Introducción
El lenguaje está implicado en diversas habilidades y procesos del desarrollo humano y evoluciona especialmente durante los primeros años de vida (Golinkoff et al., 2019); su desarrollo comienza con el procesamiento y reconocimiento de sonidos lingüísticos específicos. Los bebés son capaces de comunicar sus necesidades mediante llanto, balbuceo y girando la cabeza cuando escuchan su nombre. Conforme crecen, comienzan a etiquetar objetos y personas por su nombre y combinan palabras en frases cortas que gradualmente serán más complejas y parecidas a las oraciones de los adultos (Hoff, 2013; Karmiloff y Karmiloff-Smith, 2009). Después, aparece un proceso denominado explosión de vocabulario, de nombres o explosión de palabras, caracterizado por un aumento acelerado del número de palabras que un infante utiliza normalmente durante un periodo limitado de tiempo (Goldfield y Reznick, 1990; Kennison, 2013).
Por otra parte, el nivel socioeconómico (NSE) influye en el desarrollo del lenguaje infantil, impactando en la cantidad del vocabulario que las madres dirigen a sus hijos, mientras que el propósito de su habla puede alterar el tipo de palabras que utilizan cuando interactúan con los infantes (Hoff, 2006; Suárez y Alva, 2021). Niklas et al. (2020) evaluaron las actitudes que cuidadores de distintos NSE tenían hacia sus hijos (infantes de 26 a 45 meses de edad) mediante la lectura conjunta y la generación de ambientes de alfabetización en casa. Se encontró que los cuidadores con NSE altos valoraban más la lectura compartida con sus hijos, creando ambientes de alfabetización de mayor calidad. Así, las actitudes tomadas por los cuidadores hacia la lectura compartida impactan en la calidad de los ambientes de alfabetización en casa, lo cual tiene una influencia positiva en la adquisición de habilidades lingüísticas en infantes.
Algunos aspectos relacionados con las madres pueden influir en el lenguaje infantil durante etapas tempranas del desarrollo (Tamis-LeMonda et al., 2001). Paavola et al. (2005) hallaron fuertes relaciones predictivas entre la sensibilidad de respuesta verbal materna y el desarrollo de lenguaje en infantes preverbales, específicamente con algunas categorías conductuales de la sensibilidad de respuesta materna: relación negativa encontrada entre desarrollo de lenguaje infantil y habla desplazada. Así, las madres con una alta sensibilidad son capaces de ajustar sus respuestas verbales al nivel de sus infantes preverbales, abordando temas que refieren al aquí y ahora. Los autores sugieren que las madres con una alta sensibilidad tienen más probabilidades de considerar el punto de vista de los infantes.
La sensibilidad de los cuidadores mejora el vocabulario de los infantes debido a la contingencia de las respuestas de los mismos, facilitándoles la asociación entre las palabras que escuchan con objetos y eventos presentes en su entorno (Tamis-LeMonda et al., 2014; Tamis‐LeMonda y Bornstein, 2015). Cuando los cuidadores siguen el foco atencional de los infantes, estos adquieren los conceptos básicos y el conocimiento general para la comprensión lectora y auditiva, aprenden a enfocar su propia atención, habilidades de toma de turnos y diversas habilidades más útiles a futuro (Golinkoff et al., 2019).
Asímismo, los contextos de interacción social y los intercambios conversacionales entre infantes y otros cuidadores favorecen la adquisición del lenguaje (Chaparro-Moreno et al., 2017; Golinkoff et al., 2015; Tamis‐LeMonda y Bornstein, 2015), facilitándola por las regularidades en el lenguaje de los adultos que los infantes son capaces de detectar. Los ajustes y características del discurso adulto, cuando se dirigen a los infantes para atraer su atención, tienen como objetivo ayudarlos a ampliar su vocabulario, relacionar palabras con objetos y establecer las bases de las habilidades de edades posteriores (Chang y Luo, 2020; Tamis‐LeMonda y Bornstein, 2015).
Literatura previa ha mostrado que ciertos ajustes que los adultos realizan cuando se dirigen a los infantes facilitan el aprendizaje de palabras, como utilizar un tono de voz más alto o agudo, exagerar la entonación, utilizar un ritmo más lento y un mayor número de pausas entre palabras o frases (Golinkoff et al., 2015; Tamis‐LeMonda y Bornstein, 2015). A los 6 meses de edad, los bebés prefieren un registro verbal especial que utilizan los adultos cuando su habla se dirige a los niños. Este tipo de habla es ampliamente utilizada por los infantes como una herramienta de aprendizaje de lenguaje, ya que se caracteriza por reflejar emociones positivas y expresiones faciales exageradas en el adulto que son comúnmente usadas para atraer la atención de los menores (Golinkoff et al., 2015; Newman et al., 2016).
