Según datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares, en México hay 71.3 millones de usuarios, entre ellos, los niños y adolescentes de 6 a 17 años son el segundo grupo que más accede a internet, siendo mayor el grupo de mujeres en comparación con los hombres, ingresando principalmente a través de celulares inteligentes, seguido de computadora de escritorio, computadoras portátiles, Tablet, televisión con acceso a internet y mediante consolas. Comparable con años anteriores, en México hay un incremento de usuario virtuales cada año, teniendo un aumento sostenido desde el 2015 (INEGI, 2017).
Con el aumento de usuarios virtuales, también hay un acrecentamiento de peligros y riesgos, principalmente en los niños y adolescentes. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a través del Módulo sobre Ciberacoso (Módulo sobre Ciberacoso [MOCIBA], 2017) reportó que, de 67 mil entrevistas en viviendas distribuidas en las 32 entidades federativas, el 16.8% declaró haber vivido, en los últimos doce meses, alguna situación de acoso cibernético, la prevalencia más alta de ciberacoso se encuentra en edades comprendidas de 12 a 19 años.
Los niños y adolescentes realizan diversas prácticas en los medios virtuales que los ponen en riesgo, por lo tanto, la familia es un factor protector, que permite regular, supervisar y guiar los contenidos virtuales. Los antecedentes teóricos sobre el estudio sobre las relaciones entre padres e hijos surgen a través de los estudios de Schaefer (1965) quien utilizó los conceptos de control, entre ellos, la intrusividad, eliminación de agresión, control a través de la culpa y dirección parental; y autonomía, tanto la extrema, como la laxa. Posteriormente, Baumrind (1967) clasificó tres estilos parentales: el democrático, autoritario y permisivo. Maccoby y Martin (1983) mencionaron que los estilos parentales se pueden diferenciar en el control, es decir, la exigencia y demandas que los padres ejercen sobre sus hijos para que alcancen determinados objetivos y metas; y el apoyo o responsabilidad, que conlleva sensibilidad y calidez en la respuesta parental ante las necesidades de los hijos. El control parental, además, se ha clasificado en control conductual y control psicológico (Barber, Olsen & Shagle, 1994; Barber & Lovelady, 2002). Otros estudios se han enfocado a las prácticas parentales, Darling y Steinberg (1993) las define como los mecanismos que utilizan los padres directamente hacia las metas de socialización. Smetana (2000) indicó que son un dominio específico de las conductas parentales que ambos padres tienen, los cuales comprenden un estilo parental.
La interacción y comunicación en la familia se ve influenciada por el incremento de la tecnología, trasladando prácticas de crianza hacia el uso de las tecnologías en sus hijos. Si bien, los padres se han caracterizado por brindar sustento, protección, cariño, refugio y comprensión a sus hijos, en algunos hogares cada vez se desempeñan menos funciones de control, de educación, de práctica profesional, de responsabilidades, de aprendizaje de tareas o, incluso, de valores, debido a que los padres tienen poco tiempo para dedicar a los hijos (Pérez-Díaz & Rodríguez, 2008). Esto conlleva a contextos de riesgo, principalmente cuando los entornos son rígidos y autoritarios, o bien permisivos o desestructurados con normas inexistentes o falta de coherencia en ellas, que, en conjunto con los factores de riesgo sociales, pueden incitar al adolescente a engancharse a Internet o a las redes sociales (Echebúrua, 2012). Malo-Cerrato, Martín-Perpiñá y Viñas-Poch (2018) reportaron que los adolescentes que tienen un uso excesivo de redes sociales registraron la falta de normas que regulen el uso de las tecnologías en el hogar. Floros y Siomos (2013) señalaron que cuando los adolescentes perciben que existe un cierto control y monitoreo de parte de sus padres, en cuanto al tiempo que pasan en internet y los contenidos que observan, utilizan mayor autocontrol en las redes sociales y tienen menos probabilidades de desarrollar una conducta adictiva hacia el internet y los videojuegos. Por el contrario, los estilos parentales de la madre de indiferencia, abuso y sobreprotección influyen en el desarrollo a la adicción al Internet, mientras que los estilos de indiferencia y abuso del padre contribuyen a que el adolescente desarrolle conductas de uso excesivo hacia el Internet (Matalinares, et al., 2013). Otras conductas del papá como la aceptación, control psicológico, y autonomía predicen la adicción y dependencia a internet en los adolescentes, mientras que, en la relación con la madre, el control psicológico y autonomía extrema, predicen dichos problemas en el ámbito virtual (Malander, 2019).
