1. SOBRE EL MIAHUATECO
El miahuateco es una lengua zapoteca que se habla en los distritos de Miahuatlán, Amatlán y Pochutla en Oaxaca. De acuerdo con Smith-Stark (2007), esta lengua forma parte de la rama sureña del zapoteco medular. El repertorio segmental del miahuateco está compuesto por 16 consonantes, seis vocales y dos semivocales. El contraste fortis-lenis se manifiesta por completo sobre las plosivas y sobre las fricativas alveodentales. Aunque el contraste fortis-lenis está inactivo en las resonantes, esta serie presenta una de las propiedades prototípicas de las consonantes fortis, la de ser moraicas. El Cuadro 1 muestra la representación esquemática del sistema segmental del miahuateco:
LABIAL | CORONAL | VELAR | ||
---|---|---|---|---|
ANTERIOR | POSTERIOR | |||
Plosivas | p | t | tʃ | k |
b | d | dʒ | ɡ | |
Continuas | s | ʃ | x | |
z | ||||
Nasales | m | n | ŋ | |
Laterales | l | |||
Semivocales | w | j | ||
Alta | u | i | ||
o | e | |||
Baja | a | æ |
El miahuateco cuenta con cuatro melodías tonales básicas en bases monosilábicas: alto (A), bajo (B), descendente (AB) y ascendente (BA). En los ejemplos de (1) muestro un conjunto de contrastes de cada una de las melodías pertinentes en la lengua.
(1) Contrastes tonales en miahuateco
A | B | AB | BA |
/lé/ ‘diente’ | /lè/ ‘nombre’ | /nɡôl/ ‘mujer’ | /nɡǒn/ ‘buey’ |
/jál/ ‘milpa’ | /jàl/ ‘mamey’ | /jûʃ/ ‘arena’ | /nɡǔtʃ/ ‘cerdo’ |
/já/ ‘leña’ | /bà/ ‘allí’ | /tʃô/ ‘cascarón’ | /lěn/ ‘Elena’ |
El rasgo [glotis constreñida] está activo en el miahuateco, pero a diferencia de los zapotecos del Valle y de la Sierra Norte, no pertenece al dominio segmental, sino al dominio moraico. En esta lengua zapoteca el rasgo [glotis constreñida] se asocia a la segunda mora de una sílaba tónica, por lo que puede manifestarse tanto en la segunda porción vocálica de los tipos silábicos CVμμ y CVμμC l como en las resonantes en posición de coda en el tipo silábico CVμRμ (Hernández 2021). En la serie de ejemplos de (2) muestro algunos casos ilustrativos de la implementación fonética del rasgo [glotis constreñida] en distintos tipos silábicos del miahuateco.
(2) Implementación superficial del rasgo [glotis constreñida] en distintos tipos silábicos
Subyacente | Superficial | Glosa |
/dóʔ/ | [dóo̰] | ‘cuerda’ |
/sínʔ/ | [sín̰] | ‘garrapata’ |
/mbæ̀dʔ/ | [mbæ̀æ̰ð] | ‘zorro’ |
/wúsʔ/ | [wú̬s] | ‘suave’ |
Como los juegos de ejemplos de (1) y (2) adelantan, el miahuateco es una lengua que tiende fuertemente a la monosilabicidad, esto quiere decir que el léxico está formado principalmente por raíces monosilábicas. Las palabras que rebasan esta medida prosódica corresponden a préstamos recientemente incorporados -los préstamos tempranos tienen una adaptación tal que corresponden a monosílabos- o a palabras morfológicamente complejas.
El objetivo central de este trabajo es exponer algunos procesos fonológicos que revelan que la palabra fonológica constituye un dominio prosódico activo en el miahuateco. Después de esta breve introducción, examino algunas propiedades de la estructura silábica que están relacionadas con el peso prosódico, enseguida describo el patrón acentual y presento un primer acercamiento a las pistas acústicas que señalan la sílaba prominente, luego describo procesos fonológicos a nivel de la palabra fonológica. En la última sección hago una breve síntesis.
2. ESTRUCTURA SILÁBICA
Es necesario establecer algunos antecedentes respecto a la estructura silábica dado que en el miahuateco el peso prosódico puede asignarse a la coda. Las siguientes líneas exploran la relación entre la estructura silábica, el peso prosódico y el contraste fortis-lenis.
Respecto a la estructura silábica, la propiedad más prominente del miahuateco es la condición de inicio obligatorio (Selkirk 1982; Clements & Keyser 1983; Prince & Smolensky 2004) y la opcionalidad de la coda (Prince & Smolensky 2004). El efecto de estas dos peculiaridades en conjunto hacen que la estructura silábica básica sea CV en miahuateco. En (3) muestro un grupo de ejemplos que expresan la diversidad de plantillas silábicas halladas en raíces.
