Sr. Editor:
El residentado médico es una etapa fundamental de la formación médica en la que se realizan actividades académicas, asistenciales y de investigación1. Durante este período, el médico residente está expuesto a largas jornadas laborales, bajas remuneraciones y trabajo extenuante, que representan amenazas para su integridad mental.
En el último número de su revista, Gaytán-Fernández et al.2 evalúan el nivel de ansiedad y tipos de personalidades en residentes de medicina familiar y traumatología, encontrando una prevalencia del 53.5%, en mayor proporción en residentes de traumatología (61.1%) y con más frecuencia en el sexo femenino (51.7%). Donde, además, predominó la extraversión e individualidad en los tipos de personalidad que los situó como individuos introvertidos y tímidos. A partir de ello se deja abierta la interrogante de si el desarrollo de ansiedad se explicaría por la alta carga laboral, personalidad vulnerable u otros factores que podrían estar influyendo.
En el 2013, el senado mexicano exhortó a la Secretaría de Salud a adoptar medidas para prevenir y sancionar los casos de violencia contra médicos residentes3. Aún así, se continuaron reportando casos de maltrato; muestra de ello fue un estudio realizado en residentes mexicanos en el que se encontró al maltrato psicológico, académico, físico, y sexual como los tipos más frecuentes en las especialidades quirúrgicas y en el sexo femenino1. De esta manera, se podría explicar la predominancia de ansiedad en los residentes de traumatología, ya que al ser esta una especialidad quirúrgica estaría más expuesta a distintos tipos de violencia en contraste a una especialidad médica. Por otro lado, el sexo femenino parece ser el más afectado, debido a que presenta mayores reportes de violencia física y sexual.
Por lo expuesto, concluimos que, a pesar de que la residencia significaría en sí misma un importante factor de riesgo para el desarrollo de trastornos mentales debido a la constante carga laboral y a la personalidad vulnerable, es necesario considerar a la violencia como uno de los principales factores de desarrollo de trastornos mentales que llega incluso a comprometer la calidad de la atención de los pacientes.