Interacción social en el desarrollo de lenguaje
El andamiaje para la adquisición de vocabulario lo proveen diversas claves valiosas que se obtienen de las interacciones sociales (Tamis‐LeMonda y Bornstein, 2015). El aprendizaje temprano de lenguaje se beneficia cuando los infantes se involucran en intercambios conversacionales con sus cuidadores. Dichas interacciones impactan en la preparación para el ingreso a la escuela y en el éxito escolar futuro (Golinkoff et al., 2019). Por ello, la producción de vocabulario de los cuidadores es esencial para la adquisición y aprendizaje del lenguaje. La atención conjunta, la contingencia en las respuestas, claves conductuales, calidad y cantidad del lenguaje, así como la responsividad y sensibilidad de los adultos potencian el aprendizaje infantil del lenguaje y son la base principal para futuras y más complejas habilidades lingüísticas y de alfabetización (Golinkoff et al., 2019; Hirsh-Pasek et al., 2015; Rodriguez y Tamis-Lemonda, 2011; Romeo et al., 2018; Rowe, 2012; Tamis-LeMonda et al., 2014; Tomasello y Farrar, 1986).
En un estudio, Tamis-Lemonda et al. (2004) hicieron observaciones longitudinales del lenguaje de los padres y el involucramiento con sus hijos, así como su influencia en el desarrollo del lenguaje de los infantes; realizaron videograbaciones de las interacciones diádicas durante el juego libre de los participantes (padre-infante; madre-infante) cuando sus hijos tenían 24 y 36 meses de edad. Las medidas se centraron en la calidad de la interacción entre padre-hijo y en cómo se encuentra relacionada con el desarrollo cognitivo y de lenguaje. Los resultados mostraron que la sensibilidad, la consideración positiva y la estimulación cognitiva (aspectos positivos del involucramiento de los padres) predecían mejores resultados en los puntajes de desarrollo cognitivo y de lenguaje.
Kwon et al. (2013) compararon la influencia de tareas estructuradas y del juego libre en la calidad del cuidado parental y el uso del lenguaje de los infantes, así como la influencia del género de los padres en la complejidad del lenguaje. Se grabaron las interacciones de las familias cuando interactuaban en díadas (madre-infante; padre-infante). Cada interacción involucraba tres escenarios de cinco minutos cada uno: tarea estructurada, sesión de juego libre y tiempo de limpieza. Para medir el vocabulario se utilizó la longitud media del enunciado o MLU por sus siglas en inglés, y las medidas type/token (TTR) para obtener los resultados de la complejidad del vocabulario y habilidades expresivas. Se encontró que, aunque las madres hablaron más, la complejidad del lenguaje usado por los padres fue más alta. Además, las medidas de lenguaje de los infantes se vieron más favorecidas durante las interacciones en el escenario de juego libre, pues hablaron más y utilizaron un lenguaje más diverso. Lo cual sugiere que, dependiendo del contexto, las interacciones entre padres e infantes pueden ser diferentes de acuerdo con los objetivos de cada tarea y las demandas de la situación.
Sobre producción verbal, algunos autores como Højen et al. (2022) han encontrado diferencias en las habilidades de lenguaje según el género, asociadas a un favoritismo hacia las niñas en los ambientes de alfabetización en el hogar por parte de los padres en Dinamarca. En contraparte, Valdés (2015) en un estudio previo había mostrado que las diferencias entre género no fueron estadísticamente sigificativas para ninguna de las medidas de producción verbal obtenidas en infantes mexicanos en una actividad de lectura conjunta.
Tarea de lectura conjunta
La interacción entre los infantes y sus cuidadores se ha considerado elemental para el desarrollo de habilidades de lenguaje. La tarea de lectura conjunta ha demostrado ser una actividad predictora en la adquisición de habilidades del lenguaje, en el aumento en la complejidad del vocabulario e, incluso, en el alfabetismo temprano (Grolig et al., 2019; Zivan y Horowitz-Kraus, 2020). Minto et al. (2020) analizaron la asociación entre la producción verbal de diferentes palabras en infantes (palabras type) y el comportamiento gestual generado por las madres durante la interacción en la tarea de lectura conjunta, encontrando que los gestos maternos pueden contribuir a la riqueza del vocabulario y a la complejidad de la producción léxica durante este tipo de tareas.