No obstante, la familia también tiene el rol de ser un factor protector para enfrentar los riesgos en el uso de los medios virtuales, Malo-Cerrato et al. (2018) reportaron un modelo en donde la dimensión de responsabilidad, el autoconcepto familiar y la existencia de normas reguladoras del uso de las TIC´s (Tecnologías de Información y Comunicación) en el hogar influyó en la regulación ante uso excesivo de redes sociales, mientras que un estilo familiar positivo y la toma de decisiones frente al uso responsable de Internet, influyó en la reducción del consumo de pornografía online y la prevención de la ciberdependencia. En otro estudio se agrega que los padres se apoyan en el diálogo para prevenir malos usos y proteger el bienestar de los adolescentes en el mundo virtual, igualmente, comprenden su deber de supervisar, intentando adaptar sus prácticas de mediación (López-De-Ayala, Martínez-Pastor & Catalina-García, 2019).
En lo que refiere a la evaluación de las estrategias que utilizan los padres para la educación de sus hijos en el ámbito virtual, se encuentra la escala para evaluar el apoyo social online que perciben los usuarios de recursos web en español para padres y madres (Suárez, Byrne & Rodrigo, 2016), el cual estuvo estructurado por cinco factores, los dos primeros hacen referencia al apoyo online, los dos factores siguientes hacen referencia a la autoeficacia percibida como padres y las habilidades parentales, y el último, el apoyo emocional.
Álvarez-García, García, Cueli y Núñez (2019) diseñaron y validaron un cuestionario para evaluar la percepción, por parte de los adolescentes, del control que hacen sus padres del uso que hacen de Internet. La escala final mide dos tipos de control parental (restricción y supervisión). Reportaron que los adolescentes tienden a percibir una escasa restricción y supervisión por parte de sus padres, siendo las mujeres quienes informan de mayor restricción y supervisión en comparación con los hombres. Rodríguez, Urías y Cuervo (2020) reportaron la validación de contenido de una escala para medir mediación parental en el uso de tecnologías en adolescentes, la escala contiene la dimensión de mediación activa, mediación restrictiva, co-uso y supervisión.
Concurren otras escalas psicométricas, como la Escala de Prácticas Parentales (Andrade & Betancourt, 2010) que comprende factores que miden las prácticas de los padres y las madres como la comunicación, autonomía, imposición y el control psicológico; en el caso de las prácticas de las madres se incluye además la supervisión y conocimiento que tiene de las actividades de los hijos. Asimismo, se encuentra la Escala de estilos de crianza, que contiene los factores de castigo, permisivo, emocional negativo, control conductual y cognición negativa (García-Méndez, Rivera Aragón & Reyes-Lagunes, 2014).También, se presenta la Escala de Prácticas Parentales Prosociales que mide las acciones paternas y maternas que promueven en los hijos e hijas conductas de ayuda a otras personas (Zacarías-Salinas & Andrade-Palos, 2014); la Escala de Prácticas Parentales de Alimentación y Actividad (Peña et al., 2015), que evalúa conductas orientadas al monitoreo, control, disciplina y reforzamiento de la actividad física de los padres hacia los hijos; y la Escala de Percepción de Prácticas de Crianza para Adolescentes (Casais, Flores & Domínguez, 2017), que está constituida por tres factores, que miden afectividad, control y apoyo. Empero, estas escalas se dirigen a la evaluación de las conductas de los padres y madres en los contextos sociales físicos, no así en los ambientes virtuales.
