Introducción
Desde los estudios trans, como campo de conocimiento interdisciplinario (Currah, 2019, p. 2), que tiene por objeto de análisis las prácticas de poder/saber ejercidas en las personas trans (Fernández, 2019, p. 269), emerge el concepto de cisexismo, acuñado por Serano (2007). Este es una categoría estructural para nombrar un sistema de relaciones de poder entre personas cis y trans, donde las primeras tienen una posición de privilegio y las segundas, de opresión (Murchison et al., 2023). Así, el cisexismo sistemático es un arreglo de estructura social, legal, médica, educacional y económica que eleva la precariedad de las personas trans y reduce las condiciones para que tengan vidas vivibles (Jenkins, 2020, p. 66). Esto hace eco con lo que sostienen Radi y Sardá-Chandiramani (2016, p. 4) al afirmar que este sistema de opresión es el que termina con la vida de las personas trans, particularmente las mujeres trans, como la ultimación de una serie de violencias en cadena en la estructura cultural, social, política y económica.
Reconocemos que las categorías transexual, travesti, transgénero y no binarie se refieren a poblaciones históricas y políticas de diferentes momentos (Guerrero y Muñoz, 2018b), por lo que no son equivalentes. En este trabajo hacemos uso del término personas trans, desde la acepción de Galofre y Missé (2015, p. 6), como un concepto paraguas que incluye a todas las personas que tengan la experiencia de vida de transitar de un género a otro por tener una identidad diferente al sexo/género que les fue asignado en su nacimiento. De igual forma, el concepto personas cis se emplea para nombrar a la población distinta de las personas trans. Es decir, aquellas que no han llevado a cabo un tránsito de género y cuya identidad es paralela con el sexo/género asignado al nacer.
Respecto a las violencias que se ejercen sobre las personas trans, la Comisión Internacional de los Derechos Humanos [CIDH] (2014, p. 3) informa que el promedio de la esperanza de vida de las mujeres trans en Latinoamérica es entre 30 y 35 años, cuando el promedio para el resto de la población, personas cis, supera los 74 años (Pasquali, 2022). Este hecho se adjudica, entre otras causas, a los asesinatos por crímenes de odio. Datos del Trans Murder Monitoring[TMM] (2023) reportan que, entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, ocurrieron 320 asesinatos de personas trans alrededor del mundo; de éstos, 235 de los casos (63%) corresponden a la región de Latinoamérica y el Caribe, de los cuales, 33 casos pertenecen a México. Además, se afirma que esta población experimenta un tipo de discriminación histórica e institucional (Vera Morales, 2019), sobre todo, en el acceso a salud (Hoyos, Duarte y Valderrama, 2023), trabajo (Guerrero y Muñoz, 2018 a, p. 82) y educación (Jongitud Zamora, 2017, p. 178). Este último eje, se vincula de manera relevante con la movilidad socioeconómica ascendente (Organización de Naciones Unidas, s.f.), además de transformar la ciudadanía para alcanzar la igualdad social (Martínez, 2016, p.131).
En Latinoamérica, y en particular México, organizaciones de la sociedad civil y activista, así como también algunas instituciones gubernamentales, han realizado diversas investigaciones para conocer la situación actual de las personas trans con relación a sus derechos humanos (Rachid y Massenzio, 2014; Vera Morales, 2019). En relación con el acceso a la educación en México, en un estudio realizado sobre acceso a los derechos de las personas trans, se reportó que 43% habían interrumpido sus estudios en el nivel superior, mientras que los que abandonaron de manera temporal su educación, 46% se encontraban en ese mismo nivel (Vera Morales, 2019, p. 97). Los datos reportados dan cuenta de una aparente exclusión de la educación a nivel superior para esta población. Cabe destacar que en México hay 909 mil personas trans mayores de 15 años, lo que representa 0.96% de la población total mayor a 15 años (inegi, 2022).
En este trabajo, la exclusión se conceptualiza como un fenómeno corrosivo de despojo de ciudadanía a grupos de personas, comunidades, o territorios más o menos homogéneos que les restringe del acceso económico y del goce de derechos (Estivill, 2003, p. 17). Asimismo, la inclusión es la respuesta a este problema social, la cual se concibe como el proceso para cambiar las instituciones y adecuarlas a los grupos históricamente sacados de la vida pública (Barton, 1998). Este proceso no consiste en que las personas entren, sino en los cambios para que éstas entren. En ese sentido, inclusión de personas trans, o la transinclusión, consiste en aquellos cambios sociales de tipo comportamental, actitudinal, político, social, entre otros, que favorecen que las personas trans ejerzan sus derechos. Son formas, entre otras, de desmantelar el cisexismo.