Estos contextos han sido considerados un marco útil para los infantes; mientras la madre provee la dirección básica de la atención de los infantes utilizando objetos fáciles de identificar, haciéndoles preguntas sobre ellos y proporcionándoles retroalimentación sobre los intentos de nombrar dichos objetos, los infantes gradualmente adquieren familiaridad con un abanico relativamente restringido de posibilidades lingüísticas en el que pueden mejorar su capacidad lingüística (Bruner, 1985). Por ende, el tiempo que las díadas emplean en una tarea de atención conjunta puede predecir las habilidades lingüísticas concurrentes en el futuro (Tomasello y Farrar, 1986; Zivan y Horowitz-Kraus, 2020).
En otro estudio, Chaparro-Moreno et al. (2017) evaluaron las habilidades de lenguaje durante la lectura de un libro de cuentos ilustrado sin palabras en comparación con el lenguaje utilizado durante la lectura de un libro de texto de historias tradicional por parte de maestros a infantes. Se halló que, en la condición del libro ilustrado sin palabras, los infantes producían mayor número de variedad y cantidad de palabras por minuto que en la condición del libro típico de historias, mostrando que la producción de lenguaje infantil contiene más riqueza cuando se utiliza un libro ilustrado sin palabras. Asimismo, la diversidad en el léxico de los maestros resultó un predictor significativo del número de las expresiones verbales de los niños durante la tarea de lectura.
Blewitt y Langan (2016) emplearon la tarea de lectura conjunta para demostrar los beneficios de la responsividad verbal de los adultos en el aprendizaje de palabras de los niños. Utilizaron tres libros de historias ilustrados con cuatro palabras que los niños debían aprender al finalizar la tarea, y tres diferentes condiciones para evaluar la influencia de la responsividad verbal de los adultos en el vocabulario productivo infantil. Los resultados del estudio sugieren que una alta responsividad de los adultos promueve el desempeño de los niños en el aprendizaje de las palabras. Concluyeron que mantener el interés de los niños en la tarea de lectura utilizando respuestas de retroalimentación contingentes, apropiadas, positivas y alentadoras contribuye a mejorar y promover el aprendizaje de palabras en los niños.
Chang y Luo (2020) demostraron que la calidad de lectura conjunta entre madre e infante puede promover el vocabulario y mejorar sus habilidades lingüísticas al emplearse diversas estrategias, como la descripción o la actuación al momento de realizar la lectura compartida en edades tempranas. Por otra parte, Grolig et al. (2019) indican que los ambientes de alfabetización brindan una explicación adicional a la adquisición de habilidades de lenguaje, especialmente los entornos de alfabetización en el hogar (Sénéchal y Lefevre, 2014) a través de las lecturas compartidas, pues se relacionan de manera cercana al desarrollo gramatical en los infantes.
En el presente estudio, definiremos la tarea de lectura conjunta como la interacción que se genera al observar y leer un libro al mismo tiempo (Bus, 2002), siendo el adulto quien generalmente guía la actividad (Flórez et al., 2007). Dados los hallazgos previos que muestran que la tarea de lectura conjunta mejora las habilidades de lenguaje de los infantes, este trabajo tiene por objetivo estudiar la relación entre la producción verbal de cuidadores e infantes mediante la observación de una tarea de lectura conjunta, enfatizando la influencia de la producción verbal de los cuidadores sobre de los infantes entre los 30 meses y los cuatro años. Además, pretendemos profundizar en el análisis sobre la cantidad y calidad del vocabulario de las díadas, tomando como medidas principales las variables type (total de palabras diferentes producidas) y token (total global de palabras producidas). Este estudio busca verificar también la tarea de lectura conjunta como un potencial contexto en que la producción verbal de los cuidadores influye en la producción verbal de los infantes en términos de cantidad y calidad. Finalmente, se buscó determinar si la producción verbal de los cuidadores es una variable predictora de la producción verbal de los infantes en las edades establecidas en esta investigación.
Metodología
La presente investigación, al buscar estudiar la relación entre la producción verbal de cuidadores e infantes, utiliza un diseño no-experimental correlacional de alcance transversal. Participaron 249 díadas (un cuidador adulto y un infante). En relación a los cuidadores, el promedio de edad fue de 36.91 años (SD = 9.75), con un nivel socioeconómico medio hasta alto, con escolaridad mínima de bachillerato y que el español fuera su primera lengua. Los criterios de inclusión para los infantes fueron tener como primera lengua el español, nacidos a término, sin problemas de alto riesgo de tipo prenatal, al nacimiento o post-parto, sin problemas de audición o visión ni antecedentes de enfermedades graves. el rango de edad de los infantes fue de 30 a 48 meses de edad.
