Introducción
Los servicios de salud y las prácticas de promoción de la salud se brindan a toda la población, incluida la comunidad estudiantil, con el objetivo de apoyar el comportamiento de aprendizaje y el bienestar durante su carrera académica1. En este sentido, es evidente que la mejora de estos aspectos puede influir en el rendimiento académico, la reducción de las tasas de deserción escolar y la prevención de enfermedades crónicas o no crónicas2. Por ello, las universidades están en constante mejora para crear ambientes saludables de convivencia, aprendizaje y trabajo y en estos términos ser reconocidas como universidad promotora de la salud3. La Universidad Promotora de Salud es un concepto que incorpora un enfoque de escuela integral para promover la salud y la sustentabilidad utilizando el potencial organizacional para atender aspectos físicos, socioemocionales y psicológicos para crear ambientes de bienestar y prevenir enfermedades, con el apoyo de otras entidades como hospitales, gobierno, comunidades o centros de investigación4.
Sin embargo, existen diferentes factores que inciden en la salud de los estudiantes durante su carrera, en este sentido los servicios clínicos y universitarios pueden influir en la percepción de los servicios de salud y el interés por el cuidado de la salud, aumentando así la prevalencia de patologías y enfermedades crónicas en los estudiantes. La atención al paciente es un término de calidad muy importante en el sector salud, donde los pacientes y sus familias buscan obtener una buena calidad en los servicios de salud, tanto en centros clínicos públicos como privados con sus propias expectativas5; de acuerdo a lineamientos de calidad relacionados con la atención en salud que brindan los centros clínicos, entre estos lineamientos se encuentran la atención, si los trabajadores de salud fueron amables, si brindan información necesaria sobre tratamientos y patologías, si el centro médico cuenta con la infraestructura y tecnología necesaria6.Además, una atención de calidad es un derecho primordial de los usuarios, donde se debe garantizar una atención humanizada y solidaria, a través de infraestructura y tecnologías adecuadas, que busque la satisfacción integral del usuario, incluyendo la ética, el conocimiento científico y la atención médica7. En este sentido, la calidad de la atención médica se refleja en la satisfacción del paciente y en los beneficios para la salud. Por lo tanto, para una completa satisfacción, es necesaria la comunicación entre médico y paciente y todo el contexto que envuelve atención, hospitalización y seguimiento6.
Por otro lado, los servicios escolares que se brindan a los estudiantes son importantes y necesarios para las instituciones educativas, con el objetivo de ofrecer un mejor ambiente de conocimiento y servicios de gestión8. En las universidades, la evaluación de la percepción de los servicios escolares en los estudiantes es importante y necesaria para desarrollar un buen rendimiento académico y atender algunas necesidades de salud9. Además, el término atención de los servicios de salud puede sustentarse desde la universidad y la clínica para dar respuesta a la atención en salud en los estudiantes8. Por lo tanto, la satisfacción del paciente ha recibido poco interés y no está claro si algunos problemas de salud se abordan desde la etapa universitaria. Además, el conocimiento sobre la percepción de los servicios de salud en el alumnado es limitado y esto puede llevar a prácticas riesgosas en ellos, por lo que las autoridades en materia de salud y las instituciones de educación superior deben proveer o al menos contar con una calidad de servicio adecuada que incentive o apoye al alumno durante su trayectoria escolar10. Esto ayudará a crear ambientes saludables en la comunidad universitaria, lo cual conlleva a evitar problemas deserción, estrés, ansiedad, depresión u otros ligados a patologías crónicas o no crónicas11. El objetivo del presente estudio fue probar a través de un modelo estructural la influencia de los servicios ofrecidos por el sistema de salud y la universidad (entonos saludables) sobre la percepción del estado de salud en estudiantes del Sureste de México.
Materiales y métodos
Muestra
El presente estudio es de tipo observacional, transversal y correlacional realizado en Quintana Roo, México. La muestra estuvo conformada por 401 estudiantes de la Universidad Autónoma de Quintana Roo Estado los cuales fueron mayores de 18 años. El tamaño de la muestra se calculó mediante una fórmula descrita por Villavicencio12. Para el estudio se consideró un 50% de ocurrencia con un 5% de error con un 95% de nivel de confianza. El tamaño de muestra mínimo estimado fue de 386 participantes.
Instrumento
Características sociodemográficas: Los participantes respondieron preguntas sociodemográficas como edad, sexo, peso, estatura, estado civil, trayectoria académica, tipo de seguro médico, acciones preventivas de salud de acuerdo con la cartilla nacional de salud, atención médica y nivel de atención.
