INTRODUCCIÓN
El escenario de la educación superior en México ha presentado distintos cambios que han llevado a las universidades públicas a implementar y dar orden a los aspectos relacionados con la atención y el apoyo a estudiantes durante su proceso de formación profesional e inserción al campo laboral. Ejemplo de ello es la masificación de la matrícula en las Instituciones de Educación Superior (IES), el sistema de educación ha pasado por un proceso de desarrollo y de expansión con un crecimiento sostenido de la matrícula (Moreno, 2017); además se espera que se vaya incrementando la demanda de ingreso a la universidad por la nueva obligatoriedad de la educación media superior y su meta de universalización para el 2021, así mismo crecerá la necesidad de vinculación con la sociedad y el sector laboral, de esfuerzos por evaluar y lograr la calidad educativa (López, Martínez y Ponce, 2020).
Para Mendoza (2018), estos retos implican la reducción de la tasa de abandono y el incremento de la tasa de eficiencia terminal de las IES, así como lograr equidad en cobertura y reducir la desigualdad educativa superando una visión asistencialistas de apoyos monetarios, se requerirá de una mejor articulación entre los programas de becas, los proyectos de las escuelas y los programas de tutoría y acompañamiento de estudiantes en situación de desventaja; Withney (2018) propone políticas de acción afirmativa dedicadas a grupos vulnerables, entre ellos, programas propedéuticos y tutorías, que permitirían a los destinatarios superar las deficiencias en su preparación académica previa.
La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) es la institución que se ha encargado hasta la actualidad de estructurar programas que se distingan por su pluralidad y capacidad de adaptación a las características de IES que la conforman. En el año 2001 la ANUIES, a raíz de los problemas estructurales del sistema educativo mexicano, realizó por primera vez la propuesta para las tutorías institucionalizadas a nivel educación superior para el contexto mexicano.
Romo (2011) menciona que la ANUIES, en busca del mejoramiento integral y permanente de sus programas y servicios, orientó la visión del sistema de educación superior hacia el año 2020 según las recomendaciones elaboradas por la UNESCO y propone líneas estratégicas que se dirigen a la transformación del sistema a nivel superior, que apoyen el mejoramiento integral y el aseguramiento de la calidad del sistema de educación superior, en su conjunto; así mismo propone que el término calidad aglutina conceptos como pertinencia, cobertura, eficiencia, nivel de desempeño y equidad, vinculados al desarrollo integral de los alumnos en un marco de innovación educativa con una finalidad, mejorar la calidad del sistema de educación superior.
En la actualidad, la ANUIES (2018) en la Visión y acción 2030 establece, como línea de acción, el fortalecimiento de los programas de apoyo a las tutorías individuales y de grupo para alcanzar una educación superior de elevada calidad académica, reflejada en el mejor desempeño profesional de los egresados, a través de procesos formativos sustentados en modelos educativos innovadores y centrados en las y los estudiantes.
Las IES, en su derecho a la autogestión y autonomía, ajustan sus protocolos y operaciones, planes y programas según sus intereses y objetivos respondiendo a las particularidades internas y externas a la institución. La propuesta de la ANUIES permitió que las instituciones pusieran en marcha los primeros Programas Institucionales de Tutoría (PIT); en la implementación del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional por parte de la Secretaría de Educación Pública, como herramienta para la obtención de recursos para las IES públicas, establecieron el desarrollo de programas de tutoría para estudiantes y la mejora de las tasas de retención y titulación, como aspectos a considerar entre diversas estrategia prioritarias para el desarrollo de las instituciones (Chehaibar, Díaz Barriga y Mendoza, 2007; Moreno, 2017), lo que finalmente llevó a la consolidación de los PIT en las IES y a hacerlos parte de sus planes anuales y políticas a largo plazo.
