Introducción
Desde los años 70, comenzaron diversos esfuerzos de entidades federales mexicanas que buscaban mejorar la calidad de la educación superior y de la investigación en el país con el desarrollo de diversos programas y políticas públicas, muchos de ellos inspirados en las prácticas de los países desarrollados (Sordo, 2021). De esta forma, algunos programas han intentado fortalecer las plantillas docentes en las instituciones de educación superior (IES) del país atrayendo a científicos extranjeros (Didou, 2010; Didou y Durand, 2013; Morones y De León, 2010) y otros han apostado por otorgar becas a mexicanos para estudiar posgrados en el extranjero. Esto responde a que, en las etapas tempranas de este proceso de mejora, la escasa matrícula de posgrados nacionales y el poco tiempo de desarrollo de muchos de ellos hacía suponer que los profesores-investigadores formados en el extranjero se alinearían más fácilmente al patrón de legitimidad científica que intentaba instaurarse (Álvarez, 2004); es decir, que desarrollaran investigación empírica y que publicaran sus resultados en revistas especializadas. Asimismo, estos académicos formados en el exterior podrían tener redes de colaboración más amplias y contribuir a la internacionalización de la ciencia mexicana.
Cornu y Gerard (2015) definen como polo de formación a “cualquier país teniendo un papel importante en la competencia universitaria y que, de esa manera, se caracteriza por tener una ‘atractividad’ importante asociada a un volumen significativo de diplomas otorgados en un campo académico o una disciplina” (p. 37). Estados Unidos se ha posicionado históricamente como el polo de formación por excelencia de los mexicanos que cursan un programa de posgrado en el extranjero (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [Unesco], 2019). Sin embargo, en los últimos años, España se ha convertido en el polo más importante para los mexicanos que quieren estudiar en Europa, incluso por encima de Francia, que en el pasado era el más atractivo (Trejo, 2020). Aunado a esto, algunos programas de colaboración han atraído específicamente a científicos españoles a México, como es el caso del Programa de Incorporación de Doctores Españoles a Universidades Mexicanas (Pideum). Este avance de España como polo de formación se ve reflejado en la composición de los padrones del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), en el que, por ejemplo, para 2009, 8.9 % de los miembros sociólogos estudiaron en este país europeo, incluso por encima de Estados Unidos con 8.3 % (Didou y Gerard, 2010).
Si bien en distintos momentos la migración española ha tenido relevancia en el desarrollo de ciertas disciplinas en México, por ejemplo, en periodos como el exilio español durante el franquismo, el reciente crecimiento de España como destino de formación para los científicos mexicanos resulta especialmente interesante. Por una parte, este país no es considerado una potencia científica ni tiene una larga tradición como polo de formación para estudiantes mexicanos de posgrado, a diferencia de Estados Unidos o Francia. Sin embargo, la larga historia común con México y el idioma compartido lo convierte en el país más accesible para realizar estudios en territorio europeo; situación que se ve favorecida con los diversos programas que incentivaron durante las últimas décadas una mayor cantidad de salidas al extranjero para realizar estudios de posgrado.
Es importante considerar que haber estudiado un posgrado en el extranjero no posee el mismo sentido y valor en los diferentes contextos en los que se desarrolla el quehacer científico. En países periféricos del sistema científico mundial, como México, su valor real y simbólico suele ser mayor que en los países centrales. En este sentido, Rodríguez (2013a) propone, tras revisar críticamente la noción de campo científico de Bourdieu, que los campos situados en zonas periféricas (a los que llama campos-en-red) se organizan de forma diferente a la descrita en la teoría bourdiana (que toma como modelo el campo científico francés) y que tienen una tendencia a imitar modelos extranjeros de prácticas científicas por su necesidad de avanzar aceleradamente en su institucionalización, lo que resulta especialmente marcado en las ciencias sociales (Rodríguez, 2013b). Esto, consideramos, puede dar lugar a la consolidación de nuevos polos de formación que históricamente no eran relevantes, una vez que comienzan a ser vistos de una manera distinta, más atractiva, por los científicos en entrenamiento que se localizan en los campos-en-red; especialmente por su mayor facilidad de acceso en contraste con polos con mayor prestigio, aunado a las mayores oportunidades de movilidad que brinda un contexto de políticas de desarrollo científico.