(3) Tipos silábicos en miahuateco
Subyacente | Superficial | Glosa | |
a. CV | |||
/là/ | [làː] | ~ [làˑˀ] | ‘hoja’ |
/báʔ/ | [βáʔ] | ‘tumba’ | |
/nò/ | [nòː] | ~ [nòˑˀ] | ‘celoso’ |
b. CCV(C) | |||
/nɡùd/ | [ŋɡùːð] | ‘fruta’ | |
/rla/ | [rlàː] | ~ [rlàˑˀ] | ‘cintura’ |
/mti/ | [mtîː] | ~ [mtîˑˀ] | ‘águila’ |
c. CCCV(C) | |||
/btje/ | [fjêː] | ~ [fjêˑˀ] | ‘epazote’ |
/bljòʔb/ | [βljòo̰β] | ‘escoba’ |
A diferencia de la complejidad en el inicio silábico, el núcleo puede ser ocupado únicamente por una vocal, esto quiere decir que no hay diptongos subyacentes en la lengua, aunque sí existen las secuencias superficiales Vw y Vj. En estos casos, el segundo elemento de la secuencia siempre es consonántico. El juego de ejemplos de (4) muestra el clítico de predicado no verbal que se ubica al margen derecho de la frase nominal. Si la frase nominal termina con una consonante, entonces el clítico tomará la forma =a. En contraste, si la frase nominal termina con una vocal el clítico se manifestará como =j. Dado que los casos c y d del conjunto de datos presentado en 4 toman =a, debemos concluir que la representación subyacente tanto de /j/ como de /w/ es consonántica.
(4) Predicación no verbal en miahuateco
Subyacente | Superficial | Glosa |
a. /jáp=já/ | [jáp.pá] | ‘chayote / es chayote’ |
b. /lòˀ=já/ | [lǒjˀ] | ‘cara / es la cara de alguien’ |
c. /bów=ja/ | [bów.wá] | ‘peine / es peine’ |
d. /mbèj=já/ | [mbèj.já] | ‘hongo / es hongo’ |
Otro argumento que sostiene el estatus consonántico de /w/ y /j/ es el llamado saltillo antepausal. Las sílabas abiertas CV en final absoluto alternan su realización superficial entre [CVː] y [CVʔ]. Las sílabas del tipo CVJ y CVW nunca se acompañan por el saltillo antepausal por lo que en la representación subyacente no puede corresponder a sílabas del tipo CVV, sino del tipo CVC. Por último, la vocalización de la lateral /l/ es otra fuente de diptongos superficiales, en posición de final absoluto, la lateral se vocaliza y se realiza como [a]. Cuando /l/ pierde su condición de coda como en (5b) o de final absoluto como en (5c) se manifiesta mediante la realización [l] fiel a la representación subyacente /l/.
(5) Vocalización de /l/
Subyacente | Superficial | Glosa | |
a. | /nɡòl/ | [ŋɡòa] | ‘mujer’ |
/bǽl/ | [béa] | ‘hermana’ | |
/ʃílˀ/ | [ʃía̰] | ‘ala’ | |
b. | /nɡòl-já/ | [ŋɡòl.lá] | ‘es mujer’ |
/bǽl-já/ | [bǽl.lá] | ‘es hermana’ | |
/ʃíl-já/ | [ʃíl.lá] | ‘es ala’ | |
c. | /nɡòl=ná/ | [ŋɡòl ná] | ‘mi mujer’ |
/bǽl=ná/ | [bǽl ná] | ‘mi hermana’ | |
/ʃíl=ná/ | [ʃíl ná] | ‘mi ala’ |
Las codas muestran una estructura aparentemente simple, pues no es posible encontrar más de un elemento y solo hay un segmento que no aparece en coda: /ɡ/.1 En el Cuadro 2 muestro las codas posibles en el zapoteco miahuateco, dentro de un rectángulo señalo las codas respecto al contraste fortis-lenis. Las consonantes /b, d, dʒ, z/ se acompañan por un alargamiento fonético de la vocal análogo al de las sílabas abiertas. El alargamiento vocálico no se presenta ante el resto de las consonantes de modo que se manifiestan como breves.
mbúp | nít | bítʃ | jék |
‘armadillo’ | ‘agua’ | ‘gato’ | ‘cabeza’ |
bàb | nɡǐd | mbèdʒ | * |
‘comezón’ | ‘pollo’ | ‘guajolote’ | |
ʃís | jíʃa | jéx | |
‘espalda’ | ‘barba’ | ‘tortilla’ | |
síz | |||
‘pecho’ | |||
dám | dàn | blèŋ | |
‘búho’ | ‘montaña’ | ‘jorobado’ | |
nɡòl | |||
‘mujer’ | |||
bów | mbèj | ||
‘peine’ | ‘hongo’ |
La representación superficial de los ítems léxicos presentados en (6) muestra una distribución complementaria respecto a la duración vocálica: la serie fortis: /p, t, tʃ, k, s/ se acompaña por vocales breves, mientras que la serie lenis: /b, d, dʒ, z/ se acompaña por vocales largas. Es importante señalar que las consonantes resonantes, aunque no tienen una contraparte lenis, se comportan como fortis en tanto que se acompañan por vocales breves.