Con base en la revisión de la literatura, el objetivo de la presente investigación fue confirmar la estructura factorial psicométrica de la escala de conductas parentales ante el uso de tecnología en adolescentes de la Ciudad de México de Méndez-Sánchez, Peñaloza-Gómez y García-Méndez (2018). La pregunta de investigación fue: ¿Cómo es la correspondencia estadística de los reactivos de propuesto de la escala de conductas parentales ante el uso de tecnología en adolescentes? y la hipótesis a comprobar fue si el ajuste del modelo factorial confirmatorio que representa la estructura de dos subescalas (una dividida en cuatro factores y otra en tres) tienen índices de ajuste adecuados (Chi-cuadrada ajustada (x²), el Ajuste Normado de Bentler-Bonett (NFI), el Índice de Ajuste de Incremento de Bollet (IFI), el Índice Comparativo de Ajuste de Bentler (CFI) y el Error Cuadrático Medio de Aproximación (RMSEA) según los puntos de corte mencionados por Manzano y Zamora (2009).
Método
Participantes
Se seleccionó una muestra de manera no probabilística por conveniencia de 594 adolescentes del sur y oriente de la Ciudad de México, quienes participaron de manera voluntaria y anónima, fueron 286 hombres (48 %) y 308 mujeres (52 %), de entre 14 y 19 años (M = 16.54, DE = 1.06). El principal criterio de inclusión fue que se contaran con acceso a internet y que tuvieran al menos una red social activa, los participantes mencionaron una Media de ingreso a internet al día de 4.56 horas (DE = 3.00). El único criterio de exclusión fue el no contestar los reactivos del cuestionario.
Instrumento
Se aplicó un cuestionario con preguntas asociadas al tipo y uso de los medios virtuales que tienen los adolescentes, se les preguntó sobre la edad de su primer teléfono móvil, su ingreso a redes sociales virtuales, cuántos y cuáles son sus aparatos tecnológicos.
Además, se utilizó la escala de Conductas hacia el uso de internet en adolescentes (Méndez-Sánchez et al., 2018). La escala se divide en dos subescalas, una dirigida a padres y otra a madres. Los autores reportaron que la subescala para papás consta de 9 reactivos, distribuidos en 3 factores con una varianza explicada total de 62.084 y un Alpha de Cronbach total de .694; en tanto que, la subescala dirigida a madres contiene 16 reactivos, divididos en 4 factores, con una varianza explicada total de 57.08 y un Alpha de Cronbach total de .813. Con el objetivo de aumentar la varianza explicada y la consistencia interna de la escala se agregaron reactivos para la subescala de mamá y de papá. La escala pretende medir las conductas parentales de madres y padres divididas en los siguientes factores; en el caso de la madres, el primer factor hace referencia a la protección que las madres ejercen sobre sus hijos en forma de consejos sobre pautas de comportamiento en el uso de la tecnología que los protegen de posibles riesgos, la supervisión que implica aquellas acciones dirigidas a conocer lo que sus hijos hacen en los entornos virtuales, el conflicto que muestra la evaluación que los adolescentes hacen sobre los comportamientos negativos que las madres tienen cuando utilizan la tecnología, y la comunicación que contiene ítems que muestran el nivel de información que los hijos comparten con la madre. Para el caso del padre, los factores de protección, supervisión y conflicto son similares a los de la madre, pero se encontró otro factor llamado control que hace referencia a las conductas que el padre realiza para establecer horarios en los que su hijo puede hacer uso de la tecnología.
