INTRODUCCIÓN
Dada su ubicación geográfica privilegiada Colombia posee diferentes pisos térmicos que van desde las montañas con nieves perpetuas hasta el nivel del mar, lo que hace posible la explotación de diferentes especies animales de interés económico para la producción de leche y carne. El país cuenta con 26 413 227 semovientes aproximadamente, los cuales están distribuidos en 600 578 predios, que en su mayoría pertenecen a razas cebuinas y en menor proporción a razas autóctonas de Colombia (ICA 2018). Actualmente, se tienen siete razas de bovinos criollos descendientes de los bovinos ibéricos traídos al nuevo mundo por los colonizadores españoles durante la conquista (Ocampo et al. 2017). Gran parte de las razas criollas colombianas están en riesgo de desaparecer por los cruces absorbentes hacia el cebú y el uso preferente de razas exóticas mejoradas (Martínez et al. 2012).
La raza bovina Casanareño se desarrolló en las sabanas inundables y el piedemonte llanero del oriente colombiano que se caracteriza por presentar pasturas de mala calidad, temperatura promedio superior a los 30 °C, y lluvias entre 2 000 y 4 000 mm anuales. Condiciones ambientales poco favorables que dieron lugar a un bovino de pequeño tamaño, capaz de sobrevivir y reproducirse en dicho medio (Sastre 2005). Pero por la gran capacidad de adaptación a estas condiciones poco favorables, la raza Casanareño se encuentran en riesgo de desaparecer; ya que se estima en menos de 500 semovientes el número de ejemplares puros con poblaciones que presentan alto parentesco y consanguinidad, lo que sitúa a la raza en situación de riesgo (FAO 2013). Un factor que ha influido en la reducción de ejemplares puros, se debe a que en muchos lugares de la región donde se originó la raza, los productores prefieren animales híbridos F1 Brahman (Bos indicus) x Casanareño (Bos Taurus), ya que esta cruza es de mayor tamaño y presenta mejores rendimientos en parámetros productivos y reproductivos (Salamanca 2006). Por otro lado, en otras zonas del departamento de Casanare varios productores prefieren mantener animales criollos puros en sus fincas, ya que las condiciones ambientales hacen casi imposible la supervivencia de animales cebuinos. Pero en la mayoría de las fincas no se llevan registros productivos ni reproductivos de los animales, por lo que es frecuente el apareamiento entre individuos emparentados, ya que los toros permanecen hasta ocho años, lo que se traduce en incremento en la consanguinidad de las poblaciones (Salamanca 2006).
En los últimos años, las razas criollas han ganado importancia en Colombia debido a la adaptabilidad, fertilidad y consumo de forrajes de baja calidad, en comparación con las razas introducidas que requirieren mayor inversión. Por lo que se ha creado conciencia en la conservación y documentación de los recursos zoogenéticos, lo que ha llevado a realizar estudios enfocados en caracterizar y documentar la diversidad genética y el componente productivo de las diferentes especies domésticas de interés económico (Ocampo et al. 2017). Varios estudios han utilizado los marcadores microsatélites para caracterizar la diversidad genética de diferentes especies y razas de ganado (Dixit et al. 2012, Souza et al. 2012, Pham et al. 2013, Ocampo et al. 2016, Gororo et al. 2018). Debido a que son altamente polimórficos, codominantes, distribuidos en todo el genoma, de neutra selección y altamente reproducibles (FAO 2011). Para conservar una especie o raza en riesgo de desaparecer debe considerarse la idea de conformar y mantener un núcleo de animales puros con el fin de preservar la diversidad de genes existentes, por lo que el objetivo del presente estudio fue determinar y evaluar la diversidad genética de seis poblaciones de la raza Casanareño usando 11 marcadores microsatélite para utilizar la información en programas de conservación.