En este contexto, si los PIT tienen sus variaciones según los contextos específicos de cada IES, es necesario contar con una definición de la tutoría que sea general e inclusiva de la diversidad de implicaciones y modalidades que pueda tener. En este sentido, Romo (2011) establece, que la tutoría implica la intervención educativa enfocada al acompañamiento cercano, sistemático y permanente del tutorado por parte dela tutora o tutor, convertido esto en facilitador/a y asesor/a de su proceso de construcción de aprendizajes en términos cognitivos, afectivos, sociales, culturales y existenciales, lo que conlleva al tutorado (independientemente de los saberes, procedimientos y habilidades características de cada ámbito del conocimiento) a que desde la tutoría desarrolle habilidades para relacionarse y participar socialmente, formarse académica y disciplinariamente, prepararse para hacer frente a diversas transiciones laborales, sociales, de pareja, de contexto geográfico, etc. que harán frente en el futuro.
En la tutoría, entonces, se configuran desempeños como objetivos de aprendizaje y niveles de aprendizaje, estrategias de enseñanza, objetos referentes, discurso didáctico, lineamientos institucionales y planes de acción que están relacionados entre sí. En los PIT, pero también en la acción tutorial específica entre tutor/a y tutorado/a, existen múltiples factores externos e internos que condicionan su funcionamiento y a su vez impactan la cualidad o características del aprendizaje de los y los estudiantes.
Reyes, Ibáñez y Mendoza (2009) describen, a modo de ejemplo, que entre los factores externos de la universidad se pueden identificar condiciones culturales, socioeconómicas, relaciones interpersonales, condiciones familiares de los estudiantes entre otras; consideran que al tratar de incidir de manera tajante en alguno de estos solo se tendrá un efecto indirecto. No se pueden abatir fácilmente los problemas del contexto de la educación y existe mayor probabilidad incidir a partir de la modificación de los factores internos a la institución. Los factores internos a la institución determinan de forma más directa el aprendizaje, a lo que a los agentes y procesos refiere se dirigen explícitamente a disponer situaciones para desarrollar el aprendizaje (la o el aprendiz, qué se debe de aprender, qué se enseña, objetos de estudio, y modos de aplicación del aprendizaje).
Estas implicaciones son importantes porque las áreas o dimensiones donde la tutoría y la acción tutorial pueden tener un efecto real para los objetivos institucionales y de desarrollo integral de los estudiantes. López (2015, 2017) ha realizado un modelo de tutoría integral que contempla tres grandes dimensiones de la tutoría a partir de la revisión de programas, propuestas, consulta a expertos y el estado del arte sobre trayectorias estudiantiles y aprovechamiento escolar:
La tutoría con dimensión académica permite lograr los objetivos de aprendizaje que marcan los planes de estudio y está integrada en los procesos docentes, permitiendo individualizar, supervisar y evaluar los resultados de aprendizaje, busca mejorar el rendimiento académico.
La tutoría orientada a lo personal-social refiere al avance formativo del estudiante en torno al desarrollo personal, en armonía con la proyección social y comunitaria del universitario; este tipo de acción tutorial tiene una dimensión institucional: implica la acogida y apoyo en la transición de los estudiantes, brindar apoyo para el desarrollo personal, generar competencias transversales, promover la vida universitaria y el desarrollo social en general por medio de los servicios que ofrecen las IES.
La dimensión profesional hace referencia a los procesos de vinculación, inicio, desarrollo y consolidación del sentido profesional del estudiante; busca acompañar o asesorar en el desarrollo de un proyecto profesional, desarrollar competencias profesionales, y facilitar la transición e inserción laboral.
Es importante destacar que estas dimensiones son generales, no son totalmente excluyentes entre sí y pueden desagregarse, por ejemplo en la Universidad de Guanajuato el PIT contempla cinco dimensiones: Integración y permanencia, rendimiento académico, desarrollo profesional, desarrollo vocacional y desarrollo personal (Cuevas y Velázquez, 2015). La Universidad Veracruzana establece las dimensiones: académica, profesional, personal, y de integración y permanencia (2020); en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (2015) se establecen las dimensiones educativa, profesional, personal y social.
Por otro lado, en un nivel más cercano a la propia acción tutorial, es necesario lograr una claridad teórica en relación con la tutoría como interacción. Medina (2006) y López (2015) proponen un modelo de interacción didáctica, en el cual integran al agente enseñante, al estudiante, la evaluación, competencias a desarrollar y las competencias como docente; dentro de las competencias docentes se integra la tutoría, pero también es válido establecer que la tutoría es en sí es una interacción didáctica particular en la cual las competencias del tutor como agente enseñante van dirigidas a modificar particularidades del desempeño, por lo que dichas competencias estarían delimitadas también bajo los modelos de interacción didáctica; mientras el objetivo es similar (lograr un contacto funcional entre agente enseñante, aprendiz y referentes), a diferencia de la clase, el tutor trabaja con aspectos institucionales, académicos y profesionales, más que con los elementos determinados por una planeación de una clase en el aula.