Escala de percepción de servicios de salud: Este instrumento se utilizó a partir de la escala propuesta por Pérez et al.13y está compuesto por 15 ítems tipo Likert que van desde totalmente en desacuerdo hasta totalmente de acuerdo. El instrumento mide las siguientes dimensiones: elementos tangibles (aspecto de las instalaciones físicas, equipos y materiales de comunicación), confiabilidad (capacidad para realizar el servicio de manera cuidadosa y confiable) capacidad de respuesta, seguridad (conocimiento y cuidado mostrado por los empleados y sus capacidades) y empatía (atención personalizada que brinda la organización a sus clientes).
Escala de percepción de los servicios universitarios: Se utilizó el instrumento a diseñado por Reyes et al.8 donde la puntuación se midió bajo una escala Likert que van desde totalmente en desacuerdo hasta totalmente de acuerdo; la escala está compuesta por 13 ítems, los cuales incluyen elementos tangibles, confiabilidad, capacidad de respuesta, empatía y seguridad.
Escala de percepción de la salud: El instrumento utilizado en este estudio se basó en la escala diseñada por Zúñiga et al.14 donde la puntuación de cada declaración se mide en una escala tipo Likert que van desde totalmente en desacuerdo hasta totalmente de acuerdo; la escala está compuesta por 8 ítems la cual mide la percepción de salud en los estudiantes. La encuesta fue diseñada en la plataforma digital Microsoft Forms y compartida a través de correos institucionales. Todos los participantes leyeron y aceptaron el consentimiento informado y políticas de privacidad. Todos los procedimientos del estudio se realizaron fueron aprobados por el Comité de Ética de la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo bajo el dictamen ZS/PI-17/22.
Análisis de datos
Se analizó la normalidad de los datos se analizó mediante la prueba de asimetría y curtosis15. Se calculó el alfa de Cronbach y los análisis univariados para todos los ítems. Consecuentemente, se realizó un modelo de ecuaciones estructurales utilizando el software EQS v6.116 para analizar la influencia de la calidad de los servicios de salud (hospital y universidad) en la percepción y prácticas de salud en los estudiantes. Los ítems se agruparon en parcelas según la metodología de Hau y Mash14. Para el modelo estructural se calculó la bondad de ajuste práctica y la bondad de ajuste estadística. Se calculó chi cuadrado (χ2) para medir las discrepancias entre el modelo teórico propuesto y el χ2 saturado. Además, la χ2 relativa se calculó dividiendo el índice de ajuste de χ2 por los grados de libertad. Se estimó el error cuadrático medio de aproximación (RMSEA), que considera como indicador valores iguales o inferiores a = 0,05. Se calculó el ajuste normado de Bentler-Bonett (BNFI), el ajuste no normado de Bentler-Bonett (BNNFI), el índice de corrección comparativa (CFI) y los intervalos de confianza de RMSEA. Los datos sociodemográficos y el análisis univariado se procesaron con el paquete estadístico SPSS versión 25 y el modelo de ecuaciones estructurales se realizó en el software EQS versión 6.1.
La validez de los instrumentos se obtuvo a través de un análisis factorial exploratorio por componentes principales y rotación Varimax, y se consideraron ítems con peso factorial = 0,4017,18. Además, se calculó el índice de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) y la prueba de esfericidad de Barlett17.
El modelo estructural propuesto asumía que los factores de primer orden de calidad de los servicios hospitalarios y calidad de los servicios universitarios surgirían coherentemente de las interrelaciones entre sus correspondientes indicadores observados. La varianza compartida por estos factores de primer orden, a su vez, constituye el factor de segundo orden “Entornos Saludables”. Finalmente, los factores de segundo orden influyen directamente en la percepción y las prácticas de salud de los factores de primer orden (Figura 1).
Resultados
A continuación, se muestran las características sociodemográficas de los participantes (Tabla 1), donde aproximadamente el 30% de los encuestados fueron hombres y el 70% mujeres, además se encontraron resultados interesantes respecto al IMC, donde cerca del 71% muestran valores normales, sin embargo, un 19% y 7% presentan sobrepeso y obesidad respectivamente, sumando hasta un 26% de los estudiantes con estos factores de riesgo. En lo que respecta al tipo de seguro médico, la mayoría de los estudiantes cuentan con servicio médico público (78%) lo cual corresponde al servicio que les brinda la universidad. Respecto a las prácticas de salud registradas en la cartilla nacional de salud mostraron una baja prevalencia en las variables evaluadas, donde la salud sexual fue el porcentaje más alto con un 22% mientras que existió una ausencia en el registro de prevención de accidentes. Al analizar el apartado de vacunación se encontró que menos de un tercio (28%) contaba con el registro de vacunas aplicadas, esto aumenta el riesgo de presentar enfermedades infecciosas que pueden ser prevenidas.
