salvia gesnerifolia, y Solanun cervantesii, malezas nativas, así como Hedera helix y Plantago major especies introducidas. Es un grupo conformado por herbáceas perennes y arbustos, principalmente con síndromes de dispersión por anemocoria, barocoria y endozoocoria.
Grupo 3.- Grupo que caracteriza al sustrato Hch, asociado a la ladera sur en la temporada de secas. Conformado por 18 especies donde Buddleia cordata árbol nativo de la vegetación secundaria es la especie con mayor abundancia, integrado por especies de forma de crecimiento herbáceo donde el síndrome de dispersión representativo fue la anemocoria. También en este grupo se presentó Plantago major, una especie introducida.
Grupo 4.- Grupo que caracteriza al sustrato Suelo y al sustrato Hch, asociado principalmente en la ladera norte tanto en lluvias como en secas, aunque también se presentó en menor cantidad en la ladera sur. Conformado por 11 especies donde Phytolacca icosandra arbusto perenne fue la especie con mayor abundancia, es un grupo conformado por todas las formas de crecimiento donde siete son malezas y una especie introducida. Los síndromes de dispersión relevantes son anemocoria y la barocoria.
Grupo 5.- Grupo asociado al sustrato Suelo, característico de las laderas sur, en ambas temporadas. Está conformado por 22 especies donde el arbusto perenne Archibaccharis serratifolia, presento la mayor abundancia. En este grupo también se encontraron otros arbustos con las mismas características, como Senecio angulifolius y Baccharis conferta, Este grupo presento nueve especies de malezas y dos especies introducidas, los síndromes de dispersión relevantes son la anemocoria y la endozoocoria.
Grupo 6.- Grupo presente en todos los sustratos del BS y en la VE tanto en lluvias como en secas en ambas laderas. Conformado por 16 especies donde Bromus carinatus fue la especie más abundante, la mayoría de las especies de este grupo son malezas herbáceas perennes donde Senecio sarguisobae fue exclusiva de este grupo, predominó el síndrome de dispersión de la barocoria, y en este grupo también se presentaron dos especies introducidas.
Grupo 7.- Grupo presente en todos los sustratos, principalmente en el sustrato Suelo y Hch, asociado a ambas laderas en ambas temporadas. Conformado por 25 especies donde Iresine diffusa, fue la más abundante, seguida de Senecio angulifolius, Linum usitatissimum esta última especie introducida. La mayoría de sus especies son perennes, siendo solamente tres especies anuales. Sigesbeckia jorullensis fue exclusiva de este grupo. Los síndromes de dispersión característicos de este grupo en orden de importancia fueron la anemocoria, la endozoocoria, la baracoria y la exozoocoria.
Grupo 8.- Es un grupo presente en todos los sustratos del BS sin especies de la VE. Representado principalmente en la temporada de secas en ambas laderas, aunque presente en las lluvias en la ladera norte. Conformado por 24 especies donde Solanum nigrescens y Gamochaeta americana fueron las especies más abundantes, la mayoría de las especies son hierbas perennes, así como especies de otras formas de crecimiento en menores abundancias. Los síndromes de dispersión relevantes de este grupo fueron la endozoocoria, la anemocoria y la barocoria. En este grupo se presentaron tres especies introducidas con bajas abundancias.
Grupo 9.- Es un grupo que caracteriza al sustrato Suelo, asociado a la ladera sur en la temporada de secas. Conformado por 15 especies donde Solanum nigrescens, hierba perenne y de dispersión endozoocora fue la más abundante. La mayoría de las especies que lo conforman presentaron abundancias bajas. En este grupo los síndromes de dispersión dominantes fueron la anemocoria y la barocoria. Destaca la ausencia de especies introducidas.
