Introducción
El término deserción escolar se ha definido como el abandono de las actividades escolares antes de terminar algún grado o nivel educativo (Torres, Acuña, Guadarrama, Solís y Flores, 2017). Este fenómeno es controversial dentro de las instituciones de educación superior, dado que no existe una causa específica a la que se le pueda atribuir, por ser una conducta multifactorial (Fallis y Opotow, 2003). El Reporte de la Encuesta Nacional de la Deserción en la Educación Media Superior (Secretaría de Educación Pública [SEP]-Consejo para la Evaluación de la Educación del Tipo Medio Superior [Copeems], 2012) indica que las principales causas de deserción escolar son: 1) escasa conexión entre la escuela y los intereses del estudiante, 2) insuficiente participación de los padres, 3) razones personales (necesidad de contar con un trabajo y obtener dinero; convertirse en madre o padre; estar a cargo del cuidado de algún familiar, entre otras) y 4) reprobación y falta de capacidad para superar los retos académicos. Esta última causa la confirman Sánchez (2015), Mendoza (2016) y Castellanos, Alvarado y Villamil (2018), un factor que conduce en muchas ocasiones al abandono de la escuela debido a la autopercepción del alumno del fracaso y a la conceptualización de que su bajo rendimiento no le permitirá continuar en los siguientes periodos.
La reprobación es la decisión de un profesor o jurado respecto al deficiente desempeño académico y del trabajo escolar de un alumno (curso o examen), por lo tanto, no se le conceden los créditos correspondientes y debe repetir el curso o volver a realizar el examen (Sánchez, 2015). Dicho de otra manera, los estudiantes reprobados son aquella parte de la población escolar sujeta a un programa curricular, pero que, por no haber cumplido con los requisitos académicos exigidos en el plan de estudios, no están en condiciones de ser promovidos al grado o nivel inmediato superior (Mendoza, 2016). De acuerdo con Piratoba y Barbosa (2013), las implicaciones de la reprobación son graves, ya que generan baja autoestima y se pueden considerar como una variable asociada con la deserción escolar.
Las escuelas de educación superior tienen un alto índice de reprobación, que pone de manifiesto un problema de calidad educativa. Lograr la productividad en la educación requiere del análisis de los procedimientos y de los factores que afectan el proceso enseñanza aprendizaje (Flores, Camacho y Ontiveros, 2013). El programa educativo de licenciatura en Nutrición (PELN) adscrito a la Facultad de Ciencias de la Salud (FCS) de la Universidad Autónoma del Carmen (Unacar) no está exento de este fenómeno, ya que desde que fue creado, en 2002, se ha presentado, sin generar estrategias de análisis y atención. Desde su creación a la fecha, al PELN se le han realizado tres actualizaciones, la última en el año 2010, alineada con la puesta en marcha del actual Modelo Educativo Acalán, que está centrado en el aprendizaje para toda la vida, con un enfoque por competencias, el cual ofrece a los estudiantes una formación integral y pertinente, con currículos flexibles y una filosofía de la educación para toda la vida. Sus principales características son:
Se centra en el aprendizaje del estudiante;
Promueve el aprendizaje significativo, y
La organización curricular contempla tres tipos de competencias: 1) competencias genéricas, 2) competencias interdisciplinarias y 3) competencias específicas.
Las competencias genéricas constituyen la base común en la formación profesional a través de los programas educativos en la Unacar, y son sistémicas o integradoras, transversales y transferibles. Estas competencias son las siguientes: 1) cultura de salud, 2) comunicación y relación social, 3) cultura emprendedora, educación y transdisciplina, 4) universidad, ciencia y humanismo, 5) educación para la sustentabilidad y 6) dominio de las tecnologías de información y comunicación.
Respeto a los cursos que contribuyen a lograr las competencias genéricas, 82 % se encuentran ubicados en los primeros cuatro ciclos de la carrera. Durante estos el estudiante del PELN se encuentra matriculado junto con alumnos de otro programa educativo de la Unacar.
Las competencias interdisciplinarias identifican la formación de los estudiantes de una facultad con base en las áreas disciplinares que forman los programas educativos. Sus características son similares a las genéricas. La FCS establece como estas las puestas a continuación: 1) promoción de la salud y 2) responsabilidad social en salud; competencias que identificarán todas las acciones generales que un profesional en salud adquiere y desarrolla.
