Introducción
El hallux valgus es la patología más común del antepié; no es una entidad única, sino una deformidad compleja y multifactorial cuya causa exacta permanece incierta. Se ha asociado a factores hereditarios en las características intrínsecas del primer rayo, que incluyen: 1) hipermovilidad de la articulación metatarso-cuneiforme, 2) metatarso primo varo, 3) desviación medial de la articulación metatarsofalángica, 4) longitud atípica del primer metatarsiano y 5) hiperpronación del primer metatarsiano.1,2,3,4,5,6,7,8,9
Por otro lado, la prevalencia de mujer-hombre en relación 9:1 sugiere, también, el uso de calzado inapropiado y de tacones altos como factor causal en el desequilibrio capsulotendinoso.2,5,10
Mann refiere que el uso de calzado es un factor desencadenante, ya que en la población mundial se ha observado la presencia de esta entidad en algún grado en 33 contra 1.9% de la población que no usa zapatos. En México, el hallux valgus es una entidad patológica común que ocupa el primer lugar dentro de la patología del pie.6,10,11,12,13
Si bien, no existen datos epidemiológicos exactos en México en cuanto a la patología del pie y tobillo, específicamente del hallux valgus, se ha observado en toda la población en general, independientemente del uso de calzado y su tipo, en ambos géneros, aunque también con franco predominio femenino y en todas las edades, principalmente después de la cuarta década de la vida.2,3,10,13,14,15
El hallux valgus fue definido por Elmslie en 1926 como una desviación lateral del primer dedo del pie a nivel de la articulación metatarsofalángica. Esta deformidad puede estar acompañada con subluxación articular de la metatarsofalángica, pronación y atenuación de las estructuras blandas mediales, como la cápsula articular y el tendón aductor del hallux.1,2,4,11,12,16,17
Mientras han existido numerosas publicaciones para describir los procedimientos de alineación ósea para el tratamiento del hallux valgus y su significancia clínica, hay evidencia en la literatura de la importancia del mantenimiento y obtención de una corrección quirúrgica por medio de la capsulorrafia.6,8,9,10,15
Silver describió en 1923 un procedimiento quirúrgico para el tratamiento del hallux valgus que involucraba una capsulorrafia en forma de «Y» medial; sin embargo, es poco mencionada en la literatura como una alternativa eficaz de tratamiento.6,7,10,16,18
Goldberg y colaboradores describieron la capsulotomía y capsulorrafia tipo «lágrima», con resultados importantes en el tratamiento corrector del hallux valgus.1,3,5,6,9,10,11,15
Otras técnicas de capsulorrafia han sido reportadas, como la tipo lenticular, la dorsolineal y en forma de «Y».6,10,16,17,18
La corrección del hallux de manera quirúrgica puede estar teniendo recidivas o malos resultados debido a un problema biomecánico de alineación en la corrección quirúrgica, un subsecuente desbalance muscular, el uso de calzado inapropiado y la persistencia de la pronación del primer dedo del pie.1,2,3,4,7,9,10,11,16,18
Material y métodos
Estudio en espécimen cadavérico, descriptivo, transversal. Se realizó una colaboración entre diferentes instituciones en el período comprendido de Agosto a Diciembre de 2012. Se llevaron a cabo mediciones clínicas a diferentes pies de cadáver para la obtención de los ángulos metatarsofalángico e intermetatarsiano. Se clasificó la deformidad del hallux valgus (leve, moderado, severo) según los ángulos mencionados. Se clasificó el pie respecto a su forma anatómica en egipcio, griego y/o cuadrado. Se realizó disección en seis cadáveres del anfiteatro de la Universidad de Barcelona, Facultad de Medicina. A todos se les hizo un abordaje medial longitudinal, capsulotomía, exostectomía y reparación capsular con la técnica propuesta.
Descripción de la propuesta de reparación capsular (capsulorrafia):
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Se realizó un abordaje longitudinal medial sobre la articulación metatarsofalángica del primer dedo del pie del cadáver (Figura 1).