MATERIALES Y MÉTODOS
Muestreo sanguíneo y genotipificación
Se seleccionaron 212 individuos no emparentados de la raza Casanareño de seis ganaderías (subpoblaciones): BB: el Bubuy (n = 62), CR: Canaguaro (n = 74), CY: Canaguay (n = 17), GA: El Garcero (n = 15), GU: Guadualito (n = 17) y MF: Mata Fresca (n = 27), correspondientes a seis localidades del departamento de Casanare, Colombia. A cada individuo se le extrajo una muestra de sangre de la vena coccígea en tubo vacutainer con EDTA como anticoagulante, utilizando el protocolo descrito por la ISAG (FAO 2011). Adicionalmente, y como elemento de comparación, se incluyeron 24 individuos de la raza Brahman (CB) previamente genotipados y no emparentados. A cada muestra de sangre se le realizó la extracción de ADN a través de un kit comercial (MOBIO, Catalogo 12000-100), una vez extraído se determinó la pureza y concentración por espectrofotometría (NanoDrop 2000, Thermo Scientific, Wilmington).
Un panel de 11 marcadores microsatélites recomendados por la ISAG-FAO (2011) para estudios de diversidad genética en bovinos fue amplificado por PCR (Tabla 1). Cada cebador en su secuencia reverse fue marcado con fluorocromos (Applied Biosystems) en su extremo 5’. La mezcla de reacción de PCR se ajustó a un volumen de 10 μl que contenía: Buffer PCR 1X, 0.2 μM de cada cebador, 0.2 mM de cada DNTP, 1.5 mM de MgCl2, 1.85 U de Taq polimerasa Hot Start (ABM), 1 μl de ADN (~120 ng) y agua desionizada para ajustar el volumen final.
Microsatélite | Cromosoma | Secuencia del Primer (5’-3’) | Rango |
BM 2113 | 2 | F: GCTGCCTTCTACCAAATACCC | |
R: CTTCCTGAGAGAAGCAACACC | 122-156 | ||
TGLA 53 | 16 | F: GCTTTCAGAAATAGTTTGCATTCA | |
R: ATCTTCACATGATATTACAGCAGA | 143- 191 | ||
ETH 10 | 5 | F: GTTCAGGACTGGCCCTGCTAACA | |
R: CCTCCAGCCCACTTTCTCTTCTC | 207-231 | ||
SPS 115 | 15 | F: AAAGTGACACAACAGCTTCTCCAG | |
R: AACGAGTGTCCTAGTTTGGCTGTG | 234-258 | ||
ETH 3 | 19 | F: GAACCTGCCTCTCCTGCATTGG | |
R: GTGAGTCCCATAGAGCATAAGCTC | 103-133 | ||
INRA 023 | 3 | F: GATCTTTGTTTCAATCTATTCCAATTTC | |
R: ACTCTGCCTGTGGCCAAGTAGG | 195-225 | ||
TGLA 126 | 20 | F: CTAATTTAGAATGAGAGAGGCTTCT | |
R: TTGGTCTCTATTCTCTGAATATTCC | 114-130 | ||
TGLA 122 | 21 | F: CCCTCCTCCAGGTAAATCAGC | |
R: AATCACATGGCAAATAAGTACATAC | 135-183 | ||
BM 1818 | 23 | F: AGCTGGGAATATAACCAAAGG | |
R: AGTGCTTTCAAGGTCCATGC | 248-278 | ||
ETH 225 | 9 | F: GATCACCTTGCCACTATTTCCT | |
R: ACATGACAGCCAGCTGCTACT | 130-158 | ||
BM 1824 | 1 | F: GAGCAAGGTGTTTTTCCAATC | |
R: CATTCTCCAACTGCTTCCTTG | 176-212 |
Se utilizó un termociclador PTC 100 (MJ Research Inc., Waltham) para amplificar los microsatélites a través de PCR. El perfil térmico usado fue el siguiente: 95°C durante 5 minutos para desnaturalización inicial, seguido de 35 ciclos a 95°C por 1.15 minutos, 55°C a 45 segundos y 72°C durante 1 minuto. La extensión final fue a 72°C durante 10 minutos.
Se analizaron por electroforesis capilar los productos de amplificación generados de la PCR a través de un secuenciador ABI 310 (Applied Biosystems). El marcador interno LIZ 500 (Applied Biosystems) se utilizó para realizar los análisis y el software GENEMAPPER 4.1 (Applied Biosystems) para estimar el tamaño de los alelos en las 212 muestras analizadas.
