Durante la infancia de los hijos los padres son quienes toman las decisiones sobre las reglas familiares así como lo que sus hijos pueden o no pueden hacer. A medida que los hijos entran en la adolescencia, las relaciones familiares se transforman y es necesario pasar de la autoridad unilateral paterna a la comunicación cooperativa con el hijo (Musitu, Estévez, Jiménez & Herrero, 2007).
La transición a la cooperación y reciprocidad genera conflictos entre los padres y sus hijos adolescentes es decir, discrepancias de intereses, expectativas o aspiraciones que no pueden ser alcanzadas por los dos interactuantes al mismo tiempo (Rubin, Pruitt & Hee, 1994). Durante la adolescencia, los conflictos entre padres e hijos a menudo se consideran como una expresión de autonomía, pero el vínculo entre ellos sigue siendo crucial para el desarrollo psicológico del adolescente (Yeh, Tsao & Chen, 2009).Si no se desarrollan habilidades para resolver los conflictos, se generará una separación afectiva o la convivencia se basará en emociones negativas (Rice, 2000)
La negociación es primordial para lograr la solución de conflictos. Los estilos de negociación son estrategias con que las personas resuelven o enfrentan sus desacuerdos o conflictos (Flores, Díaz-Loving & Rivera, 2004).En la adolescencia temprana es poco probable que las discusiones se resuelvan mediante el compromiso y la negociación, es muy frecuente que el joven abandone la discusión al percibir que sus padres imponen su punto de vista (Oliva, 2006). En la medida en que vayan pasando los años la sumisión de los hijos disminuirá mientras que aumentarán las habilidades de negociación (Smetana & Gaines, 1999).
Referente a las diferentes estrategias utilizadas entre chicos y chicas, Garagorbodil y Meganto (2001) hallaron que las chicas utilizan más estrategias de resolución de conflictos positivas-cooperativas (es decir, muestran interés por la causa y origen del conflicto, se centran en encontrar la mejor solución y actúan cooperativamente) y los chicos estrategias más agresivas (lo cual implica centrarse en si mismo, querer que la cosas se hagan a la manera propia actuando de forma autoritaria).
Con respecto al contenido de los conflictos entre padres e hijos mexicanos, Pérez y Pineda (2013) encontraron que las discusiones giran alrededor de conductas cotidianas como el aprovechamiento escolar, cumplimiento de normas familiares, amistades y conductas de riesgo. No obstante, el aumento de la intensidad de los conflictos está más ligada con la forma de solucionarlo que con su frecuencia o temática (Oliva & Parra, 2004).
Al momento de explicar la forma en la que se solucionan los conflictos es necesario considerar los estilos parentales, definidos como las actitudes de los padres, prácticas y expresiones no verbales que caracterizan la naturaleza de las interacciones entre padres e hijos a través de diversas situaciones (Darling & Steinberg, 1993). En este sentido, Pérez y Aguilar (2009) encontraron que los adolescentes reportan más conflictos cuando sus padres son más autoritarios o violentos al comunicarse y cuando perciben inflexibilidad familiar. Las madres, relacionaron al conflicto con estilos comunicativos violentos tanto en sus hijos como en ellas mismas.
Oliva y Parra (2004) mencionan que los padres deben adaptar sus estilos disciplinariosa las necesidades de sus hijos adolescentes o de lo contrario es muy probable que aparezcan problemas de adaptación del chico o chica. McKinney y Renk (2011) encontraron que la paternidad autoritativa genera entornos familiares coherentes y adaptables, así como niveles bajos de conflicto están relacionados con un menor número de problemas de internalización y externalización durante la adolescencia temprana.
Los resultados de este estudio son parte de una investigación más amplia desarrollada en el municipio de Ixtapaluca en el estado de México. Ixtapaluca se ubica en el décimo lugar entre los 125 municipios que componen el estado por sus altos índices delictivos (SESNSP, 2012). En consecuencia, los pobladores sufren de las consecuencias de la violencia social en la comunidad: Ausentismo escolar, incidencia en el consumo de alcohol, cigarro y otras sustancias ¡lícitas, violencia familiar (marital y parental), pobreza y marginación, por mencionar algunas. Dichos estresores psico-sociales afectan la relación entre padres e hijos. El vivir en un contexto clasificado como agreste crea demandas con las que padres e hijos tienen que enfrentarse y que muchas veces no tienen las herramientas para hacerlo (Thompson & Waters, 2010).