Diversos estudios señalan que en el contexto educativo existen distintas muestras de exclusión de las personas trans (Dugan, Kusel y Simounet, 2012); destacando principalmente la falta de formación del personal universitario, tanto académico como administrativo, el acoso escolar, la ausencia de atención individualizada, el uso de lenguaje inadecuado utilizando nombres o pronombres incorrectos, entre otras (Dugan, et al., 2012). Cabe señalar que estas manifestaciones no se restringen a la población trans; también se extienden a otras diversidades sexuales.
Las actitudes son un aspecto importante en la integración de las personas de diferentes géneros, ya que constituyen disposiciones conductuales hacia los otros. Cooper, Blackman y Teller (2015) definen a las actitudes como la evaluación general de un objeto concreto o abstracto. Bourdieu (1967), en su teorización sobre las relaciones de poder, señala que el habitus es la conceptualización de normas socializadas e interiorizadas que guían la acción y el pensamiento de las y los individuos en la sociedad, lo que en última instancia se entiende como las actitudes y opiniones producto de las estructuras estructurantes. En ese sentido, las estructuras estructuran actitudes en las personas cis acerca de las personas trans y éstas se tornan en la variable a estudiar cuando se tiene el objetivo de saber las predisposiciones para excluir/incluir a estas últimas.
Cabe señalar que en México es escasa la investigación sobre las actitudes hacia las personas trans. Los vacíos que aún permanecen acerca del cisexismo, y los desafíos que en materia de derechos humanos enfrentan las instituciones públicas y privadas respecto a las personas trans, plantean la necesidad de que, a través de investigaciones interdisciplinarias, se innove y se desarrollen instrumentos de medida que indaguen la realidad social de esta población. Cada vez se presentan más instrumentos de enfoque cuantitativo que miden variables analíticas de interés para la investigación interdisciplinaria sobre cisexismo y lo trans, lo que muestra en cierta forma el avance en este contexto (Páez et al., 2015; Kanamori et al., 2017; Kattari et al., 2018; Chon, Burgos y Barajas, 2018; Murchison et al., 2023).
Los estudios de construcción y validación de instrumentos para medir actitudes hacia las personas trans han mostrado preferencia por escalas tipo Likert pero con algunos matices que les diferencia entre sí. Kanamori et al. (2017) con la Transgender Attitudes and Beliefs Scale abordaron las creencias y prácticas religiosas y fue aplicado en población abierta en los Estados Unidos vía virtual. De igual manera, Páez et al. (2015) a través de la Escala de Actitudes Negativas hacia las Personas Trans exploran aspectos religiosos en el cuestionario demográfico en población abierta en la Ciudad de Córdoba, Argentina. Por otro lado, ante las denuncias de exclusión que diferentes estudiantes trans de nivel superior han realizado en México, Chon et al. (2018) desarrollaron un instrumento enfocado en las IES para así medir estas variables dentro de dicho ámbito. Cabe mencionar que estas/os autoras/es subrayan la importancia de continuar con más estudios que vengan a potenciar, adecuar y mejorar estas herramientas cuantitativas a fin, no sólo de contar con más datos respecto al tema de interés, sino que, además, se disponga de instrumentos de medición más confiables y válidos.
En ese sentido, el objetivo de este estudio es adaptar y validar en el contexto sonorense la Escala para medir Actitudes hacia las Personas Trans en Estudiantes Universitarios (EATU) de Chon et al. (2018) a fin de medir la inclusión de personas trans en IES de Sonora.
Metodología
Diseño del estudio
Se realizó un estudio de adaptación y validación de un instrumento, con enfoque cuantitativo, de tipo transversal y no experimental. Se empleó la técnica de encuesta, desde la cual se obtuvieron datos demográficos y de actitudes de inclusión hacia las personas trans. Es importante mencionar que también se llevó a cabo la validación de una segunda escala aplicada de manera conjunta. No obstante, para propósitos de este artículo sólo se presentan los resultados de la EATU. El proyecto fue avalado y aprobado por el Comité de Ética en Investigación del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, con registro: CONBIOÉTICA-26-CEI-001-20200122 el día 30 de mayo de 2023
Participantes
Colaboraron 860 personas que denominaremos Comunidad Universitaria Participante (CUP), seleccionadas de 3 IES, dos públicas y una privada, localizadas en la capital del estado de Sonora, con la siguiente distribución respectivamente: 326 (37.9%), 216 (25%) y 318 (37%). La selección de los colaboradores se realizó a través de un muestreo no probabilístico e intencional, bajo la consideración de que a partir de 220 casos o más que representan a un grupo, se normaliza la tendencia de los resultados, con base a la teoría del límite central (Grinstead y Snell, 1997).