Análisis estadístico
A cada loci le fueron estimadas las frecuencias alélicas, el número observado (An) y efectivo (Ae) de alelos, las heterocigocidades observadas (Ho) y esperadas (He) para cada microsatélite con el programa GenAIEx 6.5 (Peakall y Smouse 2012). Se estimó con el software Excel Microsatellite Toolkit V 3.1.1 (Park 2008) el Contenido de Información Polimórfica (PIC) a cada microsatélite analizado. A las subpoblaciones de Casanareño se le estimaron las pruebas de equilibrio de Hardy Weinberg (HW) y de déficit de heterocigotos con simulaciones de Montecarlo vía cadenas de Markov con el software Genepop 4.2 (Rousset 2008).
La estructura de las poblaciones se analizaron con los estadísticos F de Wright (F IS , F ST y F IT ) utilizando la metodología propuesta por Weir y Cockerham (1984) con el programa Fstat 2.9.3.2 (Goudet 2002) y el análisis molecular de varianza AMOVA con el programa Arlequin 3.5.2.2 (Excoffier y Lischer 2015). El tamaño efectivo poblacional (Ne) para cada una de las subpoblaciones se calculó con el desequilibrio de ligamiento con el programa Neestimator (Peel et al. 2004).
Para determinar el grado de diferenciación genética entre las subpoblaciones y la introgresión de razas cebuinas en cada una de ellas se utilizaron dos metodologías. Primero, la matriz de coeficientes de diferenciación F ST y la distancia genética de Nei con el programa genAIEx 6.5 para determinar las diferencias genéticas en las seis subpoblaciones analizadas. A partir de los coeficientes de diferenciación F ST determinados con el software MEGA 6.0 (Tamura et al. 2013) se construyó un árbol filogenético utilizando el algoritmo UPGMA (Unweighted Pair Group Method using Arithmetic averages). Con la segunda metodología se estimó la estructura poblacional y la introgresión de ganado cebú con el modelo de agrupación Bayesiano del programa STRUCTURE (Pritchard et al. 2000), que utiliza genotipos de múltiples loci para asignar a los individuos de las poblaciones proporciones de mezcla individual, además de deducir el número de poblaciones parentales (K) para una muestra dada. También se realizó un análisis de mezcla con frecuencias alélicas correlacionadas (Pritchard et al. 2000, Ciani et al. 2013, Zuccaro et al. 2008).
Se realizaron siete corridas independientes para cada K (1 ≤ K ≤ 7) con el fin de obtener un valor de K representativo. Se adoptó un periodo de burn-in de 200 000 generaciones seguido por 1 000 000 de interacciones MCMC (Markov Chain Monte Carlo). El número más probable de agrupaciones o K (poblaciones o razas) presentes en los datos se calculó de acuerdo al algoritmo ΔK propuesto por Evanno et al. (2005).
RESULTADOS
Variabilidad genética en la población general
Para los 212 bovinos Casanareños genotipados se encontraron 156 alelos en total para los 11 loci microsatélite. El número observado de alelos osciló entre 10 (loci ETH 10 y SPS 115) a 23 (locus TGLA 122). El número promedio de alelos/locus encontrado fue de 14.2, lo cual indica que la población de bovinos Casanareños en Colombia presenta alta variabilidad genética. El resumen de las medidas de variabilidad genética calculadas para cada marcador analizado en la población de bovinos Casanareños se presenta en la Tabla 2.
La He varió entre 0.714 y 0.827 (locus SPS 115 y BM 2113, respectivamente) con promedio de 0.784 para la población de bovinos en general, en tanto la Ho varió entre 0.900 y 0.578 (locus BM 2113 y TGLA 53), con promedio de 0.739 para los 11 microsatélites analizados en la población. El contenido de información polimórfica (PIC) promedio para los 11 loci microsatélite analizados fue de 0.742. Todos los loci presentaron PIC superior a 0.5 lo que indica que fueron altamente polimórficos. La estructura de la población evaluada por los estadísticos de Wright mostró que el valor FIS promedio fue de 0.059. Varios marcadores como TGLA 53, SPS 115 y TGLA 126 presentaron valores de FIS superiores a 0.1 lo que indica exceso de individuos homocigotos para dichos marcadores en la población.
