Introducción
El Síndrome Reproductivo y Respiratorio Porcino (PRRS) es una de las enfermedades infecciosas más relevantes en la industria porcina. Los brotes ocasionan pérdidas económicas en 10% de la producción anual de lechones y se considera una pérdida de US $239 a $300 por cerda por año en EUA, Alemania, Holanda y México (López-Heydeck et al. 2015). Este virus se caracteriza por fiebre alta, dificultad respiratoria y alta mortalidad en cerdos de todas las edades y en los últimos años ha afectado gravemente la industria porcina de todo el mundo (Do et al. 2020). La infección por PRRS se puede dividir en tres etapas: 1) infección aguda caracterizada por infección sistémica centrada en los tejidos pulmonares y linfoides, viremia y seroconversión; 2) infección crónica persistente caracterizada por la disminución de los títulos de anticuerpos y la reducción de los niveles de replicación del virus en los tejidos linfoides; y 3) eliminación de virus infecciosos por mecanismos inmunes (Risser et al. 2021). La rápida difusión del PRRS en la mayoría de los países productores de cerdos, al igual que las pérdidas económicas ocasionadas a la industria porcina, han contribuido al desarrollo de numerosas herramientas y técnicas para el diagnóstico, la prevención y el control, en especial mediante el desarrollo de vacunas eficaces para la enfermedad (Renukaradhyaa et al. 2015).
El control del PRRS es un proceso complejo dados los múltiples factores que implica. Esto hace que su vigilancia sea más difícil e incluya muchos más factores a considerar que otras enfermedades (Gómez et al. 2021). Cuando se repara en los casos de éxito y fracaso en el control de esta enfermedad a nivel de granja o unidad de producción, se observa que una de las medidas principales para controlar un brote de PRRS es la bioseguridad (tanto interna como externa). También hay otros factores de prevención que se llevan a cabo tales como: control de la estructura censal de la granja, programas vacunales (la vacunación de madres y lechones en sabana), planificación del flujo de animales interno y externo de la granja, el control en la reposición del pie de cría y pruebas periódicas de serología a los animales (Cotaquispe et al. 2022). Sin embargo, la gran capacidad del virus para evadir el sistema inmune ha impedido alcanzar resultados totalmente satisfactorios (Castillo et al. 2021), por lo que los anticuerpos en animales infectados con PRRS no tienen un papel protector y solo sirven para señalar que un animal estuvo en contacto con el virus.
Para reducir el impacto de PRRS sobre la producción, se han buscado otras opciones que refuercen el sistema inmune de los cerdos afectados. Así, el uso de ácidos grasos omega 3, específica mente el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), en la alimentación de la cerda gestante y lactante influyen en una mejor viabilidad y supervivencia de los lechones al nacimiento (Smits et al. 2013). La adición del 1% de aceite de pescado permite aumentar los niveles de estos ácidos grasos en los tejidos fetales, principalmente en el cerebro, lo que produce mayor vitalidad y una menor mortalidad de los lechones en el pre- destete (10.2 vs 11.7%) (Rooke et al. 2001). Algunas investigaciones encontraron que al adicionar fuentes naturales con alto contenido de ácidos grasos poliinsaturados (AGPI), principalmente ácidos grasos omega 3 (Ω3FA) en el alimento para cerdas en gestación durante la primera semana de lactancia, se aumentaron sustancialmente los niveles de estos ácidos grasos en el calostro y en la leche (Fritsche et al. 1993, Rooke et al. 1998); en consecuencia, se incrementó también en los tejidos de los lechones recién nacidos y en las células inmunes de los cerdos lactantes. Aunado a esto, Leonard et al. (2010) encontraron que la suplementación de extracto de algas marinas en cerdas, desde el día 109 de gestación hasta el destete, aumentó las concentraciones de inmunogamaglobulinas G (IgG) calostral y la concentración circulantes e inmunogamaglobulinas A y G en los lechones lactantes. Por su parte, Feyera (2018) obtuvo mayor tamaño de la camada al nacimiento (12.8 vs 11.1) en cerdas de tres a siete partos que consumieron 0.3% de aceite de pescado en el alimento durante el periodo de lactancia, y de un 0.6% en el alimento de la gestación siguiente hasta 4 semanas después de la cubrición; mientras que Tanghe y De Smet (2013) reportaron que la progenie de cerdas que consumieron ácidos grasos omega 3 durante la gestación y la lactancia en dos partos seguidos, tuvieron cierta ventaja en la fase de engorda, obteniendo mejor peso al mercado que un grupo testigo.