Dadas las repercusiones en la vida cotidiana que tienen los conflictos y la forma de plantear los desacuerdos en la relación parental, el objetivo principal de este estudio fue analizar la influencia de los estilos parentales en la negociación y el conflicto entre padres y adolescentes, desde la perspectiva de cada uno. Por lo tanto se dividió al estudio en dos fases. El propósito de la primera fase fue analizar las interrelaciones entre los estilos parentales que el adolescente percibe de ambos padres y los estilos de negociación que el adolescente utiliza, ya que el estilo parental es un factor importante al momento de explicar el estilo de negociación que los adolescentes usan con sus padres. El objetivo de la segunda fase fue analizar la influencia que tienen los estilos parentales en el conflicto padres-adolescentes, desde la perspectiva de los padres y madres.
Primera Fase
Método
Participantes
A través de un muestreo no probabilístico intencional, se encuesto a 258 adolescentes de una secundaria pública de Ixtapaluca.El 57.9% son mujeres y el 42.1% son hombres. Las edades de los chicos oscila entre los 12 y 16 años (x¯=13.16 años). Respecto al grado, el 42% pertenecía al primer grado, 36% al segundo, 20% al tercero y 2% no indicó.
Instrumentos
Estilos parentales
EMBU-I (Caraveo, Guzmán, Villalobos, Pérez & Reyes, 2007) revalidado para este estudio. La escala mide el estilo parental de mamá y papá. Consta de 49 reactivos, agrupados en tres escalas, con cinco niveles de respuesta que van del nunca al siempre:
Calidez (16 ítems) Escala compuesta por aspectos físicos (besos, abrazos) y verbales (cumplidos) de aceptación, estimulación por parte de los progenitores, confianza, apoyo sin intrusión y se toma en cuenta el punto de vista y opiniones del hijo(a).
Rechazo (14 ítems) Escala caracterizada por elementos de hostilidad física y verbal, conductas abusivas y punitivas, degradación, menosprecio, critica e indiferencia y negligencia.
Control (19 ítems) Describe el intento de los progenitores por controlar la conducta del hijo(a), altas exceptivas de logro en tareas que realiza el chico(a), imposición y obediencia de normas estrictas.
Estilos de negociación parental
Inventario de estilos de negociación (Flores et al., 2004) validado y adaptado para medir el estilo de negociación en adolescentes. Consta de 26 reactivos, agrupados en cuatro dimensiones, con cinco niveles de respuesta que van del nunca al siempre:
Colaboración-equidad (8 ítems): Es una estrategia donde ambas partes ganan. Se colabora con la otra persona llegando a un acuerdo mutuo en forma creativa, no sólo cediendo la mitad sino creando una solución novedosa y conjunta.
Acomodación (7 ítems): Esta estrategia incluye sacrificar las propias metas para satisfacer las necesidades del otro, y protege las relaciones mediante el dar al otro, quien alcanza sus propios beneficios a expensas de quien se acomoda.
Competencia (4 ítems): En esta estrategia, la gente procura maximizar sus beneficios mientras que provoca altos costos para el otro. Las situaciones de afrontamiento son vistas como situaciones en las que se tiene que ganar o perder. Esta estrategia es una aproximación orientada al poder, en la cual la gente trata de usar cualquier medio que le permita defender o ganar una posición que se considere la correcta.
Evitación (4 ítems): Es una estrategia en la que el individuo permite que dicha situación se deje sin resolver o que la otra persona tome la responsabilidad para resolver el problema. Los evitadores tienen un punto de vista negativo del conflicto y tienden a manejarlo diploma-ticamente retirándose de la situación. En algunos casos, esta estrategia permite a los otros lograr sus metas porque no hay oposición por parte del que evita.
Resultados
Para determinar la validez de constructo de cada de una de las escalas se realizó un análisis factorial, el método utilizado fue el de componentes principales con rotación Varimax. Para la escala de negociación se obtuvieron 4 factores: Colaboración equidad, acomodación, competencia y evitación, cada uno con valores eigen mayores de al 49%. Respecto al EMBU, el análisis arrojo 3 factores: Control, calidez y rechazo; los valores eigen fueron superiores al 45%.