Grupos | |||||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Número de individuos | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | ||||
Vegetación establecida (VE) | 358 | 253 | 5 | 2 | 0 | 37 | 39 | 0 | 0 | ||||
Sustrato suelo (Suelo) | 0 | 98 | 13 | 31 | 184 | 3 | 185 | 165 | 145 | ||||
Sustrato hojarasca chica (Hch) | 0 | 23 | 82 | 17 | 52 | 30 | 122 | 23 | 0 | ||||
Sustrato hojarasca grande (HG) | 0 | 2 | 28 | 1 | 0 | 18 | 17 | 19 | 0 | ||||
Abundancia total | 358 | 376 | 128 | 51 | 236 | 88 | 363 | 207 | 145 | ||||
Número de especies | |||||||||||||
Malezas | 11 | 13 | 8 | 7 | 9 | 9 | 11 | 10 | 8 | ||||
Introducidas | 0 | 4 | 1 | 1 | 2 | 1 | 2 | 2 | 0 | ||||
Características | 12 | 25 | 9 | 3 | 11 | 6 | 12 | 12 | 7 | ||||
Número total de especies | 23 | 42 | 18 | 11 | 22 | 16 | 25 | 24 | 15 | ||||
Número de muestras | 25 | 33 | 14 | 13 | 15 | 17 | 30 | 31 | 9 | ||||
Muestras en lluvias norte/sur | 10/1 | 7/12 | 2/2 | 3/1 | 0/5 | 2/7 | 4/7 | 8/2 | 2/1 | ||||
Muestras en secas norte/sur | 13/1 | 5/9 | 4/6 | 7/2 | 0/10 | 4/4 | 14/5 | 11/10 | 1/4 | ||||
Abundancias | FC | CV | SD | ES | |||||||||
Salvia mexicana L. | 163 | 25 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | a | p | bar | m |
Gamochaeta americana (Mill.) Wedd. | 0 | 30 | 4 | 2 | 6 | 0 | 1 | 47 | 8 | h | a | ane | m |
Buddleia cordata Kunth | 1 | 2 | 84 | 0 | 0 | 0 | 1 | 2 | 1 | ar | p | ane | c |
Phytolacca icosandra Sims. | 4 | 3 | 4 | 29 | 7 | 3 | 18 | 9 | 2 | a | p | end | m |
Archibacaris serratifolia (Kunth) S.F.Blake | 0 | 0 | 3 | 1 | 111 | 2 | 10 | 6 | 1 | a | p | ane | m |
Bromus carinatus Hook. et Arn. | 1 | 8 | 3 | 2 | 5 | 38 | 4 | 12 | 0 | h | p | bar | m |
Iresine diffusa Humb. et Bonpl. ex Willd. | 1 | 2 | 0 | 2 | 3 | 0 | 137 | 2 | 0 | h | p | ane | m |
Senecio angulifolius DC. | 20 | 17 | 2 | 3 | 27 | 0 | 61 | 0 | 1 | a | p | ane | c |
Solanum nigrescens M.Martens et Galeotti | 0 | 2 | 7 | 3 | 16 | 1 | 19 | 55 | 96 | a | p | end | m |
Linum usitatissimum L. | 0 | 2 | 0 | 2 | 3 | 2 | 54 | 2 | 0 | h | a | bar | i |
Clematis dioica L. | 29 | 4 | 3 | 2 | 2 | 6 | 13 | 4 | 2 | at | p | ane | m |
Piqueria trinervia Cav. | 24 | 19 | 0 | 0 | 0 | 0 | 2 | 0 | 0 | h | p | ane | m |
Oxalis corniculata L. | 2 | 27 | 4 | 0 | 1 | 7 | 0 | 5 | 0 | h | p | ane | m |
Salvia gesneriflora Lindl. et Paxton | 2 | 25 | 0 | 0 | 0 | 4 | 2 | 0 | 0 | h | p | bar | m |
Solanum cervantesii Lag. | 8 | 22 | 1 | 2 | 6 | 1 | 3 | 12 | 2 | a | p | end | c |
Hedera helix L. | 0 | 21 | 0 | 0 | 0 | 2 | 0 | 0 | 0 | at | p | end | i |
Prunus serotina (Cav.) McVaugh | 0 | 20 | 5 | 0 | 1 | 4 | 3 | 2 | 0 | ar | p | end | c |
Physalis coztomatl Moc. et Sessé ex Dunal | 0 | 1 | 0 | 1 | 19 | 0 | 5 | 4 | 0 | a | p | end | c |
Fragaria mexicana Schltdl. | 0 | 3 | 1 | 0 | 2 | 0 | 7 | 14 | 3 | h | p | end | c |
Alchemilla procumbens Rose | 1 | 26 | 1 | 0 | 1 | 1 | 4 | 12 | 0 | h | p | bar | m |
