Introducción
En 2015, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) planteó los 17 objetivos de desarrollo sostenible que comprende la Agenda 2030, cuya finalidad fue hacer un llamado universal a la acción de las organizaciones empresariales, el gobierno y las universidades con el finde de desarrollar estrategias que permitan conseguir una sociedad más sustentable antes del año 2030 (Lim et al., 2022).
En el ámbito empresarial, la sustentabilidad se centra en que las organizaciones no solo hagan hincapié en la utilidad económica y financiera, sino también que se centren en generar beneficios sociales, así como el cuidado del medio ambiente. De manera general, la sostenibilidad hace referencia a la salud medioambiental, económica y social a largo plazo, lo cual, en cierta medida, es difícil de lograr (Asmelash et al., 2019).
En cambio, en el ámbito de las universidades públicas o gubernamentales, su enfoque no se centra en la dimensión económica, sino en proporcionar educación a la sociedad con la esperanza de promover un beneficio para el cuidado del medio ambiente. En otras palabras, las universidades sostenibles son aquellas cuya prioridad es aplicar la sustentabilidad en el ámbito esencial de la enseñanza, la investigación de vanguardia, el arte, la cultura y la extensión universitaria, así como ser sostenibles en sus procesos administrativos, como la gestión universitaria.
Este enfoque, al que las universidades deben transitar, les plantea un desafío paradigmático para reorientar nuevas prácticas que eduquen a las generaciones futuras hacia una universidad sustentable. Por lo tanto, el enfoque práctico y eficaz de las políticas de sostenibilidad en las universidades dependerá en gran medida de la cultura, la voluntad y el compromiso de la dirección y los estudiantes para participar en actividades sostenibles (Mohammadi et al., 2023). Este es un llamado para que las instituciones de educación superior (IES) sean capaces de integrar el desarrollo sostenible junto con la comunidad universitaria, donde los líderes enfaticen los esfuerzos por una política de transición hacia la sostenibilidad.
Por este motivo, el objetivo de esta investigación fue llevar a cabo un estudio de revisión bibliográfica a nivel exploratorio en las bases de datos de mayor reconocimiento internacional (Scopus y la Web of Science). Para ello, se hizo especial énfasis en modelos teóricos y conceptuales que utilicen constructos de sostenibilidad medioambiental, y que estén estadísticamente validados y fiables a través de la modelación de ecuaciones estructurales, en el periodo de 2020 a 2023. Con ello, específicamente, se busca comprender los constructos de frontera que explican de qué manera se fortalece la sostenibilidad medioambiental en las instituciones educativas. Al respecto, cabe señalar que un constructo de frontera tiene que ver con un conocimiento de vanguardia, es decir, aquel que es innovador, novedoso y aporta valor a la ciencia.
Marco teórico conceptual y revisión de la literatura
La modelación de ecuaciones estructurales (SEM, por sus siglas en inglés) es una técnica estadística multivariante de segunda generación, diseñada para evaluar modelos conceptuales y teóricos, especialmente en la investigación en ciencias sociales. Actualmente, existen dos métodos principales: (1) CB-SEM, modelación de ecuaciones estructurales basados en la covarianza, y (2) PLS-SEM, modelación de ecuaciones estructurales de mínimos cuadrados parciales. En términos generales, CB-SEM se emplea principalmente para confirmar o refutar teorías, mientras que PLS-SEM se considera un método causal predictivo (Hair et al., 2022). No obstante, en la actualidad, PLS-SEM ha evolucionado para llevar a cabo estudios tanto causales como confirmatorios que permiten probar teorías (Henseler, 2018).
Aunado a lo anterior, es crucial que los trabajos que emplean esta metodología incluyan un marco teórico fundamentado en la teoría. Por ejemplo, Cho et al. (2020) llevaron a cabo una investigación que explora cómo los atributos de los recursos estratégicos corporativos afectan los patrones de innovación en productos y procesos, basándose en la teoría de recursos. Esta teoría sostiene que los recursos constituyen una fuente de ventaja competitiva sostenible, y su origen radica en aquellos recursos valiosos que posee la organización (Barney, 1991; Barney et al., 2011; Wernerfelt, 1984). Wernerfelt (1984) fue el primero en postular esta perspectiva teórica en Strategic Management Journal bajo el título “A Resource-based View of the Firm”. Con el transcurso de los años, Barney et al. (2011) ha consolidado esta visión en la teoría de recursos.