Los extractos de plantas son de interés potencial debido a su acción antiviral (Sökmen et al. 2004), antimicrobiano (Baydar et al. 2004), antioxidante (Alvis et al. 2012), antiinflamatorio, entre otros efectos biológicos (Lee et al. 2004). Esto abre la posibilidad del uso de EP como sustitutos de los antibióticos en la dieta, a fin de obtener mejoras en el rendimiento y en la salud de los animales (Pettigrew et al. 2006, Stein et al. 2006). El DHA, al igual que la oleorresina de cúrcuma y el capsicum, además de funcionar como fuentes de energía, juegan un papel importante en el mantenimiento estructural de la membrana celular, como resultado de sus efectos antimicrobianos, antiinflamatorios y como moléculas de señalización (Kim et al. 2010). Así mismo, estos compuestos actúan como precursores en la síntesis de eicosanoides y otros mediadores en las diferentes fases de crecimiento del cerdo, por lo anterior, el objetivo del presente trabajo fue evaluar el efecto de la adición de ácido docosahexaenoico (DHA) y oleorresina de cúrcuma y capsicum (EP) en la dieta de cerdas reproductoras afectadas con Síndrome Respiratorio y Reproductivo del Cerdo (PRRS) sobre su desempeño productivo, de salud y en su progenie.
Materiales y métodos
Localización
Las pruebas de campo se llevaron a cabo en la Empresa Porcicola Prodasinco, en la granja comercial El Platanar, ubicada en la localidad de Buena Vista, municipio de Emiliano Zapata, en el centro del estado de Veracruz, localizada a 19° 4’ de latitud norte y 96° 55’ de longitud oeste. El clima es subhúmedo, con lluvias en verano, con índice de humedad promedio de 43.2%, y temperatura anual promedio de 25.2 °C (INAFED 2022).
Animales y manejo
Una población de 48 vientres de pie de cría de una línea de cerdos producto de un cruzamiento Landrace x Large White fueron inseminadas de forma tradicional y llevadas a la sala de gestación, donde estuvieron durante 114 días en jaulas de gestación de 0.60 m de ancho por 2.30 m de largo. Un día antes de la fecha esperada de parto, se enviaron a la sala de partos, donde permanecieron los 21 días de lactancia en jaulas elevadas de 1.60 m de ancho por 2.30 m de largo.
Diseño experimental y dietas
Las dietas utilizadas en la alimentación de las cerdas se elaboraron en la planta de alimentos de la granja. Se usaron dos fases productivas (gestación y lactancia) con distintas dietas (Tabla 1). El alimento de gestación se suministró 20 días antes de la inseminación y durante toda la gestación y los días abiertos; el alimento de lactancia se proporcionó los 21 días que duró esta fase.
