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Investigación en educación médica

versión On-line ISSN 2007-5057

Investigación educ. médica vol.3 no.9 Ciudad de México ene./mar. 2014

 

Artículo de revisión

 

La autorregulación en el aprendizaje, la luz de un faro en el mar

 

Self-directed learning, a beacon of light in the sea 

 

Tania Vives-Varela,1 Cassandra Durán-Cárdenas,2 Margarita Varela-Ruíz,3 Teresa Fortoul van der Goes4 

 

1 Coordinación de Investigación, Departamento de Informática Biomédica, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F., México.

2 Estudiante del Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud, Maestría de Educación en Ciencias de la Salud, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F., México.

3 Departamento de Investigación Educativa, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F., México.

4 Coordinación de Ciencias Básicas. Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F., México.

 

Correspondencia:
Tania Vives.
Coordinación de Investigación, Departamento de Informática Biomédica,
Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México.
Av. Universidad 3000, Edif. A, Circuito Escolar C.U. 04510, México, D.F., México. Teléfono: 5623 2300, ext. 45005.

Correo electrónico:taniavives@yahoo.com.mx

 

Recepción 20 de septiembre de 2013;
Aceptación 29 de octubre de 2013
. 

 

Resumen

Se argumenta que el proceso de autorregulación se ha convertido en una competencia transversal común a todas las profesiones de la salud por su importancia para el aprendizaje y el desempeño profesional. Se menciona su definición sustentada en la teoría educativa cognitivo social, la cual resalta el valor del compromiso y actuación personal de quien aprende para hacerlo de forma autónoma, independiente y permanente. Además, se describen sus elementos y ventajas. Cómo se enseña y cómo se evalúa el aprendizaje autorregulado, son dos cuestiones que se examinan con múltiples ejemplos y estudios llevados a cabo en los últimos cinco años.

Palabras clave: Autorregulación; aprendizaje; competencia; médicos; México.

 

Abstract

Self-regulation has becoming a transversal competence, common to all health professions, because this competence is relevant during the learning process and professional development. Its definition, from the social cognitive theory perspective, highlights the individual compromise and achievements during the learning process acquired as a continuous, autonomous and independent process. Its elements and leverages are described. How self-regulated learning is taught and evaluated is discussed, and supported with studies from the last five years, with some examples included.

Keywords: Self-regulation; medical education; competence; Mexico.

 

Introducción

Al llegar un rayo luminoso al ojo lo hace a través de las estructuras que conducirán esta energía luminosa hacia los receptores que procesan esta energía a química y eléctrica. Se transporta por las vías nerviosas adecuadas que llevan los impulsos a la zona del cerebro en la que se integrará la imagen. De igual manera, los procesos cognitivos siguen ciertos caminos que llevarán al aprendizaje. Cada evento se autorregula y si esto se pierde, el resultado puede ser la pérdida de la visión, en el primer caso y en el segundo, no lograr el aprendizaje deseado.

Al igual que los faros tienen la función de orientar a los barcos para que lleguen seguros a sus puertos, la autorregulación en el aprendizaje permite que ese barco llamado individuo, realice las maniobras adecuadas para cumplir sus metas, evitar los escollos y hacer las "reparaciones" adecuadas para que se llegue a salvo al puerto del conocimiento.

El presente artículo tiene como propósito mostrar al proceso de la autorregulación como un elemento fundamental en la formación de los profesionales de la salud. Se enmarca en el modelo de enseñanza por competencias y se revisa cómo el enfoque cognitivo social lo define y valora. También se mencionan las principales características de la autorregulación, sus ventajas, la posibilidad de desarrollarla y de evaluarla en los estudiantes. Se finaliza con diversos ejemplos de estudios sobre la evaluación de la autorregulación, en los que se destaca sus propósitos y métodos.

 

La autorregulación, una competencia genérica

Una propuesta educativa con gran impacto en la actualidad es la educación basada en competencias, la educación superior con este enfoque prepara a los estudiantes de una manera integrada al unir conocimientos, habilidades y actitudes para el desempeño eficaz en un campo profesional determinado, con la capacidad de dar solución a problemas de esa área. Las competencias profesionales se pueden clasificar en dos tipos: específicas y genéricas. Las específicas (disciplinarias) se refieren a los conocimientos y habilidades propios de una determinada profesión y difícilmente son aplicables a otras áreas. En tanto que las genéricas son compartidas por todas las profesiones, se aplican y transfieren a diversas actividades y funciones. También se les denomina transversales, porque combinan operaciones y comportamientos para enfrentar nuevas situaciones y actividades. Son indispensables porque proporcionan flexibilidad en el quehacer profesional y permiten la adaptación en un mundo de constantes cambios y evolución del conocimiento. En el Proyecto Tuning1 para América Latina se elaboraron las competencias genéricas para la educación superior a través de consensos y después fueron validadas mediante cuestionarios aplicados a académicos, estudiantes, graduados y empleadores. La lista final se compone de 27 competencias, entre ellas se encuentra la capacidad de aprender y actualizarse permanentemente. En ésta, la autorregulación es un proceso indispensable.