Revisión sistemática de la literatura cientifica
En los últimos años ha surgido un notable interés de los investigadores por el tema de la sostenibilidad medioambiental. Por ejemplo, Mohammadi et al. (2023) se enfocaron en explorar la sostenibilidad de las universidades mediante el análisis del comportamiento proambiental de los estudiantes y el sistema de gestión. El propósito fue desentrañar el proceso de sostenibilidad universitaria para destacar la influencia crucial de los estudiantes y del sistema de gestión. Los resultados del estudio explican la sostenibilidad universitaria a través de seis dimensiones clave: (1) la cultura universitaria, (2) el liderazgo universitario, (3) la educación para la sostenibilidad, (4) los conocimientos sobre sostenibilidad, (5) las actitudes hacia la sostenibilidad y (6) el compromiso con la sostenibilidad. La metodología del estudio incorporó la participación integral de los principales actores universitarios, específicamente los líderes y estudiantes, quienes son fundamentales en la dinámica universitaria, pertenecientes a la Bu-Ali Sina University, Hamedan, Irán.
Por otro lado, Sharma et al. (2021) se centraron en examinar la relación entre la adopción de la cultura verde, la innovación, el desempeño verde, y la sostenibilidad con el compromiso medioambiental como mediador. Aunque este trabajo se enfocó en la industria textil, su relevancia radica en que las universidades desempeñan un papel crucial en la educación bajo principios de sustentabilidad. El estudio aborda los desafíos persistentes en el sector textil, como la contaminación del agua, las emisiones y el aumento de la huella de carbono. Estos problemas subrayan la necesidad imperante de cultivar una cultura ecológica, impulsar la innovación en procesos ecológicos, mejorar el rendimiento ecológico y fomentar el compromiso medioambiental dentro de las organizaciones, por lo que resaltan la importancia de crear conciencia sobre la responsabilidad de preservar nuestro entorno organizacional y prevenir problemas futuros que afecten a la sociedad.
En paralelo, Xu et al. (2020) condujeron su investigación en el ámbito empresarial en China, donde exploraron el liderazgo medioambiental y su impacto en el rendimiento financiero y medioambiental, para lo cual consideraron prácticas de innovación ecológica y el aprendizaje de conocimientos medioambientales. Los resultados señalan que el liderazgo medioambiental actúa como variable antecedente, lo que beneficia los conocimientos medioambientales y las prácticas de innovación ecológica. Estos hallazgos tienen implicaciones prácticas significativas para la gestión empresarial y las autoridades gubernamentales. Además, Zhong et al. (2022) plantean que una tarea crucial de la universidad es transformar a sus profesores y estudiantes en emprendedores sostenibles, por lo que destacan la urgencia de abordar la crisis ecológica mundial (Sulphey et al., 2023).
Educación para la sustentabilidad
Park y Savelyeva (2022) orientaron su atención hacia los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) en el contexto universitario. Estos autores proponen que las universidades adopten una triple misión centrada en la enseñanza, la investigación y la transferencia de conocimientos sobre estos objetivos sostenibles. El propósito es fomentar entre la comunidad universitaria los valores sostenibles a través de diversas formas de sostenibilidad: 1) iniciativas ecológicas con el fin de promover la cultura de reducir, reutilizar y reciclar, así como el ahorro de energía mediante la implementación de edificios ecocertificados. También se enfocan en impulsar proyectos comunitarios y actividades de divulgación; 2) ciencias de la sostenibilidad, que implican la promoción de la ciencia de la sostenibilidad a través de proyectos de investigación que beneficien al planeta. Este enfoque tiene como objetivo poner en práctica los valores sostenibles y las estrategias sustentables y 3) sostenibilidad curricular para integrar la sostenibilidad en las nuevas generaciones mediante su inclusión como un tema transversal en el proceso de enseñanza-aprendizaje, lo cual debe estar alineado con un enfoque de liderazgo sostenible.
Materiales y método
El diseño de investigación fue no experimental de alcance transeccional o transversal, con naturaleza exploratoria. La metodología consistió en el análisis de artículos evaluados estadísticamente mediante la modelación de ecuaciones estructurales. La muestra analizada incluyó seis artículos, en los cuales se identificaron veinticuatro constructos operacionalizados.