LOCUS | An | Ea | Ho | He | PIC | FIS | FIT | FST |
BM 2113 | 12 | 6.182 | 0.900 | 0.827 | 0.807 | -0.089 | -0.038 | 0.047 |
TGLA 53 | 18 | 4.923 | 0.578 | 0.789 | 0.769 | 0.268 | 0.302 | 0.046 |
ETH 10 | 10 | 5.462 | 0.782 | 0.810 | 0.787 | 0.035 | 0.072 | 0.039 |
SPS 115 | 10 | 3.753 | 0.640 | 0.714 | 0.682 | 0.104 | 0.134 | 0.033 |
ETH 3 | 12 | 4.328 | 0.710 | 0.761 | 0.731 | 0.067 | 0.098 | 0.033 |
INRA 023 | 15 | 4.952 | 0.752 | 0.791 | 0.770 | 0.049 | 0.076 | 0.028 |
TGLA 126 | 13 | 5.144 | 0.710 | 0.792 | 0.766 | 0.103 | 0.145 | 0.047 |
TGLA 122 | 23 | 5.363 | 0.804 | 0.800 | 0.774 | -0.005 | 0.035 | 0.040 |
BM 1818 | 11 | 4.036 | 0.716 | 0.738 | 0.709 | 0.030 | 0.093 | 0.065 |
ETH 225 | 14 | 5.470 | 0.750 | 0.808 | 0.783 | 0.071 | 0.152 | 0.087 |
BM 1824 | 18 | 5.236 | 0.789 | 0.798 | 0.770 | 0.011 | 0.120 | 0.110 |
Promedio | 14.2 | 4.986 | 0.739 | 0.784 | 0.742 | 0.059 | 0.108 | 0.052 |
El estadístico de Wright F IT , que mide la pérdida de heterocigocidad del individuo con respecto al total de la población presentó un valor de 0.108, lo que indica un déficit de individuos heterocigotos del 10.8% en la población de bovinos Casanareños colombianos.
Variabilidad genética entre las subpoblaciones
Para las subpoblaciones de bovinos casanareños se encontró un promedio de 8.94 alelos/locus, siendo BB la subpoblación donde se encontró el mayor número de alelos/locus (10.727) y CY la subpoblación donde se encontró el menor (7.0 alelos/locus). En la Tabla 3 se presenta un resumen de varias medidas de variabilidad genética analizadas en cada una de las subpoblaciones.
Pob | N | An | Ea | Ho | He | FIS | Ne* |
BB | 62 | 10.727 | 5.639 | 0.722 | 0.811 | 0.118 | 36.7 (30.1-45.5) |
CR | 74 | 10.455 | 5.285 | 0.760 | 0.802 | 0.059 | 60.1 (47.8-78.1) |
CY | 17 | 7.000 | 4.602 | 0.690 | 0.771 | 0.136 | 12.7 (9.0-19.1) |
GA | 15 | 8.091 | 4.741 | 0.734 | 0.777 | 0.094 | 41.9 (37.1-46.6) |
GU | 17 | 7.091 | 4.189 | 0.742 | 0.753 | 0.046 | 118.4 (112.2-125.1) |
MF | 27 | 10.273 | 5.461 | 0.788 | 0.793 | 0.027 | 20.7 (15.4-29.1) |
* Los números entre paréntesis corresponden al intervalo de confianza al 95%.
La menor Ho se observó en la población de CY (0.690) y la mayor en MF (0.788). Mientras que la He más baja la presentó la población de GU (0.753) y la más alta en el BB (0.811). La Ho y la He no presentaron amplias diferencias entre las poblaciones, siendo la población del BB la que presentó la mayor diferencia y MF la menor. En términos generales, todas las subpoblaciones presentaron alta diversidad genética para cada uno de los loci analizados. Se realizaron un total de 66 pruebas de equilibrio de HW en todas las subpoblaciones para cada uno de los 11 microsatélites analizados (Tabla 4), de las cuales 20 presentaron desvíos significativos (p < 0.05), lo cual se podría atribuir al déficit de individuos heterocigotos encontrado en las subpoblaciones de BB, CN, CY y GA (p < 0.05).