El aprendizaje autorregulado y permanente se ha considerado como estrategia fundamental en el procesoeducativo.2 En cualquier trabajo se requiere planear metas, utilizar estrategias para alcanzar estas metas y realizar cambios y ajustes de las estrategias empleadas para optimizar el aprendizaje y el desempeño.3 En el quehacer profesional de la salud las competencias específicas y genéricas establecen vínculos. Al resolver un problema clínico se pueden englobar procesos cognitivos, sociales, personales, traer otras experiencias y utilizar diversas habilidades. En el campo educativo se identifica a la incapacidad de gestionar y autodirigir el propio proceso de aprendizaje como una de las principales causas del fracaso en los estudiantes.2

 

Aprendizaje autorregulado

El aprendizaje es un proceso multifactorial, es intrapersonal e interpersonal por su carácter social de interacción cultural y disciplinar.4 El aprendizaje autorregulado se define como una autonomía que implica una actitud activa por parte del alumno hacia la adquisición de conocimientos, a partir de una serie de habilidades que permitan dicha adquisición.5,6 Involucra la consciencia del propio pensamiento, observar, vigilar y controlar los propios comportamientos para obtener un aprendizaje más efectivo.7 El aprendizaje autorregulado propicia una actuación académica independiente y efectiva que alude a la capacidad metacognitiva, a la motivación intrínseca y a una actuación estratégica. Como sinónimos se encuentran: el aprendizaje autodirigido, aprendizaje autónomo o independiente.8,9

 

Importancia desde la perspectiva cognoscitiva social

La nueva sociedad del conocimiento plantea grandes retos para la educación, destaca la relevancia de poner el acento en el compromiso y actuación personal de quien aprende para hacerlo de forma autónoma, independiente y permanente. Como señala Pozo y Monereo10 en pocas palabras la educación tiene que estar dirigida a ayudar a los alumnos a aprender a aprender.

Para el cognoscitivismo social, la autorregulación es un proceso cíclico que involucra factores personales, conductuales y ambientales. Es cíclico porque incluye procesos que se realizan antes, durante y después del desempeño real. Hay una fase de previsión que se refiere a la planeación de las acciones para prender, otra de control que se presenta durante el aprendizaje y en donde influyen la atención y la acción, hay una fase que ocurre posteriormente al desempeño y que es una autorreflexión sobre los esfuerzos realizados.11 La naturaleza dinámica de la autorregulación es más evidente cuando existen influencias interpersonales y sociales que se unen a las experiencias del aprendiz.

 

Elementos que integran la autorregulación

Para ser un aprendiz competente es necesario ser un participante intencional y activo, capaz de iniciar y dirigir el propio aprendizaje y no un aprendiz reactivo. En el aprendizaje autorregulado se emplean los conocimientos metacognitivos para autodirigir con eficacia el aprendizaje y esta regulación puede llevar a adquirir nuevos conocimientos relacionados con la tarea y con los propios recursos de cómo aprender. El aprendizaje autorregula-do requiere establecer metas, estrategias para alcanzarlas y controlar el proceso mediante una constante auto-evaluación del mismo.6 sus principales fases son planear, monitorear y valorar6,7 (Figura 1) y abarca tres tipos de habilidades: cognitivas, metacognitivas y afectivas12 (Figura 2).

 

 

 

 

¿Qué ventajas tiene la autorregulación en el aprendizaje?

Una persistente preocupación de los estudiantes de medicina es obtener calificaciones altas, las investigaciones muestran que aquellos estudiantes que tienen la capacidad de autorregularse suelen tener un mayor rendimiento académico. Kitsantas3 encontró que los estudiantes con calificaciones altas son más estratégicos para planear sus metas, monitorean su propio progreso, autoevalúan su desempeño y conceden un alto valor a los exámenes.