La CUP perteneciente a diferentes semestres y áreas del conocimiento, se compuso de 655 (76.2%) estudiantes, 117 (13.6%) docentes y 88 (10.2%) personal administrativo. El período de levantamiento de datos se llevó a cabo entre los meses de octubre de 2022 y septiembre de 2023.
Instrumento
El instrumento se estructuró con dos apartados, el primero incluye el consentimiento informado, además recaba información sobre diversos aspectos sociodemográficos a fin de caracterizar la cup, tales como: institución, edad, carrera, género, orientación sexual, nivel educativo, y socialización del género, es decir, si son personas cis o trans. El segundo retoma la EATU (Chon et al., 2018). La versión original está integrada por 35 ítems con escala Likert de 5 puntos que van desde “totalmente en desacuerdo” a “totalmente de acuerdo” (ibid.).
La escala original fue validada por las autoras con una muestra de 200 estudiantes universitarios. Para fines de validación, tras un análisis por pruebas de hipótesis y un AFE, el instrumento se agrupó en cuatro factores: convivencia, cercanía de interacción; agresión y autoridad; activismo, agencia y movilidad, e interés en el tema; todos ellos con cargas factoriales superiores a .40 y con una varianza explicada total de 65.9%. Los indicadores exploran aspectos relacionados con la incomodidad al interactuar con personas trans, compartir espacios y baños con éstas, el uso correcto de pronombres, políticas universitarias, mejoras al ambiente para volverlo más incluyente, entre otros.
Cabe destacar que el instrumento original no indaga sobre la no binariedad, las infancias trans, ni sobre el acceso a derechos diferenciados, aspectos de gran interés para la inclusión de esta población (Guerrero y Muñoz, 2018a; BBC News Mundo, 2023). En ese sentido, a fin de contar con un instrumento adaptado al contexto regional del noroeste de México, elaboramos una adaptación de la EATU en la que cada reactivo se adecuó con base a la epistemología de los estudios trans (Guerrero y Muñoz, 2018a; Radi, 2019).
Es importante señalar que optamos por eliminar la opción de “ni de acuerdo ni en desacuerdo”, ya que consideramos que esta respuesta representa las llamadas categorías centrales o indiferentes. Es decir, la opción que está en medio de una escala típica de 5 puntos, y que refiere no estar en ninguna posición de las categorías de los extremos (desacuerdo/acuerdo). En ese sentido, Hernández Baeza et al. (2001, p. 146) sostienen que este tipo de categoría de respuesta suele no ser elegida por sujetos con niveles medios en el rasgo medido, lo que pudiera sesgar la precisión de la medida, así como la validez de las inferencias realizadas. Así, para priorizar la capacidad de discriminación entre categorías de respuestas, se decidió omitir la opción que consideramos pudiera ser ambigua (DeVellis, 2003, p. 76). La escala se integró con 4 opciones de respuesta en el siguiente orden: “total desacuerdo”, “poco acuerdo”, “algo de acuerdo”, y “total acuerdo”.
El instrumento fue autoadministrado, previa autorización de las directivas de las IES, y se aplicó en dos formatos: 515 en forma impresa y 345 en formato electrónico de Google forms. Se le solicitó a cada participante colaborar con el estudio de manera libre, informados los objetivos del mismo y asegurando la confidencialidad de los datos a través de la firma del consentimiento informado. El tiempo de respuesta fue de aproximadamente 10 minutos.
Análisis de la información
Los datos fueron procesados y analizados con el software estadístico IBM SPSS Statistics v26 para realizar el Análisis Factorial Exploratorio (AFE), obtener la confiabilidad, además de la información descriptiva de la muestra y AMOS v26 para realizar en Análisis Factorial Confirmatorio (AFC).
Para realizar el análisis, primeramente, se dividió la muestra total en dos submuestras separadas al azar. Esto, en función de los cambios realizados en el proceso de adaptación del instrumento original a la versión de este estudio, por lo que se trata de algún grado de construcción teórica y, por otro lado, de constatar esta propuesta teórica (Lloret-Segura et al., 2014).
Se realizó el AFE con la finalidad de asegurar una estructura interna que ajuste de mejor manera las correlaciones de los datos (Hair et al., 1999). La submuestra 1 (n = 430) fue utilizada para realizar este análisis con índice Kaiser Meyer Olkin (KMO) y prueba de esfericidad de Bartlett para estimar la validez interna. Finalmente, por tratarse de una escala de 4 puntos, para la extracción se utilizó el método de Máxima Verosimilitud (ML) con rotación Oblimin directo.
