Sr. Editor:
La simulación clínica es una metodología fundamental para la educación médica, que permite el entrenamiento de habilidades de forma segura1. Para el entrenamiento de habilidades procedimentales, se han desarrollado una serie de “modelos de partes” o “de tareas”2, que replican aspectos de la realidad clínica3 o de la anatomía de un paciente.
Entre las técnicas clínicas más comunes, se cuenta a la extracción de muestra sanguínea y la inserción de accesos vasculares; para su entrenamiento, se utilizan modelos denominados “brazos venosos de punción”, que presentan una elevada demanda de uso, lo cual, sumado al deterioro natural -debido a punciones repetitivas-, motiva a fabricar modelos de “bajo costo”3-5 en las propias instituciones educativas, con el fin de disminuir la dependencia de modelos comerciales5.
Se fabricó y evaluó un modelo de brazo pediátrico para el entrenamiento de punciones venosas, utilizando impresión en tres dimensiones (I3D), a bajo costo. La I3D consiste en la fabricación de un objeto tridimensional a partir de un diseño digital6. La fabricación tomó como referencia la anatomía de un lactante de seis meses de edad. El brazo contó con un “canal” donde se instaló un sistema de “venas” de tubo de látex flexible, por donde fluyó sangre simulada. El costo del prototipo fue de 50 dólares americanos, y debido a la dificultad para confeccionar piel, esta fue reciclada desde modelos comerciales.
El modelo fue evaluado por expertos (n = 10), para conocer su realismo y utilidad. El aspecto con mayor valoración fue la utilidad para el entrenamiento de la extracción de muestra sanguínea. Los aspectos con menor valoración fueron la sensación realista de la piel y el realismo para la inserción de acceso vascular.
Es destacable el costo de fabricación, menor al costo de un modelo comercial; esto permite amplias posibilidades, en especial para instituciones donde el acceso a modelos de simulación está restringido al presupuesto. Hay estudios que confirman la transferencia de las habilidades de técnicas clínicas aprendidas con simulación, hacia la atención del paciente, donde los modelos de baja y alta fidelidad logran ser efectivos, a menor costo3,4.
Consideramos que esta experiencia es replicable, utilizando I3D en forma pura o combinada con otros materiales. Las aplicaciones son amplias y permiten solventar la escasez de modelos comerciales en un área específica. La I3D es accesible para la mayoría de los centros educacionales y, si bien hay un costo de inversión inicial, la relación “inversión contra retorno” es favorable.