Método

Resultados

De acuerdo con las respuestas de los participantes, se crearon categorías de análisis por pregunta para cada sexo, las cuales se nombraron: falta de novedad, falta de involucramiento, actividades no estimulantes, conflictos, factores externos, falta de atracción sexual y cansancio. Para observar si había diferencias estadísticamente significativas en función del sexo, se realizó la prueba chi cuadrada considerando una p≤ 0.05, en la que se compararon las categorías de cada pregunta. A partir de ello, se encontró que en la pregunta cuatro: “Tengo falta de interés sexual hacia mi pareja cuando…”, existe diferencia entre hombres y mujeres. Los hombres consideran que les genera falta de interés sexual: la falta de atracción y cansancio, mientras que a las mujeres: la falta de novedad y los conflictos. Las demás preguntas no mostraron diferencias estadísticamente significativas (ver Tabla 1).

De acuerdo con lo anterior, se procedió a analizar los resultados por su contenido, en el que se encontró que los motivos que enfrían una relación de pareja, se agruparon en las categorías de: falta de involucramiento, falta de novedad, conflictos y factores externos.

Hombres y mujeres mencionaron que lo que enfría una relación de pareja es la falta de comunicación, la desconfianza, el desinterés, cuando se pierden las atenciones, por infidelidad, no tener metas en común, cuando se acaba el amor, por pérdida de atracción, rutina, por el paso del tiempo, por falta de respeto, peleas, humillaciones, celos, problemas económicos, falta de tiempo, la distancia, los problemas económicos, la carga de trabajo, la falta de tiempo y la distancia.

En cuanto a las diferencias por sexo, se encontró que para las mujeres lo que enfría una relación de pareja es: darle como mamá mayor dedicación a los hijos, la falta de compromiso, cuando no hay convivencia, la pérdida de admiración, falta de detalles, no hacer cosas nuevas, siempre es lo mismo, cuando no hay compatibilidad, el orgullo, la ausencia de empatía, que tenga que batallar con un hijo que es su esposo y los problemas de salud. Para los hombres lo que enfría una relación de pareja es la falta de comprensión, cuando la pareja cambia, cuando existe incertidumbre, por la convivencia diaria, la costumbre, cuando hay traiciones, por su carácter y por familiares ajenos a la relación (ver Tabla 2).

Sobre el tipo de situaciones o actividades que hacen a hombres y a mujeres sentirse aburridos dentro de su relación, las respuestas se agruparon en las categorías de: falta de novedad, falta de involucramiento, actividades no estimulantes, conflictos y factores externos. Los participantes comentaron sentirse aburridos dentro de su relación de pareja por la rutina, al no hacer algo nuevo, no compartir gustos, por falta de comunicación, falta de atención, por las tareas domésticas, al dejar de salir los dos, por quedarse en casa, ver mucha televisión, al hacer visitas familiares, tener peleas, al estar en desacuerdo, por el trabajo y la situación económica.

En cuanto a las diferencias por sexo, se encontró que para las mujeres lo que las lleva a experimentar aburrimiento es: la monotonía, que su esposo cuando está en casa siempre esté cansado, la falta de interés, el no hacer cosas juntos, verse poco, que su pareja esté en el celular y tener distintos horarios. Para los hombres lo que los hace sentirse aburridos es: el cansancio, que ante una dificultad la pareja no quiera ayudarles, el no convivir lo suficiente, que la relación no sea como antes, el no tener objetivos en común, el descuido personal de su pareja, su mal humor, que les invadan su espacio, que su pareja salga y que cuando él llega a casa ella no esté, que su pareja se queje de todo, la falta de tiempo y las discusiones con su suegra (ver Tabla 3).

Acerca de los motivos por los cuales disminuye la pasión en la pareja, las respuestas se agruparon en las categorías de: falta de involucramiento, falta de novedad, conflictos, falta de atracción sexual y factores externos. Se encontró que hombres y mujeres perciben como causales de tal disminución a la infidelidad, al desinterés, cuando se acaba el amor, por falta de comunicación, al no existir intereses en común, al haber desconfianza, rutina, monotonía, falta de detalles, no hay algo nuevo, al existir cansancio, problemas, estrés, al no haber relaciones sexuales, cuando dejan de sentir atracción por su pareja, las cuestiones de trabajo, la falta de dinero y la edad.