Variable | Fe | % |
---|---|---|
Sexo | ||
Hombre | 30.1 | 120 |
Mujer | 69.9 | 281 |
IMC | ||
≤24 | 71.3 | 286 |
25.0-29.9 | 19.7 | 79 |
≥30 | 8.9 | 36 |
Servicio médico | ||
Público | 78.8 | 316 |
Privado | 3.7 | 15 |
Ninguno | 17.4 | 70 |
Prácticas de salud | ||
Salud bucal | 21.9 | 88 |
Salud sexual y reproductiva | 14.9 | 60 |
Prevención de accidentes | 0 | 0 |
Prevención de adicciones | 8.2 | 33 |
Actividad física | 13.4 | 54 |
Vacunación | ||
Sarampión y Rubeola | 28 | 128 |
Tétanos y Difteria | 28 | 125 |
Influenza | 27 | 124 |
n=401; Fe= frecuencia; IMC= Índice de masa corporal Fuente: Elaboración propia Fuente: Elaboración propia
La tabla 2 muestra los valores de medias, desviación estándar y coeficientes de consistencia interna (alfa de Cronbach) de las utilizadas para el estudio. La escala “Calidad de atención en la unidad de salud” presentó un valor interno de consistencia de 0.82, mientras que el factor “Calidad de atención en la universidad” mostró un alfa de Cronbach de 0.75, ambos factores forman parte del factor de orden superior denominado “Entornos saludables”.
La escala de “Percepción de salud” presentó un valor de consistencia interna de 0.72. En un rango de respuesta de 1 a 4, las medias de las escalas “Calidad de atención en la unidad de salud” y “Calidad de atención en la universidad” estuvieron entre en desacuerdo y ni de acuerdo ni desacuerdo (2.08, DE = 0.33; 2.11, DE = 0.49, respectivamente). Por su parte las medias a de la escala de Percepción de salud fluctuó entre ni de acuerdo ni desacuerdo y de acuerdo (3.02, SD= 0.46).
Los resultados del modelo estructural (Figura 2) muestran que los factores de primer orden (calidad de atención en la unidad de salud y calidad de atención en la universidad) presentan cargas factoriales aceptables y significativas (p<0.05) los cuales conforman el concepto de segundo orden llamado entornos positivos; adicionalmente se observó que los entornos favorables influyen positiva y significativamente en la percepción de salud en los estudiantes (p<0.05).
Esto indica que mientras exista una mejor calidad en los servicios de salud que se ofrecen a los universitarios, influye en percibir como mejor su estado de salud. Sin embargo, esto no se vio reflejado en las acciones de prevención que se denotan en las características sociodemográficas.
Discusión
Los hallazgos encontrados en el presente estudio respecto a las acciones preventivas integradas detectan una moderada prevalencia a sobrepeso y obesidad, posiblemente lo que influye es el estilo de vida sedentario, la carga académica, niveles de estrés y la alimentación ineficiente que tienen los estudiantes en esta etapa; los resultados concuerdan con un estudio realizado en la Universidad Autónoma de México (UNAM) en población estudiantil se encontró que el 35% de las mujeres y el 40% de los hombres entre la edad de 20 a 30 años presentaron sobrepeso y obesidad19, esto puede deberse a fenómenos multifactoriales asociados con cambios en el estilo de vida durante esta etapa, los hallazgos encontrados por este investigador en la máxima casa de estudios también son acordes con los reflejados en el nuestro. Con respecto a los posibles factores que influyen a estas condiciones, se realizó una recopilación bibliográfica de artículos científicos elaborado por González et al.20 y entre sus hallazgos encontraron que dichos factores se podía clasificar en 4 grandes categorías: problemas socioafectivos, espiritualidad, hábitos higiénico-dietéticos y sociodemográficos, siendo los más importantes trastornos ansiosos y depresivos, periodos cortos de sueño, inactividad física, adiciones, antecedentes familiares de sobrepeso y obesidad, bajo ingreso económico y cambio de residencia. Estas condiciones hacen que la población universitaria se convierta en un grupo vulnerable para el desarrollo de sobrepeso y obesidad, tal como se reporta en nuestros resultados, destacando la importancia de establecer un entorno saludable que permita a los estudiantes evitar estas condiciones o afrontarlas, contar con ambientes cómodos para afrontar las largas horas de clase, comida accesible y saludable, área de descanso y recreación, así como brindar servicios de salud que les permitan atender sus necesidades en cualquier momento21.