Procedimiento
Para llevar a cabo la aplicación de los instrumentos se solicitaron los permisos pertinentes a las autoridades de escuelas de educación media superior de la Ciudad de México, se les indicó a los participantes las instrucciones para contestar el cuestionario, teniendo presente un aplicador responsable que pudiera aclarar sus dudas, en caso de tenerlas.
Diseño
Se propuso un diseño de investigación a través de un modelamiento de ecuación estructural, se realizaron análisis de análisis factoriales confirmatorios para las variables latentes de las conductas parentales de la madre y del padre.
Implicaciones éticas
El cuestionario incluyó el formato del consentimiento informado para colaborar en el estudio, previo a las preguntas, a los participantes se les aseguró el anonimato de sus respuestas. Las aplicaciones fueron realizadas de acuerdo con los estándares éticos del manual de la American Psychological Association (APA, 2010).
Resultados
En primer lugar, se analizaron las respuestas de los datos descriptivos de los participantes y las preguntas asociadas al tipo y uso de los medios virtuales. Los participantes mencionaron que tuvieron su primer teléfono celular a la edad de 11.54 años en promedio (DE = 2.29, Mo = 12), siendo el 100% de los participantes que reportaron tener redes sociales virtuales; en cuanto a los aparatos tecnológicos que tienen, el 78.2% mencionó tener computadora, el 42.9% tableta electrónica, 94% teléfono celular, 57.3% Laptop, y solo el 48.9% mencionó tener consola de videojuegos.
Después, se analizaron los estadísticos psicométricos de la escala. Se realizó una análisis de normalidad Kaiser, es cual es un índice para comparar la magnitud de los coeficientes de correlación observados con el de magnitud de los coeficientes de correlación parcial, para que el modelo factorial sea adecuado, la correlación parcial entre las dos variables debe ser pequeña, es decir, el KMO tomará un valor próximo a 1 observándose un ajuste aceptable entre el número de sujetos y de ítems, para la subescala de madres el índice fue de KMO=.868; Test de Esfericidad de Bartlett: X²=4545.182 gl; 210 sig<.01; y para la subescala de los padres fue de KMO=.904; también, se realizó la prueba de esfericidad de Bartlett y se obtuvo que X²=7185.56 gl; 171 sig<.01, lo que indica la factibilidad de aplicar el análisis factorial.
A continuación, para ratificar la estructura de la escala propuesta por Méndez-Sánchez et al. (2018), y la pertinencia de los reactivos añadidos, se realizó un análisis factorial exploratorio de la escala mediante el método de rotación ortogonal (varimax), lo cual permite minimizar el número de variables que tienen saturaciones altas en cada factor, además, se obtuvieron las comunalidades que muestran el conocimiento sobre la proporción de la varianza explicada por los factores comunes en una variable.
Para cada factor se consideraron cargas factoriales iguales o mayores a .30, debido a que este coeficiente permite determinar el contenido conceptual de los factores, y se determinó la varianza explicada total y por factor. Posteriormente, se analizó la consistencia interna, Alpha de Cronbach de los factores.
En la tabla 1, se muestran las propiedades psicométricas obtenidas en la del análisis exploratorio de la Escala de Conductas Parentales Ante el Uso de Tecnología.