Pob | BM 2113 | TGLA 53 | ETH 10 | SPS 115 | ETH 3 | INRA 023 | TGLA 126 | TGLA 122 | BM 1818 | ETH 225 | BM 1824 |
BB | 0.289 | 0.002* | 0.774 | 0.002* | 0.001* | 0.196 | 0.000* | 0.000* | 0.494 | 0.000* | 0.000* |
CR | 0.676 | 0.004* | 0.336 | 0.000* | 0.425 | 0.775 | 0.031* | 0.966 | 0.000* | 0.000* | 0.397 |
CY | 0.883 | 0.002* | 0.706 | 0.092 | 0.203 | 0.751 | 0.002* | 0.706 | 0.000* | 0.295 | 0.178 |
GA | 0.340 | 0.260 | 0.147 | 0.133 | 0.846 | 0.164 | 0.799 | 0.155 | 0.955 | 0.330 | 0.650 |
GU | 0.648 | 0.003* | 0.230 | 0.856 | 0.410 | 0.598 | 0.816 | 0.861 | 0.102 | 0.848 | 0.754 |
MF | 0.972 | 0.002* | 0.000* | 0.073 | 0.001* | 0.950 | 0.056 | 0.001* | 0.265 | 0.269 | 0.068 |
* Desvió significativo del equilibrio de Hardy Weinberg (p < 0.05).
El Ne estimado para cada una de las subpoblaciones de Casanareño varió de 118.4 individuos para GU a 12.7 individuos para CY. Es de resaltar que las subpoblaciones de BB, CY, GA y MF presentaron tamaños efectivos poblaciones inferiores a 50 individuos. Por otro lado, el análisis molecular de varianza (AMOVA) reveló que la mayor parte de la varianza genética en la población de bovinos casanareños podría explicarse por la variabilidad dentro del individuo (84%) y la menor parte (4%) a diferencias entre las distintas subpoblaciones (Tabla 5).
Fuente de variación | GL | Suma de cuadrados | Cuadrado medio | Variación estándar | % |
Entre poblaciones | 5 | 83.454 | 16.691 | 0.180 | 4% |
Entre Individuos | 206 | 1047.138 | 5.083 | 0.578 | 12% |
Dentro individuos | 212 | 832.500 | 3.927 | 3.927 | 84% |
Total | 423 | 1963.092 | 4.685 | 100% |
Para determinar y analizar la diferenciación genética entre las seis subpoblaciones de bovinos criollos Casanareño y la raza CB, se calculó la matriz de coeficientes de diferenciación genética F ST y la distancia genética de Nei (Tabla 6), además del árbol filogenético elaborado con los coeficientes de diferenciación genética F ST (Figura 1). Se observa que las subpoblaciones del BB, MF, GA y CY se encuentran agrupadas en el mismo nodo y además están separadas del grupo conformado por las subpoblaciones de CR, GU y la raza CB, lo cual podría indicar que estas últimas poblaciones comparten alelos con Cebú, debido posiblemente al mestizaje.
BB | CR | CY | GA | GU | MF | CB | |
---|---|---|---|---|---|---|---|
BB | - | 0.257 | 0.296 | 0.208 | 0.359 | 0.140 | 0.398 |
CR | 0.025 | - | 0.396 | 0.332 | 0.090 | 0.217 | 0.229 |
CY | 0.033 | 0.042 | - | 0.317 | 0.394 | 0.278 | 0.334 |
GA | 0.024 | 0.035 | 0.038 | - | 0.377 | 0.254 | 0.438 |
GU | 0.040 | 0.013 | 0.047 | 0.044 | - | 0.281 | 0.250 |
MF | 0.016 | 0.024 | 0.033 | 0.030 | 0.034 | - | 0.311 |
CB | 0.043 | 0.028 | 0.041 | 0.050 | 0.033 | 0.037 | - |
El análisis de la estructura poblacional con el programa STRUCTURE y el número de clúster esperados (K) osciló entre uno y siete. Como se muestra en la Figura 2 para un valor de K = 2, se observa una clara diferenciación de dos clústeres homogéneos en los cuales se puede observar un clúster compuesto por varios animales de las poblaciones de CR y GU que presentaron introgresión genética cebuina en su genoma y la proximidad de estas dos subpoblaciones con la raza CB. De acuerdo con el algoritmo propuesto por Evanno y colaboradores K = 2 fue el número más probable de poblaciones ancestrales que explican la variabilidad genética observada en la raza criolla Casanareño (Figura 3).