Se invitó a los participantes mediante anuncios en el periódico de la universidad donde se llevó a cabo el estudio, carteles en jardines infantiles y en diferentes estaciones del Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México. Los cuidadores interesados en participar en el estudio contactaron al laboratorio y fueron registrados en la base de datos para agendar una sesión y acudir a la universidad. Los cuidadores firmaron un consentimiento informado en el que accedían a ser videograbados durante la interacción con los infantes y se les informó que dichas grabaciones serían almacenadas, así como los datos personales serían resguardados en el laboratorio de la universidad en apego a los lineamientos éticos de investigación.
Medidas
La unidad de análisis utilizada en este estudio fue la palabra y se consideraron los diversos significados en diferentes contextos (Suárez et al., 2016). Para registrar el número total de vocabulario productivo, se utilizaron las medidas type (variedad de palabras producidas durante la interacción) y token (número total de palabras producidas, independientemente del número de repeticiones en el discurso del interlocutor) (Suárez et al., 2016).
Instrumentos y materiales
Los criterios de inclusión fueron recolectados utilizando un cuestionario sociodemográfico (Alva y Hernández-Padilla, 2001). Adicionalmente y de acuerdo con las edades de los infantes, las díadas utilizaron diferentes libros ilustrados sin texto durante la tarea de lectura conjunta: las díadas de los infantes que rondaban los 30 meses de edad utilizaron el libro titulado A boy, a Dog, and a Frog (Mayer, 1967), mientras que los infantes de 36 meses de edad utilizaron el libro Frog, Where Are You? (Mayer, 1969). Por su parte, a los infantes de aproximadamente 42 meses de edad se les proporcionó el libro Frog on his Own (Mayer, 1973) y a los infantes de mayor edad, el libro One Frog Too Many (Mayer, 1975). Estos libros forman parte de la serie de títulos infantiles creados por Mayer (1967)Frog, que pertenecen al género de libros ilustrados sin palabras y han sido utilizados por diversos autores en estudios de desarrollo de lenguaje (Acosta et al., 2013; Romero y Gómez, 2013; Aldrich et al., 2011; Berman y Slobin, 1995). Cada libro tiene una extensión promedio de 24 láminas y 32 páginas, en las cuales se presenta una secuencia de imágenes que cuentan una historia diferente siguiendo la trama de los personajes de esta serie. Además, estudios previos que han utilizado estos libros para el estudio y evaluación de lenguaje reportan que estos presentan historias progresivamente más complejas, atendiendo la capacidad de los niños para interpretarlas (Romero y Gómez, 2013). Muchos autores describen estos libros ilustrados como “difusos”, y con cierta complejidad visual, la cual, junto con la secuencia de eventos de los libros, permiten a los niños y niñas verbalizar historias enfocándose en los personajes del relato (Acosta et al., 2013).
Para grabar las interacciones durante la tarea de lectura conjunta, se utilizó una cámara digital que se instaló aproximadamente a 1.6 m del suelo y 1.9 m de distancia de los participantes en un cubículo acondicionado para tal fin.
Escenario
Se recibió a los participantes en una recepción de 4x3 m con una mesa circular y dos sillas ubicadas lado a lado para permitir que las díadas interactuaran. Los cuidadores e infantes podían elegir sentarse juntos (el infante sentado sobre las piernas del cuidador) o separados, cada uno en una silla diferente. Durante las interacciones diádicas, se mantuvieron las condiciones óptimas posibles, tales como iluminación con luz blanca y la temperatura del cubículo que oscilaba entre los 18° y 20° C, mientras el experimentador responsable estaba ausente para no interferir en el desempeño de las díadas.
Procedimiento
Un investigador entrenado recibió a las díadas a su llegada al laboratorio. Se informó a los cuidadores que las interacciones con los infantes requerían ser videograbadas y se solicitó su autorización mediante la firma del consentimiento informado. Posteriormente, los datos sociodemográficos fueron obtenidos con una entrevista semiestructurada. Para completar la tarea de lectura conjunta, el investigador proporcionó la siguiente instrucción verbalmente a los cuidadores (Suarez et al., 2016): “Le entregaremos un libro ilustrado sin palabras, por favor cuente a su hijo/a una historia basada en las ilustraciones del libro y cuando termine, pase el libro al pequeño/a y pídale que le relate la historia a usted. Abra la puerta del cubículo en señal de que han terminado”. Después, el investigador entregaba el libro al cuidador, iniciaba la grabación en la cámara de video y salía del cubículo cerrando la puerta.