Roldana barba-johannis (DC.) H.Rob. et Brettell | 10 | 9 | 1 | 0 | 3 | 2 | 0 | 0 | 0 | a | p | ane | c |
Salvia microphylla Kunth | 12 | 12 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | a | p | bar | c |
Acaena elongata L. | 0 | 10 | 0 | 0 | 0 | 4 | 1 | 0 | 0 | a | p | exo | m |
Stachys repens M. Martens et Galeotti | 0 | 12 | 0 | 1 | 0 | 0 | 1 | 2 | 1 | h | p | bar | c |
Baccharis conferta Kunth | 0 | 0 | 0 | 0 | 15 | 0 | 0 | 0 | 0 | a | p | ane | c |
Commelina coelestis Willd. | 4 | 10 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | h | p | bar | m |
Plantago major L. | 0 | 14 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 3 | 0 | h | p | ane | i |
Senecio sanguisorbae DC. | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 8 | 0 | 0 | 0 | h | p | ane | c |
Sonchus oleraceus L. | 0 | 1 | 0 | 0 | 2 | 0 | 6 | 0 | 0 | h | a | ane | i |
El análisis de permutación de respuesta múltiple, basado en los coeficientes de similitud de Sørensen, mostró una diferencia significativa de la composición entre los grupos funcionales (A = 0.43; T = - 46.160; P < 0.001). La similitud dentro de los grupos funcionales 1, 9 y 8 mostraron los más altos valores del índice de similitud de composición de Sørensen, mientras que el grupo 2 mostró el menor valor del índice de similitud de composición (Figura 2).
Efecto ambiental sobre los grupos funcionales. El PERMANOVA indicó que la disimilitud de los grupos funcionales fue explicada de forma significativa por la temporada y la orientación (P < 0.005, Tabla 1). Sin embargo, la interacción entre estos dos factores fue significativa (Tabla 3). Estos resultados demuestran que la temporada y la orientación de la ladera actúan de forma independiente como filtros ambientales de selección en las especies.
d.f. | SS | MS | F | R2 | P | |
---|---|---|---|---|---|---|
Temporada | 1 | 0.981 | 0.981 | 2.348 | 0.012 | < 0.005* |
Orientación ladera | 1 | 3.145 | 3.144 | 7.525 | 0.038 | < 0.005* |
Temporada x Orientación ladera | 2 | 0.571 | 0.570 | 1.365 | 0.006 | 0.138 |
Residual | 183 | 76.43 | 0.417 | 0.94 |
El análisis de correspondencias canónico entre los factores abióticos y los grupos funcionales, mediante la prueba de permutaciones de Monte Carlo, tuvo una representación significativa (P < 0.05, Tabla 4). De acuerdo con el CCA la luz está asociada positivamente con los grupos 5 y 6, siendo esta una variable indicadora de la abundancia de los diferentes sustratos del BS. La altitud y la conductividad eléctrica del suelo mostraron una relación positiva con los grupos 3 y 7, la cantidad de nitrógeno total, el fósforo disponible, el potasio total y el porcentaje de materia orgánica del suelo, así como la pendiente y la orientación de la ladera se encontraron asociados con los grupos 1, 4, 8 y 9. El pH se encontró asociado con el grupo 2, mostró una tendencia significativa entre los factores abióticos y la distribución de los grupos (Figura 3).