En los cursos que contribuyen a estas competencias, el estudiante del PELN toma la clase con estudiantes de los diversos programas educativos de la FCS (Enfermería, Psicología Clínica, Fisioterapia, Medicina y Educación Física y Deporte).
Las competencias específicas son las propias de la profesión, con las que se prepara al estudiante para un desempeño laboral o profesional específico. El PELN incluye entre este tipo de competencias las puestas aquí: 1) valoración y diagnóstico nutricional integral individual y colectiva, 2) intervención nutricional y alimentaria, 3) orientación nutricional, 4) administración de servicios de alimentación y 5) aprovechamiento integral y procesamiento de alimentos. Lo anterior permite alcanzar el perfil de egreso del licenciado en Nutrición al abordar las áreas de desempeño que la Asociación Mexicana de Miembros de Facultades y Escuelas de Nutrición (Ammfen) establece. Para lograr las competencias específicas, el PELN clasificó los cursos que contribuyen al desarrollo de estas en 1) básicas de la carrera, 2) profesionalizantes, 3) optativas y 4) terminales.
El PELN fue evaluado por primera vez por parte de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (Ciees) en 2010, y obtuvo el Nivel 1 con vigencia de cinco años; en 2016 recibió la visita para la evaluación de seguimiento y se le otorgó el mismo nivel por tres años más. A su vez, en 2016, alcanzó el estatus de Programa Educativo Acreditado por un periodo de cinco años por el Consejo Nacional para la Calidad de Programas Educativos en Nutriología (Concapren). Como resultado de estos procesos de evaluación externa, se han generado recomendaciones al PELN para el aseguramiento de la calidad educativa. Así, se observó como área de oportunidad en ambos ejercicios el tema de la trayectoria académica, específicamente la deserción (Torres et al., 2017) y la reprobación. Una de estas recomendaciones es caracterizar e implementar estrategias para reducir los índices de reprobación y, por ende, disminuir la deserción escolar.
Por lo antes mencionado, este trabajo tiene los siguientes objetivos: 1) determinar el índice de reprobación, 2) determinar el índice de deserción y 3) analizar si existe relación entre el índice de reprobación e índice de deserción escolar en los estudiantes del PELN de la Unacar, desde el periodo agosto-diciembre 2010 a agosto-diciembre 2017, para contar con más información que permita obtener indicadores que sustenten el plan estratégico de actualización del programa educativo.
Metodología
Previo a iniciar la presente investigación, se solicitó autorización por escrito al gestor (coordinador) del PELN de la FCS de la Unacar, mencionando el objetivo general y los propósitos particulares del estudio. Posteriormente, se sometió a valoración por el comité de bioética, donde se descartaron conflictos de interés y se obtuvo un dictamen positivo. El estudio fue coordinado por el grupo disciplinar “Nutrición, Educación y Administración” del PELN de la FCS.
Diseño de investigación
El presente estudio tiene un enfoque cuantitativo, alcance exploratorio, descriptivo y diseño no experimental con una delineación transversal. Los propósitos principales fueron: 1) determinar el índice de reprobación escolar por cada competencia declaradas en la organización curricular, 2) determinar la tasa de deserción escolar en el PELN, 3) determinar ciclo promedio que avanzan los estudiantes desertores, promedio de aprobación y reprobación de cursos y 4) determinar si la reprobación escolar es un síntoma de la deserción escolar.
Población
Para obtener el índice de reprobación escolar, la población se constituyó con 391 estudiantes inscritos al PELN desde el periodo escolar agosto-diciembre 2010 al periodo agosto-diciembre 2017.
Para determinar ciclos promedios, aprobación, reprobación de cursos promedios y la relación entre la reprobación y deserción se tomó como población a la totalidad de 104 estudiantes con baja definitiva.
Fuentes para la obtención y/o recolección de la información
Los datos utilizados en esta investigación fueron suministrados por los sistemas informáticos institucionales Sistema Universitario de Control Escolar (SUCE) y Portal Ejecutivo, ambos con acceso del gestor del PELN.