Bajo esta lógica, la tutoría, se puede entender como la interacción didáctica entre el tutor o tutora, la o el estudiante y los objetos referentes (delimitados institucionalmente) que la tutorada o tutorado debe de aprender mediante el desempeño competente del tutor/a, dicho desempeño va delimitado por el plan de estudios al que está adscrito el estudiante y el profesor además del plan de acción tutorial.
Los referentes van delimitados por la vida académica, la profesión, lo laboral, e interacciones sociales del tutorado con particularidades de la universidad; el aprendizaje va delimitado en competencias específicas también delimitados en las dimensiones de la tutoría. Todo esto determinado por la influencia, presencia o ausencia de elementos como la política educativa nacional y local, recomendaciones de instituciones como la ANUIES, las dinámicas propias de las IES, servicios e infraestructura, áreas de atención al estudiante, coordinación y recursos de los PIT, tutor y tutorado como agentes con un papel activo entre otros.
El campo de las tutorías abarca un terreno interdisciplinar que involucra un constante trabajo por parte de investigadoras/es, docentes, estudiantes y expertos/as en el área. En la medida que la ciencia y tecnología avanza, estas deben apoyar a la tutoría como terreno de investigación aplicada, esto cobra aún más relevancia si observa que los PIT operan desde el 2001 sin modificaciones sustanciales.
Este trabajo tiene como objetivo abordar las dimensiones de la tutoría universitaria e identificar sus indicadores desde la percepción de los estudiantes de tres universidades públicas de la región noroeste de México.
Las universidades en donde se desarrolló la investigación fueron el Instituto Tecnológico de Hermosillo, Universidad Estatal de Sonora y la Universidad de Sonora; están radicadas en Hermosillo, la capital de Sonora, México. Las tres instituciones tienen sus PIT enmarcados en las directrices que establece la ANUIES.
Como se puede observar en la tabla 1, durante el según el Anuario Estadístico de Educación Superior de la ANUIES (2020) en el ciclo 2018-2019 estas universidades abarcaron en su conjunto el 46.3% de la matrícula, el 35.7% de los egresados y el 36.2% de los titulados de licenciatura en el estado.
Institución |
Matrícula |
Egresados |
Titulados |
Matrícula |
Egresados |
Titulados |
IES en Sonora |
109,378 |
16,365 |
13,117 |
100% |
100% |
100% |
Instituto Tecnológico de Hermosillo |
5,055 |
613 |
354 |
4.6% |
3.7% |
2.7% |
Universidad de Sonora |
29,050 |
3,761 |
3,562 |
26.6% |
23.0% |
27.2% |
Universidad Estatal de Sonora |
16,583 |
1,464 |
835 |
15.2% |
8.9% |
6.4% |
Total |
50,688 |
5,838 |
4,751 |
46.3% |
35.7% |
36.2% |
Fuente: elaboración propia con datos del Anuario Estadístico de Educación Superior (2020).
En la Universidad Estatal de Sonora, el PIT está orientado a la formación integral del estudiante, su objetivo general es “contribuir al mejoramiento de la calidad del proceso educativo, a través de una atención personalizada de los problemas que influyen en el desempeño y rendimiento académico del estudiante, con el fin de propiciar condiciones más favorables para el aprendizaje y desarrollo de hábitos, actitudes y valores que contribuyan a su formación integral” (Universidad Estatal de Sonora, 2016).
En la Universidad de Sonora el PIT tiene como objetivo general: "Elevar la calidad del proceso educativo a través de la atención personalizada de los problemas que influyen en el desempeño y rendimiento escolar del estudiante, con el fin de mejorar las condiciones de aprendizaje y desarrollo de valores, actitudes y hábitos que contribuyan a la integridad de su formación profesional y humana", la tutoría consiste en un proceso de acompañamiento durante la formación de los estudiantes que se concreta mediante la atención personalizada a un alumno o a un grupo reducido de alumnos por parte de académicos competentes y formados para esta función (Universidad de Sonora, 2019).