Gestación | Lactación | |||||||
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Ingredientes | Testigo | DHA | EP | DHA+EP | Testigo | DHA | EP | DHA+EP |
Grano de sorgo | 26.38 | 26.38 | 26.38 | 26.38 | 65.31 | 65.31 | 65.31 | 65.31 |
Pasta de soya | 26.50 | 26.50 | 26.50 | 26.50 | 8.50 | 8.50 | 8.50 | 8.50 |
Grano de maíz | 26.38 | 26.38 | 26.38 | 26.38 | 8.31 | 8.31 | 8.31 | 8.31 |
Salvado de trigo | 12.90 | 12.90 | 12.90 | 12.90 | 7.00 | 7.00 | 7.00 | 7.00 |
Cascara de soya | -- | -- | -- | -- | 6.50 | 6.50 | 6.50 | 6.50 |
Base de Lactancia perfecto XP | 3.50 | 3.50 | 3.50 | 3.50 | 3.50 | 3.50 | 3.50 | 3.50 |
Aceite vegetal | 3.90 | 3.90 | 3.90 | 3.90 | 0.60 | 0.60 | 0.60 | 0.60 |
Bicarbonato de sodio | 0.21 | 0.21 | 0.21 | 0.21 | 0.10 | 0.10 | 0.10 | 0.10 |
Detoxa plus | 0.10 | 0.10 | 0.10 | 0.10 | 0.10 | 0.10 | 0.10 | 0.10 |
Algadeitte | 0.08 | 0.08 | 0.08 | 0.08 | 0.08 | 0.08 | 0.08 | 0.08 |
DHA | -- | 0.30 | -- | -- | -- | 0.30 | -- | -- |
EP | -- | -- | 0.20 | -- | -- | -- | 0.20 | -- |
DHA+EP | -- | -- | -- | 0.30+0.20 | -- | -- | -- | 0.30+0.20 |
Análisis de nutrientes, % | ||||||||
Kcal EM | 3.41 | 3.41 | 3.41 | 3.41 | 3.15 | 3.15 | 3.15 | 3.15 |
Humedad | 12.12 | 12.12 | 12.12 | 12.12 | 12.17 | 12.17 | 12.17 | 12.17 |
Proteína cruda | 19.10 | 19.10 | 19.10 | 19.10 | 11.99 | 11.99 | 11.99 | 11.99 |
Grasa cruda | 6.37 | 6.37 | 6.37 | 6.37 | 3.31 | 3.31 | 3.31 | 3.31 |
Cenizas | 5.81 | 5.81 | 5.81 | 5.81 | 4.87 | 4.87 | 4.87 | 4.87 |
Fibra cruda | 3.28 | 3.28 | 3.28 | 3.28 | 5.08 | 5.08 | 5.08 | 5.08 |
Fosfato total | 0.58 | 0.58 | 0.58 | 0.58 | 0.48 | 0.48 | 0.48 | 0.48 |
Calcio | 0.83 | 0.83 | 0.83 | 0.83 | 0.76 | 0.76 | 0.76 | 0.76 |
El diseño experimental fue completamente al azar con cuatro tratamientos. Se usaron 12 cerdas por tratamiento y la cerda y su camada se consideraron como la unidad experimental. Los tratamientos probados fueron: 1 (testigo): recibió solo el alimento de gestación elaborado en la granja, 2: el alimento de gestación + 300 g/t de DHA (DH Nature, Archer Daniels Midland, ADM), 3: el mismo alimento de gestación + 200 g/t de EP (X-Tract Nature, Pancosma), y 4: el alimento de gestación + 300 g/t de DHA + 200 g/t de EP.
Para el segundo parto, se usaron las mismas cerdas que en el primer parto, con un diseño experimental idéntico. Durante la fase de lactancia, se utilizaron las mismas asignaciones de tratamientos completamente al azar con una dieta de lactancia, tanto para el primer como para el segundo parto (Tabla 1).
Parámetros evaluados
En las cerdas y en los lechones respectivamente, se registraron y evaluaron los siguientes parámetros: Desempeño de parición: número de lechones nacidos vivos (NLNV), número de lechones nacidos muertos (NLNM), peso del lechón al nacimiento (PLN), número de momias al parto (NMP). Desempeño de destete: número de lechones destetados (NLD), peso del lechón al destete (PLD), mortalidad pre-destete (MPD).
Pruebas serológicas
Un día antes de inseminar a cada cerda, al día 109 de gestación y al destete, se obtuvieron muestras de sangre de la vena cava anterior. Una vez extraída la sangre se depositó en tubos de ensayo de 10 mL que se centrifugaron a 3 500 gravedades. El suero obtenido se congeló a -20 °C hasta su análisis posterior por la técnica de ELISA para la detección anticuerpos contra PRRS, y por la técnica de inmunodifusión radial (IDR). Se realizó la prueba de ELISA indirecta de acuerdo con el manual del kit comercial HerdChek PRRS X3® (IDEXX), consistente en placas tapizadas con antígeno recombinante del VPRRS, suero control positivo a VPRRS, suero control negativo a VPPRS y conjugado anti-porcino IgG; se consideró una reacción positiva cuando se obtuvo un cociente de la absorbancia de la muestra con respecto a la del control positivo (M/P) igual o superior a 0.4, lo que es indicativo de que hubo inmunización o exposición al virus de PRRS. Para cuantificar la cantidad exacta de anticuerpos (inmunogamaglobulinas G, IgG), se realizó la prueba de inmunodifusión radial de acuerdo con el manual del kit comercial NANORIDTM. Estos kits usan anticuerpos potenciados con látex para ofrecer una cuantificación precisa, incluso con bajas concentraciones de proteína.