DISCUSIÓN
Todos los loci determinados presentaron alto polimorfismo de acuerdo con las recomendaciones dadas por la ISAG/FAO (2011) sobre el número mínimo de alelos para estudios de diversidad genética con este panel de marcadores. El número promedio de alelos/locus encontrados de 14.2 alelos/locus para la población de bovinos, valor que es superior a los 12.5 alelos/locus reportados por Pham et al. (2013) para una población de 410 individuos (siete poblaciones) en Vietnam utilizando 27 marcadores microsatélites y similar a los 14.2 alelos/locus reportados por Martínez et al. (2012) en 137 individuos de la raza criolla Blanco Orejinegro de poblaciones comerciales con 12 microsatélites, lo que sugiere que el panel utilizado es polimórfico e informativo para el estudio de la variabilidad y diversidad en la población de bovinos Casanareños estudiados en el presente trabajo.
Se observó que la Ho fue menor que la He, con excepción de los loci BM 2113 y TGLA 122 donde fue mayor. Resultados similares fueron reportados por Martínez et al. (2012), Pham et al. (2013) y Gororo et al. (2018) en bovinos criollos de Colombia, Vietnam y Zimbabwe, respectivamente. Por otro lado, los altos valores de PIC y número promedio de alelos/locus demuestran que el panel de 11 microsatélites utilizados es apropiado para realizar estudios de diversidad y mapeo genético en bovinos colombianos (Kayang et al. 2002). Cada una de las subpoblaciones evaluadas presentó un alto número de alelos/marcador en promedio. En la subpoblación BB se encontró el mayor número de alelos (10.727 alelos/locus), valor superior a los 7.52 alelos/locus encontrados por Acosta et al. (2013) en bovinos criollos, a los 6.47 alelos/locus encontrados por Sanarana et al. (2016) en bovinos criollos Nguni Surafricanos y a los 5.167 alelos/locus encontrados por Gororo et al. (2018) en bovinos criollos de Zimbabwe. Lo que confirma la alta variabilidad genética encontrada en la raza Casanareño.
El análisis molecular de varianza (AMOVA) reveló que de la variabilidad genética total observada en la raza criolla Casanareño el 4% corresponde a diferencias genéticas entre las distintas subpoblaciones analizadas. Resultados similares fueron reportados por Villalobos et al. (2010), Martinez et al. (2012), Pham et al. (2013), Sanarana et al. (2016) y Gororo et al. (2018) quienes reportaron en sus estudios proporciones de varianza molecular explicada por diferencias entre poblaciones entre el 3 y 9%. Con respecto a los desvíos significativos en las pruebas de equilibrio de HW, los altos valores de promedio de F IS y el déficit de heterocigotos encontrado en las subpoblaciones BB, CR, CY y GU pueden ser el resultado de varios factores como la endogamia y la selección (Álvarez et al. 2012). No obstante, la causa principal podría atribuirse a la alta consanguinidad, lo que se debe a que en la mayoría de las ganaderías colombianas no se llevan registros ni controles en el cruzamiento de los animales, por lo que es frecuente el cruce de animales emparentados lo que conlleva a la disminución de individuos heterocigotos en las poblaciones (Bernardes et al. 2016). Por otro lado, es frecuente que en gran parte de las ganaderías del país se utilicen uno o dos sementales durante muchos años para aparear con todas las hembras del hato lo que contribuye a la reducción del número de individuos heterocigotos de la población, lo cual se pudo evidenciar con los altos valores de FIS encontrados (Tolone et al. 2012).
El grado de diferenciación genética evaluado por el coeficiente FST agrupó bajo el mismo clúster en el árbol filogenético las subpoblaciones BB, MF, GA y CY lo que podría reflejar el origen común de dichas poblaciones. Mientras que las subpoblaciones CR, GU están agrupadas en el mismo clúster junto con la raza CB, lo que podría indicar introgresión genética cebuina en estas subpoblaciones de Casanareño. En el análisis bayesiano con el programa STRUCTURE se asumió que K = 2 es el número más probable de poblaciones ancestrales que explican la diversidad y estructura genética de las poblaciones (Evanno et al. 2005). Como se observa en la Figura 2 se aprecia una clara separación de las poblaciones de Casanareño evaluadas lo que demuestra la introgresión y mezcla con cebú en algunas de ellas.