Ahora bien, en espacios regionales no centrales al interior de estos países periféricos al sistema científico mundial, las características de los campos-en-red descritas por Rodríguez (2013a) pueden agudizarse. Así, en los estados del noreste mexicano -Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas-1todavía en la década de 1990 la actividad en investigación en ciencias sociales era muy limitada (Sandoval, 2008; Sordo, 2020). Y si bien a partir de las políticas de impulso científico y de la creación de espacios institucionales esta actividad se ha incrementado claramente, las ciencias sociales han permanecido en una constante falta de consolidación y su legitimidad social se encuentra permanentemente asediada (Sordo, 2021). Esto puede intensificar la dependencia de la llegada de investigadores formados en el exterior para fomentar el crecimiento de la actividad científico social local.
Considerando este panorama, en este trabajo se decidió analizar el crecimiento de España como polo de formación para los científicos sociales de esta misma región, específicamente para quienes son miembros del SNI. Adicionalmente a la contabilización de los diplomas obtenidos en este país europeo, se tuvo un interés especial por determinar la presencia que, dentro de las disciplinas sociales específicas y de las diferentes IES locales, tienen los académicos doctorados en regiones o IES españolas concretas. Esto supone un análisis más detallado de la forma en la que generalmente se ha usado el concepto de polos de formación dentro de estudios empíricos, la cual se ha limitado a considerar los países de obtención de los títulos de grado. Cabe señalar que el presente trabajo forma parte de un proyecto de investigación más amplio en el que se analiza la participación de investigadores formados en el extranjero y su impacto en el desarrollo del campo de las ciencias sociales en el noreste mexicano.
El objetivo planteado es analizar el crecimiento que ha tenido España como polo de formación de los miembros del SNI en las ciencias sociales de la región noreste de México de 1990 a 2019, especialmente identificando sus patrones por IES y campos disciplinarios de adscripción, así como el nivel de reconocimiento alcanzado dentro del sistema.
Método
Los resultados que aquí se presentan se obtuvieron a partir del padrón del SNI del año 20192.El enfoque empleado fue cuantitativo de carácter preponderantemente descriptivo. Creado en 1984, el SNI es uno de los programas centrales del sistema científico mexicano. Aunque ha experimentado algunas reformas, básicamente opera con evaluaciones de pares a la trayectoria y producción científica de los investigadores que solicitan su ingreso o permanencia, quienes, de ser aceptados, son asignados a alguna de las clasificaciones jerárquicas, a saber: Candidato, Nivel I, Nivel II, Nivel III y Emérito. Cada nivel supone también la obtención de un estímulo económico extrasalarial para el investigador. Para diversos autores, el SNI se ha convertido en la principal fuente de estatus en la ciencia mexicana. Álvarez y González (1998) comentan que el SNI se ha convertido en “un mecanismo de asignación de estatus” (p. 60). De ahí su importancia como referente para el estudio de los patrones de los lugares de formación de los científicos nacionales.
Del padrón del SNI de 2019 se identificaron los miembros del Área V: Ciencias Sociales, y que estuvieran adscritos en alguna institución localizada en los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Posteriormente se registraron las instituciones y los años de obtención de los diplomas de doctorado de cada uno de estos miembros. Para realizar este registro se partió de datos parciales proporcionados por el propio SNI, los cuales fueron luego complementados a través de un proceso de búsqueda de información en diversas fuentes públicas disponibles en línea tanto institucionales (sitios web de las instituciones de adscripción, registro nacional de cédulas de posgrado) como personales de los investigadores (registros en sitios académicos como orcid.org, researchgate.net y academia.edu, o bien sitios web personales).
A partir de estos datos, primero se reconstruyó de forma general el crecimiento de España como lugar de formación y se contrastó con la evolución de otros sitios de formación de los miembros del Área V del SNI regional. Para ello, se procedió a organizar la información por periodos de cinco años, según la fecha de obtención del diploma de doctorado, entre 1990 y el año 2019. Posteriormente, se identificó más específicamente la presencia en el noreste de científicos sociales formados en España por: a) instituciones de adscripción y b) disciplinas.
Adicionalmente, se realizó una comparación de los niveles dentro del SNI que han alcanzado los doctorados en España y quienes han obtenido ese grado en otros países. Para esta comparación, se consideró solamente a un segmento restringido de los miembros del SNI vigentes en 2019: a los que obtuvieron su titulación entre 2006 y 2012. Para este periodo la comparación entre titulados en diferentes países resulta más válida, pues son más equilibrados los grupos de titulados en México y en el extranjero. Antes del 2006, la proporción de investigadores titulados en el extranjero es marcadamente superior, lo cual, por su antigüedad, les da ventaja en el acceso a los niveles más altos en el SNI. Lo contrario sucede después del 2013, cuando los doctorados en México son mucho más numerosos y, por lo tanto, también su presencia en los niveles bajos del sistema.