En el Instituto Tecnológico de Hermosillo el Procedimiento del SGC para la operación del Programa Institucional de Tutoría (2015) establece que el propósito del PIT es “contribuir a la formación integral e incidir en las metas institucionales relacionadas con la calidad educativa: bajar los índices de reprobación y deserción y elevar los índices de eficiencia terminal”.
DESARROLLO
Metodología
Es estudio realizado tiene un alcance descriptivo y de corte transversal desde un enfoque cualitativo, con el objetivo captar la percepción de los estudiantes sobre la presencia real de elementos y procesos en el funcionamiento del programa de tutorías.
Se considera que un enfoque cualitativo basado en los principios de la teoría fundamentada (Glaser y Strauss, 1967), permite observar un objeto de estudio (tutoría) en cuanto a procesos, acciones o interacciones entre individuos (tutor y tutorado) y el producto que se desarrolla es un modelo o teoría que explica un fenómeno y responde a un planteamiento cercano a la realidad de los sujetos participantes del estudio.
El procedimiento parte del diseño de una guía de entrevista valorada por expertos, misma que se va ajustando en diferentes etapas por medio de la retroalimentación de los expertos y de los datos que se van obteniendo en su implementación. Las unidades de análisis fueron los discursos, las valoraciones, acciones, interacciones y procesos captados por la entrevista. Este proceso lleva a la generación de categorías conceptuales a partir de los datos buscando el funcionamiento en cuanto a capacidad de las categorías conceptuales para explicar lo investigado. Para la codificación y análisis de los datos de las entrevistas se utilizó la estrategia de dos evaluadores expertos en el área de la tutoría universitaria. El procedimiento implicó un entrenamiento a los evaluadores para la identificación de los elementos que integran la tutoría integral universitaria y un mecanismo para llegar a un acuerdo cuando los expertos discreparon en alguna interpretación o codificación. Para empezar a indagar en los resultados obtenidos se presentan los resultados del análisis de contenido mostrando la frecuencia y relación de la aparición de indicadores, factores y dimensiones.
Participantes
La estrategia para determinar el tamaño de la muestra fue el muestreo teórico, donde se van integrando participantes hasta el punto donde el análisis indica que ya no aparecen nuevos elementos que describan o expliquen el fenómeno estudiado y los códigos generados alcanzan saturación; es decir, son repetidos dando solidez al análisis. Se buscó además que la muestra fuera homogénea en tamaño, con estudiantes que estén en un proceso de tutoría o bien que durante sus estudios universitarios hayan participado en el PIT.
Participaron un total de 60 estudiantes de la Universidad del Estado de Sonora, Universidad de Sonora y el Instituto Tecnológico de Hermosillo. La muestra se conformó por 24 mujeres y 36 hombres, con edades de los 18 a 29 años, en la tabla 2 se pueden observar las carreras y semestres en los que estaban inscritos los estudiantes participantes.
Participantes |
Universidad Estatal de Sonora |
Universidad de Sonora |
Instituto Tecnológico de Hermosillo |
Carrera |
Ing. en Geociencias |
Arquitectura |
Ing. en Mecatrónica |
Lic. en Nutrición Humana |
Ing. Metalúrgica |
Ing. en Sistemas Comp. |
|
Ing. Ambiental |
Lic. en Psicología |
Lic. en Informática |
|
Lic. en Contaduría Pública |
Lic. en Enfermería |
Ing. en Gestión Empresarial |
|
Lic. en Admon. de Empresas Tur |
Ing. Industrial |
Ing. Industria |
|
Ingeniería Química |
Lic. en Enseñanza del Inglés |
Ing. Eléctrica |
|
Lic. en Entrenamiento Deportivo |
Lic. en Artes Plásticas |
Lic. en Administración |
|
Lic. en Ecología |
Lic. en Medicina |
||
Lic. en Comercio Internacional |
Lic. en Nutrición |
||
Lic. en Admon. de Empresas |
Lic. en Contaduría Pública |
||
Ing. en Tecnología de Alimentos |
Lic. en Derecho |
||
Lic. en Física |
|||
Lic. en Mercadotecnia |
|||
Lic. de Q. Biólogo Clínico |
|||
Ing. Química |
|||
Lic. en Economía |
|||
Lic. en Música. |
|||
Semestres |
4°,5°,6°,8°,9°. |
1°, 2°, 3°, 4°, 5°, 7°, 8°, 9°,10° |
1°,2°,4° y 13°. |
Mujeres |
9 |
7 |
8 |
Hombres |
11 |
13 |
12 |
Edad |
19 – 24 |
18 – 28 |
19 – 29 |
Fuente: elaboración propia.