En la secuencia inicial de este análisis se eliminaron los ítems que mostraron resultados inferiores en varianza compartida en común, es decir, comunalidades menores que .30. Se tomó este valor porque, a pesar de que la literatura señala que el valor mínimo de comunalidad debe ser .50 para poder hablar de una varianza en común entre los diferentes ítems dentro de un mismo factor (Hair et al., 1999), recomendaciones más actualizadas señalan que cuando se cumplan los criterios de tener una muestra superior a 500 y al menos 3 ítems por factor, el valor de .30 será aceptable como mínimo en las comunalidades (Lloret-Segura et al, 2014).
Posteriormente, se eliminaron de una secuencia a otra aquellos ítems que no mostraron valores que evidenciaran validez de constructo en los resultados de las comunalidades (h2) y la matriz de patrón (>.30). Tras la solución final se estimó la fiabilidad mediante el coeficiente de alfa de Cronbach y de omega de McDonald sólo en aquellos reactivos que sí mostraron valores aceptables (>.70).
Sobre la submuestra 2 (n = 430), se generaron los valores de asimetría y curtosis por ítem para conocer la normalidad de la misma. Se eliminaron aquellos ítems con valores inaceptables (inferiores a -3 y superiores a 3). Después, para el AFC se desarrolló un Modelo de Ecuaciones Estructurales (MEE) con método de MV con bootstrap 500 para conocer la bondad de ajuste del modelo. Los valores del índice de bondad ajuste que se consideraron aceptables fueron CMIN/DF menor que 3 (Hu y Bentler, 1995), CFI superior a .95, RMSEA menor que .08 (Valdés Cuervo et al., 2019) y SRMR iguales o inferiores que .05 (Manzano Patiño, 2017).
Resultados y discusión
Características de la cup
El estudio recabó distintos datos atributivos a fin de caracterizar análisis variados sobre la EATU. La Tabla 1 presenta las características de la CUP, más de la mitad de estas provenían de una IES pública (64.9%). Las edades estuvieron entre los 17 y 68 años; la media de edad fue de 27 años en las mujeres, 26 años en los varones, 23 años en personas no binaries y 20 años para personas de otra identidad.
Variables | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Institución I. pública A I. pública B I. privada |
326 216 318 |
37.9% 25 37 |
Posición institucional Estudiante Docente Administrativo |
655 117 88 |
76.2% 13.6 10.2 |
Edad (rango) 17-29 30-39 40-49 50-59 60-68 Datos perdidos |
634 80 76 40 16 14 |
73.9% 9.3 8.8 4.5 1.7 1.6 |
Área de conocimiento Ingenierías Ciencias exactas Ciencias sociales Ciencias biológicas y salud Humanidades Ciencias económicas Datos perdidos |
290 46 142 203 28 121 30 |
33.7% 5.3 16.5 23.6 3.3 14 3.5 |
Nivel de educación Secundaria Preparatoria Licenciatura, ingeniería o técnico universitario Maestría Doctorado Datos perdidos |
3 458 269 81 39 10 |
.3% 53.3 31.3 9.4 4.5 1 |
Género Mujer Hombre No binarie Otra identidad Datos perdidos |
451 389 7 9 4 |
52.4% 45.2 .8 1 .5 |
Orientación sexual Asexual Bisexual/pansexual Gay/lesbiana Heterosexual Cuir Otra Datos perdidos |
17 89 27 696 4 12 15 |
2% 10.3 3 80.9 .5 1.4 1.7 |
Socialización de género Cis Trans No respondieron |
776 7 76 |
90.2% 1 8.8 |
Fuente: elaboración propia
Validez y fiabilidad
Los datos de normalidad en la submuestra 2 evidenciaron valores inaceptables de curtosis en los ítems 2 y 12 por lo que se eliminaron antes de llevar a cabo el AFE. El índice KMO fue de .977, y la prueba de esfericidad de Bartlett (1954) presentó valores aceptables (χ2= 15985, gl =561, p< .001), lo que sustenta la pertinencia para el AFE en la submuestra 1. Se eliminó el ítem 25 en la primera secuencia por tener un valor de comunalidad inferior, y en la segunda secuencia, el número 36 fue removido por mostrar un valor de carga factorial deficiente. Así, el AFE se redujo a una solución final del instrumento de 32 ítems.