Se determinó la consistencia interna por medio del coeficiente a de Cronbach. Referente a la dimensión de evitación, obtuvo un alfa de .14, por lo cual tuvo que ser eliminada para el análisis estadístico posterior. En las tablas 1 a 3, se muestra los estadísticos descriptivos, valores alfa y eigen de cada escala. Se concluye que ambos instrumentos resultaron ser validos y confiables.
Dimensión | Rango | Media | D.E. | Asimetría | Curtosis | α | Valor Eigen | Reactivos |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Colaboración equidad | 32 | 20.58 | 6.38 | .693 | .562 | .832 | 52.37% | 8 |
Acomodación | 28 | 20.04 | 5.21 | -.041 | .145 | .728 | 56.91% | 7 |
Competencia | 16 | 12.39 | 3.90 | -.221 | -.599 | .694 | 55.50% | 4 |
Evitación | 16 | 11.10 | 2.81 | .305 | .624 | .145 | 49.43% | 4 |
Dimensión | Rango | Media | D.E. | Asimetría | Curtosis | α | Valor Eigen | Reactivos |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Calidez | 64 | 34.94 | 13.7 | .896 | .397 | .916 | 53.46% | 16 |
Rechazo | 47 | 50.81 | 10.2 | -.626 | -.252 | .837 | 51.30% | 14 |
Control | 58 | 59.63 | 9.51 | -.343 | .425 | .603 | 60.38% | 19 |
Dimensión | Rango | Media | D.E. | Asimetría | Curtosis | α | Valor Eigen | Reactivos |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Calidez | 62 | 36.84 | 14.11 | .759 | .080 | .918 | 53.22% | 16 |
Rechazo | 48 | 52.63 | 9.30 | -.562 | .059 | .775 | 45.26% | 14 |
Control | 51 | 57.64 | 8.87 | .1 | .120 | .615 | 55.69% | 19 |
Para conocer la relación entre las variables se ejecutó una correlación de Pearson. Los resultados indican que la calidez de papá se relaciona positivamente con la colaboración-equidad y con el estilo de acomodación, mientras que se relaciona negativamente con la competencia. El control parental correlacionó con los tres estilos de negociación. El rechazo correlacionó positivamente con la competencia y negativamente con la colaboración-equidad y acomodación (ver Tabla 4).
Estilo de negociación del adolescente | Estilo Parental Paterno | |||||
---|---|---|---|---|---|---|
Calidez | Control | Rechazo | ||||
r | p | r | p | r | p | |
Colaboración equidad | .594 | 0.01 | .215 | 0.01 | -.320 | 0.01 |
Acomodación | .410 | 0.01 | .178 | 0.01 | -.216 | 0.01 |
Competencia | -.204 | 0.01 | .289 | 0.01 | .456 | 0.01 |
Respecto al estilo parental materno se encontraron relaciones similares a los del padre, calidez se relaciona positivamente con la colaboración-equidad y con el estilo de acomodación, mientras que se relaciona negativamente con la competencia. El rechazo correlacionó positivamente con la competencia y negativamente con la colaboración-equidad y acomodación. El control maternal solo correlacionó con el estilo de competencia (ver Tabla 5).
Segunda Fase
Método
Participantes
Se encuesto a 91 padres de adolescentes. Respecto al sexo, 17.6% (n = 16) fueron hombres y 82.4% (n = 75) fueron mujeres. La edad media fue de 39.45 años. Sobre la escolaridad, el 52.7% estudio hasta secundaria.
Instrumentos
Para medir el conflicto parental se utilizó la escala de Conflicto Familiar en la Adolescencia (Aguilar, Valencia & Lemus, 2007).La cual consta de 15 temas de conflicto potencial entre padres e hijos y evalúa tanto la frecuencia como la intensidad. La escala tuvo un índice de confiabilidad del 0.78.
El estilo parental se midió mediante EMBU (Caraveo et al., 2007) en su versión para padres. La escala mide el estilo parental y consta de 49 reactivos, agrupados en tres escalas, con cinco niveles de respuesta que van del nunca al siempre.