Instrumento de investigación y análisis estadístico
Se analizaron los registros exportados de los sistemas institucionales a una base de datos en Excel. La información recolectada fue procesada y analizada con el apoyo del software Statistical Package for the Social Sciences versión 20. Para determinar el índice de reprobación y la tasa de deserción se presentó en porcentaje, frecuencias, medias, desviación estándar, valores máximos y mínimos; para determinar la correlación entre la reprobación y la deserción escolar se aplicó la prueba de Pearson.
Resultados
Determinación del índice de reprobación
Para la determinación del índice de reprobación, se tomó la totalidad de 391 estudiantes que ingresaron al PELN del periodo agosto-diciembre 2010 a agosto-diciembre 2017. El índice de reprobación general encontrado en el PELN es de 24.24 % ± 12.68 y una media de apertura de cursos de 8.79 ± 3.06.
En la tabla 1 se muestra el índice de reprobación en relación con los cursos que contribuyen a las competencias genéricas, con una media 25.69 % ± 12.24 de reprobación y una media de apertura de los cursos 11.16 ± 2.88.
Tabla 1 Índice de reprobación: cursos que contribuyen a las competencias genéricas
Cursos | Inscritos | Aprobación de cursos | Reprobación de cursos | ||||||
NVCA* | f |
|
Máx. | Mín. | f | % | f | % | |
Razonamiento lógico | 13 | 334 | 25.69 ± 19.47 | 56 | 3 | 191 | 57.19 | 143 | 42.81 |
TMI** | 15 | 306 | 20.40 ± 18.56 | 52 | 1 | 207 | 67.65 | 99 | 32.35 |
TCOE*** | 14 | 403 | 28.79 ± 21.68 | 59 | 2 | 345 | 85.61 | 58 | 14.39 |
Desarrollo sustentable | 14 | 411 | 29.36 ± 23.92 | 63 | 1 | 325 | 79.08 | 86 | 20.92 |
Inglés I | 13 | 192 | 14.77 ± 6.60 | 32 | 5 | 103 | 53.65 | 89 | 46.35 |
Inglés II | 12 | 112 | 9.33 ± 6.02 | 22 | 2 | 65 | 58.04 | 47 | 41.96 |
Inglés III | 11 | 93 | 8.45 ± 3.84 | 16 | 1 | 70 | 75.27 | 23 | 24.73 |
Inglés IV | 10 | 51 | 5.10 ± 2.02 | 10 | 2 | 43 | 84.31 | 8 | 15.69 |
Emprendedores | 9 | 154 | 17.11 ± 11.13 | 36 | 1 | 130 | 84.42 | 24 | 15.58 |
TE**** | 5 | 9 | 1.80 ± 0.74 | 3 | 1 | 7 | 77.78 | 2 | 22.22 |
TFTI***** | 11 | 132 | 12.00 ± 8.14 | 34 | 3 | 98 | 74.24 | 34 | 25.76 |
Prácticas profesionales | 7 | 90 | 12.86 ± 12.86 | 28 | 2 | 85 | 94.44 | 5 | 5.56 |
*Número de veces que el curso se apertura.
**Tecnología y manejo de la información.
***Taller de comunicación oral y escrita.
****Taller de emprendedores.
*****Taller de formación temprana de investigadores.
Fuente: Elaboración propia
En la tabla 2 se muestra el índice de reprobación en relación con los cursos que contribuyen a las competencias interdisciplinarias; se determinó una media 31.28 ± 13.38, con una media de apertura de 11.78 ± 1.97.
Tabla 2 Índice de reprobación: cursos que contribuyen a las competencias interdisciplinarias
Cursos | Inscritos | Aprobación de cursos | Reprobación de cursos | ||||||
NVCA* | f |
|
Máx. | Mín. | f | % | f | % | |
Actividad física | 10 | 404 | 40.40 ± 19.61 | 62 | 4 | 350 | 86.63 | 54 | 13.37 |
Educación y promoción de la salud | 8 | 274 | 34.25 ± 13.97 | 48 | 3 | 225 | 82.12 | 49 | 17.88 |
Socioantropología | 13 | 403 | 31.00 ± 23.25 | 62 | 1 | 328 | 81.39 | 75 | 18.61 |
Anatomía y fisiología II | 11 | 302 | 27.45 ± 16.13 | 49 | 1 | 189 | 62.58 | 113 | 37.42 |
Bioquímica básica | 14 | 332 | 23.71 ± 17.64 | 53 | 4 | 205 | 61.75 | 127 | 38.25 |
Anatomía y fisiología I | 13 | 467 | 35.92 ± 21.09 | 60 | 3 | 267 | 57.17 | 200 | 42.83 |
Bioestadística básica | 13 | 245 | 18.85 ± 12.96 | 49 | 3 | 121 | 49.39 | 124 | 50.61 |
*Número de veces que el curso se apertura.