Resultados
El crecimiento de España como polo de formación
En el 2019, dentro del padrón del SNI se registraron 368 miembros en el Área V (ciencias sociales) adscritos en instituciones en los estados del noreste del país. De este grupo, 45 % tiene estudios de doctorado en el extranjero. España destaca como el principal lugar de formación en el exterior, con 42 % del total de miembros que estudiaron en el extranjero, por arriba de los Estados Unidos, que suma 27 %. Como antes se mencionó, esto es ya destacable si tenemos en cuenta que España no representa una potencia científica, pero resulta aún más llamativo su predominio como polo de formación si consideramos que, antes de 1995, ningún científico social norestense había obtenido su diploma doctoral en ese país europeo (ver Tabla 1).
Periodo | Doctorados en el extranjero (N) | España (%) | EE. UU. (%) | Francia (%) | Otros (%) |
1990-1994 | 11 | 0 | 55 | 0 | 45 |
1995-1999 | 14 | 43 | 36 | 7 | 14 |
2000-2004 | 30 | 37 | 30 | 10 | 23 |
2005-2009 | 38 | 42 | 24 | 5 | 29 |
2010-2014 | 35 | 62 | 14 | 3 | 21 |
2015-2019 | 24 | 54 | 25 | 8 | 13 |
Fuente: Elaboración propia con datos del SNI (Conacyt)
El crecimiento de España como polo de formación se desarrolló a partir de finales de la década de 1990 y principios del nuevo milenio. De los doctorados en España en estos periodos, un porcentaje importante estaban adscritos en 2019 a la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y el Tecnológico de Monterrey (Itesm) (ver Tabla 2). El arranque de la presencia de doctores graduados en este país coincide con diferentes procesos y acontecimientos tanto nacionales como locales. Por ejemplo, el inicio del Pideum en 1995, que incentivaba la atracción de doctores españoles a IES mexicanas (Morones y De León, 2010), y el Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep, actualmente Prodep), el cual otorga becas a profesores-investigadores principalmente de universidades públicas estatales para estudiar en el extranjero. En la región, tuvo lugar la creación de nuevos espacios académicos para el ejercicio de las ciencias sociales: el Centro de Investigaciones Socioeconómicas (CISE) en la Universidad Autónoma de Coahuila (Uadec), el Colegio de Tamaulipas (Coltam) y la instalación de una sede del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas) en la región.
UANL | Itesm | Otras IES de la región | ||||
Periodo | Extranjero (N) | España (%) | Extranjero (N) | España (%) | Extranjero (N) | España (%) |
Antes de 1995 | 8 | 13 | 7 | 0 | 4 | 0 |
1995-1999 | 4 | 25 | 7 | 29 | 6 | 50 |
2000-2004 | 13 | 54 | 12 | 17 | 5 | 40 |
2005-2009 | 16 | 50 | 9 | 22 | 13 | 46 |
2010-2014 | 7 | 86 | 4 | 25 | 24 | 63 |
2015-2019 | 5 | 40 | 5 | 40 | 16 | 56 |
Fuente: Elaboración propia con datos del SNI (Conacyt)
De finales de la década del 2000 en adelante es cuando España se posiciona como el polo de formación más importante para los miembros del SNI regional de ciencias sociales. En este periodo, marcadamente en las universidades públicas estatales, hubo un auge en la tasa de titulados en España con respecto al total de graduados en el extranjero, cuyo impacto veremos en el siguiente apartado.
Por otra parte, si consideramos por disciplinas, más de 47 % de los doctorados entre 2005 y 2009 en el extranjero registrados ante el SNI en ciencias económicas se graduaron en España, tendencia que continúa en el periodo 2010-2014. Caso similar sucede con los sociólogos, donde un alto porcentaje ha estudiado en España (sobre todo quienes se desempeñan en el campo de comunicaciones); 78 % de los graduados en el extranjero en el periodo del 2010 al 2014 estudiaron en España (ver Tabla 3).