Todos los ensayos por inmunodifusión radial (IDR) se realizaron con tres métodos de ensayo diferentes: tabla de referencia de IDR (Mancini), difusión completa (Mancini et al. 1965) y difusión incompleta (Fahey y McKelvey 1965). Las placas de IDR se seccionaron para permitir que cada placa se usara más de una vez y para mayor precisión y exactitud, se empleó un diluyente de muestras para reducir las diferencias de viscosidad entre ellas.
Análisis Beneficio-Costo
Se determinó el costo por concepto de alimentación (dietas empleadas en la evaluación) de las cerdas para la obtención de algunos indicadores productivos (NLNV, NLD, NMP, LNM y MPD). Para su determinación, los costos de alimento se calcularon a partir del precio en dólares de los ingredientes durante el periodo 2020-2022. El costo del número de lechones nacidos vivos (NLNV), destetados (NLD) y número de momias al parto (NMP), número de lechones nacidos muertos (NLNM) y mortalidad predestete, se obtuvo a partir del costo en dólares de cada una de las dietas (TRT 1, DHA, EP y DHA+EP).
Resultados
Primer parto
Para DHA+EP, NLNM y MPD difirieron estadísticamente (P < 0.05), observándose más animales muertos al nacimiento y durante la lactancia que en el resto de los tratamientos (Tabla 2). El NLNV difirió estadísticamente, siendo mayor para los tratamientos EP y DHA+EP (P < 0.05), en comparación con él testigo y DHA. Para el NLD hubo diferencia estadística, siendo mejores los tratamientos DHA y EP (P > 0.05) que él testigo y DHA+EP. El PLN y PLD tuvieron diferencias estadísticas (P < 0.05) para DHA y EP, siendo superiores al grupo testigo y DHA+EP. En NMP se encontró que DHA y EP fueron estadísticamente diferentes (P < 0.05) al testigo y a DHA+EP; además, los grupos tratados con DHA y EP tuvieron menos momias al parto.
Tratamiento | NLNV | NLD | NLNM | MPD | NMP | PLN | PLD |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Testigo | 12.19b | 11.31 b | 0.50 b | 0.75b | 0.75b | 1.26b | 4.67b |
DHA | 12.57b | 12.09b | 0.75b | 0.66b | 0.41d | 1.34a | 5.46a |
EP | 14.25b | 12.17a | 0.7b5 | 0.75b | 0.58a | 1.35a | 5.06a |
DHA+EP | 14.12a | 9.61b | 2.16a | 2.80a | 0.75b | 1.20b | 4.20b |
EEM1 | 0.168 | 0.178 | 0.062 | 0.069 | 0.053 | 0.026 | 0.053 |
NLNV: Lechones nacidos vivos, NLD: Lechones destetados, NLNM: Lechones nacidos muertos, MPD: Mortalidad pre-destete, NMP: Número de momias al parto, PLN: Peso de los lechones al nacimiento, PLD: Peso de los lechones al destete. EEM1= Error estándar de la media. Literales distintas por columna difieren estadísticamente (P < 0.05).
Segundo parto
En NLNM, no se observaron diferencias estadísticas en todos los tratamientos (Tabla 3). Para NLNV y NLD, el grupo DHA+EP tuvo mayores valores y difirió estadísticamente (P < 0.05) del tratamiento testigo, de DHA y de EP. Para la mortalidad pre-destete, el grupo EP mostró diferencia estadística, observándose menos muertos durante el periodo de lactancia (P < 0.05) que en el resto de los tratamientos. Para PLN, el testigo y EP fueron superiores y diferentes estadísticamente (P < 0.05) que DHA y DHA+EP. Para PLD, DHA fue superior y estadísticamente diferente (P < 0.05) al grupo testigo, a EP y a DHA+EP. En NMP, el grupo DHA+EP difirió estadísticamente (P < 0.05) y tuvo menos momias que el testigo, que DHA y que EP.