Fuente: Elaboración propia
En las tablas 3, 4, 5 y 6 se muestran los índices de reprobación de los cursos que contribuyen a la generación de las competencias específicas, donde se encontró un índice de reprobación de 22.02 ± 11.99, con una media de apertura de cursos de 6.96 ± 1.46.
Tabla 3 Índice de reprobación: cursos que contribuyen a las competencias específicas. Básicas de la carrera
Cursos | Inscritos | Aprobaciónde cursos | Reprobación de cursos | |||||||
NVCA* | N |
|
± | Máx. | Mín. | N | % | N | % | |
Nutrición básica | 10 | 319 | 31.90 | 14.94 | 48 | 4 | 266 | 83.39 | 53 | 16.61 |
Administración general | 8 | 251 | 31.38 | 10.13 | 41 | 14 | 208 | 82.87 | 43 | 17.13 |
Nutrición y metabolismo | 8 | 273 | 34.13 | 8.83 | 43 | 21 | 177 | 64.84 | 96 | 35.16 |
Taller de cálculo | 7 | 277 | 39.57 | 6.98 | 49 | 26 | 175 | 63.18 | 102 | 36.82 |
Epidemiología | 8 | 184 | 23.00 | 16.03 | 53 | 1 | 116 | 63.04 | 68 | 36.96 |
Farmacología de la nutrición | 6 | 224 | 37.33 | 7.93 | 52 | 27 | 130 | 58.04 | 94 | 41.96 |
*Número de veces que el curso se apertura.
Fuente: Elaboración propia
Tabla 4 Índice de reprobación: cursos que contribuyen a las competencias específicas. Profesionalizante
Cursos | Inscritos | Aprobación de cursos | Reprobación de cursos | |||||||
NVCA* | f |
|
DE | Máx. | Mín. | f | % | F | % | |
ASA** | 6 | 213 | 35.50 | 2.87 | 39 | 6 | 168 | 78.87 | 45 | 21.13 |
Alimentación y sociedad | 7 | 251 | 35.86 | 9.44 | 51 | 25 | 212 | 84.46 | 39 | 15.54 |
Arte culinario | 7 | 252 | 36.00 | 7.67 | 45 | 23 | 216 | 85.71 | 36 | 14.29 |
Ciencias de los alimentos | 6 | 189 | 31.50 | 4.23 | 36 | 23 | 164 | 86.77 | 25 | 13.23 |
Dietoterapia I | 7 | 146 | 20.86 | 10.97 | 36 | 6 | 107 | 73.29 | 39 | 26.71 |
Dietoterapia II | 7 | 124 | 17.71 | 6.51 | 28 | 9 | 112 | 90.32 | 12 | 9.68 |
IAN*** | 5 | 155 | 31.00 | 5.54 | 38 | 23 | 105 | 67.74 | 50 | 32.26 |
MTA.**** | 10 | 294 | 29.40 | 13.79 | 50 | 9 | 211 | 71.77 | 83 | 28.23 |
Nutrición clínica I | 6 | 143 | 23.83 | 9.08 | 34 | 11 | 90 | 62.94 | 53 | 37.06 |
Nutrición clínica II | 8 | 139 | 17.38 | 8.48 | 30 | 4 | 105 | 75.54 | 34 | 24.46 |
Nutrición clínica pediátrica | 6 | 150 | 25.00 | 8.28 | 36 | 10 | 99 | 66.00 | 51 | 34.00 |
Nutrición comunitaria I | 7 | 176 | 25.14 | 13.66 | 44 | 2 | 119 | 67.61 | 57 | 32.39 |
Nutrición comunitaria II | 6 | 87 | 14.50 | 7.58 | 25 | 3 | 83 | 95.40 | 4 | 4.60 |
Nutrición en el individuo sano | 7 | 199 | 28.43 | 8.05 | 38 | 16 | 160 | 80.40 | 39 | 19.60 |
PLSA***** | 8 | 355 | 44.38 | 18.61 | 9 | 8 | 282 | 79.44 | 73 | 20.56 |
Psicología de la nutrición | 7 | 185 | 26.43 | 11.24 | 37 | 1 | 165 | 89.19 | 20 | 10.81 |
Seminario de tesis | 5 | 136 | 27.20 | 2.99 | 31 | 22 | 110 | 80.88 | 26 | 19.12 |
TEEN****** | 7 | 225 | 32.14 | 11.03 | 42 | 6 | 163 | 72.44 | 62 | 27.56 |
Tecnología de alimentos | 6 | 173 | 28.83 | 6.71 | 35 | 16 | 158 | 91.33 | 15 | 8.67 |
*Número de Veces que el Curso se apertura.