Ciencias económicas | Sociología | Ciencias jurídicas | ||||
Periodo | Extranjero (N) | España (%) | Extranjero (N) | España (%) | Extranjero (N) | España (%) |
Antes de 1995 | 16 | 0 | 9 | 11 | 1 | 0 |
1995-1999 | 14 | 7 | 9 | 11 | 2 | 100 |
2000-2004 | 28 | 21 | 15 | 60 | 8 | 50 |
2005-2009 | 32 | 53 | 17 | 35 | 12 | 33 |
2010-2014 | 13 | 46 | 12 | 75 | 10 | 80 |
2015-2019 | 6 | 33 | 7 | 57 | 4 | 50 |
Fuente: Elaboración propia con datos del SNI (Conacyt)
Los titulados en España del Área V del SNI que laboran en IES de la región representan tasas muy elevadas con respecto a los graduados en el extranjero. La hegemonía como polo de formación es tal que los miembros graduados en España durante la década del 2010 suman una mayor cantidad que todos los demás miembros graduados en el extranjero en este mismo periodo. Es posible que el aumento de este país como polo de formación sea producto de una mayor facilidad para acceder a las becas doctorales en España impulsadas por programas como Prodep, combinada con la accesibilidad por el idioma y la atractividad de su ubicación geográfica.
Universidades públicas estatales como instituciones que privilegian a graduados en España
Para entender y caracterizar con más precisión cómo ha sido este ascenso de España como sitio predilecto de formación fuera de México para el área de las ciencias sociales, conviene prestar atención a su comportamiento en las diferentes instituciones y tipos de institución a las que se adscriben los científicos sociales en el noreste. Así, observamos que 41 % de los miembros del Área V del SNI de la UANL estudiaron su doctorado en el extranjero. Esta tendencia también está presente en otras universidades públicas estatales de la región donde menos de la mitad de los miembros tiene estudios en el extranjero. Por otro lado, 47 % de la plantilla de la UANL con estudios en el extranjero está formada en España, lo que, a primera vista, constituiría a España como un polo de formación importante para los miembros de dicha universidad (ver Tabla 4).
IES de adscripción | Miembros del SNI (N) | Doctorados en el extranjero (%) | Doctorados en España como porcentaje de doctorados en el extranjero (%) |
Universidades públicas estatales | |||
UANL | 128 | 41 | 47 |
Uadec | 51 | 43 | 37 |
UAT | 56 | 30 | 94 |
IES privadas | |||
Itesm | 62 | 71 | 20 |
Universidad de Monterrey | 26 | 54 | 36 |
Fuente: Elaboración propia con datos del SNI (Conacyt)
Caso contrario sucede en el Itesm, donde, a diferencia de la UANL, España no figura como un polo de formación tan relevante para estos investigadores, ya que solo 20 % de los miembros formados en el extranjero se formaron en dicho país, lo cual sobresale más si se toma en cuenta que 71 % de sus miembros del Área V del SNI estudiaron su doctorado en el extranjero (ver Tabla 4). Esta misma tendencia sucede en la Udem, donde más de la mitad de sus miembros tiene estudios en el extranjero, sin embargo, un menor porcentaje en comparación de las universidades públicas estatales ha estudiado en España (36 %) (ver Tabla 4).
Esto parece sugerir que las IES privadas no consideran a España como un polo de formación importante o de prestigio para sus instituciones y tienen un plantel con una mayor tendencia hacia otros polos de formación. También es posible que algunas políticas públicas federales focalizadas en instituciones públicas, como el Prodep (que ha incidido fuertemente en las prácticas dentro de las universidades públicas estatales), hayan incentivado los estudios de posgrado en España a través de sus procesos de asignación de becas.
Una situación extrema de esta tendencia ocurre en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), la cual posee un menor porcentaje de investigadores titulados en el extranjero con 30 % de sus miembros de ciencias sociales en el SNI; sin embargo, es la IES que mayor porcentaje tiene de titulados en España de toda la región, con 94 % del total de miembros formados en el extranjero (ver Tabla 4). Esto refleja una gran dependencia de la UAT hacia España como polo de formación. De hecho, dentro del Pideum, la UAT fue la IES con más incorporaciones de doctores españoles en todo el país por parte de dicho programa.