La Tabla 2 muestra los valores últimos obtenidos de validez para cada ítem, tanto en aquellos que fueron removidos de las secuencias posteriores de análisis, como en los que permanecieron en la solución final del instrumento.
Indicadores (ítems) | Asimetría | Curtosis | h2 | Carga factorial |
Media | D.E. | |
---|---|---|---|---|---|---|---|
1. Siento incomodidad cuando convivo con una persona trans. | -.625 | -1.45 | 0.892 | .606 | 2.97 | 1.351 | |
2. Las personas trans estudiantes perturban el ambiente universitario.** | .443 | 5.86 | - | - | 2.97 | 1.371 | |
3. Las personas trans deben tener los mismos derechos a competir en deportes, a la educación y al trabajo profesional como las demás personas. |
-.539 | -1.51 | 0.667 | .708 | 2.83 | 1.315 | |
4. Me incomoda ver a una persona trans. | -.689 | -1.44 | 0.956 | .613 | 2.94 | 1.378 | |
5. Evito acercarme a las personas trans porque no sé cómo referirme a ellas. | -.605 | -1.40 | 0.853 | .567 | 2.90 | 1.284 | |
6. Difundir chistes sobre personas trans es parte de la libertad de expresión. | -.432 | -1.51 | 0.554 | .484 | 2.73 | 1.299 | |
7. Me incomoda que una persona trans use el mismo baño que yo. | -.633 | -1.40 | 0.803 | .499 | 2.95 | 1.328 | |
8. Podría llegar a establecer una amistad con una persona trans. | -.498 | -1.59 | 0.751 | .694 | 2.90 | 1.349 | |
9. Me desagrada ver a una persona trans mostrar afecto a su pareja. | -.631 | -1.47 | 0.763 | .490 | 2.92 | 1.330 | |
10. Me desagradaría que una persona trans me diera clases en la universidad. | -.737 | -1.38 | 0.821 | .588 | 2.91 | 1.411 | |
11. Sólo hay dos sexos, y no se puede cambiar con el que se nace. | -.328 | -1.68 | 0.662 | .742 | 2.74 | 1.299 | |
12. Por más cirugías que se hagan, si se nace hombre o mujer, siempre lo serán.** | 1.01 | 8.27 | - | - | 2.77 | 1.315 | |
13. Considero importante que mi institución se ocupe de defender la inclusión de las personas trans. |
-.262 | -1.67 | 0.623 | .761 | 2.83 | 1.280 | |
14. No podría tener una amistad con una persona trans. | -.587 | -1.56 | 0.855 | .587 | 2.92 | 1.376 | |
15. Las personas trans tienen derecho a utilizar el baño con el género de identidad. | -.361 | -1.58 | 0.490 | .648 | 2.82 | 1.254 | |
16. Las personas trans son gays que deciden hacerse cirugías para verse como mujer. | -.398 | -1.55 | 0.491 | .401 | 2.71 | 1.281 | |
17. Me parece ridículo hablar con lenguaje no binario: compañerE, ellE, nosotrEs, etc. | -.130 | -1.61 | 0.465 | .702 | 2.59 | 1.210 | |
18. De ser posible, evito el trato con una persona trans en la universidad. | -.675 | -1.45 | 0.941 | .613 | 2.93 | 1.373 | |
19. He compartido memes donde se burlan de alguien trans | -.588 | -1.47 | 0.714 | .418 | 2.85 | 1.329 | |
20. Considero que las personas trans sólo fingen una identidad que no es real. | -.601 | -1.47 | 0.882 | .504 | 2.91 | 1.354 | |
21. Considero que una persona trans tiene que usar la ropa del género correspondiente hasta que se cambie de sexo quirúrgicamente. |
-.616 | -1.51 | 0.874 | .574 | 2.90 | 1.370 | |
22. Me interesa respetar los pronombres y nombres de una persona trans. | -.388 | -1.55 | 0.661 | .677 | 2.72 | 1.271 | |
23. Considero que las niñas y niños que se dicen trans no tienen la edad para decidir algo así, hasta que tengan 18 años. |
-.370 | -1.47 | 0.498 | .759 | 2.71 | 1.239 | |
24. Las personas trans tienen derecho a ser aceptadas en totalidad por toda la universidad. |
-.700 | -1.42 | 0.838 | .729 | 3.02 | 1.353 | |
25. Soy indiferente cuando alguien se burla de una persona trans.** | -.328 | -1.49 | 0.255 | - | 2.67 | 1.222 | |
26. Me desagrada el aspecto de algunas personas trans, sobre todo, las que exageran sus cuerpos. |
-.522 | -1.48 | 0.783 | .429 | 2.86 | 1.291 | |
27. Pienso que existe una falta de comprensión acerca de las personas trans. | -.345 | -1.44 | 0.612 | .830 | 2.80 | 1.183 | |
28. Considero importante la investigación científica de cómo las personas trans son violentadas en la sociedad. |