(6) Duración vocálica superficial
a. Consonantes fortis en coda | ||
Subyacente | Superficial | Glosa |
/mbúp/ | [mbúp] | ‘armadillo’ |
/nít / | [nít] | ‘agua’ |
/bitʃ/ | [bítʃ] | ‘gato’ |
/jìsʔ/ | [jì̬s] | ‘papel’ |
b. Consonantes lenis en coda | ||
/ mbàb / | [mbàːβ] | ‘comezón’ |
/ nɡǐd / | [ŋɡǐːð] | ‘pollo’ |
/ mbèdʒ / | [mbèːɾ] | ‘guajolote’ |
/dízʔ / | [díːʔz] | ‘voz’ |
La distribución que he mostrado en la serie de ejemplos de (6) ha sido reportada para otras lenguas zapotecas de distintas ramas como el zapoteco de San Pablo Güilá del zapoteco central (Arellanes 2009), el zapoteco de Zoochina en la Sierra Norte (López 2016) y el zapoteco de San Pedro Mixtepec en la Sierra Sur (Antonio 2015). Los ejemplos de (6) entrañan una condición prosódica sobre la palabra ampliamente documentada en las lenguas zapotecas; las palabras monosilábicas deben de ser bimoráicas. De modo que en las lenguas zapotecas no existe un contraste de duración, sino entre consonantes susceptibles a asociarse con una mora versus consonantes incapaces de asociarse con la grada moraica. La primera mora de la estructura bimoraica está asociada siempre con el núcleo, mientras que la segunda mora puede estar asociada con la coda o con el núcleo en función de la adscripción al contraste fortis-lenis de la consonante que cierra la sílaba.2 Las representaciones silábicas de la Figura 1 muestran la asignación de peso prosódico en miahuateco. Se representa la asignación de peso en la sílaba abierta, en sílaba cerrada por una consonante lenis, y en sílaba cerrada por una consonante fortis.
La condición de bimoraicidad que he expuesto en las líneas anteriores ha sido asociada a dos factores: (1) requisitos de minimidad impuestos sobre la palabra fonológica (Arellanes 2009; Chávez Peón 2010) y (2) a uno de los correlatos del acento (Sicoli 2007; Hernández 2019). En este trabajo adopto una postura en la cual ambos factores están activos en la lengua siguiendo los postulados del modelo paramétrico de Hayes (1987, 1995) en donde se estipula que el monosílabo pesado constituye una de las representaciones legítimas del patrón rítmico yámbico -como muestro en la siguiente sección, el miahuateco es una lengua que exhibe este patrón métrico-. En la notable monosilabicidad del miahuateco confluyen estas dos nociones. El monosílabo, dada su condición de palabra léxica, debe estar obligatoriamente acentuado -siguiendo los principios de obligatoriedad y culminatividad (Trubetzkoy 2019 [1939]; Hyman 2006)- y, dado que en las lenguas con patrón yámbico la sílaba tónica debe ser pesada, la palabra monosilábica debe ser mínimamente bimoraica. En lo que sigue dirijo el trabajo hacia una de las dos nociones discutidas arriba; el acento.
3. ACENTO EN PALABRAS MORFOLÓGICAMENTE COMPLEJAS
En esta sección discuto el patrón acentual de palabras complejas morfológicamente, principalmente compuestos y palabras formadas con el prefijo estativo na- para demostrar que en el miahuateco se manifiesta un patrón métrico en el que la prominencia está alineada al margen derecho de la base, que sigue un patrón ligero-pesado (L.P) y que se traduce en el yambo armónico estipulado por Kager (1999), en el que la posición prominente de pie siempre se llena con una sílaba pesada. Muestro también que en compuestos recursivos se revela que la direccionalidad de la asignación del acento se da desde el margen derecho hacia el izquierdo.
Aunque en el miahuateco la composición es una operación morfológica restringida, se presenta un número de casos suficiente para explorar el patrón acentual de la lengua al nivel de la palabra fonológica. En los ejemplos de (7) muestro un conjunto diverso de compuestos que pueden ser divididos en dos tipos respecto a la categoría léxica que resulta: compuestos nominales y verbales. Vale la pena señalar que en el miahuateco se cumple la estipulación planteada por Dressler (2006) que señala que los compuestos con núcleo nominal son más frecuentes que los compuestos con núcleo verbal.
(7) Tipos de compuestos en miahuateco
a. Compuestos nominales | |||
Subyacente | Superficial | Traducción literal | Glosa |
/kè+lè/ | [kè.lèː] | ‘piedra+ diente’ | ‘muela’ |
/nɡûd+lò/ | [ŋɡùd.ˈlón] | ‘bola+cara’ | ‘ojo’ |
/ngûd+jèʃ/ | [ŋɡùd.ˈjèʃ] | ‘bola+verde’ | ‘aguacate’ |
/gô.ˈlàː | [ɣò.ˈlaː] | ‘camote+hoja’ | ‘camote palo’ |
/jéz+dò/ | [jéz.ˈdòː] | ‘pueblo+grande’ | ‘Miahuatlán’ |
/ngít+nd`n/ | [ngí.ˈtìn] | ‘pájaro+ratón’ | ‘murciélago’ |
/ʃúd+têdʔ/ | [ʃúd.ˈtêd] | ‘papá+enseñar’ | ‘maestro’ |
b. Compuestos verbales | |||
Subyacente | Superficial | Traducción literal | Glosa |
/kà+rô/ | [kà.ˈrô:] | ‘mover+boca’ | ‘tartamudear’ |
/lòlé/ | [lò.ˈléː] | ‘sacar+flio’ | ‘afilar’ |
/ʃu+bi/ | [ʃu.ˈbiː] | ‘subir+ aire’ | ‘volar’ |
/téʔ+nì/ | [té.ˈnìː] | ‘caminar+pie’ | ‘caminar’ |
Los ejemplos de (7) corresponden a secuencias de morfemas y contrastan con secuencias de palabras en tres aspectos: morfosintáctica, semántica y fonológicamente. En términos morfosintácticos, las secuencias de raíces conforman un complejo impenetrable e inseparable. En términos semánticos, el significado del compuesto no se deriva a partir del significado de sus partes y en términos fonológicos la secuencia de morfemas se agrupa bajo un solo acento, además de que se desencadenan procesos circunscritos al nivel de formación de palabras. Con el objetivo de mostrar que el conjunto de ejemplos de (7) corresponde a compuestos morfológicos y no a frases, en seguida establezco algunos diagnósticos morfosintácticos para encaminar el análisis del acento en palabras de más de una sílaba en miahuateco.