En cuanto a las diferencias por sexo, las mujeres consideraron que la pasión en la pareja disminuye por: darle mayor prioridad a los hijos, falta de atención, por la costumbre, el paso del tiempo, cuando hay resentimiento, ofensas, mentiras, promesas incumplidas, cuando la mujer descuida su aspecto físico, por falta de ganas de los dos, cuando la pareja no muestra deseo, al conocer sus defectos, por situaciones de salud y cuando se atienden otras cosas. Los hombres expresaron que la pasión en la pareja disminuye por: no haber entendimiento, cuando se le da atención a los hijos, por los años de convivencia, por falta de respeto, su mal carácter, al haber celos, enojo, desilusiones, cuando la pareja deja de arreglarse, pérdida de motivación, falta de caricias y por no tener tiempo (ver Tabla 4).

Respecto a la falta de interés sexual hacia la pareja, las respuestas se clasificaron en las categorías: conflictos, cansancio, falta de involucramiento, falta de atracción sexual y factores externos. Para las mujeres se agregó la categoría de falta de novedad. Se halló que hombres y mujeres tienen falta de interés sexual hacia su pareja cuando discuten, hay estrés, tienen cansancio, cuando la pareja es indiferente, muestra desinterés, cuando no se hablan, cuando la pareja no se arregla, cuando tienen trabajo, problemas económicos, enfermedad o que la mujer esté en su periodo menstrual.

En cuanto a las diferencias por sexo las mujeres manifestaron falta de interés sexual hacia su pareja cuando: están molestas, cuando él bebe de más, cuando están cansadas de la limpieza, cansadas de cuidar a los hijos, cuando perciben que a su pareja le gusta otra, no se sienten bien consigo mismas, cuando su pareja no llega a casa en varios días, cuando su pareja no responde a los actos provocativos, cuando no las motivan, al no haber detalles o caricias diferentes, o cuando está enfermo. Los hombres reportaron tener falta de interés sexual cuando: están enojados, cuando la pareja está de malas, cuando son infieles, cuando se acaba el amor, cuando ella no muestra iniciativa, o por alguna preocupación (ver Tabla 5).

Sobre los motivos que llevan a hombres y a mujeres mostrarse indiferentes con su pareja, las respuestas se agruparon en: conflictos, falta de involucramiento, actividades no estimulantes, falta de novedad y factores externos. Se identificó que los participantes se muestran indiferentes cuando su pareja los hace enojar, tienen alguna discusión, cuando están molestos, estresados, su pareja está de malas, cuando no les pone atención, se muestra indiferente, no los escucha, cuando no sienten ya nada por su pareja, cuando su pareja está en el celular, no tienen interés en el tema, cuando están cansados, cuando la pareja los aburre, por problemas económicos y por las preocupaciones.

En cuanto a las diferencias por sexo, las mujeres expresaron mostrarse indiferentes cuando: su pareja sólo piensa en él, es grosero, miente, cuando la pareja no platica lo que le preocupa, se muestra frío, llega tarde, cuando toma decisiones sin considerarlas, cuando no apoya en el aseo de la casa, cuando se muestra indiferente en la educación del hijo, cuando lo ven acostado, en la casa, al hacer lo mismo de siempre y cuando sale tarde del trabajo. Por su parte, los hombres reportaron mostrarse indiferentes con su pareja cuando: hay problemas, al no llegar a un acuerdo con su pareja, cuando la pareja no le habla, cuando ya no hay interés, cuando la pareja expresa no gustarle nada, al existir interés en alguien más, cuando la pareja desea cosas fuera de la relación, al no estar a su lado, cuando están relajados y cuando hay problemas en el trabajo (ver Tabla 6).

Acerca de las causas que los desmotivan dentro de su relación, las respuestas se categorizaron en: falta de involucramiento, falta de novedad, conflictos, falta de atracción sexual y factores externos. Hombres y mujeres expresaron sentirse desmotivados en su relación al percibir que la relación no avanza, cuando no hay buena comunicación, cuando la pareja muestra indiferencia, no se comprenden, cuando la relación se está acabando, al no ser la misma de cuando iniciaron, cuando la relación es rutinaria, monótona, se estanca, cuando pelean, por no tener relaciones sexuales y cuando les falta tiempo para estar juntos.