Subescala para madres | M | DE | Comunalidades | Estimación paramétrica |
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Subescala para madres | M | DE | Comunalidades | Estimación paramétrica |
Factor 1. Monitoreo (α = .828); Varianza explicada = 29.13 % | ||||
9. Sabe cuándo me inscribo a una nueva red social | 1.92 | 1.06 | .653 | .748 |
5. Conoce las redes sociales que tengo | 2.08 | 1.10 | .594 | .675 |
8. Sabe que red social es mi favorita | 2.30 | 1.16 | .610 | .720 |
10. A pesar de que no me lo diga, sabe cuándo tuve algún problema con mis amigos en las redes sociales | 2.14 | 1.11 | .602 | .689 |
6. Conoce el tiempo que paso en internet | 2.99 | 1.03 | .538 | .619 |
7. Sabe cuándo hago compras en internet | 2.65 | 1.31 | .430 | .580 |
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Factor 2. Supervisión (α =.843); Varianza explicada = 13.77 % | ||||
3.Me pregunta para qué utilizo el teléfono celular | 2.36 | 0.99 | .766 | .855 |
4.Me pregunta para qué utilizo la computadora | 2.17 | 0.99 | .654 | .794 |
1.Me pregunta sobre lo que hago cuando estoy en el teléfono o internet | 2.51 | 0.81 | .686 | .794 |
2.Me pregunta quiénes son mis amigos en redes sociales | 2.19 | 0.98 | .620 | .701 |
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Factor 3. Conflicto (α = .779); Varianza explicada = 8.29 % | ||||
14.Se enoja porque no le hago caso por estar con mi teléfono o internet | 2.36 | 1.00 | .648 | .791 |
17.Discutimos porque dice que no le ayudo por estar en internet | 1.93 | 0.93 | .639 | .786 |
13.Tengo discusiones con mi mamá porque no dejo los aparatos tecnológicos (teléfono, computadora o consola) | 2.23 | 0.97 | .605 | .766 |
15.Se enoja porque dejo mis tareas sin terminar, por estar en internet o con mi teléfono | 2.11 | 1.10 | .506 | .702 |
16.Me molesta que revise mis redes sociales | 2.04 | 1.05 | .429 | .586 |
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Factor 4. Protección (α = .826); Varianza explicada = 6.11 % | ||||
12.Me ha explicado por qué no debo hacer citas con personas que conozco por internet | 3.25 | 0.99 | .787 | .817 |
11.Me recomienda que no dé información confidencial en páginas de internet | 3.30 | 0.91 | .735 | .803 |
18.Me enseña los riesgos que hay en las redes sociales e internet | 3.00 | 1.10 | .671 | .681 |
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Factor 5. Apoyo (α =.773); Varianza explicada = 5.63 % | ||||
21.Si tengo dificultades con internet, ella me ayuda | 1.91 | 1.04 | .732 | .819 |
20.Me ayuda para buscar información en internet | 2.11 | 1.05 | .738 | .803 |
19.Me ha enseñado cómo realizar una búsqueda segura en internet | 1.97 | 1.05 | .578 | .696 |
Alpha total: .847; Varianza explicada total: 64.30% | ||||
Subescala para padres | M | DE | Comunalidades | Estimación paramétrica |
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Factor 1. Protección (α = .950); Varianza explicada =39.88 % | ||||
2. Me dice que no acepte personas que no conozco | 2.70 | 1.29 | .868 | .890 |
4. Habla conmigo sobre los riesgos que hay en internet y redes sociales | 2.65 | 1.23 | .881 | .878 |
3.Me dice que no publique cosas intimas por internet | 2.78 | 1.32 | .830 | .872 |
5.Me recomienda que no dé información confidencial en páginas de internet | 2.83 | 1.23 | .829 | .854 |
1.Platica conmigo sobre lo peligroso que pueden ser las redes sociales | 2.42 | 1.24 | .785 | .829 |
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Factor 2. Control (α = .904), Varianza explicada = 16.31 % | ||||
11.Establece tiempo en los que puedo estar en la internet | 1.56 | 0.94 | .833 | .871 |
13.Me pone límite en el uso de internet | 1.52 | 0.89 | .742 | .820 |
9.Establece horarios en los que puedo estar en internet | 1.55 | 0.92 | .742 | .801 |
10.Pone horarios en los que puedo jugar videojuegos | 1.48 | 0.91 | .661 | .768 |
12.Me quita el teléfono cuando dice que ya lo he utilizado demasiado | 1.62 | 1.01 | .676 | .562 |