En (8) presento un conjunto de ejemplos a favor de la impenetrabilidad e inseparabilidad de los compuestos en miahuateco. En (8a) el compuesto karo ‘tartamudear’ se ve modificado como un solo constituyente sintáctico por el intensificador tôz, la posición canónica de este tipo de modificadores es a la derecha de la base verbal. En el ejemplo (8a), la raíz incorporada ro ‘boca’ queda en vecindad con el intensificador mostrando que forma parte de la base verbal. Por otro lado, la negación en miahuateco se expresa mediante un constituyente discontinuo ná… t que abraza la base verbal, en el ejemplo (8b), el compuesto blombi ‘inflar’ se ubica entre la negación discontinua. Por último, existen ciertos compuestos en los que la cohesión es tal que la raíz nominal incorporada ha sufrido un blanqueamiento semántico significativo. El compuesto ngûdjéʃ ‘aguacate’ se forma mediante el nominal ngûd ‘fruta’ y el adjetivo jéʃ ‘verde’, en (8c) jéʃ modifica el nominal ngûdjéʃ refiriéndose a un aguacate que no ha madurado.
(8) | a. nɡôl bà mkaro tôz |
nɡôl=bà m-ka+ro tôz | |
mujer=DEM COMPL-mover+boca INT | |
‘Esa mujer tartamudeó mucho’ | |
b. ná mblòmbít ôr jidmbí | |
na m-blo+mbi=t=ôr jid+mbi | |
NEG=COMPL-meter+aire=NEG=3 piel+aire | |
‘No infló el globo’ | |
c. mxín̰ tʃòp nɡûdjéʃ jéʃ | |
m-xíʔ=Hn tʃòp nɡù+djéʃ jéʃ | |
COMPL-comprar=1 dos fruta+verde verde | |
‘Compré dos aguacates verdes’ |
Vale la pena señalar que la cabeza morfosintáctica del compuesto está ubicada a la izquierda de la construcción. La categoría gramatical del compuesto corresponde a la categoría gramatical de la raíz de la izquierda, este hecho se reconoce claramente en los casos de incorporación nominal que he mostrado porque justamente la raíz verbal se ubica en el margen izquierdo.
Los compuestos morfológicos mostrados arriba tienen una sola sílaba prominente ubicada en el margen derecho del compuesto siguiendo un patrón L.P. Este hecho revela una asimetría interesante respecto al núcleo morfosintáctico y el núcleo fonológico pues, mientras que el núcleo morfosintáctico se ubica a la izquierda, la cabeza prosódica se ubica a la derecha. La bimoraicidad en el miahuateco, como escribí líneas arriba es obligatoria -toda palabra debe tener una sílaba bimoraica- y culminativa -una palabra puede tener como máximo una sílaba bimoraica. Aunque se ha propuesto extensamente que en las lenguas zapotecas el acento cae en la raíz (van der Hulst; Rice & Wetzels 2010) los casos de composición muestran de manera categórica que el ámbito del acento es la sílaba y que las raíces son acentuadas en tanto que deben de materializarse prosódicamente; en todo caso, si se quiere invocar un dominio morfológico para el acento en miahuateco este debe ser la base y no la raíz. La ilusión de que el acento tiene como dominio la raíz en las lenguas zapotecas -al menos las lenguas zapotecas monosilábicas- se sigue del isomorfismo entre la estructura prosódica y la estructura morfológica, en particular entre sílaba y raíz.
Como palabras independientes, cada constituyente léxico debe de satisfacer la condición de bimoraicidad ya expresada. Por ejemplo, la palabra ‘abeja’ y ‘cera’ subyacentemente /bæd/ y /zedʒ/ tienen una representación superficial [bæːd] y [zeːr] en aislamiento pero el compuesto /bæd + zedʒ/ tiene una representación superficial [bæd.ˈzeːr] en la que la única sílaba bimoraica es la del margen derecho. La Figura 3 ilustra el proceso de composición, la formación prosódica de la palabra fonológica es mínimamente bimoraica, de modo que las palabras monosilábicas deben corresponder a un pie bimoraico. Por otro lado, las palabras compuestas que exceden la sílaba se forman mediante una sílaba bimoraica en el margen derecho y una sílaba monomoraica en el margen izquierdo formando un pie desbalanceado en términos de McCarthy & Prince (1986) o un yambo canónico en términos de Hayes (1995).