Resultados
En la tabla 6 se muestran las propiedades psicométricas del EMBU para padres.
Dimensión | Rango | Media | D.E. | Asimetría | Curtosis | α | Valor Eigen | Reactivos |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Calidez | 43 | 66.77 | 8.6 | -.768 | .480 | .88 | 62.29% | 16 |
Control | 26 | 59.51 | 5.9 | -.192 | -.609 | .49 | 69.95% | 19 |
Rechazo | 34 | 32.69 | 6.9 | .310 | -.149 | .72 | 62.62% | 14 |
Para conocer la relación entre las variables se ejecuto una correlación de Pearson. En la tabla 7 se muestra los resultados. Se observa una relación directa y positiva entre la intensidad y frecuencia del conflicto con el estilo parental de rechazo. El estilo parental cálido correlaciono negativamente tanto con frecuencia como con intensidad.
Estilo Parental | Conflicto | ||||
---|---|---|---|---|---|
Frecuencia | Intensidad | ||||
r | p | r | p | ||
Rechazo | .500 | .001 | .365 | .001 | |
Calidez | -.494 | .001 | -.397 | .001 |
Para conocer la influencia del estilo parental en el conflicto, se efectuó una regresión múltiple usando la técnica introducir, la frecuencia del conflicto se introdujo como variable dependiente y como variables predictivas los estilos parentales. En la tabla 8 se muestra el coeficiente de determinación corregido, el coeficiente de regresión estandarizado y el valor p correspondiente.
Para el modelo de regresión correspondiente a la intensidad del conflicto, se empleó la técnica introducir, la intensidad del conflicto se introdujo como variable dependiente y como variables predictivas los estilos parentales. En la tabla 9 se muestra el coeficiente de determinación corregido, el coeficiente de regresión estandarizado y el valor p correspondiente.
En ambos modelos mostraron la contribución significativa del estilo parental sobre el conflicto. La calidez parental se asocia con la baja intensidad y frecuencia del conflicto. Mientras que el control y el rechazo de asocian directa y positivamente tanto con frecuencia e intensidad de conflicto con el adolescente
Discusiones Generales
El propósito de este estudio fue analizarla influencia de los estilos parentales en la negociación y el conflicto entre padres y adolescentes. Los resultados coinciden con Sorkhabi (2010) respecto a que la forma de crianza de los hijos es un factor importante al momento de explicar los conflictos de manera diferencial entre padres-madres y adolescentes.
Se concluye que cuando el estilo parental de ambos padres se percibe cálido el adolescente utiliza una negociación basada en la colaboración-equidad, mientras que los padres caracterizados por ser cálidos, perciben una disminución en la intensidad y frecuencia del conflicto con sus hijos. Esto concuerda con los estudios sobre lo benéfico que resulta el estilo cálido (o autoritativo) para la relación padre-adolescente. En este sentido, Steinberg y Silk (2002) comentan que la negociación y los intercambios comunicativos entre padres autoritativos e hijos se dan con calidez y afecto. Lo cual genera acuerdo mutuo, en el que padres e hijos conciban una solución novedosa que satisfaga las necesidades de ambas partes.
Los padres autoritativos que consideran el punto de vista de los adolescentes, respetan y apoyan la autonomía del chico(a) e incluso se comportancon el adolescente como lo harían frente a otro adulto lo cual coadyuva a la armonía y al bajo nivel conflictivo intrafamiliar (Sorkhabi, 2010), esto conduce a la reciprocidad y la cooperación en las relaciones entre padres e hijos haciendo al adolescente recíprocamente más atento y sensible a la perspectiva de los padres.
Los resultados se oponen a la ¡dea de Oliva (2006) respecto a que el adolescente muy pocas veces accede a negociar, ya que si el adolescente, percibe calidez parental accede a utilizar un estilo de negociación caracterizado por la búsqueda de soluciones donde ambos lleguen a acuerdos compartidos.
Oliva y Parra (2004) sugieren que cuando los padres se muestran indiferentes o irritables, los hijos pueden desarrollar comportamientos llamativos para requerir atención, esto se puede vincular con la correlación encontrada entre rechazo parental y competencia, porque cuando los adolescentes perciben indiferencia utilizan una estrategia en la cual los chicos tratan de usar cualquier medio que le permita defender o ganar una posición que se considere la correcta. Por lo cual no es de sorprender que los padres caracterizados por el rechazo parental perciban conflictos más intensos y frecuentes con sus hijos. Sin embargo hay que mostrar cautela con las inferencias ante esta relación.