La tarea se realizó en una sola sesión por edad. Además, el investigador informaba al cuidador la probabilidad de que se le volviera a contactar para participar nuevamente, una vez que el infante alcanzara la siguiente edad de interés para la investigación.
Codificación
Una vez se obtuvieron las videograbaciones, el personal entrenado realizó el proceso de transcripción. Este consistió en registrar cada palabra que las díadas produjeron, tanto de los cuidadores como de los infantes. El proceso de codificación consistió en clasificar cada una de las palabras producidas dentro de una de las categorías gramaticales: sustantivo, verbo, adverbio, artículo, pronombre, preposición, conjunción e interjección, todas ellas previamente utilizadas por Suárez et al. (2016). El contexto en que las palabras se produjeron fue considerado para su clasificación, i.e. las palabras que produjo uno de los infantes: “está saltando” (mientras señalaba una imagen en el libro) se codificaron como un solo verbo, debido a que su función denota la misma acción. En los casos en que el investigador no lograra comprender una frase o palabra, se presentaban a alguno de varios investigadores entrenados para discutir y lograr un acuerdo. En los casos en los que las palabras no podían ser comprendidas o identificadas, fueron clasificadas dentro de la categoría “ininteligible”.
Resultados
Como se expuso anteriormente, el objetivo principal del presente estudio fue determinar si la producción verbal de los cuidadores es un predictor de la producción verbal de los infantes en las edades estudiadas durante las interacciones en la tarea de lectura conjunta. A continuación, se muestran los resultados de la producción verbal diádica durante la tarea de lectura conjunta. Primero, se presentan las medias de producción en términos de las medidas type, token y por categoría gramatical. Después, se presentan los resultados de las correlaciones obtenidas también en términos de type, token y categoría gramatical. Por último, se muestran los resultados de los análisis de regresión lineal con el fin de determinar si la producción verbal de los infantes es predicha por el lenguaje productivo de los cuidadores durante la tarea de lectura conjunta.
Se muestran los datos demográficos descriptivos en la Tabla 1.
Infantes | N = 249 |
Rango de edad (meses) | 30-48 |
Media de edad (meses) | M= 36.4 (SD= 6.4) |
Niñas | n= 97 (31.96 %) |
Niños | n= 152 (61.04 %) |
Orden de nacimiento
Primogénito Segundo Tercero Cuarto |
148 72 24 1 |
Cuidadores | |
Media de edad de las madres | 33.56 años (SD = 6.98 años) |
Escolaridad de las madres | M= 15.04 años (SD = 3.4 años) |
Ocupación de las madres
Ama de casa Profesionista Empleadas, Estudiantes o Trabajadores no cualificados |
113 (45.3 %) 87 (34.9 %) 49 (19.8 %) |
Media de edad de los padres | 36.91 años (SD = 9.75) |
Escolaridad de los padres | M= 14.42 años (SD = 3.83) |
Ocupación de los padres
Ama de casa Profesionales Empleados, Estudiantes o Trabajadores no cualificados |
0 (0 %) 102 (40.96 %) 147 (59.04 %) |
Producción y complejidad verbal
En la Tabla 2 se muestran la media y desviación estándar (SD) del número de palabras (token y type) producidas por los cuidadores y los infantes durante la tarea de lectura conjunta, diferenciadas por categoría gramatical. La Tabla 3 muestra el promedio y DE de las palabras producidas por niños y niñas durante la misma tarea, así como los resultados de los análisis de comparación de medias realizados para evaluar las diferencias entre niños y niñas en cuanto a producción verbal tanto en la medida type como en token. Se observó que las niñas produjeron significativamente mayor número de adjetivos y conjunciones en comparación con los niños en términos de tokens; así mismo, las niñas produjeron significativamente mayor número de adjetivos y adverbios en términos de la medida type en comparación con los niños.