Instrumento
Partiendo de la teoría, la revisión de lineamientos de los PIT y la introducción al contexto, se desarrolló una guía de entrevista semiestructurada (tabla 3), que permite la flexibilidad de obtener la información planeada e indagar en aspectos que no se han considerado en una primera instancia.
Dimensión |
Preguntas |
Dimensión académica |
¿Ha asistido a tutorías con apoyo académico? Cómo fue: ¿Qué conocimientos mostró el tutor en relación con la tutoría? ¿Cómo enseñó el tutor lo que debía de aprender el tutorado? ¿Qué tipo de competencias desarrolló?: |
Dimensión profesional |
¿Ha asistido a tutorías con apoyo a lo profesional? Cómo fue: ¿Qué conocimientos mostró el tutor en relación con la tutoría? ¿Cómo enseñó el tutor lo que debía de aprender el tutorado? ¿Qué tipo de competencias desarrolló?: |
Dimensión Institucional |
¿Ha asistido a tutorías con apoyo a la dimensión personal? Cómo fue: ¿Qué conocimientos mostró el tutor en relación con la tutoría? ¿Cómo enseñó el tutor lo que debía de aprender el tutorado? ¿Qué tipo de competencias desarrolló?: |
Fuente: elaboración propia.
Las entrevistas se llevaron a cabo durante el periodo ciclo escolar de 2017-2018 en los salones, cubículos y en espacios al aire libre de las universidades donde estudiaban los participantes, los entrevistados participaron por interés personal y se les explicó tanto los objetivos del estudio como que su participación sería voluntaria y no incentivada.
Resultados
El análisis de la información permitió identificar los elementos claves resultados de una categorización de 1064 unidades de análisis de las entrevistas, estas se agruparon en un total de 85 indicadores, estos se agruparon posteriormente en cuatro factores que configuran cada dimensión de la tutoría. Como se puede ver en la tabla 4, los factores que emergieron son a) Estructura de la tutoría, b) Conocimientos del tutor, c) Estrategia de enseñanza; y d) Aprendizaje del estudiante. El número de indicadores fue mayor en la estructura de la tutoría de la dimensión académica y menor los conocimientos del tutor cuando la tutoría tenía una dimensión institucional.
Unidades de análisis |
Indicadores |
|||||||
Factor |
Dimensión académica |
Dimensión Institucional |
Dimensión profesional |
Total |
Dimensión académica |
Dimensión Institucional |
Dimensión profesional |
Total |
Estructura de la tutoría |
95 |
72 |
70 |
237 |
13 |
5 |
9 |
27 |
Conocimientos del tutor |
83 |
79 |
98 |
260 |
6 |
4 |
9 |
19 |
Estrategia de enseñanza |
104 |
121 |
91 |
316 |
9 |
8 |
7 |
24 |
Aprendizaje del estudiante |
74 |
92 |
85 |
251 |
5 |
5 |
5 |
15 |
Total general |
356 |
364 |
344 |
1064 |
33 |
22 |
30 |
85 |
Fuente: elaboración propia.
En cuanto al factor Estructura de la tutoría se encontraron 27 indicadores, en la Figura 1 se pueden observar diferenciándolos por dimensión a la que pertenecen. En la tutoría académica estas se dan principalmente por los temas de las materias y se llevan a cabo con mayor frecuencia en modalidad grupal. En las tutorías de dimensión institucional resalta la tutoría enfocada a trámites y servicios, siendo este el indicador más frecuente con 53 menciones diferentes, es decir 88.33% de los estudiantes tuvieron tutorías sobre trámites y servicios de su programa, unidad académica o universidad. En las tutorías con orientación a lo profesional, estas están marcadas por darse en apoyo a las prácticas y servicio social, así como en tratar el campo laboral donde se van a insertar los estudiantes y en apoyar la experiencia profesional.