**Administración de servicios de alimentación.
***Investigación aplicada a la nutrición
****Microbiología y toxicología de alimentos.
*****Producción, legislación y seguridad alimentaria.
******Taller de evaluación del estado nutricio.
Fuente: Elaboración propia
Tabla 5. Índice de reprobación: cursos que contribuyen a las competencias específicas. Optativas
Cursos | Inscritos | Aprobaciónde cursos | Reprobaciónde cursos | |||||||
NVCA* | f |
|
± | MÁX. | MÍN. | f | % | f | % | |
Evaluación sensorial de los alimentos | 7 | 192 | 27.43 | 12.46 | 40 | 2 | 145 | 75.52 | 47 | 24.48 |
Nutrición en el deportista | 2 | 55 | 27.50 | 7.50 | 35 | 20 | 31 | 56.36 | 24 | 43.64 |
*Número de veces que el curso se apertura.
Fuente: Elaboración propia
Tabla 6 Índice de reprobación: cursos que contribuyen a las competencias específicas. Terminales
Cursos | Inscritos | Aprobaciónde cursos | Reprobaciónde cursos | |||||||
NVCA* | f |
|
± | Máx. | Mín. | f | % | f | % | |
Prácticas hospitalarias | 8 | 80 | 10.00 | 8.36 | 28 | 1 | 80 | 100 | 0 | 0.00 |
Prácticas comunitarias | 7 | 86 | 12.29 | 8.71 | 27 | 1 | 84 | 97.67 | 2 | 2.33 |
Prácticas de servicios de alimentación | 8 | 105 | 13.13 | 10.38 | 28 | 1 | 99 | 94.29 | 6 | 5.71 |
*Número de veces que el curso se apertura.
Fuente: Elaboración propia
En la tabla 3 se muestra solo el comportamiento de los cursos que contribuyen a las competencias específicas del área básica de la carrera, teniendo una media de reprobación de 30.77 ± 10.04, con una media de apertura de cursos de 7.83 ± 1.21.
En la tabla 4, por su parte, se muestra solo el comportamiento de los cursos que contribuyen a las competencias específicas del área profesionalizante de la carrera, teniendo una media de reprobación de 21.04 ± 9.22 con una media de apertura de cursos de 6.73 ± 1.11.
En la tabla 5 se muestra solo el comportamiento de los cursos que contribuyen a las competencias específicas optativas de la carrera, teniendo una media de reprobación de 34.06 ± 9.58.
En la tabla 6, finalmente, se muestra solo el comportamiento de los cursos que contribuyen a las específicas terminales de la carrera, teniendo una media de reprobación de 2.68 ± 2.34.
Determinación del índice de deserción
En la tabla 7, por otro lado, se muestra la tasa deserción escolar encontrada en la población y periodo de estudio.