Ejes | Eigen valores | Media | Mínimo | Máximo | P |
---|---|---|---|---|---|
1 | 0.239 | 0.131 | 0.073 | 0.231 | 0.0010 |
2 | 0.110 | 0.088 | 0.044 | 0.141 | |
3 | 0.076 | 0.062 | 0.032 | 0.109 |
Discusión
El ensamblaje de una comunidad depende de factores bióticos y abióticos, los cuales pueden actuar como filtros, limitando o facilitando la germinación y el establecimiento de las especies en un ecosistema (Booth & Larson 1999). Este estudio apoya lo anterior ya que, independientemente de los atributos funcionales de cada especie para que sus semillas germinen y sus individuos sean reclutados; los factores abióticos del sitio son decisivos en la dinámica del banco de semillas en la comunidad. La liberación y reciclaje de nutrientes como producto de la descomposición de la materia orgánica y la hojarasca afectan directamente a la vegetación establecida (Wardle et al. 2002).
De acuerdo con el índice de similitud de Sørensen menos del 50 % de las especies son compartidas entre el banco de semillas y la flora establecida. En un estudio previo se reportó una similitud de 31 % entre ambos componentes en bosques afectados por la roza, tumba y quema (Martínez-Orea et al. 2013). El bosque de encinos del sitio de estudio es constantemente afectado por la urbanización (ya que está inmerso en la Ciudad de México) y la ganadería, lo que puede explicar la alta similitud (> 50 %) reportada en el banco de semillas del sustrato hojarasca chica (Hch) para la temporada seca. Este resultado podría deberse a la fenología reproductiva de las especies que dispersan sus semillas principalmente en la temporada seca (Martínez-Orea et al. 2013, Bonilla-Valencia et al. 2017), integrándose en el sustrato Hch. Por lo tanto, la temporalidad tuvo un efecto significativo sobre la riqueza y abundancia de especies en los grupos funcionales que caracterizaron este sustrato en el análisis.
Los grupos funcionales estuvieron representados por las diferencias de abundancia en las especies. Los grupos 1 y 2 caracterizan a la flora, los cuales presentaron una respuesta significativa a la temporalidad y a la orientación de la ladera. Esto podría sugerir que estos grupos de especies están formados principalmente por pioneras con ciclos de vida cortos (Baker 1974), cuya germinación y establecimiento se ven favorecidos en condiciones de disturbios frecuentes (Martínez-Orea et al. 2013). Aunado a esto, los factores abióticos de los sitios con mayor frecuencia de disturbios antrópicos pueden ser adecuados para el establecimiento de especies de sitios perturbados, con alta plasticidad fenotípica y tolerancia al estrés. La germinación de estas semillas puede presentar mayores porcentajes en sitios con mayor incidencia de luz y mayor temperatura (Radosevich et al. 2007).
En las laderas orientadas al sur la cantidad de luz que incide en los sitios es mayor (Méndez-Toribio et al. 2016). Además, es en estos sitios donde el dosel es más abierto y por lo tanto el porcentaje total de luz que incide es también mayor que en las parcelas con orientación norte. Este factor fue determinante para la abundancia de algunas especies que caracterizaron algunos grupos del banco en sus diferentes sustratos como Archibaccharis serratifolia (Kunth) S.F.Blake, Iresine diffusa Humb. & Bonpl. ex Willd. y Physalis coztomatl Dunal, las cuales están catalogadas como malezas y germinan en condiciones de luz y temperaturas cálidas (Baskin & Baskin 2004, Calderón de Rzedowski & Rzedowski 2005). Baccharis conferta Kunth es una especie pionera que crece bajo claros del dosel en bosques de Abies religiosa (Cornejo-Tenorio et al. 2003). Senecio barba-johannis (DC.) H.Rob. & Brettell es una especie característica de la vegetación secundaria (Calderón de Rzedowski & Rzedowski 2005). Sonchus oleraceus L. y Linum usitatissimum L. se han registrado en estudios anteriores en el bosque de Q. rugosa (Castro-Gutiérrez 2013), estas dos últimas son especies herbáceas, malezas introducidas de Europa y Asia, respectivamente, e intolerantes a la sombra, lo cual sugiere que la luz es un factor limitante para su emergencia desde el banco (Fenner 1987, Salonen & Suhonen 1995). Además, S. oleraceus produce una gran cantidad de semillas (Chauhan et al. 2006), por lo que su aporte al banco es importante y dado que sólo una baja proporción de sus semillas presentan latencia innata (> 20 %), germina entre un 65 y un 100 % después de ser dispersadas. Por otro lado, esta especie puede formar parte del aporte transitorio de los bancos de semillas que precisamente contiene semillas sin latencia (Baskin & Baskin 2004). Del mismo modo L. usitatissimum, también se registró como parte de un componente transitorio pues su germinación rápida después de su integración al suelo permite suponer que carece de latencia (Dexter et al. 2011), por lo que formaría parte de un banco de semillas transitorio en el sitio de estudio.