La figura 2 presenta los indicadores de los conocimientos que tienen los tutores en las tres dimensiones de la tutoría, se puede observar que cuando las tutorías son de carácter académico el 100% de las y los estudiantes mencionaron que las tutoras y tutores tenían dominio sobre los temas de las materias, en segundo lugar 20% de las y los estudiantes refirieron que el tutor/a sabe explicar.
En las tutorías institucionales, de igual manera, el 100% de los participantes manifestaron que las y los tutores tenían conocimiento de los lugares, trámites y servicios de la universidad y solo el 20% que tuvieran conocimiento de personas relevantes en la vida y organización de la institución. En lo profesional se encontró que solo 20 participantes refieren que sus tutores/as tenían conocimiento del campo laboral y dominan el tema del desarrollo profesional, en menor medida parecen conocer de experiencias o trayectorias laborales y saber cómo enseñar las cuestiones del desarrollo y desempeño profesional.
En la figura 3 se encuentran las estrategias de enseñanza que utilizan los tutores según fueron reportadas por los estudiantes, se diferencian por dimensión. Las tutorías académicas se dan con una diversidad de estrategias entre las que sobresalen utilizar la ejemplificación, la entrega de material de apoyo, poner ejercicios, enseñar procedimientos pasos por paso, resolver dudas y realizar evaluaciones.
Las tutorías orientadas a lo institucional se caracterizaron por darse mediante pláticas específicas y compartir experiencias, frecuentemente se utilizan materiales de apoyo, el tutor realiza una explicación de trámites y procedimientos, organiza visitas a lugares de la universidad y presentaciones del personal universitario. Cuando las tutorías tratan la dimensión profesional, el tutor principalmente platica sus propias experiencias, suele utilizar materiales de apoyo y ejemplos.
Los indicadores de los aprendizajes reportados por los estudiantes participantes se pueden observar en la figura 4. En lo académico, cuarenta tutorados (66.67%) manifestaron que lograron obtener algún grado de dominio sobre los contenidos teóricos de las materias que cursaban, 36.67% aprendió a aplicar técnicas o procedimientos que forman parte de los contenidos de las materias. Los aprendizajes en la dimensión institucional fueron sobre lugares, trámites y servicios, 80% lo reportó así; también resultó, pero en menor medida, que aprendieron a resolver problemas con los que se enfrentan en la universidad y de personal de apoyo y de servicios. En las tutorías orientadas a la dimensión profesional los aprendizajes obtenidos por los participantes fueron saber cómo van a trabajar, diversos aspectos sobre el mercado laboral y a tomar decisiones para su desarrollo profesional.
Para finalizar y poder comparar los indicadores principales por factor y dimensión de la tutoría se resumen los principales hallazgos en la tabla 5. Se puede observar que en la dimensión académica y en la dimensión institucional existe una mayor diversidad de estrategias de enseñanza empleadas por los tutores, mientras que la tutoría institucional es más diversa en los elementos que la estructuran y en los conocimientos que demuestran los tutores. En cuanto a los factores, se encontró que los participantes refirieron más estrategias de enseñanza en los tres tipos de tutoría que otros elementos de los factores que configuran a las tutorías. Entre los indicadores destaca el uso del material de apoyo, ya que es el único presente en las tres dimensiones, resulta importante también el dominio de las y los tutores sobre los temas de las materias y sobre la dimensión profesional.
CONCLUSIONES
El estudio parte y demuestra que los estudiantes responden a la tutoría universitaria con base en los principios de aprendizaje que ellos mismos identifican, no dependen directamente de los programas de acción tutorial o política y lineamientos en la materia, ya sea en los temas de la institución, la academia y/o la profesión; los estudiantes construyen su apreciación de lo que realmente sucede en las tutorías en función de su experiencia y lo que logran o no en ellas, pero estos diagnósticos deben realizarse a partir de estrategias de evaluación basadas en la evidencia, ya sea en términos cualitativos o cuantitativos, por lo que esta aproximación puede ser valiosa como punto de partida.