TOKEN | TYPE | |||||||
Cuidador | Infante | Cuidador | Infante | |||||
Media | SD | Media | SD | Media | SD | Media | SD | |
Sustantivo | 126.65 | 55.26 | 29.71 | 24.39 | 38.86 | 19.07 | 13.06 | 8.90 |
Verbo | 183.02 | 87.93 | 32.96 | 26.24 | 93.92 | 35.86 | 19.34 | 14.04 |
Adjetivo | 36.14 | 21.19 | 8.54 | 10.23 | 17.20 | 10.57 | 4.32 | 3.79 |
Adverbio | 86.39 | 46.72 | 23.53 | 19.11 | 22.39 | 9.42 | 7.39 | 4.70 |
Artículo | 81.63 | 37.87 | 17.87 | 19.50 | 7.14 | 9.12 | 3.68 | 3.35 |
Pronombre | 91.49 | 49.68 | 19.49 | 16.06 | 15.39 | 9.42 | 5.77 | 3.88 |
Preposición | 58.99 | 29.46 | 9.01 | 10.16 | 7.43 | 5.96 | 2.74 | 1.93 |
Conjunción | 85.66 | 39.62 | 16.52 | 18.88 | 8.51 | 7.94 | 3.08 | 3.87 |
Interjección | 39.88 | 24.85 | 7.62 | 7.81 | 16.57 | 8.25 | 4.39 | 3.47 |
Ininteligible | 1.56 | 3.13 | 5.87 | 5.77 | 0.78 | 1.68 | 0.95 | 0.77 |
Total | 787.52 | 356.28 | 173.46 | 165.33 | 222.44 | 76.81 | 63.76 | 39.48 |
TOKEN | TYPE | |||||||
Niños M(DE) | Niñas M(DE) | Min - Max | p | Niños M(DE) | Niñas M(DE) | Min - Max | p | |
Sustantivo | 27.74 (21.40) | 32.80 (28.31) | 0 - 175 | 0.305 | 12.61 (8.73) | 13.76 (9.16) | 0 - 59 | 0.326 |
Verbo | 30.46 (23.59) | 36.88 (29.64) | 0 - 162 | 0.157 | 18.44 (13.65) | 20.75 (14.62) | 0 - 73 | 0.227 |
Adjetivo | 7.17 (8.58) | 10.69 (12.14) | 0 - 70 | 0.018* | 3.92 (3.51) | 4.95 (4.14) | 0 - 21 | 0.046* |
Adverbio | 23.01 (19.13) | 24.35 (19.16) | 0 - 144 | 0.493 | 7.05 (5.13) | 7.94 (3.92) | 0 - 53 | 0.024* |
Artículo | 15.74 (15.38) | 21.22 (24.34) | 0 - 134 | 0.157 | 3.71(4.05) | 3.65 (1.81) | 0 - 48 | 0.260 |
Pronombre | 18.35 (15.97) | 21.29 (16.15) | 0 - 95 | 0.106 | 5.59 (4.23) | 6.08 (3.27) | 0 - 35 | 0.102 |
Preposición | 7.89 (8.20) | 10.80 (12.48) | 0 - 88 | 0.089 | 2.61 (2.02) | 2.96 (1.78) | 0 - 14 | 0.060 |
Conjunción | 13.41 (16.51) | 21.39 (21.28) | 0 - 125 | 0.001*** | 3.03 (4.71) | 3.16 (1.96) | 0 - 56 | 0.093 |
Interjección | 7.51 (8.32) | 7.79 (6.98) | 0 - 48 | 0.225 | 4.47 (3.86) | 4.27 (2.77) | 0 - 25 | 0.694 |
Ininteligible | 6.04 (5.87) | 5.59 (5.65) | 0 - 36 | 0.720 | 0.96 (0.90) | 0.94 (0.50) | 0 - 8 | 0.502 |
*p<0.05
***p<0.001
Para evaluar la relación entre la producción verbal de cuidadores e infantes, se realizaron correlaciones de Spearman entre las medidas token (ver Tabla 4) y type (ver Tabla 5) emitidos por las díadas, encontrándose correlaciones estadísticamente significativas en todas las categorías gramaticales a excepción de las preposiciones en la medida type.