Es importante mencionar que en todos los grupos la composición de especies que caracterizaron los sustratos estuvo representada por especies catalogadas como malezas nativas. Por ejemplo, Baccharis conferta no crece bajo un dosel cerrado y define al grupo 5 que está conformado por especies que solo se encontraron en la ladera sur. La intolerancia a la sombra y el fotoblastismo positivo (germinación solo bajo incidencia de luz) son características de las especies con semillas pequeñas, que por lo general pueden llegar a partes profundas del suelo (Arévalo & Fernández-Palacios 2000), lo que explica que los diferentes sustratos pueden actuar como filtros para la permanencia/emergencia de las semillas en el banco.
El sustrato Suelo presentó la mayor riqueza y abundancia de especies de los diferentes grupos funcionales. Senecio angulifolius D.C. y Solanum nigrum M.Martens et Galeotti son especies que tienen poblaciones de semillas que pueden germinar en condiciones de luz rojo lejano (Taab & Andersson 2009), las cuales se encuentran bajo un dosel cerrado (Górski et al. 1978). Estas especies pueden permanecer viables mientras están enterradas, hasta que ocurre un disturbio, se ha reportado que sus tiempos de viabilidad se pueden extender hasta por dos años, aunado al hecho de que S. angulifolius ha mostrado porcentajes de germinación cercanos al 50% en condiciones de luz rojo lejano (Martínez-Orea et al. 2019). Para el bosque estudiado estas especies fueron características de los grupos 7 y 8, respectivamente. Además, los grupos 7 y 8 tuvieron altas abundancias en laderas al sur en los sustratos Suelo y Hch, y de acuerdo con Baskin y Baskin (2004) podrían formar parte del aporte persistente del banco de semillas. Por otro lado, algunas especies de los géneros Senecio y Solanum pueden tener una proporción alta de semillas con latencia fisiológica y latencia innata respectivamente y también se les ha encontrado en otras fuentes de la regeneración natural como la lluvia de semillas de este bosque (Ren & Abbott 1991, Commander & Kollo 2008, Martínez-Orea et al. 2013).
Por lo general la composición del banco de semillas en bosques templados carece de especies arbóreas (Kjellsson 1992), sin embargo, reportamos a Prunus serotina McVaugh, Buddleja cordata Kunth y Clethra mexicana DC., como componentes arbóreos en las laderas orientadas al norte. En estos sitios la temperatura y sobre todo la humedad podrían ser los factores que determinan su presencia en los grupos 2 y 3 con abundancias intermedias en el BS sustrato Suelo y de la VE. Las plántulas de P. serotina y B. cordata únicamente se registraron en la temporada de lluvias, lo cual sugiere que requieren de niveles de humedad altos. Esto explica que estos grupos dependen del microclima más húmedo y menos caluroso que se genera gracias a la orientación de la ladera (Nevo et al. 1999).
