Introducción

La asignatura Metodología de Investigación proporciona herramientas teórico-prácticas para desarrollar habilidades investigativas, así como para elaborar textos académicos que resalten la madurez intelectual del estudiante de pregrado, su conocimiento disciplinario y su capacidad crítica en relación con los hechos. Además, fomenta la habilidad para formular preguntas basadas en un razonamiento lógico, reflexivo y sistemático que conduzca al descubrimiento de nuevos hechos o datos sobre un problema o necesidad que requiere ser abordado (^{Ross y Call-Cummings, 2020}).

Sin embargo, la enseñanza de los métodos de investigación no cuenta con revistas científicas dedicadas exclusivamente a la discusión de sus estrategias ni tiene un área de estudio establecida, como sí sucede con la enseñanza de matemáticas, ciencias o estadística (^{Earley, 2014}). Aunado a esto, ^{Peñaloza Ramella (2005)} señala que la metodología de la investigación es una ciencia prescriptiva y, como tal, no es factible que los estudiantes adquieran destreza en su aplicación. De hecho, es considerada como un campo complejo que implica una combinación de procedimientos y definiciones de los cuales, en muchas ocasiones, la propia comunidad académica no tiene una concepción uniforme (^{Earley, 2014}; ^{Faber et al., 2016}; ^{Peñaloza Ramella, 2005}).

En la actualidad, las universidades han mostrado interés en la formación científica a nivel de pregrado, la cual requiere métodos específicos como una actividad sustancial para enseñar a los estudiantes a realizar investigaciones, desarrollar habilidades de estudio, utilizar la ciencia y la tecnología, así como manejar recursos instrumentales y metodológicos para elaborar trabajos científicos que proporcionen soluciones a problemas educativos, profesionales y de la vida cotidiana (^{Peñaloza Ramella, 2005}; ^{Rivera Flores et al., 2018}). Sin embargo, hasta el momento, el trabajo realizado en este ámbito ha sido limitado. Además, a pesar de formar parte del currículo, no se ha logrado que los estudiantes adquieran competencias investigativas básicas para su formación (^{Abdullah Alharbi y Alqefari, 2021}; ^{Earley, 2014}; ^{Guzmán Cáceres, 2021}; ^{Jakeman et al., 2017}; ^{Lehti y Lehtinen, 2005}).

Por tal motivo, es indispensable revisar los procesos de formación universitaria con el fin de mejorarlos, dado que la calidad y cantidad de investigadores están directamente relacionadas con su formación y con la capacidad del sistema educativo para dotarlos de las competencias necesarias (^{Juárez Popoca, 2021}). Esto quiere decir que se deben replantear las prácticas educativas e introducir procesos innovadores que respalden los procesos de aprendizaje y desarrollo de competencias. En este escenario es donde adquiere importancia el papel del docente, cuya labor se debe enfocar en preparar a los futuros profesionales para que enfrenten los desafíos del mercado laboral actual mediante un enfoque curricular integrado y contextualizado (^{Saunders y Bezzina, 2015}). Esto significa que el profesor debe garantizar que el conocimiento generado en el aula se transfiera a contextos específicos (^{Márquez Specia, 2022}).

No obstante, según ^{Earley (2014}), los profesores rara vez reciben instrucción formal sobre cómo enseñar métodos de investigación (como sí sucede en otras disciplinas), de modo que deben acudir a las recomendaciones de sus colegas, la literatura disponible o al ensayo y error (^{Earley, 2014}). Por eso, algunos estudiantes atribuyen la dificultad para aprender métodos de investigación a la mala planificación y enseñanza (^{Daniel, 2019}), aunque cabe indicar que la calidad del proceso educativo por diversos factores, entre los que se pueden mencionar a los propios alumnos y sus estilos de aprendizaje, y a los docentes y sus métodos de enseñanza (^{Adriani et al., 2020}; ^{Enríquez et al., 2020}).

En cuanto a la responsabilidad del profesor, algunos autores han llevado a cabo revisiones documentales para conocer las principales estrategias y sus resultados en la implementación en el aula (^{Ndenje-Sichalwe y Elia, 2021}; ^{Nind y Katramadou, 2022}). Por su parte, ^{Singh et al. (2022)} aplicaron un programa de sensibilización para los estudiantes que sirvió para demostrar la importancia del concepto investigación para el desarrollo profesional.