Tratamiento | NLNV | NLD | NLNM | MPD | NMP | PLN | PLD |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Testigo | 11.09c | 10.27c | 0.48a | 1.95a | 0.54a | 1.49a | 5.83b |
DHA | 13.40b | 12.60b | 0.56a | 1.85a | 0.40a | 1.30b | 6.79a |
EP | 12.08c | 11.41c | 0.50a | 0.68c | 0.08c | 1.50a | 5.49b |
DHA+EP | 14.40a | 13.60a | 0.65 a | 1.35b | 0.20b | 1.30b | 5.19 b |
EEM1 | 0.082 | 0.073 | 0.91 | 0.125 | 0.061 | 0.085 | 0.208 |
NLNV: Lechones nacidos vivos, NLD: Lechones destetados, NLNM: Lechones nacidos muertos, MPD: Mortalidad pre-destete, NMP: Número de momias al parto, PLN: Peso de los lechones al nacimiento, PLD: Peso de los lechones al destete. EEM1= Error estándar de la media. Literales distintas por columna difieren estadísticamente (P < 0.05).
Pruebas serológicas
Las pruebas serológicas indican que el PRRS estuvo presente en el pie de cría de cerdas de primer y segundo parto y su progenie. Tanto en cerdas de primer como del segundo parto, el primer muestreo se realizó tres días antes del servicio de inseminación artificial y se detectó la presencia de anticuerpos contra el PRRS en animales de los cuatro tratamientos.
Inmunogamaglobulinas IgG
Las cerdas de primer parto que consumieron DHA o EP durante la gestación y la lactancia, alcanzaron los mayores valores de inmunogamaglobulinas (IgG) al parto; la progenie obtuvo la mayor concentración sérica de IgG durante la lactancia al día 5 de vida (P < 0.05), en comparación con los tratamientos testigo y DHA+EP (Tabla 4).
Primer parto | Segundo parto | |||||
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Tratamientos | Cerda al parto | Lechón al día 5 | Lechón al destete | Cerda al parto | Lechón al día 5 | Lechón al destete |
Testigo | 15.99b | 19.42b | 9.84b | 16.29b | 19.00b | 10.14b |
DHA | 22.40a | 22.05a | 12.21a | 22.71a | 21.09a | 11.14a |
EP | 22.41a | 21.73a | 12.28a | 22.31a | 19.76b | 10.22b |
DHA+EP | 16.03b | 19.16b | 10.19b | 16.37b | 22.06a | 11.45d |
EEM | 0.081 | 0.108 | 0.350 | 0.259 | 0.100 | 0.292 |
1EEM Error estándar de la media. Literales distintas por columna difieren estadísticamente (P < 0.05).
Las cerdas de segundo parto que consumieron DHA y EP durante la gestación y lactancia, alcanzaron los mayores valores de IgG al parto; esto posiblemente sucedió por la adición constante de DHA y de EP en el alimento de las cerdas desde el primer parto, lo cual se continuó también en el segundo parto. Sin embargo, para el día cinco de vida del lechón y al destete, el DHA y DHA+EP fueron los tratamientos con mayores valores de IgG (P < 0.05), en comparación con el testigo y EP.
Análisis de beneficio-costo
Durante el primer y segundo parto, no se identificó diferencia entre tratamientos (P > 0.05) en el costo de NLNV y NLD; sin embargo, para NMP, los grupos que recibieron DHA, EP o DHA+EP tuvieron un menor costo (P < 0.05) que el testigo (Tabla 5). Para NLNM y MPD, el costo DHA+EP resultó mayor y fue diferente al del resto de los tratamientos (P <0.05). Para el segundo parto, no se encontró diferencia entre tratamientos (P > 0.05) para el NLNM. Para MPD, el grupo DHA+EP obtuvo un menor costo (P < 0.05) que el resto de los tratamientos.