Phartyal et al. (2009) reportaron a P. serotina como una especie que puede germinar en diferentes sustratos, como en nuestro estudio, por lo que su germinación no está limitada por los filtros de los diferentes sustratos, sino por las condiciones del efecto de ladera. Por otro lado, estos autores mencionan que no sólo la temperatura tiene un efecto en su germinación, sino que ambientes muy húmedos favorecen su germinación, principalmente en sitios orientados al norte. Además, tanto P. serotina como B. cordata han sido ya reportadas como componentes importantes del banco de semillas para la zona de estudio (Martínez-Orea et al. 2013).
Mientras el microclima de las parcelas orientadas al norte puede favorecer a las especies arbóreas, las especies de malezas arbustivas y herbáceas podrían verse favorecidas en sitios con mayor incidencia de luz. Esto explicaría la presencia de los grupos donde especies como A. serratifolia, Bouvardia ternifolia (Cav.) Schltdl y Oxalis corniculata L. son características en la ladera orientada al sur. Sin embargo, la humedad parece ser un factor determinante para su crecimiento, ya que solo se registraron para la flora durante la temporada de lluvias, al igual que las especies de malezas nativas como Senecio sanguisorbae DC., Bromus carinatus Hook. & Arn. y Commelina coelestis Willd. Estas últimas especies también abundaron en los grupos caracterizados por su orientación al norte, con una incidencia de luz total del 26 %.
El grupo 2, caracterizado por Gamochaeta americana Mill., incluyó a Hedera helix L. (especie introducida, Calderón de Rzedowski & Rzedowski 2005), que predominó en la flora del bosque de las laderas al norte. Esta especie podría verse favorecida por el microclima húmedo, el cual se asemeja al clima europeo de donde esta especie es originaria. El contenido de humedad en el suelo de las laderas al norte puede generar una mayor disponibilidad de nutrientes para las especies, tal puede ser el caso de la maleza nativa Salvia mexicana L., la cual fue la más abundante en el grupo 1 en las parcelas orientadas al norte.
Algunas características del suelo como el pH y el contenido de nitrógeno pueden también afectar la germinación y el establecimiento de las especies. El suelo de las laderas al norte contiene mayor porcentaje de materia orgánica, nitrógeno, potasio y fósforo que los suelos de laderas con orientación sur. El nitrógeno y el potasio son nutrientes esenciales, sobre todo durante etapas tempranas del crecimiento de las plántulas de muchas especies (Fenner 1987). En un estudio realizado por Mendoza-Hernández et al. (2014), se observó que la mortalidad de S. mexicana es baja y su crecimiento incrementa en micrositios húmedos. Llama la atención su ausencia en los diferentes sustratos del banco pues Jiménez-Hernández (2016) la reportó previamente para la zona de estudio.
Los resultados muestran que, dependiendo del tipo de sustrato en el que se encuentre la semilla, su germinación se ve favorecida o inhibida. El sustrato Suelo tuvo un efecto positivo sobre la germinación de las semillas, los sustratos de la hojarasca tuvieron un efecto negativo sobre algunas especies. Dado que la mayor riqueza y abundancia se presentó en el sustrato Suelo en todos los grupos y temporadas lo cual podría estar relacionado con la composición de especies. Así podemos ver que dentro de los grupos hubo una alta similitud, pero resultaron diferentes entre ellos, esto puede deberse por un lado a que la mayoría de los sitios de donde se tomaron las muestras presentó una capa muy gruesa (mayor a 30 cm) de hojarasca proveniente principalmente de los árboles de Q. rugosa, sobre todo en aquellos orientados al norte. Por otro lado, hay parcelas donde la hojarasca está compuesta parcialmente por hojas de otros encinos (Quercus spp.) y de otras especies arbóreas, que incluyen a Garrya laurifolia Benth., P. serotina y A. religiosa, en algunas parcelas el suelo estaba pobremente cubierto por una capa de HG y el Suelo estaba parcialmente expuesto.
