Introducción:
Conocer la importancia del bienestar psicológico (BP) del médico, así como de sus repercusiones en la relación con sus pacientes, ha sido muy poco explorado en México 1, ya que la mayoría de los estudios suelen centrarse en las patologías que desarrollan durante su proceso formativo como: depresión, ansiedad, estrés, burnout e ideación suicida 2,3, lo que deja un vacío de conocimiento en torno al tema.
Existe evidencia del contexto en el que los médicos se encuentran durante su trayectoria como estudiantes; expuestos a grandes cargas de trabajo, donde además sufren algún tipo de maltrato o acoso 4,5,6, situación que favorece el desarrollo de estados emocionales negativos que afectan tanto su salud física y mental, como la toma de decisiones clínicas y su satisfacción profesional7,8, lo que a su vez conduce a un deterioro del BP 9,10y de la capacidad de empatizar 11.
Ahora bien, partiendo desde la psicología positiva, el estudio sobre el Bp ocupa cada vez un lugar más relevante, y para ello se han propuesto dos vertientes: la hedónica, relacionada con la felicidad y la satisfacción con la vida, y eudaimonia, ligada al desarrollo del potencial humano y al BP 12.
El Bp, entendido según el modelo multidimensional propuesto por Ryff en 1989, se compone por 6 dimensiones:
Autoaceptación: se refiere al grado de satisfacción que una persona tiene consigo misma, siendo consciente de sus fortalezas y limitaciones.
Autonomía: indica la capacidad para mantener la individualidad y dependencia en la toma de decisiones.
Relaciones positivas: alude a la medida en que se dispone de redes sociales íntimas y de confianza con otras personas.
Dominio del entorno: se refiere a la percepción del control e influencia de un individuo sobre su ambiente.
Propósito en la vida: se relaciona con las metas que el individuo se plantea en la vida y que permiten dotarla de significado.
Crecimiento personal: considera el empeño por continuar desarrollando todas las potencialidades y capacidades personales 12.
Dicho modelo ha sido el más utilizado ya que se han encontrado adecuados indicadores de confiabilidad y validez 13.
Existen investigaciones que prueban que el BP puede modificarse a través de actividades intencionales, como las realizadas en los últimos años en España en personal de salud, donde después de la aplicación de un programa basado en Mindfulness se encontró una mejora de la empatía, del BP y una disminución de síntomas depresivos14,15. Otros estudios demostraron que una educación orientada hacia el bienestar mejora la motivación, el aprendizaje y el pensamiento creativo en los estudiantes16,17. En México no se encontró información al respecto en médicos residentes.
Para resaltar la importancia de su estudio, se ha observado en los últimos años que el BP es un buen predictor de la salud física, relaciones interpersonales y del funcionamiento psicológico óptimo de las personas, por lo que se ha llegado a considerar como un indicador para evaluar la puesta en marcha de políticas públicas, y como marcador psicológico de las acciones concretas que realizan los organismos de gestión 13.
La empatía es entendida como el proceso de ponerse en el lugar del otro, y de dar respuestas afectivas y no afectivas 18, y dentro del campo de la salud se considera como un atributo predominantemente cognitivo, que involucra la capacidad de comprender (en vez de sentir), las experiencias, los sentimientos y las preocupaciones internas de los pacientes, aunado a la habilidad de comunicar dicha comprensión de ayuda 19.
Existen varios factores que podrían determinar la empatía del médico hacia sus pacientes; por una parte, los relacionados con el médico, como sus cualidades personales y las demandas del ambiente, y otros factores que no se relacionan directamente, es decir, que no están bajo el control del médico, como el trabajo en equipo, disponibilidad de espacios adecuados y material para trabajar, e igualmente, la actitud del propio paciente20.
Así mismo, se ha visto que altos niveles de empatía se vinculan positivamente en la relación médico-paciente: incrementa la confianza, facilita la adherencia al tratamiento21, y además, protegen contra el desarrollo del burnout, que a su vez, cuando éste se presenta, disminuye la empatía 22,23. Es por ello que la empatía ha sido contemplada como una de las competencias básicas en el aprendizaje de la medicina 24. Sin embargo, hay investigaciones que coinciden en que durante el proceso formativo de los médicos su capacidad de empatía atraviesa por diversos cambios, en los que generalmente se ha observado una disminución, por lo que se concluye, que la educación médica puede ser un determinante importante que afecta de manera diferencial la empatía en los estudiantes.24,25.
Por ello, el objetivo principal del estudio fue identificar la relación entre el BP y la empatía hacia los pacientes en los residentes de una universidad pública en México.
Método
Se utilizó un diseño descriptivo, transversal, en el que buscaron las posibles asociaciones entre el bienestar psicológico y empatía, en sus puntuaciones globales y por dimensión, respectivamente.