Primer parto | Segundo parto | |||||||||
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Tratamientos | NLNV | NLD | NMP | NLNM | MPD | NLNV | NLD | NMP | NLNM | MPD |
Testigo | 8.07a | 3.63a | 6.11a | 4.21b | 2.70b | 9.01a | 7.74a | 5.15a | 3.52a | 9.10a |
DHA | 7.49a | 3.70a | 4.26b | 5.64b | 2.83b | 7.36a | 5.70a | 2.62b | 3.82a | 7.32a |
EP | 7.61a | 4.00a | 4.60b | 6.22b | 2.37b | 9.19a | 8.63a | 0.60c | 3.89a | 9.20a |
DHA+EP | 6.77a | 3.85a | 5.80a | 15.77a | 8.48a | 6.66a | 5.92a | 1.00c | 5.30a | 6.70b |
EEM | 0.81 | 0.056 | 0.184 | 0.174 | 0.013 | 0.138 | 0.147 | 0.184 | 0.152 | 0.243 |
NLNV: Lechones nacidos vivos, NLD: Lechones destetados, NLNM: Lechones nacidos muertos, MPD: Mortalidad pre-destete, NMP: Número de momias al parto, PLN: Peso de los lechones al nacimiento, PLD: Peso de los lechones al destete. EEM Error estándar de la media. Literales distintas por columna difieren estadísticamente (P < 0.05).
Discusión
Primer parto
La suplementación del alimento con EP y DHA+EP durante los 20 días anteriores a la cubrición y toda la gestación, ejerció un efecto positivo durante los primeros días de la gestación, ya que se observa mayor NLNV en ambos tratamientos (Tabla 2). En este sentido, Smits et al. (2013) encontraron mejoras en el total de lechones nacidos vivos cuando suplementaron las dietas de cerdas con 3 g de aceite de pescado por kilogramo de dieta durante los 30 días previos al parto y durante toda la lactancia (21 días), lo que sugiere una mayor supervivencia fetal. De igual modo, Liu et al. (2013) adicionaron cúrcuma y capsicum en la alimentación (200 g/t) de cerdas gestantes de 1, 2 y 3 partos y encontraron un mayor porcentaje de lechones nacidos vivos (92.6 vs 90.7%).
En las cerdas que recibieron dietas que incluyeron DHA y EP, los valores de NLD resultaron ser mayores (Tabla 2). Esto vuelve a confirmar que el agregar DHA+EP en el alimento de cerdas desde el primer parto ocurre un trabajo sinérgico entre ambos sustratos, lo que concuerda con los resultados de Rooke et al. (2001), quienes concluyen que las dietas enriquecidas con DHA fortalecen los tejidos cerebrales del lechón, le otorgan mayor vitalidad y disminuyen la muerte predestete, lo que permite obtener animales más vigorosos con mayor capacidad de sobrevivencia. Al probar el uso de oleorresina de cúrcuma y capsicum en cerdas en lactancia, Liu et al. (2014) y Luo et al. (2019) observaron que los lechones son más robustos, lo que los dota de ventaja para llegar a la teta de la madre y, por ende, lograr mejor condición corporal para sobrevivencia.
En el análisis de los NMP, PLN y PLD, los grupos en que se incluyó DHA o EP en la dieta tuvieron menos momias al parto (Tabla 2). Este hallazgo coincide en parte con las observaciones de Llauradó et al. (2021) y Liu et al. (2013), quienes al adicionar fuentes naturales de ácidos grasos poliinsaturados omega 3 en la gestación y primera semana de lactancia de cerdas, encontraron altos niveles de estos ácidos grasos en el calostro y leche, con un incremento consecuente en los tejidos de lechones recién nacidos, y las células inmunes de cerdos lactantes, lo que provocó reducción en la liberación de eicosanoides proinflamatorios y dio como resultado lechones con un mayor peso al nacimiento y destete. Estos resultados concuerdan con lo encontrado por Kwiecien et al. (2017) quienes observaron que las células NK uterinas pueden inducir la secreción de factores solubles con capacidad para inhibir la infección viral por PRRS in vitro. Con relación a esto, Liu et al. (2013) adicionaron EP a cerdos de cría y mejoraron la inmunidad de los cerdos en respuesta a un desafío de PRRS, además de que se logró aliviar los impactos negativos de la infección, como la reducción de la carga viral, de la citocina proinflamatoria y de proteínas de fase aguda, con una mejora en la eficiencia alimenticia y en la ganancia diaria de peso de los cerdos infectados con PRRS. Estos hallazgos concuerdan con la información obtenida en este estudio, ya que se aprecia una mejora en la respuesta inmune de los lechones provenientes de cerdas alimentadas con EP (Pu et al. 2009, Wang et al. 2011).