Cuando los estudiantes se proponen metas se moviliza la propia motivación y los aspectos conductuales y cognitivos del aprendizaje para alcanzarlas. De tal manera, que al orientarse a una meta se activan y se dirigen la conducta y el compromiso para adaptarse a las demandas académicas planteadas. También el establecimiento de metas es útil para completar tareas a largo plazo, si la meta es muy amplia se puede subdividir en varias metas realistas que se van logrando hasta completar la tarea final.11

Pero no se trata solamente de obtener calificaciones sino de aprender en forma significativa, de una manera profunda y de ser capaz de aplicar lo aprendido a diversas situaciones. Al tener mayor conciencia de cómo se aprende mejor, el entorno se convierte en una fuente de aprendizaje más fructífera. Se obtiene mayor provecho del potencial que ofrece el uso de las nuevas tecnologías, así como del poder que tiene el trabajo colaborativo.13

Se espera que los profesionales tengan la capacidad de planear de manera independiente sus actividades laborales, para lograr esta autonomía es fundamental contarlos elementos que involucran la capacidad de autorregularse.2

 

¿Se puede enseñar la autorregulación?

Para reconocer la autorregulación en los alumnos es preciso hacer un pasaje por su experiencia por los años recorridos en los distintos programas académicos, saber cómo ha sido la enseñanza recibida, cuáles han sido sus modelos y qué tanto los espacios de aprendizaje les han propiciado la autorregulación.

La autoeficacia y las conductas de logro en los alumnos son influidas por la observación de modelos.11 De la Fuente y Justicia14 reconocen que la autorregulación se adquiere y mejora por la influencia de terceros y que ésta se encuentra conectada con la regulación de la enseñanza. Por lo tanto, cabe la pregunta si los docentes en el proceso de enseñanza aprendizaje diseñan e integran intervenciones que promuevan la autorregulación en los estudiantes. Un elemento fundamental de la autorregulación es la metacognición, es el pensar en el propio pensar, saber cómo se piensa, cómo se aprende y cómo se enseña. El docente requiere un pensamiento metacognitivo para reconocerse en el proceso de enseñanza aprendizaje, para identificar sus limitaciones y sus cualidades. Con ello, reflexiona en su quehacer didáctico, en cómo enseña, cuáles son sus recursos, sus estrategias y así lograr desarrollar la competencia de "enseñar a aprender". Esta competencia implica planificar la acción educativa, explicitar los objetivos, ordenar las secuencias de enseñanza, incluir diferentes estrategias que promueven la autorregulación en los alumnos y emplear una evaluación formativa y autorreguladora.

No obstante las ventajas de la autorregulación, son pocos los profesores que se dan a la tarea de preparar a sus alumnos con esas capacidades que los conduzcan a desempeñar un aprendizaje personal y autónomo.15 Existen múltiples evidencias de que las competencias de autorregulación se pueden mejorar a través de intervenciones educativas. Ejemplo de éstas son:11

• Exponer a los estudiantes a modelos sociales, esto es, trabajar y colaborar con personas (docentes, compañeros) que ejemplifiquen actitudes, conductas y acciones autorregulatorias. El estudiante imita lo observado y le favorece internalizar los procesos de autorregulación.

• Enseñar a utilizar estrategias de aprendizaje, se sugiere introducir pocas estrategias a la vez, mantener la motivación del estudiantes, establecer oportunidades para aplicar o transferir lo aprendido y alentar a la reflexión de manera habitual.

• Proporcionar ejercicios y prácticas distribuidas, se intercalan periodos de descanso y de prácticas para facilitar el mantenimiento y aplicación de lo aprendido.

• Realimentar de manera positiva y oportuna para reflexionar en los aciertos y errores.

• Ayudar a evaluar sus progresos en el aprendizaje. Es regular las acciones creencias e intenciones de sus avances y logros en lo aprendido.

• Orientar para el manejo adecuado del tiempo, es frecuente que los alumnos no se den cuenta de cómo utilizan su tiempo, ni realicen cálculos adecuados para concluir tareas. Para organizar es conveniente utilizar agendas o calendarios para establecer y planear los tiempos de cada tarea y disminuir la pérdida de tiempo.

 

¿Cómo se evalúa la autorregulación?