Infantes Cuidadores |
Token Total | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 |
Token Total R | 0.283*** | |||||||||
1 Sustantivo R | 0.245*** | 0.318*** | ||||||||
2 Verbo R | 196** | 0.227*** | 0.231*** | |||||||
3 Adjetivo R | 0.436*** | 0.402*** | 0.429*** | 0.545*** | ||||||
4 Adverbio R | 0.241*** | 0.247*** | 0.253*** | 0.146* | 0.293*** | |||||
5 Artículo R | 0.249*** | 0.290*** | 0.273*** | 0.215*** | 0.190** | 0.307*** | ||||
6 Pronombre R | 0.189** | 0.240*** | 0.203** | 0.119 | 0.190** | 0.167** | 0.253*** | |||
7 Preposición R | 0.230*** | 0.271*** | 0.240*** | 0.217*** | 0.249*** | 0.205** | 0.237*** | 0.292*** | ||
8 Conjunción R | 0.250*** | 0.310*** | 0.260*** | 0.220*** | 0.161* | 0.246*** | 0.260*** | 0.277*** | 0.154* | |
9 Interjección R | 0.076 | 0.120 | 0.088 | 0.096 | 0.092 | 0.052 | 0.084 | 0.085 | -0.028 | 0.335*** |
*p<0.05; **p<0.01; ***p<0.001. N = 249.
Infantes Cuidadores |
Type Total |
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 |
Type Total r N | 0.419*** 249 | |||||||||
1 Sustantivo r N | 0.438*** 249 | 0.518*** 248 | ||||||||
2 Verbo r N | 357*** 249 | 0.375*** 248 | 0.354*** 249 | |||||||
3 Adjetivo r N | 0.456*** 249 | 0.373*** 248 | 0.449*** 249 | 0.541*** 249 | ||||||
4 Adverbio r N | 0.297*** 249 | 0.280*** 248 | 0.297*** 249 | 0.201** 249 | 0.262*** 249 | |||||
5 Artículo r N | 0.172** 249 | 0.164** 248 | 0.169** 249 | 0.104 249 | 0.147* 249 | 0.200** 249 | ||||
6 Pronombre r N | 0.189** 249 | 0.216*** 248 | 0.177** 249 | 0.176** 249 | 0.081 249 | 0.174** 249 | 0.243*** 249 | |||
7Preposición r N | 0.111 249 | 0.135* 248 | 0.098 249 | 0.141** 249 | 0.124 249 | 0.158* 249 | 0.069 249 | 0.059 249 | ||
8 Conjunción r N | 0.183** 249 | 0.226*** 248 | 0.171** 249 | 0.188** 249 | 0.098 249 | 0.243*** 249 | 0.115 249 | 0.182** 249 | 0.212*** 249 | |
9Interjección r N | 0.155* 249 | 0.172** 248 | 0.126* 249 | 0.109 249 | 0.117 249 | 0.104 249 | 0.116 249 | 0.120 249 | 0.114 249 | 0.436*** 249 |
*p<0.05; **p<0.01; ***p<0.001
Finalmente, con el propósito de determinar si la producción verbal infantil se puede predecir a partir de la producción verbal de los cuidadores, se realizaron dos análisis de regresión lineal comparando la producción verbal de infantes y cuidadores en función de types y tokens. Por una parte, se utilizó la producción verbal de types de los cuidadores como variable independiente y la producción verbal de types de los infantes como variable dependiente, R 2 = 0.15, F(1, 247) = 44.70, p < 0.001. Los resultados muestran que la producción verbal de types de los cuidadores predicen la producción verbal de types de los infantes de manera significativa (β = 0.39, t = 6.69, p<0.001). Por otra parte, se utilizó la producción verbal de tokens de los cuidadores como variable independiente y la producción verbal de tokens de los infantes como variable dependiente. Los resultados obtenidos señalan que, respecto a los tokens, la regresión fue estadísticamente significativa, R 2 = 0.06, F(1, 247) = 16.38, p < 0.001. La producción verbal de tokens de los cuidadores predice la producción verbal de tokens de los infantes de manera significativa (β = 0.25, t = 4.05, p < 0.001).
Discusión
El propósito del presente estudio fue examinar cómo la interacción durante la lectura conjunta entre infantes y cuidadores afecta la producción verbal de los mismos infantes. Se observó que la frecuencia y diversidad de palabras usadas por los cuidadores (medidas en types y tokens) tienen una correlación positiva significativa con las de los infantes, indicando que una mayor variedad lingüística de los cuidadores conduce a una mayor producción verbal de los niños en diferentes categorías gramaticales durante la lectura compartida. Esto confirma la importancia de la lectura conjunta como una actividad promotora del desarrollo del lenguaje productivo infantil tal como lo mencionan autores como Grolig et al. (2019), Zivan y Horowitz-Kraus (2020) y Minto et al. (2020).