Por último, los compuestos recursivos revelan que la direccionalidad del acento en miahuateco es de derecha a izquierda, de tal modo que el acento siempre caerá en la sílaba del borde derecho de la base.
(9) Compuestos recursivos
Subyacente | Superficial | Traducción literal | Glosa |
/ngûd+lò/ | [ŋɡùð.ˈlòː] | ‘fruta + cara’ | ‘ojo’ |
/jíd + ngûd + lò/ | [jíð.ŋɡùð.ˈlòː] | ‘piel + futa + cara’ | ‘párpado’ |
/jís + jíd + ngûd + lò/ | [jí.síd.ŋɡùð.ˈlòː] | ‘cabello + piel + fruta + cara’ | ‘pestaña’ |
En síntesis, el miahuateco tiene un patrón rítmico yámbico del tipo ligero pesado con direccionalidad de derecha a izquierda. En los apartados siguientes se exploran los correlatos fonéticos y fonológicos del acento. En primer lugar, se exploran los correlatos acústicos con evidencia instrumental y, en segundo lugar, se exploran los correlatos fonológicos con especial énfasis en la fortificación, los procesos de reducción del rasgo [glotis constreñida] y los procesos tonales que se desencadenan en la sílaba átona de palabras morfológicamente complejas.
3.1. Correlatos acústicos del acento
En esta sección presento un primer acercamiento a los correlatos acústicos del acento en el miahuateco. Esta sección está basada en un corpus de tres repeticiones de 109 palabras en la voz de un hombre originario de Las Pilas, Santo Domingo de Morelos y una mujer originaria de Barrio Tamarindo en la cabecera del mismo municipio, de tal modo que la suma de tokens que conforma el corpus es de 654. Como muestra el Cuadro 3, de los 109 ítems recolectados 96 corresponden a palabras compuestas y 13 a palabras morfológicamente complejas formadas mediante el prefijo estativo na-.
COMPUESTOS | PALABRAS CON NA- | ÍTEMS | TOKENS | |
---|---|---|---|---|
Voz masculina | 96 | 13 | 109 | 327 |
Voz femenina | 96 | 13 | 109 | 327 |
n = | 654 |
Para cada token medí sistemáticamente distintos parámetros tanto de la sílaba átona como de la sílaba tónica. Los parámetros cuantificados fueron la duración del núcleo, la duración de la coda, la duración de la rima, la intensidad de la vocal y la estructura formántica -F1, F2 y F3- con la finalidad de calcular la estabilidad formántica. Clasifiqué el corpus por categoría gramatical, templete silábico, melodía tonal y melodía laríngea.3
Gordon & Roettger (2017) proponen cuatro correlatos acústicos del acento: (1) duración, (2) frecuencia fundamental, (3) inten sidad y (4) características espectrales como la estabilidad formántica. En el miahuateco los tres primeros parámetros fonéticos se relacionan directamente con contrastes de la lengua. La intensidad sostiene una relación estrecha con el rasgo [glotis constreñida] pues las raíces laringizadas disminuyen notablemente su intensidad. Por su parte, la tonía está asociada con los contrastes tonales, de hecho, Gordon & Rottger (2017) hacen notar que en lenguas con contrastes tonales, como lo es el miahuateco, la F0 típicamente no desempeña un papel importante en la señalización acústica del acento.4 La duración vocálica, por otro lado, se relaciona con el contraste fortis-lenis sirviendo de refuerzo en coda, pues, como se señala en Hernández (2019) tanto las obstruyentes fortis menos continuas, como las obstruyentes lenis menos continuas se suelen realizar en esta lengua como oclusivas sordas en coda a final de emisión; de tal manera que la diferencia en la duración es, al menos parcialmente, una de las pistas para la recuperación cabal del contraste fortis-lenis. En lo que sigue muestro que la duración global de la rima se perfila como la pista acústica más prominente en la recuperación del acento en miahuateco.
Para algunas lenguas zapotecas, como la hablada en San Lucas Quiaviní (Chávez Peón 2010), se ha propuesto que la intensidad funge como uno de los parámetros acústicos relevantes para acento, aunque la duración es el parámetro principal. En el miahuateco la intensidad por sí sola no resulta relevante aun cuando la sílaba más intensa de un compuesto, como en los ejemplos de la sección anterior, coincide con la rima más larga. En palabras compuestas del tipo CV.ˈCV, la sílaba tónica manifiesta un incremento mínimo en la intensidad. En una muestra de 51 tokens -tres repeticiones de 17 ítems- el promedio de la intensidad de la sílaba átona es de 59 db mientras que la sílaba tónica promedia 62 db (ver Cuadro 4). La diferencia entre la sílaba átona y la sílaba tónica se traduce en 3 db a favor de la sílaba tónica.