Sobre las diferencias por sexo, las mujeres expresaron sentirse desmotivadas en su relación cuando: perciben que la relación se está enfriando, al ser aburrida, cuando hay enojos, falta de respeto, al no ser equitativa, cuando les cuesta trabajo encontrar solución a las dificultades, cuando la pareja miente, es grosero, cuando hay momentos de preocupación y cuando la relación es más de hermanos. Por otro lado, los hombres reportaron sentirse desmotivados en su relación: ante la posibilidad de que la relación termine, cuando no hay suficiente contacto, cuando no se sienten apoyados, cuando la relación es común, no hay cambios y es siempre lo mismo, cuando relación es estresante, no funciona, no es lo que esperaban, cuando la pareja no quiere ir a los mismos lugares que él porque no le gustan, cuando la pareja no se arregla y tener problemas por terceras personas (ver Tabla 7).

Discusión

Con base en los resultados obtenidos, se observa que la primera causa de apatía en la pareja que aparece como la más frecuente es la falta de involucramiento, lo cual se contrapone con la intimidad, el compromiso y la expresión del amor esperado de la pareja (^{Sternberg, 1988}; ^{Sánchez, 1995}; ^{Guerrero, Andersen & Afifi, 2017}), por lo que las muestras contrarias como son desinterés, indiferencia y falta de comunicación, al no ser expresiones de cariño, comprensión, dulzura y afecto, propician distanciamiento emocional, cognitivo y conductual entre los miembros de la relación, afectando negativamente la satisfacción matrimonial (^{Flores, 2011}; ^{Sánchez, 2016}). Así, su ausencia supone un estado de apatía, al ser evaluadas las recompensas que espera y obtiene cada miembro de la relación como no benéficas por considerar que no contribuyen al logro de las expectativas individuales en torno a la relación en lo referente a la aceptación, la confianza, el apoyo, la seguridad y la protección dentro del vínculo erótico-afectivo (^{Valdez-Medina, 2009}).

Por su parte, la rutina, la falta de detalles y la ausencia de nuevas experiencias, constituyen elementos relevantes para el surgimiento de apatía en la pareja, lo cual coincide con lo expuesto por ^{Harasymchuk y Fehr (2010)}, al indicar que el aburrimiento surge por la falta de novedad y la ausencia de actividades estimulantes. En este tenor, al carecer de aventura, cambio e innovación y, por el contrario, obtener un exceso de predictibilidad o familiaridad en la relación es que aparece la apatía como un estado de estancamiento en el vínculo (^{Knapp & Vangelisti, 2008}), que además podría llevar a experimentar falta de atracción o de deseo sexual entre los miembros de la relación (^{Perel, 2007}).

Respecto de la falta de interés sexual, el cansancio aparece de manera frecuente, lo cual coincide con ^{Harasymchuk y Fehr (2010)} al hallar a la apatía relacionada con una baja activación psicofisiológica y con sentimientos poco placenteros para la interacción con la pareja. Es relevante señalar que las mujeres reportaron tener falta de interés sexual hacia su pareja al sentirse cansadas por el trabajo, la limpieza y el cuidado de los hijos; mientras que los hombres expresaron tener falta de interés sexual al estar cansados del trabajo, tener sueño o haber tenido un día pesado, lo cual sugiere tomar en cuenta la doble o triple jornada que viven las mujeres como elemento estructural asociado que puede llevarlas a experimentar apatía en la pareja, problemas en el bienestar psicológico y la salud física (^{Blanco & Feldman, 2000}; ^{Álvarez & Gómez, 2011}; ^{Rocha & Cruz, 2013}).

Asimismo, la categoría de conflictos adquiere relevancia particular en lo referente a la falta de interés sexual y a la indiferencia con la pareja. Estar molestos, estresados y en desacuerdo son los principales motivos, que llevan a elegir una estrategia de evitación, al distanciarse gradualmente de manera emocional, cognitivo y conductual hasta llegar al desamor (^{Díaz-Loving & Sánchez, 2002}), aunque no necesariamente a la separación, dado el desgaste que supondría la ruptura (^{Valdez-Medina, 2009}). Lo anterior corrobora lo reportado por ^{Bondenmann (2008)} y ^{Falconier et al. (2015)} acerca de que la indiferencia aparece como una respuesta hostil ante el estrés que genera el conflicto y como una forma de conducta que afecta la satisfacción en la relación.

Es importante destacar que las mujeres reportan en mayor medida experimentar falta de interés hacia su pareja al haber recibido faltas de respeto y al haberlas hecho sentir mal, lo cual evidencia que ante una desavenencia con la pareja existe mayor probabilidad en las mujeres de experimentar violencia psicológica, siendo este tipo el de mayor prevalencia en México (^{Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, 2013}), lo que además podría estar asociado con experimentar apatía en la pareja.