Por otra parte, al comparar la producción verbal de los infantes según el sexo, contrario a la literatura previa (Højen et al. 2022), los análisis de comparación de medias mostraron que no existen diferencias significativas entre la producción verbal de niñas y niños, a excepción de la producción de adjetivos y conjunciones en términos de tokens y de las categorías adjetivos y adverbios en la medida type. Esto puede ser explicado por la influencia del contexto de interacción en el que este estudio fue realizado, por lo que es posible que la tarea de lectura conjunta sea un contexto estimulante que promueve la producción verbal de los infantes, facilitando la producción verbal en ambos sexos.
De acuerdo con la literatura previa relacionada con contextos que promueven el desarrollo de lenguaje infantil, específicamente en contextos de lectura conjunta (Blewitt y Langan, 2016; Chang y Luo, 2020; Chaparro-Moreno et al. 2017; Golinkoff et al. 2015; Golinkoff et al. 2019; Grolig et al. 2019; Minto García et al. 2020; Niklas et al. 2020; Sénéchal y Lefevre, 2014; Tamis‐LeMonda y Bornstein, 2015; Tamis-LeMonda et al. 2014; Tamis-LeMonda et al. 2004; Valdés, 2015; Zivan y Horowitz-Kraus, 2020), este estudio propone que la producción verbal de los infantes se deriva de la producción verbal generada por sus cuidadores, tomando como un reflejo de dicho aprendizaje el lenguaje producido por el infante durante dicha tarea, contexto utilizado en esta investigación. Para confirmar esto, se realizaron análisis de regresión simple, obteniendo regresiones positivas estadísticamente significativas entre la producción verbal de tokens de los infantes y la producción verbal de tokens de los cuidadores. Este resultado permite suponer que la cantidad de vocabulario producida por los cuidadores tiene una influencia positiva sobre la de los infantes, pues al aumentar el número de palabras que los cuidadores utilizan durante la tarea de lectura conjunta, la cantidad de vocabulario producida por los infantes también aumenta, aunque este resultado debe ser tomado con cautela debido a que el tamaño del efecto obtenido en este análisis se considera bajo.
Por su parte, el análisis de regresión simple para determinar si la producción verbal de types de los infantes se puede predecir a partir de la producción verbal de types de los cuidadores también resultó estadísticamente significativo. Lo anterior permite suponer que, al aumentar la variedad de palabras que los cuidadores utilizan durante la interacción con los infantes en la tarea de lectura conjunta, la variedad en la producción de palabras de los infantes también lo hace.
Conclusiones
Este trabajo apoya con evidencia empírica a la literatura que propone que las interacciones tempranas contribuyen de manera importante al desarrollo de las habilidades cognitivas de los infantes. Por medio del análisis, no solo la conducta verbal de los infantes, sino también las verbalizaciones de los adultos que conviven con ellos cotidianamente bajo una actividad que, en la etapa infantil, resulta estimulante para el aprendizaje y producción de vocabulario, como lo es la tarea de lectura conjunta utilizada en esta investigación.
Estudios anteriores han considerado diversas variables de los cuidadores que podrían influir en el desarrollo infantil, por ejemplo, el NSE. Una de las limitaciones de este estudio fue la imposibilidad de incluir esta variable en los análisis al no conseguir variabilidad en los NSE de las díadas, pues resultaría interesante estudiar si la tarea de lectura conjunta podría atenuar las diferencias (reportadas en la literatura) en el vocabulario productivo ante la influencia de esta variable. Asimismo, consideramos que un estudio de tipo longitudinal permitiría estudiar la influencia de dicha tarea a lo largo de las edades estudiadas, así como establecer las causas por las que esta tarea es un facilitador del vocabulario infantil.
Sin embargo, en vista de los resultados obtenidos en este estudio, es posible asumir que la variedad y diversidad de palabras que los cuidadores de los infantes producen durante su interacción con ellos pueden tener un impacto en la variedad y diversidad de palabras que los infantes producen durante la tarea de lectura conjunta. De manera similar, el número total de palabras que los cuidadores utilizan tendrá una influencia en el número total de palabras que los infantes produzcan.
El presente trabajo marca su importancia al ser de los primeros en llevar a cabo estudios sobre población infantil mexicana a través de la tarea de interacción de lectura conjunta entre cuidadores e infantes como predictora en la producción verbal infantil y analizar unidades de lenguaje como adjetivos, adverbios, artículos, pronombres, preposiciones e interjecciones mediante las medidas type/token. Además, se espera que, ante los resultados obtenidos en el presente estudio, se realicen investigaciones futuras sobre la producción verbal a través de la lectura conjunta en el contexto educativo y en infantes con edades mayores a cuatro años.