Flanagan (1955) estipuló, a partir de un estudio perceptual basado en la síntesis de una vocal, que el umbral diferencial de la intensidad se aproximaba a 1.2-1.7 db. Años más tarde, a partir de un expe rimen to perceptual que tomó como base sonidos del habla -concretamente bisílabos-, Nishinuma; Di Cristo & Espesser (1983) establecen que las diferencias en la intensidad resultan perceptibles a partir de los 2.5 db en sonidos con una duración menor a los 250 ms. y de 1.5 db en sonidos con una duración cercana a los 150 ms.Giancoli & Campos en el 2006 proponen que el umbral diferencial de la intensidad está entre 1 y 2 db. Aunque la diferencia que establece la sílaba tónica respecto a la sílaba átona en términos de su intensidad se encuentra por encima de la aproximación más alta -2.5 db (Nishinuma et al. 1983)- del umbral diferencial de la intensidad, existen instancias en las que la sílaba átona es notablemente más intensa que la sílaba tónica.
El contraste en la estabilidad formántica de las vocales átonas versus las vocales tónicas nos da otra pista sobre el acento en la lengua. En la Figura 4 muestro el ploteo de vocales tónicas y vocales átonas en voz modal, las vocales tónicas están señaladas en rojo y las vocales átonas están señaladas en negro. En términos generales, las vocales tónicas se distribuyen en un espacio acústico más extenso mientras que las vocales átonas se dispersan por un espacio acústico más pequeño, sin embargo, aunque esta es la tendencia general vale la pena mirar con detalle el contraste entre /i/ tónica e /i/ átona, pues la átona se ubica en una parte más alta y anterior que la vocal tónica. La diferencia más prominente entre una vocal tónica y átona es la que establece la vocal baja /a/ y la vocal posterior alta /u/. La vocal /a/ átona se encuentra notablemente más elevada mientras que la vocal /u/ átona es más baja y centralizada que su contraparte tónica. En síntesis, mientras que las vocales posteriores muestran una clara dis tinción respecto al timbre en términos de la distinción tónico-átono, las vocales anteriores se encuentran mínimamente diferenciadas respecto al timbre. Como sucede con la intensidad, el timbre parece contribuir solo parcialmente a la recuperación de la diferencia entre sílabas tónicas y átonas en miahuateco, pero dada la poca dispersión de las vocales anteriores, no es posible estipular que la calidad vocálica es el correlato acústico más prominente en el miahuateco.5
En miahuateco, la cantidad es el correlato acústico más promiente del acento. Usando el mismo muestreo de datos del Cuadro 4 -bisílabos con sílaba abierta y voz modal en ambas sílabas- comparo la duración de la sílaba átona respecto a la sílaba tónica y muestro la notable diferencia cuantitativa en favor de la sílaba tónica. La sílaba átona tiene un promedio de 0.075 ms mientras que la sílaba tónica promedia 0.144 ms, esto se traduce en una diferencia de 0.068 ms a favor de la sílaba tónica, es decir, en esta lengua la sílaba tónica dura aproximadamente el doble que la sílaba átona.
Como ya adelanté, la diferencia entre la vocal átona y la tónica respecto a la duración se opaca por efecto del contraste fortis-lenis. En concreto, en el tipo silábico CV.CVC f la diferencia de duración vocálica atribuible al correlato fonético del acento se desdibuja. La duración global de la rima, en cambio, se mantiene. En la figura 5 se ilustra la diferencia de duración de la vocal en diferentes planillas silábicas. Mediante la pabra lní ‘fiesta’ se ilustra la duración de la vocal en el tipo silábico CV, la plabra níd ‘mazorca’ ilustra la duración vocálica en el tipo silábico CVC l. Por último, la palabra nít ‘agua’ ilustra el tipo silábico CVC f . La primera línea de texto de la Figura 5 corresponde a la transcripción segmental, la segunda señala la duración tanto del núcleo como de la coda, y la tercera línea señala la duración total de la rima. Es fundamental notar que la duración de la vocal de la palabra nit es claramente menor que la vocal de las palabras nid y ni, sin embargo, la duración de la rima por entero es casi idéntica en los tres casos.
Aun cuando el contraste fortis-lenis opaca la diferencia ente la vocal tónica y átona -dado el ajuste de peso prosódico descrito en la §2-, la diferencia en la duración emerge cuando consideramos la rima en su totalidad y no solo el núcleo. En el Cuadro 6 muestro el valor promedio de 45 tokens de palabras bisilábicas con la planilla CV.CVC f . En este tipo silábico la vocal átona y la vocal tónica exhiben una duración similar 85 ms de la vocal átona versus 87 ms de la vocal tónica, evidentemente una diferencia tan mínima como 2 ms no puede ser significativa para efectos de la discriminación de la sílaba tónica. En cambio, la diferencia respecto a la rima resulta en el doble de duración, la rima de la sílaba átona es de 87 milisegundos versus la rima de la sílaba tónica que corresponde a 155 milisegundos.
En la Figura 6 ilustro los datos numéricos observables en el Cuadro 5 mediante el oscilograma y espectrograma correspondiente a la palabra nalat ‘pesado’. Resalta el hecho de que la vocal tónica y átona manifiesten una duración similar, la vocal átona dura 97 ms y la vocal tónica 84, es decir, la vocal átona dura 13 ms más que la vocal tónica. Esto, como ya apunté, se relaciona con el hecho de que las consonantes fortis en coda son moraicas. Dado que la consonante en coda tiene una duración de 218 ms, la diferencia entre la rima de la sílaba tónica y la rima de la sílaba átona se traduce en 205 ms a favor de la sílaba tónica.