Por último, dado que la interacción de los miembros de la relación se encuentra mediada por factores externos, se encontraron como generadores de apatía, la falta de tiempo, la distancia, que se involucren personas ajenas, problemas económicos, el trabajo y la situación de salud, lo cual visibiliza la interacción tanto de factores internos como externos en el estudio de la satisfacción de la pareja (^{Sánchez, 1995}).

Es importante señalar que en el contexto de las relaciones de pareja con hijos, existe evidencia que demuestra que los roles paternos son un elemento que afecta negativamente la intimidad o cercanía, siendo las mujeres quienes experimentan un mayor decline (^{O’Brien & Peyton, 2002}). Lo anterior tiene relación con los resultados encontrados pues fueron las mujeres quienes reportaron una mayor dedicación o prioridad a los hijos, sentirse aburridas, desmotivadas, mostrarse indiferentes o percibir una disminución en la pasión al percibir la relación únicamente basada en los hijos o cuando su pareja no muestra interés por su educación.

Sin embargo, actualmente, las mujeres esperan que sus parejas colaboren en las tareas de crianza y expresen sus afectos (^{Aguilar, Valdez-Medina y González Arratia, 2012}), por lo que la preocupación de los hombres por su trabajo representa un problema, ya que para ellos podría significar estar involucrados en la relación al cumplir el mandato cultural de proveedor (^{Nuñez, 2013}), mientras que para ellas tal comportamiento podría significar falta de involucramiento y conducir a la apatía.

Es notable observar la apatía que sienten los hombres por realizar tareas domésticas en mayor proporción que las mujeres, a pesar de que es probable que las mujeres inviertan mayor tiempo en ellas. Esto puede deberse al privilegio cultural que subyace en la sociedad patriarcal, donde los hombres cuentan con la posibilidad de sustraerse de tales tareas, mientras que las mujeres asumen tales actividades como parte de la identidad femenina tradicional dedicada al servicio del otro (^{Lagarde, 2014}).

Así, se encontró que lo que lleva a la apatía en la pareja es la falta de interés en la relación al considerar que los intercambios y recompensas que se obtienen dentro de ella no favorecen al logro de los objetivos biológicos y psicosocioculturales que permitan al individuo cubrir sus necesidades o carencias relacionadas con la aceptación, la confianza, el apoyo, la seguridad y la protección (^{Valdez-Medina, 2009}) y sus necesidades de expansión, ser más y mejor que los demás o que sí mismo (^{Aron & Aron, 1986}; ^{Aguilar et al., 2015}).

Se concluye que la apatía en la pareja podría motivar a las personas que la experimentan a encontrar actividades novedosas, estimulantes, que involucren a la pareja, así como a terminar con el conflicto y llegar a acuerdos, a buscar estrategias para recuperar el deseo sexual dentro de la relación o por el contrario, a decidirse terminar con la relación de pareja para buscar la satisfacción de sus necesidades y alcanzar así la paz o el equilibrio, sin embargo, esta es una decisión que conlleva hacerse cargo o responsable de las propias acciones, lo cual puede no ser tan favorable para el individuo por el miedo que representa este cambio, llevándolos a permanecer en la relación a pesar de vivir con apatía, sin gusto y con queja (^{Valdez-Medina, 2009}).

Entre las principales limitaciones se encuentra la selección no aleatoria de la muestra, por lo que se sugiere diversificarla y buscar posibles diferencias entre variables sociodemográficas, tales como la edad, la ocupación, la escolaridad, el ingreso económico, lugar de residencia y estado civil. Como otra importante limitación es el carácter exploratorio descriptivo del estudio, por lo que es indispensable continuar analizando de manera empírica si la apatía es el resultado del tiempo de permanencia de la pareja o de la compleja interacción de diversos factores psicológicos, sociales y culturales, a fin de precisar aún más su impacto en la relación de pareja. Así mismo, como limitante se tiene el hecho de ser un estudio transversal, ya que no se sabe si en el momento de recabar la información, la pareja se encontraba en un momento de crisis y conflicto, por lo que también se requiere analizar el ciclo de la pareja y su relación con la satisfacción de pareja.

También se recomienda para una futura investigación se trabaje con parejas en relación de noviazgo y con parejas no heterosexuales para tratar de dilucidar si existen diferencias en las causas generadoras de apatía.