SR. EDITOR:
Los fraudes en la publicación científica como la autoría irresponsable, publicación duplicada, conflictos de interés o faltas en la revisión por pares son problemas de conducta ética preocupan desde hace décadas a académicos, editores y lectores en el ámbito de la investigación biomédica 1,2.
La creciente preocupación por la falta de normas de autoría llevó al ICMJE (International Committee of Medical Journal Editors), a realizar una primera reunión en 1978 para establecer los criterios de autoría 3. La atribución de autoría implica que un autor participó en la escritura 2; sin embargo, los criterios de autoría pueden variar según disciplinas, culturas e instituciones 3. La autoría científica se puede justificar también por actividades distintas a la redacción de un documento, por lo que, esta definición puede ser fuente de confusión y preocupación ética 2; por ejemplo, por un lado, los aportes de un autor pueden ser superficiales y obtenerse la autoría por apenas corregir un borrador o proporcionar financiación; mientras que en otro extremo, pueden ser sustanciales y ganadas por el aporte en todo el ciclo del trabajo de investigación 3.
Las faltas éticas a las autorías más comunes son: múltiples autorías, autorías fantasma, autorías de regalo, autorías invitadas, autorías honoríficas y autorías bajo presión. Actualmente se reportan otras prácticas sofisticadas y difíciles de desenmascarar 3 como las “carnadas” al ego del autor (ego-baiting authorship), la comunidad de autores (“cartel de autorías”) y el “mercado” o venta de autorías (authorship for sale). Este último consiste en aparecer en un manuscrito sin cumplir los criterios de autoría y a cambio de una compensación económica, por ejemplo:
Dr. John Doe adquiere los servicios de una empresa o página que le ofrece aparecer como autor en un manuscrito ya terminado,
Dr. J. Doe propone a su colega J. Pérez incluirlo como autor -a cambio de dinero- si es que el manuscrito que está listo para ser sometido, es aceptado por la revista.
Si bien, en algunos campos de investigación concentran relativamente pocos coautores, por ejemplo, humanidades, las matemáticas y la informática, mientras que otros suelen tener muchos, por ejemplo, la biología o la física 3, el fenómeno de la autoría múltiple sostiene este problema del comercio de autorías; sin embargo, las revistas médicas podrían acabar con esta práctica anunciando que el número de autores se limite a partir a un máximo razonable 1. Finalmente, el conocimiento de estas cuestiones éticas debería ayudarnos a todos a desempeñar un papel más activo de promover los elevados estándares éticos en las publicaciones biomédicas 2.
PRESENTACIONES PREVIAS
Ninguna.
FINANCIAMIENTO
Ninguno.
CONFLICTO DE INTERESES
Ninguno.