De los correlatos acústicos del acento propuestos por Gordon & Roettger (2017) la duración total de la rima es el más estable, la duración del núcleo se ve opacada significativamente en los tipos silábicos CV.CVC f y CVC l .CVC f por efecto de la moraicidad de la consonante fortis en la coda de la sílaba tónica. La estabilidad formántica manifiesta una diferencia notable únicamente con vocales posteriores, mientras que en las vocales anteriores no hay una diferencia significativa. En esta sección también mostré que la intensidad no siempre coincide con la sílaba tónica y que incluso, algunas sílabas átonas son más intensas. Según Turk & Sawush (1996) la duración y la intensidad son parámetros acústicos que suelen funcionar como una unidad respecto a la recuperación de las pistas acústicas del acento, en el miahuateco esta generalización parece desvanecerse a partir de un hecho que ellos mismos notan. La integración de la intensidad y la duración no es simétrica en términos perceptuales, la recuperación de la información acústica relativa a la duración es más simple que la recuperación de la información acústica relativa a la intensidad. A partir de un estudio perceptual predicen que los oyentes no se valen únicamente de la intensidad para hacer juicios sobre el acento. En cambio, las diferencias en la longitud sí resultan suficientes para recuperar la información acústica relativa al acento. Los datos mostrados en las líneas anteriores perfilan la duración de la rima como el correlato acústico más prominente en el miahuateco mientras que la intensidad y la estabilidad formántica dan pistas subsidiarias.
3.2. Procesos fonológicos demarcativos al nivel de la palabra
En este apartado describo tres procesos fonológicos que cumplen con una función demarcativa: la fortificación, la reducción laríngea y la reducción tonal. En el miahuateco, el acento está fonológicamente activo en el sentido señalado por Hyman (2014), es decir, el acento juega un papel crucial como dominio de procesos o restricciones fonológicas y en el número de contrastes fonológicos posibles. En esta sección presento tres procesos que toman como dominio de aplicación la palabra fonológica y por lo tanto cumplen con una función demarcativa.
En el miahuateco de Santo Domingo de Morelos las secuencias de consonante fortis más consonante lenis están prohibidas dentro del dominio de la formación de la base. Esta restricción es congruente con la propuesta para el zapoteco de San Agustín Mixtepec *C f C l (Hernández 2019) donde el prefijo de posesión /ʃ/ -adscrito a la serie fortis-, fortifica la primera consonante de la raíz cuando esta es lenis. En los ejemplos siguientes expongo dos conjuntos de datos, en los primeros dos se presentan palabras compuestas formadas por una raíz de consonante fortis final más una raíz de consonante lenis inicial, el proceso que repara esta secuencia marcada es la fortificación de la consonante inicial de la raíz ubicada en el margen derecho. En el segundo conjunto de datos muestro que la restricción no está activa en linde de palabras y por lo tanto no requiere de ningún proceso reparador de la secuencia de consonante fortis seguida de consonante lenis.
(10) a. Fortificación sobre la base | |||
Subyacente | Superficial | Traducción literal | Glosa |
/n-ɡít+dín/ | [ŋɡít.tín] | ‘pájaro + ratón’ | ‘murciélago’ |
/nít+dóʔ/ | [nít.tóʔ] | ‘agua + grande’ | ‘mar’ |
b. Ausencia de fortificación en lindes de palabra | |||
/ n-ngít doʔ/ | [ngít doʔ] | ‘pájaro grande’ | |
/nít dòb/ | [nít dòːβ] | ‘agua de maguey’ |
La serie de ejemplos de (10) muestra que la fortificación de las consonantes lenis es un proceso cuyo ámbito exclusivo de aplicación es la palabra fonológica y, por lo tanto, este proceso fonológico desempeña una función demarcativa a nivel de palabra en la fonología del miahuateco.
Otro proceso demarcativo a nivel de la palabra fonológica es la pérdida del rasgo [glotis constreñida] en la sílaba no prominente de los compuestos. Usualmente, en las palabras compuestas por dos raíces especificadas como [glotis constreñida] el rasgo se mantiene en la representación superficial de la raíz que ocupa la sílaba prominente, mientras que la raíz que ocupa la sílaba no prominente evita expresar el rasgo en la representación superficial. La simplificación laríngea no se aplica en el nivel de frase, este hecho se revela en sustantivos poseídos en 1PL. En los ejemplos de (11) muestro dos conjuntos de datos, en (11a) palabras compuestas del tipo N+N con ambas raíces especificadas con el rasgo [glotis constreñida]. Como resultado de la composición, la raíz del margen izquierdo pierde su especificación para este rasgo, una situación similar ha sido descrita para el amuzgo y el chinanteco (Herrera 2014). En contraste, en (11b) muestro frases verbales seguidas por el clítico de 1PL /=Hʔnà/, en este contexto, tanto la raíz como el clítico manifiestan el rasgo [glotis constreñida] en la representación superficial.