Evaluar un proceso tan complejo como la autorregulación ha sido un reto de los investigadores y educadores, por ello, se ha abordado desde distinto ángulos como la motivación, la metacognición y el autoconcepto, además, se han utilizado diversas estrategias. Se pueden encontrar instrumentos inespecíficos que se adaptan al contexto o hacia alguna habilidad en concreto; teniendo como ejemplo a los autores Fuente y Justicia con la Escala de Estrategias de Aprendizaje (ACRA) y el Cuestionario de Estrategias de Aprendizaje en Universitarios por Cabrera, García, Torbay y Rodríguez, ambos resultan inespecíficos para los estudiantes universitarios.16

De igual manera existen otros instrumentos que miden las estrategias y la motivación, como por ejemplo el CEAM por Rouces, Tourón y González; el EMMA Escalas de Estrategias Motivacionales del Aprendizaje de Suárez y Fernández; y el Cuestionario de Gestión Motivacional (CGM) de Cabanach, entre otros.17 Además de encontrar el Cuestionario de Evaluación de la Inducción Parenteral a la Autorregulación, adaptado por Parenteral Inducement of Self-regulation, el cual abarca la autorregulación, el autoconcepto y el rendimiento académico.16

Dentro de los instrumentos específicos para la evaluación del aprendizaje autorregulado se tiene la Escala para la disposición del aprendizaje autodirigido de Guglielmino (1977) con 58 ítems, posteriormente se realiza una adaptación para la aplicación en Sidney llamado El inventario de aprendizaje continuo de Oddi de Oddi (1990) con 42 ítems, después se hace la adaptación para Londres conocido como la Escala de Autoevaluación del Aprendizaje Autodirigido (SRSSDL) de Williamson (2007) resaltando cuatro dimensiones; y finalmente, la versión más reciente denominada la Escala de Autoevaluación del Aprendizaje Autodirigido versión Italiana (2013) que abarca 40 ítems y ocho dimensiones.18

 

Ejemplos de diversos estudios para evaluar la autorregulación

Al hacer la búsqueda para la integración de este documento, con la intención de tener información sobre las aplicaciones de diversos instrumentos para evaluar la autorregulación en los estudiantes de medicina, se encontró una variedad interesante de opciones; éstas se muestran en la Tabla 1. Se presentan estudios de 2009 a la fecha que incluyen la evaluación de la autorregulación relacionados principalmente con el área médica. La mayor parte de los artículos que se mencionan, contemplan una evaluación cualitativa de esta competencia. Los que evaluaron la autorregulación fueron: psicólogos, comunicadores audiovisuales, profesores de asignaturas clínicas, así como profesores de pre y posgrado en medicina. Los últimos estudios incluidos en la tabla son los que utilizaron un instrumento de los más completos que fue probado y aplicado en varios países. En resumen aún hay mucho que aprender e indagar cómo evaluar esta competencia genérica, no sólo para el estudiante de medicina, sino para la vida en general.

 

Conclusiones

¿Cómo sería el universo sin las leyes que lo rigen? ¿Qué ocurre cuando la homeostasis de los organismos se pierde? Prácticamente todos los sistemas se autorregulan, así es como se mantiene la estabilidad en el universo, estrellas que nacen y otras que mueren; los planetas giran con cierta velocidad y a cierta distancia entre ellos. Nuestro planeta tiene sus sistemas de autorregulación climática, que a su vez regula la temperatura y ésta la fauna y flora. El ser humano cuenta con sistemas que regulan cuándo duerme y cuándo despierta; a qué hora ingiere sus alimentos y en qué sitio se digiere cada componente y dónde se absorben; sin embargo, por diversas situaciones, el equilibrio de los sistemas se llega a desarticular y las consecuencias son evidentes. Afortunadamente, en el terreno del aprendizaje, el individuo puede realizar modificaciones en sus sistemas cuando no están funcionando adecuadamente, esto es, autorregular su proceso. "No acredito mis exámenes", "No me alcanza el tiempo para estudiar" son expresiones frecuentes entre los estudiantes y especialmente en los alumnos de medicina que ingresan a la carrera. Aquel estudiante que autorregula sus procesos hará los cambios adecuados para plantearse metas, organizar su tiempo y sus estrategias, será consciente de sus limitaciones y buscará cómo superar los vacíos que las están condicionando. Logrará dirigir su navío hacia un puerto firme en la travesía del aprendizaje. Aquel que no desarrolle esta competencia, muy probablemente se rezagara en su progreso para lograr sus propósitos y podrá quedar a la deriva sin brújula en un inmenso mar.

Haber incluido esta competencia genérica en el Plan de Estudios 2010 de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México y reconocer que se puede adquirir, abre una ventana de oportunidad para formar médicos autoreflexivos más conscientes de su entorno.

 

Contribución de los autores

TV, aportaciones y articulación del manuscrito. CD, contribución de conceptos. MV, contribución de conceptos. TF, análisis y revisión de información.

 

Financiamiento

Ninguno.

 

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener conflicto de intereses.

 

Presentaciones previas

Ninguna.

 

Referencias

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