Asimismo, muchos docentes e instituciones han implementado diversas estrategias para enseñar metodología de investigación en diferentes contextos educativos, desde el pregrado, que es el foco de este análisis, hasta el posgrado. Un ejemplo de esto es la propuesta de ^{Daniel (2018)}), quien presenta un marco genérico con cuatro dimensiones críticas: confiabilidad, auditabilidad, credibilidad y transferibilidad (TACT), diseñado para enseñar temas de rigor a estudiantes de posgrado y aquellos nuevos en la metodología de investigación. Al respecto, en algunos estudios esta estrategia solo se presenta como una propuesta, mientras que en otros se demuestra su eficacia dentro del entorno de aplicación.

Explicado lo anterior, a continuación se describe el método seguido para desarrollar la presente revisión sistemática de la literatura. Luego se ofrecen los resultados, incluyendo la tabla sistematizada, y finalmente brinda una breve discusión de los trabajos y las conclusiones.

Método

Para la revisión sistemática se siguió un método de 8 pasos basado en la propuesta de ^{Okoli y Schabram (2010)}), quienes combinan metodologías cuantitativas y cualitativas e incorporan los principios de ^{Fink (2005)}, ^{Levy y Timothy (2006)}), ^{Kitchenham y Brereton (2013)}, entre otros autores. En seguida, se describe cada una de esas etapas.

Resultados

Se recuperaron un total de 3378 publicaciones de seis bases de datos utilizando criterios de selección predefinidos y términos de búsqueda establecidos. Después de aplicar criterios prácticos y metodológicos, la búsqueda se redujo a 209 documentos y finalmente se eligieron 26 documentos para su inclusión en la revisión. Cabe destacar que también se revisó la bibliografía contenida en cada título seleccionado con el fin de ampliar el alcance de la búsqueda e identificar artículos relevantes para esta revisión. Scopus fue la base de datos con más publicaciones recuperadas, mientras que Scielo fue la que tuvo menos (figuras 1 y 2).

Fuente: Elaboración propia

Figura 1 Proceso de recogida y selección de artículos 

Fuente: Elaboración propia

Figura 2 Fuente de referencia 

Para ampliar el alcance de la investigación, se analizaron los documentos por áreas temáticas, lo cual permitió identificar cuatro temas emergentes: la perspectiva de docentes y estudiantes de pregrado en cursos de metodología de investigación, estrategias pedagógicas para la enseñanza de la metodología de investigación en estudiantes de pregrado, gamificación como estrategia de enseñanza de la metodología de investigación, y principales hallazgos en la revisión documental.

Con esta información se creó una tabla para su análisis, de modo que los artíuclos fueron clasificados por área temática y características como autor, título, año de publicación, entre otras. Todo este contenido se encuentra descrito en el siguiente enlace: https://doi.org/10.6084/m9.figshare.21829974.v1 (^{González Calleros y Torres Gastelú, 2023}).

Aunque la revisión se centró en el periodo 2017-2023, se encontraron las siguientes constantes: 4 artículos publicados por año, un incremento del 100 % en 2021 y un decremento del 50 % en 2022 (solo 2 artículos publicados) (figura 3).

Fuente: Elaboración propia

Figura 3 Año de publicación 

Durante el análisis documental se identificaron varias temáticas relevantes, como investigación, enseñanza, aprendizaje, estrategias de enseñanza, metodología de investigación, gamificación, entre otras.

Asimismo, se llevaron a cabo búsquedas siguiendo los parámetros previamente establecidos, lo que sugiere que se realizó una revisión documental exhaustiva y apropiada. En la figura 4 se visualizan estas temáticas. Su inclusión en la revisión sistemática contribuye a ofrecer una comprensión detallada sobre la relación entre la gamificación y las estrategias didácticas en el aprendizaje de metodología de investigación.

Fuente: Elaboración propia

Figura 4 Nube de palabras 

Durante el proceso de revisión sistemática se identificaron 16 artículos en inglés y 10 en español, los cuales cumplieron con los criterios de inclusión. La mayoría de los documentos fueron indexados en Scopus, base de datos reconocida por su amplia cobertura de 240 disciplinas; además, es considerada como una fuente confiable por investigadores, educadores, bibliotecarios y estudiantes en la búsqueda de publicaciones importantes (figura 5).