El estudio se realizó en una universidad pública en México, la cual presenta un plan de estudios compuesto por 22 especialidades distribuidas en hospitales que fungen como sedes de primer, segundo y tercer nivel de atención.
Participantes
Médicos graduados que realizaban su formación como especialistas (residentes médicos) de primer a cuarto año (R1, R2, R3, R4) que cursaban el periodo académico 2017-2018, de una zona.
Instrumentos
Debido a que las propiedades psicométricas de las escalas varían de acuerdo a la muestra estudiada, en atención a las diferencias en factores socioculturales específicos 26, ambas escalas se adaptaron y validaron a la población de estudio.
Se midió BP, y se utilizó la Escala de Bienestar Psicológico (SPWB, siglas de Scale of Psychological Well-being) elaborada por Ryff en 1989, en su adaptación española por Dierendonck en el 2006. En su adaptación y validación, el análisis factorial condujo a la eliminación de 9 ítems, y al final quedó compuesta por 30 reactivos.
La estructura factorial encontrada consta de cuatro subescalas: I. Autonomía y crecimiento personal (α=.915), (p.ej. “me preocupa cómo otra gente evalúa las elecciones que he hecho en mi vida”); II. Autoaceptación (α=.847) (p.ej. “cuando repaso la historia de mi vida estoy contento con cómo han resultado las cosas”); III. Relaciones positivas (α=.80) (p. ej. “me parece que la mayor parte de las personas tienen más amigos que yo”); y IV. Dominio del entorno (α=.65) (p.ej. “he sido capaz de construir un hogar y un modo de vida a mí gusto”). El alfa de Cronbach de la escala total fue de .915. Es autoadministrada, con un formato de respuesta con puntuaciones que oscilan entre 1(totalmente en desacuerdo) y 6 (totalmente de acuerdo), con un rango posible de entre 30 y 180.
Se midió la empatía médica, y se utilizó la Escala de Empatía de Jefferson S (EEMJ). En su adaptación y validación, el análisis factorial condujo a la eliminación de dos ítems, y quedó compuesta finalmente por 18 reactivos, y 2 factores: I. comprensión de las emociones y pensamientos de los pacientes (α=.90) (p.ej.” mis pacientes se sienten mejor cuando yo comprendo sus sentimientos”), y cuidados con compasión (α=.87) (p.ej.” trato de no poner atención a las emociones de mis pacientes durante la entrevista e historia clínica”). La escala en su puntaje total mostró un alfa de Cronbach de .89. La escala es tipo Likert de siete puntos, 1 (total acuerdo) y 7 (total desacuerdo), con un rango posible de entre 18 y 126. Cuenta con 9 ítems negativos
Otras variables
Se incluyó una ficha de recolección de datos sociodemográficos como edad, sexo, año de estudio, especialidad, estado civil, lugar de procedencia, con quién viven, si son dependientes económicos, si tienen dependientes económicos y número de hijos.
Procedimiento y aspectos éticos
La recolección de datos se realizó durante los meses de mayo y junio de 2017, en los hospitales que funcionaron como sedes, con el apoyo de los jefes de enseñanza, se acudió al finalizar sus sesiones semanales y una vez leído y firmado el consentimiento informado. La muestra fue por conveniencia. No se tomaron en cuenta a los estudiantes que no estuvieron presentes al momento de la evaluación, se excluyeron los cuestionarios que no fueron respondidos completamente. Se respetó la confidencialidad de los encuestados cumpliendo con la Declaración de Helsinki. No recibieron compensación alguna por la participación en este estudio. Se contó con la aprobación del comité de Investigación de la Unidad Médica Receptora de Residentes (UMRR)
Análisis de datos
El análisis de datos se llevó a cabo a través del programa estadístico IBMTM SPSSTM 20. Se utilizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para determinar la normalidad de los datos de la muestra. Las escalas se adaptaron y validaron a la población de estudio por medio de la técnica de análisis factorial. La correlación entre los puntajes (globales y por dimensión) de las escalas SPWB y EEMJ se evaluó mediante el estadístico de Pearson con nivel de significancia para este estudio de .05. Se realizaron medidas de tendencia central y dispersión, así como porcentajes, y ANOVA para comparar las medias entre los diferentes años de la residencia.
Resultados
Características de la población
Participaron 139 residentes, que representan 56.72% de un total de 238 médicos, que cursaban diferentes especialidades de la zona. 48.95% eran mujeres y 51.1% eran hombres, con un rango de edad de entre 24 y 40 años (Media = 28.55; DE = ±3.044). 79.1% estaban solteros; 75.5% mencionaron ser independientes económicos; 43.9% dijo vivir sólo; y 77.7% dijo no tener dependientes económicos; 89.45% provienen de diferentes estados de la República Mexicana; un 53.2% son de primer año y un 31.7% de medicina familiar. (Tabla 1).