Se disecó piel, tejido celular subcutáneo y se localizó la cápsula articular.
Se incidió longitudinalmente la cápsula con bisturí, introduciéndolo directamente sobre la diáfisis del primer metatarsiano y la base de la falange proximal, exponiendo la articulación.
Se disecó la cápsula proximal, distalmente y sobre el sitio de la exostosis, haciéndolo evidente para su osteotomía guiada por disector osteótomo recto.
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Se llevó a cabo la resección de la exostosis con osteótomo recto fino y se remodeló la cabeza metatarsal con escofina, retirando los remanentes óseos (Figura 2).
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Se procedió a colocar la sutura Vicryl del 1 a través de la cápsula plantar, de proximal a distal, iniciando a dos centímetros de la articulación metatarsofalángica del primer dedo, pasando por la articulación y distalmente a un centímetro de la misma, dirigiendo la sutura hacia el trayecto de la cápsula dorsal, llevándola de distal a proximal y dejando distalmente un huso de sutura (Figuras 3 y 4).
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Se deslizaron por debajo del huso de sutura los dos cabos proximales y se realizó una tracción de la misma hasta mantener la corrección pretendida de la metatarsofalángica, realizando así un punto de palanca o fulcro de la cápsula articular, plicándola de distal a proximal (Figura 5).
Una vez realizada la plicatura o capsulorrafia, la sutura se ancló de manera proximal en la cápsula plantar justo en el sitio de inserción del músculo aductor del primer dedo para mantener el punto sin su retracción ni aflojamiento, llevándose a cabo la primera fase de la reparación capsular.
En seguida, se plicó por segunda vez la cápsula dorsal y plantar con puntos cruzados, manteniendo la reducción y la posición del metatarsiano.
Se procedió al cierre del tejido celular subcutáneo con puntos simples invertidos con Vicryl de número 2-0, así como de la piel con puntos simples con Nylon número 3-0 (Figura 6).
Resultados
Fueron seis pies de cadáver portadores de la deformidad de hallux valgus. Cinco de ellos con deformidad clínica leve, un pie con deformidad moderada, ninguno con deformidad severa. Un pie con deformidad agregada del segundo dedo en supraducto. Un pie con deformidad agregada de hallux interfalángico. Los resultados de las correcciones se muestran en la Tabla 1.
Discusión
Muchas técnicas de reparación capsular o capsulorrafias y sus modificaciones han sido reportadas en la literatura, incluyendo la capsulorrafia en uno, triangular, V-Y distal, rectangular y zetoplastía, con resultados satisfactorios, en combinación con las osteotomías del primer metatarsiano, la falange proximal y/o tenotomía del aductor del primer dedo.
La mayoría de los autores concuerda que en la patología de hallux valgus severo, la combinación de osteotomías de alineación del primer metatarsiano con plastías capsulares da mejor resultado tanto funcional como estético a mediano y largo plazo.
El objetivo de tratar el hallux valgus es ofrecer resultados funcionales de buenos a excelentes; esto implica el uso de una capsulorrafia adecuada con la osteotomía que se requiera según la deformidad; utilizando la técnica de capsulorrafia tipo flap o colgajo, se han obtenido resultados satisfactorios en el seguimiento de los pacientes.
La liberación distal de los tejidos blandos ha sido propuesta por muchos autores, pero la técnica de Silver con exostectomía medial, liberación de la cápsula externa y pretensado de la cápsula interna es uno de los procedimientos más antiguos y populares; la técnica de Mcbride incluye la división del tendón aductor y su reinserción en la cara lateral del primer metatarsiano, junto con la extirpación del sesamoideo lateral.19
En este trabajo se realizó una propuesta de reparación capsular o capsulorrafia para el tratamiento complementario de la cirugía del hallux valgus, que puede ser aplicada in vivo, ya que se logró corrección satisfactoria de los ángulos metatarsofalángico e intermetatarsiano y se modificó la estética del pie.