Fuente: Elaboración propia

Figura 5 Artículos por base de datos 

Durante el análisis documental, se encontró que la mayoría de los documentos incluidos en la revisión fueron artículos (figura 6). Además, se realizaron búsquedas en diferentes tipos de documentos, como proceedings, tesis doctorales, reviews, memorias de cursos y artículos de conferencias, que cumplieron con los criterios prácticos de inclusión establecidos por los autores y se hallaron en las bases de datos, aunque cabe mencionar que algunos documentos con acceso restringido no se consideraron en el análisis.

Fuente: Elaboración propia

Figura 6 Tipo de documento 

Asimismo, se examinaron diversas fuentes de publicación, incluyendo revistas indexadas de renombre internacional y universidades de prestigio, y se seleccionaron artículos con enfoques y metodologías de investigación variadas, que incluyen cualitativo, cuantitativo, mixto, desarrollo de investigación y revisión.

Se hallaron diferentes diseños de investigación y métodos empíricos, entre los que se destacan la muestra de conveniencia no probabilística, el muestreo intencional, el muestreo documental y el muestreo probabilístico simple. Cuatro de los documentos seleccionados contaban con fuente de financiamiento, incluyendo dos tesis doctorales (^{Juárez Popoca et al., 2017}; ^{Márquez Specia, 2022}) y dos artículos científicos (^{Jaffri y Talib, 2017}; ^{Pinos-Vélez et al., 2020}). Esta amplia variedad de enfoques y metodologías proporciona una visión completa y detallada de la relación entre la gamificación y las estrategias didácticas en el aprendizaje de metodología de la investigación (figura 7).

Fuente: Elaboración propia

Figura 7 Método de estudio 

En este estudio se presenta un análisis exhaustivo y una construcción teórica de los 26 artículos seleccionados. Asimismo, se responden a las preguntas guía y se incluye una tabla detallada de los documentos seleccionados donde se proporciona información sobre la temática, autores, año de publicación, sujetos y método de investigación utilizado. El propósito es ofrecer a los lectores una visión clara y detallada de la investigación revisada y permitirles identificar patrones, tendencias y lagunas en la literatura existente. La inclusión de esta tabla en la revisión sistemática proporciona una valiosa herramienta de referencia para futuros investigadores en este campo (tabla 3).

Discusión

En esta revisión se identificaron cuatro estrategias clave de enseñanza que pueden mejorar significativamente el aprendizaje de los estudiantes: aprendizaje basado en proyectos, aula invertida, gamificación y aprendizaje activo. En particular, se encontró que el aprendizaje basado en proyectos es la estrategia más empleada, lo que sugiere que los profesores están buscando formas efectivas de involucrar a los estudiantes en proyectos relevantes que les permitan aplicar los conocimientos teóricos a situaciones prácticas.

La estrategia de aula invertida también resultó ser popular, lo que indica que los docentes están invitando a los estudiantes a que adquieran conocimientos en casa y luego, en clase, participen de forma más activa. Por su parte, la gamificación se está implementando cada vez más para motivar y comprometer a los estudiantes en el aprendizaje a través de técnicas de juegos, mientras que el aprendizaje activo los involucra de manera activa y participativa (figura 8).

Fuente: Elaboración propia

Figura 8 Área temática 

Por otra parte, se halló que la enseñanza de métodos de investigación en la educación superior presenta retos, como la delegación de la enseñanza a personas con diferentes niveles de experiencia y formación, la falta de cultura de aprendizaje y las limitaciones en la práctica profesional debido a deficiencias educativas y condiciones institucionales. A pesar de esto, se reconoce la importancia de los métodos de investigación en el desarrollo de la práctica profesional del profesorado, tal como lo han señalado autores destacados en el campo (^{Daniel, 2018}; ^{Bayram, 2021}; ^{Orellana-Fonseca et al., 2019}).