Los sustratos de hojarasca no fueron un impedimento para la entrada de semillas al banco del sustrato Suelo, ya que el número de plántulas emergidas fue mucho mayor en la mayoría de los grupos. Cabe resaltar que se presentaron diferencias significativas entre sustratos y temporadas. Las diferencias de abundancia entre los sustratos podrían estar relacionadas con la temporada de la dispersión de las semillas. Probablemente muchas de las especies que germinaron en la hojarasca dispersan sus semillas durante la temporada de secas, por lo que casi en todos los grupos se encontraron plántulas que germinaron en la hojarasca. Durante la temporada de lluvias se observó una drástica disminución en la riqueza y abundancia en las plántulas emergidas en la hojarasca, pero no en el suelo, ya que existe una mayor entrada de semillas al banco del sustrato Suelo durante la temporada de secas. Al llegar al Suelo, estas semillas pueden formar parte del banco de semillas y germinar en cuanto los factores abióticos sean los indicados para su reclutamiento y establecimiento en la vegetación, posiblemente durante la temporada de lluvias. Esto podría explicar el elevado número de plántulas que emergieron del suelo en esta temporada. Es importante considerar que las especies introducidas que se encuentran tanto en el banco como en la flora pueden desempeñarse como invasoras afectando a otras especies del sistema, por ejemplo, reduciendo la producción de semilla de las especies nativas, por lo que en algunos programas de restauración se ha optado por removerlas de la vegetación (Cook-Patton & Agrawa 2014). Por lo anterior, sería adecuado mantener el monitoreo de esas especies en el sitio de estudio.
El presente estudio permite conocer que especies se encuentran formando parte del banco de semillas y de la flora en pie en un bosque afectado por disturbios antropogénicos. Esta información es útil porque permite saber cuáles especies pueden germinar desde diferentes sustratos del suelo y en que temporadas y es importante para conocer algunos de sus requerimientos para germinar, así como su disponibilidad como parte del potencial de regeneración natural bajo las presiones antropogénicas en el sitio. Por otro lado, debemos considerar que los resultados observados en vivero pueden subestimar las abundancias de algunas especies porque sus respuestas germinativas pueden ser distintas a las que se pudieran observar en el campo (Ter Heerdt et al 1999, Brown 1992), principalmente debido a las diferencias en los factores de luz, temperatura y humedad entre estos dos sitios. Por esto es importante que los factores sean los adecuados para la germinación de la mayoría de las especies (Gross 1990), por lo que se decidió colocar el vivero muy cercano al área de estudio. Sin embargo, incluso en el campo la luz es un factor sumamente cambiante debido a la cobertura del dosel, la orientación de la ladera, la época del año, hora del día y la micro topografía, por lo que su variabilidad es alta incluso entre micrositios del bosque (Méndez-Toribio et al. 2016, Zhu et al. 2003). Por lo tanto, los estudios de la composición del banco de semillas realizados en condiciones de vivero tratan de capturar algo de la dinámica en las respuestas de las especies a su ambiente ya que experimentalmente no siempre es posible tener muestras de suelo en el campo, pues otros factores como la pérdida de las macetas, su contaminación con otras semillas en dispersión y/o su depredación son de difícil control en este caso.
En conclusión, el conocimiento de los factores que actúan como filtros para el establecimiento de diferentes grupos funcionales de especies, resulta de gran importancia en la conservación y restauración en este bosque a través del banco de semillas; mediante el cual, se determina la estructura de una comunidad e influye en la resiliencia ante los incrementos de abundancia de especies invasoras o indicadoras de perturbación en la vegetación establecida. Dentro de los grupos coexisten diferentes tipos de especies los cuales responden a los filtros abióticos y cambian tanto en la temporalidad como en la orientación lo cual tiene un efecto sobre la riqueza y abundancia de los grupos funcionales.
Dado que se encontraron especies nativas dentro de cada grupo funcional con diferentes estrategias de formación de banco de semillas, tales como las que germinan inmediatamente después de su dispersión y aquellas que permanecen latentes como parte de un banco permanente por lo que esto representa una ventaja para el potencial de regeneración natural.