Características | n=139 | % |
Sexo | ||
Femenino | 68 | 48.9 |
Masculino | 71 | 51.1 |
Estado civil | ||
Soltero | 110 | 79.1 |
Casado | 19 | 13.7 |
Unión libre | 10 | 7.2 |
Año de residencia | ||
R1 | 74 | 53.2 |
R2 | 31 | 22.3 |
R3 | 14 | 10.1 |
R4 | 20 | 14.4 |
UMRR | ||
UMRR1 | 32 | 23 |
UMRR2 | 44 | 31.7 |
UMRR3 | 51 | 36.7 |
UMRR4 | 12 | 8.6 |
Lugar de procedencia | ||
Ciudad sede | 21 | 15.1 |
Otros estados | 118 | 84.9 |
Con quién vive | ||
Solos | 61 | 43.9 |
Cónyuge | 14 | 10.1 |
Compañeros | 35 | 25.2 |
Padres | 7 | 5 |
Otros familiares | 22 | 15.9 |
Dependen económicamente | ||
No | 105 | 75.5 |
Sí | 34 | 24.5 |
Dependientes económicos | ||
No | 107 | 77 |
Sí | 32 | 23 |
UMRR= Unidad Médica Receptora de Residentes
Análisis factorial de los instrumentos utilizados.
El análisis factorial de la escala de SPWB permitió determinar 4 factores que explicaron en conjunto el 44.59% de la varianza. Fue necesario eliminar 9 reactivos que no satisfacían los criterios exigidos de carga factorial. Los factores quedaron constituidos de la siguiente manera: I. Autonomía y crecimiento personal (reactivos 4, 5, 8, 22, 25, 27, 29, 30, 33, y 36); II. Autoaceptación (reactivos 1, 3, 7, 17, 18, 19, 24, 28, 31, 32, 35, 37 y 38); III. Relaciones positivas (reactivos 2, 9, 20, y 26); y IV Dominio del entorno (reactivos 11, 12 y 21).
En cuanto a la escala EEMJ, se determinaron dos factores que explicaron en conjunto el 49.4% de la varianza. Se eliminaron 2 reactivos que no cumplieron con el criterio exigido de carga factorial, y los factores quedaron constituidos de la siguiente manera: I. Comprensión de las emociones y pensamientos de los pacientes (reactivos 2, 4, 9, 10, 1, 15, 16, 17 y 20), y II. Cuidados con compasión (reactivos 1, 3, 6, 7, 8, 11, 12, 14, y 19).
Análisis de correlación
Se obtuvo una correlación positiva y significativa entre la SPWB y EEMJ (r=.460; p<.001). De igual modo, se analizaron las correlaciones por dimensiones de SPWB y EEMJ, se encontró correlación positiva y significativa en la mayoría, excepto entre autonomía y crecimiento personal con comprensión de las emociones y pensamientos del paciente; entre autoaceptación y cuidados con compasión; entre autonomía y crecimiento personal con el puntaje de la empatía total; entre relaciones positivas y comprensión de las emociones y pensamientos del paciente, y entre dominio del entorno y los tres factores de la empatía, así como de la empatía total. (Tabla 2).
Variable | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | Autonomía y crecimiento personal | |||||||
2 | Autoaceptación | .463** | ||||||
3 | Relaciones positivas | .716** | .265** | |||||
4 | Dominio del entorno | .444** | .538** | .223** | ||||
5 | Bienestar psicológico global | .930** | .637** | .742** | .559** | |||
6 | Comprensión de las emociones y pensamientos de los pacientes | .135 | .291** | .103 | .167 | .199* | ||
7 | Cuidados con compasión | .411** | .094 | .272** | .114 | .407** | .369** | |
8 | Empatía puntaje global | .435** | .206* | .307** | .164 | .460** | .693** | .896** |
**p≤ 0.01
* p≤ 0.05
Análisis por año de residencia
En la escala de BP al analizar las medias de los puntajes globales, se encontró que las puntuaciones más altas se observaron en los de primer año (Media =149.0; DE ±16.857), mientras que las más bajas se observaron en los residentes de cuarto año (Media = 114.40; DE = ±8.475) con diferencias estadísticamente significativas (p=.000). Así mismo, en la escala de Empatía, al observar las medias de los puntajes globales, se encontró que los más altos los refirieron los de primer (Media = 103.12; DE = ±16.175) y segundo año (Media = 103.26; DE = ± 20.717), mientras que los más bajos fueron nuevamente para los de cuarto año (Media = 72.85; DE = ±8.964), con diferencias estadísticamente significativas (p=.000) Es decir, estos resultados arrojaron una tendencia a disminuir los puntajes de ambas variables conforme se avanzaba de año. (Tabla 3).