Tabla 7 Comportamiento de la deserción escolar en el PELN
Generación | Ingreso | Deserción | |||||||
N | % | n | % Gen | % Total | Hombres | Mujeres | |||
n | % | n | % | ||||||
2010 | 57 | 14.58 | 22 | 39 % | 21.15 | 5 | 5 | 17 | 16.35 |
2011 | 58 | 14.83 | 22 | 38 % | 21.15 | 6 | 6 | 16 | 15.38 |
2012 | 58 | 14.83 | 23 | 40 % | 22.12 | 1 | 1 | 22 | 21.15 |
2013 | 41 | 10.49 | 7 | 17 % | 6.73 | 2 | 2 | 5 | 4.81 |
2014 | 52 | 13.30 | 10 | 19 % | 9.62 | 2 | 2 | 8 | 7.69 |
2015 | 54 | 13.81 | 11 | 20 % | 10.58 | 1 | 1 | 10 | 9.62 |
2016 | 33 | 8.44 | 7 | 21 % | 6.73 | 1 | 1 | 6 | 5.77 |
2017 | 38 | 9.72 | 2 | 5 % | 1.92 | 0 | 0 | 2 | 1.92 |
Totales | 391 | 100 | 104 | 27 % | 100.00 | 18 | 17.31 | 86 | 82.69 |
Fuente: Elaboración propia
En la tabla 8 se muestra el comportamiento de los ciclos promedios que avanza un desertor y promedio de cursos aprobado y reprobados: una media de 2.35 ± 0.98 ciclos avanzados, una media de 8.6 ± 3.15 cursos aprobados y una media 6.46 ± 2.74 de cursos reprobados al momento de desertar.
Tabla 8 Ciclos promedios avanzados y promedio de cursos aprobado y desaprobados al momento de desertar
Generación | Ciclos avanzados | Aprobación de cursos | Reprobación de cursos | |||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
|
± | V. Max | V. Min |
|
± | V. Max. | V. Min. |
|
± | V. Max. | V. Min. | |
2010 | 2.59 | 2.06 | 10 | 0 | 8 | 7.49 | 32 | 0 | 7.04 | 5.94 | 23 | 0 |
2011 | 2.18 | 1.5 | 7 | 1 | 7 | 5.95 | 19 | 0 | 5.5 | 3.91 | 14 | 0 |
2012 | 2.95 | 1.77 | 7 | 1 | 10 | 6.34 | 20 | 0 | 8.47 | 7.4 | 21 | 0 |
2013 | 4.42 | 3.4 | 8 | 1 | 15 | 11.87 | 36 | 2 | 11.57 | 11.37 | 28 | 1 |
2014 | 2.2 | 1.03 | 4 | 1 | 11 | 8.96 | 25 | 0 | 3.6 | 3.53 | 10 | 0 |
2015 | 2.18 | 1.66 | 5 | 1 | 8 | 5.57 | 22 | 0 | 8.36 | 4.9 | 16 | 2 |
2016 | 1.28 | 0.48 | 2 | 1 | 6 | 4.44 | 12 | 0 | 3.14 | 2.67 | 7 | 0 |
2017 | 1 | 0 | 1 | 1 | 4 | 4.24 | 7 | 1 | 4 | 2.82 | 6 | 2 |
Fuente: Elaboración propia
Relación del índice de reprobación y la deserción escolar
En la figura 1 se observa la relación entre el índice de desertores por cohorte generacional (2010 a 2017) y el índice de reprobación por cohorte generacional (2010 a 2017) en estudiantes del PELN a través del coeficiente de correlación de Pearson. Como resultado se obtuvo un valor de 0.939 y un valor de p = 0.001.
![](/img/revistas/ride/v10n20//2007-7467-ride-10-20-e009-gf1.png)
Fuente: SUCE (2019)
Figura 1 Relación del porcentaje de desertores con el porcentaje del índice de reprobación
Discusión
Las instituciones de educación superior comúnmente se enfrentan a los fenómenos de reprobación y deserción con un aumento sostenido, lo que ha generado la necesidad de realizar estudios para identificar y atender las causas que los propician; por tanto, las este tipo organizaciones observan con un grado de normalidad estos valores. Una institución educativa en la que no haya reprobados puede provocar sorpresa, incomprensión e indignación. Tradicionalmente se consideraban aceptables tasas de reprobación elevadas, predominantemente en los primeros años de escuela (Ciro y Reyes, 2017). En la actualidad, sin embargo, los organismos evaluadores y acreditadores de programas educativos en México recomiendan disminuir los índices de reprobación a valores menores de 10 % (Ciees, 2016; Concapren, 2016), debido a que la reprobación es un tema que hay que atender, pues se relaciona con un problema mayor, la deserción escolar.