IES españolas como polos de formación para campos disciplinares e IES de la región noreste
Las IES de la región noreste muestran tendencias diferenciadas al incluir miembros que estudiaron en determinadas IES de España. Un patrón destacable es la tendencia de la UANL a tener graduados de la Universidad Complutense de Madrid: 32 % de los titulados en España de la UANL obtuvieron su diploma de doctorado en dicha universidad. También, la Complutense de Madrid representa 30 % de los miembros que se desarrollan en sociología y que estudiaron en España; esto independientemente de su IES de adscripción. Caso similar ocurre en la Uadec, donde 50 % de los miembros formados en España se graduaron en alguna de las dos universidades más importantes de Barcelona (Universidad de Barcelona y Universidad Autónoma de Barcelona), lo que nos permite identificar una región más específica, en lugar de un país, como polo de formación para la Uadec. Así también, ambas universidades de Barcelona podrían considerarse polos de formación para miembros de ciencias económicas, pues juntas representan 42 % del total de los miembros del noreste que estudiaron en España y que actualmente laboran en dicha disciplina (ver Tabla 5 y 6).
IES de adscripción | Doctorados en España (N) | Universidad Complutense de Madrid (%) | Universidad de Barcelona (%) | Universidad Autónoma de Barcelona (%) | Universidad de Salamanca (%) |
Universidades públicas estatales | |||||
UANL | 34 | 21 | 9 | 3 | 15 |
Uadec | 9 | 0 | 33 | 22 | 0 |
UAT | 29 | 10 | 10 | 3 | 0 |
IES privadas | |||||
ITESM | 18 | 11 | 0 | 22 | 11 |
UDEM | 5 | 20 | 20 | 0 | 20 |
Fuente: Elaboración propia con datos del SNI (Conacyt)
Disciplinas | Doctorados en España (N) | Universidad Complutense de Madrid (%) | Universidad de Barcelona (%) | Universidad Autónoma de Barcelona (%) | Universidad de Salamanca (%) |
Ciencias Económicas | 32 | 0 | 19 | 25 | 0 |
Ciencias Jurídicas | 20 | 5 | 0 | 0 | 20 |
Sociología | 30 | 30 | 3 | 3 | 7 |
Fuente: Elaboración propia con datos del SNI (Conacyt)
Nivel de reconocimiento en el SNI de los miembros con doctorado en España
El SNI es uno de los programas con mayor peso en la instauración del nuevo patrón de legitimidad científica en México a través de las políticas científicas que comenzaron en las últimas décadas del siglo XX. Dentro del campo científico mexicano, el SNI ha sido un “mecanismo crucial en la reestructuración, la re-jerarquización y la estandarización internacional del campo científico nacional” (Didou y Gerard, 2011, p. 30). El SNI se ha convertido en el referente más importante del reconocimiento que tiene un investigador y proporciona prestigio a aquellos que están en niveles jerárquicos más altos dentro del sistema (Gil y Contreras, 2018). En contextos regionales, ante la búsqueda de adoptar el patrón de legitimidad científica modelado a partir de las prácticas de países desarrollados, los académicos formados en el extranjero han tenido una ventaja en el cumplimiento de estos nuevos criterios (Sordo, 2021). Por ello, en este apartado utilizamos el nivel alcanzado dentro del sistema por los doctorados en España como un indicador de su reconocimiento científico.
De esta forma, tomando a los titulados en España en el periodo del 2006 al 2012,3 se puede observar que el porcentaje de miembros con el nivel inferior (Candidato) representa 14 % de los titulados en este país, por encima de los graduados en el extranjero (10 %, considerando todos los países) y de los graduados en Estados Unidos (9 %). Aun así, la proporción de investigadores con diplomas españoles que se encuentran en el nivel Candidato figura marcadamente por debajo de los graduados en México (21 %) que se encuentran en ese mismo nivel inicial. Por otra parte, en los niveles II y III (los de mayor prestigio dentro del Sistema), solo se encuentra 10 % de los titulados en España, por debajo de los titulados en el extranjero en su conjunto, que suman 16 % para estos niveles, y más distante todavía de los titulados en Estados Unidos, de los cuales un destacable 27 % ha accedido a los niveles II y III. Aun así, nuevamente la situación de los doctorados en España es más favorable que la de los doctorados en México al considerar este indicador: solamente 7 % de estos últimos son los que han alcanzado los niveles II y III (ver Tabla 7). Esto, en primera instancia, nos indica que quienes estudiaron en España tienen una posibilidad menor de obtener los niveles más altos dentro del SNI que el resto de los investigadores que estudiaron en el extranjero, sobre todo si los comparamos con quienes se formaron en un polo consolidado como lo es Estados Unidos. Sin embargo, la obtención de un diploma de doctorado en España claramente representa mejores perspectivas de ascender en los niveles del SNI en comparación con la de aquellos que estudiaron en México.