Tanto el DHA como el EP posiblemente mejoraron el sistema inmune, ya que las células CD8+ endometriales, las células activadas por los macrófagos alveolares porcinos (Ialoadhesina), participan en la replicación del PRRS (Karniychuk et al. 2013). Los macrófagos infectados con PRRSV poseen una susceptibilidad reducida a la citotoxicidad de las células NK en sangre periférica in vitro (Cao et al. 2013); sin embargo, las células NK endometriales son únicas y distintas de las de sangre periférica debido al entorno inmunológico, en especial en la interfaz materno-fetal (Manaster et al. 2008, Mselle et al. 2009, Kwiecien et al. 2017), donde las células NK uterinas pueden inducir la secreción de factores solubles con capacidad para inhibir la infección viral in vitro. Al respecto, Luo et al. (2019) agregaron aceite de pescado a dietas de cerdas durante la gestación y encontraron que las concentraciones de interleucina-6 (IL-6) y prostaglandina de la serie 2 (PGE2) en el plasma de las cerdas el día del parto, y de interleucina-1β (IL-1β) en el plasma de la sangre del cordón umbilical, fueron menores en el grupo que contenía aceite de pescado que en el grupo control sin aceite de pescado, si bien aumentó la concentración de interleucina-10 (IL- 10) mRNA en las placentas, la cual es antiinflamatoria, por lo que el tratamiento DHA pudo modular la respuesta inmunológica de los lechones recién nacidos mediante la reducción de la transferencia de las citoquinas proinflamatorias de las cerdas a sus lechones a través de la sangre del cordón umbilical, así como a través del aumento de la expresión de las citoquinas antiinflamatorias en los hígados de los lechones. Posiblemente el EP actuó sobre los receptores TPRV1 de las dendritas, estimuló el sistema inmunológico del neonato y provocó su supervivencia en la placenta.
Segundo parto
La mezcla DHA+EP obtuvo mejor resultado en NLNV (Tabla 3), lo cual posiblemente resultó de la adición constante de estos compuestos al alimento de las cerdas desde el primer parto (Rooke et al. 2001). Nuestro estudio obtuvo resultados similares a lo observado por Liu et al. (2014) , quienes adicionaron cúrcuma y capsicum en la alimentación de cerdas gestantes de uno y dos partos y encontraron uno por ciento más de lechones nacidos vivos.
El NLD fue mayor para el DHA+EP (Tabla 3). Nuestro estudio tuvo hallazgos similares a lo observado por Pu et al. (2008), quienes al probar el uso de oleorresina de cúrcuma y capsicum en cerdas en lactancia, observaron que los lechones son más fuertes y ello les concede una superioridad para llegar a la teta de la madre y, por ende, lograr mejor condición física para su sobrevivencia. Para el NMP se redujeron también los valores de los grupos que recibieron DHA y DHA+EP (Tabla 3). Este hallazgo coincide con lo encontrado por Kwiecien et al. (2017) quienes observaron que las células NK uterinas pueden inducir la secreción de factores solubles con capacidad para inhibir la infección viral por PRRS in vitro. Con relación a esto, Liu et al. (2013) adicionaron EP a cerdos de cría y mejoraron la inmunidad de los cerdos en respuesta a un desafío de PRRS, además de que se logró aliviar los impactos negativos de la infección, como la reducción de la carga viral, de la citocina proinflamatoria y de las proteínas de fase aguda, con una mejora en la eficiencia alimenticia y en la ganancia diaria de peso de los cerdos infectados con PRRS.
Pruebas serológicas
Los niveles de anticuerpos detectados por ELISA indican infecciones recientes y concuerdan con Kwiecien et al. (2017) y con Kwang et al. (1999) , quienes observaron que los cerdos inoculados con PRRS presentaron una reacción positiva con una relación M/P ≥ 0.4, lo que correspondería a un aumento de anticuerpos contra las proteínas M y N del antígeno. Estos resultados concuerdan con Gómez et al. (2021), quienes reportaron los valores más altos de M/P a PRRS en cerdas de primer parto. La respuesta serológica se asemeja también a los resultados obtenidos por Trincado et al. (2004) en lechones al nacimiento, al destete y en otras fases de producción en cerdos inoculados o infectados con PRRS, lo que indica una cero rreacción desde los 14 días post infección.