El PELN cuenta con un plan curricular flexible, que consta de nueve ciclos en los cuales están distribuidos los 52 cursos con 4610 horas totales, de las cuales 2048 son de tipo teóricas, 1906 prácticas y 656 horas de estudio independiente, que se traducen en un total de 301 créditos.
De los 52 cursos, 17.31 % (nueve) pertenecen al bloque de las competencias genéricas, 13.46 % (siete) a las competencias interdisciplinarias, 59.62 % (31) a las competencias específicas, más 5.77 % (tres) de cursos que son extracurriculares obligatorios (Nivelación de inglés A y B; Taller de comunicación oral y escrita), y las actividades de formación integral que el estudiante puede ir cubriendo desde el primer ciclo hasta alcanzar las 96 horas, como parte de las competencias genéricas.
Determinación del índice de reprobación
Existe poca literatura científica con análisis y caracterización de la reprobación por un periodo de siete años, tomando en cuenta cada curso impartido por ciclo escolar. Generalmente solo se determina el porcentaje de reprobación de una cohorte generacional o se aplican encuestas para reconocer las causas de este fenómeno, por lo tanto, no se encontraron puntos de corte con los cuales comparar los índices de reprobación de este estudio. En consecuencia, se determinó tomar como referencia la recomendación emitida por el Concapren (2016) en el informe de acreditación y los resultados del análisis de las academias y el grupo disciplinar “Nutrición, Educación y Administración” (2016) del PELN de la Unacar.
El Concapren (2016) recomienda que el índice de reprobación debe ser menor a 10 %, es decir, 9 de cada 10 estudiantes matriculados en un curso deberían aprobar, mientras las academias y el grupo disciplinar del PELN de la universidad ya mencionada (2016) indican que es aceptable un índice de reprobación igual o menor a 30 %, de acuerdo con la constante manifestada a partir de los análisis de trayectorias académicas institucionales.
El índice de reprobación general determinado en el PELN es superior a lo indicado por el Concapren (2016), pero menor a lo indicado por el PELN. Al compararlo con otros estudios, se encontró que es similar a lo reportado por Gándara (2014), con 24 % ± 4, pero inferior a lo encontrado por Guzmán (2013), a saber, 47 %. Cabe señalar que ninguno de los estudios indica el número de veces que se ofrecieron los cursos.
El índice de reprobación de los cursos genéricos muestra que solo 8.33 % de los cursos manifiestan menos de 10 % de reprobación, como lo sugiere Concapren (2016), pero según el criterio de las academias del PELN, 33.33 % de los cursos tienen un índice de reprobación aceptable. Analizando las veces promedio en que se aperturaron los cursos en las competencias genéricas, se puede observar que la media de reprobación se incrementa al doble, 51 %, es decir, en siete ocasiones que se debieron ofrecer los cursos, y se apertura el doble de veces, 14 veces, lo cual enmascara el problema, y la solución no es el número de veces que se ofrezca un curso para disminuir la reprobación; sino las estrategias que se deben generar para disminuir la reprobación dentro del número de veces de acuerdo con el plan estratégico de la trayectoria escolar por cohorte generacional.
En relación con el índice de reprobación de los cursos que contribuyen a las competencias interdisciplinarias, se identifica que ningún curso cumple con el criterio de los organismos nacionales, mientras que 42 % de estos cumple el criterio del PELN, con lo que se determina que el número de veces de un mismo curso ofertado sigue siendo un factor que continúa enmascarando el fenómeno de la reprobación, ya que se identificó que la media de apertura fue el doble de veces, reciclando estudiantes reprobados, es decir, que el índice de reprobación de estos cursos es de 62 % y no de 31 %.
En el análisis de los cursos de las competencias específicas se identificó que el índice de reprobación de estos es menor a los encontrados en los de las competencias genéricas e interdisciplinarias, con una media de apertura de cursos correspondiente al plan estratégicos de trayectoria escolar de las cohortes generacionales, donde el factor de veces que se ofreció un mismo curso no afectó el índice de reprobación.
Hay que aclarar que la administración de los cursos de las competencias genéricas e interdisciplinarias no depende de la gestoría del PELN, como en el caso de los cursos de las específicas, lo cual pone de manifiesto la limitada injerencia que tienen los actores del programa educativo sobre los cursos de las primeras dos competencias aquí mencionadas, ya que su participación se limita a la solicitud de los cursos que se ofertarán en el periodo escolar correspondiente.