-.362 | -1.55 | 0.671 | .889 | 2.75 | 1.267 | |
29. Considero importante que la universidad se ocupe más de incluir a las personas trans. |
-.323 | -1.56 | 0.831 | .885 | 2.82 | 1.249 | |
30. Cambiaría mis costumbres para contribuir a un mejor ambiente para las personas trans. |
-.208 | -1.42 | 0.714 | .777 | 2.73 | 1.162 | |
31. He investigado sobre el tema trans por interés propio. | .287 | -1.36 | 0.368 | .361 | 2.43 | 1.136 | |
32. Las y los estudiantes tienen que ser los primeros en promover políticas de identidad de género dentro de la universidad. |
-.151 | -1.30 | 0.471 | .632 | 2.65 | 1.073 | |
33. Hay mujeres trans a las que se les nota que nacieron hombres. | -.146 | -1.36 | 0.336 | .657 | 2.67 | 1.113 | |
34. Las personas que se dicen ser "no binarias" me parecen ridículas. | -.468 | -49 | 0.730 | .578 | 2.81 | 1.280 | |
35. Todas las personas tenemos que definirnos bien: eres hombre, o eres mujer. | -.339 | -1.58 | 0.709 | .705 | 2.77 | 1.278 | |
36. Podría llegar a establecer una relación sexo/afectiva con una persona trans.** | .143 | -1.67 | 0.330 | .172 | 2.35 | 1.304 |
Fuente: elaboración propia.
Nota: los valores de asimetría y curtosis basados en la submuestra 2 (n = 430).
** ítems eliminados.
El instrumento se agrupó en 3 factores, contrario al estudio de Chon et al. (2018) en el cual fueron 4 las dimensiones reportadas. El factor sensibilidad (12 ítems), basado en la sensibilización de Barrera Gaviria (2012), refiere a aquellas actitudes que se oponen a la indiferencia y reconocen la desigualdad de otro grupo distinto al que se pertenece disparando el principio de la justicia e inclusión tales como poseer las mismas oportunidades y derechos para acceder a la educación, vivienda, trabajo y salud. El factor convivencia e interacción (11 ítems) está definido por Chon et al. (2018, p. 315) como actitudes de “disposición a aceptar y compartir espacios con las personas transgénero, dentro y fuera de la universidad”.
Algunos de los ítems exploran sobre compartir espacios como los baños y aulas y recibir clases por parte de personas trans. El factor estigma cisexista (o creencias cisexistas) (9 ítems), basado en el estigma LGBT de Espinoza y Rodríguez (2020) y en la categoría de cisexismo (Serano, 2007; Radi y Sardá-Chandiramani, 2016, p. 4), hacen referencia a aquellas ideas erradas acerca de las personas trans fundadas en la patologización y el biologicismo, tales como la existencia de sólo dos sexos, reducir las vidas trans a procedimientos quirúrgicos, entre otros.
Cabe destacar que los factores propuestos no son concebidos de manera reduccionista ni simplista en cuanto al aspecto latente de cada dimensión. Por el contrario, consideramos que estos factores se tratan de aspectos complejos que integran algunos matices de otras dimensiones socio-actitudinales relacionadas con la inclusión de las personas trans. Así, los ítems que integran cada factor dan cuenta de este, o bien, matizan algún aspecto del mismo.
Respecto a la varianza explicada, en la Tabla 3 se pueden observar los porcentajes para cada modelo, donde la solución final (32 ítems), posee un valor alto (>10%) (Lloret-Segura et al., 2014, p. 1165). Con relación a la fiabilidad, se confirma que la solución final de la EATU es confiable. En la Tabla 3 se muestran valores aceptables (>.70) (Campo-Arias y Oviedo, 2008) obtenidos por coeficiente de alfa de Cronbach y omega de McDonald para la escala general y por factor.
Modelo | KMO | Varianza explicada |
Coeficientes de fiabilidad | |
---|---|---|---|---|
α de Cronbach |
Ω de McDonald |
|||
EATU (sin ítems 2, 12, 25, 36) | .979 | 69.62 | .976 | .975 |
Sensibilidad (ítems 3, 8, 13, 15, 22, 24, 27, 28, 29, 30, 31, 32) |
.949 | 64.52 | .936 | .938 |
Convivencia e interacción (ítems 1, 4,5, 7, 9, 10, 14, 18, 19, 20, 21 |
.977 | 84.60 | .984 | .984 |
Estigma cisexista (ítems 6, 11, 16, 17, 23, 26, 33, 34, 35) |
.915 | 52.56 | .906 | .906 |
Fuente: elaboración propia.