De hecho, los estudiantes reconocen la importancia de la metodología de investigación, aunque la consideran una asignatura difícil (^{Hoon y Singh, 2019}) debido a diversas razones como falta de claridad en el aula, escasa coherencia en la bibliografía y falta de articulación con otras materias teóricas de la carrera (^{Seid y Cuello, 2021}); así como limitaciones del currículo y las falencias en la dinámica del proceso de enseñanza-aprendizaje (^{Espinoza-Freire, 2021}). Asimismo, mencionan aspectos como la inadecuada planificación y enseñanza (^{Daniel, 2019a}), la falta de contenidos novedosos y el escaso interés de algunos estudiantes, factores que dificultan el aprendizaje (^{Guzmán Cáceres, 2021}).

Debido a la existencia de estos obstáculos, varios autores resaltan la importancia de mejorar la enseñanza de los métodos de investigación en las universidades (^{Han et al., 2021}; ^{Montesi et al., 2017}). En tal sentido, coinciden en que la gamificación es una estrategia innovadora que permite a los alumnos adquirir aprendizajes de manera reflexiva y autogestiva, así como aumentar la motivación y el rendimiento académico (^{Hernández Ramos, 2017}; ^{Jaffri y Talib, 2017}). Asimismo, el uso de las TIC en la educación se considera efectivo para promover la colaboración y la organización (^{Márquez Specia, 2022}; ^{Martínez Aguirre et al., 2019}). Por otro lado, la estrategia de aula invertida se destaca por su eficacia en el desarrollo de habilidades de investigación, siempre y cuando se cuente con un entorno flexible y una cultura de aprendizaje activa (^{Pinos-Vélez et al., 2020}; ^{Mendoza Ramírez et al., 2022}; ^{Khapre et al., 2021}).

Además, el enfoque de aprendizaje basado en proyectos es reconocido por su contribución al desarrollo de habilidades de investigación, como la identificación de problemas y la formulación de preguntas, así como la generación de propuestas para resolver problemas reales (^{Adriani et al., 2020}; ^{do Amaral y dos Santos, 2018}; ^{Juárez Popoca, 2021}; ^{Márquez Specia, 2022}).

Por otra parte, ^{Abdullah Alharbi y Alqefari (2021)} y ^{Hoon y Singh (2019)} describen el aprendizaje activo como una estrategia que no solo facilita la adquisición de conocimientos sobre métodos de investigación, sino que también fortalece la capacidad para relacionar lo conocido con las tareas asignadas, lo que se traduce en un aprendizaje más significativo y duradero (^{Saeed y Al Qunayeer, 2021}).

En síntesis, diversas estrategias han demostrado eficacia en el contexto de estudio de los documentos analizados, entre las que se encuentran el aprendizaje cooperativo (^{Pakpahan, 2018}), el aprendizaje por competencias (^{Patra y Maroof Khan, 2018}), el aprendizaje asistido por pares (^{Jawhari et al., 2021}), el aprendizaje interactivo (^{Ortiz y Bello, 2017}), el aprendizaje basado en resultados (^{Mangaleswaran, 2017}), y el aprender haciendo (^{Mekonnen, 2020}).

Conclusiones

Si bien los docentes y los estudiantes tienen una comprensión contradictoria sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje de la metodología de la investigación, se puede afirmar que esta materia resulta complicada debido a su necesidad de precisión, organización, habilidades analíticas y capacidad para resolver problemas creativamente, por lo que se requiere contar con una guía adecuada y bases sólidas para lograr un resultado satisfactorio.

En tal sentido, y en relación con los obstáculos identificados en los trabajos revisados, se pueden nombrar la falta de claridad en el aula, la mala planificación, la ausencia de contenidos novedosos y el escaso interés de algunos estudiantes. Sin embargo, también se han destacado estrategias como la gamificación, el uso de tecnologías de la información y la comunicación, el enfoque de aprendizaje basado en proyectos y el aprendizaje activo como efectivas para mejorar el aprendizaje y el rendimiento en la investigación.

En conclusión, a pesar de los diversos desafíos y obstáculos existentes en la enseñanza de la metodología de investigación en la educación superior, se reconoce ampliamente la importancia de una adecuada formación en métodos de investigación para el desarrollo profesional de los estudiantes. Al respecto, varios autores coinciden en que la implementación de estrategias didácticas innovadoras, activas y centradas en el estudiante, entre otras, ha demostrado mejorar de manera significativa la motivación, el aprendizaje y el desarrollo de habilidades y competencias investigativas en los universitarios que cursan asignaturas de dicha área.