Miembros del SNI (N) | Nivel Candidato (%) | Nivel I (%) | Niveles II y III (%) | |
Doctorado en el extranjero | 51 | 10 | 75 | 16 |
Doctorado en España | 29 | 14 | 76 | 10 |
Doctorado en Estados Unidos | 11 | 9 | 64 | 27 |
Doctorado en México | 71 | 21 | 72 | 7 |
Nota: del padrón total de 2019, para el cálculo se consideraron solamente los miembros que obtuvieron su diploma de doctorado entre 2006 y 2012
Fuente: Elaboración propia con datos del SNI (Conacyt)
Discusión
Investigaciones previas como la realizada por Didou y Gerard (2010) y Didou y Durand (2013) mencionaban que el número de investigadores formados en instituciones estadounidenses en la investigación científica de la nación mexicana era superior en contraste con los investigadores formados en cualquier otro país extranjero durante el periodo de 2000-2009. Sin embargo, Trejo (2020) menciona que en los últimos años la tendencia se ha estado inclinando a dar más protagonismo a investigadores formados en España en el campo científico de la nación; 11 % de los investigadores del SNI habían nacido en España. No obstante, dichas investigaciones no detallan sobre el nivel de reconocimiento de los investigadores en contraste con sus pares formados en otros países, así como la preferencia que hay en IES públicas y privadas por atraer a investigadores formados en polos específicos, el cambio generacional que se ha producido a través de los años y las áreas de estudios específicas. Los resultados preliminares presentados han mostrado un importante crecimiento de España como polo de formación para los miembros del SNI del Área V, en especial en universidades públicas estatales de la región. Esto sugiere que el aumento de titulados en España en estas IES puede ser resultado de políticas públicas que incluyen becas para estudiar en el extranjero como el Prodep o de la llegada de doctores españoles a través de programas como el Pideum. Asimismo, la relativa facilidad para el ingreso que da el idioma y el hecho de que España no sea una potencia científica puede tener un peso en esta tendencia; tendencia que se acentúa marcadamente entre los miembros del SNI de la UAT, institución que más fue beneficiada del Pideum (Morones y De León, 2010), a diferencia de las IES privadas que parecen optar por contratar a miembros titulados en otros polos.
También se encontró evidencia que demuestra cómo ciertas IES del noreste y algunas disciplinas específicas tienen como polo de formación dominante a IES españolas (como la Universidad Complutense de Madrid), o bien una región en particular (como es el caso de Barcelona). Esto, a diferencia de investigaciones previas de la misma naturaleza en las que se señalaban únicamente a países como polos de formación, es muestra de la existencia de polos de formación específicas para IES en la región y disciplinas y sugiere una influencia que podría ejercer la formación que ofrecen IES españolas y algunos de sus programas doctorales específicos en el desarrollo de los campos disciplinares regionales y al interior de ciertas IES locales.
Por otra parte, los titulados en España tienen una menor proporción de miembros en niveles altos en el SNI que el promedio de los titulados en el extranjero. Esto da indicios de que los doctorados en España, aunque ciertamente muestran ventajas para consolidar sus trayectorias académicas en México respecto de los doctorados en el propio país, responden en menor medida al patrón de legitimidad científica que los titulados en otros polos de formación extranjera.
Algunos de estos primeros hallazgos están siendo desarrollados de manera más detallada en la tesis de maestría de la que se desprende este artículo. En este proceso, en primera instancia, se supera una limitación de los resultados aquí presentados, ya que amplía el universo de investigadores considerados al analizar los padrones del SNI en el periodo 1999-2019. De esta manera, algunas de las posibilidades de investigación futura que se sugieren más adelante en este trabajo podrán ser mejor sopesadas y, en su caso, profundizadas dentro del proyecto de investigación actualmente en proceso, o bien en otras investigaciones.
Conclusiones
Los resultados indican una evolución sobre la tendencia del país al cual el campo científico-social norestense elegía como principal polo de formación. En un principio, Estados Unidos se ubicaba como el principal polo de atracción; sin embargo, en esta última década, España tomó una posición de mayor peso para la elección del país por parte de los investigadores para desarrollar su carrera doctoral. Esto sugiere un cambio en el patrón de legitimidad, y sugiere que, para el campo regional en cuestión, existe una preferencia creciente por buscar polos con una mayor flexibilidad para el acceso a sus instituciones y a la obtención de los títulos que estas otorgan. Esto puede dar como resultado un alto número de investigadores en el campo académico de la región, pero un rezagado nivel de consolidación en materia de investigación y prestigio a nivel nacional e internacional.