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Factor 3. Conflicto (α = .844); Varianza explicada = 10.57 % | ||||
16.Se enoja porque dice que siempre estoy con mi teléfono celular | 1.86 | 1.02 | .731 | .815 |
18.Discutimos porque dice que no le ayudo por estar en internet | 1.63 | 0.98 | .668 | .791 |
17.Me regaña porque dice que dejo de hacer mi tarea por estar en el celular | 1.67 | 0.99 | .629 | .762 |
15.Prefiero estar en internet o teléfono celular que tener una plática con él. | 1.58 | 0.89 | .478 | .671 |
19.Si se entera de las horas que paso en internet se enojaría | 1.75 | 1.04 | .572 | .653 |
14.Me molesta que toque mi teléfono celular | 1.70 | 1.01 | .451 | .643 |
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Factor 4. Apoyo (α =.893); Varianza explicada = 6.06 % | ||||
7.Me ha enseñado cómo realizar una búsqueda segura en internet | 1.89 | 1.09 | .870 | .846 |
8.Me ayuda para buscar información en internet | 1.84 | 1.05 | .821 | .816 |
6.Me orienta en qué paginas puedo visitar | 1.98 | 1.11 | .771 | .763 |
Alpha total: .912; Varianza explicada total: 72.83% |
Con base en los resultados obtenidos en el análisis factorial exploratorio, se procedió a realizar modelos estructurales mediante el método de máxima verosimilitud para confirmar la estructura de las escalas y sus factores, asimismo, si existió normalidad multivariante en los datos, basada en el cálculo del coeficiente de Mardia cuyo valor fue de 252.79, valor inferior a p (p+2) (Porras, 2016), siendo p el número de variables observadas.
Se tomaron en cuenta los índices Chi-cuadrada ajustada (x²), el Ajuste Normado de Bentler-Bonett (NFI), el Índice de Ajuste de Incremento de Bollet (IFI), el Índice Comparativo de Ajuste de Bentler (CFI) y el Error Cuadrático Medio de Aproximación (RMSEA), Manzano y Zamora (2009) mencionaron que un punto de corte aceptable en el ajuste de los modelos estructurales para los índices NFI, CFI y IFI es de 0.90, y para el RMSEA se recomienda que sea menor a .05.
El modelo pertinente a las prácticas de la mamá (Figura 1) mostró un coeficiente chi cuadrado significativo: X²= 513.906 (179 gl. p<.001); CFI = .930; IFI = .931; NFI = .897 y RMSA = .056, intervalo de confianza 99% (.051,.062), por lo que obtuvo índices de coeficiente aceptables. Los resultados confirmaron la estructura factorial de la escala orientada hacia las prácticas de la madre, igualmente, se encontraron correlaciones positivas significativas, de moderadas a bajas, entre los factores, a excepción del supervisión y conflicto, cuya correlación fue negativa, esto datos confirman la estructura interna de la escala.
El modelo referente a la subescala de papás que se muestra en la Figura 2, presentó índices de coeficiente chi cuadrado significativo: x²= 429.868 (141gl, p<.001); CFI = .961; IFI = .961; NFI = .943 y RMSA = .059, intervalo de confianza 99% (.052, .065), esto indicó que el modelo presentó ajustes adecuados, confirmando la estructura factorial de la escala. Al igual que el modelo anterior, se presentaron correlaciones positivas de moderadas a bajas, entre los factores de la escala, corroborando la consistencia interna de la escala.
Discusión
El objetivo de este estudio fue comprobar la estructura factorial confirmatorio de la escala de conductas parentales ante el uso de tecnología en adolescentes, durante la consecución de éste, se obtuvieron estadísticos descriptivos que permitieron observar las características tecnológicas de los participantes, todos reportaron tener redes sociales, y todos cuentan con diversos aparatos tecnológicos que les permiten conectarse a internet, siendo que la media de edad en la obtención de un teléfono celular fue de 11.54 años (2.29), estos datos apoyan lo expuesto en la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares (INEGI, 2017), en donde se mencionó que los usuario de internet de entre 6 a 17 acceden a internet mediante diversos dispositivos electrónicos, siendo el teléfono inteligente el donde se tienen mayor ingreso y el último lugar la consola de videojuegos.