A partir de regresiones múltiples para el MEE se estimaron los índices de modificación, y con estos se fueron eliminando ítems hasta alcanzar los valores para los índices de ajuste de bondad expresados en la Tabla 4. Empleamos los cuatro modelos producidos por el AFE, una solución final para la escala general con 17 ítems y un modelo por cada factor: sensibilidad con 4 ítems, convivencia e interacción con 8 ítems y estigma cisexista con 5 ítems. Así, todos los modelos muestran valores altamente adecuados en la bondad de ajuste, con la excepción del factor sensibilidad en el CMIN/DF (4.02), el cual, si bien no es un valor alto, sí se considera aceptable (>5) (Ertas et al., 2022), y el valor de RMSEA (.084) que se considera ligeramente por arriba de lo aceptable (Valdés Cuervo et al., 2019, p. 79).
Modelo | Indicadores de ajuste de bondad | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
χ2* | GL | CMIN/DF | CFI | RMSEA | LO | HI | AIC | SRMR | |
EATU solución final |
345.43 | 116 | 2.97 | .96 | .068 | .060 | .076 | 419.43 | .05 |
Sensibilidad | 8.05 | 2 | 4.02 | .99 | .084 | .030 | .148 | 24.05 | .01 |
Convivencia e interacción |
53.16 | 20 | 2.65 | .99 | .062 | .042 | .083 | 85.16 | .01 |
Estigma cisexista |
14.53 | 5 | 2.90 | .98 | .067 | .028 | .108 | 34.53 | .02 |
Fuente: elaboración propia.
* p<.02
Como se ha ilustrado, al final se eliminaron los ítems 6, 8, 10, 15, 16, 19, 20, 24, 26, 28, 29, 30, 31, 32 y 34. Sin embargo, cada uno de los factores quedó compuesto por aquellos indicadores cuyo peso de regresión nos permitió sustentar su importancia, dados los valores y la variación en el Diagrama 1. La eliminación de estos ítems supone una reducción del instrumento; no obstante, también una mayor parsimonia del mismo.
Cabe señalar que algunos ítems eliminados pudieran ser redundantes o poco claros en su redacción con respecto al factor que miden, tales como el 8 y 10, que expresan convivencia con personas trans, o 6 y 19, que expresan la difusión de chistes sobre las personas trans, y 34 que indaga sobre la opinión acerca de las personas no binaries. En ese sentido, podría reconsiderarse cambiar su redacción para ser incluidos. La difusión de chistes sobre esta población generalmente expresa lenguaje violento, lo que contribuye a normalizar la violencia y discriminación sobre grupos marginados, o bien, algunas personas podrían ejercer otras formas de violencia bajo la noción de que no es algo tan severo (Goldstraw, 2023). Por otro lado, la no binariedad y el lenguaje no binarie son objeto de desdén y discusión por ser considerado algo ridículo e impronunciable por algunas personas (López, 2020). En ese sentido, los tópicos respecto a estos ítems, desde un punto de vista teórico, siguen advirtiendo su relevancia y potencialidad.
Los coeficientes estandarizados en el Diagrama 1 muestran que la covarianza entre la dimensión entre sensibilidad y convivencia es alta. Este resultado podría tener la lectura que cuando las personas cis conviven con personas trans pueden adquirir una mayor capacidad de percibir los malestares sociales que atraviesan estas últimas y mostrarse menos indiferentes. Sin embargo, se muestran cargas aceptables de manera recíproca entre el factor estigma cisexista y las demás dimensiones, lo que finalmente se traduce en un modelo con covarianza pertinente.
Por último, en la Tabla 5 se presenta un comparativo de los índices de KMO y varianza explicada entre la solución final de los modelos obtenidos de AFE y el AFC. Esto a fin de evidenciar la pertinencia de las escalas con las modificaciones realizadas en el MEE y la pérdida de la varianza total explicada, que podría suponerse tras la eliminación de los ítems. Cabe mencionar que se realizó análisis factorial en la submuestra 2 bajo los mismos parámetros establecidos al realizar el AFE en la submuestra 1. Los cambios observados de la solución final del MEE en comparación con la del AFE, en términos del índice KMO y varianza explicada, son mínimos y prevalecen valores aceptables, lo que reitera otra forma de validación sobre la EATU.