España como polo de movilidad y las IES españolas como polos de saber han evolucionado de forma positiva con el paso del tiempo, mientras que países e instituciones con mayor tradición científica han disminuido. A esto se le añade un creciente número de investigadores formados en México, el cual, hoy en día, ya supera por una gran cantidad al número de investigadores formados en el extranjero. Estas dinámicas también pueden ser predecibles dentro de un campo localizado en una región periférica al interior del país, teniendo en cuenta que en las primeras etapas de la investigación de las ciencias sociales en la región se necesitaban agentes legitimadores provenientes del extranjero para poder potenciar el campo científico. Conforme ha pasado el tiempo, el campo obtuvo una cierta “consolidación”, por lo cual se ha optado por la contratación de miembros formados en regiones con mayor flexibilidad de acceso para poder crecer en número de investigadores.
No pueden generalizarse las apreciaciones sobre la calidad educativa limitada que ofrecen las IES de estas últimas regiones, puesto que la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Barcelona y la Universidad Autónoma de Barcelona tienen reconocimientos internacionales, así como algunas IES mexicanas. Sin embargo, como antes ya se había mencionado, es posible que dejar de exigir un cierto nivel en el patrón de legitimidad académica pueda ocasionar un rezago en la investigación de las ciencias sociales, por lo cual se sugeriría el desarrollo de las IES de la región por medio de un mayor catálogo de polos de movilidad para los investigadores adscritos. Esto podría lograrse con la creación de programas de becas a instituciones con mayor tradición científica, convenios, doctorados en conjunto con instituciones extranjeras de alto renombre y la ayuda de programas gubernamentales, como el Prodep, para incentivar a los miembros del campo científico de las ciencias sociales a elegir una mayor variedad de polos de formación, pero con un mayor reconocimiento científico a nivel internacional.
Futuras líneas de investigación
Al tratarse de resultados preliminares los que aquí fueron presentados, evidentemente dejan abierta la posibilidad de ser, primero, confirmados dentro del proyecto de investigación más amplio en el que se inserta este trabajo. Para ello, como antes se mencionó, se ampliará el análisis a los padrones del SNI del periodo 1999-2019 y se extenderá la información sobre los lugares de formación de los científicos sociales de la región noreste que no forman parte del SNI.
Especialmente relevante resulta, en el contexto de este proyecto más amplio, también abordar a través de otras estrategias metodológicas, por una parte, los diversos programas de apoyo que han propiciado este crecimiento de la presencia de graduados en IES españolas y, por la otra, cómo se traduce este incremento cuantitativo en influencia en términos teóricos, metodológicos o temáticos dentro de disciplinas o líneas de investigación específicas.
Otra cuestión que resulta de especial interés para profundizar en esfuerzos investigativos futuros es el de los indicios encontrados sobre las ventajas para el desarrollo de trayectorias académicas que presentan los doctorados en España con respecto a los titulados en México, pero la situación desfavorable que presentan los primeros en relación con los titulados en programas de otros países extranjeros. Una posibilidad para ahondar en estos resultados viene dada por un análisis más detallado de los rankings o reconocimientos de las IES y los programas de formación concretos, o bien de las trayectorias diferenciadas que muestran los académicos que obtuvieron sus diplomas en ellos. Otra vía de indagación se desprende de considerar las motivaciones individuales para la elección de los programas doctorales de estudio, así como las estrategias institucionales de las IES mexicanas que apoyan estas elecciones, y las expectativas de desarrollo (individual e institucional) que las acompañan.
Finalmente, se considera que el abordaje aquí presentado puede ser extendido a otras regiones mexicanas o latinoamericanas y a otras áreas disciplinares. Esto permitiría confirmar si en otros espacios se observan patrones similares de reacomodo de los polos de formación y de los prestigios asociados a estos, o bien determinar si en otros campos científicos y geográficos son otros los polos de formación extranjeros que dominan cuantitativamente, y si estos se han transformado (como ha ocurrido en las ciencias sociales en el noreste mexicano) o han permanecido más estables a lo largo del tiempo.