La utilidad de los modelos de las dimensiones para las tutorías institucionalizadas permite determinar elementos importantes para la planeación y evaluación de las acciones de estudiantes, profesorado y diseño institucional de los PIT, mismos que resulta más específicos y dirigidos a objetivos más puntuales.
Los resultados del estudio nos muestran diferencias claras en las tres dimensiones, en primera instancia las tutorías están estructuradas por contenidos, enfoques y objetivos diferentes: lo académico se da principalmente de manera grupal y abarca los temas de las materias, en lo institucional se aboca a trámites y servicios; y en lo profesional, el enfoque está en la práctica profesional, el servicio social, el campo laboral y experiencia profesional. Esto implica que los tutores cuenten con conocimientos específicos, el dominio de los temas de las materias y el ámbito profesional fue relevante para los participantes así como saber enseñar; en lo institucional, saber enseñar no fue un indicador relevante para los estudiantes y esto se explica porque las estrategias de enseñanza que diseña el tutor tienen que ver con organizar visitas, pláticas, explicaciones de experiencias y trámites, con material de apoyo y con personal de la universidad que puede brindar de primera mano la información requerida por los estudiantes.
Podemos plantear, que los materiales de apoyo son instrumentos valiosos y deben ser productos que generen constantemente las instituciones, estos sería de especial ayuda cuando los tutores no tiene completo dominio de trámites y servicios, o de determinados temas del desarrollo profesional, así mismo es poco probable que las universidades cuenten con suficientes horas/hombres para asesorar sobre todos los servicios que ofrece a la gran cantidad de estudiantes que tienen inscritos, tampoco es deseable sobrecargar a los profesores con mayor experiencia laboral a la tutoría porque mucho personal docente está enfocado en mayor medida a la enseñanza e investigación.
En este sentido, siendo la tutoría una interacción didáctica entre el tutor/a y el tutorado/a con la finalidad de mediar al estudiante a los referentes a los que deberá de entrar en contacto el aprendiz, es importante, que se considere así por parte de los tutores y de los administradores de los PIT. En este contexto, la calidad de la interacción se verá regulada por las competencias del tutor en cada dimensión que se desee intervenir, pero también por la claridad del diagnóstico de necesidades de aprendizaje, el uso de estrategias didácticas congruentes y por la determinación de objetivos de aprendizaje; todo enmarcado en la dimensión pertinente, ya sea institucional, académica y/o profesional. Dichas interacciones deberán estar ajustadas al plan de acción tutorial que a su vez se regula por la dinámica institucional particular.
Los resultados nos muestran mayor diversidad (ejemplificación, entrega de material de apoyo, ejercicios etc.) de estrategias de enseñanza en la tutoría académica, lo cual es natural, ya que el docente tiene experiencia y se capacita en ello constantemente; sin embargo, en lo institucional no es el mediador principal con los referentes y en lo profesional parece concentrarse en la exposición de experiencias y ejemplos. Si el programa y el tutor consideran que en lo profesional e institucional también se pueden realizar diagnósticos, planeaciones, objetivos de aprendizaje y estrategias de evaluación, se podría potenciar el éxito del programa y más importante, el éxito del estudiante.
Se propone, cómo las teorías y prácticas de la administración y evaluación de programas indican, evaluar la percepción de la población objetivo como una de las estrategias para controlar y retroalimentar los esfuerzos y programas de las instituciones. Reconocer la importancia de los discursos de los estudiantes permite elaborar diagnósticos para comprender los contextos particulares.
Han transcurrido más de dieciséis años desde que se empiezan a implementar los PIT siguiendo los lineamientos que propone la ANUIES, estos esfuerzos y años de experiencia pueden fortalecerse perfilando el hacer de los agentes involucrados en los programas de tutoría, así como la estructura y calidad de la tutoría como programa y evento didáctico. En educación siempre nos encontraremos en la necesidad de revisar y complementar con miras a mejorar los esfuerzos de las instituciones para implementar y operar programas efectivos enfocados a la calidad de las instituciones de educación superior. En palabras de Narro y Arredondo (2013), los cambios en política educativa serán efectivas solo mediante cambios efectivos en la práctica docente cotidiana de las entidades académicas y en las interacciones de los actores educativos.