Otra explicación alternativa sugiere que los adolescentes tratan de salirse con la suya en aquellos conflictos donde se dirimen aspectos importantes de su tarea evolutiva (Rodrigo, Máiquez, Padrón & García, 2009)
Se encontraron contrastes respecto al control parental; mientras que el control paterno se relaciona con los tres estilos de negociación (colaboración-equidad, acomodación y competencia), el control materno únicamente correlaciona con competencia, es decir cuando el adolescente percibe que su mamá trata de controlarlo el únicamente tratara de ganar la negociación.
Estos datos concuerdan con los resultados obtenidos por Çiftçi, Demir y Heim (2008) donde los adolescentes de su estudio reportaron el uso frecuente de la estrategia forzar con sus madres, que puede ser descrita como la búsqueda de las necesidades propias excluyendo la preocupación del otro, y estrategias de resolución de problemas (colaboración y acomodación) con sus padres; en consecuencia los padres que utilizan un estilo parental descrito como controlador, reportan conflictos más intensos y frecuentes que los padres cálidos o autoritativos.
Una explicación ante el uso de la competencia al momento de percibir control materno, se debe a que los adolescentes son más propensos a percibir que las reglas se construyen de forma unilateral porparte de los padres y además adviertenque los no se toma en cuenta su punto de vista (Sorkhabi, 2010), estas dos razones pueden contribuir a que él o la chica perciban injusticia social y decidan defender o ganar una posición en lugar de colaborar
También es importante tener en cuenta el hecho de que los adolescentes discuten más con sus madres que con sus padres (Motrico, Fuentes & Bersabé, 2001) esto se debe a que culturalmente, las madres muestran mas cercanía física y emocional con sus hijos (Parra & Oliva, 2002) por lo tanto los chicos pueden intentar convencerlas de lo beneficioso de sus ideas así como de sus necesidades. De la misma manera, hay que considerar los hallazgos de Caughlin y Ramey (2005), quienes observaron que las madres son más exigentes al momento de la negociación que los padres, lo cual puede repercutir en la respuesta conductual del hijo.
El hecho de que el control parental correlacionara con los tres estilos de negociación, se debe a que en México hijos e hijas debían afecto y obediencia al padre, esto sugiere que los adolescentes perciben a sus padres como figuras de autoridad por lo cual, los adolescentes reportaron el uso de estrategias de negociación colaborativa, de acomodación y finalmente de competencia con sus padres.
No obstante es importante mencionar que investigaciones previas apoyan la idea de que el tema-conflicto influye en el grado en que los padres y los adolescentes exigen y se retiran durante la negociación (Caughlin & Ramey, 2005) de tal manera que las personas son más propensas a usar la demanda cuando desean cambios en el otro y es mayor la probabilidad de retirarse cuando la otra persona demanda algún cambio.
La eliminación de la dimensión evitación en el Inventario de estilos de negociación implica que los adolescentes de esta muestra son participes en los intercambios conductuales con sus padres. Los resultados obtenidos en este estudio permiten apreciar que la calidad de la relación parental influye en la forma en que los adolescentes participen en las negociaciones, así como en la intensidad y frecuencia del conflicto percibido por los padres.
Los conflictos pueden facilitar un ajuste en las relaciones familiares, dado que harán ver a los padres que su hijo esta cambiando, que tiene nuevas necesidades y que requiere un trato diferente al que recibía durante la niñez (Oliva & Parra, 2004).
Lo importante es el uso de estrategias funcionales para la búsqueda de soluciones ante el conflicto ya que la utilización de estrategias disfuncionales para su resolución (por ejemplo, utilizar la violencia, ignorar al otro o huir de la situación) constituye un importante factor de riesgo que se relaciona con un mayor número de conductas problemáticas y de mayor gravedad en los hijos (Musito et al., 2007), ya que los adolescentes en conflicto con sus padres tienden a reducir la empatia con ellos o se alejan, lo que termina por socavar su creencia filial recíproca (Yeh et al., 2009).