La población de estudio cuenta con acceso gratuito al seguro facultativo del estudiantes brindado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con base en los resultados obtenidos sobre las prácticas de salud se evidenció que varios estudiantes no hacen uso de los servicios que se les brinda, reflejándose en un escaso registro de acciones preventivas en su cartilla de salud, un estudio realizado por Quiroga21 identificó diversos factores que pueden explicar este fenómeno, siendo el motivo más común la falta de tiempo para acudir por su jornada académica (30.2%), seguida por el largo periodo de tiempo de espera para recibir la atención solicitada(18.7%). Estos hallazgos reflejan una percepción negativa sobre los servicios de salud brindados, lo que influye en motivo por el cual muchos estudiantes prefieren no acudir. Esto concuerdan con otro estudio realizado por Feria et al.22 en donde se obtuvo que solo el 34% de los alumnos utilizan los servicios de promoción de salud y únicamente un 13% acudía al consultorio médico de su universidad debido a que percibían su salud como buena, estos datos pueden explicar en parte el motivo por el cual no se da un seguimiento apropiado en las acciones preventivas y genera la necesidad de desarrollar estrategias para atraer el interés y aumentar su participación en estas áreas.
Actualmente se tiene la percepción de que los servicios de salud en México no alcanzan buenos estándares de calidad, existen deficiencias en la infraestructura, los trámites administrativos son muy tardados, el tiempo de espera para recibir atención es muy largo, el personal de salud no brinda una atención cálida para el usuario, las instituciones se encuentran muy saturadas, entre otros aspectos a destacar, esto influye estrictamente a que el servicio sea percibido negativamente y a su vez desmotiva al usuario a hacer uso de estos beneficios21. En muchas ocasiones el servicio de salud no logra cubrir completamente el motivo de la inquietud por la que se acudió o los remedios no consideran los aspectos socioeconómicos del usuario, resultado en un manejo ineficiente o en muchas ocasiones abandonado, dejando una mala experiencia que se asocia directamente con una mala calidad de atención23,24.
Se conoce que los individuos determinan la calidad con base en factores que perciben del entorno, en el tema de la salud se basan en variables como la seguridad, empatía, la calidad de respuesta, fiabilidad y los elementos tangibles, contribuyendo a la retención de los usuarios y el seguimiento apropiado13. En México gran parte de las personas no acuden a sus citas de prevención y chequeo médico rutinario porque perciben su salud como buena, los usuarios refieren una buena calidad al momento de recibir consulta médica, cumpliendo con estándares de calidad, siendo la categoría de empatía la más satisfecha y el tiempo de respuesta, en conjunto con la deficiencia de las instalaciones físicas la más criticada, motivo por que el entorno hospitalario tiene una percepción negativa23.
En la actualidad la vacunación no es un requisito para estudiar una carrera universitaria, siendo común encontrar alumnos que no cuentan con la cartilla de vacunación y por consiguiente tampoco con las inmunizaciones correspondientes a su rango de edad. Existen estudiantes que cuentan con la cartilla, pero no con el registro de vacunas completo, los factores más comunes que explican esto van desde que no es requisito para continuar sus estudios hasta creencias populares como el miedo a la intervención y los efectos adversos de las mismas25.
Si comparamos los resultados recabados por los obtenidos por Mancebo et al.26 en su estudio encontraron que existe una coincidencia entre el porcentaje de personas que se han aplicado las vacunas, siendo que en su estudio reporta que el 89.2% no cuenta con su esquema de vacunación completo, siendo las causas principales el desconocimiento del esquema para su rango de edad y la falta de información con respecto a las vacunas que les corresponde aplicarse, es alarmante ver estas cifras puesto que la gran mayoría no brinda seguimiento a su inmunización al comenzar la adultez, con esto se puede atribuir a que la falta de inmunización se deba a un desconocimiento del esquema de vacunación y a su vez a la misma información sobre los beneficios que aporta a la salud.
Conclusiones
El modelo mostró que una adecuada percepción de los servicios de salud tanto en la institución educativa y la unidad de salud influye a crear entornos favorables y por consecuencia mejorar su percepción de salud general. Sin embargo, se constató que a pesar una adecuada percepción de salud en los estudiantes, solo una tercera se encuentra con las acciones preventivas de salud de acuerdo con la cartilla nacional de salud incluyendo la vacunación y actividad física. Lo cual este último concuerda con una tendencia a la prevalencia de sobrepeso y obesidad en los estudiantes.
Por lo que es necesario continuar esta línea de investigación en población joven con la finalidad de encontrar estrategias de promoción de la salud para evitar que en un futuro se desarrollen patologías derivadas de la falta de vacunación, salud sexual y reproductiva o enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión o dislipidemias. El presente estudio puede servir como iniciativa para en un futuro indagar sobre el papel que juegan las interacciones familiares, las condiciones de vida o ingresos familiares y su influencia en la percepción de salud y el cumplimiento de las acciones preventivas.
Esta investigación contribuye a comprender mejor la importancia de un seguimiento adecuado de la cartilla nacional de salud y su difusión a los profesionales de la salud para la creación de programas de prevención y promoción para educar a los jóvenes y así cuidar la salud y reducir problemas de salud pública en un futuro.