Inmunogamaglobulinas IgG
El presente estudio respalda el uso de DHA y EP como solución inmunomoduladora en la producción porcina; así mismo, Bussy et al. (2019) hallaron valores similares de IgG en suero sanguíneo de cerdas lactantes y su progenie al día 14 de lactación con valores superiores (13.9 y 25.1 UL/mL respectivamente), en dietas adicionadas con alga verde (Ulva armoricana). El DHA se acumula principalmente en los fosfolípidos cerebrales fosfatidilcolina y la fosfatidiletanolamina, y en menor proporción, pero no menos importante, en la fosfatidilserina, ya que se asocia con plasmalógenos (esfingolípidos), yendo directo a células cardiacas e inmunológicas, como linfocitos B, lo cual posiblemente promovió una mejor respuesta inmunológica (Fritsche et al. 1993).
Los resultados de IgG (Tabla 4) concuerdan con los de Leonard et al. (2010), quienes obtuvieron en cerdas alimentadas con dietas basadas con extracto de algas desde el día 109 de gestación hasta el destete (día 26), valores máximos de IgG entre los días 5 y 12 de lactación. Los β-glucanos de los extractos de algas solubles son reconocidos por estimular la función inmune del hospedero a través de la activación de los receptores de dectin-1, y se expresan normalmente en la superficie celular de monocitos, macrófagos y neutrófilos (Brown y Gordon 2005, Volman et al. 2008), así como también de los receptores TRPV1 del tracto gastrointestinal y de células dendríticas (Furness et al. 2013). Al respecto, Vasileios et al. (2022) encontraron que el número de lechones momificados es un factor asociado positivamente con un mayor contenido de IgG en cerdas hiperprolíficas, lo cual es similar a lo identificado en este trabajo.
Análisis Beneficio-Costo
Para el primer parto, el beneficio costo fue mejor para los tratamientos DHA y EP en NMP, esto se debió al efecto del ácido graso de cadena larga (Bussy et al. 2019) y a los extractos fitogénicos (Kwiecien et al. 2017) en el organismo, los cuales probablemente evitaron que los cerdos murieran en el seno materno, para que posteriormente se convirtieran en momias. Lo mismo sucedió con NLNM y MPD, que resultaron menos costosos que los tratamientos antes mencionados. En el segundo parto, para NMP, se obtuvo un mejor beneficio-costo para EP y la mezcla DHA+EP como resultado del efecto de los lípidos y de los extractos de plantas, que activaron células protectoras del organismo, tales como células dendríticas, linfoides, mieloides y células NK citotóxicas en el seno materno, las cuales pueden causar un efecto detrimental sobre el virus del PRRS (Bujak et al. 2019; Lou et al. 2019). Para MPD en el segundo parto, el grupo tratado con DHA+EP obtuvo un menor costo debido a una mayor cantidad de animales que lograron destetarse (Tabla 5).
Conclusiones
Las dietas de las cerdas adicionadas con ácido docosahexaenoico (DHA) y extractos de plantas (oleorresina de cúrcuma y capsicum) a lo largo de dos gestaciones y partos aumentaron el número y peso de lechones al nacimiento y al destete. Además de reducir el número de momias al parto, en comparación con el uso de la dieta convencional, lo que mejoro el desempeño productivo y reproductivo de las cerdas y el crecimiento de su progenie. En el primero y segundo parto, los mejores resultados se tuvieron con DHA y EP, la adición de estos compuestos a las mejoro el desempeño productivo y reproductivo de las cerdas y el crecimiento de su progenie. En el primero y segundo parto, los mejores resultados se tuvieron con DHA y EP, la adición de estos compuestos a las los grupos tratados con DHA o EP. En el segundo parto, el menor costo se tuvo con los grupos tratados con DHA+EP o EP. Para NLNV y NLD, no se tuvieron diferencias económicas entre los tratamientos del primero y segundo parto. Para el tratamiento DHA+EP, él menor costo en MPD se reflejó en la mínima mortalidad observada durante los 21 días de lactancia, en comparación con el resto de los tratamientos. El uso de DHA, EP y DHA+EP en cerdas mejoró los índices reproductivos y productivos, además de proporcionar un beneficio económico positivo, observándose mejores resultados en el segundo parto.