Modelo | Ítems | KMO | Varianza total explicada |
|||
---|---|---|---|---|---|---|
SbM1 | SbM2 | SbM1 | SbM2 | SbM1 | SbM2 | |
EATU | 32 | 17 | .979 | .959 | 69.62 | 66.65 |
Sensibilidad | 12 | 4 | .949 | .803 | 64.52 | 56.04 |
Convivencia e interacción |
11 | 8 | .977 | .963 | 84.60 | 81.23 |
Estigma cisexista |
9 | 5 | .915 | .816 | 52.56 | 46.08 |
Fuente: elaboración propia.
Nota: SbM = Submuestra. Cada SbM n = 430.
Conclusiones
Los datos discutidos evidencian que la solución final del instrumento alcanza los criterios de validez y fiabilidad para medir actitudes de inclusión hacia las personas trans, o bien, actitudes transincluyentes, concepto que introducimos para simplificar lingüísticamente la categoría de análisis en el discurso. Debido al enfoque del instrumento, este ha sido validado nuevamente con población universitaria por lo que se sugieren estudios en otros ámbitos de la sociedad, tales como salud, trabajo, justicia, entre otros, con la reserva de realizar las adecuaciones pertinentes que cada uno de éstos puedan precisar.
Consideramos que la aportación de este estudio de validación es ofrecer una herramienta de medición para aquellas personas interesadas en impulsar entornos más incluyentes para las personas trans, y que buscan desarrollar sus actitudes, ideas y opiniones hacia posicionamientos más progresivos en materia de inclusión. Como se ha señalado, los derechos civiles diferenciados de las personas se encuentran aún en desarrollo, y esto remite directamente con la función pública, tomadoras/es de decisiones y otros actores sociales. Asimismo, para aquellas personas e instituciones que ubican la diversidad como algo intrínseco y orgánico en la sociedad, por lo que buscan progresar las maneras en que se relacionan y socializan con personas diversas. En ese sentido, algunas intervenciones pedagógicas cuyo objetivo sea impulsar la sensibilización e inclusión de personas trans podrían verse beneficiadas de manera sustancial al utilizar la EATU como pre- y posevaluación.
La inclusión es un proceso por alcanzar a largo plazo que precisa de diferentes cambios en la vida social, tanto en lo público como en lo privado y no se restringe sólo a los cambios institucionales. En ese sentido, más allá de las actitudes, una transformación cultural en favor de la inclusión tiene que ver con imaginarios, reglamentos, prácticas, políticas, símbolos, entre otros. Así, consideramos que sería pertinente triangular la EATU con instrumentos que midan otras dimensiones de la inclusión de las personas trans.
Por otro lado, reconocemos que las actitudes transincluyentes no se acotan a las contenidas en el instrumento validado y que es la población trans la que enarbola la autoridad epistémica para delimitar cuáles serán aquellas actitudes e ideas que pronuncien la inclusión de estas. Las actitudes transincluyentes no son un hecho acabado, sino que, con el pasar de los años, posiblemente surjan actitudes de otro tipo, para lo que la EATU deberá integrar nuevos ajustes en todo caso.
En relación con las limitaciones de la validación, consideramos que el medir actitudes de transinclusión parte del supuesto de que éstas existen. No obstante, los estudios trans dan cuenta de cómo desde el surgimiento de la patologización de las personas trans a finales del siglo XIX y a lo largo del XX (Guerrero y Muñoz, 2018b), se han estructurado sistemáticamente una serie de prácticas, actitudes y saberes compartidos de manera transversal a nivel macro por las poblaciones cis, que oprimen y excluyen a las personas trans. Así, una limitación relevante subyace en el hecho de validar la EATU sobre un vacío de repertorios del ejercicio de la inclusión que reconocemos a priori que hay en la sociedad. Esto porque los antecedentes acerca de esfuerzos para subvertir el cisexismo y lograr derechos para las personas trans en México comienzan en los primeros años del siglo XXI (Vera, Vázquez y García, s.f.).
Asimismo, otros trabajos de validación indagaron sobre la religión profesada dentro del cuestionario de datos demográficos (Kanamori et al., 2017), encontrando matices relevantes dentro de sus análisis con relación a la variable religión. En el caso de nuestro estudio de validación, no se exploró sobre ese aspecto, en consecuencia, prevalece la limitante de observar de qué manera las ideas religiosas pudieran correlacionarse con actitudes de transinclusión. En ese sentido, sería pertinente incluir esta variable en otros estudios, a fin de producir nuevo análisis con relación a la inclusión de personas trans.