Dentro de los cursos que conforman las competencias específicas, a saber, los disciplinares del PELN: básicos, profesionalizantes, optativos y terminales, el índice de reprobación estuvo en promedio dentro de lo propuesto por los organismos reguladores y las academias del programa educativo, así como el número de veces de apertura de un mismo curso se mantuvo dentro del plan estratégico por cohorte generacional, lo que indica que el ejercicio estratégico efectuado dentro de estos debería aplicarse en los cursos de las competencias genéricas e interdisciplinares para lograr un equilibrio y una continuidad en el desempeño académico de los estudiantes.
Determinación del índice de deserción
La deserción de los estudiantes universitarios es un tema controversial dentro de las instituciones de educación superior. Y como ya se mencionó, las causas son multifactoriales (Torres et al., 2017). La tasa de deserción escolar encontrada en este estudio es menor a lo indicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos [OCDE] (2016) para el caso de México, con 50 %, y por Torres et al. (2017), 44 %, pero similar a lo reportado por Piratoba y Barbosa (2013): 28.75 %.
Hace algunos años, Torres et al. (2017) identificaron los factores que afectan este fenómeno en el PELN. Fueron seis factores predominantes: 1) 47 % por cambio de programa educativo, 2) 16 % por cambio de carrera e institución educativa local, 3) 12 % cambio a la misma carrera, pero en una institución foránea, generalmente por cambio de residencia, 4) 12 % por problemas familiares, 5) 8 % por problemas de salud y 6) 5 % por situación económica. Estos datos fueron obtenidos de las cédulas de baja institucional, donde el alumno indica los motivos de baja definitiva; sin embargo, no se realizó un análisis de trayectoria escolar, específicamente el fenómeno de la reprobación, que es algo que no indican los estudiantes, pues tienden a excusar su deserción.
En esa tónica, 96 % de los estudiantes desertores en sus trayectorias escolares tienen entre 40 % y 80 % de cursos reprobados. Un fenómeno identificado en el presente estudio fue el comportamiento de un estudiante desertor con respecto a los ciclos promedios que avanza y el promedio de cursos aprobados y reprobados; se encontró una media de 2.35 0.98 ciclos avanzados, una media de 8.6 3.15 cursos aprobados y una media 6.46 2.74 de cursos reprobados al momento de desertar.
Relación del índice de reprobación y la deserción escolar
En el presente estudio se determina que sí existe una fuerte relación entre la reprobación y la deserción escolar, tal y como se muestra en el modelo de regresión lineal (figura 1), en el cual se obtuvo un valor de r 2 = 0.882.
Conclusiones
En los últimos años, han incrementado los estudios sobre la reprobación, deserción, suspensión de estudios y, en general, lo relacionado con el éxito o fracaso escolar. Esta investigación permitió identificar que existe una relación positiva entre el número de desertores por generación y el índice de reprobación, es decir, entre mayor número de cursos no aprobados, mayor posibilidad de deserción existe.
El índice de reprobación general no manifiesta ser un problema grave para el PELN, pero, al analizar a profundidad este fenómeno, se identificó que los cursos de las competencias genéricas e interdisciplinares son los que tienen el mayor impacto sobre la deserción,
El número de veces que se apertura un curso enmascara el problema, por lo tanto, se debe actuar sobre este factor, desde la propuesta de los grupos en el sistema, ya que genera pérdidas económicas para la institución y problemas en las trayectorias académicas de los estudiantes.
El tiempo promedio que avanza un desertor es de un año y medio, es decir, tres ciclos aproximadamente. Durante esa trayectoria escolar se observa un promedio de tres cursos aprobados y una media de seis cursos reprobados al momento de desertar.
Esta investigación robustece los resultados presentados por otros autores. Además, aporta información novedosa para el diseño de estrategias de intervención que contribuyan a erradicar el fenómeno de la reprobación y, de esta manera, al éxito académico de los alumnos universitarios.
Se recomienda realizar un estudio sobre las causas de reprobación desde la perspectiva del estudiante para poder desarrollar estrategias de intervención oportunas y, por ende, atender y disminuir este fenómeno institucional.