La primera población ancestral estaría conformada por los bovinos introducidos a Colombia hace 500 años aproximadamente durante la conquista y colonización del continente americano, de los cuales derivan las actuales poblaciones de Casanareño. Por otro lado, la segunda población ancestral podría estar conformada por las razas cebuinas que fueron introducidas al país con el propósito de ser la base de la producción ganadera nacional, para realizar cruzamientos y absorción de los bovinos criollos colombianos. Lo que podría explicar el alto mestizaje observado en gran parte de los individuos en las poblaciones de CR y GU, lo cual concuerda con los datos históricos recopilados en los lugares donde se tomaron muestras de estos animales, con presencia de machos Brahman o sus híbridos en las ganaderías. Con la introducción de Bos indicus o ganado Cebú en la región de Casanare hacia el año 1950, se comenzaron a cruzar las dos razas y los animales F1 presentaron mejores rendimientos productivos y reproductivos al de sus progenitores por efecto del vigor híbrido (Salamanca 2006). A pesar de la gran capacidad de adaptación y rusticidad de la raza criolla Casanare el cruce de machos Brahman con hembras criollas fueron mal interpretados de tal forma que se le atribuyó todo el valor al Bos indicus desconociendo el aporte genético del Casanareño. Es por ello que se generalizó la práctica de utilizar toros Cebú permanentemente en varias ganaderías de tal forma que en la actualidad la raza Casanare y otras razas criollas colombianas están a punto de desaparecer como consecuencia de los cruces absorbentes sucesivos hacia el cebú (Ocampo et al. 2020). Para las subpoblaciones del BB, CY, GA y MF la introgresión de la raza CB fue menos perceptible y casi nula para los animales del BB y GA, lo cual es consistente con la historia de un manejo de cría más sistemático y segregado como una raza taurina.
Respecto al tamaño efectivo poblacional estimado para cada una de las subpoblaciones la mayoría fueron inferiores a 50 individuos con excepción de las subpoblaciones de GU y CR. Pero hay que tener en cuenta la historia de manejo cerrado entre las subpoblaciones estudiadas, a pesar de la introgresión de ganado cebú, lo que pudo haber favorecido la reducción del tamaño efectivo en estos hatos. Teniendo en cuenta que el tamaño efectivo poblacional sugerido por la FAO (2013) es de 50 individuos y a lo reportado por Meuwissen (1999) quien concluyo que debido a la mutación y la deriva genética el Ne crítico debería estar entre 50 y 100 animales. Por lo que el tamaño efectivo poblacional encontrado en el presente estudio para las poblaciones del BB, CY, MF y GA es bajo, lo que representa una situación desfavorable para la población de bovinos Casanareño, ya que la heterocigosidad o diversidad genética presente en cada generación decrece a una tasa acelerada en poblaciones con Ne menor que 100 y que el incremento en homocigosis como consecuencia de un Ne reducido resulta en la pérdida de habilidad adaptativa, depresión endogámica y por último la extinción (Henson 1992).
Con el fin de preservar la raza para el futuro se debe crear un núcleo de conservación tanto in vivo como in vitro de la raza Casanareño por medio del sistema de bancos de germoplasma de la nación Colombia, como se hizo para las razas criollas colombianas Blanco Orejinegro, Romosinuano, Costeño con Cuernos, San Martinero y Hartón del Valle. Para conservar y multiplicar individuos puros de la raza Casanareño representantes de las subpoblaciones de BB, CY, GA y MF con esquemas de apareamiento definidos, evitando la introgresión de razas bovinas foráneas en dichos núcleo de conservación.
CONCLUSIONES
Las seis subpoblaciones de Casanareño analizadas presentaron alta variabilidad genética en los 11 marcadores microsatélites evaluados dado que ninguno fue monomórfico, presentaron elevado número de alelos y alto contenido de información polimórfico. Cuatro de las seis subpoblaciones de bovinos Casanareños evaluados presentaron un déficit generalizado de individuos heterocigotos y reducidos tamaños efectivos poblacionales, lo cual puede atribuirse a la alta consanguinidad debida a la falta de controles y registro en el apareamiento de los animales. Para proteger de forma eficaz a la raza criolla colombiana Casanareño, la diversidad genética de las poblaciones del Bubuy, Canaguay, El Garcero y Mata Fresca deben ser tenidas en cuenta en planes de conservación de los recursos genéticos por la escasa o nula introgresión de razas foráneas en sus animales. Se recomienda continuar con el monitoreo de parámetros relacionados con la diversidad genética de la raza bovina Casanareño utilizando marcadores genéticos más informativos como los array de SNPs de media y alta densidad.