(11) a. Simplificación laríngea al interior de la base | |||
Subyacente | Superficial | Traducción literal | Glosa |
/jòʔ+dóʔ/ | [jò.dó͡o̰] | ‘casa + grande’ | ‘iglesia’ |
/dòʔ+waʔn/ | [dò.wan̰] | ‘lazo + monte’ | ‘mecapal’ |
/táʔ+lasʔ/ | [tála̬s] | ‘dar + corazón’ | ‘regalar’ |
b. Mantenimiento laringeo al exterior de la base | |||
Subyacente | Superficial | Glosa | |
/tékʔ=Hʔna=j/ | [té̬k nḛ́] | ‘vamos a voltearlo’ | |
/tédʔ= Hʔna/ | [té̬d ná̰] | ‘vamos a aprender’ | |
/mbìʔ=Hʔna=j/ | [mbḭ nḛ́] | ‘vamos a olerlo’ |
El conjunto de datos de (11a) ubica el acento en el margen derecho de la palabra fonológica mientras que los datos de (11b) ubican el acento en el margen izquierdo del grupo clítico por lo que, tanto la segunda sílaba de la palabra fonológica como la primera sílaba del grupo clítico reciben el acento. En la Figura 7 represento el contraste de (10a) versus (10b) dentro de la jerarquía prosódica (Nespor & Vogel [1986]1997). La palabra joʔ+doʔ ‘iglesia’ corresponde a una palabra fonológica compuesta por un yambo canónico. Por su parte, el grupo clítico tedʔ náʔ ‘vamos a aprender’ se compone por una palabra fonológica monosilábica bimoraica y un clítico de 1PL que sintácticamente cumple la función de sujeto. Como ya mencioné antes, la simplificación glotal actúa sobre la palabra fonológica mientras que en el nivel de grupo clítico, la secuencia de dos rasgos [glotis contreñida] en adyacencia es tolerada.
Otro aspecto en el que se revela la activación fonológica del acento es mediante la simplificación de los contrastes tonales en sílaba átona. Las raíces con tonos de contorno (AB, BA) se simplifican a tonos de nivel en procesos de composición, la base restringe la ocurrencia de tonos de contorno a la sílaba tónica. En el juego de ejemplos de (12) presento palabras compuestas con tonos de contorno en la raíz del margen izquierdo, en este conjunto de datos las melodías tonales siempre se simplifican a tonos altos.
(12) a. Simplificación de tono BA al interior de la base | |||
Subyacente | Superficial | Traducción literal | Glosa |
/jǐs+lô/ | [jís.lô] | ‘cabello + ojo/cara’ | ‘ceja’ |
/jǐs+rô / | [jís.rô] | ‘cabello + boca’ | ‘barba o bigote’ |
/jěx+làn/ | [jéx.làn] | ‘calabaza + ¿?’ | ‘chilacayota’ |
b. Simplificación de tono AB al interior de la base | |||
Subyacente | Superficial | Traducción literal | Glosa |
/jîd+làd/ | [jíd+làd] | ‘piel + cuerpo’ | ‘piel’ |
/ɡô+là/ | [ɡó+la] | ‘camote + ¿?’ | ‘hualacamote’ |
/lâr+kànʔ/ | [lárkàn̰] | ‘tela + mover’ | ‘falda’ |
c. Mantenimiento de tonos de contorno en frases | |||
Subyacente | Superficial | Glosa | |
/jǐs nà-kìs/ | [jǐs nàkìs] | ‘pelo blaco (canas)’ | |
/jěx nà-zíʔ/ | [jěx nà-zíʔ] | ‘calabaza dulce’ | |
/ɡô morád/ | [ɡô morád] | ‘camote morado’ |
Los datos de (12a) y (12b) muestran que los tonos de contorno sufren una reducción al interior de la base, de manera interesante la reducción tonal siempre mantiene el tono alto en detrimento del tono bajo que no se manifiesta en la representación superficial. De manera crucial para este trabajo, los datos de (10c) muestran que, en el nivel de frase no se da la reducción tonal y ambos tonos se manifiestan en la representación superficial. Por su parte, los tonos de contorno de la sílaba tónica se mantienen estables en la representación superficial. Por último, la disociación del tono bajo parece sugerir una jerarquía tonal en la que el tono alto es el mejor posicionado.
4. CONCLUSIONES
En este trabajo he mostrado que el miahuateco de Santo Domingo de Morelos es una lengua con patrón rítmico yámbico del tipo (L.P) y direccionalidad de derecha a izquierda. El correlato acústico más prominente es la duración de la rima en conjunto y este parámetro fonético se ve reforzado parcialmente por la intensidad y, al menos en las vocales posteriores, por la estabilidad formántica. En esta lengua se pueden constatar, al menos tres procesos fonológicos que toman como dominio de aplicación la palabra fonológica: la fortificación, la simplificación laríngea y la simplificación de los tonos de contorno. Dado que estos procesos fonológicos tienen un dominio morfológico determinado, cumplen una función demarcativa al nivel de la palabra fonológica, he mostrado que estos procesos no se aplican en el nivel de frase. Tradicionalmente se ha definido que el contraste fortis-lenis tiene implicaciones segmentales y prosódicas bastante claras (cf. Arellanes 2009; Chávez Peón 2010; Antonio 2015; López 2016; Hernández 2019), en este trabajo se demuestra que este contraste tiene implicaciones en la estructura métrica y en los correlatos acústicos del acento, al menos con la duración. Por último, este trabajo también refleja la gran prominencia de la estructura moraica en las lenguas otomangues.