Se puede afirmar, entonces, que entre los adolescentes el impacto y la penetración de la tecnología es indudable, y teniendo un inicio de uso de gadgets (específicamente el teléfono celular) a muy temprana edad, siendo ya parte de una generación denominada nativos digitales (Piscitelli, 2006) que nacieron y están creciendo con un acceso a internet ya generalizado y de manera “natural”, lo cual es un reto para los padres pertenecientes a los llamados inmigrantes digitales quienes el acceso de internet y el acceso a redes sociales es un campo muchas veces extraño, y por lo cual tienen dificultades para supervisar y en su caso negociar el tiempo en que los jóvenes pasan en internet y hacen uso de la tecnología, conocer los contenidos que ven y llegando incluso a restringir algunos de ellos.
Es por lo anterior que la construcción de instrumentos, como el del presente estudio, cobra relevancia al ser un acercamiento a estas conductas que los padres realizan con respecto al uso que sus hijos tienen de la tecnología y el acceso a internet.
Al realizar el estudio confirmatorio de la escala de Conductas Parentales ante el uso de tecnología en adolescentes de Méndez-Sánchez et al. (2017), se corroboró que la escala es válida y confiable para medir las conductas que realizan los padres con respecto al uso que hacen sus hijos de la tecnología, ya que los coeficientes estadísticos psicométricos fueron aceptables, tanto en la subescala para madres como en la de padres.
Para la subescala de las conductas de las madres se confirmaron los factores de monitoreo, supervisión, conflicto, protección y se agregó la de apoyo, el factor inicialmente llamado “comunicación”, en el estudio exploratorio, se cambió por “monitoreo” ya que este involucra que los madres conozcan acerca de las actividades de sus hijos (Sttatin & Kerr, 2002) (“Conoce el tiempo que paso en internet”; “Sabe cuándo hago compras en internet”; “Conoce las redes sociales que tengo”) y como se observa en la redacción de los reactivos se acercan más a su definición.
En el caso de la subescala de los papás, quedo conformada solo por cuatro factores: control, apoyo, conflicto y protección; esta diferencia con respecto a las madres se puede encontrar de manera similar en otras escalas de conductas parentales (Andrade & Betancourt, 2010) en donde la madre parece tener un mayor margen de conductas para el acercamiento (ya sea positivo o negativo) con sus hijos e hijas; específicamente en este instrumento la madre parece tener más conductas positivas en cuanto a la guía y el apoyo a sus hijos en el uso de tecnología, acceso a internet y redes sociales. Los hallazgos del presente estudio proponen una escala con sus propiedades psicométricas para medir las conductas que realizan los padres con respecto al uso que hacen sus hijos de la tecnología, la cual puede utilizarse para realizar otras investigaciones, relacionando diversas variables asociadas al uso de la tecnología en adolescentes.
Como limitaciones del estudio, se considera la muestra no probabilística, ya que no es representativa de la población mexicana, además, para disminuir los análisis relacionados con el error de medida, se sugiere replicar el estudio con una muestra representativa mayor. También, se recomienda evaluar la validez convergente que permite fortalecer los datos presentados en el presente estudio, así mismo, se considera que la escala resultante sea puesta a prueba en diferentes muestras para asegurar su estabilidad psicométrica y pueda convertirse en un marco generalizado de referencia para la evaluación de las conductas que tienen los padres hacia sus hijos con respecto al uso que hacen de la tecnología, ya que esta inmersión de los jóvenes en los entornos digitales es innegable y resulta de vital importancia conocer lo que los padres están haciendo para poder trasladar fenómenos de la parentalidad de los entornos físicos a los entornos digitales.