Resultados
Para identificar los constructos medioambientales que han sido objeto de estudio en el ámbito de la educación sustentable en instituciones universitarias, se llevó a cabo un análisis exhaustivo de la literatura comprendida entre 2019 y 2023. Este examen reveló la presencia de diversos constructos que, a su vez, brindan la posibilidad de estructurar nuevos modelos de investigación. Estos modelos pueden incorporar constructos moderadores o mediadores, lo que proporciona una comprensión más precisa sobre cómo configurar el perfil de las universidades sustentables. Este enfoque resulta particularmente relevante en contextos de economías emergentes, como el caso específico de México.
Los resultados de Mohammadi et al. (2023) ofrecen una comprensión detallada de la sustentabilidad universitaria. Este enfoque va más allá de la sola adopción de una educación orientada a la sustentabilidad, un liderazgo y una cultura universitaria, pues se destaca la importancia de fomentar conocimientos, actitudes y valores sustentables. Por ende, las autoridades universitarias deben implementar estrategias de gestión que generen compromiso, actitudes y valores sustentables, los cuales, a su vez, deben influir en la participación en actividades de sustentabilidad para lograr el objetivo deseado de sustentabilidad universitaria.
Por su parte, Avelar et al. (2022) exploran el comportamiento sostenible en relación con la incorporación de la sostenibilidad en la educación, la investigación y la divulgación. Introducen el constructo denominado actitud económica, dado que encontraron que las actitudes medioambientales y sociales no afectaron el comportamiento sostenible. Este hallazgo es significativo, ya que se pensaría que los estudiantes mostrarían un cambio de paradigma hacia lo medioambiental y social, lo cual sugiere la necesidad de abordar más a fondo estos aspectos en el plan de estudios para contrarrestar diversos problemas medioambientales.
En su modelo propuesto, Sharma et al. (2021) examinan la relación entre la conciencia medioambiental de los consumidores y el rendimiento ecológico, la innovación y el compromiso, con la innovación emergiendo como la clave para una cultura ecológica y el rendimiento ecológico. Sus hallazgos destacan que el compromiso actúa como variable mediadora esencial para fortalecer la relación causal. Esto subraya la necesidad de un plan estratégico que desarrolle la conciencia medioambiental para fortalecer la innovación y el rendimiento ecológico como elementos clave de la sustentabilidad medioambiental.
Asimismo, Xu et al. (2020) identifican un constructo moderador, el aprendizaje de conocimientos medioambientales, en la relación entre el liderazgo medioambiental y las prácticas de innovación ecológica. Este moderador fortalece positivamente la relación causal, señalando la importancia del liderazgo medioambiental como predictor de prácticas de innovación ecológica. Además, se debe tomar en cuenta que si bien el crecimiento económico que presentan los mercados emergentes ha servido para disminuir la pobreza de millones de personas, al mismo tiempo ha incrementado el problema medioambiental (OCDE, 2017).
En la misma línea, Govindaraju et al. (2019) concluyen que las prácticas sostenibles en la educación explican el rendimiento sustentable a través de factores económicos y medioambientales, excluyendo el factor social. Por eso, destacan la necesidad de equilibrar las diversas dimensiones de la sostenibilidad en la estrategia organizacional.
Finalmente, Varela-Candamio et al. (2018) confirman la importancia de la educación ambiental en el desarrollo de comportamientos verdes o ecológicos, para lo cual consideran factores intrapersonales, motivacionales, interpersonales y educativos. Los resultados de los modelos de ecuaciones estructurales analizados evidencian diversos constructos con implicaciones significativas para respaldar a los directivos y tomadores de decisiones estratégicas en la adopción de representaciones sustentables en las cuales deben operar las organizaciones, especialmente en el ámbito educativo.
Ahora bien, con el propósito de aclarar los conceptos de mediación y moderación, a continuación se ofrece una explicación. Una variable “mediadora” es considerada una tercera variable que interviene entre dos constructos relacionados. Su función principal es provocar, a partir de un cambio en un constructo exógeno (variable independiente), un efecto positivo en la variable mediadora. A su vez, esta variable mediadora tendrá un efecto positivo en el constructo endógeno (variable dependiente), lo que fortalece la relación causa-efecto. En otras palabras, sigue una trayectoria de efectos indirectos positivos. En contraste, un constructo “moderador” permite que la fuerza o dirección de una relación entre dos constructos dependa de una tercera variable moderadora. Esto significa que la relación varía en función de los valores de esta tercera variable (Hair et al., 2022).