Discusión
El estudio tuvo como objetivo identificar la relación entre el BP y la empatía en médicos residentes, de tal manera que sirva también como evidencia de la necesidad de incluir en el currículo formal de la educación médica, actividades encaminadas a promover el bienestar psicológico de los médicos, al mismo tiempo de contribuir en el desarrollo de la empatía que manifiestan hacia sus pacientes y la toma de decisiones clínicas.
Al comparar las puntuaciones globales del BP y empatía hacía los pacientes por año de residencia, éstas mostraron una tendencia a disminuir conforme se avanzaba el año (de primero a cuarto) de este modo, las puntuaciones más bajas las refirieron los residentes del cuarto año en ambas variables, muy semejante a lo encontrado en estudios previos24,25. En este sentido, se observa que la educación médica puede ser un fator determinante para el desarrollo y mantenimiento de ambas variables 27. Observación que se refuerza con la evidencia que existe sobre la aparición de síntomas depresivos y burnout durante la formación profesional de los médicos, y que podrían estar asociados a los ambientes adversos y altamente demandantes a los que se enfrentan en su día a día 4,5,6. De esta manera se explicaría que los residentes de cuarto año, que son quienes han pasado más tiempo dentro del contexto formativo, sean los que reflejaron las puntuaciones más bajas en comparación con los residentes recién ingresados a la especialidad.
El estudio corrobora en población de médicos residentes en México la correlación positiva y significativa entre el BP y la empatía. En efecto, la mayoría de las dimensiones que integran el constructo de BP formulado por Ryff, se relacionaron significativamente con la variable empatía, semejante a lo encontrado en España en el 201628. Los resultados siguieron la misma dirección en la mayoría de las dimensiones. Lo que se traduce en que a mayor puntaje del BP, es mayor el puntaje de empatía hacia los pacientes, y viceversa. Por lo tanto, tal situación, hace evidente el hecho de que promover el mantenimiento del BP en los residentes desde el inicio, durante y después de su proceso formativo, se podría ver reflejado tanto en su vida personal, como profesional 13 y en la relación médico paciente observada a través de la empatía; facilitando la confianza y la adherencia al tratamiento20.
Una cuestión a tomar en cuenta es que tanto el bienestar psicológico como la empatía no son estables y pueden modificarse a través de actividades intencionales, de tal forma que la planeación e implementación de estrategias psicológicas con sólidas bases científicas, encaminadas a alcanzar y mantener el mayor nivel de bienestar psicológico, como parte esencial en la formación de un médico, podría influir tanto en la disminución de síntomas depresivos y burnout 29,30 como en el aumento de la empatía manifestada hacia los pacientes14,15, esto, independientemente de los factores ambientales adversos a los que se enfrentan. Un ejemplo de ello lo ofrecen varias universidades de medicina, que ya incorporaron dentro se su plan de estudios, asignaturas encaminadas al desarrollo del bienestar psicológico de los alumnos 31.
Ahora bien, una fortaleza del presente estudio es que las escalas de medición fueron adaptadas a la población siguiendo criterios psicométricos estrictos, puesto que los instrumentos no pueden ser utilizados sin el debido trabajo de validación psicométrica, ya que esto conduce a puntajes distorsionados e inexactos, al no tener en cuenta los factores psicosociales que inducen variabilidad en la población estudiada26. Por otra parte, esto produce problemas al comparar los datos obtenidos con los del presente estudio, pues en la mayoría de los casos, los autores no ofrecen el trabajo de validación efectuado con sus escalas. Son necesarios más trabajos que utilicen procedimientos psicométricos estrictos, a fin de comparar sus resultados con los obtenidos en la presente investigación.
Limitaciones del estudio.
La principal limitación del estudio fue que por las condiciones de horarios y actividades de los residentes, no se les facilitó asistir a las sesiones académicas cuando se levantó la información, quedando excluidos del estudio 42% de los residentes de las UMRR en las que realizó el trabajo.
Conclusiones
En la presente investigación encontramos una tendencia a disminuir de los puntajes globales del bienestar psicológico y de la empatía al comparar a los residentes por año. Es decir, fueron los de cuarto año los que mostraron las puntuaciones más bajas.
De igual modo, se observó una correlación positiva significativa entre el bienestar psicológico y la empatía hacia los pacientes. Consideramos que este trabajo es una primera aproximación al estudio de la relación entre el bienestar psicológico y la empatía en médicos residentes, lo cual nos indica que la educación médica debe dirigir sus esfuerzos para incluir en su currículo formal, actividades permanentes, que promuevan el bienestar psicológico y la empatía como dos competencias más a formar en los futuros médicos especialistas. Es importante hacer más investigaciones en esta población que vinculen a ambas variables de estudio.