Señor editor:
Respecto al artículo “Persistencia del síndrome burnout en internos de medicina en hospitales de Lima, Perú (año 2018)”, se sabe que estudiantes de medicina de internado desarrollan el Síndrome de Burnout (SB). Ante esto surge la preocupación sobre la magnitud de este problema en estudiantes que se encuentran antes del internado médico.1
Para el estudio del SB se usa la escala Maslach Burnout Inventory (MBI) que consta de 22 ítems los cuales miden tres componentes: severo agotamiento emocional (AE), severa despersonalización (DP) y baja realización personal (BRP). El diagnóstico de SB se realizó de acuerdo a si se afectó uno o más componentes o dos o más componentes.1,2,3
En 2015, en un estudio observacional, descriptivo y transversal con una muestra de 158 estudiantes, pertenecientes a nueves sociedades científicas universitarias, cinco públicas y cuatro privadas, que forman parte de la Sociedad Científica Médica Estudiantil Peruana; se encontró que el 24.1% de los estudiantes presentaron AE, 45.6%, mostraron DP y 25.3% presentaron BRP. Si se afectó dos o más componentes, los diagnosticados representaron el 30.4%, con una mayor frecuencia en los varones, los de segundo año, de universidades nacionales y los que viven con familia.2
En 2016, un estudio analítico transversal en el cual se realizó un censo de 583 estudiantes del tercer al sexto año de seis universidades peruanas, cuatro públicas y dos privadas, se obtuvo que el 16.5% de estudiantes presentaron AE; 47.7% mostraron DP y 42.7% presentaron BRP. Además, teniendo en cuenta si dos o más componentes se afectan, los diagnosticados con SB fueron el 24.1%; siendo así que el varón, del quinto año académico, edad mayor a 30 años, con pareja y aquellos que presentan obesidad, con enfermedad crónica y los que fuman y toman; aumenta las probabilidades de padecer SB.3
Cabe señalar que en el primer estudio también se realizó el diagnóstico de SB si se afecta uno o más componentes, que evidencia un aumento en el porcentaje de diagnosticados con 57.6% frente al 30.4% de cuando se afectan dos o más.2
Finalmente, en los dos estudios citados, no se menciona qué componentes se utilizaron para el diagnóstico, lo que demuestra la falta de uniformidad en la valoración y diagnóstico del SB, que genera sesgos y altera el número de estudiantes que son diagnosticados con este síndrome.