Discusión
Como se ha enseñado en la tabla 1, se han identificado diversos constructos medioambientales susceptibles de ser explorados en distintos contextos. Sin embargo, la simple replicación de estudios carece de aportes sustanciales al conocimiento científico. Es imperativo, por ende, adoptar enfoques teóricos que posibiliten la construcción de relaciones estructurales para permitir la formulación y prueba de nuevos modelos que contribuyan a la comprensión de la sostenibilidad en entornos universitarios. Este enfoque debe alinearse con la taxonomía de contribuciones teóricas aplicable a artículos científicos (Colquitt y Zapata-Phelan, 2007).
Año | Autores | Título del artículo | Constructos investigados/medioambientales |
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2023 | Mohammadi et al. | Explaining the Sustainability of Universities through the Contribution of Students’ Pro-Environmental Behavior and the Management System (Iran). |
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2022 | Avelar et al. | The relationship between the incorporation of sustainability in higher education and the student’s behavior: self-reported sustainable behavior scale. |
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2021 | Sharma et al. | Analysing the relationship of adaption of green culture, innovation, green performance for achieving sustainability: Mediating role of employee commitment. |
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2020 | Xu et al. | Environmental Leadership, Green Innovation Practices, Environmental Knowledge Learning, and Firm Performance. |
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2019 | Govindaraju et al. | A Structural Equation Model for the Study of Sustainable Performance by Private Universities in Malaysia. |
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2018 | Varela-Candamio et al. | The importance of environmental education in the determinants of green behavior: A meta-analysis approach. |
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Fuente: Elaboración propia
En este contexto, considero que uno de los primeros constructos por analizar es el liderazgo medioambiental, dado que las universidades requieren líderes comprometidos con la sostenibilidad, capaces de alinear los perfiles organizativos con este nuevo paradigma. En segundo lugar, elegiría el constructo conocimiento sostenible, cuya integración debería ser transversal en los programas educativos de la institución. En tercer lugar, destaco la importancia de investigar la cultura de adaptabilidad a la sostenibilidad en el ámbito educativo, específicamente en el contexto universitario. Finalmente, a partir de lo anterior, se podrían proponer modelos de investigación relacionados con el comportamiento medioambiental, las actitudes medioambientales, el desempeño medioambiental, la innovación medioambiental, el compromiso medioambiental, entre otros constructos, los cuales podrían proporcionar explicaciones significativas a través de relaciones estructurales.
Conclusiones
Es una prioridad que las instituciones de educación superior (IES) en México se sumen al llamado por el cuidado medioambiental y promuevan esta conciencia dentro de la comunidad universitaria, especialmente entre los estudiantes, quienes representan el presente y el futuro de las nuevas generaciones que inevitablemente enfrentarán un entorno afectado por problemas medioambientales. Estos desafíos no solo impactan los recursos naturales, sino también la salud, la vida y la alimentación de los seres vivos.
Cuando las universidades respaldan iniciativas dirigidas a abordar este problema y, lo que es más importante, hacen un seguimiento para asegurar su implementación, pueden contribuir a la formación de una cultura organizacional verde o ecológica, lo cual podría tener un impacto significativo en el comportamiento sostenible de los estudiantes. Este comportamiento no solo beneficia a la industria, la comunidad y la economía, sino que también se vuelve fundamental para la empleabilidad de los universitarios, especialmente cuando buscan ingresar a empresas con prácticas verdes o ecológicas.
En este contexto, a medida que la conciencia sobre prácticas sostenibles y el logro de los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU crece a nivel mundial, las universidades deben incorporar en sus planes y programas de estudio unidades de aprendizaje que aborden este tipo de prácticas sostenibles.
Futuras líneas de investigación
Se han desarrollado diversos estudios sobre los comportamientos sostenibles en universitarios (Chih-Hsing et al., 2023). No obstante, persisten varios vacíos en la literatura científica que podrían contribuir a mitigar los problemas medioambientales. En consecuencia, la presente investigación propone líneas futuras de investigación destinadas a consolidar la sostenibilidad universitaria, con un enfoque primordial en la instauración de una cultura verde o ecológica, ya que esta cultura constituye el cimiento para la formulación de objetivos estratégicos alineados con las iniciativas de la OCDE y la ONU en materia de la sostenibilidad universitaria.